Capitulo Cuarenta y Dos.

Darius iba a estar enojado con él, Noah solo lo sabía.

Habían pasado casi una semana desde que su padre había despertado, y su salud había estado mejorando notablemente. Las cosas entre él y Chris estaban... bien. Si era sincero, Noah aun no terminaba de comprender cual era el arreglo al que esos dos habían llegado, pero verlos interactuar, le daba la sensación de estar viendo una escena extrañamente triste. Suponía, y esperaba, que eso cambiaría en algún momento. Quizás, en un tiempo, ellos podrían volver a comenzar, dado que, era obvio que retomarlo desde el lugar donde lo habían dejado era imposible. Los Bannarasee y los Kenneth se habían encargado de destrozar cualquier lazo que hubiesen formado.

Noah no estaba siendo el clásico niño pequeño que quería que sus padres estuviesen juntos finalmente. Él solo esperaba que ellos pudiesen encontrar finalmente la felicidad; juntos o separados, eso era lo de menos.

Tenía problemas más grandes que tratar por el momento: Van había estado extrañamente tranquilo.

Y eso ponía a Noah extremadamente nervioso.

Con los abuelos Bannarasee, Noah podía arriesgarse a intentar intuir cuál sería su próximo paso. Generalmente, estos siempre se habían inclinado por hacer las cosas de forma que sus planes no pudiesen desmoronarse. Así que, seguramente habrían hecho un movimiento para intentar convencerlo de firmar el traspaso de las propiedades, asegurándose de que todo fuese lo suficientemente legal como para no poder ser deshecho luego. Claro, quizás, y muy seguramente, habrían utilizado artimañas, chantaje y amenazas para persuadirlo de firmar, pero al menos no lo habrían lastimado directamente.

Era su nieto, después de todo. Sin importar la sangre que corría por sus venas, Noah era el heredero final de todo, esa era la forma en que ellos lo habían dispuesto, así que no lo herirían adrede.

Van por otro lado, no parecía considerar a Noah siquiera digno de respirar el mismo aire que él. Y había dejado más que claro que él solo era un obstáculo en su camino. El idiota tampoco era de los que pensaban demasiado, él golpearía, y cuando lo hiciese, Noah tenía que estar preparado para protegerse y contraatacar.

Y esa era la razón por la que había decidido reunirse con Yuma. Con lo poco que habían hablado a través del teléfono, Yuma le había asegurado que no solo tenía información que le gustaría tener, sino que tenía una forma de detener al idiota de Van antes de que hiciese algo.

El problema era que Yuma y Darius no se agradaban mucho. En realidad, todo residía en la simpleza de sus educaciones opuestas. Así que, mientras que Yuma consideraba que el dinero y la comodidad económica era la cúspide de la felicidad, Darius aseguraba que solo el amor puro y dulce podía darte esa sensación. Dos polos completamente opuestos, difícilmente podían cruzar palabra sin chocar en sus respectivos pensares.

Esa era la razón principal por la que Noah había decidido tomar a Matt e ir a encontrarse con el joven Vosbein. Ahora, quizás traer al rubio idiota tampoco había sido una idea brillante.

—¿Crees que venga? —Matt preguntó por lo que debió ser la onceava vez en la última hora, revolviéndose en su silla mientras miraba en todas direcciones—. Quizás le pasó algo y por eso aún no ha llegado. O quizás si vino, me vio y se largó. Oh, ¿Qué pasa si es eso último? ¿Qué si le disgustó verme y me dejó plantado?

Bajando la taza de té a medio beber nuevamente a la mesa, Noah llamó toda la paciencia que era capaz de reunir luego de casi una hora de soportarlo, y miró al chico—. Él no te conoce. Puedo apostar toda la herencia que estoy a punto de recibir, que ni siquiera se acuerda de tu cara —señaló—. Y en todo caso, si por un milagro de la vida te recordase, ¿Qué infiernos tienes tu que ver con nada? Él viene a reunirse conmigo, tú eres parte de la decoración para él.

Matt puso mala cara—. Eres una cosita bastante mala cuando quieres —se quejó—. Podrías haberme permitido al menos la ilusión.

