Capitulo Cinco.
—El pequeño Noah hizo una travesura, y va a tener su traserito palmeado.
Ni siquiera había terminado de abrirle la puerta, y Blue ya estaba burlándose de él, comenzaba a creer que el chico le había puesto un rastreador en algún lugar y había estado preparándose para recibirlo justo al otro lado de la madera. Nadie podía ser tan ocurrente y burlón sin preparación previa.
Volviendo a mirar al chico, suspiró... quizás si, alguien podía serlo.
Cruzándose de brazos, Noah bufó—. ¿Que sabes?
La sonrisa del rubio creció antes de tocarse la punta de la nariz—. Yo lo sé todo —dijo. Riendo, terminó de abrir la puerta y le hizo un gesto al interior—. Vamos, entra, tu y yo tenemos que hablar. Deja que tu buen amigo aquí presente escuche todos tus pecados y te de tu penitencia.
—No eres un cura, Blue —dijo, pasando a su lado para entrar—. Estoy seguro que de entrar a una iglesia, te pondrías rojo, te saldrían cuernos y una pequeña cola en forma de flecha.
—Si, porque a ti seguro te saldrían alas —arrastró. Cerrando la puerta, se adelantó, guiando el camino hacia la cocina—. Tu tampoco sudas agua bendita, hipócrita.
—¿Quién es el hipócrita? —Damon preguntó cuando entraron, agitando el contenido del sartén antes de volver a dejarlo sobre el fuego y girarse a mirarlos—. Hey, Noah, no sabía que vendrías, ¿te quedarás a almorzar?
—Si, se queda —Blue respondió por él—. Un pajarito me contó que Noah a estado haciendo travesuras, y quiero que me cuente todos los detalles.
—¿Un pajarito? —Noah masculló—. Más como una urraca parlanchina.
—Le diré a Nee que dijiste eso. —lanzó hacia él antes de acercarse al corral a un lado, donde Shiloh estaba ocupado arrojando todos sus juguetes fuera del mismo—. Cariño, deja de hacer eso, no es divertido juntarlos.
Shiloh le respondió arrojándole un patito de hule por la cabeza.
—¿Que tiene que ver Nee con Noah? ¿Por qué tienes que decirle lo que dijo? —Damon se acercó, mirando entre ambos con curiosidad—. ¿Que hicieron?
Percatándose de su desliz, Blue se giró a verlo con una sonrisa inocente—. Yo no hice nada, fue Noah quién lo hizo.
—¿No hiciste nada? —bufó—. Tengo un audio de Nee diciendo todo lo contrario.
—¡Ese bastardo parlanchín!
La mirada de Damon fue de uno al otro—. ¿Me pueden decir que esta pasando? —preguntó, volviéndose a Noah—. ¿Cuándo te volviste cercano a Nee?
—Yo no soy cercano a él —dudó—, aun... yo no... él no... es complicado.
—Yo que tu, le digo —Blue canturreó—. Es mejor tener varias personas de tu lado antes de enfrentar al dragón mayor, ¿no te parece? Quizás Damon pueda ayudarte a tratar con Darius cuando sea el momento.
—¿El momento de qué? ¿Alguien me puede explicar? —Damon apresuró, su cabeza se movía como si estuviese viendo un partido de tenis, de un lado a otro.
Dudando por un largo momento, Noah simplemente lo soltó:— Acabo de aceptar un trabajo como asistente personal de Nee.
Y la cocina quedó en completo silencio tras esa declaración.
Levantando la mirada para ver al mayor, lo encontró observándolo con la boca abierta y la cuchara de madera que había estado usando, sucia de salsa, dirigida a él como si estuviese acusándolo silenciosamente de algo.
—Tu... —susurró, pareciendo aturdido por un instante—. ¿Que?
—Acepté ser el asistente personal de Nilo Payne —dijo con lentitud, asegurándose de no dejar malos entendidos en el medio—. Comienzo el lunes.
Mirando al mayor, Noah sabía con seguridad, que si le hubiese dicho que había encontrado un perro verde de dos cabezas en el parque camino allí, no hubiese estado más impactado que en ese momento. Y es que, aceptar trabajar para el nemesis de quién dices amar, debería ser lo último que esperas escuchar de una persona.
—¿Empiezas el Lunes? —Blue interrogó, dado que Damon parecía momentáneamente mudo—. Pensé que mi primo te necesitaba urgente.
