. Siete .




Bianco no estuvo feliz al verlo de regreso, pero guardó cualquier comentario y solo lo ignoró. Una vez entregó el informe del asesino de la corona, el caso dejó de ser suyo y, por ende, no debía tratar con el forense. El hombre solo esperaba su jugosa liquidación en unos meses, era lo único en lo que pensaba.

Esta vez, cuando Baekhyun arregló su vacío escritorio, colocó una nueva taza para tomar café con forma de cerebro y ojos saltones, obsequio de Heechul. Entonces empezó a trabajar. Kyungsoo le proporcionó una copia del informe sobre lo que encontraron en su investigación a Kim Jongin.

Ese no era el perfil de un asesino, fue lo que pensó al leerlo.

Simplemente no encajaba para él.

Sí, Kim Jongin parecía molesto con su hermana por el maltrato a sus sobrinos y era una buena razón para matarla de la misma forma. Pero una corazonada le empujaba fuera de su ecuación.

Él había elaborado un muy escueto perfil del asesino, basándose en sus clases de psicología de un criminal.

El asesino de la corona era alguien meticuloso, que cuidaba hasta el más mínimo detalle para no ser descubierto. Sabía lo que hacía, lo que implicaba un alto grado de conocimiento médico y policial. No solo era cubrir sus pisadas, lo hacía demasiado bien.

—Psicosis —murmuró, anotando en su computadora las ideas vagas que se le venían a la cabeza—, o un trastorno de personalidad... Tal vez...

Pestañeó repetidas veces, abrumado.

—Ugh, carajo.

Había olvidado ponerse sus lentes. Sacó el estuche negro, mismo color de los marcos delgados de los lentes que tenían figuras amorfas doradas que, en su momento, Baekhyun asimiló con arterias. Sus ojos le agradecieron.

Tomó un sorbo de café, enfrascado en el informe.

—Sabías dónde estaban las cámaras —murmuró y leyó en voz alta del informe—: Cámaras de vigilancia comunitaria desconectadas en tres sectores. Sin testigos.

Chasqueó la lengua.

—Y no hay cámaras en otros locales cerca. Bien. Bien jugado, chico. Pero debiste usar un vehículo grande para movilizar el cuerpo, quizás una furgoneta. ¡Como si hubieran esos malditos autos por toda Roma!

—¿Baekhyun?

La voz suave de Kyungsoo lo golpeó. Siempre estaba solo en la morgue, acompañado únicamente por el silencio de los muertos, así que escuchar voces era terriblemente estremecedor. Afortunadamente, esta pertenecía a alguien vivo y no a uno de sus fríos sujetos de experimento.

El joven policía se le acercó, ofreciéndole un paquete de galletas.

—¿Todo está bien?

—Sí, claro. Solo pensaba en voz alta. ¿Qué necesitas?

—Quería que repasáramos los casos del asesino de la corona. Quiero impresionar al Teniente Park.

Baekhyun se tensó.

Después de ese momento en su departamento en el cual negociaron muy profesionalmente sus condiciones para regresar a la estación, Baekhyun no había hablado con Chanyeol. Solo unas cuantas miradas y un saludo antes de que cada uno se deslizara en sus oficinas.

—¿Impresionar a ese cascarrabias?

Kyungsoo se coloreó.

Oh, no.

—Te gusta.

—No, no, claro que no —dijo a prisas—. Es solo que... es uno de los mejores. Siempre me ha inspirado en mi trabajo. Realmente quiero hacerlo bien.

Aunque Baekhyun tuvo sus dudas. Kyungsoo era bonito, algo más pequeño, pero con un bien arreglado cabello negro y ojos marrones. Entonces pasó. Sintió un apretón en el estómago que le hizo sentir momentáneamente enfermo. El sentimiento recién descubierto le causó náuseas.

¿Por qué estaba celoso?

¿Por qué le causaba incomodidad la mínima posibilidad de que Kyungsoo tuviera un flechazo con Park Chanyeol?

El hombre no le pertenecía, y difícilmente su acercamiento inapropiado los volvía algo.

—¿Baekhyun?

Debió estarlo llamando, pero no escuchó sino hasta mucho después.

—Lo siento, me distraje.

—¿Entonces?

Todavía abrumado por sus pensamientos, Baekhyun asintió, apenas recordando la pregunta inicial de Kyungsoo.

—Si, claro.

Kyungsoo arrimó una silla cerca del escritorio de Baekhyun y descansó en la mesa un mapa de Roma que tenía lugar marcados por círculos rojos.

—Estos son los lugares donde fueron encontradas las tres víctimas: Leonardo Greco —dijo y señaló la Fonta di Trevi—, Lucas Bianchi —Piazza Navona—, y Amanda Ricci —Via dei Sabini—. Grecco y Ricci fueron encontrados en la misma zona, pero Bianchi está bastante más lejos.

—Eso no nos da un patrón.