—Quiero ahorrarte el disgusto. —dijo simple y sinceramente—. Yuma es una pésima idea para poner tus cartas. Hay muchas otras personas en el mundo, fíjate en alguien más.

—Pero él realmente me gusta.

Intentó no hacerlo, pero el impulso de rodar los ojos era fuerte—. Lo viste una vez en tu vida, y solo fueron treinta segundos.

—¿Acaso no conoces el término "amor a primera vista"? —replicó—. Creo que fue eso.

—¿Ahora estas enamorado? —lo miró, impresionado de lo rápido que estaba escalando todo el asunto. Cuando el chico asintió con seguridad, Noah solo suspiró—. Bien, vete de aquí, siéntate en otro lado, no te quiero en esta mesa cuando Yuma llegue.

—¡Hey, ¿por qué?! —se quejó—. ¿Acaso vas a impedirme vivir mi propia historia de amor?

—No hay ninguna historia de amor, Matt, ni siquiera hay amor. Solo estas embelesado por su cara —dijo, señalando lejos—. Ahora vete, lo último que necesito es que hagas algo para molestar a Yuma y él no hable conmigo luego. Siempre ha tenido una mecha corta, tengo la sensación de que solo harán falta treinta segundos en tu presencia para que estalle.

—O quizás no, quizás te equivocas y solo has conocido esa parte mala de su personalidad porque él aun no me ha conocido —dijo—. Quizás solo haga falta una pizca de amor verdadero para que veas la buena persona que se esconde detrás de esa fachada.

Noah estrechó los ojos hacia él—. Ves muchas series, ¿verdad?

—Series no, leo mucho, novelas... novelas románticas.

—Mm, sí, me di cuenta. —asintió—. Entonces, como estas tan metido en eso, te complaceré y seré el villano aquí: Soy tu jefe, tienes que hacer lo que te digo mientras estes en servicio, y te estoy diciendo que vayas a sentarte a otro lado, ahora.

Matt se quejó en voz baja, pero Noah tenía razón y todas las de ganar, así que no le quedó opción que ponerse de pie y cambiarse de mesa como le fue pedido.

—Espero que seas consciente de que estas truncando una historia de amor que podría ser preciosa. —Matt acusó.

—Si, seguro la culpa no me dejará dormir en la noche —Noah estuvo de acuerdo, haciéndole un gesto vago con su mano para que desapareciera de su vista de una vez.

Sin el molesto guardaespaldas cerca, finalmente pudo concentrarse en terminar su bebida y su porción de tarta, diciéndose a si mismo que si, al final, Yuma no aparecía, al menos podría permitirse disfrutar de algo delicioso. Al contrario de Matt, él no estaba realmente preocupado por la tardanza del otro. Yuma tenía su propia forma de hacer las cosas, así como también sus propios problemas, le daría unos treinta minutos más, si no aparecía, simplemente lo daría por tiempo desperdiciado y se iría a casa.

Fueron unos quince minutos después cuando la puerta se abrió y Yuma finalmente apareció. Estaba vestido de forma casual, con colores bastante claros y un abrigo pesado sobre sus hombros. Noah lo observó con curiosidad, dado que, al contrario de lo usual, su ropa era bastante básica y poco llamativa, además de que se tomó un instante para mirar fuera un par de veces antes de finalmente caminar hacia la mesa donde él estaba.

—Noah —dijo a modo de saludo, sentándose en la silla frente a él y haciéndole un gesto al camarero—. Lamento la tardanza, tuve un pequeño inconveniente.

—Está bien, me alegro de que pudieses llegar. —dijo, sacándole importancia.

Luego de pedir el café más fuerte del menú, aclarando la escasa azúcar que deseaba en él, Yuma giró sus oscuros ojos hacia él y suspiró—. Estoy seguro de que quieres saber la razón por la cual te pedí esta reunión, así que intentaré no dar muchos rodeos.

—Dijiste que tenías información que podía interesarme, ¿de qué se trata?

Asintió—. Pero primero, déjame verificar una cosa —dijo, esperando el asentimiento de Noah antes de seguir hablando—. Eres inteligente, siempre lo has sido, así que estoy seguro de que notaste que hay una conexión entre todas las cosas que han estado sucediendo a tu alrededor últimamente.

