Capitulo 2: Un Lugar Especial.
(punto de vista de Artemisa)
Este chico es increíble.
Estaba asombrada por lo que acababa de ocurrir, el chico había derrotado a varios tipos rápidamente, había dado vuelta a una situación que para ella parecía imposible.
El chico estaba quieto viendo detenidamente como Olivas desaparecía en las sombras de un callejón abandonado.
Girandose hacia donde se encontraban Lante y Artemisa, con una gran sonrisa y haciendo una pose de victoria con los dedos dijo.
-Gane.
Sus ojos tenían una mirada profunda y su sonrisa era atrayente, como si dijeran ya todo esta bien.
Mirándolo fijamente, Artemisa sintió tranquilidad.
Dirigiéndose hacia el chico
Artemisa y Lante se acercaron para agradecerle que el las salvará.
--Gracias por salvarnos, Ehmm...
"¿Hm?"
Artemisa estaba confundida porque las mejillas de Lante estaban rojas como si estuviera enferma.
-Ah mi nombre es Bell Cranel ¿y ustedes son?.
El chico se llamaba Bell
--Y-Yo soy Lante y esta es mi diosa patrona Artemisa.
Hablando torpemente, Lante las presento a ambas.
Ladeando la cabeza, Bell estaba pensando en algo.
-Ehhh Artemisa-sama... ¡por favor déjeme entrar en su familia!.
Bell pidió alegremente que le permitiera entrar en su familia
--¿¡¡Ehhhh!!?
Lante soltó un grito de confusión y Artemisa se encontraba sorprendida por la repentina petición de Bell.
¿Ehh? ¿Quiere entrar en mi familia?
Artemisa no sabía que hacer, su familia era conformada exclusivamente por mujeres, además de que ella era una diosa que presidía la castidad, siendo estricta sobre las relaciones y el amor, ella no podía aceptarlo.
Lo siento pero...
Habiendo tomado su decisión, Artemisa se dispuso a hablar.
-Yo-
-¡¡Aléjate de ellas!!
Artemisa oyó una voz desconocida, girando su cabeza a un costado se dispuso a ver quien era.
El dueño de la voz era una elfo, moviéndose rápidamente a su dirección con la intención de atacar a Bell.
Dando un salto hacia atrás, Bell pudo esquivar el terrible golpe dirigido hacia el.
Artemisa apenas pudo ver lo que había pasado, mirando hacia el frente vio la espalda de alguien.
Poniéndose entre ellos, la elfo apuntó su arma hacia Bell.
*tap tap tap*
Oyendo pasos detras de ella, Artemisa dio un giro y vio a un par de chicas.
-Ryu~ no lo mates debemos hacerle algunas preguntas.
Dijo una chica que tenía el cabello rojo como el fuego y ojos verdes turquesa, ella llevaba un estoque en la cintura.
Al lado de ella se encontraba una chica que resaltaba por sus rasgos del medio Oriente, vestía un hermosos kimono rojo y estaba armada con una gran katana.
-Ara Ara, no debes actuar tan imprudentemente elfo estúpido.
Insultando a su compañero elfo se acercó hacia ella.
-Alise no creo que ese chico esté con Evilus, parece un debilucho.
Dijo una Pallum de cabello roza
menospreciando a Bell.
Las chicas habían rodeado a Bell.
-Perdón por haber llegado tarde, somos la familia Astrea.
Dijo la chica de cabello rojo mirando a Artemisa, volviendo su mirada a Bell.
-Chico por favor rindete, no tengo ganas pelear.
Llevando su mano derecha a la empuñadura de su katana, la belleza que vestía un kimono se puso en posición como si en cualquier momento fuera a desenvainar su katana.
-Tranquila Kaguya, parece que el no quiere pelear.
La chica de cabello rojo había detenido a su compañera.
-¡Alise no podemos bajar la guardia!
La elfo dijo en un tono de desaprobación.
Esta situación se estaba tornando cada vez mas peligroso.
¡Debo detenerlas!
Moviéndose rápidamente, Artemisa se puso entre Bell y la familia Astrea.
-¡Esperen! ¡Bell-san nos salvo a ambas de los miembros de Evilus!-dijo Artemisa extendiendo ambos brazos.
Artemisa les contó todo lo que había ocurrido, omitiendo lo que había descubierto del gremio, ella pensó que sería mejor decírselo directamente a Ouranos.
El rostro de las chicas se suavizó al escuchar la explicación de Artemisa.
-¿Con que fue así eh?
La belleza que vestía un kimono retiro su mano de la empuñadura de su katana.
-Disculpanos por intentar atacarte. Te-he
Llevándose la mano a la cabeza, la capitana de la familia Astrea se disculpo.
-No hay problema.
Dijo Bell, en cualquier caso el no habia salido lastimado de esta situación.
-Mi nombre es Alise Lovell y soy capitana de la familia Astrea, un gusto conocerte...
Presentándose alegremente, Alise llevo su mano izquierda a su pecho con orgullo.
-Gojouno Kaguya, un gusto.
-Me llamo Lyra.
-Yo soy Ryu Lyon, disculpame por haberte atacado tan imprudentemente.
-Mi nombre es Bell Cranel, encantado de conocerlas.
-Yo soy Artemisa y esta es Lante.
Después de que terminarán de presentarse empezaron a hablar con mas detalle de lo que había ocurrido.
-Lyra, ¿puedes desactivar los explosivos de los dos miembros de Evilus que Bell noqueo? Es una gran oportunidad para sacar información de ellos, los llevamos al gremio y los interrogaremos.
la Familia Astraea no solo era una Familia de tipo exploración, sino que también actuó para mantener el orden dentro de Orario.
