El Preludio De Una Batalla.
Las luces del sol atravesaron el hermoso vitral que aún estaba intacto, abrazando suavemente nuestros cuerpos.
Habían pasado un par de minutos desde que el se durmió.
Parece que tuvo razón.
En este lugar, todo se siente muy calmado a comparación del centro de la ciudad.
Me preguntó... Me preguntó cómo encontró este lugar.
Observe su rostro.
Es extraño...
Cuando duerme, parece un niño indefenso.
Un hombre galante, un hombre confiable, un hombre torpe y olvidadizo, un niño indefenso.
Tiene muchas facetas.
Es interesante... Me pregunto, cuantos dioses intentaron embaucarte.
Nosotros los dioses, existencias eternas. Bajamos al mundo inferior para buscar nuevas experiencias. Pero, muchos de estos, no hacen más que aprovecharse de los niños. Tratarlos como juguetes.
Odio eso...
Espero que encuentres una buena Familia.
Talvez Hestia sea buena para alguien como tu.
Después de unos segundos perdidos en mi cabeza, me puse de pie.
-Vaya~
Caminando por los alrededores de esta iglesia, observe todo lo que se encontraba aquí.
El tiempo había sido cruel con este lugar.
Gire mi rostro y lo vi.
El aun seguía dormido.
Me preguntó que estará soñando.
Sin hacer mucho ruido, camine hacia la puerta.
El sol aún seguía en lo alto del cielo.
-Atrapame~
-Vamos~
Voces felices llegaron a mis oídos. Eran los niños que había visto cuando nos dirigimos aquí. Aún estaban jugando, con una sonrisa llena de felicidad en su rostro. Era sorprendente, como ellos jugaban sin miedo a que algo pase.
Avanzando un poco, salí afuera de la iglesia.
Observando como jugaban, el tiempo pasó rápidamente. Después de unos minutos, me senté en los escalones que estaban delante mío.
Al verme, los niños agitaron sus manos y con una gran sonrisa en sus rostros, me saludaron alegremente.
Alzando mi mano, les devolví el saludo.
Esta escena, me recuerda al pueblo que se encontraba cerca de nuestro hogar en el bosque.
Mi corazón se lleno de felicidad y a la vez tristeza al recordar dicha escena.
Sin darme cuenta, el tiempo pasó rápidamente.
El sol comenzó a ocultarse en el horizonte.
La noche estaba apuntó de llegar.
Los niños, poco a poco comenzaron a irse.
Y en unos pocos minutos, el lugar estaba completamente vacío.
Pero al contrario que en el centro de la ciudad, estas calles vacías no se sentían peligrosas ni solitarias.
Poco a poco, el cielo se lleno de estrellas y la luna se hizo visible.
Sentía melancolía.
Ya que, mi Familia solía disfrutar viendo a las estrellas y a la luna.
Esos recuerdos invadieron mi corazón y mi cerebro. Sentía mi pecho oprimido.
En ese momento———
-¿Artemisa-sama?
Una voz llegó hacia mí.
Era el chico.
El ya se había despertado.
Acercándose, el se sentó a mi lado en los escalones.
-Lo siento, dormi mucho tiempo; El dijo con su rostro un poco apenado.
-No te preocupes. El tiempo pasó rápidamente. Disfrute de este lugar, gracias por dejarme venir contigo.
Le dije con honestidad.
Realmente disfrute de este lugar.
-Estabas observando la luna; El preguntó.
-Si, es una vista preciosa, ¿no?
El cielo lleno de estrellas se extendía hacia el horizonte. La luna iluminaba levemente el ambiente.
Era una vista preciosa.
-Si...
El dio una respuesta corta.
-Pasaron un montón de cosas desde que llegamos a Orario verdad?
Intentado seguir la conversación, continúe hablando.
-Si, haha... Siento como si ya hubieran pasado semanas, a pesar de que solo pasaron un par de días; Diciendo eso, el dejó caer ambos brazos hacia atrás en el piso y se apoyo en ellos.
-Tu ropa esta hecha un desastre...
Observe los cortes y rasguños que tenia su ropa. Algunos eran grandes y otros pequeños y seguramente imperceptibles a la distancia.
Pero eso no importaba, ya que los grandes cortes y manchas de sangre, habían dejado la ropa que traía puesto en algo inservible.
-Oh~ tienes razón; Respondió mientras elevaba su brazo derecho y miraba los cortes que tenía.
-...
-Aunque no es algo muy importante por el momento. Puedo esperar, pero hay algo que necesito hacer primero; Diciendo eso, el bajo la mano y la llevo a un costado.
El ruido de un metal golpeando ligeramente las losas de piedra se oyó en el ambiente.
Era la espada que había comprado recientemente.
-Resistió bien...
-¿...?
No entendía lo que se refería.
-Está dañada y ha perdido un poco de su filo.
El habló mientras yo observaba la espada.
Tenía razón.
