Punto de vista de Bo

Nos movimos un poco durante la noche, la mitad de Harry encima de mí a tal punto antes de que lo despertara y lo empujara. No podría haber sido más de una hora más tarde hasta que me convenciera de dormir satisfecha al Harry pinchar mi mejilla. Al parecer, yo había tomado sobre mí misma para forzar el edredón de él mientras mis ojos tenían un pesado estado. Mi cuerpo se había encogido en la mayoría de las sabanas dejándole un poco a él, frío y desnudo.

Yo recordaba claramente a Harry llamarme un "rollo de salchicha", mientras él se echaba a reír alegremente antes de luchar conmigo para recuperar su mitad de la sabana. Una vez victorioso, yo le calentaba su piel fría mientras nos reposicionábamos y nos acurrucábamos abajo en la cama frente a frente.

Mis dedos rozaban su mejilla, el tono negro de la habitación me obligaba a descubrir su sonrisa con la única indicación disponible. Harry se rio dormidamente mientras yo presionaba la yema de mi dedo pulgar en su hoyuelo.

"Es tarde amor, duérmete."

Cuando amaneció descubrí a Harry, tumbado en el colchón y limitándome la pequeña franja que quedaba. Yo estaba en mi espalda, Harry sobre su frente con el brazo apoyado en mi estómago, los dedos extendidos y ligeramente agarrando mi lado. Incluso dormido él no me dejaba alejarme demasiado.

Punto de vista de Harry

Risas. Eso es lo que yo podía oír mientras yo trataba de quitar el estorbo invisible que soplaba en la parte trasera de mi cuello. Antes de Bo, yo solamente me había realmente despertado con el sonido de mi despertador o los rayos de luz a través de las persianas infiltrándose en mi dormitorio. Pero con ella, ella parecía descubrir nuevas formas de despertarme de mi sueño.

Volví la cabeza hacia la derecha de la almohada, apretando mi brazo alrededor del cuerpo que actualmente se estaba moviendo en mi abrazo. Mis ojos permanecían cerrados, deseando volver a caer en un sueño cómodo, pero mi búsqueda del resto no tuvo éxito. Otra ráfaga de aire cálido se podía sentir, esta vez en la mejilla derecha.

"Harry". Ella silenciosamente empujó con sus palabras.

Al recibir mi grito de protesta, Bo tuvo la oportunidad de tomar mi lóbulo de la oreja entre sus dientes, tirando ligeramente antes de su voz se escuchara de nuevo.

"Harry… muévete."

Ella me había dicho antes de que yo casi no le dejaba espacio para que se acostara. Supongo que era un hábito difícil de romper después de acostumbrarme a tener la totalidad del colchón por un montón de años.

Incluso cuando traía de vuelta chicas, ninguna de ellas se quedaba. Era casi como si supieran que no tenía nada más que dar, además del sexo. No había emoción en eso, ni abrazos después. Siempre me despertaba en una cama vacía en la mañana. Siempre solo. Y hasta ahora no me había dado cuenta de lo que faltaba.

"Es muy temprano". Mi tono tenso.

Bo se rio mientras yo de mala gana rodé sobre mi espalda. Ella se inclinó hacia mí, acurrucándose a mi lado. No lo podía explicar, había algo en el despertar con la persona a la cual adoras. Ser capaz de envolver sus brazos alrededor de ella y libremente hablar palabras de amor. El pelo largo me hizo cosquillas en mis extensiones descubiertas, grandes ojos azules mirando hacia mí. Ella realmente era una vista bonita.

"Estás caliente." Dije mientras Bo se acurrucaba aún más en mí, su piel caliente contra mía. "Y muy desnuda." Yo apreciadamente admire.

Una mano bateó la mía lejos mientras yo trataba de sentir su parte de arriba.

Mi risa resultó en un golpe de luz a mi hombro izquierdo.

"¿Qué hora es?"

"Es hora de que te levantes." Bo empujo en mi estómago.

"o…" Me di la vuelta a mi lado " tal vez es hora de que tú me prepares una taza de té".

Sonreí con la esperanza de convencerla de abandonar la comodidad para mis necesidades, pero sólo hizo que sus cejas se alzaran.

"Estás bromeando". Ella comentó.

Sus ojos se posaron en mis labios deliberadamente mientras me cernía sobre ella.

"Te amo".

"Aww". Bo arrulló, con los dedos rozando mi mejilla. "Yo también te amo, pero aun así no te hare té, bastardo descarado". Ella rio maliciosamente, moviendo mi nariz antes de empujarme fuera devuelta al colchón.

"Bien". Resople yo.

Habíamos conversado con facilidad bajo las sábanas por otra hora más, hablando de nuestros planes para la próxima semana. La fiesta de Hayley se convirtió en un tema de conversación antes de movernos a algo un poco más cerca de casa.

"Nunca lo había tenido de esta manera antes."

"¿Qué quieres decir?" Bo se volteó para mirarme.

