12. Vieja casa (Actualidad)
Rous
"Mi hogar es mi lugar de retiro y descanso de las guerras. Intento mantener este rincón como un refugio contra la tempestad exterior, mientras hago otro rincón en mi alma."
-Michel de Montaigne
—¡Mamá despierta!—la desesperación de la voz de John no me dejaba reaccionar y darme cuenta lo que en verdad estaba pasando.
No sé qué pasó, es como si estuviéramos malditos o las desgracias nos siguieran por años. Primero era Star con su cambio muy loco, ya no se veía enferma y eso era muy raro más en ella, después la aparición de esa chica muy rara yo sabía que no era normal, una persona normal no lograría hacer lo que ella hizo y más en medio de un caos como esto.
Después la desaparición de Nathan y por lo que me contó John y mi hermano era como su ex, mi novio había vuelto desaparecer y eso que apenas lo estaba notado. Ya lo que éramos antes ya no lo éramos ahora, ya no se podía confiar en nadie y más en esa gente desconocida que solo nos miraba desde lejos.
—Aquí está el alcohol—mi hermano saco de su mochila un frasco pequeño que usábamos en caso de emergencia.
John lo sostuvo bajo de la nariz de su madre pero ella no reaccionaba, Lara corría hacia nosotros y traía toallas húmedas que busco en la cocina. Hero hacia todo lo posible para que la señora Hill despertara, mientras que lo demás se aglomeraba en nuestro alrededor como espectadores.
—Es la mamá de Luna.—susurro Star a alguien, pero yo estaba tan concentrada en que reaccionara que al cabo de los minutos la señora Hill reacciono.
—¿Dónde... está... mi pequeña?—titubeo con la voz entre cortada porque no podía respirar bien, Lara corrió hasta su lado con lágrimas en sus ojos.
—Aquí estoy mami, aquí estamos todos.
La señora Hill negó llorando y buscando a alguien en toda la sala, pero al ver que no encontró lo que buscaba con la mirada comenzó a llorar y a patalear.
—¡¿Dónde está Luna?! ¿Dónde está mi bebe?—John la apretó fuerte para que se calmara porque estaba delirando.
—¡Mamá está delirando, tú no tienes una hija que se llame Luna!—le dijo John.
La señora Hill lo aparto bruscamente y comenzó a mirar por todos lados como si estuviera loca o algo así, hasta que su mirada se encontró con la mía y se acercó hasta plantarse frente de mí y colocar sus manos en mi rostro, ella estaba llorando.
—¿Dime que tú la recuerda?—susurro llorando buscando algo en mi mirada, cosa que no encontró porque no sabía de qué hablaba. Y negué.
—No sé de quién habla.
—Yo sí, venga señora Hill.—la voz de Star nos distrajo mientras ella se acercaba y me la quitaba de encima.
La amenace con la mirada para que dejara esta estupidez pero me ignoro llevándose a la señora Hill hacia la esquina con los invasores, John, Lara y yo nos quedamos viendo como ellas dos y los otros tres se trataban bien como si ya se conocieran de toda la vida y hablaban de una tal Luna.
—¿Qué miran?—la voz de Cole nos asustó que tuve que brincar hacia al frente asustada llevándome la mano al corazón.
—¡¿Viejo que te pasa?!—chillo John también asustado.
—¡Dios mío casi me meo!—chillo Lara mirándolo mal.
Yo en cambio entrecerré los ojos y lo vi mal, él estaba perdido más de cuatros horas y no sabíamos nada, y llega así como si nada. Cuando vi que iba a dar un paso a donde estaba yo negué molesta.
—¿Dónde rayos estaba Cole?—mi humor ya estaba saliendo y él lo confirmo cuando John y Lara se fueron para dejarnos solo.
—Buscando comida Rous, no podemos esperar que Nathan vuelva cuando él quiera.—dijo soltando uno bolso de mala gana en el piso, ni siquiera lo había visto.—Además él se pierde por días y solo nos dejas poca comida como si no fuéramos muchos.
