Marcha Final

Título: DANZA DE HIELO

Autora: Clumsykitty

Fandom: Universo Marvel entre Avengers y Thor principalmente.

Parejas: las que lleguen, pero sin duda habrá Thorki.

Disclaimer: Nada me pertenece aunque muera por ellos, todo es de Marvel y Mr. Lee entre otros, lo único mío es esta idea mía convertida en historia. Dicho está.

Warnings: Habrá mucho de todo y algunas cosas serán desagradables. No es un cuento de hadas. Me tomo licencias con ciertas tramas, personajes y contextos para mi beneplácito. Hace milenios que no escribía fanfics, pido clemencia a mis lectores por mis fallas, vuelvo a escribir como un ejercicio personal en busca de algo perdido.

Gracias por leerme.


CAPÍTULO 29. Marcha Final.

Think of me, think of me fondly,
when we've said goodbye.

Remember me once in a while
please promise me you'll try.

When you find that, once again, you long
to take your heart back and be free
if you ever find a moment,
spare a thought for me.

Think of me, Fantasma de la Ópera (versión Jackie Evancho).


Thor cayó de rodillas destrozando las piedras que sus manos atraparon al buscar donde aferrarse cuando Yggdrasill explotó con una onda de choque llevándose a todos sus atacantes pulverizando sus cuerpos. No había podido alcanzar a Loki ni a Idunn, a quienes creyó muertos en aquella onda de choque que les envolvió. Sus gritos se ahogaron entre el tremor del árbol rompiéndose en miles de trozos que comenzaron a ser envueltos en una energía púrpura que conocía amargamente de sobra, endureciendo con un hielo provocado por la sombra de la Muerte, la cual le ignoró desapareciendo dentro de Yggdrasill junto con su familia.

Cuando el hielo le alcanzó, hiriendo sus manos y piernas, se dio cuenta que había algo frente a él, una silueta que conocía. El Dios del Trueno abrió sus ojos al descubrir que metros adelante Loki se hallaba envuelto en un capullo de hielo, inconsciente. Usando a Mjolnir como su puño libre como armas comenzó a golpear con todas sus fuerzas mientras a su alrededor la tierra lanzaba llamaradas de luz blanca rompiendo lo que quedaba del suelo en varios fragmentos. Gritó de desesperación, manchando de sangre la blanca envoltura que le separaba del ojiverde, llamándole una y otra vez. Le pareció que a lo lejos estallaba una nueva batalla pero no le prestó atención. Sentía ya los huesos de sus nudillos empezar a fracturarse igual que la mano que sostenía su martillo por el uso de todas sus fuerzas cuando una mano fuerte le detuvo. El Padre de Todo le hizo a un lado clavando a Gungnir en aquel bloque de hielo, rompiéndolo al acto en medio de una densa neblina. Loki cayó a los brazos de Thor quien lloró al verle vivo todavía, apretándole contra su pecho no dispuesto a soltarle nunca, besando su sien y cabellos deseando que despertara. El rostro del ojiverde era de serenidad, lo que hizo temer al rubio que estuviera perdiendo la vida girándose a su padre quien observaba fijamente lo que sucedía frente a ellos, usando de nuevo su lanza para crear un escudo protector cuando las estacas de Yggdrasill salieron disparadas hacia ellos. Gritó una vez más por su hija hasta que la voz le falló entre las lágrimas y la desesperación envolviendo en su capa a su consorte para protegerle en su pecho.

Todo vibró de tal manera que hasta a Odín le costó trabajo mantenerse de pie, debiendo arrodillarse antes de que una nueva onda de choque proveniente desde las raíces mismas de Yggdrasill los sacudiera como si estuvieran en la barca más frágil dentro del océano más bravío. Thor sintió un tirón en su mano antes de perder su martillo que salió disparado hacia el árbol, dinstinguiendo en aquella explosión de poder la silueta de Mjolnir siendo sujeto por una mano pequeña que lo lanzó al fondo antes de que una sombra les cubriera por unos instantes, eclipsando todo destello y todo sonido dejándoles en el más cruel silencio helado. Su corazón se detuvo. Idunn había levantado a Mjolnir en contra de las tinieblas y la Muerte misma. Con un nuevo grito de rabia cerró sus ojos dejando sus labios temblorosos contra los cabellos de Loki.

