Acompagnato
Título: DANZA DE HIELO
Autora: Clumsykitty
Fandom: Universo Marvel entre Avengers y Thor principalmente.
Parejas: las que lleguen, pero sin duda habrá Thorki.
Disclaimer: Nada me pertenece aunque muera por ellos, todo es de Marvel y Mr. Lee entre otros, lo único mío es esta idea mía convertida en historia. Dicho está.
Warnings: Habrá mucho de todo y algunas cosas serán desagradables. No es un cuento de hadas. Me tomo licencias con ciertas tramas, personajes y contextos para mi beneplácito. Hace milenios que no escribía fanfics, pido clemencia a mis lectores por mis fallas, vuelvo a escribir como un ejercicio personal en busca de algo perdido.
Gracias por leerme.
CAPÍTULO 6. Acompagnato.
I'm not afraid of anything in this world
There's nothing you can throw at me
That I haven't already heard
I'm just trying to find a decent melody
A song that I can sing in my own company
I never thought you were a fool
But darling, look at you
You gotta stand up straight, carry your own weight
These tears are going nowhere, baby
You've got to get yourself together
You've got stuck in a moment
And now you can't get out of it
Don't say that later will be better
Now you're stuck in a moment
And you can't get out of it
Stuck in a moment, U2.
La música de AC/DC acompañaba los trabajos que Tony realizaba en las afueras de la casa, ajustando un cobertizo que daba hacia un camino de piedra con dirección hacia la playa en el que había encontrado un punto débil de vigilancia que por supuesto no iba dejar pasar por alto cuando todos, y particularmente él, esperaban que la isla fuese el bastión mejor protegido sobre la Tierra. Ninguna pesadilla viviente de otras dimensiones volvería a echar a perder su labor con Lucky y su madre una vez más. Había pasado noches de desvelo configurando los sistemas, ayudado por Jarvis y Viernes, pero continuamente estaba modificando detalles al punto de que Fury estuvo por amenazarlo con sacarlo del equipo de Vengadores si no descansaba. Cuando estuvo satisfecho de su obra, bajó a tierra dejando su armadura para observar de cerca como habían quedado las cámaras de seguridad, sobre todo si el color y forma no estropeaba el lujoso piso del cobertizo o no hacía juego con el camino de piedra. Su mirada captó la salida de Loki por la parte posterior de la casa hacia el jardín que daba con el bosque tropical, cercado primero por una valla de madera y herrería, seguido de un muro de cristal reforzado. Entrecerró sus ojos observando los movimientos del ojiverde. No tenía mucho que podía andar a pie por su propia cuenta, sus andanzas por la isla no eran lo que le preocupaba, sino los ataques de pánico que persistían.
-Bruce, no quiero ser un grosero impertinente pero ¿estás seguro que la terapia está surtiendo efecto?
-"No seas impaciente, Tony" –respondió el científico por su auricular.
-Cambié las persianas por unas venecianas exclusivas de hilo egipcio y ni siquiera lo notó.
-"Natasha sí".
-¿Ya se reconciliaron?
-"Tony..."
-Escucha, es que no veo por ningún lado al maniático asesino psicópata egocéntrico, ¿comprendes lo que trato de decirte?
-"Eso va a tomar mucho tiempo y no puedo asegurarte que lo vuelvas a ver".
-¿No podría tomar algo así como un curso intensivo de recuperación?
-"Tony, así no funciona".
-Eso temí que respondieras. Hablamos más tarde.
-"Paciencia, Tony".
Era algo imposible para alguien como el Hombre de Hierro acostumbrado a obtener resultados eficaces en tiempo récord. Caminó hacia el jardín para buscar a Loki a quien encontró justo en la salida de cristal hacia el bosque, sentando sobre un tronco seco con los codos sobre las rodillas y la cabeza colgada, sus cabellos ocultaban por completo el rostro pálido y empapado de sudor frío, tratando de controlar su respiración. Ya sea por hábito o decisión, siempre le veía vestir prendas holgadas y frescas para el clima tropical a pesar de que ya le habían sugerido el uso de ropas mundanas cuyo rechazo estaba inducido más por esos estados de ánimo que algún desprecio hacia ellos. Lucky en cambio, ya había adoptado las prendas acordes a su edad.
-Hey, Loki –el millonario llegó aprisa, poniéndose en cuclillas frente a él- ¿Jarvis, qué cosa te he dicho?
-"Está recuperándose por sí mismo, señor".