—Cole siempre dices lo mismo, y te pierdes también tú por horas.—lo acuse también, él solo paso por mi lado como si no me hubiera oído y se fue a sentar alado de John.—Perfecto, ahora todo el mundo pasa de mi.—murmure caminando escaleras arribas.
Iba agarra el pasillo de mi habitación hasta que vi la puerta de la habitación de mi hermano abierta, camine con cuidado sin hacer ruido y me asome por la abertura media abierta de la puerta, vi a mi hermano sentado en la cama con una caja de zapato negra en su regazo, tenía una cara de espanto y observaba lo que fuera que había adentro.
—¿Qué haces?—pregunte entrando, cosa que lo asusto y volvió a esconder la caja de mí.
—Nada solo veo mis viejas cosas.—murmuro mirando a otro lado para no mirarme, estaba un poco raro.— ¿Ya la señora Hill se calmó o todavía sigue delirando?
Woo, el cambio de tema fue drástico. Me senté a su lado y él se removió un poco incómodo.
—Ya se calmó después que Star le siguió la corriente.—murmure un poco confundida.—También creo que Star está delirando.
—Yo también lo creo.—susurro él tan bajo que de igual forma escuche.
—¿Te encuentra bien?—tuve que preguntarlo porque estaba muy raro, cosa que no era común en mi hermano.
Él asintió dudoso y se levantó de la cama agarrando la caja de zapato negra y mirándome por unos segundos como si quisiera confesarme algo pero después se retratara.
—Sí, voy a buscar algo en la vieja habitación de nuestros padres.—dijo forzando una sonrisa cosa que no llego a eso.
—Está bien, voy a mi habitación a tomarme un baño... ojala consiga agua.—me levante de la cama también y mire por última vez su habitación antes de salir y dejarlo a él solo y dudando.
Sabía que estaba raro y más cuando me miraba, pero no podía hacer más nada por él, era mi hermano mayor estábamos en nuestra vieja casa recuerdos buenos y malos podían surgían como si nada.
Los tres estábamos consiente que nuestros padres no iban a volver y solo esta casa nos daba recuerdos que no queríamos recordar.
Respire hondo antes de entrar al baño y dejar que mi mente despejara por si sola en la tina.
***
Luna
Dolor...
Muerte...
Sangre...
Gritos...
Llantos...
Miseria...
Sufrimiento...
Abrí los ojos tan rápido con el corazón latiendo muy rápido, había tenido una pesadilla y eso solo confirmaba porque estaba sudada y con la respiración entre cortada como si corriera por horas. Mire a mi alrededor y todo estaba oscuro, lo único que alumbraba el lugar donde estaba era la pequeña vela que daba paso a la luz a mi alrededor.
No sé cómo llegue aquí después que todo se volvió negro con la pelea del parasito.
<<¡El parasito!>> <<¡Star!>>
Me levante de la cama rápido porque mi amiga podía estar mal o herida, pero al ver que mi cuerpo no respondía para levantarse me asusté mucho. Hasta que vi una sombra muy conocida que se acercaba como un depredador apunto de atacar a su presa. La pequeña luz solo dio para que pudiera notar quien era.
—¿Nathan?—susurre confusa. Él solo acerco su mano a mi frente antes de poder sentí que mi cuerpo ahora si respondía.
—Estaba muy agotada, había perdido mucha energía en esa batalla y sanando a esa chica.—contesto dándome la espalda para sentarse en una vieja silla.
—No sé de qué hablas y es mejor que me digas que hago aquí.—si, estos dos años y medio solo me enseño a pasar de las palabras que otros me decían e ir por lo que en verdad me importaba.
Ósea que era una gilipolla con todo el mundo, bueno con aquellos pocos que trataba en mi camino.
Él me ignoro como siempre, pero yo no estaba para esto. Necesitaba encontrar a mi padre y matar a Lux, por hacer todo esto.
—Bueno ya que no contestara, regresare a mi lindo hogar.—cosa que él ni siquiera levanto la mirada para cuestionarme.
