CAPITULO 10

Mientras la rubia disfrutaba de  la brisa nocturna que jugueteaba con su cabello.

Sentía en su interior una emoción infinita porque vería a Severus, moría por probar otra vez sus besos y si él quisiera, ser suya también.

Hermione se sorprendió al pensar que con él, no temía a la entrega de su virginidad tan bien resguardada por años, ya que tenía la ilusión que él le correspondía de la misma manera que ella, lo amaba.

Lestat la observaba de lejos, y  al mirar a los lados, sintió que su garganta se secó y la sed lo inundó, debía alimentarse. 

Pero él no era Severus, su paladar era aún más exquisito, no se conformaría con cualquier escoria, el gustaba de la sangre pura de los magos y los podía oler a miles de distancia.

Lo que no contaba es que este mago, tan peculiar como él, no se dejaría atrapar por esta criatura inferior como él los llamaba.  Sirius Black, abogado en leyes mágicas y muggles, también vigilaba a la rubia de cerca, desde el escrutinio policial que tuvo que lidiar por culpa de las locuras de Severus.

No era solo por cuidarla, no se equivoquen, era algo más que lo perturbaba, desde que la conoció, su mirada, su voz, su cabello le hacía rememorar a un antiguo amor de juventud, una muchacha que no había visto en más de 22 años, que la vio por última vez en un concierto de rock.

Fue suya aquella vez, y desapareció de su vida, como llegó.

Se encontraron los dos hombres, frente a frente, Lestat era un animal, pretendiendo casar a su presa, mientras que Sirius lo miraba con desdén, sabiendo lo repulsivo que era este ser inmundo.

- Prepárate para morir, Sirius llegó tu día - dijo Lestat relamiéndose los labios. 

Sirius por su parte, resopló y movió su cabeza, en señal de cansancio y dijo - estoy muy
ocupado para jugar contigo, tienes siglos cazando a los Black y nunca has podido contra nosotros. Y esta no será tu primera vez. Y sin dar más vueltas desapareció, dejando al vampiro confundido y muy enojado.

Este hizo un mojin de fastidio, y convirtiéndose en murciélago voló hacia la discoteca de Severus. sabia que era ahí, ya que la estruendosa música juvenil era inconfundible.

Y él lo sabía mejor que nadie porque se alimentaba de esa lista de la población humana.

Se posó por una de las ventanas traseras de la  casa y
entró, con su caminar felino, recorrió la tercera planta de la casa, mirando los cuadros de los antepasados de Severus, sus padres, él siendo estudiante en Hogwarts, con sus alumnos, cuando fue profesor. 

Eso lo lleno de felicidad, pero le duró poco. Porque fue en ese tiempo que conoció a Lestat.

Mientras rememoraba escenas del pasado, llegó una brisa delicada, con un dulce aroma a melocotones que lo embriagó, busco por los cuartos, la causante de ese perturbador aroma y la encontró un poco asustada, ya que estaba perdida, y alejada de sus amigos.

La muchacha era muy mona, sexy, de piernas largas, cabello largo negro y expresivos ojos azules, que lo miraron con simpatía, creyendo erróneamente que le ayudaría a regresar a la discoteca con sus amigos.

Lestat se acercó a ella y le sonrío seductoramente, y le preguntó
- ¿Qué hace tan delicada criatura por estos lúgubres lugares?

Pansy lo miraba con sus ojitos soñadores, y los labios entreabiertos.

Lestat sintió que era una invitación para que él la tomase ahí mismo.

Ambos con un mismo deseo, pero la muchacha no contaba con la oscuridad que reposaba en el corazón de Lestat.

El vampiro la tomó de la cintura, y la besó, fue un beso suave, con ternura, la muchacha cerró los ojos para disfrutar de sus caricias.

Sacó su lengua rasposa y la paso sobre sus labios, saboreandola, ella abrió apenas su boca y este introdujo su lengua por toda su cavidad, sin dejar nada abandonado, mordió su labio inferior, y sus colmillos drenaron su sangre poco a poco, mientras el acariciaba su cuerpo, y la poseía completamente.

Lestat, una vez que hubo saciado su lujuria con la chica, se la llevó a su mansión, poseyendola nuevamente, e hipnotizandola para que no gritar.