—No, solo nos dice que deja los cuerpos en el centro de Roma, en el casco más importante. Cerca de los monumentos o incluso en ellos.

Baekhyun lo meditó un momento.

—Quiere dejar un mensaje. Si es como pienso, que esa persona asesina por un retorcido sentido de justicia, querrá enseñárselo al mundo —le dijo—, ¿qué mejor lugar sino un sitio turístico? Miles de personas transitan esos lugares diariamente.

—Pero, ¿cómo los evita? No es como si pudieras ignorar a una persona llevando un cuerpo muerto por las calles.

—Si hay demasiada gente y todos quieren ver los monumentos, ¿quién se fijaría? Sería la única explicación a que nadie haya visto nada en la Piazza Navona y en la Fontana di Trevi.

—Bien, supongamos que es así. ¿Cómo explicas los métodos de asesinato?

—Algo que dijiste en la reunión pasada... Sobre Leonardo Greco. Ese hombre no tenía ningún proceso en su contra, pero su muerte coincide con la forma atroz en la que esas mujeres fueron victimizadas. Y, si lo remontamos a Ricci, ella podría, hipotéticamente hablando, haber torturado a sus hijos, fustigándolos. Esas dos muertes están homologando los crímenes de esos agresores.

—Eso respalda tu teoría de que es un justiciero.

—Sí. Esos dos casos nunca fueron resueltos, ni del asesino de mujeres, ni los abusos de Ricci, así que el asesino de la corona tomó el asunto en sus manos.

—Y los está enseñando a todos... Porque ni la policía ni la justicia nunca pudieron detenerlos.

—Correcto. Nuestro asesino es una persona que, conociendo de cerca el sistema de justicia, no cree en él porque, aparentemente, en más de una ocasión ha fallado.

—No solo se trata de justicia, sino de vengar a las víctimas.

Baekhyun asintió con la cabeza, tomando otro sorbo de café.

—Ese podría ser nuestro patrón. Crímenes que nunca se resolvieron.

—Hay miles de esos—se burló—. La policía hace su trabajo atrapando al asesino, ¿qué pasa después? Los liberan los jueces.

Kyungsoo gimió. frustrado.

—¿Qué estamos buscando entonces?

Una sonrisita se plantó en los labios de Baekhyun, picaresca y casi letal. Kyungsoo se enderezó de golpe.

—Lo sabes. Lo encontraste —jadeó.

—Algo así. Lo único en común que une a las víctimas es el estrato social medio alto o alto al que pertenecen. Dos de ellos tienen procesos en su contra que nunca llegaron a juicio porque usaron dinero e influencias para comprar jueces y fiscales. Leonardo Greco está limpio y, como dijo Park, esos son los que ocultan cosas peores.

—Pero los asesinatos de esas mujeres en Florencia pasaron hace poco más de diez años, ¿por qué asesinarlo ahora?

Baekhyun se encogió de hombros.

—Tal vez porque no lo sabía sino hasta ahora. Esos asesinatos, según recuerdo, fueron un escándalo, pero muy complicados de resolver. Si era Greco, habrá ocupado tanto dinero como tuviera para tapar sus huellas. El asesino de la corona probablemente lo descubrió poco antes de matarlo.

—O pudo ser porque iba a atacar nuevamente.

Baekhyun se crispó. ¿Por qué tenía esa respuesta con Park? El hombre solo entró en la morgue, altivo y arrogante, con su cigarrillo encendido en la mano. A Baekhyun se le antojó uno solo para aplacar los nervios que lo arrollaron.

Aunque su temperamento era siempre a la defensiva con la mayoría, era imposible no sentirse nervioso junto a un hombre que lo besó la noche anterior. Un hombre con quien había estado teniendo sueños húmedos desde hace tiempo.

—Hubo una denuncia de una mujer que fue agredida por un hombre de las características de Greco dos días antes de que lo asesinaran —dijo y dejó la hoja de reporte sobre el escritorio de Baekhyun.

—Así que iba a violar mujeres y a matarlas nuevamente.

—Siguiendo la teoría de que él es el asesino de Florencia, sí.

—Bien —anotó Kyungsoo en su libreta—. Ya tenemos más claro porqué Greco fue asesinado y, por esa lógica, Ricci. ¿Qué crímenes pagó Lucas Bianchi?

—Ilústranos, Baekhyun —pidió Park, saboreando con malicia el nombre que salió de sus labios.

Baekhyun tragó grueso, con dificultad y un abrasador calor naciendo en su estómago. Él sabía que tenía un problema con la aceptación. Al ser un hijo bastardo rechazado y señalado por todos, su débil corazón, aunque rebelde, exigía la aceptación del resto. Pero nunca creyó que eso quisiera también de Chanyeol.

Dioses.

Quería contarle todo lo que pasaba por su cabeza, las teorías y sus opiniones, hasta incluso las cosas más alocadas. Quería que Chanyeol lo viera con ojos de admiración y orgullo, que le acariciara y le dijera que era bueno, que tenía un cerebro brillante.