Ayudando a la familia Ganesha, ellas esperan que la paz vuelva a las calles de la ciudad.
-Si como tu digas capitán~
Seguida por su compañera elfo la pallum fue donde estaban los miembros de Evilus derrotados por Bell.
-Tengan cuidado.
-¡La familia Astrea está aquí!
Se oyó un grito de un ciudadano, las personas empezaron a abrí sus ventanas y puertas para ver a Alise y las demas, al parecer la familia Astrea es muy querida por estas calles.
Viendo esto Alise levantó la mano y saludo a los ciudadanos que habían salido de sus casas.
Wow es increíble cuanta gente hay aquí, es totalmente diferente a cuando llegamos hace un momento.
Las calles vacías se llenaron de ruido.
-Vamos calmense y por favor regresen a sus casas, no es seguro estar aquí.
Instando a que la gente volvieran a sus casas, Alise continuó su charla con los demás.
-Artemisa-sama lamentamos haber llegado tarde, si no fuera por Bell quien sabe lo que hubiera pasado.
-Eh... No, no, no te disculpes, fue culpa mía por llevar a cabo este plan sin pensarlo bien, estoy bien así que no hay nada de lo que preocuparse.
Agitando las manos, dijo que no se preocuparan.
-¿En todo caso que fue lo que paso?
Artemisa ya tenía una idea de lo que había pasado pero no podía aceptarlo, queriendo escapar de la realidad ella preguntó esperando una respuesta distinta a la que ya sabía, llevando la mano derecha a su brazo izquierdo, ella apretó fuertemente esperando la respuesta de Alise.
-Evilus atacó la entrada a la ciudad.
Bell apretó fuertemente sus puños.
Artemisa habiendo escuchado la respuesta de Alise bajo su mirada, las explosiones que ella había escuchado provenían de la dirección en que se encontraba la entrada a la Orario.
Ella se sintió culpable, pensando que si hubiese elaborado un plan mejor nada de esto habría pasado viéndose decaída.
Lante que hasta este momento había estado en silencio se acercó a Artemisa, puso una mano sobre su hombro.
-Artemisa-sama deberíamos volver a la posada, dejemos que la familia Astrea se encargue de esto.
-S-si
-Esperen, no sabemos si Evilus aun podría intentar algo, sera mejor que una de nosotras las acompañe.
Alise dio una sugerencia.
Ella tenía razón, no sabíamos si Evilus podría intentar algo, las calles de Orario son muy peligrosas por la noche.
-Kaguya ¿te importaría acompañarlas? Siendo tu, no tendré nada de lo que preocuparme.
Alise le pidió a kaguya que las escoltara hasta la posada.
-Emm... ¿Les importaría si yo hago eso?
Antes de que kaguya dijera algo, Bell se ofreció a escoltarlas.
Levantando la mano avanzó adelante.
-Escuche que se dirigen a una posada, acabo de llegar a la ciudad y no pude encontrar ninguna, así que me estarían haciendo un favor.
-¿Están de acuerdo con eso?
Alise preguntó viendo a Artemisa y Lante.
-No hay problema.
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Estabamos en una de las calles principales de Orario, la Luna estaba en su punto mas álgido, no sabía que hora era, ¿cuánto tiempo había pasado desde el encuentro con Vitteaux? ¿1 hora? ¿2 horas? A mi lado se encontraba Lante y el chico que acabábamos de conocer... Bell.
Lante podía moverse porque la Familia Astrea nos habia dado una poción y ademas de eso una de ellas había usado magia de curación en ella.
Mientras caminábamos el se encontraba mirando a la luna.
-¿Te preocupa algo?
Bell dijo mientras su mirada aun se encontraba en la Luna, al parecer Bell había notado que Artemisa lo estaba mirando.
-N-no, solo me preguntaba como puedes ser tan fuerte si dices que hasta hace poco llegaste a Orario.
Orario era conocido como la ciudad de los héroes, la capital del mundo.
Los aventureros podían subir de nivel al ir de aventuras al calabozo, pero el calabozo era único, no había otra entrada en todo el mundo y no se sabía nada acerca de el.
Se decía que era mas antiguo que la misma humanidad, que ya estaba ahí como una gran boca en la tierra, en la antigüedad muchos monstruos escaparon del calabozo.
Criaturas horribles de todas formas y tamaños surgieron desde adentro, tomando los bosques, las montañas, los valles, los océanos y los cielos de la Tierra.
La monstruosa conquista se extendía por todos los dominios.
Todas las razas de la superficie pusieron sus diferencias a un lado para recuperar su dignidad, recuperar el control del mundo y vengarse de sus parientes caídos. Las diferentes especies se reunieron para un gran contraataque.
Los héroes recién surgidos dirigieron el ataque cuando todos los pueblos lucharon una guerra de agotamiento contra los monstruos invasores-hasta que las bestias fueron forzadas a regresar al Agujero de donde vinieron.
Dentro del Agujero estaba un mundo completamente diferente.
Era un reino dividido en muchos niveles-un calabozo subterráneo.
Iluminados por extrañas fuentes de luz en ausencia de la luz solar, se encontraron especies de plantas nunca antes vistas y minerales previamente descubiertos en todo el laberinto.
Ya fueran estos nuevos descubrimientos o los monstruos que vivían del poder de las piedras mágicas en sus cofres, el calabozo estaba lleno con lo desconocido.