—Lo hace —Noah aseguró, dándole una mirada preocupada al mayor, quién seguía congelado en su lugar antes de girarse para explicarle a Blue—. Pero sus compromisos empiezan la semana entrante, así que quiere que estudie su horario y reorganice su agenda antes de comenzar.
—Ya veo —asintió, tomando un montón de juguetes y arrojándolos dentro del corral nuevamente, dándole una mirada de advertencia a su hijo que este ignoró completamente—. ¿Quieres un consejo de alguien que lo conoce bien? Ponle horarios y no te atrevas a cambiarlos o ceder ante sus pucheros, porque si lo haces, estas perdido.
—¿Tan malo es?
—No es malo, es caprichoso —dijo. Acercándose a la mesa, le hizo un gesto para que se sentara antes de hacer lo mismo en el lado contrario—. Los Payne-Malik tienen una historia bastante dolorosa detrás, que seguramente el lengua suelta de Nilo te cuente en algún momento. De todas formas, eso hizo que mis tíos se tornasen jodidamente sobreprotectores y complacientes con todos sus hijos, así que son un poco... mm, malcriados, por falta de una mejor descripción.
Noah suspiró—. Créeme, tengo experiencia con malcriados. —volviendo a mirar a Damon, preguntó—. ¿Él está bien?
Volviendo a ver a su pareja, Blue asintió—. Si, es normal para él, a veces sus neuronas se pegan juntas y como que se desactiva —dijo—. Creo que es por tantos golpes que le han dado, como cuando Shiloh golpea sus juguetes y luego emiten música distorsionada. Ahora mismo "¿Estrellita donde estas?" esta sonando dentro de su cráneo con la voz del oso Yogui dentro de una lata.
El ceño de Damon se frunció ante lo dicho, logrando que Noah soltara una pequeña risa.
—No estoy dañado —el castaño se defendió, poniendo mala cara—. Solo intentó procesar el hecho de que quién consideraba mi hermanito pequeño, acaba de traicionarnos vilmente de esta forma.
—¿Traición? —Noah parpadeó sorprendido hacia él—. ¿Como fue que yo te traicioné a ti? Me esperaría eso de Darius, pero pensé que tu te llevabas bien con Nilo, ¡estas en pareja con su primo!
—Los enemigos de mi hermano, tambien son mis enemigos —aseguró antes de hacer un gesto vago hacia el rubio—. Y lo de Blue... estaba borracho cuando nos acostamos la primera vez, ni siquiera razoné que se trataba del primo de Nilo.
Antes de que Noah pudiese decir nada, Blue soltó un pequeño sonido fastidiado—. Así que esa es toda la razón por la que te acostaste conmigo, ¿eh? —dijo, y sus ojos azules de alguna forma se veían como los de un gato a punto de saltar sobre una presa—. Porque estabas borracho. Y yo aquí, pensando tontamente que el alcohol solo te volvía un poco torpe, obviamente es capaz de nublar por completo tu juicio, ¿no?
—N-no —murmuró, pareciendo percatarse del error que había cometido—. No es lo que quise decir, yo realmente me enamoré de ti y me acosté contigo porque realmente me gustabas.
—Espero que realmente te guste el sofá también, porque ahí es donde vas a dormir el resto de la semana. —dijo.
—Gatito... —susurró, pareciendo apaleado, casi al punto de hacer pucheros.
La risa suave de Shiloh pareció burlarse de la desagracia de su padre.
El timbre hizo eco en la casa, logrando que Blue hiciese una seña hacia la misma—. Es para ti, Mono —dijo—. Mi invitado ya esta aquí, y no espero a nadie más.
Aun luciendo como un niño pequeño al que le acababan de decir que su idas al parque estaban terminadas, Damon dejó la cuchara en su mano sobre la mesa y caminó arrastrando los pies hacia la puerta.
Viéndolo irse, Noah comentó—. Él realmente no quiso decir eso.
—Lo sé —Blue asintió—. Pero me gusta verlo rogar, y a él le gusta hacerlo, y el sexo de reconciliación es increíble.
Echando un vistazo al bebé que mordisqueaba las orejas de un peluche distraídamente en el corral, no pudo evitar bromear—. Ten cuidado con eso, ahí tienes el souvenir que te dejó tu último descuido.
—Fue un souvenir muy lindo —dijo antes de agregar—. Pero ya aprendí mi lección, con uno es más que suficiente para mi.
—¿Por qué siento que no vas a poder cumplir con esas palabras?
Pasos se acercaron a donde estaban, antes de que la voz de Damon resonara en la cocina:— Miren lo que que trajo el gato.