Sus características atractivas celebraban interés a medida que continuaba, apoyándome en mi codo. El material que cubre su pecho cayó ligeramente hasta que se lo reajustó. Pero no antes de que unas señales de unas pequeñas mordidas de amor fueran reveladas. Eran una mezcla de rosa, ligeramente moteado con evidencia púrpura, evidencia de gestos actuados en el calor del momento. Se veían hermosos en ella.

"Como hablar." Mi cabeza tembló cuando ella se mostró confundida. "Quiero decir, aparte de decir lo bien que se siente. Me gusta que yo solamente pueda hablar contigo. "

Bo había dejado su huella en mí en forma de raspados de uñas y planteadas con líneas rojas. Sin embargo se destacó del resto un moretón cariñoso que particularmente me gustaba mucho. Un mordisco de amor justo a mi derecha.

Sabía que era sólo temporal, pero extrañamente me gustó. Con la cabeza de Bo en mi pecho, ella fue testigo de mi estúpida seguimiento a lo que ella se inclinó y besó delicadamente la piel que una vez duramente chupo.

"Tú no has tenido eso con nadie más?" Ella preguntó con curiosidad, volviendo a su posición anterior.

" No, era sólo un “hacer el trabajo” cosas así " Le expliqué. "No creo que hablar era la primera en la lista de cosas que hacer cuando traía chicas".

"¿Con cuántas mujeres has estado?"

Me di cuenta de que era algo que había preocupado a Bo por un tiempo por la mirada inocente en su cara. Fruncí el ceño mientras miraba fijamente. Ambos nos pusimos sobre nuestro lado, muy cerca el uno frente al otro. Mis dedos juguetearon mientras ella esperaba mi respuesta.

"Tu realmente no quieres que te responda eso, ¿verdad?" Hice una pausa para absorber su expresión derrotada. "Solo unas pocas." Admití. "¿Por qué es importante?"

"Es sólo que, ya sabes tanto y yo ..."

"No, no, bebé. Cada mujer es diferente y yo todavía estoy aprendiendo contigo. Si lo piensas bien, es probablemente más fácil para ti. "

"¿Por qué?" Arrancó Bo.

"Tú no tienes ninguna otra experiencia." Su cara se tornó rosa con mis palabras. "No hay otro hombre que haya contaminado tu mente con lo que le gusta y le disgusta. Tú sólo sabes cómo complacerme a mí y no tienes idea de lo caliente que es."

La sonrisa tímida que Bo llevaba me dijo que yo le había ganado a su alrededor. Me besó en el cuello, moviendo suavemente a Bo sobre su espalda mientras yo me cernía sobre la hermosa chica debajo de mí. Su cabello estaba por todas partes, se desplegaron sobre la almohada, como lo fue cuando nos dormimos. Fue algo que me pareció un reto para adaptarme a medida que nos abrazábamos en la noche, era más a menudo que yo terminara con los filamentos cosquilleando en mi cara mientras yo estaba detrás de Bo. Sonreí, barriendo las olas lejos de sus ojos antes de inclinarme para cepillar mis palabras calientes a su oído con mis labios.

"Me encanta que todavía estoy aprendiendo donde te gusta que te toquen, lo que te excita." Mi voz se hizo más áspera, ligeramente llevando mi pulgar a un pezón puntiagudo. "Lo que te moja".

Ella rompió el contacto visual caliente mientras yo alisaba mis labios, viendo como la punta de mi índice trazaba una línea invisible hacia abajo entre su pecho lleno. Las largas pestañas de Bo revoloteaban, respirando entrecortadamente mientras yo apretaba suavemente su pecho izquierdo.

"Sé que todavía te resulta difícil ser tocada aquí." Hablé mientras las puntas de mis dedos trazaban sobre la cicatriz que tenía un tamaño considerable.

He tomado nota de cómo su cuerpo reacciona, congelado, casi asustado por debajo de mi gesto cuidadoso. Fue una sensación horrible de presenciar su angustia, pero parecía estar cada vez más fácil.

"Por favor." Suplicó.

Un beso de despedida se dejó en la piel blandiendo antes de que yo me moviera. Bo estaba ligeramente temblorosa mientras mi brazo la inducia a mí, a mi lado.

"Lo siento." Ella silenciosamente dijo en mi pecho.

"No te disculpes."

***

Punto de vista de Bo

"Tengo que hacer pis." Le informe a Harry, luchando por liberarme de la maraña de extremidades.

Yo revolví su cabello, la distracción me dio la oportunidad de escapar a pesar del cosquilleo de los dedos.

"Ve y haz pis entonces." Él se echó a reír.

Yo agarre el edredón, deslizándolo de la cama antes de que mis esfuerzos se atrofiaran. Miré hacia atrás para ver a Harry, apretando la sabana con fuerza en puños. El desorden de sus rizos en su cabeza se asomó de su capullo acogedor.

"No." Él gimió en un puchero.

Yo estaba en una situación de desventaja si todo se reducía a un tira y afloja.

"Harry, tengo que ir." Mi voz declaró.

"Deja el edredón".

