✨ Move ✨
Desde la ventana del comedor, KyungSoo se extraña como cada noche, cuando aparece en el callejón trasero del edificio, el cuerpo que danza en la oscuridad. Hace un par de días que se viene apareciendo el joven, yendo y viniendo de un extremo al otro, saltando con la agilidad de un felino, girando una y otra vez como una mariposa que revolotea feliz en plena primavera; y KyungSoo cree que quizá se está volviendo un poco loco y debe dejar de beber vino por la noches porque no era sana la forma en que las piernas de aquel chico lo hipnotizaban, impidiéndole escapar del hechizo que era admirarlo.
Embriagados con este extraño humor
Puedes dejarte ir...
Pero no puedes escaparte de mí
Cuando nos hemos vuelto tan débiles.
Siente que se está perdiendo en sueños, que ese joven es irreal, porque cada vez que ejecuta un paso, en la soledad del callejón, su corazón se agita y su entrepierna arde. El verano deja ardiendo también el suelo de las calles y KyungSoo no comprende como es que ese chico de piel color nuez y cabellos rebeldes, puede estar danzando descalzo, sin lastimarse con la basura que algunos vecinos suelen arrojar desde sus ventanas.
Debe dejar de beber tanto vino, o la próxima vez que vea a aquel chico bailar, acabará arrojándose de la ventana al igual que la botella que se le acaba de caer por su torpeza de borracho. Escucha a alguien gritar desde algún balcón cuando el vidrio se hace trizas contra el piso. Entonces despierta del sueño en el que él cree que vive ese joven danzarín y se asoma irónicamente a ver si lo ha lastimado.
Pero él ya no está allí. Se ha esfumado como la luna entre las nubes.
Y tu cabello peinado puede convertirse en un lío
Déjalo así, sigues siendo hermoso
Y si tu postura se afloja
Está bien, sólo mírame a mí...
Otra noche más de pies ágiles y rápidos, brazos extendidos en el aire, hombros rectos que ejecutan movimientos eléctricos, pero KyungSoo nunca puede verle claramente el rostro y eso lo está desesperando. El callejón está demasiado oscuro siendo iluminado únicamente por el brillo de la luna, el brillo que sólo deja ver la espalda, las piernas largas y el cabello reluciente y castaño como el otoño; sin embargo, el rostro es opaco y sin forma alguna. Una mancha indescifrable, y KyungSoo se siente atraído por descubrir más de la belleza del bailarín nocturno.
¿Acaso sólo él estaba curioso?
Los movimientos están empezando otra vez
Debajo de las luces opacas
Tus elegantes gestos y miradas secretas
Tu reflejo en la clara ventana, tus movimientos centellantes
Con este extraño sentimiento, esta atracción que nos deja sin aliento.
Otra noche y KyungSoo llega una vez más del trabajo, pero decide que no va a beber, no por el resto de esa madrugada al menos. Necesita estar bien despierto para poder presenciar con claridad al bailarín misterioso que danza como si se estuviese ocultando del mundo. Como si su danza fuera un tabú.
Y entonces decide que lo mejor será esperarlo en el callejón, escondido detrás de algún contenedor de basura, para poder presenciar su rostro, y admirarlo finalmente como es debido. Para poder llevarse un buen recuerdo, para dejar de ser carcomido por la curiosidad. Para demostrarse que no está loco, que realmente existe y está allí. Que no es todo un hermoso sueño donde los ángeles danzan bajo la luna al ritmo de la brisa veraniega esperando llegar paso a paso, hasta el cielo.
Tú tienes el ritmo, tienes el ritmo...
Debajo de las luces opacas
Tus movimientos me cautivan
Tus elegantes gestos y miradas secretas.
Ahora está sobrio, no hay nada que le impida creer que está alucinando o desvariando como sus amigos le decían cuando les contaba del chico bailarín en el callejón, primero lo molestaban con un «ha de ser alguna prostituta», pero cuando KyungSoo les juraba que aquel cuerpo se veía demasiado masculino para ser el de una mujer, cuando les dijo que parecía el reflejo de Kim JongIn intentando conquistar la noche, y otra vez su corazón, dejaron de hacer bromas.
