Capitulo 39
Nuestros cuerpos acurrucados bajo el edredón. Mis dedos moviéndose cuando el vello de las piernas de Harry cosquilleó mi piel desnuda. Tenía su cabeza apoyada en mi pecho mientras cuidadosamente yo peinaba a través de sus rizos desacomodados con mis dedos. Su brazo estaba envuelto alrededor de mi cintura, suavemente roncando. Me moví un poco, el agarre de Harry se intensifico a medida que me acercaba a él. Se veía tan hermoso, con el pelo en rizos pequeños, sus labios rosados y carnosos. Vi casi con asombro como sus largas pestañas revolotearon sobre sus mejillas, hundiéndose en una respiración profunda antes de decidirse a descansar en mi pecho una vez más. Su respiración se nivelo a un ritmo lento y constante, que me calmó.
Lo había encontrado en esta posición un rato antes de que yo despertara. Las almohadas en desorden por encima y por debajo del edredón. En cambio, había optado inconscientemente por usarme, envolviendo sus piernas alrededor de mi cuerpo. No era tanto como de protección, si no parecía casi un poco asustado, me recordaba a un niño se aferra a un ser querido para mayor tranquilidad. Sus largas piernas entrelazadas con las mías. Sus dedos temblando de vez en cuando, ligeramente tomando en puño su camiseta que adornaba mi mitad superior.
Yo estaba segura de que la posición de Harry era porque tenía miedo de que me fuera. Desesperadamente aferrándose. Pero no teníamos que preocuparnos. No había ninguna posibilidad de que yo desapareciera. Los sentimientos que había desarrollado por el impresionante muchacho actualmente dándome calor, eran algo que nunca había sentido antes.
Estábamos seguros de lo que realmente sentíamos el uno por el otro. Yo sabía que Harry se preocupaba por mí, me lo había dicho varias veces. Pero en el fondo yo estaba asustada de que yo poseía un mayor apego a él de lo que él a mí. Yo nunca había estado en una relación antes, nunca había sentido tal deseo de estar tan cerca de alguien antes.
No pude reflexionar sobre los pensamientos corriendo por mi mente durante más tiempo. Mi atención se dirigió de nuevo a Harry. Él murmuró mi nombre a la ligera, su cálida mano deslizándose sobre el edredón. Segundos más tarde me di cuenta de que estaba en busca de la mía. Le ofrecí mi toque, sus largos dedos extrañamente entrelazándose con los míos y guiándolos a los rizos dejándose caer sobre su cabeza. Sonreí, incluso en sueños Harry todavía encontraba consuelo en alguien jugando con su pelo. Un suspiro pesado cayó de mi boca, mi labio inferior fue tomado entre mis dientes.
“Creo que estoy enamorada de ti.” Apenas un susurre.
Mi corazón empezó a latir con fuerza contra mi pecho y me sentí casi segura de que Harry podía sentir mi pulso aumentando. Su presencia de repente sintiéndose agobiante, su peso presionando sobre mí. Yo no podía respirar. Mis dedos se esforzaron para mover suavemente su brazo de alrededor de mi cintura, tratando de escabullirme por debajo de su enorme cuerpo. Me pareció difícil, ya que los miembros largos de Harry estaban cargados de sueño, se había literalmente enredado conmigo. La fuerza de su cuerpo todavía profundamente evidente incluso en su estado inconsciente.
Murmuros frustrados se oían mientras trataba de liberar mi pierna de entre los muslos de Harry. El sonido se hizo más fuerte cuando me resistí a su brazo que pretendía arrastrarme de nuevo a él. Al mismo tiempo, los brillantes ojos verdes de Harry permanecieron escondidos de mí. Le di un beso en la mejilla, con mis dedos ligeramente corriendo a través de sus rizos. El gesto pareció calmarlo, lo que me permitió mover mi pierna por entre la fuerza de sus muslos. El ronco gemido que acompañó el movimiento calentando mi cuerpo. Mis ojos se abrieron cuando mi rodilla rozó un poco la dureza cada vez mayor entre las piernas de Harry. No hice caso de las imágenes que surgieron en mi mente, mi amante gimiendo y brillando por el sudor encima de mí. Mi cabeza se sacudió, negándome a espiar por bajo las sábanas, sabiendo que la gruesa erección que había sentido intensamente horas antes, estaría luchando contra el tejido negro cubriendo la mitad inferior de Harry.
