23. Cada cosa tiene su misterio (Actualidad)

"Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer."

-Antoine de Saint-Exupéry

Ni la noche más fría soportaba lo que se vendría de a partir de ahora, en el aire se podía sentir la tensión y no se necesitaría ver el futuro para saber lo que vendría.

La rabia seguía viva y latente por todo lo que han pasado todo esto años sin medir las consecuencias que se formaba a cada nada, la gente le gustaba jugar con el destino, pero no median lo que pasaba después.

Todavía se puede ver en la iglesia abandonada bajo tierra después de Cristo en un lugar muy aparte, el lugar sagrado que la tierra se tragó para ocultar la verdadera profecía que todos ignoraban.

Porque todos querían a Leuksna pero nadie sabía verdadera razón porque era un Ángel sin jerarquía, ni siquiera los que tuvieron el honor de verla y hablar por unos segundos.

Nadie sabía quién era el que daba la vida y quien la quitaba, solo sabían lo poco por lo que hablaba el libro sagrado de los cristianos que era el creador del todo aquello. Pero a veces el creador dice lo que solo debemos saber, hay cosas que el ser humano no debe saber que existe y muchos tener contacto con eso.

Por eso la tierra en algún lugar del desierto oculta aquella iglesia en ruina un pergamino donde habla de ella, tallada por letra de un desconocido que nadie sabe y jamás sabrá.

El viento se levanta con la llegada de la esfera donde oculta en un cristal muy peligroso enterrando a la creatura que debía ser contenía por el bien de la humanidad, dejando ver como dos querubines custodiaban a su hermana hasta que pasara la luna roja.

Desactivaron todo lo que tuviera que ver con ella, ocultando cualquier rastro para que todo pensara que fue desaparecida de la faz de la tierra.

Más allá de la tierra de los muertos entrando a la tierra de los vivo se podían ver como los humanos sufrían a cada segundo que pasaba, la cacería apenas comenzaba y los Nefilim llevaban el mando.

Derek disfrutaba al ver como la familia de Luna le ponía mucha resistencia, no era para nada fácil encontrarlos. Porque no había rastros de magia de ninguna clase y eso que ellos eran expertos en olerla a quilómetros. Solo encontraron algunos humanos que se habían escapado pero volvieron a su poder porque era difícil para ellos ocultarse de gente diferente a ellos.

— Donde siempre se ocultaban no están jefe. —uno de los soldados de Derek le comento dejando aquellas dos casas vacías que no había rastro de ninguna.

—Aunque descubrimos el lugar donde se hizo el hechizo y fue en la casa de las hermanas. —recordaba que todavía se podía oler la magia oscura ligada con la blanca en el aire en esa sala.

Derek miraba los edificios que se alzaban a él buscando algún rastro que le dijeran que están ahí, pero no podía sentir nada.

De repente de un salto alguien cayó a su lado con las manos en los bolsillos mirando también el lugar que el miraba y otros pares de ojos se le sumaron.

— No hay rastro de mi hermano y dudo que estén con ellos.—hablo la tercera persona interrumpiendo los pensamientos de Derek y Nathan.

Todd odiaba a su hermano en muchas cosas y la principal era porque su padre se había metido con una humana y de ahí había nacido Finn alguien con la sangre contaminada no era un principado como el que su madre era una de los de los demonios de guerra y su padre de la hambruna. Finn era un Nefilim más con la sangre contaminada.

Pero lo único que quería de él era Star que estaba con él.

— Y la familia Hill deben estar buscando medicinas para la vieja.—contesto Nathan con la idea en la cabeza sin saber que ya la señora susie estaba más que curada y dispuesta de darle pelea.

—Quien diría que unos humanos inservible nos estarían dando guerra. —Derek aparto la mirada del edificio cuando sintió ese olor y sonrió para despistar a los demás.

— La culpa la tiene Cristians que le revelo secretos que no debía a Luna.—Todd se cruzó de brazos molesto pensando en el plan que el chico había dado.

—Y no solo es de él, la culpa la tiene Luna porque ella repartió sus poderes en tres partes inconsciente. —dijo Nathan pensándolo molesto.

— Ósea que el ángel que lleva por dentro lo hizo para que todos nuestros planes se fueran a la mierda.—llego al grano Derek pensando y los otros dos asintieron.—Bueno si lo pensamos así la culpa la tienen todos. —rio este cuando el olor se hizo más e hizo un silbido que los demás de sus soldados asintieron para retirarse. —Fue lindo charla con ustedes pero debemos seguir con la búsqueda, espero que ustedes tenga buena suerte. —se despidió dejándolos a los dos con la palabra en la boca.

