Segundo Arco - Cap - 10

Indeciso

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(Aviso: Éste no es un especial de navidad, también lamento la tardanza en subir éste capítulo)

Nota: Antes de empezar quería desearles una muy feliz Navidad a todos los que leen ésta historia y también quería agradecerles a las más de 90 personas que me siguen, ya casi llegamos a los 100 subscriptores y eso me alegra así que les tengo unas preguntas.

1-¿Quieren que el especial de 100 subscriptores sea un Nuevo fanfic?, Y si la respuesta es si.

¿Cuál de estos 2 quieren que empiece a subir?

La primera es una historia original donde el protagonista no está decidido

La segunda es un crosover de Danmachi con otra historia la cual ustedes decidirán de entre otras 3 que tengo en mente

2- la otra opción sería si quieren que escriba la cita de Aki y Raúl en ésta historia antes de la emboscada que sufrieron en la Mazmorra.

3- Y la última sería hacer un corto Oneshot de lo que me pidan(Claro ésto traería otra votación).

Esas serían las opciones para el especial de 100 subs.

Ahora también quería enseñarles las nuevas Dagas de Bell, la Daga Hestia está en su forma inactiva, pero pronto evolucionará, así que decidí darle nuevas armas, espero y sean de su agrado.

(Nota: no se me ha ocurrido un buen nombre, pero por el momento la llamaré <Daga Juggie>, ésto en honor a Welf, el siempre ardiente y a una de las primeras personas con la que hablé en Wattpad).

(Nota: Si, es la misma imagen pero editada, no hay una imagen de la Daga <Hakugen> que está hecha del cuerno de unicornio, así que ésta será la apariencia de esa daga, solo que durante el primer Arco fue mejorada por Welf)

Y ya sin más que decir, ¡Que inicie el capítulo!

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Un nuevo amanecer se mostraba con el Sol alzándose de entre las montañas, la luz del sol se filtraba por las ramas de los árboles mientras una figura de cabello blanco camina por el bosque.

Bell Cranel, quien hasta hace poco era considerado un gran aventurero en Orario y el aventurero más rápido en subir de nivel, ahora caminaba con una pequeña mochila sobre su hombro a través de los arbustos y rocas, siguiendo un pequeño camino casi imperceptible.

- Haahh, por fin puedo caminar un poco, es agotador estar en cama por tanto tiempo. – Dijo mientras soltaba un suspiro profundo. Después de un día completo en reposo, Bell finalmente pudo salir de cama con el permiso de Michelle.

Su abuelo le había aconsejado visitar un lago cerca de la cabaña, por alguna razón ése lugar parecía escondido de la vista de las personas, si no fuera por que su abuelo le dijo la ubicación, Bell ya se abría perdido.

- Aunque me pregunto por qué el abuelo me dijo que no le hablara de esto a Michelle... Bueno que más da. – Por alguna extraña razón, Zeus no quería que las chicas supieran a donde fue Bell o que estaba haciendo.

En unos 5 minutos Bell ya había llegado a su destino, era un lago parecido al de el piso 18 en el calabozo, solo que éste estaba acompañado de una gran cascada de unos 6 metros de ancho y unos 12 metros de alto.

El agua transparente hacía fácil de ver que la profundidad era poco menos del metro, las hojas caídas de los árboles generaban pequeñas ondas para luego ser arrastradas por la suave corriente del lago, el sonido estrepitoso de la cascada solo hacía más agradable el ambiente natural y tranquilo.

Por lo que había dicho su abuelo, probablemente aquí fue donde lo habían encontrado al borde de la muerte, con todas las heridas hechas por Aiz y por la caída asía el barranco, fue una suerte que hubiera un río al final del barranco, de lo contrario ahora mismo estaría con mamá coco.

Mientras se preparaba para entrar y poder relajar su cuerpo para liberar la tensión de éste, una pregunta rondaba en su mente, ¿Qué había sido de Ryuu?...

Ellos habían caído al mismo tiempo, sin embargo Bell la había soltado cuando había quedado inconsciente, por ahora no podía hacer nada más que rezar para que estuviera bien.

Soltando un suspiro profundo y resignado, Bell decidió relajarse en el lago, era bastante agradable y más con la tensión de su cuerpo recién recuperado, agradeció mentalmente por la insistencia de su abuelo para visitar éste lugar, no solo por el agua si no también que el entorno le daba una sensación de paz y tranquilidad, aunque no recuerda el haber venido a aquí cuando era niño.