Me sentí liviana cuando finalmente me liberé del fuerte agarre superficial mi protector. Mi ausencia fue expresada en un gemido tenso de Harry, con la frente arrugada en un ceño fruncido, sus ojos todavía permanecían cerrados. A pesar de su expresión disgustada, Harry seguía siendo el hombre más hermoso que había visto en mi vida.
Su inquietud continuó hasta que se movió un poco más al lugar que estaba en el que yo estaba establecida anteriormente. Sus largas piernas extendidas bajo el edredón hasta que sus pies asomaban al final. Yo no podía dejar de sonreír. Sus labios carnosos y rosados se separaron en cuanto yo puse un suave beso en su mejilla. Mi presencia se retiró, dejando a Harry agarrar la almohada más cercana para atraerla más hacia su pecho desnudo.
Mi mente estaba en otras cosas mientras pasaba el cuchillo sobre el pan tostado, esparciendo la mermelada morada. No había oído a Harry entrar en la cocina. Me sorprendió cuando sus brazos se envolvieron alrededor de mi cintura desde atrás. Sonreí mientras tarareaba en mi oído, apoyando su cabeza sobre mi hombro. Cosquilleándome el cuello con sus labios gruesos dejando besos tentadores a través de mi piel.
“No me gusta despertarme solo.” Murmuró. “Pensé que ya habías empezado a correr.”
Sus palabras me confirmaron que mi suposición era correcta. Él estaba asustado.
“Tuve que conseguir ventaja, con lo largas que son tus piernas.” Bromeé.
Esto sólo le animó aún más, sus dientes mordiendo mi hombro expuesto mientras él juguetonamente gruñía. Me moví de su dominio, riendo mientras me apretaba entre su cuerpo y mesón. Sus ojos se posaron en mi boca en cuanto traje mi labio inferior entre mis dientes. Vi como su lengua rosada salió, mojando sus labios.
“Oh, um…”
Los dos rápidamente volcamos a ver a mi mamá que estaba en la puerta. Sus ojos rápidamente levantándose, no segura sobre a dónde mirar ya que Harry estaba en sus holgados pantalones de ejercicio de color gris. Sin embargo, esto no pareció perturbarlo mientras él le sonrió, envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura por la espalda antes de besar la parte superior de mi cabeza. La camiseta de Harry quedándome suelta en el hombro y silenciosamente me alenté a ponerme unos shorts. Mi cabello cayendo en cascada sobre mi parte frontal en ondas. Al parecer, yo había heredado las mejillas rosadas de mi madre.
“Voy a um… solo…”
Se dio la vuelta rápidamente y se dirigió por el pasillo hacia la sala de estar. No era mi intención que mi mamá nos descubriera así, pero no había nada que pudiera hacer al respecto de la situación. Sin embargo, el hombre que actualmente estaba besando mi cuello parecía no tener ningún descontento con la escena. Besé a Harry en la mejilla, moviéndome hacia la puerta. Una risita escapó de mis labios mientras tomaba mi mano, sin esfuerzo jalándome de espaldas a él. Dejando un beso fuerte a mi boca antes de mover la cabeza a la puerta en indicación. Chillé cuando apretó mi nalga, ligeramente palmeándola en aliento.
“Ve y ponte una camiseta.” Me reí.
Lo vi tomar con descaro un bocado de la tostada antes de correr hacia la puerta y subir las escaleras hasta mi habitación. Mi cuerpo tomó una respiración profunda cuando me preparé para tener la conversación inevitable con mi madre. La encontré sentada en el sofá, con los ojos como dardos a mí cuando entré por la puerta.
“Bo”. Ella sonrió.
Se levantó de su puesto, rápidamente envolviendo sus brazos alrededor de mí. Me sonrió mientras besaba mi mejilla. Llevó sus manos a mis hombros, sosteniéndome con el brazo extendido, mirándome con curiosidad. Su cabello castaño tomado en una coleta, su suave mirada azul sosteniendo la mía. Su uniforme de enfermera todavía adornándola, el color pálido algo que no le gustaba de trabajar en el hospital.
“Así que tú y Harry.”
Un rubor se deslizó sobre mis mejillas mientras le asentí con la cabeza ligeramente, me resultaba un poco difícil de encontrar su contacto visual. Ella me apretó los hombros.
“Se cuidaron?” Sus cejas se elevaron inquisitivamente a mí.
“Oh dios, mamá sí.” Me retorcí.
Ella asintió con la cabeza ligeramente en alivio, su sonrisa regreso. El calor no había tenido la oportunidad de desaparecer de mi cara antes de que otra ola de vergüenza rodara a través de mí.