Los seres humanos y semi-humanos construyeron una torre sobre el Agujero para servir como una "Tapa" para evitar que los monstruos salgan por encima del suelo.
Al mismo tiempo, los humanos no podían dejar de preguntarse qué estaba en el fondo del Agujero. No pasó mucho tiempo antes de que las personas excéntricas, que pensaban que la vasta frontera subterránea necesitaba ser explorada completamente, comenzaran a aparecer.
Eventualmente, estas personas serían conocidas como "Aventureros".
Para ellos, el llamado de lo desconocido era irresistible.
El tiempo pasó.
La era conocida como "La edad antigua" llegó abruptamente a su fin.
Los dioses descendieron del cielo.
Los seres de un plano superior descendieron a esta tierra que ellos llamaron -el mundo inferior.
Ellos estaban aburridos de su existencia eterna en el reino superior, pero fueron entretenidos por la gente de la tierra -
"Niños", para sus ojos-específicamente por las muchas culturas que habían creado y su lucha constante contra los monstruos.
La decisión de los dioses de descender del cielo causó muchos cambios.
La humanidad obtuvo acceso a un potencial ilimitado a través de la falna de los dioses, dando un rápido aumento de la fuerza física, así como una explosión de la invención y la creatividad.
Por supuesto, esto incluía la exploración de la guarida monstruosa debajo de sus pies.
La Ciudad Laberinto, Orario.
El tiempo pasó, el mundo cambió, la gran era de los héroes llegó a su fin.
Estas epopeyas heroicas fueron talladas en "Dungeon Oratoria" pero no todos los monstruos fueron devueltos al calabozo, muchos de estos se quedaron en la superficie, con el tiempo se reproducieron volviendose cada vez mas debiles, cuando un monstruos se reproducen sus piedras mágicas se dividen y se vuelven mas débiles, así que era raro ver a un aventurero de alto nivel en otras partes que no fueran Orario.
Subir a nivel 2 o tres era verdaderamente difícil fuera de Orario, Artemisa lo sabía muy bien porque los miembros de su familia pasaron a través de mucho y apenas pudieron subir de nivel, y la capitana se había topado con un muro cuando llegó al nivel 3
-¿Que nivel eres?
Estaba confundida, Bell pudo derrotar fácilmente a Vitteaux, recorde que Rethusa perdió fácilmente contra el.
Rethusa, la capitana de la familia Artemisa era una nivel 3 y no pudo hacer nada contra Vitteaux.
Antes de que Bell pudiera responder, Lante los interrumpio.
-Artemisa-sama~ ya llegamos.
Perdiendome en mis pensamientos no me di cuenta de que ya habíamos llegado a la posada.
Entrando por la puerta principal vi a la dueña, ella estaba parada detrás del mostrador, dirigiendonos la mirada ella soltó un suspiro.
-"sigh" Creí que estaban muertas, no deberían andar por la calle a estas horas de la noche.
Viendo el reloj que estaba en una pared me di cuenta de que ya eran las 02:00 am ¿Ella nos espero? Que amable.
-Oh... ¿Quien es este joven?
Habiendo notado a Bell, la dueña preguntó quien era el.
-Ah, el es Bell-san, nos ayudo cuando estábamos en peligro--Respondió Lante.
-Oh, gracias por salvarlas.
La dueña agradeció a Bell por salvar a Artemisa y Lante.
-En estos tiempos es común que cuando alguien esté en problemas la gente no haga nada, para no arriesgar nuestras vidas bajamos la cabeza y seguimos como si nada hubiera pasado.
Las personas temían por sus vidas, nadie quería arriesgarse por un desconocido.
La ciudad estaba muriendo lentamente.
-Nadie hace nada por temor a Evilus y las pocas personas dispuestas a ayudar terminan muriendo.
-...
Bell no dijo nada, el estaba inmerso en sus pensamientos.
La recepción había tomado un tono deprimente, viendo esto la dueña se apresuró a cambiar de tema.
-olviden lo que dije haha, bien ¿que puedo hacer por usted señor héroe?
-¿Tiene cuartos disponibles? Quisiera rentar uno.
Bell hablo tranquilamente, la dueña estuvo pensándolo por un momento y al final dijo que si había uno desocupado.
-Si, hay una habitación disponible pero es un poco pequeña.
-No, no, esta bien, me salvaste, creí que terminaría durmiendo en una banca.
Bell no pudo encontrar posadas y terminó vagando por las calles, aunque estuvo bien, si no hubiera vagado sin rumbo por las grandes calles de Orario probablemente Lante y yo no estaríamos aquí en este momento.
-Esta bien, ten la llave, tu habitación se encuentra en el segundo piso es la que esta al fondo del pasillo.
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Después de que le diera la llave nos dirigimos a nuestras respectivas habitaciones, la posada estaba muy silenciosa, nuestros pasos podían escucharse en el piso de madera, al llegar a la puerta de nuestra habitación gire mi cabeza y vi la espalda de Bell
la habitación de Bell estaba al fondo y el ya estaba cerca de la puerta.
-Buenas noches Bell-san.
¿Que fue eso? Mi boca se movió sola.
-Oh, si buenas noches Artemisa-sama.
Devolviéndole la mirada, Bell le devolvió las buenas noches a Artemisa.
Lante entró rápidamente a la habitación y se tiro en su cama y se durmió inmediatamente, después de lo que había pasado era natural que estuviera cansada.
Bell ya no se encontraba en el pasillo y Artemisa también decidió que lo mejor sería ir a dormir.
