CAPITULO 7
Hermione, como era su costumbre se levantaba todos los días a las 6 de la mañana.
Se levantó de la cama, se dio un baño, mientras se vestía colocándose unos jeans desgastados, botines y una camiseta rosa, al levantar sus brazos para peinarse notó la pulsera que Severus le había obsequiado, la admiro por un momento, notando que era muy costosa, pensó guardarla para que no se le cayera, pero al sacarla noto las cicatrices de los colmillos de su amado, aunque no se asustó, vio que no era prudente que alguien más viera sus marcas.
Así que decidió lucirla sin vergüenza y de esa manera demostrarle a Severus lo importante que él era para ella.
Salió al salon para prepararse e irse al instituto, metió en su bolso, sus libros, sus lápices y todo lo relacionado para comenzar su día de estudios,
Se encaminó hacia el instituto. Al sentarse en su mesa de costumbre, noto las miradas de sus ex amigas Ginny y Pamsy, que observaban meticulosamente, todos sus movimientos pero lo que no puedo contar, es que las niñas habían divisado la pulsera, en su brazo y tramaron en su mente la forma de quitarse la, porque a pesar de que de que eran ricas y que tenían dinero, eran muy envidiosas, ellas siempre querían tenerlo todo, y estaban acostumbradas a cualquier extorsión para salirse con la suya.
Gracias a ellas, y sus lenguas viperinas, Hermione ya no gozaba de la credibilidad de sus compañeros, a tal punto que de alejaban de ella, unos la insultaban, otros la llamaban asesina, mosquita muerta o zorra. Se acercaron a la rubia, mientras Ginny le acariciaba su melena rubia para molestarla, Pamsy jalaba la pulsera, tratando de quitarse la, ya que por más que la estiraba no se aflojaba, al contrario se volvía a ajustar nuevamente a la muñeca de Hermione.
Ya desesperadas porque no se la podían quitar. Ginny armó un drama, comenzó a gritar desesperada, llamando la atención de sus compañeros, señalando a Hermione, como la ladrona de su pulsera de piedritas comprada en Tiffani.
Hermione, tapó la pulsera con su mano, mientras le gritaba, - no seas mentirosa Ginny, está pulsera es mia.. Ginny, se burlaba de ella, - y tú de dónde vas a tener dinero para comprar una joya así, si tu eres una muerta de hambre.
Esas palabras dichas por su amiga, a quien ella quería mucho, a pesar de los rumores que ellas crearon, le dolió en lo más profundo de su alma y sin remordimiento le dio una fuerte cachetada, que debido al alboroto formado, llamo la atención de profesores, llevándo a las 3 jóvenes al rectorado.
El director del instituto, que conocía muy bien a las 3 jovencitas, sabiendo de antemano los alcances de cada una, y que Hermione, era una buena muchacha que venía de provincia y que vivía acá por generosidad de sus padres, además de la inteligencia de Hermione, les hizo un careo al fin de solucionar pronto este dilema.
- Hermione cuenta me, ¿Cómo obtuviste la joya? - preguntó el rector.
- Señor Rector está pulsera es un obsequio de mi amigo Severus Snape - acotó la rubia.
-Su nombre me parece haberlo oído antes, pensaba en su interior, el director e igual preguntó ¿Y quién es este caballero, Hermi?
-Es el empresario que compró el palacete abandonado que está a 3 cuadras arriba del instituto, en la calle Gilmort - respondió Hermione.
El Rector se acariciaba el mentón, recordando que leyó la noticia en los diarios, pero quién le dio la cara a los medios fue su asistente, el Sr. Harry Potter, y se especulaba que el millonario era un hombre muy quisquilloso. Si eso que me cuentas es verdad, llama al Sr. Snape y dile que venga a hablar conmigo. Tienes hasta la 1 PM.