Me llevé a toda prisa el pelo adelante para cubrir el lugar que donde yo sabía que los labios de Harry habían traído sangre a la superficie de mi cuello. Un recordatorio de nuestras actividades íntimas la noche anterior. Mi madre murmuró algo acerca de ser joven mientras ella se rió.
“Te dije que era dulce.”
No tenía ni idea de los acontecimientos que habían tenido lugar desde que había visto por última vez Harry. Pero me encontré a mí misma sonriendo, ella tenía razón.
“Realmente me gusta.”, Admití en voz baja.
Aún no le había dicho a nadie mis verdaderos sentimientos por Harry. Pero la expresión en el rostro de mi madre mostraba compresión, ella era plenamente consciente de lo que había dejado sin decir.
“La forma en que te mira. Es como cuando tu padre solía mirarme. “
Las palabras se apretaron en mi corazón. Podía sentir las lágrimas en mis ojos ante la mención de mi papá. Incluso cuando estaba creciendo, no podía negar el amor que se veía entre mis padres. Se habían amado mutuamente. Cuando mi papá alejado de nosotros, prácticamente mi madre se rompió por dentro, nunca la había visto en nada comparable a la época después de la muerte de mi padre. El significado detrás de sus palabras era tan poderoso.
Nuestra conversación fue interrumpida en silencio cuando Harry apareció en el umbral. Sus jeans estaban colgando bajo en sus caderas, la banda negra de sus calzoncillos asomándose por encima. Se quedó quieto con el torso desnudo sonriéndonos, completamente ajeno a la situación profunda de la que él era una parte.
“Te dejo.” Mi mamá me apretó la mano mientras se alejaba.
“Me alegro de verte, Harry.” Ella habló mientras pasaba por la puerta.
“Igualmente, señora Ellis.”
“Heather”. Corrigió mi madre.
Su risa ronca resonó antes de que él se dirigiera hacia mí.
“Pensé que ibas a poner algo de ropa.” Me reí.
Sus dedos juguetonamente tiraron del dobladillo de la camiseta que llevaba puesta. Sus ojos verdes brillaban con diversión mientras su altura se cernía sobre mí. Puse mi mano sobre la suave piel de su cadera mientras se inclinaba hacia abajo. Su calor me consolaba.
“Llevas mi camisa, y aunque se ve bien en ti, como que la necesito de vuelta.” Él sonrió en mi cuello.
Mis dedos dejándole la piel de gallina a su paso mientras arrastraba mis caricias por su espalda tonificada. Un ligero gemido cayó entre nosotros, enredando mis dedos entre sus rizos desordenados, manteniendo sus labios presionados en mi hombro.
“Vas a tener que atraparme primero, Styles.” Susurré.
Me aparté para descubrir Harry mirándome boquiabierto. El brillo juguetón se vio abrumado por una oscuridad sutil cuando me miró a los ojos. Se veía tan sexy. Moretones todavía dispersos en su torso bronceado de la pelea que había tenido lugar el día anterior. Recé para que las marcas hayan pasado desapercibidas por mi madre. Me sentí un poco incómoda al pensar en ella asumiendo que yo le había infligido tales impactos durante nuestras actividades en el dormitorio.
“Desafío aceptado.” Sonaba la voz de Harry más ronca que de costumbre.
El tono profundo envió escalofríos por mi piel antes de que yo apresuradamente me echara a correr hacia la puerta. Apenas había llegado a las escaleras antes de que una mano grande agarrara la tela holgada ocultando mi torso. Me las arreglé para escapar, girando y presionando un pequeño beso a los labios de Harry en distracción. Sorprendentemente, el gesto me había proporcionado ventaja, la cual aproveche tambaleándome por las escaleras. Podía oír a mi madre riendo mientras yo gritaba, Harry en mis talones mientras me perseguía hasta mi dormitorio.
No me quedaba ningún lugar para correr mientras él con una sonrisa malévola cerró la puerta detrás de él. Mi cuerpo retrocedió en cuanto Harry se acercaba, una sonrisa de satisfacción adornando su rostro.
“Parece que gané.”, Dijo con orgullo, sus ojos mirando de arriba abajo mi porte más pequeño.
Las puntas de sus dedos me quemaban la piel, en cuanto los enganchó en el cuello de mi camiseta, tirando de ella hacia abajo ligeramente. Mi cuerpo se sentía débil cuando disminuyó la distancia entre nosotros, su toque hacia abajo rozando por los costados hasta el dobladillo de la prenda.