Nathan se desapareció como un vampiro moviéndose por la oscuridad entre los edificios a ver si encontraba lo que buscaba, y Todd fue también a buscar a su chica pensando que estaba vez tendría suerte.

Derek en cambio al ver que todos se habían ido y percatarse que no había nadie, siguió el rastro de olor que llegaba a él y sonrió más con una sonrisa un poco macabra al pensar en la rubia ojos grises.

En el edifico maldito todavía se podía escuchar los gritos de terror y suplica, mientras que las hermanas worthy seguían esperando afuera que al menos pasara cinco horas de tortura para poder interrogarlos. Bueno ya habían pasando quince horas pero ellas solo querían darle un poco más porque lo que ellos habían hecho era peor de lo que ellas le hacían.

— Listo preciosa.—la puerta fue abierta y de ahí salió una sombra negra donde su cuerpo monstruoso fue tomando forma de un humano muy bello hablándole a Star.

Lara trago saliva porque no podía creer que algo horrendo se transformara en algo bello y peligroso, su forma monstruosa era para cagarse de miedo y no volver a salir de tu cama y esa la plantarían en plena iglesia para que ellos no entraran.

Star en cambio hizo una mueca de miedo porque también pensaba lo mismo que Lara, por lo que Rous solo pensaba que si no lo veías ella jamás sabrían quien eran y por eso siempre mantenía la cabeza abajo sin mirarlos.

—Solo quiero decir que el chico es un Nefilim novato, pero la que sí está dispuesta para hablar es la chica. —el otro demonio salió también de la habitación formándose en algo horrible a hermoso lo que hizo que Lara apretara las piernas y apartara la mirada de los ojos amarrillo para mirar el suelo.

— Lo tendremos en cuenta.—aunque no sabían que era un Nefilim.

Las tres iban a pasar cuando los dos demonios se hicieron a un lado dejándolas entrar oliendo el miedo que ellas deprendía, pero el segundo pudo oler algo más que miedo en la más mayor, creo que había escuchado que se llamaba Lara. Y sonrió para su adentro.

—¿Crees que Leuksna rompa la maldición y podamos salir de aquí como prometieron? —hablo su hermano a su pensamientos haciendo que el apartara la mirada del trasero de la chica.

Este se encogió de hombros y esperaba que sí, ya quería salir de ese edificio. Llevaban añales ahí, antes que el alcalde de esa comunidad decidiera que fuera a construir un edificio en ese terreno, antes había una casa pequeña donde contenía en el sótano oculto a dos creatura muy peligrosa para la humanidad que los monjes en el aquel entonces creyeron manteniéndolos en un sótano oculto con una maldición que no podrán salir de ahí.

— Eso espero, porque de igual forma podemos usar el plan b.—su hermano lo miro sonriendo también viendo para dónde van los pensamientos de su hermano.

— El plan b siempre funciona más que el plan a.

—Y de eso no lo dudo.

Los dos se apartaron de la puerta solo unos pasos para ocultarse entre la oscuridad y ver de segundo plano lo que pasaba en aquella habitación.

Se podría decir que hace más de 24 horas atrás las cosas se volvieron loca en solo segundo, pero cuando cada individuo cree tener el poder de algo se olvida que con el destino no se debe jugar. Desde el principio jamás se escribió lo que se vendría de aquí a más adelante, pero sentir y oler lo que el aire emanaba era claro que esa noche alguien iba a morir, solo que nadie sabría quién sería esa persona.

***

—¿Quién los mando y que es lo que quieren? —pregunto Rous sin rodeo a la pobre de Eris que todavía lloraba en un rincón abrazándose ella misma.

—No paso, no paso. —susurraba una y otra vez bajito y cuando cerró los ojos podía sentir las manos sudorosas que recorrían su cuerpo sin permiso y los abrió de golpe volviendo a llorar.

Las tres chicas solo pensaban que fue lo peor que ella le pudieron hacer antes de todo esto.

Y es que cuando todos se iban de aquella casa, Star subió a la habitación de Luna a ver si encontraba algo que ayudara cuando su mirada se posó en un libro un poco raro oculto bajo su cama.

Era de cuero y tenía algunos símbolos y tenía un título escrito en otro idioma, ella solo lo curioso un poco y pasando hoja por hoja, pudo notar que habían dibujos y también comentarios con algunos hechizos que se podría decir que lo podía notar. El libro era como un cuaderno de apuntes donde dejaba el nombre claro de su autora y era Luna Hill, se podía notar los dibujos hechos a manos y la caligrafía en los comentarios.