Mientras está en su estado de paz, le llegaron recuerdos de después de haber hablado de manera "tranquila" con su abuelo.

FLASHBACK

Después de ser mandado contra la pared, Zeus cayó inconsciente, la intensa presencia que hacía temblar a ambas deidades se esfumó al momento en que Bell se arrodilló por el dolor de haberse levantado bruscamente.

Michelle a regañadientes tuvo que vendar a Zeus para después arrojarlo a la sala de estar.

- Haaahh, primero un chico al borde de la muerte que cae de la cascada mientras Lady Artemisa se bañaba y ahora un anciano pervertido que queda inconsciente por un simple golpe. – Se quejó Michelle mientras aún recordaba cuando su diosa la llamó, al momento en el que ella y su capitana llegaron al lugar, se encontraron a un chico en la orilla lleno de sangre, además de que una flecha, probablemente de su diosa, sobresalía de su hombro derecho.

- Necesito un té para relajarme, Yo no soy una experta en manejar éste tipo de problemas como Diana. – Concluyó ella yendo a la cocina y así poder tomar un respiro de su día agitado. Ella no era una especialista en curar heridos, solo tenía conocimiento básico, así que Bell logró sobrevivir con suerte... mucha suerte.

Mientras eso sucedía, la diosa de la caza Artemisa y su capitana Rethusa habían dejado de temblar y trataron de hacer como que el miedo nunca existió en sus rostros.

- “Nunca había sentido tanta presión por la simple mirada de un niño...”. – Pensó Rethusa para si misma.

(Nota: no sé ustedes pero yo miro la miro con cabello café al igual que sus ojos)

- Lamento que hayan visto eso jejeje. – Habló Bell mientras reía de manera nerviosa, había olvidado por un momento que ellas estaban en la habitación debido a su furia.

Es verdad que estaba feliz de que su abuelo estuviera vivo, sin embargo lo enfureció el pensar que mientras él lloró por su supuesta muerte y ponía su vida en peligro en la ciudad de Orario, el viejo coqueteaba con cualquier mujer que se encontrara.

Así que simplemente explotó y le dió un gran golpe que lo dejó inconsciente.

- No te preocupes por eso, si no lo hacías tú, yo lo hubiera usado como tiro al blanco. – Respondió la peli azul mientras aumentaba la fuerza en el agarre de su arco con una vena en la cabeza, ella parecía ser una diosa debido al aura que emanaba, era similar al aura pura que emanaba la diosa Hestia, aunque era más diferente. Tomando en cuenta que no nos presentamos recientemente, déjame hacerlo, yo soy la diosa de la caza Artemisa, la chica aquí a mí lado es la capitana de mí familia, Rethusa, ahora ¿Cómo te llamas chico?

- M-mí nombre es Bell Cranel se... Lady Artemisa. – Respondió Bell de manera respetuosa, aunque con claro nerviosismo por temor a ser usado como tiro al blanco por la diosa que odia a los hombres.

- Bell eh... Bueno chico, debo decir que me sorprendió tu reacción, normalmente cuando Zeus empieza a hablar acerca de sus amoríos o que el harem es el romance de los héroes, los hombres que lo escuchan empiezan a alabarlo como el mayor dios de todos los tiempos, y siendo franca, nunca había visto a uno reaccionar de esa manera, y menos si es de su familia.

(Su apariencia, aunque probablemente la imagen sea innecesaria, XD)

- Bueno eso... – habló Bell de manera nerviosa, todavía no se acostumbraba al hecho de que su abuelo sea el dios de la antigua familia de héroes de hace 15 años, él todavía tenía dudas del por que no le dió un Falna el mismo, tendría que esperar a que despierte para obtener respuestas. – Bueno yo...¡!. – Antes de que Bell dijera alguna palabra, unos ruidos se escucharon en la planta baja, más específicamente escucharon a alguien gritar "¡Entrada épica!" Y "¡Buenas buenas~!", Seguido de un sonido de "¡PAM!" Junto a una voz de reprimenda "No hagan un escándalo" y otra voz suave "Tranquilos chicos, ustedes esperen aquí mientras yo busco al anciano", por alguna razón la diosa Artemisa y la cazadora soltaron un suspiro pesado.

*Tap, tap, tap, tap, tap*

El sonido de los pasos aproximándose resonaba por los pasillos, solo fue cuestión de segundos para que el sonido cesara justo afuera de la habitación.