Estaba diferente del momento en que el la había comprado.
Habían abolladuras y el filo que resaltaba a la hoja, claramente había desaparecido.
-¿Qué fue lo que sucedió?---- Le pregunté.
-Bueno, sucedieron muchas cosas. Talvez haya sido aquel golpe que le di a la adamantita, o talvez la pelea con esa mujer de cabello rojo.
-¿Pelear con una mujer?, ¿Golpear adamantita? ---- las palabras que dijo, se me hacían aún más confusas ahora.
-Haha... No le prestes atención.
-¿Como quieres que no lo haga?, con cada palabra que dices me confundes mas.
Respondí hacia su faceta despreocupada.
-Lo siento, lo siento; El se disculpo con una sonrisa irónica, mientras llevaba una de sus manos a su cabeza.
Después, el me explicó lo que había ocurrido. Como fue que se encontró con Ais Wallenstein, con la mujer pelirroja y poco tiempo después con Riveria Ljos Alf.
El nombre de esa niña "Ais Wallenstein" había llegado hasta el bosque en el que vivíamos, siendo objeto de gran furor en las aldeas que visitabamos de vez en cuando.
También me sorprendió lo fuerte que era la mujer pelirroja. Siendo dueña de una fuerza increíble, por un descuido de Bell, casi se llevo la vida de esa chica.
Sintiendo curiosidad por todo el desastre que el me dijo que había sucedido, decidí preguntarle algo.
-¿Oye, como subiste a Lv. 6?
Anteriormente solo me había dado una respuesta algo vaga, no sabía toda la historia.
-¿Hm? Bueno, ¿conoces Telskyura?——— El respondió después de pensar por unos momentos.
-¿Telskyura?——— Dije.
El lugar donde se asentó Kali, había oído algunas cosas acerca de ahí, pero mi conocimiento no era mucho, ya que mi hogar y el suyo estaban en dos lugar completamente diferentes.
-Mi familia me dijo que ahí se llevan duelos a muerte. Llevando acabo peleas diarias, oí que habían dos Lv. 6 ahí.
-...
-Unos meses después de iniciar con mi entrenamiento, comencé a tener combates a muerte, bueno, al menos ese era el caso para mi. Ya que con un golpe podrían haberme matado. Así subí de Lv. 6.
-E-enserio?
Pensar que un niño enfrentara a monstruos así... Hace correr un sudor por frente.
-Si... Al contrario que ellos, yo no pude desarrollar magia o alguna cosa especial... Solo tengo a argonauta.
-¿Esa habilidad, son las partículas blancas que rodean a tus armas?
Recordando la escena de una noche anterior, pregunté acerca de su habilidad.
-Si; El giro su rostro y me vio mientras acercaba una de sus manos en forma de puño hacia su pecho.
- Argonauta me permite hacer una carga para una acción activa; Al decir eso, partículas blancas comenzaron a rodear su mano, el sonido de unas campanillas se hizo audible.
-Increíble.
No pude ocultar mi asombro, ya que una habilidad así, podría ser valiosa en todo tipo de situaciones.
-Pero también tiene sus contras; Diciendo eso, el abrió su puño y las partículas blancas y las campanillas que se podían escuchar, comenzaron a desvanecerse.
-¿Qué sucedió? --- Pregunté sin entender lo que había pasado.
-Primero, la habilidad depende de mi concentración. Antes nisiquiera podía moverme mientras cargaba argonauta.
-Segundo, el retroceso que tiene, destruye todas las armas en las que se usa. Bueno, al menos hasta ahora; El miró a su desgastada espada mientras hablaba.
-Tercero, el poder aumenta mientras más tiempo se cargue. Pero el nivel de mente también, así que podría quedarme agotado en un momento crítico.
Habiendo escuchado, ahora entendía que algo tan beneficioso no podría venir solo.
-Ya veo...
-Si, es por eso que uso solo cargas cortas.
La explicación ya había terminado.
-Aún faltan unas horas para ir a la calle dédalo. ¿Hay algo que quieras hacer hasta entonces? --- Pregunte al chico que estaba sentado a mi lado.
-Si, estaba pensando en cambiar de arma. Esta se encuentra en mal estado, sería una pena que terminase rompiéndose.
-Entonces, ¿Deberíamos ir a por tu otra espada?.
Sería la mejor opción.
Esa espada que se encontraba entre sus manos, parecía que se rompería en cualquier momento.
-Estaba pensando en eso, ¿Está bien si vamos a Babel?
-No hay problema, también quiero encontrarme con Lante, no quiero que se preocupe.
-Bien, entonces.
El se levantó llevando su espada a la funda que se encontraba en su cadera.
Extendiendo mi brazo, tomé el arco que dejé a mi lado, me puse de pie y lo cargue en mi espalda, luego, con mis manos sacudi el polvo de mi parte trasera.
-¿Vamos? --- Le dije.
-Okey.
