Capitulo 34

Sin rumbo desplazaba a través de los mensajes en mi teléfono, mis dedos tamborileando en el volante mientras escuchaba a The Vaccines, esperando a que Bo terminara de trabajar. El teléfono fue colocado en el tablero antes de que mirara mi reloj. ¿Por qué tardaba tanto? Yo estaba a punto de ir a buscarla cuando la puerta de la tienda se abrió. Ella se tambaleó torpemente hacia fuera, probablemente, se tropezó con sus propios pies, conociendo a Bo. Pero mi atención luego se dirigió al hombre que salió detrás de ella. Mi mano derecha apretándose alrededor del volante cuando él rápidamente tomó su antebrazo, ayudándola a estabilizarse. ¿Por qué la estaba tocando?

Ella le sonrió antes de que él le pasara su teléfono. ¿Qué estaba pasando? Empujé mis rizos atrás mientras seguía observando la interacción. No me gustaba la forma en que la miraba… o como la deseaba. Pero me quedé en el coche, sabiendo que a Bo no apreciaría que yo intervenga. Cuanto más los observaba, más fuerte apretaba mis manos, mis nudillos volviéndose blancos.

Mientras se alejaba su mirada la siguió. Era claramente evidente que la estaba chequeando. Incluso cuando ella estaba subiendo a mi coche, hubo una inclinación sutil de su cabeza mientras le miraba el culo. Oh al carajo con esto.

“¿Quién es ese?” Le pregunté bruscamente.

“Hola a ti también, Harry.” Ella respondió con sarcasmo antes de besar mi mejilla.

Los dedos de Bo apartaron un mechón de pelo de su cara mientras estudiaba mi menos que complacida expresión.

“¿Quién es ése?” Repetí un poco más enojado.

Creo que Bo sabía que yo no estaba de humor para bromas. Su postura dio la impresión de que estaba un poco nerviosa ante mi reacción.

“Dan”. Bo habló en voz baja, mirando hacia abajo para empezar a juguetear con sus uñas.

“¿Y?” Levanté mis cejas.

Mi paciencia se estaba agotando cuando ella me daba tan poca información como era posible.

“Y él recién empezó a trabajar en la tienda.”

“¿Por qué te dio su teléfono?”

Ella me miró valientemente. Sus labios se separaron para hablar pero se cerraron. Vi su mirada caer una vez más.

“E-Es nuevo en la zona. Él preguntó si podía tener mi número para que yo pudiera mostrarle todo lo necesario. “Bo respondió en voz baja.

Ella jugó nerviosamente con sus uñas mientras miraba hacia abajo a sus rodillas una vez más.

“No le vas a mostrar nada.” Dije bruscamente.

Yo tenía una idea clara de lo que él quería ver y debe ser estúpido si piensa que yo lo dejaría incluso acercarse. La mirada de Bo volvió a mí, sus cejas en un ceño fruncido. Yo sabía que quería protestar, pero se mordió la lengua. No tenía mucho sentido discutir sobre ello. Yo me saldría con la mía.

“¿Le dijiste que tenías novio?”

Obligué a mi tono a sonar más suave, sabiendo que iba a salir poco de ella, si estaba asustada. Mi dedo suavemente le agarró de la barbilla, inclinándola hacia mí, mientras rozaba el pulgar por su labio inferior.

“N-No, no surgió en la conversación.”

Mi contacto al instante desapareció, volcando la cabeza a clavar a Dan con mi mirada. Él todavía estaba fuera de la tienda, observando con curiosidad nuestra interacción cuando se vio obligado a tratar de determinar lo que estaba pasando a través de los movimientos de la boca.

“Él es agradable, Harry.”

Me di cuenta por el tono de voz de Bo que estaba desesperadamente tratando de convencerme. Mis ojos fuertemente cerrados, exasperados antes de fijar mi mirada en la chica sentada en el asiento del pasajero. No tenía idea de que él había estado chequeándola descaradamente minutos antes. Su inocencia todavía resultando ser una especie de asombro para mí. Y yo desde luego no iba a dejar que este tipo se aproveche de su ingenuidad. Bo realmente no tenía ni idea del efecto que causaba en los hombres.

