Único
El sonido de las máquinas, los pasos, las voces, todo que hacía que ese hospital fuera más bullicioso de lo que quisiera como un mercado.
¿Pero por qué todo ese bullicio?
Por una simple razón, el héroe número uno Bakugo Katsuki había sido azotado en una de sus batallas y acabó en el hospital con muchísimas heridas quizás ya era un cadáver.
El sollozo del omega de Bakugo Katsuki se hizo presente, el odiaba el tema de los hospitales pues le parecían centros fríos y llenos de tragedias que era como un pre cementerio.
—Tranquilo Sho, él estará bien— aseguró mientras le daba apoyo al chico tratando de no hacer que se altere por su embarazo.
—No, no va a estar bien, yo.. Yo lo vi, yo lo siento— argumentó para sólo apretar con fuerza uno de los regalos que le dio Katsuki antes de que un grupo de villanos interrumpiera en su casa—Él no está bien..
—Shoto respira, inhala exhala— le repitió Izuku al verlo, él llegó a la casa de la pareja en aquel llamado por proteger a sus dos amigos, él junto al bicolor vieron como algunos de los villanos se lanzaron contra Shoto pero Bakugo en un intento de protegerlo se interpuso haciendo que Izuku alejara al omega y todo fue un charco de sangre del cual no pudieron hacer nada más que mirar.
—No, Midoriya, No lo entiendes, no pude salvar a mi esposo, a mi Alfa— se paró furioso odiaba que intentan calmarlo sabiendo que su esposo estaba muriendo, su lazo se lo decía y la voz de Izuku lo alteraba más.
—Lo entiendo, se que es agobiante pero necesitas calmarte, estás embarazado puedes alterar al bebé y acabarás tú también hospitalizado.— trataba de hallar las palabras perfectas para hacer que se calme.
—Midoriya, cállate por favor— pidió Shoto, no quería alterarse más y necesitaba ver a su Alfa y esperar que le den buenas noticias y no malas.
—Pero— la presencia del ex héroe número uno y padre Shoto hizo que se callara.
—Shoto— la voz rasposa y dulce del omega patriarca de la familia Todoroki se acercó a su hijo para darle apoyo, el sufrió lo mismo hace años pero lamentablemente con su hijo.
—Papa— abrazó al mayor con cuidado de su abultado vientre para dejar que lo consuele mientras se permitió derrumbarse, no era para el fácil saber que su compañero de vida estaba muriendo,su lazo, su embarazo solo empeoraba todo.
Sus párpados al fin pudieron reaccionar despertando tenso, lo último que recuerda es que el doctor le dijo sobre algo de su esposo y todo se hizo negro.
El dolor en su cabeza y el pitido que llegó a sus odios le dolió demasiado, teniendo que sentarse y tratar de conseguir que ese sonido al igual que el dolor pare.
De Repente todo paró y pudo al fin ubicarse, estaba en una habitación de hospital recordando algunas cosas, Katsuki había sido herido.
Llevó su mano a su vientre al darse cuenta que se sentía vacío, cuando su mano tocó esa zona donde debería estar su bebé no había nada, estaba todo plano.
Su vientre estaba plano, su bebé no estaba en su casita... ¿Había perdido a su hijo? Aquel líquido salado empezó a resbalar por sus mejillas, trató de contestar y buscar a su Alfa tras el lazo pero apenas quiso hacerlo este ardió y la parte de su nuca fue un gran impacto.
El dolor en esa zona fue muy horrible obligándose a llevar su mano ahí, no estaba su bonita mordida de marca, no... Lo que la reemplaza solo era una cicatriz áspera.
Katsuki había fallecido, perdió a su esposo y a su hijo, pedido a ambos.
Un gran nudo se iba instalando en su garganta pero por suerte pudo por lo menos desahogar su tristeza soltando un gran grito desgarrador que puso a muchas personas melancólicos pues el aroma de aquel omega se hizo agrio y lastimero.
Digno de un omega que acaba de sufrir un aborto y el fallecimiento de su Alfa.
Las lágrimas caían como ríos entre sus mejillas mientras trataba de deshacerse de esos cables para ver aún qué sea los restos de su esposo y cachorro.
Pero al ver a Kirishima Eijiro entrar para que no lo hiciera lo tensó.
—¿¡Donde esta mi bebe!? — grito histérico y de manera nerviosa quería ver sus restos—¡¡Katsuki!!— su voz salió muy chillona por la fuerza que trataba al gritar.