Así, comenzamos a caminar con dirección hacia la gran torre que se alzaba hasta los cielos mientras hablábamos de distintas cosas.
×××
-¿Te encuentras bien, Fear?
-S-si...
En alguna otra parte de Orario, lejos de donde se encontraban el chico y la diosa. Una escena inusual se llevaba acabo, pero nadie podía verla.
El ambiente era estrecho.
Probablemente se desarrolle en una de las tantas alcantarillas o pasajes ocultos en Orario.
Talvez en uno de los pasajes de Evilus.
Pero eso no era importante.
-E-estoy bien Lyd, no necesitas preocuparte tanto.
La arpía llamada Fear, acariciaba suavemente una de sus alas. Había un gran corte en esta.
-Lo siento, nos descuidamos. Es nuestra culpa.
A su lado, un Lyzardman llamado Lyd se disculpaba frenéticamente.
Una escena completamente extraña.
-Ya te dije que estoy bien, no tienes que disculparte.
-Pero----
-¡Que crees que estas haciendo!
Antes de que terminará de hablar, el Lyzardman fue interrumpido por un grito.
El Lyzardman y la Arpía, instintivamente, giraron sus rostros y observaron que estaba pasando.
A unos metros de distancia, una gargola estaba en medio de una feroz discusión. O almenos eso creía, ya que la persona que se encontraba frente a el no mostró cambio alguno en su rostro.
El dios estaba tranquilo.
Probablemente sabía que no podían tocarlo.
Probablemente sabía que sin importar lo que dijera, su seguridad estaba completamente garantizada.
Sentando sobre una caja de madera, el dios tenía una sonrisa en su rostro mientras descansaba su mejilla en una de sus manos.
-Tranquilo monstruo; Abriendo sus ojos, el comenzó a hablar.
-¿Acaso no es tu culpa que tu compañera arpía saliera lastimada?
-...
-Yo no rompí mi parte del trato, los libere. Simplemente quiero que rompan el plan que esta formando esa facción. Y eso no se logrará si siguen capturando a los de tu tipo.
Parándose, el comenzó a caminar. Abrió sus brazos mientras hablaba y con sus agudos ojos miró a los monstruos que estaban a su alrededor.
-Terminemos con esto, antes de que se vayan, déjenme darles una mano; El se dio la vuelta y comenzó a caminar.
-No crean ciegamente en sus ojos. Hay una pequeña polizona entre sus filas. Adiós~
-¡...!
Así, paso a paso se alejó de ellos por el largo pasillo.
-¿Un polizón? --- La arpía repitió las palabras que el dios había dicho. Como si intentará negarse a lo que escucho.
-Debemos irnos, sus palabras no deben confundirnos. No podemos fiarnos de él.
-Si, Rei debe haber sufrido en nuestra ausencia. Esperemos que ella y los demás estén bien, vayamos, debemos preparar un plan para salvar a nuestros compañeros que están en manos de la Familia Ikelos.
La Gárgola y el Lyzardman se dieron la vuelta, y en dirección contraria a por donde se había ido el dios, los monstruos caminaron deseando su ansiado reencuentro con sus compañeros que no habían sido capturados.
×××
-Bien~
Después de una larga caminata, el dios había dejado el pasaje donde se despidió de los monstruos.
La leve luz de la luna lo abrazo suavemente.
La brisa del viento acarició sus mejillas.
Estando sólo, el estiró sus brazos hacia el cielo y continuó hablando para sí mismo.
-Espero que Viteaux siga el plan. Sería una pena que todo lo que diseñe en un par de horas, se viniera abajo por la terquedad de ese niño.
-... Estoy seguro de que lo hará bien...
-Dejando eso de lado, creo que es hora de irme. Quisiera ver sus reacciones al ver como todo lo que planearon se viene abajo.
El llevó ambas manos detrás de su cabeza, y como si se tratara de un niño, una sonrisa se formó en su rostro mientras caminaba tarareando una canción.
-Romper algo que desde un principio nuca estuvo unido si que es muy fácil; Dijo con una sonrisa en el rostro.
Su próximo destino estaba claro, al menos para el. Así, su figura se fue difuminando hasta que desapareció.
×××
Una reunión se llevaba a cabo.
-¿Qué sucedió? ---- La voz de un hombre resonó en la gran cámara de piedra.
El estaba sentado con los pies encima de la mesa. Sin prestar atención a su alrededor, el leía un libro que tenía en las manos.
-Algunos de los monstruos escaparon.
Al otro borde de la mesa, un hombre habló, este hombre, tenía una cara delgada y usaba lentes.
-...
Al escuchar su informe, el hombre que leía tranquilamente, cerró el libro que tenía en sus manos y centro sus ojos en el hombre en frente suyo.
-¿Cuántos escaparon?
-Tres, la gárgola, la arpía y el lyzardman.
-Ya veo.
El ambiente se hacía más pesado con cada segundo que pasaba.