Hmm quería decirle mi respuesta a su petición de unirse a mi familia, Bell-san debe estar cansado.
Tirada en la cama pense en todo lo que había pasado hoy.
*Zzzz*
En la cama de a lado Lante se encontraba profundamente dormida.
Viéndola dormir tan plácidamente mis párpados se cerraban, poco a poco mi respiración se tranquilizaba y mi conciencia se desvanecía.
Cerrando los ojos, Artemisa durmió profundamente.
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(punto de vista de Bell)
La habitación que había rentado era muy pequeña, consistía de una cama para una persona y pequeño cuarto de baño, era una habitación modesta, no tenia muchos muebles ademas de la cama, bueno no importa es solo por esta noche.
Cerrando el pestillo de la puerta, Bell dejo las pocas cosas que trajo con el encima de la cama y fue a darse un baño.
Paso media hora, habiendo salido del baño me vestí y me tire en la cama.
-Fuaa que refrescante~
Estirando los brazos, Bell se dispuso a dormir.
-Hmmm ¿debería buscar una familia mañana? ¿O debería ir a "ese lugar"?
Artemisa-sama no acepto mi petición, bueno es su decisión y debo respetarla.
Bell sabía que Artemisa no aceptó su petición, al ver las dudas en su rostro lo supo.
Cerrando los ojos intente descansar pero no pude, las palabras que la dueña nos había dicho giraban en mi mente.
Evilus era una plaga que necesitaba ser eliminada desde la raíz, la ciudad se encontraba muy deteriorada.
Al contarnos todo lo que pasaba la dueña tenía una cara llena de tristeza, probablemente ella haya perdido a sus seres queridos como otros en la ciudad, al parecer encontrar a alguien muerto no era extraño en estos días, mucha gente muere y su restos son tirados en algún callejón.
No pienses en eso, no es el momento.
Bell sacudió la cabeza para evitar que los pensamientos se acumulen en su cerebro.
Cerrando los ojos intente dormir pero no pude hacerlo moviéndome de un lado al otro, ¿cuanto había pasado intentando dormir? Abrí mis ojos y dirigí mi mirada al techo.
-Haaa~
Soltando un suspiro, Bell no sabía que hacer.
Mirando a un costado vi el poco equipaje que traje, una mochila de tamaño mediano y un saco pequeño, recordando algo estire mi brazo y tomé la mochila, acababa de recordar que lo traje conmigo.
Abrí la mochila y meti mi mano en busca de eso... El libro de cuentos que me había regalado mi abuelo, era algo muy valioso para mí, el lo escribió a mano y me lo dio en uno de mis cumpleaños.
Tocando la cubierta con la palma, recorde lo mucho que disfrutaba leyendo las historias de los grandes héroes de la antigüedad, el abuelo me lo leía cuando tenia tiempo, al parecer a mi madre no le gustaban estas historias... Recuerdo la primera vez que la vi, era una tarde como cualquiera, me encontraba jugando fuera de mi casa, mayormente jugaba solo, mi casa estaba a las afueras de un pequeño pueblo en las montañas y los caminos eran peligrosos así que pocas veces veía niños de mi edad por ahí, aveces mi abuelo traía compañía.
Era alguien del pueblo, al parecer un amigo de mi abuelo, aveces venía con sus hijos, aunque las veces que esto pasó puedo contarlas con los dedos de una mano.
El mar de trigo se mecía con el viento, el sol estaba por ocultarse en las montañas, me encontraba afuera de la casa jugando con una pequeña pelota del tamaño de mi mano.
Arrojandola contra la pared esperaba a que el abuelo llegara, tenía miedo de que algún dia el no volviera y me quedara solo.
Estaba perdido en mis pensamientos, no estaba al tanto de lo que ocurría a mi alrededor, bote la pelota contra la pared pero esta se fue en otra dirección, sin tener ganas de ir tras ella me quedé quieto por un momento.
Cuando estaba por moverme vi la sombra de alguien en el piso.
cuando Bell se dio la vuelta repentinamente, la encontró parada ahí, aturdida.
Era una mujer muy hermosa, tenía el cabello plateado y la piel blanca, sus ojos eran de distintos colores, el izquierdo era gris y el derecho era verde y llevaba un vestido hermoso de color negro que desentonaba terriblemente aquí en las montañas.
Bell no pudo apartar la mirada de esos ojos, para el eran extremadamente hermosos.
Preguntando su nombre, la mujer coloco su mano en la mejilla de Bell y entonces lo abrazo con fuerza.
En ese momento, la mujer no derramo lagrimas ni sollozo, pero para Bell parecía que estaba llorando.
Bell estaba aturdido por todo lo que estaba sucediendo, pero eso no importo, el envolvió sus pequeños brazos en su espalda, y le devolvió el abrazo.
Su cuerpo se sentía nostálgico por alguna razón.
Bell sintió una gran calidez, una que no había conocido con su abuelo.
Al lado de la mujer vio a un hombre, el estaba sonriendo, tenía un aura intimidante, Bell lo vio a los ojos y le devolvió la sonrisa.
Este momento se volvió un recuerdo irreemplazable para Bell.
El había conocido a los seres más importantes para el... Su familia--
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La conciencia de Bell volvió súbitamente.
Abriendo los ojos me di cuenta de que me había quedado dormido con el libro entre mis brazos.
Al ver a una pequeña ventana note que aún no había llegado el amanecer, parece que solo dormi por unas dos o tres horas, intentando volver a dormir cerré mis ojos pero al final no lo logre, sin nada que hacer abrí el libro entre mis brazos y busque una historia que me encantó.