*¡PAM!*

La puerta se abrió estrepitosamente dejando pasar a un hombre con un báculo dorado por encima de su hombro.

- Hola, Oh Artemisa-Chan, ¿No sabes dónde está el anciano?. – Habló el hombre con un rostro sonriente, a la diosa no pareció agradarle la forma en que fue nombrada ya que tuvo un ligero tic en el ojo.

- Tú... Maldito hombre... – Gruñó la diosa con un puño listo para golpearlo en cualquier momento

- Oh, parece que estás recuperado chico, me alegro por eso. – Habló el hombre viendo a Bell, ignorando olímpicamente a la diosa haciendo la rabieta. – Por cierto, ¿Podrías decirme tu nombre?.

- Ahm... Si señor, Mí nombre es Bell, Bell Cranel, es un señor emm... – Respondió Bell al hombre extraño.

- Puedes llamarme simplemente Buda chico, nada de señor. – Espetó de manera decisiva, a él no le gustaba ser llamado señor.Así que Bell-Chan Eh?.

- ¡¿Bell-Chan?!. – Preguntó un incrédulo Bell que fue ignorado. – *Recuerdos de Vietnam*.

- Me alegro de que mí bendición te haya ayudado – Una ligera sonrisa se extendió en el rostro de Buda al decir esas palabras.

Buda había seguido a las cazadoras las cuales llevaban a Bell asía la cabaña para curarlo, el problema fue que nadie era una médico, solo Michelle era la que conocía más del tema pero no era una experta, fue gracias a que Buda le puso un Falna a Bell haciendo que pudiera mejorar más rápido, claro además de su habilidad <Suerte>.

- ¿B... Bendición...? – Bell ya lo sabía, él ya entendía lo que eso significaba, aquel pilar de luz era la prueba de que su diosa ya no se encontraba aquí, pero aún así, una parte de él no quería aceptarlo... No podía aceptarlo...

- Si Bell-Chan, yo te dí mí Falna, de lo contrario... Probablemente no hubieras sobrevivido... – Fueron las suaves palabras que Buda le dijo, unas palabras que tenían mucho peso para Bell.

La mente de Bell no se encontraba en perfecto estado, así que cuando entró en comprensión de haber perdido a la primera persona que le tendió la mano... Simplemente se desmayó.

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Fin FLASHBACK

Los ojos de Bell se abrieron al momento de que terminó en sus pensamientos, estaba en la orilla del lago disfrutando de la paz del lugar y la relajación que le brinda el agua.

Su vista se encontró con el cielo azúl celeste, las nubes blancas como su cabello seguían su camino sin hacer nada, solo dejando que la corriente del viento los lleve, aveces se preguntaba que se sentiría estar en su lugar dejando que la corriente lo guíe a donde sea que vaya.

- Así que un nuevo inicio... No sé si realmente pueda hacerlo... – Habló hacia nadie con un tono nostálgico, los recuerdos de aquellos momentos que vivió con sus amigos, con todos aquellos a los que consideraba su familia, lo inundaron como una furiosa marea envolviendo su mente en un profundo pesar, una imagen pasó por su mente alimentando el temor y el miedo de haber perdido a su familia.

Bell solo podía rezar a los dioses que aún están en el Tenkái para que sus amigos estuvieran a salvo, rezaba a su antigua diosa para que ellos lograran haber sobrevivido a la furia de la ciudad más fuerte del mundo.

Una lágrima traicionera se deslizó por su mejilla hasta su barbilla, solo para después terminar en el lago, como si ese lago representara las penas de los seres humanos que nunca han sido escuchadas por nadie, ni siquiera los mismos dioses.

Aún si Bell haya desahogado sus emociones llorando en su almohada, o hablando con su abuelo que creía muerto, aún con eso, él simplemente no podía eliminar el dolor de no haber podido proteger a su diosa, aquella diosa que a pesar de su propia situación, fue la primera en ofrecerle una mano cuando más lo necesitaba, cuando el ya estaba al borde de rendirse, ella le ofreció un hogar que a pesar de no estar en las mejores condiciones, el tenía un hogar al cual regresar todos los días.

- ¿Qué es... Lo que se supone que debo hacer... Kami-sama...? – Reprimiendo sus dolorosas emociones, Bell lanzó la pregunta asía el cielo, en el débil tono de su voz se podía notar su dolor y miedo al pensar en perder a alguien más.

Es una lastima que...

