Capítulo 41 La Cita.
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|Escrito por Zelrech y Oscarxperia|
Un nuevo día en Orario, aunque no era un día cualquiera.
Hoy era el día en se celebra el festival de inclusión de los xenos como seres civilizados.
Un festival donde xenos y los seres de la superficie conviven en armonía, limando las perezas y recordar aquella vez dónde los xenos se dieron a conocer y culminar con aquella batalla entre Bell Cranel y Asterius.
Aunque todo esto pasaba a segundo plano para cierto chico de cabellera azabache.
El "hijo" de Zeus estaba caminando como loco en su habitación.
La razón, simple tenía nombre y apellido, desde hace unos días Zaniel había estado pensando constantemente en Airmid, aquella sanadora que poco a poco se había ganado un lugar en su distante corazón, obviamente está clase de sentimientos eran totalmente desconocidos para el pelinegro, pero esos nuevos sentimientos le gustaban y lo asustaban por partes iguales.
Así que Zaniel no sabía que haber con todo lo que estaba sintiendo, quería gritar, quería acostarse y no decir nada, tantas cosas, pero no tenía la respuesta lo que quería hacer.
Pero sabía que era un error deshacerse de lo que sea que estaba sintiendo por la doncella, Zaniel sabía que aúnque tratará no podría dejar lo que sentía por la capitána de la familia Dian.
Así que sin pensarlo dos veces envío una carta a la santa dónde la invitaba a qué pasaran juntos el festival.
¿Fue un acto cobrarte? Tal vez, ¿Sabría si Airmid acepto su invitación? Pues podría ser si la Santa no se presentaba en el lugar que acordaron, ¿Dian se iba a interponer? Probablemente.
Hablando del Dios, Zaniel recordó la amenaza de Dian, antes de que fueran al lejano oriente, relamente la idea de que alejarán a Airmid de el era un asco, ellos eran amigos...Si amigos aunque para el pelinegro sentía que esa palabra ya no le gustaba para catalogar su relación.
Zaniel: -deteniendose abruptamente- ¿Eso significa que me gusta?
Zaniel se detuvo y se quedó mirando a la nada después de la revelación de sus sentimientos.
Mientras Zaniel tenía su relevación, Airmid ya había recibido la carta de Zaniel.
La doncella no paraba de leer una y otra vez aquella carta, llamando la atención de su amiga.
Martha: ¿Todo bien? Llevas leyendo esa carta por minutos ¿Paso algo?
Airmid: -en shok- Zaniel me invitó a una cita con
Martha: Vaya, así que por fin hizo un movimiento -sonriendo con picardía- Solo faltó declarar que te pertenecía para que el hiciera algo -resoplando - Hombres solo así entienden que estamos interesadas en ellos, ¿Para cuándo es su cita?
Airmid: -sonrojada por el recuerdo-Para hoy, quiere ir al festival conmigo
Martha: ¡Tenemos muy poco tiempo! -jalando a Airmid- cerraremos la farmacia temprano
Airmid: ¡Espera! ¡No podemos! ¡Dian Sama se molestará!
Martha: ¡Necesitamos un kimono o una yukata! ¡También un peinado sofisticado!
Airmid: ¿¡Martha me estás escuchando!? -siendo arrastrada por Martha- ¡MARTHAAAAAAA!!!!
Mientras eso sucedía un perdido y desesperado Zaniel, fue en busca de orientación con sus nuevos sentimientos
Zaniel: Estoy seguro que esto es una mala idea...no es pésima idea...pero momentos desesperados requieren medias desesperadas
Zaniel entro en una habitación en específico, siendo recibido por una persona en especial.
Zeus: Zaniel, mi muchacho ¿Teníamos una actualización programada? Es raro verte por aquí si no es para que actualicé tu estado.
Zaniel: Necesito...tu orientación...
Time skip
El atardecer estaba llegando a su fin y la noche estaba a nada de comenzar, al igual que la cita de nuestros protagonistas, los dos estaban caminando por las calles concurridas en dirección su punto de encuentro, cada quien con sus propios pensamientos.
Zaniel: (¡Ese maldito pervertido puede dar buenos consejos cuando se lo propone! Debo hacer esta cita especial!).
Airmid: -sonrojada-(¡Tengo que seguir el consejo de Martha y dar el primer paso si quiero tener una relación con Zaniel!).
Con esos pensamientos el par se encontró en el lugar acordado listos para dar un paso más en su relación pero con ritmos diferentes.
Zaniel: h-hola
Airmid: h-hola
Ambos estaban nerviosos, sus voces salieron al mismo tiempo. Aquello solo los avergonzó más.
Zaniel: (¡vamos reacciona!) p-perdón por interrumpirte.
Airmid: n-no… discúlpame a tu a mi.
Ambos agacharon la cabeza por la pena, las voces de los demás ciudadanos comenzaban a rodearlo. Reuniendo todo el valor posible uno de los dos tomo la delantera.
Zaniel: s-será mejor que nos quedemos atrás o se llenaran todos los puestos.