Ella curioseando siguió hasta que se detuvo en una página que le llamaba la atención y el dibujo mostraba dos sombras con un aspecto horrible, había una historia que lo acompañaba, ella rápido lo leyó:

Negro como la tinta, negro como la oscuridad de sus almas. En lo más oscuro del bosque yacen dos monstruos divirtiéndose con el miedo de cada persona que entra en él, los miedos de los humanos solo son comida y energía para dos hermanos que fueron hechos de la oscuridad.

Monstruos, demonios o como quieras llamarle. Ellos son los mellizos que hicieron un pacto con el diablo y ahora su condena es vida eterna.

No miren sus ojos amarillos porque pueden ver tus mayores miedos, no muestre miedo porque pueden olerlo a quilómetros y solo le dan vida para buscarte.

No hagas alianzas con ellos porque son tramposos como los duendes, no juegues a su juego porque terminaras perdiendo. Su corazón está hecho de cenizas y su debilidad será una sonrisa, ¿pero qué sonrisa da miedo? Pues todavía la estoy viendo....

Star dejo de leer lo que se podría decir como leyenda muy rara y extraña, más abajo había advertencias que Luna había subrayado en rojo. Y también una dirección donde permanecía cada monstruo. No fue difícil saber quiénes eran, pero algo en su cabeza sonaba en una clara advertencia que no debieron hacer ningún trato con ellos.

Pero si querían información debía hacerlo y ahí estaba pensando que al final nunca fue mala idea buscarlo para sacar información y vengarse un poco.

—Deberíamos esperar unos minutos a ver si se calma.—comento Lara cruzándose de brazos cuando sintió un escalofrió correr por su espalda.

Rous se inclinó de cuclilla mientras miraba como la chica se mecía hacia delante y hacia atrás murmurando algo que ella no entendía.

— Creo que la dejaron traumatizada.—dijo ella observando la escena.

Los dos demonios que se mantenía en la ocurrida sonreía felices porque eso era su cometido y más bien debían darle gracias por dejarla viva y no llevarla a su tormento eterno.

— Yo creo que mejor terminemos todo esto de una vez porque este lugar me da mucho miedo y ya quiero salir.—Star dio un paso hacia adelante donde Eris dio uno atrás notando la presencia de ella con un miedo atroz.

El aire a pesar que era muy pesado le daba una aliviane a las hermanas worthy, ellas aun mantenían algo de Luna en ellas que la ayudaba.

—¿Qué quieren y cuál es su plan? —pregunto Star inclinándose hacia adelante y pudo ver con sus ojos cuando los de ella se conectaron con la morena mientras esta lloraba y se llevaba las manos a su cabeza.

<<Como que si la dejaron traumatizada.>>

Pensó Star observando a la morena.

— Yo-yo no sé.... Finn es el que sabe. —hablo ella tartamudeando con el miedo latente sin poder mirarla. Sentía que cada parte de su ser se iba despegándose de ella como si la estuvieran torturando y no sabría cómo decir que parara.

Eso lo fue la respuesta que querían las chicas, por lo que siguieron horas ahí intentándolo una y otra vez.

Mientras que Rous, Star y Lara estaban en su interrogatorio, pasando dos edifico más se encontraba Carly en la azotea buscando respirar aire nuevo y puro. Tenía secuelas que no podía borrar de su cabeza y cada segundo que pasaba encerrada en el apartamento de Santiago era como una tortura.

Todavía escuchaba las voces de súplica de cada persona y la que más la mataba era la de su novio, todavía podía ver como la vida escapaba de sus ojos cuando una honda de esa gente de Lux los interceptó saliendo del pueblo. Ella fue apartada de él a la fuerza mientras que otros lo apedazaban frente de sus ojos como si fueran unos zombie.

Carly se echaba toda la culpa y todas las noches soñaba con esa escena, ya que su papá también fue maltratado por intentar ayudarla. Todavía se escuchaba sus gritos pidiendo que lo dejara atrás y ella se salvara, pero ella no quería que el muriera y por eso se quedó.

Ahora solo tenían secuelas viva en una guerra que a cada minuto no había descanso.

Ella miraba como a los lejos un edificio votaba humo, y a pesar que todo estaba en silencio no le gustaba. No le gustaba escuchar sus propios pensamientos porque ellos eran los más traicioneros.

— Si se van esconder bien, por lo menos oculta tu rastro. —una voz tras de ella hizo que ella se paralizara de terror.

<<Esa voz.>>

Ella reconocía esa voz y le daba más que miedo voltearse y encontrase con aquellos ojos azules como el cielo, podía sentir su cuerpo estremecerse y aun así Derek disfrutaba ver como infundía miedo en ella.