Era la historia de Belius el Guardián.
El guardián Elfo era un caballero triste e inflexible amado por una Elfa del lago. Como un mártir de amor hasta el final, murió en sus brazos.
El tipo de chica que a Bell le gustaba eran las elfas, por las historias que el había leído de niño, donde en muchas de ellas la heroina era una elfa.
Me senté y me puse a leer las historias que me gustaban hasta que llegara el amanecer.
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(En alguna parte de Orario)
-¿Estas seguro de eso?
-Si, esta completamente seguro de lo que vio.
En una gran camara hecha de dura piedra y rodeada de grandes antorchas alguien estaba hablando.
En el centro de la habitación había un gran trono, alguien estaba sentado ahí, con una voz solemne preguntó-
-Royman, dime todo lo que sepa de ese chico.
-Si Ouranos-sama
En la gran camara estaba presente Royman, el es la cabeza del gremio trabajando directamente bajo órdenes de Ouranos.
Al contrario de todos los elfos, el es un elfo gordo con cabello blanco, ojos verdes y piernas cortas. Su grasa también hace que su estatura parezca pequeña.
Es un elfo arrogante que constantemente desprecia a los demás, excepto a los dioses y diosas. Tiene un gusto insano por él dinero, lo que hace que otros Elfos lo conozcan como el Cerdo del Gremio.
El dueño de la voz solemne era Ouranos, uno de los primeros dioses en descender al mundo inferior.
-Su nombre es Bell Cranel, tiene 15 años y es miembro de la familia Zeus, su rasgo mas notable es su cabello blanco.
-...
Ouranos escuchaba atentamente.
Royman procedió a decirle a Ouranos la poca información que tenían acerca de Bell.
-Aunque esto no esta confirmado se cree que es un aventurero de primer nivel, el encargado vino corriendo en el momento en que vio que pertenecía a la familia Zeus así que no pudo ver correctamente su estatus.
-¿Algo más?
-Es todo Ouranos-sama, es la poca información que tenemos de el.
Ouranos cerró los ojos por un momento.
-Traelo ahora mismo ante mí Royman, quiero hablar personalmente con el.
Ouranos había tomado la decisión de reunirse con Bell.
-No puedo traerlo en este momento Ouranos-sama, el estuvo en el atentado provocado por Evilus en las puertas de la ciudad, le pedí un informe a Hashana, miembro de la familia Ganesha, al parecer Bell Cranel entró a la ciudad entre todo el caos, desplegare todo el personal disponible para encontrarlo lo antes posible.
El gremio no sabia el paradero actual de Bell, la ciudad de Orario es una metrópolis encontrar a alguien tomaría tiempo, aun si el gremio despegaba a todo su personal.
-No, envía solo a los ejecutivos de la Familia Ganesha y la Familia Astrea, mientras menos gente sepa de esto sera mejor, no le digas a nadie del gremio sobre esto, no sabemos que podrian hacer la Familia Loki y la Familia Freya.
La Familia Zeus junto a la Familia Hera eran una de las Familias más fuertes liderada por Zeus y Hera antes de que fueran debilitados y forzados a salir de Orario hace 15 años.
Los aventureros de la Familia Zeus y la Familia Hera lograron derrotar al Behemoth y al Leviathan, pero perdieron su batalla contra el Dragón Negro de Un Ojo, perdiendo su fuerza principal.
Debido a esto, ambas Familia se debilitaron y Zeus y Hera fueron expulsado de Orario por Freya y Loki, quienes eran sus rivales en ese momento.
El gremio no pudo ayudarlos en ese entonces, ellos no tenían el poder para oponerse a Freya y Loki.
No se sabía nada sobre el paradero de Zeus y Hera.
Asi que al escuchar que apareció un miembro de la familia Zeus, las pocas personas que lo sabían se sorprendieron
Ouranos esta vez decido que haría todo lo posible por ayudar a Bell, lo que no pudo hacer hace 15 años... Lo haría hoy.
-Lo que usted ordene Ouranos-sama.
Dándose la vuelta, Royman salió corriendo lo mas rápido que su gordo cuerpo le permitió.
Viéndolo partir, Ouranos suspiro, la gran camara se puso silenciosa.
-¿Los tiempos volverán a cambiar?
Ouranos se hizo una pregunta a sí mismo.
Cuando Zeus fue expulsado de Orario una era terminó, la Familia Zeus y Hera fueron las mas poderosas durante los últimos 1.000 años.
¿Sería este el comienzo de un gran cambio?
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(punto de vista de Artemisa)
Abriendo los ojos me levante de la cama, mirando alrededor vi a Lante, ella aun seguía dormida, no la culpo.
Lante solo había recibido una poción curativa, era mejor que sea revisada por un experto.
Vi el reloj, eran las 11:37 am. Dejaré que Lante duerma un poco más.
Levantándose de la cama, Artemisa se acercó a donde estaba Lante.
*Zzzzz*
Ella estaba durmiendo en una posición algo extraña.
-¡Ji, ji!
Llevando una una mano a sus labios, Artemisa soltó una pequeña risa.
Después de verla por un momento, Artemisa se dirigió al cuarto de baño.
Pasaron alrededor de 25 minutos y después de darse un baño y cepillarse los dientes, Artemisa se dispuso a hablar con Bell sobre la petición que este hizo.
Bien.
Dando un último vistazo a Lante, agarre el pomo de la puerta y salí de la habitación.
Pasaron unos segundos y Artemisa ya estaba frente a la puerta de la habitación de Bell.