"Pero, yo... Harry, yo no tengo nada puesto".

Mi labio inferior quedó atrapado entre los dientes mientras escaneaba el piso por un poco de ropa, todo estaba fuera de su alcance. No había nada que pudiera agarrar rápidamente con sólo asomarme de la cama. Una camiseta fue doblada sobre la silla, pero eso aún requería una corrida considerable.

"No me importa.", Sonrió Harry.

Por supuesto que no le importaría. Yo en cambio no estaba cómoda dándole un espectáculo. Pero yo realmente necesitaba hacer pis.

Oh, mierda.

Podía sentir el fuego de la visión de Harry mirando mientras yo cautela me deslice del calor de la cama. Juré ante la sensación fría del aire, decidiendo que no iba a sacar esto por más tiempo de lo necesario. Un chillido se escapó de mi boca mientras Harry apretaba mi trasero en lo que él creía que sería un aliento. Sin duda, me hizo mover. Mi espalda se mantenía con él. Pero mi movimiento apresurado iba acompañado de un silbido apreciativo mientras

Harry metía sus dedos en su boca.

"Vamos, Bebe!", Gritó antes de que yo cerrara la puerta del baño riendo.

Al terminar utilizando las instalaciones me preparé para enfrentar a Harry en todo mi esplendor desnudo una vez más. Pero yo no tenía que hacerlo.

"Hay una camisa y unos pantalones cortos en el pomo de la puerta." Gritó.

Abrí la puerta muy poco para descubrir la ropa que Harry había colgado para mí. Le di las gracias con un beso soplado que él aceptó con humor de su posición en la cama. La camisa era familiar para mí, el que yo había adquirido de manera informal desde el vestuario de Harry. Estaba oscuro, a cuadros y mantenía su aroma masculino. Tire de los pantalones cortos antes de revelarme a mí misma a la habitación en la que Harry estaba esperando. Él sonrió metido todavía en la seguridad deseada del edredón.

"Ahora que estás levantada, puedes conseguirme esa taza de té".

Así que eso es lo que él había planeado.

"Pero tu tuviste que haber tenido que levantarte para poner la ropa en la puerta."

Él se encogió de hombros inocentemente.

"¡Bien!"

"Buena chica".

"No seas condescendiente." Le regañe a lo que Harry se rio.

Una cinta negra para el pelo fue robado de un lado y lo usé para atar mi cabello de mi cara en una cola de caballo desordenada mientras paseaba por el pasillo. Entré en la cocina, de forma rápida lamentando la elección de mis pies descalzos contra las baldosas heladas. Antes de agarrar las tazas encendí la radio, el reconocimiento de la reciente canción de una banda que yo le introduje a Harry.

No tenía ni idea de por qué insistía en el almacenamiento de las necesitadas tazas tan alto. Mi cuerpo tuvo que escalar la encimera de la cocina con el fin de alcanzar el estante superior del armario en extremo derecho. Una vez a salvo hasta que puse bolsas de té en cada una y espere a que la tetera hirviera mientras cantaba junto a la radio. El ruido desde el pasillo se ahogó con la música que está siendo reproducida, y supuse que era el cartero empujando cartas a través de la puerta principal.

La puerta del refrigerador se abrió, agachándome a un nivel inferior en busca de la leche. Dejé escapar un gemido.

"Harry!" Lo llame. "Harry, pusiste el cartón de leche vacía en la nevera de nuevo!"

Era un derecho de plagas cuando se trata de este tipo de cosas. Yo le había dicho antes, si se vaciaba debía ponerlo en la papelera o reciclarlo. Harry nunca parecía aprender. Tomé su respuesta silenciosa en señal de desprecio.

Tal vez él sabía que yo estaba molesta y estaba eligiendo alejarse. Cualquiera que sea la razón, decidí enfrentarlo.

Sin embargo, pronto descubrí una cama vacía cuando quitaba el edredón.

Camine hasta la puerta del baño, golpeando dos veces sólo para recoger la ausencia de la presencia de Harry en ese espacio también.

"Harry?"

Él estaba en la sala, de espaldas al marco de la puerta. Un par de corredores se habían tirado hasta la mitad inferior de Harry, dejando su torso impresionante a la vista. Yo no podía entender su silencio poco habitual hasta que mis ojos se posaron sobre las dos mujeres que estaba enfocando. Tuve una sensación horrible que estaba interrumpiendo la conversación que había cesado en mi llegada. Pero la incertidumbre no duró mucho.

El cartón de leche cayó al suelo mientras la mayor de las dos mujeres echó sus brazos alrededor de mi cuello. Debo haber parecido un conejo en un faro.

Me apretó con fuerza, obligándome a absorber el perfume de olor dulce que llevaba. Mientras las lágrimas emocionales filtraban hasta llegar a mi piel, yo le correspondí el abrazo en un intento de consuelo. Me sentía desorientada, sin tener ni idea de lo que estaba pasando.

"Gracias por traer a mi bebé de vuelta a mí." Ella lloraba en silencio.