Ya escaba encaminándome a la salida cuando sentí su voz ronca y calmada, deteniéndome en el acto.
—¿Todavía lo sigues amando?
Pestañe perpleja porque sabía de quien hablaba, pero nunca lo diría en voz alta.
—No responderé pregunta que no benefician en nada.—conteste antes de salir al parecer de una cueva no muy lejana del bosque y el lago.
Siempre oí hablar de esta cueva que era muy sagrada y cosas así, pero nunca me llamo la atención para dar paso a investigar o averiguar. Como vi que Nathan seguiría en su mundo ya que él siempre tuvo desde el principio las cosas clara, no podía cuestionarme.
Ya era de noche otra vez y podía notar las estrellas alumbrar todo el cielo, camine por horas solo con la iluminación de la luna y el silencio de la noche. Pero siempre precavida porque Lux podía mandar uno de su soldado a buscarme o podía encontrar a una persona que no podría ayudar del todo. Ya llevaba horas caminando hasta que pude notar el pueblo y la urbanización donde viví, las calles estaban silenciosas ya que ayer hicieron conteo de casa o se llevaron lo que pudieron encontrar para el bosque.
Esto daba miedo del todo, podía ser un ángel/Humana pero tenía miedo como otros, a veces creía que estaba en una pesadilla sin fin al ver lo tan mal que está destruido el mundo y sin poder hacer nada del todo. Respire hondo antes de caminar con cautela pasando con cuidado sin llamar la atención hasta llegar a mi casa, mi viejo hogar.
—Aquí ella no me va a venir a buscar.—murmure cansada antes de girar la perilla de la puerta dándome paso para entrar.
Al ver el interior de lo que fue una sala de estar antes de todo esto, todo se veía sucio pero ordenado. Había sabanas en los sillones y sofá, los restos de envoltorio de comida estaba arriba del mesón y la poca medicina que a lo mejor pasaron por alto por el apuro lo dejaron regado. Respire hondo antes de cerrar la puerta y mover mis manos para hacer un conjuro antes de susúrralo y la casa entrara en un lugar seguro.
—Hechizo de protección nunca falta ¿he?—pase mis manos por mi pelo antes de caminar hasta las escaleras y subirla.—Lo único bueno que el idiota de Cristians me enseño.—hasta decir su nombre en voz alta sonaba amargo y repulsivo.
No sé cómo no lo vi venir, él siempre estuvo ahí, siempre estuvo con nosotros y nadie se enteró hasta el final. Solo le deseo el mal, mientras vive en la oscuridad y húmeda con esa bruja que ni siquiera es mi hermana.
Entre en mi vieja habitación que parecía más un depósito que habitación, había muchas cajas con recuerdo oculto en ellas que tuve que esconder y mantenerlo con seguro y poner un hechizo de olvido, para que nadie recordara que esta habitación estaba aquí. Así que me deje caer en la cama, donde tosí desesperadamente porque tenía polvo, se me había olvidado sacudirla antes.
<<¿Abra hechizo de limpieza?>>
No se conciencia, pero si lo hay no lo sé... aunque en esto momento me hurgue urgente.
<<Deberíamos llamar a Cristians a ver si nos lo dice y nos ayuda un poco.>>
Si, y a cambio que nos mate para hacer su ritual loco.
<<Si lo dices así me dan ganas de ir a llamarlo yo mismo.>>
Ay conciencia me está hartando, en cualquier momento pondré también bloque a ver si te callas.
<<Ni que existiera, ese hechizo.>>
Si tú lo dices.
Resople indignada antes de volver a dejarme caer en mi cama, cerré los ojos para poder descansar un poco porque todo mi cuerpo pedía descanso y lo estaba logrando hasta que la puerta de mi habitación fue abierta y dejo ver a la persona que había entrado.
—¿Luna?—susurro él un poco incrédulo dando un paso al frente cosa que me puso nerviosa.
—¿Hero?—susurre yo asustada.
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