—Oh, carajo —soltó al darse cuenta de que tenía más Daddy issues de los que podía manejar.

"Compórtate, Baekhyun. No vas a llamar a Chanyeol Papi solo porque tu cerebro está atrofiado", se reprendió.

—Ya voy —murmuró, alejando sus ojos del rostro esculpido de Park Chanyeol—. A Lucas Bianchi le cortaron los genitales y la lengua, y garabatearon la corona en su pecho. Fue encontrado en su recámara, en un departamento cerca de Piazza Navona.

—Eso ya lo sabemos, Byun —murmuró Park—. Quiero saber qué piensas.

"Oh, no. No preguntes por mis pensamientos porque todos ellos te involucran a ti, desnudo y en mi cama".

—Baekhyun.

—Pienso... que se trata de un violador —alcanzó a decir, recobrando el sentido—. Si le cortaron los genitales, eso solo puede tratarse de un crimen sexual. Busqué algo relacionado a Bianchi y tiene un proceso por agresión sexual en contra de dos ex parejas. Una de ellas tuvo un aborto poco después de eso. Así que, lo que creo, es que Bianchi tendía a agredir mujeres, principalmente a sus novias, obligándolas a tener relaciones sexuales.

—Correcto. Has resuelto el porqué los asesinaron. ¿Quién es el siguiente?

—Aunque el patrón parece sencillo: hombres o mujeres adinerados con secretos, ¿cómo revisamos sus expedientes? Quiero decir, muchos pudieron ser destruidos o no existir. Esos crímenes a los que nosotros no podamos acceder, el asesino podría usar como ventaja.

—Volvemos al inicio —refunfuñó Kyungsoo.

—Debe haber alguna forma de anticiparnos. El asesino no está escogiendo personas al azar —murmuró Park—. Quizás podríamos empezar investigando a los miembros de la clase alta en Roma. El asesino parece centrarse en personas que viven aquí, incluso si sus crímenes fueron cometidos en otros lugares.

—Me siento mal por la pobre alma que hará ese trabajo —se mofó Baekhyun viendo a Kyungsoo quien instantáneamente perdió el color en las mejillas, renegando en silencio.

—¿Es en serio, Teniente Park?

—Absolutamente. Espero tener algún resultado para la tarde.

Kyungsoo pudo haberse desmayado ahí mismo, de no ser por lo humillante que sería. Pasando dificultosamente saliva, se enderezó en la silla.

—Supongo que tendré que empezar ahora.

Casi salió corriendo, tropezando con sus propios pies mientras trataba de encontrar el camino más rápido a su pequeño escritorio. Baekhyun no paró de reír, detonando un eco grácil en la morgue. Luego, cuando la gracia acabó, se dio cuenta de que estaba solo con Chanyeol. Fue su momento de asustarse y querer salir corriendo.

"Oh, vamos. No seas un cobarde. Esa noche, de haber podido, te hubieses bajado los pantalones primero", le reprendió su conciencia, y continuó, "ya es tarde para ataques de buen juicio".

Renovando su cupo de valentía, Baekhyun encaró a Park, conectó sus miradas como si fuera una batalla por la resistencia. Solos en silencio, oyendo el tímido palpitar de sus corazones y sus respiraciones acompasadas.

Baekhyun solo quería salir de ahí, o rendirse ante sus bajos instintos y saltar encima del hombre para montarlo. Ugh.

"Creo que llevas mucho tiempo sin sexo o soñando con ese hombre al que decías odiar".

Pero él solo podría alegar que sí le disgustaba Park Chanyeol, lo que, lamentablemente, no aminoraba ni un poco ese deseo lujurioso por lamer la piel morena cubierta de tatuajes.

—¿Por qué me miras como si quisieras que te besara otra vez? —le preguntó con ese tono ronco y burlón. Baekhyun se coloreó hasta el nacimiento de su cabello y terminó desviando la mirada. Chanyeol se relamió los labios, saboreando el momento—. Oh, así que eso es. Quieres otro beso, ¿no es cierto, Baekhyun?

"¡Sí, maldita sea, sí! Quiero un beso real, con tu lengua al fondo de mi garganta quitándome el aliento".

—Púdrete, Park. Como si no quisieras joderme —solo lo soltó, así sin reparos, pero con la esperanza de que nadie los escuchara.

Chanyeol metió las manos en los bolsillos frontales de su pantalón, con aire despreocupado.

—Nunca he ocultado las ganas que tengo de ponerte sobre el escritorio y follarte, pero me contengo por el bien de esta investigación.

—¿Qué tendría que ver eso con... esto?

—No puedo buscar a un asesino si estoy enterrado en tu culo, ¿o si?

"No importa, olvida al asesino, casi nos está haciendo un favor", pudo haberle rogado, y, como si Chanyeol pudiera leer sus pensamientos, se carcajeó.

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