16. Pequeño Argus (Actualidad)
"Su nombre significa muchas cosas, ninguna da con el significado correcto. Unos dicen que significa vigilante, otros brillantes. Pero depende del concepto igual su nombre lo representa.
Pues es él es Argus, mi pequeño vigilante brillante"
-Holy Malave
El niño de apenas tres años con pelo rubio ceniza platinado y ojos verdosos con algunas notas grises piel tan blanca, miraba a su abuela con tanta alegría y a la vez tristeza.
<<Quien dirían que era tan idéntico a su padre, como madre.>>
Él quería a su madre con él, que fuera ella la que lo arropara todas las noches y que fuera ella que lo besara antes de dormir y le contara cuento. Pero no, ahí estaba con sus abuelos en medio del polo norte viviendo en unas cuevas viejas que su madre había encontrado cuando él nació.
Solo la veía poca veces y eran en sueños cuando su madre se lo permitía, los dos estaban tan conectado que se sentía la emociones de cada quien.
—Vamos Argus, abuelo necesita ayuda.—Ava miro a su nieto tan igual a sus padres que no supo si ese niño iba ser la salvación o la condenación.
<<Pero lo que fuera él, había sido procreado con amor.>>
Ajusto el abrigo del niño porque ahí si hacía mucho frio y miro que él se sentía muy triste. Todas las noches lo escuchaba hablar solo y no sabía si era que estaba hablando con amigos imaginario por su edad.
<<Bueno, era algo normal a su edad.>>
Lo que ella no sabía que el niño era mitad ángel y mitad humano como su madre, solo que él no era caído y tampoco ángel por completo. Sus poderes se basaban más como los de su madre despertándose cada día al mismo ritmo que sentía que ella misma ya no podía más con ese poder. Solo eran minutos de diferencia pero sabía que su madre había despertado otro más de sus poderes y sabía que este era muy peligroso, porque con solo una mirada y ella veía todo lo que había en el interior de esa persona solo tenía el poder de arrancarle la vida si veía algún pecado.
—Abu ¿Cuándo viene mamá?—pregunto cabizbajo cuando vio los pensamiento de su madre y padre a la vez.
Tenía miedo de mirar a su abuela y matarla, porque eso lo que el experimentaba era como el ángel de la muerte con mente propia.
<<¿Por qué él era el único así?>>
Era lo que se preguntaba todos los días y no entendía, porque los demás niños de su edad no eran igual a él. Y eso lo ponía muy mal a veces.
—Solo está arreglando unas cosas y después volverá con nosotros... no te preocupes cariño, vamos a jugar y ayudar a tu abuelo.—ella no sabía cómo decirle que la última vez que vio a su madre, ella le había dicho que no iba a volver, que Hero iba a encontrarlos con mis otras hijas. Que nuestros deber era mantenerlo a él con vida hasta que la luna roja pasara.
<<Solo faltaban tres meses para que eso pasara y después podría ver a mis niños y que mi bebe conozca por fin a su hijo.>>
Cuando ellos estaban en áfrica y surgió el terremoto de la nada, Luna apareció como si nada y los salvo. Solo pasaban meses y notábamos cada días más que la barriga de ella crecía y el mundo cada día más se ponía feo, cuando por fin encontramos un lugar donde quedar, Argus decido nace ahí.
Ella le extendió la mano para que él la siguiera pero negó dudoso.
—Ahorita los alcanzo.—contesto dándose la vuelta y volvió a entrar a la pequeña cueva brillante y revisar bajo la cama.
Sonrió feliz antes de cerrar los ojos y solo pensó en ellos.
La vio antes de que ella abriera los ojos y lo mirara también con aquella sonrisa que lo llenaba de alegría, miro a su alrededor y noto el piso manchado de sangre antes de mirarla a ella y formo en su boca aquellas palabras que le daban aliento a cada uno de los dos.
—Te amo.—susurro él mirando sus ojos grises que estaba rojo de tanto llorar y después miro a su padre que dormía a lado de su madre.—Los amos a los dos.
—Nosotros también cariño.—susurro ella antes de volver a cerrar los ojos y que la visión se cortara.
El pequeño Argus se limpió las lágrimas que corrían por su mejilla y se preparó para seguir a sus abuelos.
***
Ya había amanecido y Rous estaba furiosa porque Cole se había vuelto a ir, Star decido darse una ducha antes de dormir y pensar en el chico que estaba abajo descansando también.
Los dos habían hecho clic con una sola mirada y no se sabe muy bien si eso lo que los dos sentía era algo bueno o malo. Ella se pasó las manos por su cara borrando todo rastro de suciedad mientras que el agua caía sobre ella, Star siempre fue una chica soñadora y pensó que su mundo se había completado al conocer a John. Sus padres habían dejado un gran vacío en ella a medida que pasaban los años por los viajes, que jamás pensó que al enamorarse de un chico mayor que ella, jamás iba a sufrir.