“¿Puedo sacártela?” Él sonrió.
Mis pestañas revoloteaban, sus manos grandes encontrando mis caderas desnudas en cuanto él arrugó la tela más arriba. Me reí cuando Harry apretó ligeramente mis costados, sabiendo muy bien lo cosquillosa que podría ser. Pero las risas cesaron. Su caliente respiración corriendo a través de la piel de mi cuello. Harry hundió su cara en el hueco de mi cuello. Los ligeros mordiscos cosquilleando en mi totalidad. Labios rozando mi oído.
“Me desperté con una erección en la mañana.” Él murmuró ligeramente.
El tono de su voz descendió directamente al lugar en donde más lo necesitaba. Su toque seductor continuando para eliminar gradualmente la ropa que había requisado.
“Me decepcioné al ver que mi novia no estaba allí para ayudarme.”
La camiseta fue retirada suavemente por encima de mi cabeza dejando mi pecho completamente expuesto al verde lujurioso que observaba mi piel.
“Tal vez la próxima vez.” Él sonrió.
Rápidamente tiró abajo la tela gris para cubrir su torso tonificado.
“Mm, todavía caliente.” Harry tentó.
Mi antebrazo derecho viajó a ocultar mis pechos mientras él se echaba a reír. Cuando le pedí que me buscara otra camiseta, no estuve muy contenta con su cuidadosa opción selecta. Mis mejillas se ruborizaron cuando él la extendió expectante a mí, con los ojos brillantes de picardía. Me aparté de él mientras esperaba a que me vista.
Una arruga grabada en mis rasgos cuando levanté la prenda.
“Harry, esto es prácticamente transparente.” Le dije a mis espaldas.
“Lo sé.” Él juguetonamente confirmando.
Antes de que pudiera quejarme otra blusa, menos transparente, me fue alcanzada suavemente por encima de mi cabeza. Me sentí como una niña, mientras él me ayudaba a vestirme, guiando mis brazos por las mangas. Me hizo dar la vuelta para quedar de frente a él, su sonrisa picara mostrándose a la ligera en sus rasgos impresionantes. Pero me quedé desanimada en cuanto los hoyuelos adorables en sus mejillas desaparecieron, junto con su estado de ánimo feliz.
El enfoque de Harry había aterrizado en mi cadera, mi mano alejando sus dedos cuando intentó levantar la tela cubriendo las pequeñas contusiones que él había creado.
“Lo siento, te lastimé.” Su voz era baja.
Para ser honesta, los recuerdos de su estado oscurecido no me molestaban. Sonreí ante la situación, las marcas cubriendo tanto a Harry como a mí. Algunos moretones, rasguños y otros colores más suaves, evidencia de los labios calientes y seductores. Combinábamos.
Pero ese no era el daño que le preocupaba.
“Es solo que eres realmente…” Me interrumpió.
Tenía la sensación de que Harry sabía lo que yo estaba tratando de decir. La ligera curva de sus labios me calmó un poco. Tomó diversión al darse cuenta de mis ojos nerviosamente mirando hacia abajo entre nosotros. Mi sutileza dejaba mucho que desear.
“Tu cuerpo se ajustará a mí. Cuantas más veces tengamos relaciones sexuales, más fácil será. “, Explicó.
Su rostro acarició mi cuello, sus labios puestos sobre la piel sensible por un segundo antes de pasar a mi oído. Sus brazos sujetándome cercan, nuestros pechos vestidos presionados. El calor irradiado por Harry calentando mi totalidad.
“Sin dolor, sólo placer.” Él ronroneó.
Un rubor enrojeció mis mejillas mientras hablaba la última palabra. Había algo en la forma que la lenta y ronca voz de Harry, llevaba la poderosa palabra a un nivel completamente nuevo. Cómo sus labios carnosos acariciaban el significado, la firmeza me aseguraba que tenía toda la intención de hacer cumplir su declaración. Yo estaba sin aliento cuando Harry se echó hacia atrás, sus ojos fijos en los míos tímidos.
“¿Qué pasa?” Él frunció el ceño.
Mis manos se tomaron en las suyas más grandes, sus pulgares frotando cuidadosamente sobre la parte posterior.
“¿Quieres volver a hacerlo conmigo?”, Le pregunté en voz baja.
Él sonrió, asintiendo con la cabeza mientras su indomable pelo le caía alrededor de su cara.