*knock knock*
Golpee ligeramente la puerta, espere por un momento pero no hubo respuesta alguna.
*knock knock knock*
Golpeé la puerta otra vez.
Pasaron unos segundos pero aun no hubo respuesta.
*knock knock knock*
-Bell-san~ soy Artemisa ¿podemos hablar un momento?
No escuche nada, me pregunto si habrá salido.
-Buscas al chico?
Alguien habló detrás mío, dándome la vuelta vi que era la dueña, ella llevaba materiales de limpieza.
-Oh... buenos dias. ¿Estabas limpiando esa habitación?
Artemisa levanto una mano y saludo a la dueña.
-Buenos días Artemisa-sama, si, estaba limpiando esta habitación, hace unos minutos se fue la persona que estaba aquí.
Al parecer las personas de la habitación de a lado se habían ido y la dueña estaba estaba limpiando la habitación para rentarla a la proxima persona que viniera.
-Uhmm ¿usted sabe a dónde fue Bell-san?
Artemisa preguntó por el paradero de Bell.
-¿Oh? ¿El chico no les dijo que se iba?
Artemisa se quedó en silencio por un momento.
-¿Bell-san se fue?
-Si, el se fue por la mañana.
-¿Le dijo si iba a volver? Quiero hablar con él.
-Creo que no volverá, el llevaba consigo el poco equipaje que traía y quiso pagar la cuanta por la habitación rento anoche.
-...
Artemisa sintió pena, ella quería hablar con Bell, disculparse por no poder cumplir su petición y agradecerle correctamente por haber salvado a Lante.
Rethusa y Lante eran las únicas miembros de su familia que aún seguian con vida.
-¿El no le dijo a dónde se dirigia?
-No, solo se despidió y se fue.
-Ya veo... Bueno gracias por contarme todo.
Decidí volver a la habitación, talvez Lante ya esté despierta.
Artemisa dio un último vistazo a la habitación de Bell y camino rumbo a su habitación.
al abrir la puerta vi que Lante aun seguía dormida, intentando hacer el menor ruido posible avance y me sente en una esquina de mi cama.
Iremos a la clínica de la Familia Dian Chet para su revisión y luego a comer algo.
Dirigiendo mi mirada a su rostro, ella tenia una sonrisa ¿talvez esté teniendo un buen sueño?
Haaa~ esta bien, te dejaré dormir por unos minutos más.
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(Punto de vista de Bell)
Habían pasado unas horas desde que deje la posada, estaba de camino a la parte norte de Orario, algo que quería ver se encontraba ahí.
Que extraño... Ahhg ¡no digas que me volví a perder!
Bell sacó un pequeño mapa de su mochila.
Hmm, esto no está bien... Ya debería haber llegado.
Rascándose la cabeza, viendo el mapa Bell creyó que en algun punto había tomado una ruta distinta.
Al mirar a los alrededores la zona parecía deshabitada, solo pude ver escombros y restos de lo que parecían ser casas, parece que el tiempo no a sido bueno con estos lugares...
-Haaa~
Soltando un suspiro seguí caminando por unos minutos, el mapa que tenía era un poco antiguo y pertenecía a mi abuelo, lo traje conmigo desde casa pensando que me ayudaría... Al parecer las calles cambiaron.
Bell estaba absorto viendo el mapa, sin prestar atención a su entorno siguió caminando sin notar que alguien se acercaba a el.
-Hola, ¿necesitas ayuda?
Ignorando la pregunta de esa persona Bell siguió caminando.
-Holaaa~ ¿me estas escuchando?
Esa persona se asomo a él y hablo.
-¡Heeey!
-No, no, no
Bell estaba girando el mapa, al parecer habiendo pasado un buen rato caminando sin rumbo había acabado con su paciencia.
Asomando su cabeza al oído de Bell esa persona grito.
-¡¡¡Hola!!!!
Quedándome atónito por un momento vi que alguien estaba cerca mío, girando mi cuerpo casi chocó con ella.
-whoa-
Dando unos pasos atrás pudimos evitar chocar.
Pude ver que la persona que grito era una mujer muy hermosa, su cabello al igual que sus ojos son de color azul claro.
Llevaba una espada en la cintura y parece que es un poco mas baja que yo.
-Haha, lo siento por haberte gritado—dijo ella.
-No tienes que disculparte, es mi culpa por no prestar atención a mi alrededor.
Debería haber prestado mas atención al camino.
-Ah, soy Ardi Varma, pertenezco a la Familia Ganesha.
Llevando una mano a su pecho la chica se presentó.
-Yo soy Bell Cranel, un gusto conocerte, Varma-san.
-Puedes llamarme por mi nombre, ser llamada por mi apellido se oye un poco raro haha.
Soltando una pequeña risa, Ardi llevo una mano a sus labios.
-¿Que puedo hacer por ti? Ardi-san.
Bell pensó que Ardi le habló porque necesita algo.
-No es nada, estaba en medio de mi patrullaje y te vi, parecias estar perdido así que pensé en ayudarte.
Ardi tenía razón, estaba perdido, bueno quizás ella sepa como llegar al lugar que quiero visitar.
-Haha, tienes razón, acabo de llegar a Orario y aun no estoy familiarizado con estas calles-dijo Bell mientras se rascaba la cabeza.
-Es normal que una persona que acaba de llegar a la ciudad se pierda en las grandes calles de Orario, no por nada es llamada la ciudad del laberinto... Puedo ayudarte si lo deseas.
-Si porfavor.
