Secco

Título: DANZA DE HIELO

Autora: Clumsykitty

Fandom: Universo Marvel entre Avengers y Thor principalmente.

Parejas: las que lleguen, pero sin duda habrá Thorki.

Disclaimer: Nada me pertenece aunque muera por ellos, todo es de Marvel y Mr. Lee entre otros, lo único mío es esta idea mía convertida en historia. Dicho está.

Warnings: Habrá mucho de todo y algunas cosas serán desagradables. No es un cuento de hadas. Me tomo licencias con ciertas tramas, personajes y contextos para mi beneplácito. Hace milenios que no escribía nada, pido clemencia a mis lectores por mis fallas, vuelvo a escribir como un ejercicio personal en busca de algo perdido.

Gracias por leerme.


CAPÍTULO 4. Secco.


No regrets they don't work

No regrets they only hurt
Sing me a love song
Drop me a line
Suppose it's just a point of view
But they tell me I'm doing fine.

No regrets, Robbie Williams.


Las nuevas armas cortesía de industrias Stark llegaron a los almacenes del cuartel general. María Hill observaba los cargamentos ser desplazados hacia revisión desde lo alto de la plataforma donde se encontraba, con una tableta en mano monitoreando a Lucky, sentada en el suelo junto a la camilla de Loki jugando con un oso Teddy que Tony le había obsequiado. Originalmente tenía sus dos ojos de botón pero Natasha le había quitado uno aclarando que así ella lo aceptaría mejor, lo cual sucedió. Lucky confiaba ahora tanto en Steve Rogers que le permitía tocarle y cargarla por breves lapsos de tiempo. Tony Stark hablaba con ella y le recibía obsequios como aquel oso de peluche o golosinas aprobadas por la doctora Cho a quien también veía con buenos ojos como su médico. Bruce Banner tenía los mismos privilegios, además de conseguir que cantara cortas estrofas de canciones Asgardianas, la mayoría relatos mitológicos sin relación alguna con el pasado del ojiverde. Vision era bienvenido para hablar pero no tocarle todavía, eso no molestaba al Vengador como tampoco a Wanda, que prefería acompañarle en silencio, ya que así podía percibir sus memorias felices y a partir de ahí seguir con su terapia de rehabilitación.

Clint y Natasha podían estar presentes en la misma habitación pero no hablar ni acercarse a menos que quisieran provocarle un ataque de pánico. Los demás no lo habían intentado siquiera. Eran demasiadas caras para ella. Un avance significativo había sido la aceptación de Viernes dentro de la sala, ya no le asustaba escucharle sin verle, enterada de que cualquier emergencia la IA podía encargarse si se lo pedía, incluyendo llamar a sus Vengadores de confianza. Ahora la pequeña vestía una cómoda pijama de algodón con figuras de corderos volando sobre nubes, una elección a cargo de Natasha quien había ganado sobre robots disparando entre sí, elección del Hombre de Hierro, con sus cabellos arreglados en dos trenzas sujetos por ligas decoradas por Wanda y unas pantuflas de conejo que la propia María Hill le había comprado.

No cabía duda que Lucky era parte importante en sus vidas.

Por supuesto, habían vivido momentos negros durante las recaídas de la niña. Sus gritos de desesperación a medianoche cuando una pesadilla aparecía, o cuando algún ruido brusco le hacía saltar, buscando refugio debajo de la camilla de Loki a quien llamaba con angustia temblando al punto que incluso a veces vomitaba de miedo. La situación no había sido fácil, con paciencia y mucha dedicación los días buenos estaban siendo mayoría sobre los días malos.

-Hill, ¿interrumpo algo? –ella volvió en sí al escuchar la voz del Hombre de Hierro.

-¿Señor Stark?

-Tengo unos obsequios para los Vengadores, ¿puedes reunirlos en la sala privada?