-Sí, claro. Cuernitos, ¿puedes escucharme?
El ojiverde asintió sin levantar su vista con sus manos entrelazadas relajándose lentamente. Había tenido un nuevo ataque de ansiedad pero estaba calmándose con los ejercicios previamente recetados de Bruce para esos casos. Tony levantó una mano para tocar su espalda, primero inseguro no queriendo recibir una agresión y luego comenzando a masajear en círculos cuando notó que no iba a rechazarle.
-Eso es. Buen chico.
-Estoy.... mejor... -carraspeó Loki levantando su rostro al fin mirándole con ojos febriles sin tensarse como antes cuando le tocaban.
-¿Necesitas algo?
-No –aquél sacudió su cabeza lentamente irguiéndose al fin.
Stark le soltó al ver que ya estaba calmado pero aún seguía muy pálido, notando que el ojiverde deseaba decirle algo pero luego bajó su mirada en un gesto de resignación.
-Lo que quieras, Bambi –murmuró mirándole fijamente.
-¿Por qué? –un par de ojos verdes se clavaron en él.
-¿Por qué, qué?
-Ayudarnos.
-Ah, eso. Simple, porque no merecen pasar por esto solos, porque merecen una oportunidad.
-¿Y qué pasa con lo anterior? –el pecho de Loki se agitó, refiriéndose a sus actos en la Tierra que habían dejado una desagradable memoria en sus habitantes.
-¿Sabes, mamá Loki? Creo que ya hemos pasado esa hoja hace tiempo. Si estás alterándote porque esperas a que la raza humana te linche, vas a quedarte con las ganas.
-"Tony, cuida cómo te expresas" –advirtió Bruce.
-¿No hay castigo? –hubo algo en su tono de voz que no le gustó al millonario quien frunció su ceño antes de negar vigorosamente encogiéndose luego de hombros.
-Anda, necesitas descansar o Banner me reventará el oído.
El ojiverde le miró unos segundos más antes de ponerse de pie con dificultad al sentir el cuerpo acalambrado por el ataque de pánico. Se detuvo cuando Tony le ayudó a andar, no esperando aquel gesto que le hizo mirarle de pies a cabeza, aceptando apoyarse en su brazo con una expresión confundida mientras caminaban lentamente de vuelta al interior de la casa. Lucky estaba leyendo un libro en voz alta en su habitación, siendo corregida por Jarvis en su pronunciación, aparentemente ajena a lo que había ocurrido. Ambos adultos llegaron a la sala donde Loki se tumbó.
-Toma –Stark le ofreció un vaso con agua y un par de cápsulas que Banner le indicó- Sin pucheros.
Bufando apenas, Loki tomó el agua con el medicamento devolviendo el vaso a Tony quien apretó su mandíbula ante la docilidad del otro. ¿Hasta qué punto lo habían quebrado que, antes de rebatir cualquier petición o recibir cosa alguna de sus antiguos rivales, aceptaba cual cordero sus órdenes? Ya lo había visto en Lucky pero la niña había progresado más rápido que su madre, demostrando quien se había llevado la peor parte.
-¿Sucede algo? –preguntó Loki alzando su mirada de la alfombra de la sala hacia él.
-Al demonio todo –Tony se quitó el auricular sentándose frente a él- Escúchame bien, Jotun Asgardiano, nadie aquí va a hacerte daño pero tampoco estamos esperando que lamas el piso por donde caminamos, ¿entendiste? Maldita sea, Loki, ¿qué jodidos harías si en este momento te pidiera que te pusieras un tutú y bailaras la Danza de la Hada de Azúcar, eh?
-Supongo que hacerlo.
-¡No! –el Hombre de Hierro se mesó sus cabellos y talló su barba- ¡Tienes que decir que no, con un demonio! ¡Amenazarnos con hacernos decoraciones de tus cuernos! ¿Vas a permitir que unos mortales hagan contigo lo que sea?
-"Señor, el doctor Banner desea ser escuchado en altavoz".
-Que no interrumpa, Jarvis. Contéstame, Loki.
Con una mueca triste, éste desvió su mirada a un ventanal cercano. –Ya no tengo cuernos.
Tony Stark le miró estupefacto apretando sus puños en rabia. -¡Eso es mentira! ¡Loki, mírame a los ojos! ¡Solías ser el dolor de cabeza de los Vengadores, por todas las estrellas en el cielo! ¡Pelea!