<<Que tonta fui.>>
Pensó, mientras lloraba y dejaba que el dolor que sentía se ligara con el agua. Porque era lo único que podía hacer, llorar porque ya era libre, pero aún se sentía sucia y contaminada.
Mientras que Star se bañaba, Finn hablaba con Theo y Eris que andaba un poco incómodo en la situación donde estaban.
Finn se acomodó al lado de su amigo y pudo ver de reojo cuando Rous paso por su lado molesta. La vio que entro en la cocina molesta y volvió a mirar a sus amigos dejándola al lado.
—¿Entonces cuando nos vamos? Eris no se siente muy cómoda con esta gente, siempre nos miran como si fuéramos el problema de todo.—Theo susurro solo para ellos porque se sentía muy incómodo y más cuando el tal John o Nathan los miraban raro.
El rubio se había perdido hace horas y el otro que andaba con la rubia romántico a noche salió escondido por el sótano, porque lo siguió por si el tipo se la daba de loco.
—Tenemos que esperar que Luna aparezca e irnos con ella.—susurro Finn también cabizbajo porque primero era su vida que los de los demás.
Ellos se habían prometido que los tres iban a estar juntos para siempre sin importar lo que se viniera, desde el día que comenzó todo. Eris siempre era la prioridad por su enfermedad pero al parecer fue curada y ahora los tres se tenían que mantener juntos.
—La chica que alumbra no me da tanto miedo como la rubia.—susurro Eris con miedo mirando cuando la rubia salió de la cocina hecha todavía furia pasando por el lado de John, para dirigirse a su habitación.—Aquella se ve que es más sociable que esta.
Los tres miraban el lugar por donde Rous había subido las escaleras para después mira a John que hablaba con su hermana.
Finn respiro profundo antes de dirigir su mirada a la puerta y después a la señora mayor que se sentaba a lado de sus hijos con la vista perdida. Pensó en todos su sueños y sabía que cada uno se estaba haciendo realidad.
El primero fue conocer a Luna y después Rous y Star, después era la pelea entre ellos y un fuerte olor a descomposición en todo el aire. Todo lo que ellos vivieron juntos se estaba cumpliendo desde el momento que conoció a Luna y solo pensó que al final de su único sueño que se repetía cada noche todo había cambiado.
<<Aquí sobrevira el que es fuerte.>>
—Solo debemos seguir con el plan.—susurro él un poco triste antes de levantarse y mirar por la ventana.
<<Lástima que su corazón ya no era el mismo. >>
Ya no amaba y tampoco sabía que significaba esa palabra, porque lo que estaba sintiendo por Star solo era producto de su imaginación.
Mientras que todos estaba en lo suyo, Rous apuñalaba desde el baño con el cuchillo que saco de la cocina escondida el muñeco que Cole le había regalo una vez.
<<Ese imbécil ¿que se cree?... que puede utilizarme y calmar sus ansia y volver a perderse como siempre, pues no.>>
Rous apuñalaba mil veces al muñeco y mil veces maldecía por haberse enamorado del estúpido de Cole y volver en caer en sus palabras.
<<Pero no, aquí la tonta era yo. Por proponérselo.>>
Resoplo degustada mientras lanzaba los restos del muñeco por toda la habitación, al cabo de un rato se calmó cuando el mareo le gano y tuvo que sostenerse del lavamanos.
***
—Hijo, creo que te está sobreexponiéndote y es mejor que se los cuentes.—propuso la mamá de Cole mientras le servía un plato de comida.
Él chico se había aparecido en la madrugada con un carrón como si llevaba los mil genios encima, y es que si lo llevaba porque odiaba hacerle eso a Rous.
—Solo déjame resolver mis problemas mamá.—le contesto él mientras miraba el plato de comida y su hermano mayor dormir tranquilo en el sofá.
Ese chico jamás hacia nada por sus padres y más ahora que ellos estaba muy mal.
—Pues nosotros creemos que es mejor que se los cuentes.—sentencio su padre mirándolo mal.
<<Porque ya era hora que dejara de estar escabulléndose a escondida por ellos.>>
No se sabía si su hijo en una de sus escapadas lo encontrara una de esas cosa que está afuera y le fuera peor.
Cole apretó fuerte la mandíbula para tragarse algunas maldiciones porque no pensaba discutir con sus padres y además no pensaba contarle nada a nadie.
<<Porque llevaba dos años escapándose y nadie se daba cuenta.>>
Cole resoplo molesto ante de asentir y llevarse el primer bocado para no discutir.
Solo pensó en que seguiría escapándose y le diría a sus padres que Rous y los demás lo sabían, aunque iba a ser mentiras.
<<Esto se iba a complica un poco más de los previsto.>>
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