—¡Shoto!— fue y agarro al Omega con delicadeza aplicando poco de fuerza para que no se lastimara—Calmate si quieres saber debes estar tranquilo.
—No, dime dime donde están ellos, Katsuki, mi cachorro donde están sus cuerpos— trataba de gritar pero su voz se cortaba haciéndole difícil gritar pero algunas enfermeras y un doctor entraron.
—Shoto te lo diremos calmate.
—Eijiro no.. ¡Dime donde están! Tengo derecho— gritó de manera rápida viendo a los doctores.
—¡Sedalo!— la grave voz del doctor retumbó en los oídos de Shoto haciendo que se empiece a mover desesperado quitándose cables.
—Todoroki calmate, no te harán daño— dijo tratando de calmar al Omega de su mejor amigo.
Lastima que esto solo era el principio.
—¡No! ¡No me toquen, sueltenme!— el momento de forcejear y golpear a todos Shoto demostraba que era un gran y fuerte omega que hasta Eijiro tuvo que apartarse un poco por el fuerte golpe en su cabeza.
Pero el gran dolor por el pinchazo que entró en su cuerpo lo detuvo mientras aquel líquido entraba en su sistema dándole gran pesadez, cayendo dormido.
Sus ojos volvían a despertar, algún malestar no se presento, pero su mente tenia en cuenta que era lo que había pasado, su cachorro, su esposo.
Ambos estaban muertos.
Y en lo profundo de su alma sabía que él era el siguiente por dejar este mundo.
Su respiración era calmada, pues al final sabía que se reuniría con ellos en la otra vida, no podía atentar con el destino de la muerte.
Un olor conocido se concentró en su nariz haciendo que le picara y molestara soltó un gruñido para sentir como un cuerpo a su lado se removía.
—Todoroki— la voz rasposa pero calmada y dulce de Eijiro taladran sus oídos para contestarle con un gruñido—Perdon no me di cuenta... —dijo para ir a un lado y buscar una camisa de su hoy fallecido amigo dandosela al omega para que la oliera.
—Gracias Kirishima— habló el omega bicolor para poder sentarse con la ayuda del chico en la camilla reposando su espalda en las almohadas. —¿Que gravedad tenían las heridas de Katsuki para fallecer?— dijo para llevar su mano a su plano vientre.
—Todoroki, lamentablemente Katsuki sufrió de varias hemorragias en su cuerpo, además quien podría salvarlo no llego a tiempo... — suspiró pesadamente notando la mirada perdida y lastimera del omega, que trataba de controlarse de llorar y no gritar. —Él en sus últimos momentos antes de venir al hospital dijo tu nombre también el de Kaida y Takeo.
El aroma amargo del omega lo delató y unas pequeñas gotas saladas empezaron a caer por las mejillas del bicolor. —¿Mis bebés murieron?— no se anduvo con rodeos y prefería saberlo rapido.
—No, tus bebés viven, entraste en labor de parto por tus fuertes emociones y cómo ustedes ellos fueron unos grandes guerreros que sobrevivieron ahora están en una incubadora. —dijo con cuidado para darle una sonrisa.
—Los nombres de los bebés deben ser Kaida Y Takeo.— soltó para mirarlo y dejar que viera su cara hecha un revoltijo por las lágrimas, por sus ojos cansados y su cabello despeinado —Quiero verlos.. puedes ir donde el doctor y decirle cuánto tiempo me queda— dijo para sólo tratar de hacer que se vaya, estaba tan mal que no aguantaria mas.
—Esta bien... hablaré con los doctores y les diré a los demás qué te den tu espacio— dijo Kirishima para levantarse e ir a informar a los doctores.
Y sin poder agradecerle el pelirrojo se fue, sintió una gran arcada que lo obligó a tratar de calmarse y respirar, sus pulmones dolían todo su cuerpo en sí, todo volvía a su mente como fotogramas de una película de casete, toda su vida con su esposo, su muerte, los problemas, la felicidad, lo estaba ahogando, quería gritar pero no podía un nudo se hizo en su garganta, sus lágrimas eran más desesperantes.
Se empezaba a romper por dentro que iba como una infección que se extendió rápidamente por su cuerpo, causándole dolor mucho, pero sabía que en poco tiempo dejaría de sentir.
Todos los familiares de la pareja estaban angustiados pues no podían pasar a verlos.