-¿Como planeas resolver esto, Zanis?
-...
-La incompetencia de tu Familia, dio este resultado.
-P-pero Dix ---
*¡thump!*
El hombre llamado Dix, soltó un golpe en la mesa interrumpiendo a Zanis.
A pesar de su figura calmada, por dentro, claramente se encontraba enojado.
-¿Por qué crees que hicimos una alianza contigo?
-¿Por qué crees que te estamos pagando una cantidad considerable de dinero?
-...
-Eres un inútil... Atraelos a una trampa. Tendré que encargarme nuevamente de ese reptil y ese murciélago.
-¡S-si!
Zanis asintió fuertemente con un tono de temor en su voz.
-¡Lili! ¡Traigan a Lili!
En ese instante, el grito fuertemente el nombre de una mujer. Los hombres que estaban detrás suyo se dieron la vuelta y corrieron en búsqueda de la joven.
Unos minutos después, pequeños pasos se hicieron audibles.
-¿Me llamó, Zanis-sama?
Se escucho una voz apagada y sin fuerzas.
La figura de una pequeña niña-- no, una pallum se hizo visible.
Su rostro estaba sucio.
Su ropa desgarrada y llena de polvo.
Sus ojos parecían los ojos de un muerto.
La niña se detuvo esperando la siguiente orden de su capitán con una sonrisa rota.
×××
El escenario no era distinto.
Como si las calles se repitieran, estas estaban completamente vacías. Parecían pasar el mismo escenario una y otra y otra vez.
Pero no importaba.
Almenos para el y ella no lo hacía.
El chico y la diosa caminaban lado a lado.
Iluminados por leve luz de la luna, ellos caminaban por las grandes calles de Orario.
Pero había algo diferente en ellos.
Ella no sentía miedo.
El no se sentía sólo.
Las emociones arraigadas profundamente en las personas y algunos dioses no estaba presente en ellos.
Ambos estaban hablando.
Ella se veía alegre.
El se veía tranquilo.
Los minutos pasaron.
Poco a poco, las calles comenzaron a mostrar vida.
No eran ciudadanos.
Era gente del gremio, la Familia Ganesha y otras Familias.
Ellos estaban patrullando, no podían quedarse quietos. Si se descuidaban, los enemigos podrían acercarse cada vez más y más.
Si eso sucedía y el enemigo lanzará un ataque, el número de víctimas aumentaría.
Los ojos de muchas personas se fijaron en ellos.
-Están observando lo terrible que te vez, Bell. Fufu~
Llevando una de sus manos hacia sus labios, ella soltó una pequeña risa mientras bromeaba con el chico.
-Vamos, no me veo tan terrible; El chico le siguió la broma.
Al final, ya habían alcanzado su destino.
Estando frente a la gran puerta que daba paso a Babel, ella se detuvo unos pasos detrás de él.
-¿Sucede algo? --- El preguntó, girando sobre sus talones, el la observó mientras que ella comenzó a hablar---
-¿O-oye, ya decidiste a que Familia unirte?
-¿Hmm?
El no entendía por qué le preguntaba eso en un momento como éste. Pero aún así, respondió a su pregunta--
-Aún no lo se. Antes cometí un error de preguntar a quien sea, debo ser más consciente acerca de ello.
-...
-Probablemente se lo pida a la Familia Ganesha.
El habló, mientras miraba a los miembros de la Familia Ganesha hacer guardia.
-¿Enserio? Hmm...
Observando su bello rostro, el sentía que ella estaba dudando.
-¿Quieres decirme algo? -- Habló esperando a que ella respondiera.
-Bueno, estaba pensando si te podías unir a la Familia de Hestia. Ella es buena, al contrario de los otros dioses, estoy completamente segura de que no se aprovechara o te usará como juguete. Por favor piénsalo.
-Hmm... Esta bien, se lo pediré después; respondió tranquilamente a la diosa.
-¡Artemisa-sama!
De pronto, una voz ajena llegó a oídos de los dos.
Ambos giraron sus rostros y observaron quien había llamado a la diosa.
Una hermosa chica corría hacia ellos.
-¿Airmid?
Era la sanadora de la Familia Dianchet. Airmid Teasanare.
Llegando hacia ellos, ella dijo ---
-¿Artemisa-sama, esta usted bien? Creíamos que le sucedió algo. Lante se encuentra muy preocupada.
Al parecer, la desaparición de la bella diosa había preocupado a su seguidora.
-O-oh... Siento haberlas preocupado. Ahora voy donde Lante; Con un tinte de culpa, ella habló mirando a Airmid.
-Lante aún se encuentra donde Rethusa.
-Gracias, Airmid...
Ahora, sabiendo la dirección de su seguidora, Artemisa giro sobre sus talones y con dirección hacia la base de la Familia Dianchet, ella comenzó a trotar no sin antes hablar con Bell.
-Nos vemos en unos minutos, Bell; Dijo ella, con un ligero gesto con sus manos.