—¿Quieres decir que todo se conecta al imbécil de Van? —soltó, para nada sorprendido de no ver siquiera un ápice de asombro en el rostro del otro. Obviamente, no era el único que había llegado a ese razonamiento.

Otro corto asentimiento—. ¿Cómo cuanto crees que es su culpa?

—¿Todo? —lo miró con confusión—. Si las cosas hubiesen tomado el rumbo obvio, se habría beneficiado de cada una de las situaciones.

Yuma lo miró con una pizca de apreciación, como si se hubiese percatado de algo, antes de sonreír—. Supongo que en el esquema que manejas, eso es todo lo que puedes ver.

—¿A qué te refieres? ¿Qué no estoy viendo?

—¿Sabes cuál es el mayor problema de procrear con una amante? —preguntó, y ante la mirada curiosa de Noah, respondió por sí mismo: — Que los niños producto de esa infidelidad, no tienen idea de su origen real y una decisión errada podría terminar en un desastre genético espantoso.

Eso solo lo confundió más. Interrumpiendo su conversación, el mesero se acercó para dejar la fragante taza de café frente a Yuma, dándole una mirada demasiado larga antes de alejarse. Ignorando el comportamiento del empleado, el joven bebió un sorbo y volvió a encontrarse con la mirada confundida de Noah.

Con un suspiro, bajó la taza y preguntó: — ¿Tienes idea del escándalo que sería para nuestras familias, si la misma sangre se mezclara para crear vida?

Las piezas cayeron una a una, embonando perfectamente y creando una imagen realmente desagradable para Noah. Recostándose pesadamente en el respaldo de su silla, observó a Yuma sintiéndose algo horrorizado. Yuma era solo uno de los dos niños que el padre Bannarasee había dejado de obsequio a su amante. La otra era Kira, la mayor de los Vosbein, la cual era una de las personas más desagradables que Noah conocía.

Y extrañamente siempre había tenido una estrecha amistad con Van... o al menos, eso era lo que Noah había pensado que era.

Ahora que Yuma había girado la imagen para él, comenzó a recordar y analizar más de cerca muchas conductas de ambos, logrando que su estómago se retorciera. Sabía que Kira tenía un embarazo avanzado ya, quizás unos siete u ocho meses, aunque no tenía idea de quién era el padre porque en realidad, tampoco le había interesado. Ahora que lo sabía, hubiese preferido seguir en la ignorancia.

Bebiendo de su café por un instante, Yuma pareció esperar hasta que la idea finalmente se instalara en su cabeza antes de volver a hablar—. Mi padre nos quiere a ambos fuera —dijo finalmente, pareciendo bastante conflictuado por tener que admitir aquello—. No somos sus hijos después de todo, puedo comprenderlo.

Observando el obvio conflicto en sus ojos, Noah no estaba a punto de jugar la carta sobre como un padre podría ser tan cruel, porque él mismo había vivido situaciones peores con Van. En vez de eso, suspiró.

—Pasaré todo a tu nombre una vez que la transferencia de la herencia este lista —dijo—. Después de todo, tienes más derecho a ese dinero del que yo lo tengo.

Los afilados ojos negros lo observaron por el momento más largo antes de negar—. Aunque agradezco la intención que tienes, no quiero ese dinero —dijo—. Tengo mi propio negocio, y aunque no será como antes, puedo hacerme cargo de mí mismo.

—Yuma-

—En cuanto a mi hermana —el otro lo interrumpió, obviamente poco inclinado a seguir esa línea de conversación—, Kira no tiene nada. Siempre se negó a hacerse cargo de su propia vida, demasiado segura de obtener todo lo que quisiera de nuestros padres con un chasquear de dedos. Puedes imaginar, que ahora que todo esto estalló en su rostro, se ha dado cuenta del error en sus pasos.

Noah no necesitó meditarlo mucho, era bastante obvio para él ahora—. Así que por eso Van quería deshacerse de sus padres, para obtener su dinero y poder mantener a su propia amante y a su hijo nonato.

