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Cap. #24

*/*/* 1ra Parte */*/*

Sonreí, diciéndole adiós a Poppy mientras me iba del trabajo. Mis Vans arrastrándose a lo largo de la acera en cuanto comencé el camino a casa. Hurgué en la bolsa por encima de mi hombro, sacando mi Ipod y desenredando los auriculares. Coloqué los audífonos en mis oídos, pasando las canciones hasta que encontré con un ritmo bueno para caminar.

Mi visión vagó sin rumbo por el camino, sin tener mucho en cuenta lo que me rodeaba. La brisa se elevó ligeramente, levantando mi pelo de mis hombros. Doblé una esquina, tomando el atajo siempre tomaba a través de un aparcamiento. Pero tuve que tomar una segunda mirada cuando mis ojos se posaron en un vehículo negro de gran tamaño. Retiré uno de mis auriculares mientras me acercaba un poco más. Tenía que ser su coche. Reconocí parte de la matrícula.

Me di la vuelta en el mismo lugar, en busca del alto chico de pelo rizado que hacía que mi corazón se agitara. Mi decepción me sorprendió un poco. Mi mirada se desvió hacia el edificio al que el aparcamiento pertenecía. Era una especie de gimnasio. Me encontré curiosa, vagando por la entrada. Mis manos apretando la puerta de cristal, tratando de abrirla. Una vez dentro envolví mis audífonos y los puse en mi bolsa. La zona de recepción era grande. Un número de puertas que daban a diferentes partes del edificio. Las paredes blancas estaban cubiertas de carteles de fitness. Una mujer en el mostrador me sonrió, yo correspondiéndole el gesto.

"¿Puedo ayudarla, señorita?"

Volqué la cabeza, teniendo que inclinar la cabeza hacia arriba para ver a un hombre alto, musculoso. Su cuerpo grande me intimidaba. Creo que mi nerviosismo era evidente, ya que su rostro severo pronto se transformó en una sonrisa amistosa.

"Yo, umm .. Harry esta aquí?", Le pregunté esperanzada.

Me miró durante unos segundos, sus ojos observando mi apariencia por completo. Confusión pasando por sus facciones antes de hablar.

"Styles?", Cuestionó su voz profunda.

Asentí con la cabeza.

"Si. Él esta ... " Volcó la cabeza de lado a lado. "Ven conmigo".

Seguí al hombre a una enorme sala de entrenamiento. El olor de la testosterona llenando mis sentidos. Había muchas personas dispersas alrededor del espacio. Todos ellos haciendo ejercicio, levantando pesas, haciendo flexiones, golpeando sacos de boxeo. Mis ojos fueron atraídos hacia el centro de la sala, un gran ring de boxeo en el centro. Cuerdas gastadas rodeaban la plataforma de lucha.

"Esta justo ahí, Cariño".

Él señaló hacia un rincón. Le di las gracias, esperando a que se vaya, pero él parecía interesado en la situación. Comencé a caminar hacia donde estaban dos chicos descalzos sobre unas colchonetas azules. Los rizos de Harry eran inmediatamente reconocibles, algunos pequeños rizos pegados a la nuca de su cuello sudoroso. Las mangas de su camiseta gris enrolladas en sus fuertes brazos. Mis ojos recorrieron por sus largas piernas, que estaban cubiertas por pantalones cortos color azul oscuro. Se mantuvo de espaldas a mí mientras el otro hombre se ponía de pie.

"Una vez más", gritó la voz ronca de Harry.

El chico se puso frente a él lanzando un golpe a las almohadillas Harry sosteniéndolas. Absorbiendo fácilmente el impacto, dándole instrucciones para hacer un gancho de izquierda.

No interrumpí. En lugar de eso me acerqué a una mesa contra la pared, levantándome para sentarme con las piernas cruzadas en la superficie. Me quité la correa de mi bolso, colocándolo junto a mí. Mis ojos observando con atención las acciones que se llevan a cabo en frente mío. Los músculos de Harry flexionándose mientras él continuaba sosteniendo las almohadillas en las manos. Estaba de espaldas a mí, pero el tipo que estaba tirando los golpes miraba curiosamente en mi dirección.

Una risita escapó de mi boca en cuanto Harry lo golpeó en la parte posterior de la cabeza con una de las almohadillas.

"No quites la vista de tu oponente." Harry le dijo.

Se rieron, en broma le codeándole en el hombro.

"Bueno, ¿y si es para mirarla a ella?.", Respondió él, sonriendo.

Harry rápidamente se volcó para ver de lo que estaba hablando. Un ceño confundido grabado en su rostro sudoroso antes de que él se enfocara en mí. Los hoyuelos en sus mejillas apareciendo, con una sonrisa adornando su rostro. Le di un pequeño saludo.

"Vamos a tomarnos un descanso." Harry dijo al chico con el que estaba entrenando.

Los guantes y almohadillas fueron removidos de sus manos. Harry se agachó para recoger una botella de agua del piso antes de caminar hacia mí.

"Hola, Hermosa."

"Hola".

Se detuvo delante de mí. Su altura elevándose por encima de mí.

"¿Cómo me encontraste?", Me preguntó inquisitivamente.

"Oh, me di cuenta de tu coche fuera. Estaba caminando del trabajo a casa. " Contesté.

