CAPITULO 16

Lestat estaba sentado sobre las ramas del árbol que daba sombra al departamento de Hermione perdido en sus pensamientos, cuando un dulce aroma a vainilla inundó sus fosas nasales y sus sentidos se activaron, quiso entrar por la ventana de la habitación de Hermione, pero una fuerza muy poderosa,  se lo impidió.

Reconociendo las protecciones mágicas de los Black. Y se maldijo interiormente.

Utilizando sus dotes de vampiro pudo percibir la presencia de dos personas más junto con la muchacha, y notó que la protección no cubría a la tercera persona,  luego de entrar en su mente, descubrió que era la madre de Hermione.

Sonrió victorioso mientras se acariciaba el mentón, porque ya había encontrado la forma de secuestrar a Hermione, ahora solo tenía que buscar un nuevo palacete que no conociera Severus, para que se le dificulte encontrar a la muchacha.

Sirius miraba a Jean pensando lo hermosa que se veía a pesar de tener poco o más de 40 años, su cabellera rubia y ondulada, sus bellos ojos color miel, que aún lo volvían loco.

Quería acercarla a él y besarla, pero temia no ser correspondido.

Por otro lado, una rubia mayor, miraba a padre e hija, como si su unión fuera lo más maravilloso del mundo, pensó que el destino la quería tanto, que los había unido sin necesidad que ella lo buscará.

Ya que su mayor temor se había disipado. No le había contado la verdad a Hermione, porque sentía que sería muy triste para su hija saber que Adam, no era su padre y no saber dónde buscar o como encontrar al propio.

Así que mientras cavilaba por quién empezar, respiró profundo y se volteó para hablar con Sirius.

Aún te ves tan guapo como la última vez que te vi. 

Sirius se ruborizó por sus palabras recordando lo directa que era siempre. 

Y tu estas más bella que antes.

Una vez roto el hielo entre sus padres.

Hermione se levantó de su silla y dijo - los dejaré solos para que conversen. Estaré en mi habitación por su me necesitan.
,
Sirius dio el primer paso, se puso de pie, se agachó cerca de Jean, y tomando sus manos, la levantó para abrazarla muy fuerte.

Sus lágrimas comenzaron a salir a borbotones, ambos lloraron.

Tenían sentimientos encontrados, de pena, de dolor por la separación innecesaria por tantos años. La soledad que los envolvía por tanto tiempo.

A pesar de que Jean tenía a Adam Granger, y de que él haya sido muy bueno con ella, no habría llegado a amarlo.  Solo sentía agradecimiento por él.

Sirius a pesar de ser un hombre muy atractivo, que derretía no solo a brujas sino también a muggles femeninas, nunca miro a otra mujer, él era de esos hombres que aman una sola vez y para siempre.

Luego de llorar tanto, y aún con lágrimas en los ojos, Jean tomó el rostro de Sirius, con las manos y lo besó.

Primero fue un beso tierno, les temblaba los labios de emoción, de añoranza, de temor, luego se fue convirtiendo en un beso urgido y necesitado, parecían dos adolescentes, en su primera cita.


Hermione estaba feliz por sus padres, su felicidad aún no estaba completa, sabía que mientras Lestat viviera, no los dejaría en paz. 

Y suspiró preocupada por Severus temia que haya vuelto para deshacerse de su amor.

Ella siempre tan valiente, no se dejaría vencer de Lestat, ya encontraría la forma de repelerlo.

Se sentó en su cama, mientras apoyaba su cabeza sobre sus codos.  Diviso en una esquina de su cómoda, un tablero del piso algo levantado. 

¡Que raro, nunca lo había notado! - se dijo para si misma.

Se levantó de la cama, y se arrodilló cerca de la tabla sobresalida, y con las uñas pudo levantarla un poco más, notando una cajita alargada de color negro. 

La saco con cuidado, y la colocó sobre su cama, para ver mejor su contenido.