***
Yo realmente no quería que Harry se fuera. Nuestro beso de despedida había sido apasionado y me di cuenta de que él estaba más reacio a separarse de lo que yo estaba. Él no me permitía caminar con él a su coche, así que en vez de eso, me senté en la puerta y observé el vehículo negro desaparecer por la carretera.
Sólo por la forma en que apretaba sus labios con los míos, el entrelazamiento suave de nuestros dedos. Sabía que la intensidad de su naturaleza protectora aumentaría. Harry quería mantenerme a salvo. Más aún ahora que habíamos llevado nuestra relación al siguiente nivel. Esa noche sería algo que nunca olvidaría, nuestra conexión fortaleciéndose.
Harry había prometido llamarme al trabajo, por lo que cuando su nombre destelló en la pantalla de mi teléfono, una sonrisa incontrolable estalló en la cara. Rápidamente le dije a Poppy que tenía que tomar la llamada, ella se echó a reír, indicando con la mano para que me fuera antes de que yo rápidamente me dirigiera a la habitación de atrás. La dura mirada recibida de Dan no pasó desapercibida.
“Hola, Hermosa.” El saludo habitual de Harry hizo eco.
“Hola”.
Yo estaba sentada en el escritorio de la pequeña habitación en la parte trasera de la tienda, con las piernas colgando por el lateral, balanceándose adelante y atrás.
“¿Cómo estás?” Habló la voz ronca de Harry en la línea.
“Un poco adolorida, pero estoy bien. ¿Cómo va el trabajo? “Rápidamente cambie de tema.
Creo que él podía sentir que yo particularmente no quería discutir eso por teléfono, los dolores de los que mi cuerpo estaba lleno actualmente.
“Sí, no está mal. Estoy a la espera de un nuevo cliente para que venga y entrenemos. “No parecía muy entusiasmado.
Mi espalda se arqueó, intentando aliviar la tensión de mis músculos. Estaba a punto de hacer un comentario sobre su falta de entusiasmo cuando volvió a hablar.
“No pude sacarme la camiseta hoy.”, Dijo Harry.
Fruncí mis cejas, sujetando el teléfono cerca de mi oído. Algunos mechones de cabello fuero empujados hacia atrás, aun con curiosidad.
“¿Por qué?”
“Alguien dejó rasguños por mi toda espalda.” Habló ligeramente.
Mis ojos se abrieron con sus palabras. Me había olvidado de que mis uñas habían causado tales indicaciones obvias de mi presencia en el cuerpo de Harry. No sería difícil para cualquier persona averiguar que los rasguños eran el resultado de algún enredo bastante intenso en las sábanas de la cama.
“Oh Dios mío, lo siento, Harry.”
Se rió de mi preocupación.
“No lo sientas, es sexy.” Hizo una pausa momentánea. “Es como si me hubieras marcado como tuyo.”
Me sorprendió el tono seductor que envió escalofríos por todo mi cuerpo adolorido. Me pregunté si Harry tendría alguna objeción a mí usando mi boca para dejar marcas posesivas en otros lugares. Me sonrojé, imaginando el potencial que sus impresionantes clavículas podría tener. Pero nuestra conversación se vio interrumpida por Dan, que empujó la puerta abriéndola.
“Steve quiere que vayas al mostrador.” Habló con cierta brusquedad.
En silencio, asentí con la cabeza en confirmación, pero mantuvo su postura persistente en la puerta.
“¿Es él, tu novio?” Dan sacudió la cabeza a mi teléfono.
Había una cierta hostilidad en su voz, una aversión clara hacia el hombre por el que me había tomado un tiempo fuera para poder hablar. Tarareé en respuesta, dándome la vuelta.
“¿Quién es?”, Preguntó Harry. “Es ese estúpido crío de tu trabajo, ¿no?” Su voz descendiendo.
Me pareció un poco difícil enfocarme en ambos muchachos exigiendo mi atención. Los egos volando alrededor eran un poco abrumadores.
“Bo?” Llamó Dan
“Escuché. Estaré allí en un minuto. “Respondí molesta.
Yo no tenía la intención de responderle así, Dan yéndose sólo cuando finalmente reconoció mi molestia. E incluso cuando lo hizo, dejó completamente abierta la puerta. Era casi como si supiera que el gesto frustrante me sacaba de quicio. Harry siguió hablando conmigo a través del teléfono.
“En serio Bo, si no se aleja, le voy a sacar la mierda.”