Y KyungSoo se quedó esperando esa noche, varias horas, pero el bailarín simplemente no aparecía y se preguntó si sería absurdamente porque esa noche él no había bebido más vino de la cuenta, ¿acaso al estar embriagado el aroma a uvas se intensificaba y llamaba a los recuerdos del pasado? Endulzándolos cuando en realidad eran tan amargos que estrujaban el corazón.
No, no era necesario el vino, ni un par de uvas, ni ninguna clase de dulce para evocar al bailarín. KyungSoo lo supo cuando desilusionado, alzó la vista hacia el cielo estrellado.
Kim JongIn era una estrella y no estaba allí con él.
O eso fue lo que creyó hasta que sus ojos se encontraron con la sorpresa en la ventana de su habitación, entonces brillaron cual soles en medio de la noche.
Era el bailarín, la forma de su cuerpo, y el resplandor plateado que emanaba cuando bailaba, su corazón se aceleró y una sonrisa blanca asomó en sus labios, alzándose como la luna a la que llegaría algún día, las mejillas doradas estaban titilando como el pasado vivido.
KyungSoo se lanzó a correr sin comprender qué hacía el misterioso bailarín en su departamento.
¿Cómo había logrado entrar?
Por un momento
Confié en lo que mis ojos veían
Con asombro, te estoy mirando sólo a ti.
Así que te pusiste maquillaje
No lo necesitas, eres hermoso así.
Incluso si tu impecable camisa se arruga toda
No importa, tan sólo mírame a mí.
Y cuando regresó a su casa, agitado por la prisa con la que había subido las escaleras al sentir que el ascensor no llegaría jamás, es cuando volvió a ver otra vez el rostro cautivante, el cuerpo delgado y las piernas firmes que danzaban siempre en el callejón, que nunca dejaban de moverse ni siquiera en su corazón.
Vió una última vez los ojos oscuros como el cielo nocturno, la sonrisa cálida de su amado, sabía que era él, siempre supo que era JongIn quien bailaba para él bajo la oscuridad y trayéndole bellos recuerdos. No había forma de explicar lo que sentía en ese momento, después de un mes, intentando superarlo.
Sólo esperaba que ese momento se repitiese una y otra vez, que Kim JongIn siguiese bailando para él como una estrella fugaz.
Ni una sola expresión de tu rostro
Ni una sola oración
Pueden expresar todo lo que eres
Porque somos perfectos de la manera en que somos
Así que no te preocupes más
Y repítelo, repítelo...
Sus ojos se empañaron en lágrimas, y lo vió dirigirse con gracia, con ritmo, hacia la habitación. Como las noches en que hacían el amor hasta el amanecer. JongIn caminaba elegante y volteándose con miradas traviesas, llamándolo para que vaya detrás de él y acaben con eso de una vez por todas. Sentándose en la cornisa de la ventana, golpeó sin emitir sonido alguno con su mano en el borde y le invitó a que lo acompañe.
La mano transparente se deshizo con los últimos fragmentos de la luna atravesándole los dedos y KyungSoo lo siguió y se sentó a su lado, viendo a JongIn saltar al vacío con la agilidad de una pluma, y sin dañarse ni una sola hebra de su cabello cuando cayó en el callejón y continuó bailando con el ritmo lejano de las botellas de vino crujiendo contra el suelo; esas que él mismo había arrojado día tras día.
Tienes el ritmo, tienes el ritmo...
Debajo de las luces opacas
Tus movimientos me cautivan
Tus elegantes gestos y miradas secretas.
Tienes el ritmo...
JongIn finalmente dió su último gran giro, uno magistral e hipnotizante como un rombo que baila sin fin, uno que culminó sonriente delante de él y le ayudó a levantarse tomándolo de la mano.
La danza de la muerte se había acabado, y la última botella de vino rota en el suelo, se desangraba junto con el cuerpo de KyungSoo.
Fin.
✨Ayy, hace mucho tenía ganas de escribir con esta canción y la idea por separado, hoy las terminé uniendo ✨ espero hayan disfrutado un ratito, ¡muchas gracias por leer y que comiencen una bella semana, un bello inicio del final del año!
Besitos 😚
❤
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