-¡No! –Lucky apareció al escuchar la voz alterada del millonario, corriendo a abrazar a su madre, haciéndose ovillo sobre su regazo mirando al otro- Ya no queremos pelear más, estamos cansados de pelear, estamos cansados de intentar e intentar y volver a intentar de nuevo. Lo hicimos todo el tiempo y siempre nos lastimaron, luchamos con todas nuestras fuerzas pero siempre perdimos. Gritamos por ayuda pero jamás nos escucharon.
-"Señor..."
Stark tomó aire sintiendo un nudo en la garganta pero ya estaban ahí, levantó una mano para indicar que nadie interviniera. Era el punto de quiebre que estaba buscando desde que ellos dos arribaran a la isla. Loki cerró sus ojos abrazando protectoramente a su hija pegando sus labios sobre sus cabellos trenzados. Estaba llorando en silencio.
-¿Quiénes les hicieron eso?
Lucky gimió escondiéndose en el pecho del ojiverde que se estremeció. –Ya no más...
-¿Quiénes?
-"Señor, en verdad..."
La mano de Tony se levantó más con dedos extendidos.
-... Chitauri... y luego ellos... los... los... -Lucky sollozó con hipos apretando a su oso de peluche con tal fuerza que el millonario pensó que iba a romperlo- los Otros, fueron muy malos... muy muy malos... ellos siempre estaban ahí... con él... riéndose...
Esta vez fue Loki quien habló poniendo una mano sobre la boca de su hija para que callara, abriendo sus ojos a Tony llenos de desconsuelo y profundamente rabiosos al mismo tiempo.
-¡Ya basta! ¡¿Creen que pueden entender?! ¡No lo hacen! ¡Nunca podrán! ¡¿Qué les da el derecho a reclamar una pelea sobre algo que no han perdido?! ¡Jamás comprenderán lo que es estar ahí con Thanos! ¡Morirían a su simple toque y créeme que eso sería tu bendición, Anthony Stark! ¡No sobrevivirían! ¡Serían otro cadáver más que tirarían al vacío sin que nunca nadie volviera a saber de ti! ¡No vengas a hablarme de pelea! ¡No digas que siga luchando! ¡Yo que...! –jadeó ahogando un llanto, apretando a su hija contra su pecho.
-Tú que saliste vivo –terminó Stark sin aparta la vista de ellos, al fin se habían abierto- Y salvaste a tu hija de seguir en aquel horror. No, Loki, jamás lo comprenderé y por eso es que te digo esto, date cuenta de tu fortaleza porque a pesar de lo sucedido estás aquí, en esta isla dentro de esta casa con tu hija viva en brazos. ¿Ya no quieres pelear? De acuerdo, yo voy a pelear por ti y por esa niña, si vamos a cambiar lugares entonces te corresponde vivir.
La mirada del ojiverde fue de miedo a incredulidad que fue desapareciendo a medida que el Hombre de Hierro hablaba. Lucky también se calmó mirando de reojo a Stark quien les sonrió ladeando su rostro, notando que ellos dos jamás se habían atrevido a hablar por temor a su rechazo al nombrar a sus carceleros. Hizo una nota mental de hacerles pagar a quienes los habían lastimado con el peor de los tratos.
-Par de tontos. Este es su refugio, su nuevo hogar. Me hiere en el orgullo que no aprecien esta hermosa y única casa.
La niña rió secándose sus lágrimas levantando su rostro hacia su madre quien le observó unos minutos silenciosamente desesperantes para Stark antes de que Loki se volviera a él con el ceño fruncido, esta vez con la mirada que el millonario había estado esperando.
-Esta casa es horrible.
-¡Hey! Esta alfombra es persa. Persa.
-Es como cualquier otra. Y no me gustan esas cortinas.
-¿Quieres provocarme, eh? –Tony torció una sonrisa maliciosa- Ahora si habla, Bruce.
-"Siempre tienes que hacer las cosas a tu modo".
-Observa, Loki ya quiere matarme. Avancé meses de terapia.
Éste tomó aire negando, tomando el rostro de su hija para verle. Lucky asintió besando sus labios antes de bajarse de su regazo con una sonrisa para correr hacia Stark y abrazarle por el cuello regalándole un par de sonoros besos en cada mejilla y desaparecer para volver a su lectura mientras Loki se limpió su rostro de mala gana.
-¿Puedo saber qué tanto se dicen con esas miraditas?
-No.
-¿Ya te sientes mejor, Cuernitos?
-No volveré a tocar este tema.
-Está bien.
-Ni usaré eso llamado tutú.