—Tu abuela sabía que tu padre y mi hermana estaban en algo, pero sé que no le importaba mientras Van se mantuviese casado con Nate y mantuviese la aventura oculta —siguió—. Cuando mi hermana quedó embarazada, estuvo algo escandalizada, pero prefirió hacer la vista gorda, dado que ni Van ni Kira parecían interesados en que otros supiesen sobre la paternidad del tipo. Es más, sé que mi hermana ya había encontrado un idiota al cual arrojarle la responsabilidad.

—Pero entonces, todo esto de la infidelidad de mi abuelo salió a flote y todos supieron que ustedes dos eran sus hijos también —Noah dedujo, intentando salir del shock—. Solo puedo imaginar cómo se lo tomó mi abuela, estoy bastante sorprendido de que no le hubiese dado un infarto en el acto.

Yuma asintió—. Tu abuelo no sabía sobre la aventura de Van y Kira, así que también fue un shock para él saber que el bebé de Kira era de Van —dijo—. No estuve allí, pero parece que ambos parecían a punto de perder el alma cuando lo supieron.

—Lo imagino —asintió—. Dos hermanos teniendo una aventura y un niño producto de esta, la reputación de la familia habría estado manchada para siempre.

—Mi hermana tampoco estaba muy feliz por eso. Pero el embarazo está muy avanzado ahora, no puede hacer nada. Además, ya hizo su estado público, si no aparece en unos meses con un niño en brazos, tampoco se verá bien. —Yuma siguió, bebiendo su café con tranquilidad—. Súmale a eso, el hecho de que mi padre ya no quiere tener nada que ver con ninguno de los dos, y le dijo a mi madre que, si ella quiere tener contacto con nosotros, entonces deben divorciarse. Por supuesto, mi amorosa madre prefiere mil veces patear a sus hijos a la acera que perder su estatus.

Noah hizo una mueca—. Lamento eso, Yuma.

El otro sonrió suavemente, pero no llegó a sus ojos—. Está bien, no es como si hubiese sido la madre del año tampoco —dijo antes de hacer un gesto vago con su mano, lanzando el tema lejos—. De todas formas, por lo que sé, Kira fue corriendo a pedirle a Van que le ayude.

—Pero Van está a punto de perder su empresa y declararse en bancarrota —terminó por él, meditándolo con lentitud—. Y por eso sus padres me hicieron el heredero universal, para evitar que el idiota de Van se haga con la fortuna familiar para mantener a su hermana/amante con su dinero. Esto es tan retorcido.

—Ni que lo digas —sacudió la cabeza—. He estado observando suceder esto desde fuera por un tiempo, y aun no puedo procesarlo completamente.

Noah asintió suavemente, pero había algo que aún quedaba en el aire para él—. Pero ¿Qué tienen que ver mis abuelos Kenneth con esto? ¿Por qué ir detrás de mi padre y de su fortuna cuando el dinero de los Bannarasee sería más que suficiente?

Yuma se encogió de hombros—. Cuando una persona es avariciosa, nunca es suficiente dinero —dijo—. Además, por lo que sé, su plan era que Kira mantuviese el apellido de mi madre y así pudiesen casarse. Y con esa idea, Nate sobraba en el esquema. Creo que llegaron a la conclusión de que, si limpiaban completamente el tablero y se hacían con todo el dinero, todo sería más fácil.

—Nunca se han jactado de ser las personas más inteligentes del lugar. —estuvo de acuerdo.

Se detuvo a pensar en eso por un largo momento que Yuma aprovechó para pedir que su taza fuese rellenada. Volviendo a acercarse a la mesa, el mesero vertió el líquido oscuro con destreza antes de deslizar un trozo de tarta de chocolate en su dirección.

Yuma miró la misma con curiosidad—. No ordené eso.

El mesero asintió—. El joven de aquella mesa lo pidió para usted.

Noah no necesitaba darse vuelta para saber de quién hablaba. Yuma por su parte, echó un vistazo y luego giró hacia Noah, elevando una ceja en su dirección—. ¿Amigo tuyo?

—Próximamente: exempleado —dijo con los dientes apretados.