Así era como llamaban a la sala de juntas que estaba cerca de donde los huéspedes especiales, evitando las preguntas o suposiciones de los soldados en los niveles superiores. Hasta ese momento lo único que sabían era que Hulk había llegado con dos heridos que habían sido salvados y devueltos a sus hogares, creyendo que el área restringida de los Vengadores únicamente eran sus habitaciones personales donde relajarse sin ser molestados. Solo ése grupo privilegiado de superhéroes tenía la información real de sus supuestos prisioneros, y en más de una ocasión se había comentado la posibilidad de esconderlos a los ojos del Dios del Trueno cuando apareciera, cosa que no había sucedido en un año. Lanzando la alerta clave, el resto de los Vengadores fue hacia la sala a donde Hill les indicó, esperando por el Hombre de Hierro que apareció con su típica sonrisa descarada con un robot siguiéndole que cargaba varias cajas y pasteles.

-Te luciste, Stark.

-Gracias, Witzy Witzy Araña.

-¿Cuál es la ocasión? –preguntó Sam.

-Que desconsiderados. Hace un año exacto que Lucky Stark llegó a nosotros.

-Lucky Star –corrigió Steve.

-Stark.

-¿Un año? –Wanda se sorprendió.

El Capitán América pareció meditar algo y salió de la sala sin dar explicaciones. María le vio entrar a la habitación de Lucky que peinaba los cabellos de su madre en esos momentos. Steve se arrodilló ante ella susurrando unas palabras y luego la niña le abrazó por el cuello dejando que le cargara en brazos para salir de la sala ante la mirada estupefacta de Nick Fury. Todos esperaron por el par a que apareciera por las puertas, lo cual no tardó mucho.

-Se me ocurrió que podríamos tener una fiesta de cumpleaños –excusó Rogers con una sonrisa- El cumpleaños de Lucky.

-Excelente idea –apoyó Vision.

-¿Estamos bien? –preguntó Rhodes sabiendo que la niña se asustaba con ellos.

Sin embargo, Lucky les observó sin alterarse, clavando su mirada en los pasteles que Natasha ya había puesto sobre la mesa. Parecía que la presencia y el aroma de aquella deliciosa comida había aumentado la tolerancia de la pequeña cuyo obvio interés en los postres le ganó varias sonrisas. Steve tomó asiento a la cabecera de la mesa con la niña en su regazo que no despegó sus ojos del apetitoso pastel de chocolate con frutas cercano a ella.

-¿Puede comerlo? –preguntó Clint a Bruce.

-Claro, su estómago está recuperado.

-Fury si solamente vas a enojarte, entonces ve por una vela –dijo Tony a éste- Necesitamos una vela.

-Aquí –Vision ya había hecho una con ayuda de Wanda.

Era una gruesa y colorida L que pusieron sobre aquel pastel de chocolate encendiéndola para que soplara, Steve le enseñó un par de veces a Lucky como tenía que hacerlo.

-Es tu cumpleaños, pide un deseo.

-¿Cualquier cosa? –la pequeña les miró con ojos grandes.

-Lo que quieras, nena –sonrió Tony.

-Stark...

-No seas aguafiestas, Fury.

Lucky miró la vela, el pastel y a los Vengadores. Se volvió a la flama que apagó al segundo soplido recibiendo aplausos discretos acompañados de sonrisas cálidas que apreció de manera individual concentrándose luego en recibir su rebanada que miró ansiosa, tomando el tenedor de sospechoso color rojo con dorado de manos de Bruce. Todos prestaron atención a su reacción al probar el chocolate por primera vez, un pastel de cumpleaños.

-Felicidades, Lucky –Steve besó sus cabellos- Feliz cumpleaños.

Ella abrió sus ojos, mirando a la nada, absorta en lo que le pareció el más exquisito sabor que su boca hubiese probado anteriormente. Apretando con un brazo a su oso, se dio a la tarea de devorar su rebanada dejando que Tony le pusiera una corona de papel en la cabeza. Natasha tomaba fotos de ella y el resto del grupo, riendo ante las caras de Fury que parecía esperar que algo malo sucediera en cualquier momento.