Dejé escapar un profundo suspiro, empujando hacia arriba las mangas de mi camisa.

“Voy a tener una pequeña charla con él.” Hablé con frialdad.

Bo se acercó a agarrar mi mano.

“Harry, no lo hagas.”

Pero yo ya estaba fuera del coche.

Narra Bo

Me moví para quitarme mi bolsón y tirarlo en el asiento trasero. La puerta del pasajero todavía sólo se podía abrir desde el exterior, así que trepé por la consola central hasta la puerta del conductor. Miré por el parabrisas para ver donde estaba Harry. Mis ojos se abrieron cuando al instante él miró hacia atrás. Su brazo se levantó mientras apretó el botón de bloqueo automático.

Jalé la manija, pero no cedió. Mi boca se abrió con incredulidad. Me había encerrado.

“Harry!” Le grité a través del cristal.

Pero él ignoró mi protesta, sin dejar de caminar hacia Dan, que parecía un poco desconcertado. Me vi obligada a sentarme y ver como Harry tenía su “pequeña charla”. Estaba de espaldas a mí, lo que yo sabía que era un movimiento deliberado, de esa manera yo no sería capaz de ver su rostro.

Harry estaba exagerando. Dan había sido muy dulce hoy en el trabajo. Habíamos hablado entre atender a los clientes, algo que hacía con la mayoría de los empleados de la tienda. No era nada especial, sólo estábamos siendo amigables. Pero, por supuesto, Harry llevó las cosas fuera de proporción, y su lado protector que se cernía sobre mí una vez más.

Yo seguía sentada en el lado del conductor cuando Harry se acercó al coche. Apretó el botón de la llave, abrió la puerta. Tan pronto como se abrió me encontré fuera. Mi actitud era un poco hostil hacia él, negándome a mirarlo a sus ojos verdes mientras abría la puerta de atrás para recuperar mi bolso. ¿Cómo se atreve a encerrarme en su coche?. ¿Qué demonios estaba pensando?

“Bo. ¿Dónde diablos estas yendo? ” Preguntó Harry.

Traté de alejarme, pero mi muñeca se convirtió en prisionera de su mano grande. Él me tiró, apoyándome contra el lado de su coche. Mis dedos estaban todavía bien envueltos alrededor de la correa de mi bolso.

“Déjalo.”

La voz de Harry era baja y yo sabía que él estaba tratando de mantener la calma. Al instante solté mi bolso, oyéndolo caer al suelo, con los ojos fijos únicamente en su rostro. Su cuerpo caliente se presionó al mío, impidiéndome escapar. Mi corazón latía rápidamente, la respiración saliendo en bocanadas cortas. Ambas de mis muñecas estaban puestas ahora contra el metal de su coche mientras me miraba. Sus ojos oscuros.

Miré nerviosamente hacia la derecha para ver a Dan que seguía ahí parado, sus ojos bien abiertos mientras observaba nuestra interacción. Me había acostumbrado a los gestos dominantes de Harry, pero sólo Dios sabe cómo otros retrataban su comportamiento posesivo. Rápidamente me volqué cuando escuché lo que casi sonó como un rugido de la parte posterior de la garganta de Harry. Su mandíbula estaba tensa, su agarre apretándose.

“Eres mía”. Él confirmó profundamente.

Su rostro se relajó un poco, formándose una sonrisa en sus labios carnosos mientras miraba a Dan Su expresión era casi incitante antes de que su enfoque volviera de nuevo a mí. Me sorprendió cuando sus labios descendieron con fuerza a los míos. Su lengua caliente entrando en mi boca, explorando. Mis ojos estaban completamente cerrados mientras él continuó utilizando su fuerza, manteniéndome entre su cuerpo y el vehículo.