*/*/*Parte 2 (capitulo 24) */*/*

Un rubor se deslizó sobre mis mejillas mientras él me miraba. Sólo tenía que mirarme con esos brillantes ojos verdes y las mariposas estallaban en mi estómago. Rápidamente decidí cambiar de tema, no muy segura de cuánto tiempo más iba a aguantar su intensa mirada.

"Eres entrenador personal."

"No." Él sacudió sus rizos húmedos, sonriendo.

"¿No?", Le contesté.

"Soy entrenador de boxeo."

Mis ojos se abrieron ligeramente.

"Wow." Murmuré con incredulidad.

Él se rió entre dientes, agarrando el borde de su camiseta y llevando el material hasta su frente. Yo no podía dejar de ver su estómago en cuanto me daba una linda vista de sus músculos tonificados. Tenía la sensación de que la acción se llevó a cabo más por mi bien que por el suyo. Mis sospechas se confirmaron, una sonrisa pícara se extendió por sus labios carnosos en cuanto bajo la ropa de vuelta. Su frente libre de cualquier gota brillante. Sonreí tímidamente cuando me guiñó un ojo. Harry giro la botella de agua, su lengua deslizándose sobre sus labios cuando sustituyó a la tapa.

"¿Cómo es que eres entrenador de boxeo?"

Sus ojos clavándose en los míos, su sonrisa desvaneciéndose ligeramente. Harry se movió alrededor para sentarse a mi lado en la mesa. Cuando él no respondió, le di juguetonamente un empujón en el hombro. Él se rió entre dientes ligeramente antes de volcarse hacia mí.

"El trabajo me ayuda a manejar mis problemas de ira." Hablo en voz baja. "Bueno, se supone que debería de todos modos."

Nos sentamos a hablar un poco más de tiempo mientras Harry descansaba un poco. Me di cuenta de algunas personas repetidamente mirándonos. Sus expresiones un poco confundidas me hicieron cuestionarme si habían visto alguna vez a Harry actuar así alrededor de una mujer antes. Yo sabía por rumores y habladurías que su reputación con las mujeres no era el mejor. La voz ronca de Harry me sacó de mis pensamientos.

"¿Quieres intentar?" Él sonrió.

"Oh .. Yo...”

"Vamos." Él se echó a reír.

Harry se puso de pie, colocando la botella a mi lado. Sus dedos fueron a la cremallera de mi sudadera, tirando de ella hacia abajo y liberándome de la ropa. Harry se inclinó hacia abajo, quitándome los zapatos. Me reí, moviendo mis dedos mientras sacaba mis calcetines. Las manos grandes me sujetaron las caderas mientras él me levantó de la mesa, con los pies descalzos tocando el suelo frío. Mis dedos estaban entrelazados con los suyos mientras él me llevaba al ring. Vi como Harry se subió al borde ofreciéndome una mano de ayuda, tirando de mí hacia arriba después de él. Las cuerdas que rodeaban el ring manteniéndose abiertas para que yo pasara.

Caminé alrededor de la superficie, preguntándome cuántos combates de boxeo se habían hecho aquí. Mi visión rápidamente volvió a Harry que estaba sonriendo mientras me observaba con atención. Su cuerpo apoyado en las cuerdas.

"¿Peleas?", Le pregunté.

Harry negó con la cabeza.

"Ellos, eh... Me dijeron que era demasiado peligroso para mí que peleara. Es por eso que en vez de eso entreno. "

Incliné mi cabeza hacia un lado, no comprendiendo del todo su explicación. Se dio cuenta.

"Al parecer, sería peligroso para los de mi clase de peso." Harry hizo una pausa. "No sería seguro para mi oponente."

Mi boca haciendo forma de "o", no siendo capaz de responderle verbalmente. Yo había asumido que Harry estaba solo enojado cuando él agredía a otros hombres. Así era como él utilizaba su fuerza para golpear a alguien que era de mayor tamaño que el. Pero no me había dado cuenta que era algo que el poseía con normalidad, sin necesidad de ser provocado o enojado. Mi mente se movió de nuevo hacia esa noche cuando lleve a Harry a mi casa. La noche en que había recibido una considerable paliza de Jake. Harry estaba borracho y en inferioridad numérica. No fue capaz de defenderse porque no estaba lo suficientemente coherente.

Me agarré de las cuerdas que rodeaban el ring mientras poco a poco caminé alrededor del borde, de vuelta a Harry. Me sentí atraída a sus brazos, la curiosidad tomando el control. Mi mano derecha vacilante se acercó a él. Mis dedos tratando de envolver su brazo tonificado. Casi podía sentir la fuerza que Harry emitía. El poder detrás de cada golpe que había dado. No podía dejar de sentirme intimidada por él. La estatura de Harry siendo mucho más grande que la mía, su altura se elevaba sobre mí. Si alguna vez se pusiera en contra de mí, yo no tendría ninguna posibilidad. El pensamiento espeluznante enfriando mi cuerpo. Era casi como si hubiera leído mi mente, su cabeza bajó hasta mi oído. Mi frente se apoyó en el hombro de Harry, mis yemas de los dedos presionando contra la piel caliente mientras hablaba.

"Yo nunca te haría daño." Susurró Harry.

Cerré los ojos, sus palabras me daban una sensación de protección y seguridad. Fuimos interrumpidos por alguien aclarando su garganta. Mi cabeza se alzó hacia arriba para ver al hombre que me había llevado a Harry antes. Tenía una sonrisa de satisfacción pegada en su rostro antes de que Harry le dijo no tan amablemente que desaparecería. Se echó a reír antes de irse en dirección a la puerta.

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