No siempre se pueda salvar a todos los que amas...

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La ciudad de Orario, la ciudad más grande y segura de todas, ubicada en el centro del mundo.

Un lugar donde hay grandes posibilidades de cumplir tus objetivos, ya sea la fama, fortuna, mujeres e incluso los sueños más inocentes de los niños...

...Ser un Héroe ...

Sin embargo esa misma ciudad ahora se encontraba... No en sus mejores momentos...

- ¡Rápido!, ¡encontramos a más heridos!. — Equipos de rescate revisaban entre los escombros en busca de sobrevivientes, mientras que los médicos hacían hasta lo imposible por salvar cuantas vidas pudieran.

Las calles se encontraban llenas de escombros, cadáveres y cenizas, los edificios de la ciudad se encontraban destruidos por los derrumbes, explosiones y las Violas, sin dudas éste había sido el mayor ataque de Evilus hasta el momento.

Las nubes grises decoraban el cielo de una manera solitaria, la fría lluvia caía sobre la ciudad cual lágrimas y los truenos rugen de manera estremecedora como si fueran lamentos, los poderosos rayos de luz de la tormenta destellan de manera peligrosa amenazando con quemar hasta las cenizas dando un juicio sobre la ciudad.

Todo ésto era como si el mundo se estuviera lamentando por una pérdida...

Y sii... Tanto la tierra como los cielos estaban tán furiosos que desataron una tormenta sobre los mortales como un castigo divino...

- ""¡Buahhhhhhhh!"". — El llanto de los pequeños niños al perder a sus familias resonaba por las calles cubiertas de cenizas y destrucción. — "¡Mamá por favor despierta!", "¡No me dejes solo!", "Por favor... Alguien que ayude a mí hermano... Que alguien venga a salvarnos...". — El dolor y la desesperación eran sentimientos evidentes en sus gritos en busca de alguna ayuda para poder salvar a sus familias, lamentablemente nadie acudía a su llamado a tiempo.

En cuanto a las familias que estuvieron involucradas directamente en el conflicto, no estaban mucho mejor...

La aventurera Nazza Erisui de la familia Miach, había vuelto a perder su brazo de metal durante el enfrentamiento.

La familia Takemikazuchi (Creo que era así) había perdido a la mayoría de su familia, solo dejando a Ouka y chigusa como sus últimos miembros de familia.

Hedin Selland y Hogni Ragnar habían recibido un impulso de nivel durante la batalla y gracias a la magia de gravedad de Mikoto habían podido retener a un Ottarl cabreado hasta la medula.

La familia Loki había perdido a varios miembros de su familia, casualmente ninguno de ellos había sido asesinado por la alianza de pequeñas familias.

En la familia Hestia Todo había sido peor...

Liliruca Arde había salvado a Haruhime de ser empalada por la lanza del capitán de la familia Loki, ella había recibido el ataque en su lugar, al dañar a un miembro de su raza, Finn Deinme bajó su guardia casi siendo devorado por una Viola, Lili lo había empujado en una última acción siguiendo las acciones de aquel aventurero que la había rescatado a ella, aún cuando ella trató de matarlo él la había rescatado, así que ella hará lo mismo... Aún si le costara la vida... Solo dejando atrás su característica mini ballesta...

Welf Crozzo, el herrero de la familia Hestia, había hecho todo lo posible junto a los magos de la familia Loki por mantener a ralla al Demi-Espíritu que los había atacado, usando su nueva espada mágica hecha con los materiales que Subaki le proporciono de los pisos profundos, la espada mágica Welf nombrada <Ignis Angelus>, la espada mágica más poderosa que jamás haya creado; Welf al ver como estaban acorralados, decidió hacer un sacrificio, probablemente Hefesto nunca se lo perdonaría y mucho menos Daphne, aún así el cargó asía adelante blandiendo su fiel espada quemando hasta las raíces de las Violas hasta llegar lo más cerca posible del Demi-Espíritu, antes de ser atravesado, él convocó su magia <Will-o-Wisp> pero no iba dirigido a un ataque mágico enemigo, si no a su propia espada, ésta comenzó a brillar desbordando su poder, Welf la clavó enfrente de él dejando unas pocas palabras al final.

- Lo siento chicos, Hefesto-Sama, Dafne... Los esperaré en el otro lado... – Y con una sonrisa, Welf se despidió sin saber que dejó un legado el cual nacería unos años después.