Girándose hacia la puerta, los ojos de Noah se abrieron en sorpresa al ver a Darius entrar siendo prácticamente arrastrado por Damon. No habían cruzado caminos desde la mañana después de la boda de Wolf y Nicky, en parte porque él mismo había estado evitándolo. Aun no sabía como decirle lo de Nee, y no era como si pudiese ocultarlo por mucho tiempo, así que solo estaba intentando prepararse para ello antes de enfrentarlo.
Parecía que no iba a obtener ese pequeño tiempo de preparación.
—Teddy —Darius saludo al verlo, pareciendo igual de sorprendido—. No sabía que ibas a estar aquí.
—Tampoco sabía que ibas a estar aquí. —admitió, antes de girar a mirar a quién lo había llamado allí en primer lugar.
Viéndose descubierto, Blue sonrió incómodamente—. Nadie sabía nada del otro. Damon y yo debemos comunicarnos más, obviamente. —soltó, poniéndose de pie y alejándose con rapidez—. Déjame ayudarte con la comida, Mono.
Viéndolo huir como la pequeña rata rubia que era, Noah estaba a punto de reclamarle por el engaño cuando una pequeña y emocionada voz lo interrumpió.
—¡Dada! ¡Dadadada! —aun sentado entre un montón de almohadas dentro de su corral, Shiloh observó con ojos enormes y una gran sonrisa hacia Darius, moviendo sus manos como si quisiese llamar su atención:— ¡DADADA!
Sonriendo hacia su sobrino, el castaño traspasó la habitación y se acercó, sacándolo del corral en el momento en que extendió sus bracitos hacia él. Aunque no había muchas palabras reales en su vocabulario, era obvio para cualquiera que lo viese que el pequeñito estaba malditamente emocionado de ver a su tío allí. Balbuceando a mil por hora, pareció contarle mil y una cosa que Darius escuchó atentamente, asintiendo y agregando algunas pequeñas palabras aquí y allá cuando era obvio que su respuesta era esperada.
Era una imagen hermosa de presenciar. Al contrario de Noah, a Darius siempre se le había dado naturalmente el tratar con niños. Era como si hubiese algo en su presencia que lograba crear un vinculo con los infantes apenas le echaban un vistazo y luego de eso, eran todo risas y sonrisas. Quizás esa era una de las grandes razones por las que había escogido su profesión, Darius siempre era el profesor favorito en cada escuela que enseñaba.
Darius siempre era el favorito en cualquier lugar al que fuese.
Esto no se debía solo a su atractivo, aunque nadie podía negar que influía bastante. Los brillantes ojos verdes, el suave cabello castaño y la sonrisa contagiosa que siempre parecía estar al borde de sus labios, atrapaban la atención en donde fuese. Y entonces lo conocían... estaba bastante seguro de que aun no nacía el ser humano capaz de resistirse a los encantos de Darius Baker.
Y esa era otra de las razones por las que Noah debía mantener distancia de él, porque de todas las personas alrededor, él parecía ser el más débil ante el joven de ojos verdes.
Eso y que verlo con un bebé en brazos hacia que la cajita donde había empujado toda su tristeza en su interior, comenzase a vibrar, amenazando con volver a abrirse y llevarlo abajo nuevamente.
Recuperando el morral que se había quitado al sentarse, se puso de pie, pasando la correa por su cabeza hasta acomodarla en su hombro mientras hablaba:— Olvidé que tenía un compromiso —dijo—. Tengo que irme ahora, los veo después.
—Teddy —Darius llamó, pero lo ignoró.
Fue cuando llegó a la puerta de la cocina, que la voz de Blue flotó hacia él—. Noah, espera, no puedes irte así, pensé que ibas a contarme sobre tu nuevo empleo.
—¿Nuevo empleo? —Darius se hizo eco—. ¿Encontraste un nuevo empleo?
Girándose lentamente, lanzó una mirada aguda a su nuevo enemigo personal antes de mirar a Darius—. Si, me ofrecieron un cargo como asistente personal y acepté, firmé el contrato hace unos días, comenzaré el lunes.
—Eso es increíble, Teddy —Darius respondió, una sonrisa real en sus labios—. Te irá genial, estoy seguro.
Ah, la culpa era una perra con aquellos que habían cometido malas acciones.
—Yo que tu, le digo ahora —Damon murmuró en voz muy baja al pasar a su lado con una pila de platos en sus manos—. Es más fácil si solo quitas la bandita de un tirón.
—Se va a enojar. —Noah respondió en el mismo tono.
