Capítulo 40 El Viaje.

Elfo.

Un hombre, de raza elfica, caminaba por camino de tierra en su alrededor de árboles frondosos de manzanas, hombre del ejército de Rakia.

Que iba a cumplir su objetivo, conseguir y probar la mazmorra de esa ciudad, y si alguien lo mirase feo o sospechara de él, lo mataría sin lugar a dudas.

Este elfo no es piadoso, y su orgullo es grande, tan grande como para retar o demostrar que podría derrotar al aventurero más fuerte que existiese.

Zaniel.

Zaniel: (Iré al calabozo a conseguir dinero extra para lo que tengo planeado.

Mazmorra piso 16.

Un aventurero caminaba de subida a los pisos intermedios, pero... Su camino se vio interrumpido por la... Sangre!?.

Piso un charco de sangre, que parecía dirigir por el camino frente suyo, donde provenía la sangre.

En alerta camino hasta llegar al final, notando los cuerpos de aventureros tirados en el suelo, ya sin vida.

Su sangre salían a borbotones, pero parado en el centro de ellos, estaba un elfo, con una túnica de azul oscuro casi negro.

????: Esto es divertido... Oh. *notando que un aventurero lo mira*. (Debo deshacerme de los testigos). Quedo uno?.

Zaniel: Para nada. Vengo llegando.

????: Esto será divertido.

Zaniel: Me dirás tu nombre y de donde vienes?.

????: No te lo diré, no te diré nada...

Un silencio se hizo presente, el elfo pensaba que decir, pensó un poco las preguntas del aventurero.

????: Mejor si te lo diré. Mi nombre es Gojo y provengo de Rakia. *sonríe malévolamente*.

Por parte del humano, que tenía en sus manos sus 2 dagas, solo miraba sombrio al elfo.

Zaniel: ... (Rakia... Rakia...!).

Y en un estallido de velocidad, el aventurero se había lanzado contra el elfo, mientras su mirada seguía sombría.

*clink*

Sonó el choque de armas de ambos, el elfo quedo impresionado o no, de la fuerza minorista del aventurero.

(Parte escrita por SirBalse, gracias por la atención).

Después de detener el ataque minorista del aventurero, el Elfo procedió a lanzar una ofensiva en contra de este, usando una de sus espadas dobles para intentar decapitar al aventurero, fallando por los pelos.

En cuanto al aventurero de un nivel más bajo, este después de esquivar con éxito el ataque, regresó a la ofensiva rápidamente y usó una de sus dagas a manera de puñal, chocando contra una de las espadas de Gojo, que de una patada giratoria le mandó hacia atrás un par de metros.

El humano solo pudo cubrirse y recibir de lleno el ataque, logrando desviarlo a medias.

Gojo: ¡Ja! ¿Todavía piensas ganarme siendo nivel cuatro?. *sonriendo de una manera algo loca*.

Zaniel simplemente no contestó la pregunta con palabras, sólo lo miró de una manera sombría y furiosa, hasta que se abalanzó contra Gojo, con una velocidad brutal que cada vez incrementaba junto a su fuerza.

El Elfo no se quedó atrás, tomó una posición defensiva cubriendo su cuerpo con sus dos espadas, mientras las dagas gemelas de Zaniel chocaban con el metal haciendo caer las chispas, el Elfo aprovechó en un descuido y arrebato de Zaniel para tomarlo por el brazo, jalarlo, y posteriormente lanzarlo hacia una de las gruesas paredes de aquel piso.

A pesar del golpe potenciado con el poder de la inercia, Zaniel no se dejó intimidar y se levantó de forma sombría y a la vez inspiradora para seguir la contienda.

Gojo tampoco se quedó satisfecho con darle unos golpes a Zaniel, así que también se puso en guardia, y marchó con velocidad hacia su contrincante.

Los metales chirreaban, y sus destellos de vislumbraban, una batalla extremadamente dura y reñida de la cuál no sabían cuando es que iban a morir.

De vez en cuando, ya sea Zaniel o Gojo, ensestaban un golpe afilado a su respectivo rival, a pesar de ser cortes no letales, era desgastante pelear con varios cortes y moratones de las manos a los hombros.

En cuanto vió la oportunidad, Gojo entrelazó sus piernas con las de Zaniel y lo hizo caer, y en el suelo, intentaba degollar la cabeza de Zaniel, más este lo esquivo un total de cuatro veces, para después clavar levemente una de sus dagas en la cadera de Gojo y sacarla bruscamente, así, el Elfo retrocedió.

Zaniel: *en tono serio*. Tú arrogancia será lo que te dé caza.

Gojo: *riendo sarcásticamente*. ¡Eso ya lo veremos!.

Reaundando el combate después del intercalo de palabras, volvió el intercalo de golpe tras golpe, hasta que, de un salto con voltereta, Zaniel logró colocarse detrás del Elfo y casi amputar, por no decir aplastar, una de sus manos para dejarlo más debil, perdiendo el agarre de su espada, soltandola.

Perdiendo la posibilidad de hacer algo de fuerza en aquella mano, simplemente un desprevenido y de espaldas Gojo pateó a Zaniel y luego se propuso a empujar su espada hacia atrás con su píe, usando solo una mano, empezó con el cántico.