Él murió junto a su espada, generando una gran explosión que hizo temblar toda la ciudad, aniquilando a las Violas y al Demi-Espíritu en el proceso, fue una suerte que ya no habían civiles en esa zona de la ciudad.

Mikoto Yamato había resultado herida al ayudar a los antiguos reyes elfos contra Ottarl, sin embargo aún estaba viva.

Estos y más daños en la ciudad más grande del mundo, nadie sabía cómo había sucedido todo éste desastre, todo pasó demasiado rápido para poder procesarlo, ni siquiera sabían cómo habían llegado odiar demasiado a Bell hasta el punto de querer matarlo y con la noticia de la muerte del "Traidor", no se sintieron para nada bien, ellos no lo entendieron, se suponía que ése era su objetivo, pero aún así... Se sentían vacíos...

La única Diosa que sabía acerca de el área maldita de Thanatos, era Hestia, pero ahora ella ya no se encontraba en el Gekai, nadie se enteraría de la verdad detrás de su odio.

- ¡Hermés-Sama!, ¿Está seguro de ésto?. – En las puertas de la ciudad, una peli azul celeste seguía a su dios asía las afueras de la ciudad, no había guardias en la puerta debido a los anteriores desastres, por lo que nadie les llamaría la atención.

- Estoy muy seguro mí querida Asfi, ellos mataron al último Héroe, así que no tengo porque ayudar a los que ellos mismos trajeron su perdición. – El dios habló con un semblante serio, aquella forma de actuar despreocupada tan característica de Hermés no se encontraba por ningún lado, en cambio solo estaba una actitud seria y fría, no solo había perdido al último Héroe, si no también a quien fue una gran amiga en el Tenkái, Hestia, además de fallarle a su viejo amigo en cuidar a su querido nieto.

La noticia impactante sobre la muerte de Bell llegó a la ciudad por la voz de una Catman peli negra de la familia Loki, Anakitty, quien le daba apoyo a una herida Ais Wallenstein, quien sostenía un fuerte agarre en su "INDESTRUCTIBLE" espada <Desperate> o al menos lo que quedaba de ella.

Su tán confiable espada estaba destrozada en la parte superior, solo quedando el mango con una pequeña parte de la hoja del metal Durandal.

Volviendo al tema, una Anya sollozando llegó con sus amigas de trabajo no solo confirmando la posible muerte de Bell, si no que además la muerte de su querida amiga elfa, Ryu Lion, ésta había sido atravesada por la lanza de la Catman y cayó al precipicio con Bell.

Enojadas las trabajadoras del bar, intentaron lanzarse contra la Aki, sin embargo...

- Ayudó a un traidor... Ella Decidió morir junto con él... Así que no es mí problema... – Fue la respuesta fría y sin emociones que dió Aki a sus acciones, no le importaba haber asesinado a alguien que protegía al culpable de la muerte de su reciente pareja, el culpable de la muerte del amor de su vida...

Miembros de la familia Ganesha decidieron investigar el lugar de las muertes, todo lo que encontraron fue una capa verde con una capucha en forma de flor, algo sucia, rasgada y con manchas de sangre, también encontraron pedazos de lo que una vez fue la armadura de Bell Cranel.

Con todo ésto, Hermés decidió salir de la ciudad en dirección a su viejo amigo para darle lo que podía ser la noticia más dura que pueda recibir hasta el día de hoy.

Mientras el Dios mensajero se alejaba de la destrozada ciudad, una bella elfa comenzaba a abrir sus ojos dentro de una habitación de enfermería en la sede de la Familia Dian Cecht (Creo que así era).

Alicia Foreslight, miembro de la familia Loki y sobreviviente al ataque sorpresa a los miembros de segunda clase de la misma familia.

Sus ojos de empezaron a abrir, un entumecimiento en su cabeza hizo que jadeara de dolor, aún así, eso no le impidió sentarse en la camilla de hospital.

La lluvia se escuchaba por la ventana, la luces interiores iluminan la habitación a pesar de que el reloj en la pared estaba en la hora del medio día, las sábanas blancas se estrujaron ante su agarre con la intención de mitigar su fuerte migraña.

Su cabeza se encontraba confundida y con un fuerte dolor pulsante, sus pensamientos daban vueltas impidiendo que los pusiera en orden, ella trató de enfocarse en su entorno para poder recordar el cómo llegó aquí, en ésta habitación.