Tony rió divertido. –Creo que el planeta explotaría si lo hicieras.
-¿Son ciertas tus palabras? ¿Pelearás por ambos?
-Por supuesto. Yo no soy el de las mentiras por aquí.
Loki entrecerró sus ojos levantándose en busca de un trozo de fruta que comió lentamente ante un súbito ataque de hambre bajo la mirada expectante del Hombre de Hierro.
-Hay algo... -el ojiverde le miró por encima del hombro, mordiéndose un labio.
-Lo que sea.
-Eres demasiado... arriesgado. Ni siquiera sabes qué te pediré.
-Dudo que sea algo imposible para mí.
-Thor jamás debe saber de nosotros –el ojiverde se volvió con un vistazo al pasillo que daba a la recámara de su hija- ¿Estarían dispuestos a mentirle por nuestra culpa a su mejor amigo?
-Así que era eso lo que te preocupaba. Escucha Rodolfo, te llevamos la delantera. Oficialmente y extraoficialmente ustedes no existen. Nuestro héroe nórdico no puede saber de algo que no existe, ¿o sí?
Tony se puso de pie caminando hacia él hasta quedar frente suyo con manos en los pantalones. Loki le miró tranquilamente esperando por sus palabras, aunque su mirada seguía llena de tristeza, había cobrado más vida.
-Cuando digo que pelearemos por ustedes, es en todos los sentidos, Jotun malagradecido.
-Mortal presuntuoso... ¿por qué?
-Madre mía, cuántos porqués. ¿Será que somos los Vengadores? No sé, hay una relación entre ser un superhéroe y pelear por quienes lo necesitan aunque hayan sido un enemigo temible.
-¿Lo fui? –el ojiverde arqueó sus cejas.
-Arg... un poco. Así –Tony alzó su mano juntando su pulgar e índice.
Loki sonrió apenas separándose de la barra. –Iré a descansar –caminó un par de pasos antes de detenerse hablándole de espaldas- ¿Podrías...?
-Nada de contenerse ahora.
-¿Podrías... quedarte?
Tony miró su silueta. Les había hecho hablar, lo cual significó un avance monumental en el atasco donde habían caído pero faltaba todavía la mitad del camino. Entendía que podían ser los Chitauri pero desconocía los otros dos nombres que por el tono de Lucky dejaban como niños de preescolar a los primeros. Los terroríficos verdugos. Pero ahora que sabía de ellos su lucha iba a resultar más sencilla, una vez que tenía la información del enemigo, el Hombre de Hierro podía armar un plan eficaz.
-Aquí estaré por si me necesitan. Recuerda, Loki, nadie los lastimará de nuevo.
Con un asentimiento de cabeza, el ojiverde se retiró a su habitación dejando al millonario pelear con Bruce y Cho sobre procedimientos médicos de rehabilitación. Se dedicó el resto de las horas a seguir configurando interfaces de Jarvis o implementado mejoras en su sistema como revisando la vigilancia de la isla, anotando ideas sobre la decoración o ampliaciones a la casa. Eso le distrajo lo suficiente hasta darse cuenta del ulular de un búho, ya había anochecido.
-Wo, Jarvis, ¿qué hora es?
-"Diez minutos para las once de la noche, señor"
-¿Qué? ¿Y Loki? ¿Lucky?
-"Tomaron sus alimentos en la tarde y ahora están en el cobertizo cenando, me atrevería a decir que no pretenden dormir, la confrontación pasada es un importante aliciente para terrores nocturnos".
-Gracias por el regaño, Jarvis. ¿Están bien?
-"Todo en orden, señor".
Tony salió del estudio a donde se había quedado encerrado sin haber notado el movimiento en la casa aunque la niña y su madre eran sigilosos como ninjas cuando estaban en ese humor melancólico. Fue a observarles, notando que Lucky había llevado velas para iluminar mejor el sitio, con mantas donde se encontraba el ojiverde sentado con las piernas entrecruzadas escuchándole atentamente. Lucía cansado pero con una expresión más relajada. Stark salió caminando con lentitud pidiendo el clima, hacía calor y no esperaban ninguna lluvia. Rió al ver que la pequeña comenzaba a bailar de manera graciosa en pijama con su Teddy en una mano.
-Eso no es una danza –objetó Loki arqueando una ceja- Queda claro por qué necesitan ser conquistados.
-¡Pero así lo hace el hombre de mejillas gordas y lentes! Y Jarvis dijo que rompió la Internet.