Creo que Harry era consciente de mi resistencia hacia sus avances contundentes, mi postura no tan dispuesta como él hubiera deseado. Fue entonces cuando se decidió a levantar a mis manos, las puntas de mis dedos rozando los rizos antes de que soltara su agarre. Mis dedos se enrollaron al instante en su pelo, tomando en puño los rizos suaves. Tiré de ellos con fuerza. Mi intención era que él reconociera mi objeción a su dominancia autoritaria, sabiendo muy bien que era para el beneficio de Dan, que supuse seguía mirando. Harry estaba reclamando su territorio sobre mí. Pero en vez de retroceder como yo esperaba que lo hiciera, el ronco gemido que emitió me tomó por sorpresa. Las vibraciones pasando por mi totalidad mientras él puso sus grandes manos debajo de mis muslos. Fue entonces cuando me acordé de que a Harry le gustaba cuando yo era dura con él, mis acciones totalmente contraproducentes. Mi cuerpo fue levantado, Harry obligándome a envolver mis piernas alrededor de su cintura.

Yo no podía dejar de jadear mientras sus labios carnosos colocaban besos a lo largo de mi mandíbula antes de succionar en el lugar justo detrás de mi oreja. Mis pequeños gritos de protesta transformándose en gemidos. Harry sabía exactamente lo que estaba haciendo.

“Dilo”. Él exigió sin aliento.

Yo me quedé callada. Su sendero tortuoso continuo por mi cuello. Mis dedos aún apretando sus rizos, su cuerpo fuerte presionándome más hacia el lado del coche.

“Dilo”. La voz un poco más dura de Harry contra mi piel.

Yo sabía que su nivel de molestia fue aumentando mientras sus labios se apretaron con fuerza a mi piel sensible. Mi boca se abrió en cuanto su intensidad aumentaba, las acciones de Harry implacables mientras él seguía severamente succionando. Sus dientes rozaron la piel enrojecida. Todo fue demasiado para mi mientras forzaba a salir las palabras que yo sabía que él estaba esperando oír.

“Yo-yo soy tuya … Harry soy tuya.” Mi voz susurró.

Al instante se desapegó antes de poner un delicado beso en mi cuello. Mis manos débilmente apretándose contra su pecho.

“Bájame”.

Mis pies tocaron el piso segundos después, empujando mi pelo a un lado y mirando mi reflejo en una de las ventanas oscurecidas del vehículo. Harry me había marcado. Afirmó su poder sobre mí. Lo que me molestó más fue que el horrible chupetón estaba exactamente en la misma posición del que él me había dado cuando nos conocimos.

Rápidamente recogí mi bolso del suelo, ignorando las súplicas de Harry. Dan ya no estaba en la tienda, yo estaba agradecida por su ausencia. Mis pies me llevaron al otro lado de la pista, lejos de Harry.

“Bo!”

Me detuve, con lágrimas en mis ojos. Mis dedos rápidamente borrando la evidencia de mis emociones frenéticas.

“¿No vas a venir?”

Me tragué el nudo en la garganta, oyendo pasos acercarse detrás de mí. Mi labio inferior temblaba ligeramente mientras estaba de pie congelada al lugar, no muy segura de cómo manejar la situación. Mi mente todavía estaba tratando de procesar lo que Harry había hecho. Yo nunca había estado en esta posición antes.

“Te quiero ahí … por favor.”

Mi corazón latía, la voz ronca de Harry más cerca de lo que esperaba. Salté cuando él agarró mi mano, caminando con cautela alrededor de mi cuerpo. Él la levantó, su boca presionando un beso ligero en la parte posterior. La misma boca que había abusado de mi piel unos minutos antes.

“¿Por qué hiciste eso?” Pregunté en voz baja.

Su agarre apretándose, obviamente refiriéndome a la pequeña escena que le había hecho a Dan, vi sus ojos dirigiendose a la dolorosa marca que había infligido a mi piel pálida.