Airmid: ¿eh? -levantando la mirada estando sonrojada- t-tienes razón.
Ambos comenzaron a avanzar uno al lado del otro, sus miradas ligeramente chocaban entre ellos, eran pésimos para disimular.
Zaniel: o-oye airmid… (¡vamos, dile un cumplido como te dijo ese pervertido!).
Airmid: d-dime (¿¡porque me pongo tan nerviosa estando a su lado!? ¡yo no soy así!).
Zaniel: e-ese yukata que traes puesto…
Las mejillas de la doncella se comenzaron a teñir de un tierno tono rojizo al mismo tiempo que podía sentir como su ritmo cardiaco iba en aumento progresivamente.
Airmid: ¡s-si! ¿q-que pasa con él?.
Zaniel: b-bueno veras -rascándose ligeramente la cabeza girando su rostro hacia otro lado- s-se te ve muy bien… te ves hermosa.
“te ves hermosa”
Aquellas simples palabras se repitieron en un bucle casi sin final en su mente, su pequeño sonrojo se volvió en una muy notorio, sus labios se curvaron creando en ella una hermosa sonrisa.
Airmid: gracias.
Solo basto esa simple palabra para hacer que Zaniel se sonrojara de la misma manera.
Zaniel: ¡d-démonos prisa!.
Dejándose llevar por la vergüenza el tomo inconscientemente la mano de la chica y juntos comenzaron a caminar más rápido hacia los diferentes puestos de comida y actividades que los festivales tenían para ofrecer.
Mientras esa duce escena pasaba a la distancia y usando un pésimo disfraz el dios de la chica miraba al chico lleno de ira.
Dian: (¡maldito niño!) -mordiendo su traje para no gritas poniendo incomodo a los presentes a su lado- (¡no puedo permitir que se lleve a mi mayor fuente de dine… digo, a mi capitán de la familia) -siguiéndolos lentamente- (si airmid cae enamorada de ese tipo su trabajo se vera perjudicado y eso afectara a mis ganan… digo a su resultados y la recuperación de los pacientes… ¡debo detenerlos!).
Los minutos pasaron y el tacaño dios los siguió por todas partes queriendo arruinar la imagen de Zaniel delante de airmid.
Su primer plan fue sobornar al encargado del puesto dedicado a lanzar una peloto a unos vasos y al derribarlos todos se llevarían un premio a su elección en la cual la chica ilusionada vio un peluche de oso.
Zaniel: disculpe, me gustaría participar.
Encargado: por supuesto joven, solo permítame un segundo.
La “pareja espero pacientemente, airmid en ningún momento dejaba de mirar aquel peluche haciendo que Zaniel se jurara a si mismo que lo ganaría pasara lo que pasara.
Dian: ¿tenemos un trato? -entregándole una bolsa de valis.
Encargado: mmm no lo se -moviendo de arriba abajo la pequeña bolsa- la credibilidad de mi puesto me importa mucho.
Dian: Tsk -entregándole otra bolsa- ¿aun te sigue importando?.
Encargado: como que ahora no tanto -guardando los valis en su ropa- tenemos un trato.
Dijo mientras regresaba a atender a la pareja la cual siguió esperando pacientemente. El dios se retiro ligeramente para tener una mejor visión del fracaso de esa tipo que quiere perjudicar sus ganancias.
Al comenzar el juego y ser lanzada la primera pelota esta al impactar no hizo ningún cambio en la posición de los vasos. En la segunda oportunidad los vasos se movieron ligeramente de su posición haciendo que la pelota pasara a un lado de estos.
Encargado: solo te queda un tiro amigo.
Zaniel: ¡esto no es justo!.
Encargado: así son las reglas, parece que la señorita se ira sin ese ansiado premio
Airmid agacho la mirada, se le notaba la tristeza en sus ojos. Ante aquella visión la ira de Zaniel se hizo presente, el juro que ganaría ese peluche y por su dios que lo hará.
Tomando la ultima pelota con mucha fuerza, las venas en sus manos se marcaron el se preparo y lanzo por ultima vez. El impacto fue tan fuerte que no solo los vasos fueron destruidos sino todo el local se vio derrumbado ante la fuerza de tal lanzamiento.
Zaniel: aquí tienes airmid- recogiendo el tan ansiado peluche y entregándole a la chica la cual lo abrazo con mucha ternura- me alegra que te guste tanto.
Airmid: ¡sí! -su sonrisa se hizo nuevamente presente- ¡muchas gracias, lo cuidare mucho!.
Al dar los primeros pasos para retirarse el encargado salió de los escombros de lo que antes era su local, enojado por como este habia sido destruido. Pero solo basto la mirada de Zaniel para que este se callara.
Dian solo maldecía en silencio y antes que ese tipo lo buscara para reclamarle también se alejo para seguir con su plan de arruinar la cita de la pareja.
