Severus observaba a Lestat, mientras leía su mente, recordando a aquella joven vivaracha, que había sido su compañera de casa, Lita Black Lestrange, creadora de varias pociones muy interesantes, que le habían servido en sus épocas estudiantiles para librarse de uno que otro examen difícil.

Recordaba ligeramente, cuando ella, una noche entró con la mirada ausente a Lestrange Manor, con unos aretes que parecían garras y con atisbos de haber sido hipnotizada, al verla, leyó su mente y corrió a sacarle los aretes, ella se dejó hacer y una vez liberada, comenzó a gritar - ¡lo tengo, lo tengo!

Y tomando la mano de Severus, lo llevo al sótano para que le ayudará a mezclar varios ingredientes.

Y así pasaron varios días, mezclando ingredientes, se escuchaba una pequeña explosión, salían corriendo por el humo, este se expandía y regresaban al trabajo.

Un buen día, Severus le preguntó, - Lita, ¿me dirás al fin, qué estamos haciendo?.

Lita lo miró y algo colorada de la vergüenza dijo - disculpame Severus, por mi tonto silencio, ya te lo explico todo.

Lita se sentó en uno de los muebles del despacho de su padre y me dijo - Quiero crear una poción para que los Black no seamos apetecibles para los vampiros.

Severus alzó las cejas en señal de sorpresa, ya que creía que esas alimañas no existían, que eran producto de la imaginación loca de  los muggles.

Severus se rió sonoramente, y  dijo - estás loca mujer, ¡esos seres no existen!

Severus, una vez que se calmó, miró a Lita, que estaba muy enfadada y lo miraba de reojo, fue allí que comprendió que la muchacha hablaba en serio.

Lita tenía un bello temperamento, salvo cuando se enojaba, ya que miraba de reojo a los demás.

Severus, la conocía muy bien.

Era terca a la par que hermosa, cuando decía no, era no.

Tanto que no dejo que su padre le escogiera marido, ella no quería casarse, porque decía que los hombres de su edad por más sangre pura que eran, ninguno le llegaba a los talones para ganarse el honor de tenerla.

Lestat, al contrario era un vampiro, que en su vida humana, había sido un rey, muy estudiado y educado, en la más fina cuna, pero fue seducido por las bajas pasiones, siendo convertido por Marcus, un anciano de más de 900 años.

Que decían que ya había sido destruido, otros incluso lo apuntaban a Lestat como su asesino.

Pero nadie sabía a ciencia cierta esa historia.

Lastimosamente, Severus murió antes de que pudiera ver recreada la obra de su amiga, ya que al desaparecer Severus, Lita desestimó el poder de la poción y siguió su investigación por otro camino,  los encantamiento de protección, ya que se podían expandir hacia un sinnúmero de personas, u objetos.

Un buen día descubrió en la biblioteca de los Black, un libro llamado
"Los Encantamientos en las Artes Oscuras" cuyo autor, era desconocido para ella, su nombre era  Percival Dumbledore. 

Lo tomó y lo leyó con cuidado.

Hasta que encontró algo que le llamo la atención, Encantamiento: Protego...
Infinite.

Era un encantamiento de Protección expandible al cual le faltaba una palabra, que era el nombre de la persona u objeto a la que se debía proteger. 

Tenía una clausula especial, que si era usado para proteger personas, se  expandia  a todas las generaciones, sin excepción y se debía dar el nombre de la persona u objeto de quién se debían proteger y así se hizo.

El nombre completo de ese encantamiento era, Protego Familia Black Lestrange Infinite Lestat Vampire.

Así todos los Black se protegieron por generaciones.

Cada vez que alguno se casaba, el día de la boda, el patriarca de esa familia, utilizaba el encantamiento cubriendo a los miembros actuales y venideros de esa nueva generación y sus mansiones.

Amanecía en la ciudad de Londres, Lestat desapareció. 

Harry acercándose a Severus, cerró todas las puertas y ventanas, acompañando a su amo hasta sus aposentos, para que descansará.

Este le palmeó la espalda, en señal de agradecimiento.

Sirius, por su parte acompañaría a Hermione, hasta su departamento, una vez allí, sintió miedo, de dejarla sola, luego de los acontecimientos, y recordando que Lestat, quería acercarse a la joven le preguntó
- Hermione, ¿Deseas quedarte sola o prefieres si no te molesta, acompañarme a hacer unas diligencias?.

Hermione entendió el mensaje, no le temia, ya que había algo en Sirius que le daba confianza.

- Hermione dijo, - me encantaría acompañarte, Sirius.

Solo déjame cambiarme de ropa por favor.

Este agradeció tomando asiento y dijo - tomate tú tiempo, hija yo te espero. 

Una vez que la muchacha subió a su habitación a tomar una ducha para después cambiarse, Sirius salió del departamento e hizo el encantamiento de protección, estaba casi seguro que Hermi era su hija.

La rubia bajo media hora después, Sirius tomaba una taza de café, que preparó en la cocina de la rubia al estilo muggle.

Hermione sonrió y dijo, - me alegro que se sienta en casa, Sirius se sonrojo.

Ambos salieron del departamento, Sirius la llevo hasta las afueras de Londres, en un taxi, que hizo detenerse cerca de un terreno baldío.

Hermione lo miro preocupada y  preguntó, -¿A donde vamos?.

Sirius dijo - no te asustes hija, cierra los ojos y no los abras hasta que yo te diga.

Hermi obedeció y se aparecieron en Black Manor, en el Londres mágico.

Sirius tuvo que sostener a la rubia, para que no se desmayara de la impresión.

Sigueme, tengo mucho que contarte.

Hermione lo siguió, pero había algo en ese lugar que le resultaba familiar. 

Lo siguió por un corredor largo, decorado por pinturas de sus antepasados, todos ellos la miraban sorprendidos, hasta que llegó al final del pasillo, encontrándose de repente con Elena Lestrange, madre de Lita, quién al verla grito de felicidad, diciendo, - es ella, es ella, mi Lita a regresado!

Hermione se quedó con la boca abierta, sin comprender todo el alboroto de los retratos, cuando de repente sintió la mano de Sirius, quién tomando la suya, la llevó hasta una habitación, que tenía dibujado en la pared, el árbol genealógico de los Black, y en su nombre salía una ramificación, y vio dibujada su cara y nombre.

Hermione lloró de emoción, y abrazó al hombre.

Al fin había encontrado a su padre.

Fue tal su felicidad, que todos los recipientes de vidrio de la sala, comenzaron a levitar. 

Sirius se sorprendió mucho, no sabía que Hermione, fuera a tener magia, pensó que sería una Squibb.

Ya le preguntaría después, desde cuándo poseia magia.