-¿Feliz? –preguntó Tony a Wanda a su lado, robando de su trozo de pastel.

-Sin duda alguna.

Bruce adivinó el deseo de la pequeña por otra rebanada que no se hizo esperar, acompañada de sus conocidas golosinas y un vaso de jugo que le fue traído por Sam Wilson. Los Vengadores se miraron entre sí levantando sus copas de vino en honor a ella.

-Por Lucky –sonrió Tony.

-Por Lucky –corearon los demás sin alzar mucho la voz para no asustarla.

Lucky ladeó su rostro mirando su vaso, que también levantó bebiendo después. Al término de su segunda rebanada bostezó recargando su cabeza sobre el hombro de Steve.

-Alguien tiene sueño –rió Vision.

-La llevaré a su cama.

Tomándola con cuidado, el capitán le devolvió a su habitación, dejándola arropada con una frazada ligera de bordados rusos. Se volvió a la camilla de Loki. Casi estaba seguro del deseo que la pequeña había pedido, que su "madre" despertara. Era lo que más añoraba. Vision había apostado su gema a que lo haría aunque Steve no estaba seguro. Por el bien de Lucky esperaba que tuviera razón, no tenía intención de verle llorar. Al regresar a la sala se encontró con una divertida discusión de la cual el director Nick Fury era nuevamente objeto, cuando Viernes hizo un anuncio que calló a todos.

-"Avistamiento de portal Argardiano, entrada principal"

-¡Que me jodan! –gruñó Tony azotando su plato sobre la mesa. Steve le hubiera dicho algo de no ser porque estaba de acuerdo con aquellas palabras.

-¿No vas a decirle, verdad Fury? –acusó Natasha.

-Sé que piensan que soy un desalmado y lo soy. Pero no, no le diré. Ahora, si me lo permiten. Capitán Rogers, Señor Stark, vengan conmigo. Doctor Bruce... -el hombre le dedicó una mirada de advertencia.

-No habrá Hombre Verde si usted cumple su palabra.

Los tres hombres salieron tranquilamente hacia la entrada principal para recibir al Dios del Trueno que apareció detrás de la luz multicolor con una sonrisa quieta.

-Fury, Stark, Rogers –saludó con una inclinación de cabeza.

-Tiempo sin verte, Thor –Fury correspondió al saludo con fría calma- Espero que no haya problemas en Asgard donde tengamos que intervenir, la Tierra está a salvo por ahora.

-No hay nada que temer, director. Tengo historias que narrar pero deberán esperar, amigos míos, en estos momentos debo dirigirme hacia donde Jane.

-Adelante –animó Tony cruzando los dedos porque así fuera.

Tomando a Mjolnir, Thor le hizo girar para salir volando de ahí. Stark y Rogers suspiraron aliviados intercambiando una mirada cómplice.

-Se ve extraño –comentó Fury.

-Vamos, ya es una costumbre en usted ver lo malo en todo –se quejó Tony.

-¿Qué haremos cuando vuelva? –preguntó el capitán.

-Hacerle ver que la Tierra está sumamente segura, cómoda y en paz sin su presencia. Que Asgard le necesita más que nosotros. De forma urgente – contestó Stark mirando a ambos- ¿Cierto?

-Algo parecido –susurró Fury.

No hubo necesidad de planes complejos al regreso del Dios del Trueno, parecía enfadado por alguna razón que no compartió con ellos. Únicamente habló con Nick Fury al enterarse que el resto estaba en misiones de poca importancia a las que no lo habían llamado, creyendo que tardaría más tiempo con la que consideraban la prometida del Asgardiano por obvias razones.

-Lamento escuchar lo de tu padre, Thor.

