12: Advice from a Friend.
Al día siguiente, JiHyo despertó con el eco de las palabras de YunJin todavía en su mente. La conversación de la noche anterior, la sinceridad de su hija y la ternura con la que le había expresado su deseo de que encontrara a alguien que la amara de verdad, dejaron una marca en su corazón.
¿Podría realmente merecer un amor que fuera sincero, sin compromisos a medias ni máscaras?
¿Alguien que la amara sin condiciones?
Mientras se levantaba y comenzaba la rutina matutina, la imagen de Sana apareció en su mente. La castaña siempre había estado a su lado, siempre le había brindado una escucha sincera y su apoyo incondicional.
¿Era posible que esa conexión, esa cercanía que tenían, fuera algo más que una amistad?
La azabache sentía un torbellino de emociones; se preguntaba si lo que percibía en Sana era una simple amistad o si, en medio de su confusión y sus miedos, estaba confundiendo las señales y su deseo de ser amada.
No podía saber si estos sentimientos eran genuinos o solo una ilusión nacida de su vulnerabilidad.
Mientras conducía para llevar a YunJin a sus clases de pintura, la azabache se dio cuenta de que aún no tenía las respuestas que necesitaba. Hacía tanto tiempo que no pensaba en sí misma y en sus propias emociones que ahora, enfrentada a la posibilidad de un nuevo tipo de conexión, se sentía atrapada en un laberinto de dudas y temores.
Justo cuando llegaron, Daniel, que estaba en la entrada y, la detuvo antes de que se bajara del auto. —Hyo, puedo recoger a YunJin después de sus clases —le dijo, con un tono que intentaba ser amable. Pero Park notó en su expresión algo que no había estado ahí antes, como si intentara ahora involucrarse en asuntos de los que siempre se había mantenido al margen.
Respiró hondo, tratando de mantener la calma. —No es necesario, Daniel. Yo vendré por ella. Después de todo, es algo que nunca has hecho... y hoy tampoco es el día para empezar.
Kang pareció quedarse sin palabras ante la firmeza de JiHyo. Quizás porque sabía que tenía razón o porque, en el fondo, entendía que no era un rol que realmente pudiera cumplir. Asintió sin decir más, y JiHyo le dio una sonrisa de despedida antes de girarse para entrar con la pequeña.
—Nos vemos, mamá —le dijo YunJin antes de dirigirse emocionada hacia su clase.
Con su agenda despejada por la tarde, decidió hacer algo que le había rondado la mente desde el día anterior: hablar con alguien que pudiera darle una perspectiva externa. Sin mencionar nombres ni detalles comprometedores, pensó en NaYeon. Era también su mejor amiga y siempre había sido directa y perceptiva, y aunque podía ser un poco dura, JiHyo confiaba en su honestidad. Si alguien podía ayudarla a despejar su confusión, era ella.
Al poco tiempo, JiHyo llegó al café donde habían quedado de verse. Al sentarse y ver a la rubia con su característico aire de elegancia y severidad, JiHyo sintió una mezcla de nervios y alivio. Im le dio un asentimiento de bienvenida, observándola como si pudiera leer todo lo que le ocurría en la expresión.
—No puedo creer que me hicieras venir a una cafetería en Coapa, pudimos ir al Starbucks.
—A ver JiHyo, estamos en México y vamos a consumir cosas mexicanas. Además, si me vas a hacer escuchar tus trinches problemas, mínimo déjame escoger en dónde. Tienes suerte que no te estoy cobrando porque en el spa tenemos promoción en terapias alternativas... Pero bueno, ¿Entonces? — dijo NaYeon alzando una ceja. —. ¿Qué es eso que te tiene tan pensativa?
JiHyo se removió en su asiento, buscando la forma de expresar algo que aún no terminaba de comprender. —Últimamente... siento que estoy confundida —empezó, tratando de no verse demasiado vulnerable—. Con todo el asunto del divorcio y lo que me dijo YunJin, porque tuve una plática muy profunda con ella, es una niña extraordinaria... y bueno, he comenzado a cuestionarme muchas cosas. Cosas sobre quién soy y lo que realmente quiero en mi vida.
NaYeon asintió, dándole espacio para continuar sin interrumpirla.
—Ayer, YunJin me dijo algo que me ha dejado pensando —continuó Park, con la mirada perdida—. Ella quiere que encuentre a alguien que me ame por lo que soy, sin mentiras ni apariencias. Y aunque no debería afectarme tanto, sus palabras me hicieron preguntarme... si realmente podría tener eso.
—¿Por qué no? —preguntó Im, con una ceja enarcada—. ¿Acaso crees que no lo mereces? Porque si me preguntas, me parece que eso es exactamente lo que necesitas después de todo este desastre con Daniel.
La azabache respiró hondo, sintiendo el peso de lo que estaba a punto de decir. No quería que NaYeon pensara que estaba desvariando, pero necesitaba hablarlo con alguien.
—No se trata solo de Daniel —confesó, bajando la voz como si temiera que alguien más la escuchara—. Hay alguien más... alguien que ha estado ahí para mí de una manera que nunca imaginé. Y... no sé si mis sentimientos hacia esa persona son reales o si simplemente estoy confundiendo la amistad con algo más profundo por todo lo que he pasado.
La rubia la miró, intrigada, pero en vez de juzgarla, parecía estar considerando cada palabra. —No necesitas decirme quién es esa persona, pero sí voy a decirte algo —dijo, apoyando su taza en el platillo con cuidado—. Las conexiones profundas no se forjan de la nada. Puede que solo estés confundida, sí, pero también es posible que esa persona haya despertado algo en ti que estabas reprimiendo. No tiene nada de malo querer explorar lo que sientes. Lo único que sería malo sería mentirte a ti misma.
JiHyo sintió cómo sus palabras la golpeaban de lleno, llenándola de una mezcla de alivio y miedo. ¿Estaba realmente dispuesta a enfrentarse a sus sentimientos? Y si lo hacía, ¿qué consecuencias tendría?
—¿Y si solo estoy... usando a esta persona para llenar un vacío? —preguntó JiHyo en un murmullo—. No quiero lastimar a nadie, mucho menos a alguien que significa tanto para mí.
NaYeon tomó un sorbo de su café, manteniendo su mirada firme sobre Park. —JiHyo, a veces nuestra mente busca razones para no arriesgarse. Si tus sentimientos hacia esa persona son genuinos, deberías darte la oportunidad de descubrirlo. Pero antes que nada, necesitas ser honesta contigo misma. Si hay algo que sientes, no lo desestimes solo porque crees que es complicado.
Las palabras de Im se quedaron grabadas en la mente de JiHyo. Mientras se despedía de la rubia y volvía al auto, un nuevo tipo de claridad la inundaba. Sabía que aún tenía dudas, pero también entendía que no podía ignorar lo que sentía por más tiempo.
A medida que el día avanzaba y volvía a recoger a YunJin de su clase, JiHyo sintió una ligera paz que no había sentido en mucho tiempo. Aún no sabía qué haría con sus sentimientos hacia Sana, pero al menos ahora, estaba lista para afrontarlos, para encontrar una verdad que había evadido demasiado tiempo.
Que sea maratón no significa que no voten ehh
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