La madre de Katsuki estaba junto a Enji Todoroki ambos lloraban desconsolados, sus hijos se iban de sus vidas antes que ellos. Pero ellos sabían cómo se sentía la muerte de tu compañero de vida.
Pero... ¿Por que ellos no murieron un tiempo después de que sus parejas murieran?
Porque Shoto era un omega dominante y Katsuki un alfa dominante, ambos al juntarse empezaron a depender del otro con una gran conexión, ambos al ser dominantes se conectaron más que por un lazo, su vida empezó a depender del otro.
Un raro suceso que intrigó a muchas personas y que lloraran cuando se enteren que el gran Bakugo Katsuki Héroe Número uno falleció.
Y que el héroe Todoroki Shoto morirá unos meses después.
Todo será un gran escándalo, pero por el momento podían estar relajados, aunque bueno la noticia de que el Héroe número uno estaba herido empezó a propagarse muy rápido y esa noticia fue la número uno en redes sociales, noticieros y en el mundo.
Muchos comentarios aparecieron con la noticia unos buenos otros malos, pero a eso Shoto no le interesa leer, ni ver ahora solo quiere ver a sus hijos y poder disfrutar los últimos momentos con ellos.
Dos meses habían transcurrido de aquel trágico accidente que han sido duros para el omega, que después de salir del hospital siempre estaba en su casa de casado, pero su hermana de mudo con el ya que le ayudaba a cuidar a los gemelos que se parecían mucho al finado Katsuki.
Amaba demasiado a sus hijos y se dedica a dejar cartas escritas para ellos cuando sean grandes, también dejaba algunos recuerdos para que no se sintieran tan solos, mandó a hacer un cuadro con su esposo, él e hijos.
Además que la noticia se había dado a conocer en todo el mundo sobre la muerte de Katsuki Bakugo, además que el héroe número tres dejó de hacer apariciones en vivo o en la calle.
Solo se sabe que él está en su casa y que de ahí no a salido, rumorea que perdió a su hijo pero solo eran rumores pues no los había perdido.
Se dedicaba a cuidar estos seis meses que le quedaban de vida, pero ahora sólo son cuatro meses que tiene para dejar el máximo de cartas y recuerdos para sus hijos.
—Shoto..— la voz de su hermana interrumpió su escritura pues había acabado el almuerzo.—Es hora del almuerzo vamos.
—Fuyumi, gracias por avisarme ya bajo— le sonrió para levantarse y ir a comer.
Ambos bajaron a la sala a comer con tranquilidad mientras hablaban de algún tema que se les viniera, Shoto habló sobre algo que estaban queriendo aplazar pero él no quería ya hacerlo.
—Fuyumi.. Quiero que tu seas la tutora de mis hijos cuando yo no esté— dijo finalmente para seguir comiendo.
—¿¡Eh!?—aquel sonido estruendoso de la cuchara que antes sostenía la mujer caía en el piso no fue tan duro para despertar a los gemelos por suerte. —P-perdón, pero Shoto yo no creo poder tomar el cargo de su tutora.
—Fuyumi quiero que tu seas esa persona, además eres excelente para eso— dio una dulce sonrisa para mirarla.
—Shoto.. Yo.. Bien me haré cargo de tus hijos, seré la tutora legal— miró a su hermano menor, para ella era doloroso saber que muy pronto el ya no estará y sus hijos pasarán a ser tutorados por su persona.
—Gracias Fuyumi, llamaré a mi abogado mañana para empezar el trámite, se que serás una excelente tutora.. Además quiero que entregues las cartas y recuerdos a mis hijos.. Cuando indique la fecha de estas.
—Bien— tenía claro lo que tenía que hacer desde ahora en adelante. Ambos no volvieron a tocar el tema y empezaron a comer con tranquilidad.
Shoto miró a un cuadro que tenía en la casa donde estaba ahí su esposo sonrió para sólo suspirar profundamente, muy pronto se reuniría con su esposo.
Todo el mundo se volvió a paralizar, lágrimas de los fans de aquel héroe y shh presencia en su funeral re afirmó como fue querido en vida.
Seis meses de cumplieron desde la muerte de Bakugo Katsuki y ahora de daba la muerte de Shoto Todoroki.
Pará las personas fue lamntable pero para la pareja de esposos fue un alivio volver a la a verse.
El sonido de una dulce música lleno sus oídos cuando sus ojos se cerraron por fin dejando aquel mundo, sus ojos se volvieron a abrir notando como enfrente suyo se encontraba a quien más esperaba ver.