Yggdrasill lanzó una esfera de energía pura que incluso los lanzó fuera de aquel territorio de las Nornas, sin terminar estampados contra las rocas de las tierras yermas que le seguían gracias al poder del Padre de Todo. Le costó trabajo volver en sí, noqueado por la magia sagrada del árbol, tratando de enfocar su mirada aunque sus brazos no habían soltado a Loki quien permanecía inconsciente. Acarició su mejilla pálida antes de levantar la vista ante el arribo de los Vengadores que se unieron a Odín para rodearles. Nuevas ondas de choque comenzaron a traspasarles, esta vez más suaves, como una caricia renovadora. Un campo de hierba verde apareció bajo sus pies, creciendo bajo la influencia de aquel poder sanador, pulverizando todo rastro de los Chitauri o los Otros a su alrededor. En aquel vacío donde hubiera estado Yggdrasill solo quedaba un punto de energía latente que fue acercándose a ellos, danzando con elegancia y suavidad sobre el vacío, dejando una estela blanquecina cual copos de nieve que formaron raíces, las cuales comenzaron a caer al precipicio a lo lejos.

Nadie se movió hasta que tuvieron aquella esfera brillante frente a ellos de la que saltó Fenrir en su tamaño natural sin herida alguna, ladrándoles a sus rostros estupefactos antes de correr hacia Thor lamiendo su mejilla para limpiar sus lágrimas. Éste no le prestó atención porque aquella esfera tomó la forma de su hija, una forma fantasmal donde su rostro era lo más definido. Un rostro lleno de felicidad y cariño que flotó hacia él elevando sus manos delicadas para dejar sobre el regazo del ojiverde su Tedum, tomando la mano de su padre para devolverle a Mjolnir. Thor quiso retener su mano pero sus dedos traspasaron la figura translúcida de Idunn quien le regaló el sonido de su sonrisa divertida antes de flotar hacia Odín y los Vengadores, tocando sus rostros para limpiar sus lágrimas. Volvió una vez más con Thor, secando su rostro antes de depositar un beso tierno sobre su frente, bajando su mirada hacia Loki repitiendo el gesto con una mano sobre su vientre, cerrando sus ojos antes de volverlos a abrir. Las raíces de la estela de su danza comenzaron a solidificarse hacia ella. Idunn se elevó al aire de brazos extendidos alejándose a gran velocidad en contra de los llamados de todos que trataron de detenerla. Desapareció en el vacío con aquella extraña despedida.

Ante sus ojos, una nueva luz proveniente de lo más hondo de aquel vacío empezó a crecer a tal magnitud que abarcó todo su horizonte sin permitirles ver el universo detrás. Nadie daba crédito a la forma pulsante que fue transformándose en un nuevo Yggdrasill que vibró sujetando los abandonados Nueve Reinos, creando nuevos caminos entre ellos y por último, abriendo varias ramas que se perdieron en el manto estelar de su creación, nuevos reinos que aparecerían bajo la protección del árbol sagrado. Las lágrimas volvieron a sus ojos, con sus corazones acelerados y sus mentes felices pero tristes al mismo tiempo al no comprender el milagro que habían presenciado.

Idunn Yggdrasill florecía frente a ellos.

Fenrir ladró alegre brincando alrededor de ellos que tardaron en recobrar la compostura para darse cuenta que ninguno de ellos tenía herida alguna ni su armadura estaba maltrecha. Todo a su alrededor era un hermoso paisaje nórdico digno del más impresionante de los cuadros artísticos que un artista pudiera soñar. Odín les llamó, sacándolos de su ensimismamiento para volver al palacio pues ya no existía amenaza alguna. Thanos había desaparecido. Todos regresaron en un silencio respetuoso con Thor llevando en brazos a Loki a quien dejó reposar en su cama al cuidado de Eir mientras escuchaban de voz de Sif y los demás guerreros el milagro que había ocurrido en los Nueve Reinos, donde los ejércitos de las sombras habían desaparecido cuando una onda blanca y vibrante los había tocado, dejando no solamente libres sus tierras sino también reestablecidas. Cuando pensaron que alguna catástrofe caería sobre ellos al ver desaparecer la rama de Yggdrasill, se regocijaron cuando apareció otra, más fuerte, con nuevas ramificaciones que trajeron bendiciones a todos los reinos que celebraban ya aquel evento que pasaría como uno de los cantos épicos más apreciados por todos, buscando los nombres de quienes hubieran tenido parte en tal mítico evento.