Volviendo a ver la porción por un instante, Yuma tomó el plato y la puso en manos del mesero nuevamente—. Lléveselo de nuevo —pidió—. Y dígale que, si su deseo es asesinarme, una bala sería más rápida y piadosa.

El joven empleado lo miró con confusión.

—Soy extremadamente alérgico al chocolate —dijo—. Aunque eso no sería el problema en realidad, ya que las nueces en su interior harían que me asfixiara hasta la muerte antes de que la urticaria hiciese su aparición.

Noah gimió interiormente, frotando sus sienes con sus dedos. Eso era simplemente genial. Yuma se había acercado, le había dado información malditamente importante y prácticamente aclarado todo el panorama para él, solo para que su tonto guardaespaldas se lo retribuyese intentando asesinarlo.

Simplemente, increíble.

El mesero se alejó a paso rápido, pareciendo tan avergonzado como Matt debería sentirse. Por su parte, Yuma rio entre dientes, sacándole peso al asunto—. Él no tenía como saberlo, está bien.

Noah se quejó bajo su aliento—. Realmente lo siento por eso —dijo—. Matt es un buen chico... cuando no actúa como un cachorro enamorado.

Echando un vistazo sobre su hombro, Yuma solo sonrió—. No tienes idea de las veces que he tenido que soportar este tipo de cosas antes —masculló, antes de simplemente agitar la cabeza y suspirar—. De todas formas, y volviendo al tema de nuestro interés, las cosas solo van a empeorar desde aquí si no hacemos algo para detenerlos. Porque ellos no van a parar hasta tener el dinero, Noah, y no les importará deshacerse de ti y de toda tu familia para lograrlo.

Noah sabía perfectamente eso—. Dijiste que tenías una forma de detener a Van, ¿de qué se trata?

Yuma asintió, y cuando parecía a punto de hablar, se detuvo y lo pensó un instante más—. Te daré la información, pero quiero algo a cambio.

—Si esta a mi alcance, es tuyo.

—Quiero que me des Floressence. —soltó.

Eso sorprendió a Noah. No por la petición en sí, sabía que Yuma le pediría algo, esto después de todo, era una especie de negocio entre ambos. Pero había llegado con el pensamiento de que iba a tener que ceder algo grande. Floressence era una pequeña marca de maquillaje apenas popular, algo que su abuela había comprado por capricho años atrás y que seguía produciendo por suerte pura. Era uno de los negocios más pequeños que pasarían a su poder luego de que la herencia le fuese entregada, así que estaba bastante sorprendido de que ese fuese su pedido.

—¿Floressence? —repitió, frunciendo el ceño—. ¿Estás seguro de que eso es lo que quieres? Puedo darte cualquier otra que quieras, es más, puedo darte parte del dinero y las acciones de las demás empresas, no tengo ningún problema.

Yuma negó—. Solo quiero Floressence —dijo con seguridad—. ¿Puedes dármela una vez que recibas la herencia?

Aun confundido, Noah asintió—. Por supuesto, es tuya. Me comunicaré contigo en cuanto tenga todo listo para el traspaso.

Haciendo un gesto de gratitud, Yuma alcanzó la cartera que traía con él y sacó un sobre de manila de la misma, poniéndolo sobre la mesa y empujándolo hacia él. Noah estaba curioso, pero antes de que pudiese abrirlo, la mano del otro lo detuvo.

—No lo abras aquí —dijo—. Hazlo en la seguridad de tu casa, no quieres que nadie por aquí vea algo que no debería ver.

—¿Qué hay dentro?

—Pruebas —Yuma dijo. Cuando Noah lo miró con confusión, el otro suspiró—. Estoy seguro de que, para este momento, sabes perfectamente el tipo de persona que es Van.

—Un hijo de perra sin alma —dijo—. Lo tengo claro.

Yuma hizo un gesto totalmente de acuerdo antes de lucir pensativo—. Hace unos veinte años, Van, junto con algunos de sus amigos, le hicieron algo horrible a un adolescente —dijo—. Por lo que tengo entendido, estaban borrachos y drogados, lo que no quita la culpa, pero explica el porqué tomaron una decisión tan horrible. Ellos realmente hicieron un desastre, y cuando se percataron de lo realmente grave de todo el asunto, solo se deshicieron del jovencito de la manera antigua.