Era su esposo cuando tenían ambos 16-17 años, cuando eran apenas unos jóvenes, sus apariencias eran como ellos, la voz grave de su esposo rezono en sus oídos y las voces de su hermana al igual que un llanto sincronizado se empezaba a oír de manera lejana.
—Te estuve esperando Fresita— aquella voz le transmitió calma y paz, con una sonrisa adornando su rostro dirigió una mano a la de su esposo.
—He llegado, Katsuki—dijo Shoto con una sonrisa para poder lanzarse a besar a su esposo, con felicidad ambos se levantaron de aquel campo lleno de margaritas.
Una música empezó a sonar, era un sonido muy hermoso no reconocían la canción pero ambos se acercaron más para que Shoto pusiera una de sus manos en el hombro de su pareja y la otra agarraba la de su esposo.
Katsuki en cambio puso una de sus manos en la cintura de su pareja y la otra apretó con fuerza la mano que se unía con su esposo.
La música los acompaña mientras se fundían en un hermoso baile lleno de su amor, sus tragedias y alegrías, mientras las voces de sus familiares y amigos era cada vez más lejana, ese dia fue el más doloroso para los allegados de la pareja de esposos Bakugo Katsuki y Shoto Todoroki.
Fuyumi Todoroki ahora cargaba con la responsabilidad de sus dos sobrinos, su hermano le había dejado mucho dinero para que los cuide, además de cartas y esas cosas.
Ella haría lo posible para que sus sobrinos vivieran felices.
—Fuyumi— la voz de Geten llamó su atención para mirarlo.
—¿Que pasó?— preguntó de manera cuidadosa.
—Es mejor irnos, ya se está haciendo de noche y los niños esperan— dijo con algo de tranquilidad para acercarse a su cuñada y poder darle apoyo.
—Tienes razón vámonos— miró por última vez la tumba de su hermano para dejar caer una rosa—Se que ahora eres feliz Shoto... Y yo haré lo posible que tus hijos sean igual de felices.
Y así fue como ambos chicos se fueron de la tumba de aquel muchacho.
l sonido de un gran estruendo por aquel golpe del villano que hizo para poder escapar con una suma fuerte de dinero.
Esto captó la atención de dos jóvenes que hacían sus prácticas para ser Héroes, rápidamente ambos se miraron.
—¡Vamos Kaida!— gritó el muchacho de apariencia Bicolor sus ojos rojos como la sangre y su cabello siendo blanco y cenizo.
–¡Apurate Takeo o se nos escapara esa escoria!— grito aquel gemelo de ojos Bicolor sus ojos de un gris y rojo intenso mientras su cabello era cenizo con pequeños mechones rojos en sus puntas.
Ambos saltaron a la acción mientras RedRiot llegaba a la acción a ayudar a los gemelos Bakugo Todoroki.
Aunque no hizo falta, los niños eran una copia de sus padres y al llegar el noto como aquel villano estaba siendo apresado por ambos, era como ver a sus dos amigos enfrente suyo.
Claramente se nota como la esencia de ambos chicos que cumplen 15 años de muertos estaba plasmada en sus hijos.
—Bien echo, Dynamite y Ice King— comentó de manera orgullosa y acarició su cabello desacomodandolo.
—¡No haga eso Tío!— grito Kaida mientras apretaba el agarre del villano.
—Gracias— respondió serio Takeo.
—Sus padres estarían orgullos de ustedes, es mejor seguir— dijo sonriendo para agarrar al villano y llevarlo con las autoridades.
—¿eh?— miró a su hermano— Kaida... ¿Tu crees que ellos estarían orgullosos de nosotros?
—¡Claro que si Takeo! ¡Tú y yo somos los mejores que esos extras ellos seguramente estarían felicitandonos! ¡Vamos hay que trabajar!
—Je, tienes razón vamos— sonriendo corrió detrás de su hermano.
Y así empezaba la nueva época de Héroes.
La nueva era.
Fin.
—Kiminari_Mushuro—
Hola, espero les haya gustado me ayudarían si votarán y comentaran.
Esta idea surgió tras escuchar la canción de la danza de los Cadáveres al principio pensaba hacerlo más sádico y retorcido pero decidí dejarlo así porque hoy es 14 de Febrero.
Feliz San Valentín.
Espero la pasen bien, nos vemos.
Cuídense.
Hasta aquí mi reporte Juaquin🚶♀️
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