-Idunn, hija de Thor, nieta de Odín –la voz de Loki interrumpió la reunión en la sala del trono, entrando a paso lento con una mirada calmada- Ella nos salvó a todos entregando su alma para devolverle la vida a Yggdrasill.

-Loki... -Thor no se lo pensó dos veces para correr a su lado y abrazarle- Por todos los dioses, creí que te había perdido.

-Tonto, deja de llorar, estoy bien –le amonestó el ojiverde acariciando su rostro que luego besó- Este no es el comportamiento del rey de Asgard ni del padre de Idunn.

El Dios del Trueno le miró confundido. -¿Cómo sabes...? ¿Acaso no estás...?

El ojiverde rió besando de nuevo sus labios para callarle. –Hablar no es lo tuyo. Déjame a mí los discursos.

Con una calma que sorprendió a propios y extraños, Loki explicó lo que había sucedido. Su hija había descubierto que su sangre era sagrada como descendiente del Oráculo de Alfheim pero con un poder superior al propio Thanos, así que en lugar de esperar por un final trágico o vivir sus días contados a merced de remedios que solamente pausaban su inminente destino, Idunn usó el Cofre de los Viejos Inviernos para romper por completo las raíces de Yggdrasill y alimentarlas con su propia sangre, usando el poder de Mjolnir como catalizador. Exactamente de qué manera o cómo fue aquel proceso, el ojiverde no podía contestarlo pero ya no importaba. Ahora estaban a salvo gracias a ella.

-La sangre del Oráculo no sirvió –comentó con pesar Tony.

-Al contrario –Loki le miró- Ella la puso en mí, me devolvió mis poderes –extendió una mano para crear un fuego verde que luego apagó- El obsequio en realidad siempre estuvo destinado para mí.

La conmoción tardaría muchos días en retirarse de sus mentes y espíritus alterados que se permitieron una vez más llorar por la ausencia definitiva de Lucky. Cuando la tristeza fue lo suficientemente llevadera, los Vengadores volvieron a la Tierra para encontrarse con sorpresas similares a las sucedidas anteriormente en los otros mundos. Enemigos desaparecidos en un parpadeo, un planeta limpio de un segundo a otro. Una segunda oportunidad como lo llamaría Bruce Banner con tristeza. Pero las lágrimas aún estaban lejos de secarse en sus ojos. Cuando pasaran los días y ellos estuvieran de vuelta, descansados y listos para volver a sus tareas rutinarias como Vengadores. Jarvis los convocó a todos, incluido el director Nick Fury en la misma sala donde alguna vez celebraran el primer cumpleaños de Lucky.

-¿Se te rompió algo? –quiso saber Clint en broma.

-"Señor, es sumamente importante".

-Adelante –Fury se cruzó de brazos.

Un regalo sorpresa de parte de Lucky. Nada menos que grabaciones de la pequeña cantando canciones desde que estuviera en la isla hasta su desaparición, cada melodía iba relatando a través de sus líneas lo que ella sentía. Podía ser un detalle considerado tierno salvo por la sorprendente revelación de que habían sido grabaciones secretas que Lucky había pedido a Jarvis se hicieran a escondidas de sus protectores quienes en esos momentos hubieran visto escenas repetidas sin darse cuenta gracias a la tecnología de la inteligencia artificial.

-Jarvis... ¿estás diciendo que ustedes lo grabaron en secreto? –Tony casi se sintió ofendido pero estaba al borde de las lágrimas.