Al abrirla encontró una hermosa varita color verde, con diseño de rosas y ramitas delicadas, la tomó por la empeñadura, y delicadamente pronunció
Wingardium Leviosa, y la cajita alargada, comenzó a levitar  y se volteó, dejando caer un prequeño diario de pasta negra, que en su membrete se leía LITA BLACK.

Hermione lo tomó en sus manos, mientras miraba para todos lados, y así agradecer el obsequio, ya que sabía que era imposible que eso haya estado siempre ahí.

Era extraño suponer que ella, su descendiente, pudiera encontrar su legado.

Al abrir el diario se sorprendió aún más, porque su bienvenida decía así: ...<<me imagino que encontraste mi varita, y tu primer hechizo fue WINGARDIUM LEVIOSA, ese era mi hechizo favorito, he de afirmar también, que soy tu descendiente, y has heredado mis ojos color avellana y mi fría mirada de reojo, cuando me enfado.  Felicidades, eres una legítima Black.>>

Este diario lo convertirás en tu consejero eterno para sobrellevar la gran carga psicológica que representa ser parte de mi legado, si yo no pude destruir al vampiro sádico y asesino que pretendió, por así decirlo, darme la felicidad de gobernar a su lado, en un mundo de muertos.

Te ayudare para que tú termines mi misión, cave recalcar, descendiente mía, que tú eres más poderosa que yo, ya que la varita, que tienes en tu mano, ha sido heredada a todas las mujeres Black de la familia y cada una de ellas al morir, han transpasado parte de su núcleo mágico a ella.

Así que te invito a conjurar el encantamiento protector sobre ti, para evitar que el vampiro te toque.

Te pondrás de pie, y moverás la varita, de tal modo, que crearás un escudo mágico, repitiendo estás palabras <<PROTEGO  tú nombre completo, HERMIONE JEAN GRANGER BLACK INFINITE MÁXIMA LESTAT VAMPIRE>>

Una luz resplandeciente cubrió a la rubia totalmente hasta que se fue apagando poco a poco, dejando breves destellos color castaño en las puntas de su cabello.

Una vez, terminado el ritual, Hermione notó que sus padres, la veían perplejos desde el marco de la puerta de su habitación, ya que mientras el hechizo la cubría, ellos escucharon el ruido de una descarga eléctrica, se asustaron tanto, que subieron a tropezones por la escalera para comprobar que ella estuviera bien.

Hermione, tomo las manos de sus padres, y los invito a sentarse en su cama, mostrándole a Sirius, la varita y el diario de Lita.

Este sorprendido le preguntó
- hija, ¿Dónde encontraste está caja?.

Hermione le mostró el lugar, donde la halló.

Sirius, aún confundido le refutó, - es imposible que haya aparecido en tu casa, y de esa manera, ya que está varita se la entregan a los 11 años a las mujeres Black antes de entrar a Hogwarts.

Hermione contestó - pero yo a los 11 años estaba en Provincias, y no tenía magia.

Yo descubrí la magia a los 18 años, cuando llegue a este departamento.

Recuerdo como si fuera ayer...

A los dos días que llegué se reventaron las tuberías y el departamento se llenó de agua, mojando un deber de literatura muy importante.

Me puse a llorar de la impotencia, cerré mis ojos, deseando  con fuerza que nada de eso haya sucedido, y cuando los abrí, así fue, todo estaba seco, tal como lo desee.

Además papá, cuántas mujeres Black, ha habido antes que yo.

Sirius meditó su respuesta y le dijo - los Black somos un linaje antiguo de sangre pura y solo conciben un heredero hombre, máximo dos, pero mujeres solo ha habido 5.

Y la última murió hace 5 años, Bellatrix Black.

- Papá, por favor ¿Puedes nombrarme a mis antecesoras? - pidió Hermione.

Sirius contestó - está bien hija, te nombraré las ultimas 5 desde hace 500 años, Lita, Narcisa, Andrómeda, Bellatrix y tú serías la 5ta. Hermione Jean Granger Black, serás llamada así, hasta que podamos revocar el apellido de tu padrastro. 

La rubia sonrió.

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