—Eso lo sabías de antes y aun así aceptaste el trabajo —le recordó, siguiendo su camino para poner la mesa—. Ahora acepta las consecuencias de tus acciones o huye como una pequeña rata.
—¿Las consecuencias de qué? —Darius preguntó, mirando entre ambos con curiosidad—. ¿Alguien me puede explicar lo que sucede?
—¡ESPERA! —Blue intercedió antes de que Noah pudiese abrir la boca, girándose hacia su cuñado—. Antes de que nadie te diga nada, tienes que prometer no enojarte sin importar lo que sea dicho.
—¿De que se trata to-
—¡Promételo! —el rubio interrumpió, dedicándole una mirada seria—. Debes prometer no enojarte.
—Lo prometo —cedió.
—No es suficiente —dijo—. Promete que no te enojarás, y si rompes tu promesa, que te caiga un rayo en el medio de la cabeza y te deje como pollo frito.
—Gatito, no amenaces a mis hermanos con rayos asesinos. —Damon pidió.
—Nada va a pasarle si cumple con su promesa —se defendió.
Mirando a su cuñado con seriedad, Darius suspiró:— Te prometo que sin importar lo que diga, no voy a enojarme —dijo, cruzando su dedo sobre su corazón—. Y si rompo mi promesa, que me caiga un rayo encima y me mate en el instante. ¿Contento?
Blue sonrió complacido—. Bastante.
Agitando la cabeza con diversión, Damon se acercó a tomar a su hijo de los brazos de su hermano, aprovechando para bajar la voz y decirle algo al mismo antes de arrastrar a un renuente Blue fuera de la cocina.
Una vez solos, Noah volvió a mirar a Darius y soltó un largo suspiro derrotado al admitir—. Vas a enojarte, sé que lo harás —dijo, volviendo a quitarse el morral para poder sentarse en la silla que había abandonado antes—. Puedes hacerlo, prometo no decirle nada a Blue.
—Si me enojo va a matarme un rayo, ¿recuerdas? —dijo, sonriendo mientras se sentaba también. Una vez frente a frente, preguntó:— ¿De que se trata esto, Teddy?
Encontrándose con su mirada, Noah recordó las palabras de Damon y decidió que no había mejor forma de decirlo que simplemente decirlo:— El empleo que acepté —dijo—, es para ser asistente personal de... Nilo Payne.
Pudo ver el momento exacto en que Darius procesó sus palabras, la forma sutil en que su ceja izquierda tembló y como ese pequeño tic en el borde de su ojo reapareció luego de haberse ido en la adolescencia. Pasó un segundo, luego otro y otro... casi un minuto después, el de ojos verdes finalmente parpadeó lentamente y asintió, poniéndose de pie bruscamente y paseándose por la cocina como un gato encerrado.
—Está bien —dijo luego de un tiempo, deteniéndose para mirarlo, su voz sonando más calmada de lo esperado—. Está bien, no estoy enojado por eso, ¿por qué lo estaría?
—Uuhm —dudó—. ¿Seguro que estas bien con eso?
Tomando un largo y profundo respiro, el mayor asintió con seguridad—. Perfectamente bien.
No estaba bien, no estaba para nada bien, y el que intentase mentirle tan descaradamente a Noah, quién lo conocía tan bien, era simplemente tonto.
Poniéndose de pie, se acercó a donde estaba, deteniéndose justo frente a él. Encontrándose con los ahora oscuros ojos verdes, levantó su mano y pasó suavemente su dedo bajo el tembloroso parpado, intentando calmar el tic nervioso que parecía haber comenzado a atacar la paz del mayor.
Estaban cerca, demasiado cerca. La mirada de Darius estaba pegada a su rostro, un brillo suave y cariñoso había reemplazado el anterior enojo y confusión. Percatándose de lo que estaba haciendo, Noah intentó retroceder, pero el mayor fue más rápido, impidiéndole hacerlo.
Los dedos del mayor fueron suaves al enredarse en su mueca, sus labios calientes parecieron quemar su piel cuando se posaron en sus nudillos, quedándose allí un instante demasiado largo.
—Dare... —Noah susurró, sin estar seguro si estaba pidiéndole al otro detenerse o solo llamando su nombre.
—Está bien —Darius susurró contra su piel, su mirada mucho más tranquila ahora—. Si ese trabajo es lo que te hace feliz, entonces estoy bien con eso.