Mostrándole el mapa señale el lugar al cual deseaba llegar.
-Hmmm...
Ella se quedo pensando por un momento.
-Sí, creo que lo conozco.
Mi rostro se lleno de felicidad, pensaba que iba deambular por estas calles todo el día.
-Sígueme, te llevare hasta allí.
-¿Hm?
Ardi se ofreció guiar a Bell.
-¿Estas segura? ¿No te meteras en problemas por no seguir con tu patrullaje?
Con una sonrisa, Ardi sacudió su cabeza,
-Está bien, no puedo dejar a alguien que parece necesitar ayuda, La Familia Ganesha esta al servicio de los ciudadanos después de todo.
La Familia Ganesha actuaba como una fuerza policial para mantener el orden en la ciudad, era una Familia muy querida por los ciudadanos.
-Gracias.
Al ver su rostro note que ya se había decidido así que lo único que pude hacer fue agradecerle.
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Habían pasado cerca de 10 minutos caminando, no habíamos hablado mucho, estaba mirando los alrededores, al parecer toda la zona estaba llena de escombros y casas maltrechas.
-Hay mucha gente viviendo por aquí ¿sabes?
Parece que ella noto que estaba un poco distraído observando los alrededores mientras caminábamos, sin apartar su mirada del frente ella continuó hablando.
-Extrañamente Evilus no ah actuado por esta zona.
-¿?
¿Quizás Evilus evite esta zona porque sería facil encontrarlos? Todo esta lleno de escombros y hay solo unas pocas casas para ocultarse.
-Esta zona solía estar abandonada, pero en algún punto muchas personas de la calle dédalo vinieron aca, en su mayoría fueron huérfanos, la calle dédalo esta llena de orfanatos.
-...
Bell no pudo decir nada.
-Parece que algo malo esta pasando en la calle dédalo, aunque no pudimos descubrir que es lo que es, mucha gente que vivía cerca decidió irse antes de que algo malo pasara, así que no vayas de aventuras por allí ¿okey?.
-Ah... Esta bien.
Claro que no no iré allí... Por ahora.
Dandose la vuelta me miró con una sonrisa, ella es alguien agradable, preocuparse por el bienestar de un desconocido no es algo que haga mucha gente.
-Ya llegamos-Ardi dijo alegremente.
-Estoy segura de que es este lugar, es el único de por aquí así que...
Dirigiendo mis ojos al frente pude ver el lugar que estaba buscando-el lugar del que madre me contó.
-Una iglesia.
Acercándome paso a paso pude ver que el lugar no estaba en buenas condiciones, era de esperarse.
La gran puerta estaba hecha de madera, al tocarla esta soltó un crujido, parece que la madera se encuentra podrida, abrí la puerta con cuidado y entre adentro con Ardi.
Ella no dijo nada, solo me siguió en silencio.
Eche un vistazo y vi que aun había bancas en un estado aceptable, aunque muchas otras estaban completamente destrozadas, las paredes estaban en mal estado y casi todos los vidrios de las ventanas estaban rotos y los fragmentos se encontraban en el piso, camine hasta el frente y me senté en una de las bancas que se encontraba en buen estado.
Ardi hizo lo mismo, sentándose a mi lado, ella habló-
-¿Es este un lugar especial para ti?
Mirando al frente, viendo como el sol se filtraba por una ventana que aun se encontraba en buen estado respondí a su pregunta.
-Este es un lugar especial para alguien muy importante en mi vida...
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Era una noche cualquiera, recuerdo que no podía dormir, sentado en mi cama me encontraba leyendo el libro que el abuelo me había regalado, leyendo atentamente cada página.
-Whoa...
Estaba asombrado por las heroicas hazañas de lo héroes de antaño, página tras página no podía parar.
*knock knock*
Alguien tocaba la puerta
Bajando de mi cama me acerque a la puerta, tomando el pomo abrí la puerta de mi habitación.
-Bell, creí haberte dicho que te fueras a dormir temprano.
De pie ahí se encontraba mi tía Alfia, había pasando una semana desde que ella y el tío Zard habían llegado, el abuelo se sorprendió de ver a Zard y se tembló de miedo al ver a la tía Alfia, al principio no pude entender porque, pero después de una semana viviendo juntos lo supe, ella era muy estricta y mas que nada le gustaba el silencio.
Entrando en la habitación se acercó a la cama y se sentó.
-¿N-necesitas algo tía Alfia?
El pequeño Bell estaba temblando, al pasar una semana viviendo con Alfia el lo sabía, si ella decía que lo blanco es blanco hasta lo negro era blanco, esperando su castigo por haberla desobedecido, el pequeño Bell no pudo dejar de temblar.
*¡¡Dogoo!!*
Un sonido seco vino de la cabeza de Bell.
-¡Waaa!
Ella me había golpeado.
Soltando un quejido lleve mis manos a mi cabeza, intentando no llorar dirigí mi mirada hacia ella.
-¿¡Cuántas veces debo decirte que no me llames tía!? ¡Te golpeare!.
-¡Ya me golpeaste!
Al parece a Alfia le desagradaba la idea de que Bell la llamara tía, eso la hacía sentir vieja.
Ella se acercó, acariciando mi cabeza, preguntó-
-¿Que haces despierto a estas horas?
-N-no podía dormir así que estaba leyendo el libro que me regalo el abuelo.
Bell miró en dirección en dirección al libro que se encontraba en la mesita de noche a lado de su cama.
-¿Y que haces despierta a estas horas m-madrastra? El abuelo y el tío Zard ya se encuentran durmiendo profundamente.