-Si, nos vemos luego.
Unos segundos después, la figura de Artemisa se hacía cada vez más pequeña con cada paso que daba. Ella ya se había ido.
Ambos la miraban irse.
Después, Bell giro su rostro y vio a Airmid.
-Disculpa, ¿Sabés donde puedo encontrar a la capitana de la Familia Ganesha?
-Oh, si. Hace unos momentos estuvo por aquí.
-¿Podrías llevarme a donde se encuentra?
-Está bien.
-Gracias.
Después de una breve conversación, ambos se dieron la vuelta, y comenzaron a caminar.
×××
Los minutos pasaron.
Después de caminar por un corto período de tiempo, encontraron a la mujer que estaban buscando.
Ella se encontraba en uno de los cuartos de Babel. Tenía una reunión con sus subordinados.
Al vernos llegar, uno de los subordinados preguntó que queríamos. Después de explicarle que quería hablar con su capitán, el entró a la habitación. Unos instantes después, muchas personas salieron, y con un gesto, la persona con la que había hablado me indico que ya podía entrar.
Atravesé la puerta después de Airmid.
En el centro había una gran mesa, esta contrastaba con las demás cosas de la habitación. Probablemente haya sido traída de otra parte. De pie junto a ella, se encontraba el capitán de la Familia Ganesha.
Shakti Varma.
-¿Querías hablar conmigo? --- Ella preguntó.
-Si.
La conversación se desarrollaba rápidamente, como si ambos supieran que no podían perder mucho tiempo.
-¿Sucedió algo mientras no estaba?
-Solo sucedió un incidente, capturamos a un miembro del gremio, encontramos evidencia de que ha estado en contacto con Evilus. Ardee se está encargando del interrogatorio en este instante.
-Ya veo; Saber que Ardee se encuentra bien, quitó un peso de mi cuerpo, después de todo, ya la considero una amiga.
Se que suena tonto. No importa, continuemos con la conversación.
-Después de eso y del ataque de ayer, no ha sucedido nada. Todo se encuentra demasiado tranquilo, algo no se siente bien.
-Tienes razón, esas no son cosas buenas, significa que están reagrupando a sus tropas; Dijo Bell. Mientras que con unos pasos ligeros se acercaba al otro borde de la mesa.
Viendo un mapa extendido sobre la mesa, extendí mi brazo y puse mi mano sobre este.
-Mañana habrá un ataque, será más grave que el de ayer.
-¡...!
Ambas abrieron sus ojos, no creían que otro ataque de esa escala o aún mayor se llevara a cabo en tan poco tiempo.
-¿¡Como lo sabes!? --- Shakti abrió su boca y con gran ímpetu, le preguntó al chico.
-No hay tiempo, te lo explicaré luego; Respondí mientras miraba el mapa. Observe un círculo pintado en rojo que rodeaba a Babel.
-Estamos haciendo un rastrillaje, aun podría haber gente de Evilus por esta zona, aun hay mucha gente herida en Babel y los alrededore; Calmandose un poco, ella respondió al verme observando su mapa.
-Lo entiendo. Por favor, evacua la zona y amplia el rango de búsqueda.
Hable mientras tocaba las zonas exteriores del círculo.
-Mañana se desarrollará una pelea, sería malo si tomarán rehenes.
-Estaba pensando en lo mismo, lo haré en este instante. Los llevaremos a un lugar seguro, pediré apoyo de la Familia Astrea y Hermes; Ella asintió, caminando por el borde de la mesa, se dirigía hacia la puerta.
Pero antes de que alcanzará el pomo de la puerta-
-Espera...
Bell la detuvo.
Shakti giro su rostro y preguntó que es lo que pasaba.
-¿Qué sucede?
-¿Podrías decirme todo lo que sepas de la chica pelirroja que esta con Evilus?
-¿Cabello rojo?
Llevando una de sus delicadas manos a su barbilla, como si estuviera pensando, ella tardó en responder.
-Solo se han oído pequeños rumores, no tenemos información-.
-Ya veo, gracias por decírmelo.
Después de escuchar lo poco que dijo, agradecí por su cooperación dejando que se vaya.
Ahora, en la habitación, solo nos encontrábamos Airmid-san y yo.
-¿Airmid-san, podría decirme como se encuentra Rethusa?-- Le pregunté.
-Ella se encuentra fuera de peligro, podría haber despertado ya o quizás mañana o dentro de unos días. Todo depende de ella.
-Ya veo...
Sin mas que decir o preguntar, me dirigí a la puerta. Ahora tenía que cambiar mi espada por la otra, así que iré a la tienda de Hefesto-sama.
Ambos salimos de la habitación, me gire hacia ella y dije--
-Nos vemos luego; Me despedí haciendo un gesto con las manos.
-Si, nos vemos.
Ella solo asintió con la cabeza y comenzó a caminar por el largo pasillo hasta la entrada del ascensor que iba hacia abajo.