Hermione no tenía conocimiento que Severus bebía de una Poción antisolaris para permanecer 6 horas caminando entre los vivos, se puso a llorar de impotencia porque sabía que él estaría descansando. Apretó la pulsera, con sus dedos y lo llamaba.
Mientras ella tocaba la pulsera, Severus, estaba en la casa en el área de la discoteca, hablando con Harry, sobre los últimos detalles para la apertura que sería al siguiente día, se sintió inquieto, e incómodo y por un momento se quedó parado en la estancia, y vio imágenes donde su rubia lloraba, y apretaba la pulsera mientras lo llamaba.
A Severus, se le estrujó el corazón de la pena y su lado oscuro se despertaba aún más fuerte y vengativo, hacia aquellos que pretendían dañar a su amor.
Cerro sus ojos y se comunicó con Hermione.
Está al sentir la conexión se asustó y miraba a todos lados buscandolo.
- Estoy en tu mente, dime qué necesitas - dijo Severus.
Hermione se metió al baño, cerró sus ojos y le explicó la situación.
Severus salió de la casa, dejándose ver en su forma humana ya que aún surtía el efecto de la poción, vestía pantalón negro y suéter crema, acomodo su cabello en una coleta y le pidió a Harry que esté pendiente de su llegada.
Caminó hasta donde recordaba que era el instituto, una vez allí solicitó la apertura con el rector indicando su nombre. Severus Snape
- Pasé adelante por favor, le indico el director e hizo llamar a las 3 jovencitas. Y le preguntó
- Sr. Snape ¿es cierto que ud le regaló la Joya a la srta. Granger?
-Así es. Ayer se la obsequie. Después de llevarla a su departamento - confirmó el vampiro.
- Sé que no es de mi incumbencia, pero debo resguardar la seguridad de mis estudiantes, ¿Cúal es su relación con mi estudiante? - preguntó el rector.
Severus suspiró y contestó - suelo ser muy generoso con mis amigos, más cuando anteponen su vida a la mía.
Además la srta. Granger, me está ayudando en mi nuevo negocio, ya que usted tendrá conocimiento soy dueño del palacete de la calle Gilmort, voy a abrir una discoteca y he solicitado la ayuda de una contadora para que me lleve los libros del negocio.
- Le feclicito, por su excelente decisión, ya que la srta. Granger es una de nuestras mejores alumnas en Auditoría y Contabilidad.
Ud es muy joven para ser dueño de un negocio.
Porque Severus, a pesar de que era un vampiro de 526 años mantenía la imagen de un joven de 26 años, prácticamente la edad que tenían las chicas.
Severus se sonrío y dándole las gracias por su comentario se despidió muy cordialmente, indicándole que sería bien recibido y atendido en su negocio cuando hubiera la apertura.
Agradeciendo de antemano al rector por haberlo recibido ya que la entrevista duró menos de una hora, mientras salía junto con Hermione, para acompañarla a su salón de clase, vio a un costado a las muchachitas malcriadas Ginny y Pansy, las noto muy enojadas porque no habían podido hacerle la maldad a la rubia,
- En la noche, tenemos mucho que hablar. quiero que me cuentes qué es lo que está pasando quiero ayudarte para que esas dos... te dejen tranquila
- Hoy, responderé todas tus dudas , te confiaré una parte de mis secretos. Si me demuestras que puedo confiar en ti. Sabrás todo de mi.
Hermione lo mirada embelesada y le sonreía, mirándole los labios, ansiaba probar sus besos, otra vez.
Severus leía sus pensamientos e hizo una mueca de satisfacción.
En un descuido de la rubia, jalo su mano, atrayendola hacía el y la besó, primero fue tierno, pero luego se convirtió en un beso necesitado, introduciendo su lengua, recorrió toda su boca.
Hermi se derretía como azúcar.? pero quién sentía que paredes de hielo, explotaban una, tras otra, dejando que el amor de la rubia calentará su frío corazón era el mismísimo Severus, quién por fin, había conocido el amor.
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