“Él tiene que saber.” Harry habló con frialdad. “No te puede tener .. Nadie puede”.

¿Por qué iba a pensar que yo permitiría que eso sucediera? Yo nunca había estado en una relación antes, pero yo no ignoraba el hecho de no ir correteando hacia otro muchacho mientras tenías un novio. ¿Y por qué diablos iba yo a querer hacer eso de todos modos? Tenía a Harry. Él era todo lo que quería.

“¿No confías en mí?”

Mi voz sosteniendo un poco más dolor de lo que había previsto que lo haga.

“Por supuesto que sí. Es en él y en todos los demás que en los que no confío.”

Mi boca comenzó a secarse mientras miraba a Harry. Sus rizos oscuros estaban revueltos en su cabeza debido a mis dedos tirando de ellos antes. Intentos sin éxito de obligarlo a soltar su agarre sobre mí. Sus ojos habían vuelto a un tono más brillante de verde, un marcado contraste con lo profundamente oscuros que eran un poco antes. Sus dedos aún entrelazados con los míos, apretando ligeramente, consciente de que estaba siendo cautelosa al tacto.

“Bo, igual vas a venir, ¿no?” Su voz un poco desesperado.

Miré a Harry, sus bonitos ojos llenos de preocupación. No importaba lo mucho que intentara desechar la idea, sabía que me había ido poco a poco enamorando de él. El muchacho alto, de pelo rizado con una oscuridad impredecible. Seguramente no podría suceder tan rápido. Me encontraba a mí misma contando las horas antes de que llegara a verlo, esperando a que llame o me mande un texto durante el tiempo en que no estábamos juntos. Mi anhelo constante hacia él estaba empezando a asustarme. Y también lo era la profundidad con la que estaba dispuesto a protegerme.

Apoyé la frente en su pecho, mis brazos envolviéndose alrededor de su cintura. Mi cabeza ligeramente asintió antes de que él tomara mi barbilla, inclinándola. Su toque se retiró.

“¿Puedo darte un beso?” Harry dijo casi en un susurro.

Sus palabras hundiéndose en mi corazón. La mirada de miedo esparciéndose en su rostro, alarmado de que había ido demasiado lejos esta vez. Pero no pensaba negárselo. Todo lo que quería era que Harry me abrace, que me asegure que todo iba a estar bien, olvidarme de la maldita pelea. La idea me hizo estremecer.

“Sí.” suspiré.

Apenas registré el roce de sus labios carnosos con los míos, el gesto íntimo tan delicado y suave. ¿Cómo podía ser tan abrumadoramente posesivo un minuto y completamente romántico el siguiente? Mis ojos permanecieron cerrados mientras nuestras narices se rozaron. Nuestros labios rozando continuamente mientras compartíamos el aliento cálido del otro. Los fuertes brazos de Harry envueltos en mi cintura, sosteniéndome cerca en el abrazo.

Un beso pequeño se dejó en la esquina de mi boca antes de que sus labios cuidadosamente bajaran por mi cuello. Me tensé cuando la cabeza de Harry empujó suavemente la mía a un lado, aumentando su acceso. Su toque calmante sobre el chupetón que él había creado fervientemente. Pero nuestro abrazo no duró mucho más, Harry alejándose. La ausencia de su calor hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo tembloroso.

“Bo”.

Su mano se extendió para que yo la tome. El simple gesto que parecía poseer mucho más significado. Mis ojos viajaron desde su rostro ansioso hasta la extremidad extendida. Me recordó la noche en que me había rescatado. Yo había puesto toda mi confianza en él. Vi a Harry tragar el miedo, el temor de mí no queriéndolo, al igual que él pensaba que su familia no lo había querido.

Tomé su mano, una pequeña sonrisa difundiéndose en su rostro. Pero a medida que me guió hacia su coche pronto me di cuenta de lo que se llevaría a cabo en cuestión de horas. El evento al que había estado temiendo, la pelea.

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