Una vez que se decidió que se debía hacer para reconocer a la rubia, como su legítima heredera.

Fueron llamados al despacho Severus y Hermione, para proceder a la Reconfirmación
de Paternidad.

Adam Brown, su padre se disponía a irse, ya habiendo entregado a su querubín a su verdadero padre, fue llamado de regreso al despacho del ministro por una rubia llorosa, que le pedía que se quedará y por Sirius para que firmará como testigo de su reconfirmación.

_Les agradezco mucho, por darme ese honor y así permanecer en la vida de mi querubín, agradecía con los ojos cristalinos_ el mago Brown.

Severus estaba feliz, porque
sabía que eso le daría la felicidad de casarse con su rubia amada.

Y porque no, tener un pequeño rubito correteando por la mansión Black.

Kingsley les ordenó ponerse de pies y juntar sus varitas y dijo
_ por el deber en mi conferido, procedo a realizar, la reconfirmación de la paternidad, y la unión magica de sangre, entre Sirius Black y Hermione Jean Black Jones.

Se tomaron de la mano y de inmediato se formó una luz dorada que se entrelazo 4 veces, mientras se ramifican los 4 lazos de diferentes colores, se apreciaba el nombre de una bruja diferente, la primera fue Lila dibujando el nombre de Bellatrix, la segunda fue verde, con el nombre de Narcisa, la tercera azul, dejaba apreciar el nombre de Andrómeda y la última que los envolvió en un fuerte brillo de pies a cabeza
era dorada, pudiendo se, apreciar una tenue sombra con las imágenes de 4 mujeres muy hermosas, que dijeron al unísono <<Ella es nuestra Heredera... En ti confiamos>>

Reafirmando así que Hermione, había recibido los 4 núcleos mágicos de las mujeres Black .

Pero al firmar el documento, para ser legalizado con los sellos del Ministerio de Magia y Hechicería, se apreció el cambio del segundo nombre de la rubia, ya no era Jean sino Lita.

Apareciendo los nombres de la siguiente manera, Hermione Lita Black Jones.

Severus se acercó a su rubia, dándole un casto beso en los labios, mientras le susurraba muy melosamente, pronto serás Snape.

Hermione _sonrio ante ese gesto y lo abrazó.

Sirius encogía sus ojos mientras miraba a la pareja, tratando de interpretar sus cómplices miradas, lo entendió todo y sonrío.

Kingsley se alejó de ellos para colocar los sellos pertinentes, en ambos documentos, la nueva partida de nacimiento de Hermione y el acta de divorcio de Jean, que colocó dentro de un sobre, entregándoselo
a Sirius.

_Palmeo el hombro del moreno, ahora solo falta la boda entre tú y Jean, _ confirmó el ministro.

_Miraba ya a una pareja y luego a la otra, riendo triunfante, _ el ministro, alzó sus lentes con un dedo, _espero tu lechuza, Sirius
le dijo, mientras los guío hasta la salida de su despacho.

Una vez fuera, Sirius se apareció con Jean, fuera del Palacio de Justicia de Londres, para dejar sentado el divorcio de Jean Jones con Adam Granger, motivo: causas irreconciliables.

Hermione notando el rápido cansancio de su vampiro favorito, invocó un pequeño traslador y fueron llevados rápidamente a Black Manor del Valle de Godric, para que él pudiera descansar en su ataúd.

Pero Hermione, no contaba con que Severus le hiciera un berrinche, como un niño de 3 años, para que su mamá durmiera con él, hasta que se durmiera.

Cuando se pudo dar cuenta, Severus la tenía recostada
Sobre su pecho, dentro del ataúd .

Agradeció a Merlín, que no fuera claustrofóbica. Y así durmieron los dos juntos por un buen rato, hasta que Harry entró a sus aposentos y tomó entre sus brazos a una Hermione dormida, para luego acomodarla en la cama del dormitorio continuo a la puerta del sótano.

Sirius y su prometida, como presentó a Jean, a todos sus compañeros abogados del Palacio de Justicia, esa tarde mientras registraba el divorcio de su amor.

Parecían dos adolescentes enamorados, que se robaban pequeños besos y se tomaban de las manos, riéndose de cualquier cosa

Aún sin notarlo, eran observados por un vampiro maldito, que habría tomado la forma de alguien más, para en un descuido de Sirius, secuestrar a la futura sra. Black sin levantar sospechas entre las criaturas mágicas como él solía llamarse, cuando en realidad se lo conocía cómo un maldito asesino.

Al fin llegó el descuido, Olivia se acercó muy contenta a saludar a Sirius, este se giró un momento para darle la mano a la detective, y cuando volteo Jean había desaparecido, ante sus narices.

Hermione despertó sobresaltada, _escuchaba la voz de Lestat, llamándola por su nombre,_ ¿donde estás? - preguntaba la rubia. _se burlaba de ella,_el vampiro maldito, apareciendo y desapareciendo ante sus ojos.

Y al doblar la esquina, _pudo apreciar el rostro desencajado por el terror de su madre, _mientras escuchaba la risa sádica del vampiro, _tú por tu madre,_no seas cobarde_le retaba la alimaña, _no te demores, me puedo aburrir y drenarla. _¡tu decides!

Hermione no lo pensó dos veces, tomó su varita, su traslador y el diario de Lita.

Se dirigió hacia el jardín y tocando el traslador visualizó a su madre, llegando a la casona de Lestat.

- Me alegro, que no demoraste - dijo el vampiro, mientras se acercaba a ella, peligrosamente.

- ya estoy aquí, como tu querías
- susurró la rubia. Deja libre a mi madre, en este momento.

Lestat soltó una risa sonora que le podría poner los pelos de punta a cualquiera, - ¿me crees, un tonto, mujer? - dijo el vampiro.

No, ella se queda aquí, es mi boleto para que tú no me abandones.

No permitiré que vuelva a ocurrir mi Lita, - sonreía, triunfante el vampiro, - te perdí una vez, por mí inexperiencia, pero no se repetirá, te lo aseguró.

Nadie te podrá apartar de mi, ni siquiera el estupido de Severus, no puede matarme, porque yo lo cree.

Hermione se paró frente al vampiro, mientras conjuraba un hechizo de protección para su madre.

El vampiro la miraba divertido,  notando las intenciones de la rubia.

No pierdas el tiempo - aqui no puedes conjurar nada, mi casa, como la vez, es anti-magia.