×××
Subiendo al piso donde se encontraba mi espada, note muchas miradas que se fijaban en mí. El pasillo estaba algo angosto por la cantidad de gente que había.
Escuché muchas voces y susurros que se perdían en el ambiente.
Atravesando a las personas que estaban a lo largo del pasillo, Bell llego a la entrada de la tienda. Tomando el pomo, el abrió la puerta y entró al interior.
Al igual que afuera, dentro de la tienda también habían muchos refugiados.
-¿Oh? --- Al verme, la diosa Hefesto se acercó a mí y comenzó a hablar.
-Hola, ¿Artemisa no se encuentra contigo?
Preguntó por Artemisa-sama, no es de extrañar, debió haber estado preocupada por la seguridad de su amiga que había desaparecido sin decir nada.
-No, ella se encuentra en la base de la Familia Dianchet; Dije sacudiendo mi cabeza.
Llevando mi mano a el lado izquierdo de mi cuerpo, desengache la espada del cinturón que tenía.
-¿Hmm...?
-Necesito la otra espada.
Bell desenfundo la espada que tenía, al ver esto, Hefesto frunció el ceño he hizo una mueca.
-¿Como la dañaste tanto en tan poco tiempo?
Con un tono de enfado en su voz, ella tomo la espada en sus manos. Pasando uno de sus dedos por el filo, ella estaba claramente molesta.
-Lo siento, pasaron muchas cosas. Esa espada me protegió y ayudó mucho, por favor, si no es una molestia, me gustaría que la reparará; Sintiéndose culpable, Bell agachó la cabeza y pidió disculpas.
-Está bien, pero yo no fui quien la hizo. La hizo la capitana de mi Familia; Tsubaki Collbrande. Todo depende de ella.
Con esas palabras, Hefesto devolvió la espada a su funda. Con pasos ligeros, ella se dio la vuelta. Camino hacia en busca de algo, una llave. Después de un momento de búsqueda, ella encontró la llave.
Ella camino evitando pisar o golpear a la gente que había en la tienda.
Frente al escaparate, extendiendo sus manos, sacó la espada que había ahí.
-Ven; ella dijo suavemente.
Después de acercarme, ella me entregó la otra espada. Su tono ligeramente azulado hacia que está se viera muy hermosa. El peso a comparación de la anterior, había aumentado.
Luego de enfundarla y engancharla a mi cinturón, mire a Hefesto-sama. Ella se había movido unos pasos hacia una caja que estaba en un rincón.
-Ten esto; Buscando dentro de esta, ella sacó un abrigo. -Usa esto, tu ropa está terrible.
-Haha.........
Amablemente, tome el abrigo que ella estaba extendiendo hacia mí.
Luego de quitarme el abrigo que llevaba, la mire y pregunté--
-¿Hefesto-sama, ha visto a Hestia-sama?
Pregunté por la pequeña diosa que podría pasar por una niña.
-Ella no está aquí, se encuentra revisando unas cosas en otro piso; Dijo mientras elevaba la mirada.
-Ya veo...
Creo que hablaré sobre unirme a su Familia en otro momento.
-Bueno, ya va siendo hora de que me vaya. Gracias por el abrigo.
Hable y con una sonrisa le agradecí el abrigo que me dio.
-No es necesario, son abrigos que repartió la Familia Ganesha a los refugiados; Ella cruzó sus brazos y miró a la gente a su alrededor.
Muchos de estos eran niños y personas de cierta edad. Algunos estaban postrados y con vendas.
-Oh...
Después de ver esta escena, con unas ligeras palabras que se desvanecieron en el aire, gire sobre mis pies y camine hacia la puerta.
×××
-Ouch~
Caminando por una calle que llevaba hacia Babel, Artemisa se encontraba frotando suavemente sus mejillas.
-Uh.... Creo que Lante se sobrepasó un poco.
Con las mejillas rojas, ella habló para sí misma. Esto lo había provocado ella, ya que se había ido sin decir nada.
Después de irse sin decir nada al medio día, su seguidora, después de esperar por horas, preocuparse y aterrarse por no saber nada acerca de su diosa, comenzó a buscar en los alrededores de Babel pero al final no encontró nada. Quería irse a buscar en otras partes, pero no pudo, ya que pensó que en cualquier momento su antigua capitana Rethusa despertaría y quería estar ahí para ella.
Así que cuando Artemisa apareció con una ligera sonrisa en su rostro además de un "Hola... Haha..." Lante pellizco las mejillas en represalia por toda la preocupación que había hecho que sintiera.
-Y pensar que antes, yo era la que reprendia a Lante por sus errores. ¿En qué momento intercambiaron nuestros roles?
Pérdida en sus pensamientos, Artemisa había llegado a las puertas de Babel.
-...
Habiendo vuelto a la realidad, ella observó los alrededores. El lugar no había cambiado mucho, algunas personas ya no estaban, pero casi todas las caras que ella había visto por la mañana aun se encontraban aquí.