-"Efectivamente, Señor Stark. La señorita Lucky me lo pidió encarecidamente bajo promesa de honor".

-Lucky... –Steve se mesó sus cabellos sintiendo una lágrima traicionera en su mejilla.

Canciones que iban desde la más profunda tristeza y desesperación a la mayor alegría de la vida. En la última melodía Lucky se sentó frente a la cámara con su Teddy entre sus brazos.

-"Los amo a todos, siempre los amaré".

Bruce fue el primero en dejar libre su llanto. Fury les dio más días de descanso para recuperarse, llevándose cada uno una copia que Jarvis igualmente ya tenía preparada para todos ellos. Esta vez ninguno quiso repetir el video, dejando olvidada la caja en algún rincón de sus habitaciones pues el dolor era demasiado por más consuelo que Loki mismo les hubiera dado. Aún no creían que el ojiverde se hubiera quedado tan calmado después de haber perdido a su hija pero era como si supiera algo más o se hubiera vuelto loco por la pena como lo pensó el Hombre de Hierro.

María Hill fue la primera en hacer los descubrimientos sobre los discos que Jarvis dio a cada uno. Cuando buscaba una película que ver, se decidió por repetir el video de Lucky, poniéndolo en su reproductor. Le extrañó que comenzara con una toma hacia las pantuflas que había recibido en Navidad de parte de la niña antes de que comenzara la grabación. Cuando llegó a la despedida de la pequeña estaba por detener el disco cuando de nuevo apareció la toma de las pantuflas. Acto seguido, Lucky apareció de nuevo cantando, pero esta vez Hill supo que la letra era completamente para ella, como si la pequeña hubiera podido leer lo más profundo de su alma. Después de recuperarse de tan sorprendente descubrimiento, secándose sus lágrimas, fue por las pantuflas para revisarlas. Ahí notó que uno de los ojos del demonio de Tasmania no estaba bien colocado, usando una pinza para removerlo. Debajo estaba un papelito con unas coordenadas que llevarían más tarde a María hasta una isla caribeña para recibir de parte de un representante de bienes raíces que ya le esperaba el título de la propiedad.

Lucky le había regalado una isla.

Hill, ahora curiosa, le preguntó a la doctora Helen Cho por su disco, dándole las indicaciones de verlo hasta que la grabación terminara por completo. Lo que encontró la científica le llevó a descubrir información oculta en su cristal cuántico que la llevó hasta el Premio Nobel de Medicina en ese año. Ambas mujeres no perdieron tiempo para informarles al resto sobre el tesoro escondido en sus propios videos. Así cada uno de ellos fue revisando los discos, descubriendo que Lucky había grabado una canción única y exclusivamente para ellos junto con una pista sobre sus obsequios navideños que guardaban una sorpresa mayor.

Natasha descubrió que su matroshka llevaba un papel oculto en el fondo donde leía claramente la palabra "madre" escrita en ruso. En contraparte, Bruce halló detrás de la fotografía en el relicario otro papel con la palabra "padre". La rusa estaba embarazada. Clint usó la flecha con su nuevo arco, únicamente para caer al suelo por la conmoción de recibir una visión que la punta de la flecha le otorgó, no solo podía dirigirla a voluntad, podía "ver" a través de ella. Wanda descubrió que su astrolabio giraba con su magia y le llevaba a las memorias vívidas con Pietro, salvo que su gemelo le hablaba para reconfortarle y darle consejos. Por su parte, Vision fue sorprendido con una lanza viva cuando levantó el martillo de madera en alto y los relámpagos lo transmutaron. El general Rhodes revisó su máscara sin encontrar nada, creyendo que la pequeña se había olvidado de él hasta que tuvo la ocurrencia de colocársela a su armadura metálica, que se transformó en una mejor versión de la Máquina de Guerra, una armadura con inteligencia propia. Sam probó suerte con el broche de alas que puso sobre las que usaba en vuelo. Nada sucedió. Al tratar de quitarlas se lastimó un dedo, dejando caer una gota de sangre sobre el broche atorado y que cayó entonces, adquiriendo tamaño y brillo. Alas nuevas.