-Por esa misma razón debo partir, solamente quería ver a Jane. Sé que ustedes están bien sin mí.

-Tenemos un buen equipo, no dudes que si algo ocurre, lo sabrás de inmediato. Siempre se puede echar mano de un trueno.

Thor asintió, realmente se veía distante, como si estuviera buscando algo que Fury no alcanzó a adivinar, caminando a su lado hasta donde aquella marca de runas donde se transportó hacia Asgard de vuelta. Agradeció la breve visita, antes de que Hulk hubiera aparecido y arruinara todo por su nueva paternidad adquirida. El Dios del Trueno volvería, pero no al cuartel de los Vengadores, sino con Jane Foster directamente. Selvig sería quien les compartiera lo que estaba sucediendo entre ellos, una pelea de pareja como la llamaba pero sin entender la verdadera razón. Sea lo que fuere, comenzaba a distanciarlos.

-Nah, todas las parejas pelean, Natasha y Bruce por ejemplo.

-Gracias, Stark –Banner le dedicó una mirada.

-¿Cuál fue el motivo de la pelea? –Tony preguntó como si nada, distraído aparentemente con un dispositivo que arreglaba.

-Thor llegó preguntándole algo a Jane.

-¿Algo? ¿Algo como "dónde tienes mis calcetines, mujer"?

-No –Selvig frunció su ceño viendo como sus manos trabajaban aprisa- Más bien si ella no estaba ocultándole nada.

-¿Por qué la mejor astrofísica del mundo ocultaría algo a su novio semidios y rey de otro mundo?

-Sucedió que Thor se ausentó un año, más de un año. Es mucho tiempo –Selvig tosió aclarándose la garganta- Fue cosa de nada.

-Esas cosas me están intrigando, doctor.

-Ocurrió en una convención, Jane conoció a un doctor, charlaron y se besaron. Pero nada pasó, ella recobró la cordura al instante. Fue un momento de debilidad.

-¿Thor se molestó por eso? –Bruce arqueó una ceja intercambiando una mirada con el Hombre de Hierro.

-Al principio no, luego cuando volvió a regresar insistió en que Jane le ocultaba algo más. Creo que eso hizo dudar a ella sobre sus sentimientos...

-Un momento –Tony dejó lo que hacía sobre la mesa donde puso sus codos inclinándose hacia el doctor- ¿Está diciéndonos que Jane y Thor...?

-No es oficial, confío en que no lo sea, espero contar con su discreción.

-No tiene idea de lo discretos que podemos llegar a ser, doctor. Lamento mucho escuchar de ello. Hacían una bonita pareja. De película Disney.

-Espero arreglen sus malentendidos –animó Banner comiendo una menta del dulcero sobre la mesa donde se encontraban.

-Gracias –Selvig miró su reloj- Gracias por escucharme, ahora iré a trabajar, hay mucho por hacer. Thor me ha pedido algo en particular.

-¿Ah, sí? –Tony le miró, de inmediato hizo una expresión como si algo viniera a su mente- Ahora que lo recuerdo, a nosotros también nos lo pidió –señaló al doctor Banner y a sí mismo.

-Tiene sentido, son sus amigos. Entonces estaremos coordinándonos, si ustedes llegan a encontrar información de algún Oráculo viviente que tengamos en este planeta, o yo lo hago, hay que compartir la información. Mientras tanto, comenzaré a viajar a diferentes lugares donde puedo empezar, estaremos en contacto.

-Puede apostarlo –Bruce sonrió.

-Me retiro. No trabajen mucho, Vengadores.

-¡Trataremos! –despidió Tony mesándose sus cabellos luego- ¿Qué mosca le picó a Thor?

-¿Para qué quiere un Oráculo?

-¿Jugar a las adivinanzas?

-Stark, Selvig dijo de un Oráculo viviente. Una pitonisa, una de verdad.

-¿Para que le diga si Jane Foster le pone el cuerno?