Era algo que le fascinaba, y eso que llevaba añales que eso no le importaba para nada, pero disfrutaba mucho verlo en ella. Ver como cada parte de su cuerpo gritaba miedo y pánico hacia él, aunque su mirada mostraba otra cosa.

Los Nefilim tenía un olfato como un sabueso, pero Derek lo tenía más desarrollado porque era un Nefilim más viejo y cuando a él se le quedaba un olor incrustado no había nadie que se lo quitara hasta que el mismo acabara con eso.

El olor que desprendía de ella era como vainilla y él amaba la vainilla antes que tomara el bando de jefe de un grupo de Nefilim.

— Mi... mi hermana está cerca.—Carly hablo por fin dándose la vuelta para enfrentarse a su pesadilla y cuando sus ojos se conectaron ella se tragó el suspiro que cualquier hombre hermosos como Derek robaba.

Derek solo rio por lo debajo mientras caminaba con una calma hacia ella, por lo que Carly daba paso hacia atrás huyendo de su tacto. Sabía que si él la tocaba era como quemar su piel, no quería sentir nada. Su corazón permanecía en luto por su novio que todavía vivía en sus recuerdos.

—Mentiras. —hablo él sin dejar de acercarse hasta que la acorralo entres sus brazo y la biga de la azotea, ella temblaba de miedo.—Nadie sabe dónde está tu hermana en esto momento y no creo que aparezca por arte de magia y obra del espíritu santo para salvarte de mí. —su cara fue acercándose a ella poco a poco que hizo que ella tragara fuerte e inclinara la cabeza hacia atrás.

Él ni siquiera la había tocado, pero si estaba demasiado cerca y ella estaba comenzando a sentir cosas que comenzaba a odiar.

Subió una mano poco a poco por su brazo hasta llegar a su mejilla y el rastro que él comenzaba a dejar por su piel era como si la comenzara a quemar y tenía miedo

— No me hagas daño por favor.—susurro ella cerrando los ojos.

Todavía podía sentir su tacto y ella quería salir corriendo de ahí mismo.

— ¿Y quién dijo que te quiero hacer daño?—pregunto divertido mirando como ella se estremecía con su tacto. Ella iba a responder pero él se adelantó.—No por ahora claro, por ahora voy a disfrutar de otra cosa que me está llamando la atención. —su pulgar que acariciaba su mejilla fue pasando a su labio inferior.

Los ojos de Carly se abrió con miedo y.... ¿Excitación?. Todo esto la estaba volviendo loca y aunque negara una y otra vez que no le estaba gustando nada de aquello, su vieja personalidad. Aquella personalidad de diva y empoderada antes que el mundo se fuera a la mierda, amaba que los hombres se murieran por ella.

No se podía pasar por alto que ella era una chica muy linda, una chica que se robó el corazón de alguien muy cariñoso que murió en sus manos y ella amaba.

Pero ahora su perra interior, gritaba que lo disfrutara con el enemigo. Que Roger solo la hacía débil, pero su otra parte aquella parte que descubrió y amaba Roger de ella le gritaba que él nunca fue su debilidad y jamás lo fue. Él más bien le mostro que ella no era una perra sin sentimiento.

—¿Qué... que vas hacer? —pregunto tartamudeando con miedo aquella respuesta. Porque su personalidad mala estaba ganado esta guerra.

Derek solo le dio una sonrisa un poco traviesa antes de inclinarse y ella cerrara los ojos, cuando de repente la puerta de la azotea se abrió con un estruendo que la sobresalto haciendo que abriera los ojos y se encontrara con la mirada de su hermano que se tranquilo al mirarla.

— Por fin te encuentro, mamá que no debemos salir del departamento que las cosas se pondrá fea, vamos.—él extendió su mano para que ella fuera a él.

Lo que dejo a Carly un poco confunda, porque se preguntaba ¿Dónde rayos se había metido Derek y como fue tan rápido para huir?

—Sí, claro. Solo viene a respirar un poco de aire fresco. —ella hablo atropelladamente mientras seguía a su hermano de vuelta a edificio.

En cambio el Nefilim miraba desde lejos como su presa favorita entraba aquel lugar y disfrutaría mucho jugando con ella. Aquello solo era un pequeño espejismo y se maldecía por no ir personalmente hacia ella, pero no quería arriesgarse a que lo descubrieran como pensó cuando pudo sentir la presencia del chico.

Le dio una última mirada al edificio antes de volver al bosque donde los esperaban una gran multitud para seguir la busque que él desviaba, solo quería darle unos cuantos días para que ellos se recuperara. Porque su objetivo era el ángel y ella no estaba con ellos.

Pero sabía que iba avolver tarde o temprano, iba a volver a ellos y él estaría preparado paratenerla antes que Lux.

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