—Oh, dios mío.

—Si, justo lo que piensas —dijo antes de seguir—. Tus abuelos cubrieron todo con dinero y sobornos, por lo que el nombre de Van ni siquiera fue mencionado al pasar. Esta noticia salió en diarios y programas televisivos, pero nunca pudieron dar con los responsables. Ese joven solo murió y fue olvidado, mientras Van y los demás siguieron con sus vidas como si nada.

Noah sacudió la cabeza—. Sabía que era malo, aunque nunca esperé que lo fuese tanto.

—Tu no tienes idea de lo realmente vil que es —dijo, bebiendo lo último de su café, hizo un gesto al sobre—. Dentro, tienes las pruebas que demuestran que Van fue uno de los victimarios en ese caso.

Mirando nuevamente el simple e insulso sobre, Noah frunció el ceño—. Pero han pasado veinte años, ya no puede ser condenado por ese crimen, ha pasado demasiado tiempo.

—No se supone que vayas con la policía —dijo con tranquilidad—. El jovencito al que Van lastimó, era el hijo de uno de los capos de la mafia Italiana aquí en Londres. El sobre, debes enviárselo a él, y esperar a que se haga cargo por si mismo de librarnos de Van para siempre.

Noah lo miró con espanto—. ¿Quieres que lo delate con la mafia? ¿Sabes lo que le harán?

—Por supuesto que lo sé. —dijo—. Le harán justo lo que merece.

Cuando Noah solo lo observó sin poder procesarlo, Yuma soltó un largo y pesado suspiro antes de quitar algunos mechones de su rostro y empujarlos detrás de sus orejas. Cualquier que lo viese, fácilmente podría haberlo confundido con un ángel. Yuma era la definición de lo que un modelo angelical debería ser. Físicamente, no podría encontrar ningún defecto, pero en cuanto a su personalidad, siempre había sido alguien bastante vicioso y con pensamientos algo extremistas.

Percatándose de cómo estaba siendo visto, el moreno suspiró—. Piénsalo así, Noah: eres tú o él, es él o Darius —dijo—. ¿Acaso vas a permitir que vaya tras Darius? No hay necesidad de que nadie más salga herido, lo único que tienes que hacer es enviar el sobre a la dirección que esta en el interior y luego olvidarte del asunto.

—Cargaría con su muerte en mi consciencia por el resto de mi vida.

—Su muerte será su propia culpa —dijo—. Si un ratón corre directamente hacia una trampa, sabiendo exactamente lo que es, ¿es tu culpa por poner la trampa o del ratón por ir a morir conscientemente?

Noah movió su mirada nuevamente al sobre—. ¿Por qué no lo hiciste tú? ¿Por qué no enviar el sobre? También quieres deshacerte de Van o no estarías aquí, ¿acaso no quieres cargar con su muerte?

Yuma sonrió—. No tendría ningún problema en llevar su muerte acuestas —dijo—. Pero ya me arriesgué demasiado mientras buscaba esas pruebas, no puedo ir por ahí señalando gente si no quiero meterme en líos yo también. Tu en cambio estás limpio, por lo que seguramente solo te ignoren y sigan con sus vidas.

—¿Qué pasa si no lo hacen?

—Lo harán —aseguró. Golpeando sus finos dedos sobre la superficie de la mesa, Yuma pareció meditar algo antes de finalmente decidir hablar: — Conozco a estas personas, Noah. No preguntes como, pero las conozco. Y sé perfectamente, que una vez que te investiguen, porque te aseguro que lo harán, y vean tu limpio historial, entonces solo te dejarán en paz. En este caso, el termino "mafia" se escucha por sobre más satanizado, estas personas no van contra inocentes. Y teniendo en cuenta que les darás en bandeja de plata al asesino de su hijo, en realidad, ellos te deberán un favor a ti.

Noah no estaba tan seguro. Había pensado que Yuma le iba a plantear una solución más humana, quizás algo relacionado a los negocios. Ni en un millón de años, habría pensado que el chico terminaría involucrando a la mafia. Y crímenes y asesinatos, esto era mucho más de lo que Noah podía procesar.