Noah asintió distraídamente, más concentrado en el aliento caliente que acariciaba su piel, que en cualquier cosa que el otro estaba diciendo. Sabía perfectamente que lo que hacían estaba mal, eso estaba lejos de mantener la distancia como se había propuesto. Pero aun cuando era un suave toque en su piel, era algo tan cercano a su anhelo que le era imposible arrancar su mano y simplemente alejarse.
Y entonces, Darius se acercó medio paso.
Sus cuerpos quedaron a escasos centímetros de distancia, casi podía sentir el suave calor provenir del cuerpo del más alto. Los ojos de Darius brillaron cuando bajo sus manos unidas y las colocó en su pecho, justo sobre su corazón, antes de acercar suavemente sus rostros. El fuerte perfume amaderado lo rodeo desde todas direcciones, invadiendo su mundo y logrando que sus pensamientos se confundieran, su fuerza de voluntad evaporada.
Cada latido del corazón del otro golpeó contra su piel, podía sentir el propio latiendo al unisonido en su propio pecho cuando los labios de Darius se posaron en su mejilla.
—Teddy —su voz fue suave, melosa y tan dulce como un caramelo, enviando ondas cálidas por su cuerpo—. ¿Puedo besarte, cariño?
—Dare...
—Déjame besarte, por favor —susurró, mirándolo como si estuviese esperando la más minima señal de consentimiento para avanzar.
Moviendo su rostro suavemente, Noah echó un vistazo a los hermosos ojos que tanto amaba y se acercó con suavidad, dispuesto a unir sus labios en un lento y dulce beso y-
"You tell me that you're sad and lost your way
You tell me that your tears are here to stay
But I know you're only hiding
And I just wanna see you"
El sonido de su celular lo sacudió, logrando despertarlo del estado de ensoñación en el que había caído. Percatándose de lo que había estado a punto de hacer, se apartó con algo de brusquedad del otro, parpadeando tontamente antes de sacudirse.
"You tell me that you're hurt and you're in pain
And I can see your head is held in shame,
But I just wanna see you smile again
See you smile again"
—Yo... uhm... —tragó un par de veces antes de alejarse un par de pasos más. Recuperando su morral, lo apretó contra su pecho antes de darle una última mirada al rostro decepcionado del castaño antes de murmurar—. Tengo que irme.
Antes de que nadie pudiese detenerlo, se apresuró hacia la puerta y directo a su auto, arrojando su morral en el asiento del acompañante, encendió el motor.
"But don't burn out
Even if you scream and shout
It'll come back to you
And I'll be here for you"
Con un último vistazo a la casa, salió del camino de entrada sin darle un segundo para que Darius pudiese correr detrás de él.
Se detuvo a un par de cuadras de distancia, deteniéndose junto a la vereda y apagando el motor. Con las manos aun sobre el volante, observó el exterior con una mirada perdida, intentando no concentrarse en la sensación cálida que aun permanecía en su piel gracias a la cercanía del otro.
¿Que estuvo a punto de hacer? ¿Acaso había enloquecido? Luego de tantos años esforzándose por ser solo amigos, había estado a punto de arrojar todo al infierno en un segundo.
¿Que clase de tonto era?
Golpeándose a si mismo por su debilidad, alcanzó su morral donde el estribillo de la canción volvía a repetirse:
"Oh I will carry you over
Fire and water for your love
And I will hold you closer
Hope your heart is strong enough
When the night is coming down on you
We will find a way through the dark
And you don't need
You don't need to worry
And you will see it's easy to be loved
I know you wanna be loved"
Sacó su teléfono, echándole un vistazo al mensaje que había llegado y lo había salvado de su propia estupidez. Sus ojos se ampliaron con sorpresa al ver al remitente. Era cierto que lo había llamado, pero no había pensado que iba a obtener una respuesta tan rápido.
Era una fotografía del aeropuerto de Tailandia, acompañado con un breve mensaje debajo:
"A punto de abordar el avión a Londres.
¿Aun quieres que nos veamos? -Reb."
Había una buena razón por la que su mejor amigo se llamaba Rebel... tenía la sensación de que al invitarlo, solo había agregado más problemas a su vida.
***
¡Hola! Espero que les haya gustado el capitulo.
Escribiéndolo, recordé algo. ¿Alguna vez les comenté que todas las parejas de esta saga tienen una canción de One Direction?
Si no lo hice, acá les dejó la lista de las canciones y me dicen si no parecen escritas para ellos:
Zayn y Liam: "Over again"
Nilo y Kai: "Truly, madly, deeply"
Nicky y Wolf: "Strong"
Blue y Damon: "Perfect"
Noah y Darius: "Through the dark".
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