Gojo: *usando un tono de llamado* Gotas curativas, lágrimas de luz, santuario eterno. Compón un himno medicinal: trescientos sesenta y cinco. La melodía del almanaque del sanador salva todas las cosas. Ven, destrucción del mal. El entierro de las heridas, entierro de la enfermedad. Las maldiciones se habrán ido ante la luz de la vitalidad. En nombre de todo lo que es sagrado - Yo te curó.

Decía esto mientras Zaniel intentaba cortar el cántico sin éxito, para después la mano de Gojo ser curada por completo junto a sus demás heridas en aquel campo de luz amable que incluso curó levemente unas heridas de un Zaniel que se había metido sin querer a la generosa esfera.

Ambos retomando por seguramente última vez la guardia, se dispusieron a atacar con todo, Zaniel esquivaba, repelía y atacaba a Gojo, mientras que el Elfo solo se defendía y contraatacaba al humano.

Por algunos momentos el filo del Elfo rozaba levemente la mejilla, sien o él cuello del fuerte Aventurero, dejando leves heridas que pronto sanarían.

La pelea se intensificó más y más, hasta el punto de que Gojo tendría que usar otra vez Día Fratel, y Zaniel había perdido parte de la movilidad en sus ya algo demolidas piernas, dificultando el uso de Aero Mana.

Todo en la pelea cambió cuando Gojo en un descuido fué tomado de los brazos por Zaniel, que con su otro brazo pronunció su destructivo hechizo a quemarropa.

Zaniel: *A manera de cántico brusco y desenfrenado*. ¡Fire Bolt! ¡Fire Bolt! ¡Fire Bolt!.

El, o mejor dicho, los, los rabiosos y estruendosos cánticos de Zaniel colocaron un total de tres explosiones liberadas de lleno en el estómago, pecho, y cara del pobre Elfo que recibió su ataque, que ya no era para nada minorista, cayendo hacia atrás, a punto de ser acabado por Zaniel y teniendo que elegir rápidamente.

Gojo: *en tono agobiado y seco* ¡Maldito seas! Tch, maldito malnacido, hasta pronto hijo de perr*.

Dijo Gojo para de un segundo para otro, lamzar una de sus espadas hacia la cabeza de Zaniel, él cuál sólo la evadió, pero fué cegado por una cortina de polvo y se dió cuenta que Gojo ya se había ido, sin más, sólo le quedaba descansar del combate.

(Continuó yo).

Zaniel: (Tsk... Escapó).

Pensó el peli negro, que se dispuso a irse del lugar, llevándose su bolsa de valis de los mounstros que mato durante el camino.

Caminaba bajo el atardecer que no le faltaba mucho para que oscureciera todo, donde las luces de las aceras empezaban a encender.

Y un joven peli negro caminaba con la mirada al suelo, sumergido en sus pensamientos, bajo la calle desolada, que ni un alma pasaba.

Zaniel: (Él no es de aquí... No era un aventurero que haya visto o escuchado). Era... Es fuerte... (¿Será posible que...? ...Rakia...). Si todo empieza a empeorar yo... Tendré que irme... (Y enfrentar el pasado... O enfrentarlo a él, no dejaré que vuelva a hacer lo mismo que hizo en el pasado...).

10 minutos después.

Su mente se encontraba tan sumergida recordando malos momentos del pasado, que ni siquiera se daba cuenta por donde iba, como si su cuerpo caminara en automático, sin rumbo alguno.

Sin percatarse de que una peli plata salía del hospital, esta mirándolo al chico que le hace sentir mariposas.

Airmid: Zaniel...

El chico se detuvo abruptamente, saliendo al instante de sus pensamientos y mirándola, Airmid por su parte pudo notar en sus ojos un poco de confusión, como si no se hubiera dado cuenta de donde iba y lo que hacía.

Zaniel: Oh... Hola...

Airmid: ¿Estás bien?, te ves perdido.

Zaniel: Ah, si... si, estoy bien, iba a la sede.

Airmid: ¿Quieres caminar?. *levemente sonrojada*.

Zaniel: Esta bien.

Los 2 jóvenes caminaban bajo la luz de la luna, que bañaba a Orario con su hermosa y radiante luz.

Ambos caminaban en un silencio, pero cómodo y tranquilo, donde no hacía falta palabras para saber lo que decían.

Ambos estaban disfrutando de la tranquilidad y la noche bajo la pequeña caminata que se terminó en la entrada de la sede de la santa Plateada.

Airmid: Nos vemos... Hasta mañana. *sonrojada*.

Zaniel: Hasta mañana.

Dijo mientras la miraba entrar a su sede, dándose el la vuelta para ir a la suya y descansar, para fortuna de él, Airmid no noto sus pequeñas heridas de la pelea, debido a la caminata y que no caminaba del lado donde las tenía.

Eso le salvo de una regañada de la doctora y todo el salmón qué le hubiera dicho por hacer tal cosa.

..
..
..

Zaniel: (Supongo... Que me tendré que ir pronto).

Hasta aquí el capítulo.
Espero que les haya gustado.

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