-¿Cómo puede romperse algo que no existe?
-Hey, eso hiere los sentimientos de Jarvis –intervino Tony entrando al cobertizo- ¿Puedo tomar asiento?
-Ya lo haces.
-Tenemos té y galletitas –ofreció enseguida la pequeña.
-En esplendorosas tazas de porcelana con borde rosado y flores –rió el millonario viendo el juego de té, un obsequio reciente de Clint- Me siento de pronto en una novela de Jane Austen.
-¿Quién es Jane Austen? –quiso saber Lucky sirviéndole en una tacita de juguete.
-Una escritora reconocida por obras muy inglesas donde siempre hay sesiones de té con tazas como éstas. Todas las mujeres adoran sus obras.
-¿Por qué?
Tony rió al escuchar un nuevo porqué. -Porque sus personajes masculinos son el epítome de la caballerosidad y el encanto.
-Algo tan distinto a ti –bromeó Loki mordiendo una galleta.
-Se me apagará el reactor por tus palabras.
-¿Y de qué habla Jane Austen en sus historias? –Lucky le puso un platito lleno de galletas.
-De sentimientos, de amor, no sé muy bien no es mi fuerte. Pero siempre hay muchas damas y varios caballeros.
-¿Yo soy una dama como ellas?
-Damita. ¿Por qué están despiertos tan tarde?
-Hace mucho calor adentro –canturreó Lucky tomando té antes de darle a su peluche con una taza vacía.
Tony no dijo nada sobre el aire acondicionado que refrescaba la casa, Jarvis tenía razón sobre el persistente miedo a recordar. Posó su mirada en Loki, quien recibió un fino cepillo en sus manos de parte de su hija deseosa que cepillara su negra cabellera.
-Luces muy bello en tus deberes de madre, Loki.
-Y tú al momento de cerrar esa boca impertinente.
-¿Podemos unirnos? –habló Natasha, con el resto de los Vengadores liderados por Steve, recién llegados en el silencioso Quinjet.
-Si deseabas cobrártelas, Jarvis, lo has hecho.
-"Pidieron que fuese una sorpresa, señor"
-¡Stevieee! –Lucky detuvo su cepillado para correr a los brazos del Capitán América que le cargó con una sonrisa.
-¿Cómo está nuestra Lucky favorita?
-Soy su única Lucky.
-Hemos venido a pasar la velada al estilo Jean Austen –le sonrió Wanda mostrando unas cajas de pastelillos y galletas.
-Eso te lo acabas de inventar –refunfuñó el Hombre de Hierro cruzándose de brazos.
-Ahora sabes lo que se siente –rió Bruce mirando alrededor- Buen trabajo, Tony. Aunque me parece vamos a necesitar más iluminación.
-Yo me encargo –Wanda pronto multiplicó las velas haciendo una atmósfera mágica.
-Ven, Lucky, enseñemos a los caballeros como se hace una verdadera velada de té inglesa –invitó Natasha tomando su mano.
Loki les observó todo el tiempo, sintiéndose más confortable con todos ellos juntos. Hablar tan intempestivamente frente al millonario no tuvo los resultados desastrosos que imaginó en un principio. Podía percibir un aura de seguridad a su alrededor extrañamente cálida, la sensación que le había faltado todo el tiempo en Asgard. Pertenencia. No era una muleta mental sino un verdadero apoyo incondicional cargado de buen humor que hacía reír tímidamente a su hija al ver cómo un coronel Rhodes trataba de tomar la taza bajo las indicaciones de la Viuda Negra.
-Están a salvo –murmuró Rogers a su lado, viéndole de reojo.
-Tú y Stark son espantosamente competitivos al momento de opinar.
-Me alegra escuchar esos comentarios. Un paso a la vez, Loki. Y por cierto, si Tony te fastidia de nuevo, puedes atacarlo.
-Presté oídos a tus envidias, Señor Justicia Patriótica.
El ojiverde sonrió antes de recibir su taza de té. Verían el día llegar de esa manera, con sus dos huéspedes cayendo profundamente dormidos en cuanto volvieran a la recámara de Loki con su hija quedándose a su lado. Steve permanecería con ellos mientras que el Hombre de Hierro escucharía un buen sermón de Nick Fury pero el tono de voz del director no podría esconder la alegría que albergaba al haber pasado aquel pantano de incertidumbre por el que no habían podido hacer avanzar a sus refugiados. Quién sabe y con el tiempo ganarían dos miembros más dentro del equipo de los Vengadores.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top