Una competencia de atrapar peces dorados, tal actividad fue sumamente fácil de lograr, pero cuando Zaniel tenia dicho premio en su mano una pequeña roca lanzada por Dian escondido en un arbusto casi impacta sobre la bolsa que tenía al pequeño pez de no ser por sus reflejos mejorados.
Desafortunadamente aquella roca si impacto en el premio de una pequeña niña que con mucho esfuerzo gano, rompiéndola y haciendo que el pequeño pez cayera al suelo. La niña comenzó a llorar.
Zaniel: no llores pequeña -acercándose a la pequeña y agachándose para tomar al pequeño pez y ponerlo en la misma bolsa que el suyo- este es un festival, todos deben salir con un lindo recuerdo de este, toma esto -entregándole su premio- te lo regalo y prometes no llorar mas ¿Qué me dices?.
La pequeña niña alegremente acepto tan oferta y con una sonrisa agradeció el regalo. Mientras Zaniel se levantaba sintió como su cita llegaba a su lado.
Airmid: ese fue un lindo gesto.
Zaniel: no quería que llorara, aunque… lamento no haberte ganado ese pez dorado.
Airmid: no importa -negando con la cabeza- me mostraste algo mucho mejor.
Ella sonrió y tomo la manga de la ropa del chico y juntos siguieron a la siguiente actividad a realizar.
Dian: ¡maldito seas! -saliendo enojado del arbusto- ¡esto no se quedará así, en el siguiente yo…!.
Las palabras del dios fueron interrumpidas cuando sintió que alguien lo habia sostenido desde detrás de su hombro con mucha fuerza, al intentar ver de quien se tratase y reclamarle que el era un dios y merecía respeto el color de su rostro se perdió por completo al notar de quien se trataba.
Dian: ¿¡Z-Zeus!?
Zeus: hola Dian, veo que te has estado divirtiendo -su sonrisa se amplio al igual que la fuerza de su agarre- lamentablemente para ti hasta aquí termina tu noche -la sonrisa del dios se esfumo- tu vendrás conmigo ¿entendido?.
Desde la sombras el dios avaro pudo notar que no venia solo, varios de sus “hijos” estaban vigilándolo, el sabia que el simple hecho de gritar solo le daría mas problemas. Resignados fue guiado por Zeus hacia la dirección contraria a la pareja.
Zeus: (buena suerte Zaniel)- alzando el pulgar el dios se despidió-
La noche pasaba tranquilamente, a partir de este punto el chico iba perdiendo los demás juegos del festival, pero lejos de enojar a la chica le parecía tierno.
“démonos prisa, ya casi comienzan los fuegos artificiales”
Fue lo que la pareja escucho y decididos ambos comenzaron a caminar hacia ese lugar. Desafortunadamente antes de llegar la sandalia que traía airmid se partió y ella cayo al suelo.
Zaniel: ¿¡estas bien!? -preocupado-
Airmid: s-sí, solo me doble un poco el tobillo, lo puedo sanar rápido -ella vio cómo eran los últimos en el lugar- adelántate, te perderás del espectáculo.
Zaniel: no voy a dejarte sola.
Airmid: estaré bien, no quiero que por mi culpa te pierdas de esas bonitas vistas.
Zaniel se quedo unos instantes hasta que llevo sus manos hacia el cuerpo de airmid y con delicadeza la alzo entre sus brazos.
Airmid: ¿¡q-que haces!? -completamente roja de la vergüenza- t-te perderás del bello cielo nocturno a este paso.
El primer fuego artificial se escuchó.
Zaniel: no me importa, ya vi algo mucho mas bello esta noche… tu sonrisa.
El corazón de airmid se acelero a un ritmo alarmante, si no supiera de que se trataba en realidad podría jugar que padecía de arritmia cardiaca o alguna otra condición en su corazón.
Mas fuegos ratifícales eran lanzados al cielo, iluminando la oscura noche con su hermosa luz, el hombre cargando a la mujer en brazos ya iban llegando al lugar, el ultimo fuego artificial estaba siendo cargado.
Zaniel: hoy me disté una increíble noche estando a mi lado, desde que aceptaste mi invitación estuve muy feliz.
Airmid: yo… yo también me sentí muy feliz desde que me invitaste a este festival, como me conseguiste este peliche, ver tu Bonda al darle ese pez dorado a la pequeña niña… me alegra que me invitaras a esta cita… me gustas
El ultimo fuego artificial fue lanzado.
Zaniel: Airmid yo…
El estallido ilumino el cielo, al mismo tiempo que la chica tomo al chico del cuello y esta le robo un beso cuando el cielo estaba en su máximo esplendor.
Airmid: lo sé, ambos sentimos lo mismo.
Zaniel: oye no es justo -sonriendo- mi orgullo de hombre se vería afectado si no lo digo.
Airmid: entonces hazlo -acercando su rostros una vez más-
Zaniel: me gustas.
Sus labios se volvieron a unir en un cálido beso.
La cita habia sido un completo éxito.
Hasta aquí el capítulo.
Espero que les haya gustado.
Gracias a ambos por su ayuda.
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