El rechinido de la la puerta de la habitación hizo que levantara su vista, la puerta se abrió lentamente dejando ver a una elfa de cabello semi dorado semi anaranjado, Lefiya Viridis, una compañera elfa con quien comparte clases con la mejor maga de la ciudad y además de tener una buena amistad con ella.

- ¡Alicia!, ¡Que alivio que hayas despertado! – Exclamó la joven elfa para luego darle un fuerte abrazo a su amiga, lágrimas amenazaban con salir de los ojos de ambas elfas, una por el alivio de interactuar con su amiga una vez más y la otra por el dolor de ser fuertemente aplastada por un abrazo de oso.

Había pasado casi una semana desde que Alicia había estado en un coma temporal y no había dado signos de despertar, al menos hasta ahora.

- L... Lefiya... N... No puedo re... Respirar... – La pobre Alicia apenas y pudo formular aquella oración, Lefiya asustada de mandar a otro coma a su amiga, la soltó rápidamente mientras revisaba su estado físico.

- Parece ser que estás bien, yo... Realmente me alegro que hayas despertado... – Pequeñas lágrimas salían de los ojos azules de lefiya, ella había sufrido por la muerte de sus 2 amigos en esa emboscada, además de que no había podido hacer nada por Aki para consolarla y en cambio su actitud se hacía cada vez más fría y distante.

- ¿Q... Qué fue lo que sucedió...?, Yo estaba con los chicos en una mini expedición... Pero de pronto... Evilus... – Los recuerdos de ella con sus compañeros en el calabozo comenzaron a aparecer en su cabeza, recuerdos de como los miembros de Evilus los emboscaron.

- Bell Cranel estaba con esos malditos... Él fue el culpable de la muerte de Raúl y Elfy... – Su voz quebrada cargaba un gran odio, pero también una gran decepción asía ella misma, Lefiya había dudado de que su rival haya sido capaz de asesinar a personas inocentes, incluso intento investigar por si misma, sin embargo no obtuvo resultados.

De pronto en una noche, ella tuvo un fuerte deseo de asesinarlo de las peores maneras inimaginables, casi como si no fuera ella misma, su familia se había atascado con la familia Hestia la cual los retuvo, de pronto un gran pilar de fuego en forma de remolino se alzó en la ciudad hasta esparcirse en pequeñas partículas de fuego haciendo que su odio se consumiera cual papel con el fuego.

Nadie en su familia entendió que era lo que sucedía, hasta que vieron a una figura envuelta en un fuego rojizo... Una Diosa en todo su esplendor se alzó por encima de la ciudad...

- Bell Cranel es un asesino... Y murió como un asesino... – Su voz apenas era audible, sin embargo era lo suficiente alto para que Alicia la escuchara.

- No... El no era un asesino... – Los recuerdos de la cabellera blanca cayendo de la cabeza del asesino "Bell" pasó por su mente. – Bell... No es culpable...

- Eh?. – Lefiya no creyó oír bien, la incredulidad estaba escrita en su rostro.

- Es verdad que fuimos atacados por Evilus y había alguien idéntico a Bell... – Habló Alicia con seguridad mientras una de sus manos estaba apoyada en su barbilla sumida en sus pensamientos. – Ellos tenían un disfraz de Bell Cranel... Y soltaron una clase de niebla que nos hacía ver una ilusión... Ellos lo querían inculpar... – Los ojos de Alicia se abrieron ante su pensamiento, Evilus quería eliminar a Bell Cranel inculpandolo por un crimen que no cometió.

- ¿E... Estás segura de lo que estás diciendo Alicia-San? – Lefiya estaba debatiendo ante la nueva información, si lo que decía Alicia era real, eso significaba que muchas vidas inocentes se perdieron en vano, por nada.

- Totalmente... Yo fuí quien rompió esa ilusión... Y ví detrás de esa escena... Bell Cranel no era el traidor... – Y con esa declaración, la verdad saldría a la luz en muy poco tiempo...

Final del capítulo

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Palabras finales

¡¡¡Felices Fiestas!!!

Hola de nuevo lectores de Wattpad, quería desearles una feliz Navidad y también quería disculparme por tardar todo un mes sin actualizar la historia.

Una pregunta: Después del arco de Antares

¿Quieren primero el arco de Olimpia o Atlantis (Atlantis es una nueva ciudad que me inventé con la mitología griega).

Si lo sé, hago demasiadas preguntas en éste capítulo, pero es por una buena causa.

Y ya sin más que decir.

¡Hasta luego!

4397 palabras

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