Su agresión fue descaradamente clara a través del tono áspero de su voz. Sabía muy bien que su amenaza iba en serio. Y cuando no respondí oí lo que sonó como un golpe de la puerta en el otro extremo de la línea.
“Harry, ¿qué estás haciendo?” Dije de prisa.
“Voy para allá.” Él dijo con dureza.
“Oh Dios, Harry para!” Supliqué. “Quédate ahí”.
Hubo unas cuantas groserías intercambiadas con quien sonaba como Tom. Me encontré agradecida por su presencia. Tom no tenía miedo de Harry como la mayoría de los individuos le tenían, pudo mantenerse firme contra el chico de cabello rizado, incluso en su momento más hostil. Pero yo tenía la sensación de que la agresión de Harry sería su característica mayor si es que alguna vez se redujera a una pelea a puñetazos.
“Harry?” Pasaron unos segundos, pero yo sabía que todavía estaba en el otro extremo de la línea.
Su respiración un poco más pesada. “Me gustaría estar allí. Besaría el pequeño pliegue que se te forma entre las cejas cuando estás enojado. “Yo tranquilamente prometí.
Mi postura era tensa mientras yo ansiosamente esperaba algún tipo de respuesta.
“Yo sé lo que estás haciendo.” Murmuró Harry.
“Te ves muy sexy cuando estás enojado.” Continué.
Su risa ligera confirmó que había parcialmente logrado calmarlo.
“¿Dónde más besarías”, preguntó lentamente.
***
Encontré a Dan de vuelta en las cajas. No se volcó hacia mí, ya que estaba parada a su lado. Pero su mirada se cuadró cuando le toqué el brazo. Empujó hacia atrás su pelo castaño claro apartándolo de sus ojos. Su mirada profunda en mí. No había duda de que era atractivo, pero no podía verlo de otra manera que un amigo. Cierto muchacho de pelo rizado puede haber tenido algo que ver con eso. Nadie parecía compararse a Harry.
“Lo siento.” Me disculpé con Dan
Sus rasgos se suavizaron ante mis palabras.
“Está bien.” Sonrió-. “Pero yo probablemente no debería estar hablando contigo.”, Comentó Dan
Fruncí el ceño, un poco sorprendida por sus palabras. Pensé que éramos amigos. La mayoría de nuestros turnos coincidían y habíamos pasado muchas horas juntos a medida que traíamos nuevas cosas para la tienda. Era fácil hablar con él y me hacía reír.
“¿Por qué?”
“No te dijo tu novio?”
Pero él no pudo terminar su explicación. Me puse un poco impaciente mientras esperaba a que atendiera a un cliente. Rápidamente embolsé el artículo siendo comprado para acelerar el proceso.
Por supuesto que sabía que Dan y Harry habían tomado una aversión repentina entre sí desde el principio, pero parecía un poco extrema.
“Dan”. Animé.
Sus ojos se encontraron con los míos, escaneando mi cara.
“Él no estaba muy contento de que trabajáramos juntos.” Su voz casual y yo sabía que él se estaba refiriendo a la breve conversación de la que fui excluida.
La información ya era de conocimiento común.
“Harry es un poco sobreprotector.” Razoné.
La burla que Dan emitió me tomó por sorpresa.
“Un poco protector?” Su nivel subió, el sarcasmo inundo sus palabras. “Él me dijo que me mataría si alguna vez tratara de tocarte. Y eso es diciéndolo bonito”.
No estaba segura de cómo responder. La tienda estaba un poco más silenciosa, las cajas libres de clientes cuando Dan se volcó hacia mí.
“Vamos, Bo. No puedes decirme que no te asusta. “Su ceño fruncido.
Su declaración como asumiendo algo me irritaba. Dan, ni nadie sabía nada acerca de mi relación con Harry. Me acerqué un poco más, mi altura demostrando una desventaja.
“No tengo miedo de Harry.” Mi tono áspero.
Él bajó la mirada hacia mí, mirando por encima de mi cabeza antes de volver de nuevo a mi mirada. Casi parecía como si él decidiera sobre algo en la cabeza. Sus ojos se posaron sobre mis facciones, demorándose en mis labios por un segundo demasiado largo antes de regresar a mi color azul curioso.
“Tu novio me aseguró que no iba a encontrar dificultad alguna en adquirir un arma. Después procedió a decirme que no tenía problema en darme otro agujero para respirar. “Dan hizo una pausa. Mis ojos se abrieron, tragando saliva visiblemente. “¿Tienes miedo ahora?”
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