-Oh...
Intentando encontrar a la niña que había perdido a su madre esta mañana, Artemisa camino por los alrededores. Observó en cada rincón pero al final no la encontró.
-¿Busca algo, Artemisa-sama?
Una voz llegó a mi, girando mi cabeza, vi a un miembro de la Familia Astrea.
-Kaguya-san...
Dije su nombre.
-¿Viste a una niña? Tenía el cabello castaño y parece tener cerca de diez años.
Le pregunté si la había visto.
-Lo siento, acabo de llegar. Pero oí que enviaron a una parte de los refugiados a otro lugar. Quizá este ahí.
Después de escuchar sus palabras, Artemisa se tranquilizó un poco y siguió su camino después de despedirse de Kaguya.
-
Luego de tomar el ascensor, Artemisa había llegado al piso en que se encontraba la tienda de Hefesto.
Las puertas del ascensor se abrieron y la imagen que vio, no era distinta a la de la mañana. Paso a paso, ella camino por el pasillo, mientras las personas la veían.
La tristeza se hizo palpable con tan sólo ver sus rostros, apretando los puños, ella solo pudo caminar.
Al final, ella llegó a la tienda de Hefesto.
Al entrar, ella observó a Hefesto y a Hestia repartir mantas a las personas que se encontraban aquí.
-Oh-
-¡Artemisa!
Interrumpiendo a Hefesto, Hestia soltó las mantas y se lanzó con un gran salto hacia Artemisa.
-Guha-
Siendo golpeada por la abundante delantera de Hestia, Artemisa cayó sobre su espalda mientras era abrazada por Hestia.
-¿¡Donde estabas!? Lante-kun y yo te buscamos por todos lados.
-No puedo-- respirar--
Sin darse cuenta, Hestia había hundido el rostro de Artemisa en sus abundantes colinas. Mientras que Artemisa se esforzaba por liberarse del agarre de Hestia.
-¿¡Ey, acaso quieres enviarla de vuelta al cielo!?
Hefesto se acercó rápidamente, y tomándola del cuello de su ropa, la elevó con una fuerza que contrastaba con la imagen de su cuerpo.
-Ugh...
Artemisa se puso de pie mientras llevaba una de sus manos a su cabeza y soltaba un gemido de dolor.
Luego de unas disculpas de Hestia, Artemisa preguntó por Bell--
-¿Lo han visto?-- Ella preguntó.
-No lo eh visto; Dijo Hestia.
-El vino aquí. Tomó la otra espada y se fue, ah si, el preguntó por ti Hestia; Dijo Hefesto, mientras giraba su rostro hacia Hestia.
-¿Por mí? ; Ella inclino su cabeza al no entender por qué la buscaba.
-Hable con el y te recomendé a ti. El está buscando una Familia a la cual unirse, así que le dije que podía pedírtelo a ti.
-¿Qué te parece, Hestia?-- Agregó Hefesto.
Unos segundos pasaron mientras ambas esperaban la respuesta de Hestia.
Alzando la mirada, ella observó a ambas. Abriendo sus labios, ella dijo---
-No quiero.
-......................
-¿Ha?
Artemisa y Hefesto no podían entender el porqué de las palabras de Hestia.
-Pero Hestia, ¿No bajaste del cielo por qué querías una Familia?
Hefesto intento hacerla cambiar de parecer haciéndole recordar sus razones del por qué había bajado al mundo inferior.
-¿Acaso no pusiste todo tu empeño en buscar miembros para tu Familia? Si ese niño se te une, seguramente muchos más te pedirán que les dejes unirse a tu Familia.
-...
-Piénsalo Hestia, estas desperdiciando una gran oportunidad.
Luego de un sin fin de palabras por parte de Hefesto, Hestia estaba lista para hablar.
-Si, baje al mundo inferior por que quería una Familia. Quería una Familia que hiciera que la Familia de Loki se viera como algo insignificante.
-¿Entonces cual es el problema?
-Me di cuenta de algo que quiero aun más...
Al decir eso, una bella sonrisa se forjó en sus labios.
-Quiero ver a Artemisa sonreír como lo hace cuando está con el; Dijo Hestia mirando con sus grandes ojos a su amiga.
-¡...!
-¡...!
Ambas se quedaron sin palabras por lo que dijo Hestia.
-Ya veo, si es así como te sientes, no puedo hacer nada,de hecho... Yo también quisiera ver esa sonrisa más a menudo.
Hefesto se rindió y simplemente cruzó sus brazos mientras miraba con cariño a Hestia.
-Ademas, si es que Artemisa crea su sede aquí en Orario, yo podré dejar este trabajo donde me tratan como a un esclavo e irme a vivir a expensas de su Familia... Hehehe~
-...
-...
Así, con unas cuantas palabras, la pequeña diosa tenía el rostro de como el de una niña codiciosa mientras frotaba sus manos.