-Thor es suficiente guerrero para averiguarlo por sí mismo. Es algo más.

-Puede ser que busque la cura para Odín Padre de Casi Todo.

-O el paradero de Loki.

-Hm –Tony se levantó tomando su dispositivo- Tengo que ir por herramientas a mi torre. Te veré después, Banner.

-Es un hecho.

Tony Stark salió del cuartel hacia su torre remodelada en Nueva York. El dispositivo que estaba reparando era un sensor del Quinjet que dejó sobre la barra de aquel nuevo bar. Parecía que a las mujeres de los Vengadores les había entrado la comezón por la infidelidad, caso parecido había tenido con Pepper Potts, pero agradecía que ella al menos había tenido la decencia de admitir su amorío repentino bajo el pretexto de la ausencia del Hombre de Hierro y las continuas desgracias que ocurrían a su alrededor que la habían expuesto a peligros no deseados. Le costaba trabajo pensar que alguien como Jane Foster pudiera desprenderse de un partido como lo era Thor pero no tenía su mente ni sus gustos, afortunadamente. Estaba inquieto por la sospecha de Banner sobre la búsqueda de Loki por parte del Asgardiano, si estaba creyendo que era culpable de la caída del viejo y quería llevarlo ante la justicia de su pueblo iban a tener un par de problemas con ello. Era una suerte que Wanda leyera solo pensamiento y no fuese clarividente o ya la habría hecho hablar, también que en la Tierra no existieran esa clase de Oráculos.

-Pero en los demás reinos allá afuera es cosa diferente –murmuró para sí cambiándose para darse una ducha fría y aclarar su mente. Necesitaba planes.

Con sincero alivio agradecía confirmar por exámenes de Viernes que ni Loki o su hija tenían poderes algunos o aquella figura de chocolate en Asgard ya los hubiera visto desde su puente colorido. Pero tener a un exiliado en coma no le ayudaba, aún le colocaban en el Arca para regenerar las partes pendientes de su cuerpo. Era un muñeco de trapo, literalmente. Así no podían transportarle a otro lado donde Thor no sospechara, era verdad que el Asgardiano era un cabezota, pero no podía confiarse.

-"Señor, tiene un mensaje del cuartel general" –le avisó la IA.

-Comenzar encriptación. Altavoz.

Mientras terminaba de vestirse escuchó la voz de Bruce quien le comunicaba el despertar de Loki. Al igual que Lucky, se habían encontrado con un ser lleno de terror que de solo verles por nada hubiera experimentado un paro cardíaco a no ser por la niña cuyos abrazos le tranquilizaron hasta volverle a dormir.

-¿Quieres decir que Cuernitos también necesitará terapia?

-¿Pensabas que no?

-Es un ser milenario.

-Que ha pasado por lo mismo que Lucky o peor solamente para encontrarse en las manos de sus conocidos rivales cuya última experiencia fue humillante. Al menos su hija está como intermediara por nosotros mientras comenzamos su rehabilitación física y mental, más el asunto de Thor me inquieta mucho, Tony. Lejos de la decepción o pelea que brote con él, lo que suceda con nuestros protegidos no promete ser alentador. ¿Qué vamos a hacer?

-Estoy en eso, Bruce, créeme. Por cierto, ¿hubo intención de Loki por atacar? Seguro que Fury tenía todos los cañones apuntándole.

-Lamento decepcionarte pero nuestro Embustero está lejos de una condición ideal para siquiera defenderse mucho menos volar en pedacitos el cuartel. Y Lucky no parece que vaya a hacer algo parecido, le ha pedido a Steve que no los dejen solos.

-Mmmm...

-¿Celoso? –hubo un tono de diversión en el doctor Banner.

-¿De Capipaleta? Nunca. Gracias por el informe, Bruce, iré para allá en cuanto termine de armar esto. Y descuida, haremos que esto funcione.


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