¿Esto era acaso una solución o solo terminaría metiéndose en un lío mucho más profundo luego?

—Estás pensándolo desde el ángulo incorrecto —Yuma se quejó—. Velo desde el punto de vista de un padre. Si alguien asesinase cruelmente a tu hijo, ¿no querrías que el culpable pagase por eso con su sangre?

La mente de Noah saltó hacía el recuerdo de su pequeña. Solo eso logró que asintiese sin lugar a duda. Él realmente quería que las personas responsables pagaran, así que, teniendo las pruebas en sus manos, ¿podía negarle a otro padre ese privilegio? Quizás sus métodos serían muy diferentes al tratar con los culpables, pero al final del día, ¿quién era él para juzgar?

—Piénsalo, Noah —Yuma insistió—. Pero ten en cuenta, de que al final, Van nos sirve más bajo tierra que en la cárcel. Él no va a rendirse fácilmente aun entre rejas, cortar el problema de raíz parece más beneficioso.

Noah volvió sus ojos hacia él e hizo la pregunta que había rondado en su cabeza desde que habían comenzado a hablar: — ¿Por qué estas tan interesado en deshacerte de Van? ¿Qué ganas tú con eso? —dijo—. ¿No sería más beneficioso para tu hermana el que él estuviese vivo y bien?

—Mi hermana y su descendencia no son mi responsabilidad, así como ella dejó claro en más de una ocasión que mi bienestar no es de su incumbencia —dijo en un tono demasiado frío—. Por la razón, te diré que su muerte no me beneficia en nada material, pero si me dará paz mental el saber que ya no respira.

La mirada de odio puro en su rostro logró que Noah fuese aun más curioso—. ¿Qué te hizo?

Yuma no respondió, pero la mirada embrujada en sus ojos decía mucho: — Hay personas que merecen la muerte, y Van es una de ellas, eso es todo lo que debes saber.

Antes de que Noah pudiese hurgar más en esa declaración, un plato con una porción de lo que parecía tarta de limón, se deslizó sobre la mesa hacia Yuma antes de que Matt, siendo el descarado que era, tomase asiento a un lado de Noah. Llevaba una sonrisa compradora de oreja a oreja y una expresión amistosa demasiado aterradora. Noah lo miró un instante y solo pudo tomarse la cabeza, intentando no maldecir al idiota frente a su invitado.

Recobrando su mirada altanera de antes, Yuma dirigió sus ojos oscuros hacia el guardaespaldas antes de mirar la porción—. ¿Qué es esto?

—Tarta de limón, totalmente apta para personas alérgicas a los frutos secos y al chocolate —Matt dijo con orgullo—. La compré en una tienda cerca de aquí, dijeron que puedes comerla sin problemas.

Las perfectas cejas de Yuma subieron—. Las personas educadas, se presentan a si mismas antes de irrumpir una conversación ajena —señaló, antes de empujar el plato en reversa hacia Matt—. Y las personas inteligentes, no comen cosas que perfectos extraños empujan hacia ellos.

—Pero no soy un extraño —Matt replicó, y por alguna razón, algo justo en su sentido de autopreservación, le dijo a Noah que estaba a punto de escuchar una estupidez. Y Matt no lo decepcionó—. Mi nombre es Matthew Blanchett, y soy el amor de tu vida.

Noah se quejó por lo bajo, pensando que quizás, si podía vivir con el peso de dos muertes en su consciencia. Porque asesinar al descarado de Matt parecía demasiado malditamente tentador en ese instante. 

***

N/A: ¡Perdón por la demora! No tienen idea de cuanto me esta costando escribir esta novela, es como que no puedo llegar al final. 

Estoy intentando encaminarla ahora, creo que quizás en 3 o 4 capítulos más, finalmente podré darles un final. Sé que les he pedido esto ya muchas veces, pero ténganme un poquito más de paciencia. 

¡Gracias!

-Nina.

PD: Por si quieren saber como se ven Yuma y Matt, les dejo fotos de referencia abajo. Si prefieren imaginarlos, no sigan bajando XD












MATT BLANCHETT:


YUMA VOSBEIN:

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