Clavo sus dientes en su entrepierna ya que su sangre, le parecía exquisita.

Tan extasiado estaba, alimentándose de ese cuerpo femenino, no tan frágil, de repente, abrió sus ojos y en una visión pudo ver a Hermione, en peligro. 

Sin pensarlo dos veces, soltó el cuerpo casi inerte de Pansy y voló a salvar a la rubia. 

Sirius, había llegado a la discoteca con la invitación que Severus, le enviará con una lechuza a Black Manor, para que los acompañará a él y a Hermione, fuera del lugar, una vez que él haya cumplido con su venganza.

Fue recibido por Harry, quién amablemente lo llevo a un privado, junto a una bella modelo, para que fuera su compañera, por el tiempo que permaneciera en ese lugar.  

Sirius saludó con un movimiento de cabeza a los detectives, y estrechó la mano de políticos, doctores, y abogados que fueron invitados a la inauguración.

Severus se acercó a Sirius, abrazándolo ya que se guardaban un gran afecto, ya que los ancestros de Sirius, habían sido compañeros y estudiantes de Severus.

Y este a pesar de su condición, lo respetaba y nunca había intentando atacarlo.

Severus seguía impaciente e inquieto, sentía deseos de volar lejos de ahí e ir a buscar a Hermione, de tomarla y hacerla suya de una vez, rememoraba sus besos y caricias, pero también recordó que eso despertaría su deseo de morderla. 

De un momento a otro, se transformó en el animal que era, pero está vez, le salieron unas alas grotescas de gargola, que lo llevaron lejos,  lejos, muy lejos de Londres, más que volar, sintió que se habría aparecido en otro lugar.

Sirius se dedicó a pasear por los ambientes de la discoteca, mirando a los presentes, mientras buscaba a Hermione.

Está se encontraba en la esquina de una mesa en forma de rosca, golpeando las manos de su acompañante, que intentaba llevarsela.

Sirius se acercó con la excusa de saludarla, para intervenir en la discusión de los jóvenes.

Sonrió y saludó - ¡Buenas noches
Hermi! ¿Cómo estás?

Hermione se sonrojo riendo de manera nerviosa contestó - muy bien, gracias por preguntar ¿y ud, Abogado Black?

Mike los miraba iracundo e impaciente, murmurando por lo bajo, por la intromisión del anciano.

Sirius observaba detenidamente a ambos jóvenes estudiando sus movimientos, y preguntó - ¿Se van tan temprano y sin saludar siquiera al anfitrión?

- Es que Hermione se ha mareado, así que la llevaré a su departamento para que descanse - dijo Mike.

Hermione no sabiendo exactamente como librarse del muchacho, confirmo a Sirius
- la verdad, aún no he saludado al Sr. Snape, ¿Ud lo ha visto?, ¿Me podría llevar con él?

Sirius con un hechizo verbal abrió del otro lado la mesa rosca para que la rubia pudiera salir y tomándola de la mano, se la llevó lejos del muchacho.

Sirius y Hermione, avanzaban por entre las personas que estaban agolpadas en toda la discoteca, cuando Sirius pronunció un hechizo verbal de  protección, Protego Máxima abrazando de la cintura a  Hermione,  para que los proteja a los dos, ya que sintió la presencia de Lestat.

Una vez reconocido el lugar donde se apareció Severus, rememoraba viejos tiempos vividos, era una mansión esplendorosa que sobresalía por lo antigua, a pesar de ser exquisita, sabía que en su interior, quién era su dueño.

Entró por una de las ventanas, yendo directo a las masmorras, porque sabía que allí encontraría el ataúd de Lestat. Y si quería destruirlo para librarse de él, necesitaría la tierra de su ataúd.

Tomo un poco, guardándolo en una cajita que encontró en su habitación.

Recorrió todo el lugar, ya que sentía que algo de ahí, lo llamaba.

Paseo por todo el lugar, abrió cada puerta, tuvo que hacer lo como humano, ya que la mansión tenía protecciones muy antiguas contra la magia. 

Después de abrir y cerrar más de 15 puertas, encontró el cuerpo de Pansy, cubierto de sangre, por todos lados, se estaba desangrando, lo que ocasionaba que convulsionara como una gallina, cuando le cortan la cabeza, una escena muy grotesca, a decir la verdad, hasta para el mismo Severus.

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