Los últimos fueron Steve y Tony, reacios a tocar el disco porque la pena era demasiada como para volver a ver y escuchar a su pequeña aunque tuviera algo que decirles. Tuvo que ser Loki quien llegara a visitarles junto con Thor, quien los obligó a que lo vieran, so pena de quemar todos sus trajes ahora que tenía sus poderes de vuelta. El Capitán América revisó su medalla, dándose cuenta que se abría en tres partes formando una llave que no tenía cabida en ninguna de sus posesiones, al terminar de desarmarla escuchó un pitido tan fugaz que no le tomó importancia. Más tarde, Sam le llamaría para comunicarle que un perdido Bucky Barnes le buscaba en la entrada del cuartel, el Soldado de Invierno había llegado donde él porque recibió un mensaje codificado en un zumbido que solo él había podido reconocer. Steve estaba sin palabras, mirando aquella llave a la que aún le sentía otro uso hasta que un día, viendo el pecho de Tony, la claridad llegó a su mente, pidiendo el pequeño reactor que la niña le había regalado. De mala gana, el millonario lo hizo, ya había probado todo y en verdad parecía que su regalo era el único sin sorpresas aunque le bastaba con saber que guardaba energía de Lucky, observando los movimientos de Rogers que examinaban el reactor. Aquella llave embonaba a la perfección dentro del pequeño reactor que se activó, desplegando broches en la parte exterior.

-Por todos los cielos –sonrió Steve colocando aquel mini reactor dentro del perteneciente a Tony.

Éste abrió sus ojos al sentir como aquella magia se fusionaba con su reactor, jadeó al no poder creer lo que estaba sintiendo. Ya no tenía el peligro de morir a causa de la radiación en su corazón. Al contrario, su cuerpo se vería beneficiado de aquel nuevo poder. Un nuevo corazón. Tony miró a Steve estupefacto antes de romper en llanto una vez más, recibiendo el abrazo amoroso del capitán que le consoló aunque igualmente estaba conmovido. Aunque atosigaran a Jarvis con preguntas, ni la misma IA sabía cómo o cuándo pudo Lucky conseguir tales efectos. En la torre Stark hubo al fin una fiesta en honor a la niña que habían salvado a través de sus travesuras y desventuras, siendo devuelto el gesto con una nueva oportunidad. Vida por vida.

-Que mala suerte que no tuvieras una grabación, Thor –se burló Stark.

-Mi hija me obsequió algo más que un disco, Tony –el rubio miró hacia donde Loki que charlaba con Natasha con una mano reposando sobre un vientre abultado.

-Presumido.

-Mira quien habla.

-¿Ya saben cómo le pondrán?

-Loki no aceptará un Nicholas Anthony Steve Bruce como nombre para nuestro hijo.

-Mientras no le ponga Thorki...

-De todos modos Jarvis ya nos hizo una copia de la grabación original.

-¿Y dónde la verán en Asgard? Nunca encontré algún reproductor.

-Nos llevaremos el tuyo.

-¿Qué? ¿Y con qué energía eléctrica...? Ah, Thor, Lokes ya te contagió sus maneras.

El Dios del Trueno rió divertido chocando su copa con la de Tony, volviendo su mirada a Loki quien al sentirla desvió su atención de Romanov hacia el Hombre de Hierro para sonreírle de forma pícara, haciendo que Stark respingara al ver un par de serpientes en su copa.

-¡Tú! ¡No te aproveches solamente porque tienes un planeta dentro del cuerpo!

El ojiverde rió junto con los demás, pero el millonario se desquitaría cuando enviara todo un cargamento de juguetes a través del Bifrost hacia Asgard por el simple placer de imaginar a Loki teniendo que lidiar con todos esos obsequios sin poder rechazarlos al ser presentes para el pequeño príncipe y heredero del trono. Así comenzaron sus nuevas vidas, combatiendo nuevos enemigos o resolviendo los misterios de las Gemas del Infinito pero siempre teniendo un momento para recordar a la pequeña Lucky y sus hermosas canciones mientras bailaba para ellos.


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