-¿Sabes que podemos oírte, verdad?.
Dijeron ambas diosas al unísono.
-¡Ehhh! ¡Yo no dije nada!
Intentando negar sus últimas palabras, sudor comenzó a correr por la frente de la exaltada Hestia.
-¿Así que te trato como a un esclavo eh?
Dijo Hefesto a la exaltada Hestia.
-Eh..........................
Sintiendo que su fin se acercaba, Hestia se oculto detrás de Artemisa.
-¡Ven aquí!
Iniciando una cómica escena de persecución, Hefesto intentó atrapar a Hestia sin tener éxito alguno.
Artemisa sin saber que decir, hacer o sentir, simplemente pensó que la mejor opción era retirarse.
-Chicas, yo me voy yendo.
Ella se dio la vuelta pero antes de salir de la tienda---
-Artemisa... No todas las relaciones entre hombre y mujer son algo malo.
Hestia la miró y habló tranquilamente.
-...
Con esas palabras que ni siquiera respondió, Artemisa dejó la tienda.
×××
-....
Las palabras que le dijeron la habían sacudido.
"No todas las relaciones entre hombre y mujer son algo malo... "
Recordando esas palabras, ella se recordó a sí misma.
Como actuaba frente a las acciones que hacían los miembros de su Familia.
Como reprochaba cualquier relación entre los miembros de su Familia y el sexo opuesto sin siquiera darse el lujo de pensar.
Ella había estigmatizado todo tipo de relaciones, ya sea amistad u amor como algo sucio.
Perdida en sus recuerdos, al llegar al primer piso, ella simplemente camino.
Recordó, como reprendió a Lante simplemente por haber tocado las manos de un hombre, y haber entablado una conversación con el.
Recordó las muchas reglas que ella tenía. Como si alguien quería una relación más profunda, como lo es el matrimonio debía irse de la Familia.
Ahora sabía que su visión estaba errada. Después de pasar tiempo con el chico, inconsciente, se había desecho lentamente de esa visión. Seguramente, si su Familia la viera en este momento, la observarian con miradas de reproche y enojo. Ya que ella que había prohibido todo tipo de cosas, actualmente las estaba haciendo con Bell. Pero luego simplemente sonreirian y se alegrarian por ver como estaba cambiando.
Como se estaba abriendo a todo tipo de nuevas emociones.
Así, sin darse cuenta, ya había llegado al primer piso. Las puertas del ascensor se abrieron y como si estuviera siendo controlada, dio un paso hacia afuera y comenzó a caminar mientras buscaba al brillo blanco con el que se había encariñado en tan poco tiempo.
Camino por los alrededores pero no lo encontró. Así que decidió buscar afuera.
El cielo poco a poco se lleno de nubarrones cubriendo lentamente a la leve luz de la luna y al mar de estrellas que nos iluminaban. Los guardias habían aumentado en cantidad. Las leves palabras que decían se fundian en el aire... Claramente estaban muy tensos, ya que un ataque podría estar aproximándose.
Muchos de los guardias insistieron e intentaron que volviera adentro, les preocupaba que un dios estuviera caminando libremente. Pero los ignore y camine. Luego de una corta caminata un brillo blanco llegó a mis ojos, caminando, me acerque a él y vi que estaba hablando con una chica. Era miembro de la Familia Astrea.
Cuando me acerque lo suficiente, ellos me notaron y voltearon sus miradas hacia mí.
-Buenas noches, Artemisa-sama; Dijo Alise, capitana de la Familia Astrea.
-¿Artemisa-sama, como se encuentra Rethusa-san? ———Preguntó Bell.
-Ella se encuentra bien, aún no ha despertado pero a comparación del momento en que llegó, esta mucho mejor.
Después de una corta explicación acerca de la condición de Rethusa, Alise dijo que se retiraría a hacer sus labores por el momento. No se podía dar el lujo de perder mucho tiempo en una charla. Así que dandose la vuelta, ella se despidió de nosotros y camino hacia Babel.
-...
-...
Ambos la miraron irse y unos instantes después, Artemisa abrió su boca y preguntó.
-¿De qué estaban hablando? ——Dijo ella.
-Solo le preguntaba como estaba el señor que trajo cuando todo esto comenzó.
-Oh... Ya veo, creo que el hombre que trajo en ese momento solo tuvo algunas contusiones, así que no está en peligro.
-Si, ella me dijo algo similar.
Luego de una pequeña charla, ambos hablaron acerca de si ya estaban listos.
-Honestamente, me gustaría que no fueras conmigo, Artemisa-sama...
-...
-¿Pero no cambiaras de opinión sin importar lo que diga, verdad?
-Tienes razón.
-Haaaa~ bien, entonces andando.
-Si.
Ambos hablaron enérgicamente.
Miraron a Babel una vez más, y dando el primer paso, ellos caminaron con dirección hacia el lugar del encuentro.
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