El día en el que llegaron, Alfia le contó todo a Bell, le contó que ella era la hermana mayor de la madre de Bell.
Bell nunca conoció a sus padres, siempre pensó que era un huérfano que el abuelo encontró, así que cuando se entero de esto el estaba mas feliz que nunca.
Ella se sentó en la cama, golpeando ligeramente un lado con la palma, ella instó a que Bell se sentará a su lado.
Acercándome me senté, viendo su rostro de perfil solo pensé lo hermosa que era.
-Yo no pude dormir, esos dos hacen mucho ruido cuando Duermen.
-Hahaha...
No podía decir nada porque ella tenía razón, las paredes en estan casa son delgadas y el abuelo ronca muy fuerte cuando duerme, hasta yo podía escuchar sus ronquidos algunas veces, probablemente el tio Zard sea igual que el.
-Así que me levante y fui a la cocina por un vaso de agua, al volver a mi cuarto note que la luz de tu habitación aún se encontraba prendida y vine a ver si pasaba algo.
-Y-ya veo haha...
Al parecer mi lectura nocturna me delató.
-Esta bien ya me iré a dormir.
Bell se subió a su cama y se cubrió con una manta.
-No, esta bien si quieres quedarte despierto un rato más, de echo estaba pensando que quería tener una charla contigo.
Girando su cuerpo ella miró a Bell.
-Claro~ ¿sobre qué quisieras hablar?
Bell asintió con una sonrisa.
-Veamos~ me gustaría saber sobre... Mmm... Digamos, las cosas que disfrutas hacer, que tipo de comidas te gustan o las cosas que te disgustan...
Aunque ya había pasado una semana desde que llegaron, ella no sabía mucho sobre Bell.
-Esta bien, pero antes de eso ¿puedo hacerte una pregunta? -dijo Bell mientras miraba fijamente a Alfia.
-Claro.
Alfia asintió y miro a Bell.
-¿Me podrías contar más acerca de mi mamá?
Bell no sabía mucho acerca de su madre, cuando Alfia llegó solo le había contado unas cuantas cosas.
Ella se quedó quieta por un instante, al ver su rostro note que una pequeña sonrisa se formó en sus labios, Almenos eso creí, en lo que llevábamos viviendo juntos, ella casi siempre tenía la misma expresión, esto solo cambiaba cuando mi abuelo y yo nos comportabamos mal, casi todo el tiempo la expresión de su rostro era estoica.
-Está bien, ¿que quisieras que te cuente?-ella dijo con un tono tranquilo en su voz.
-Hmm no lo se, tengo muchas preguntas, esta bien lo que quieras contarme acerca de ella.
Alfia acarició la mejilla de Bell.
-...
A pesar del poco tiempo que llevaban juntos, ambos ya tenían un gran cariño el uno por el otro.
-Mi hermana desde joven fue una chica llena de energía, siempre le gustaba escaparse a hurtadillas de casa, ella siempre terminaba involucrandome.
Con una sonrisa, Bell escuchaba atentamente cada palabra que salía de la boca de Alfia.
Al ver el rostro de mi madre, note que tenía una expresión melancólica mientras me contaba las historias de su niñez.
-Un dia no fui con ella, preocupándome porque no había llegado aún, me prepare para salir de casa e ir a buscarla, había caminado unas cuantas calles y ya la había encontrado, llevándola a casa le pregunté que había pasado. Me dijo que mientras caminaba por las calles terminó perdida, ella era una chica torpe...
Una pequeña sonrisa volvió a formarse en los labios de Alfia.
-Ese día ella se encontraba muy feliz, sin saber el porqué de su felicidad le pregunté, ella respondió con una gran sonrisa en su rostro.
"Alfia~ ¡hoy encontré un lugar increíble!"
-Parecía que su sonrisa me cegaria en cualquier momento.
Bell estaba disfrutando esta historia.
-M-madrastra, ¿si mi madre se perdió como volvió a casa?
Bell aun se sentía incomodo de llamarla madrastra, el preferiría llamarla tía pero esto cambió con el paso del tiempo.
-...
-¿?
Estaba confundido, ella había dejado de hablar y repentinamente sentí que un aura asesina la rodeaba.
-¡¡¡Hiiiiiii!!!
Soltando un chillido, Bell retrocedió al borde de su cama.
-Cuando le pregunté, ella repentinamente se calmo y con una sonrisa me dijo que un chico la había acompañado mostrándole todo el camino hasta aquí.
Sentí que ella mataría a cualquiera que se acercara en estos momentos.
Bell aprendió otra valiosa lección esa noche, el siempre debería pensar sus preguntas con cuidado cuando se tratara de su verdadera madre.
Pasaron unos segundos y ella volvió a la normalidad, Bell se acercó con cautela y Alfia procedió a seguir contándole la historia.
-Pasaron unos días y acompañe a mi hermana al lugar del que tanto hablaba, al llegar me sorprendió ver que solo era una iglesia en mal estado.
"¿¡No es genial!? ¿¡No es genial Alfia!?
"S-si"
-Ella me veía con ojos esperanzados, era como la mirada de un bebé o una criaturita pequeña esperando a mi respuesta.
-Haha-Bell soltó una pequeña carcajada al imaginar como se veria Alfia en ese momento.
-Al entrar vi que muchas cosas estaban en mal estado, incluso parecía que las paredes en cualquier momento se vendrían para abajo, mi hermana camino hasta el frente, sentándose en una banca que se encontraba en un estado aceptable, ella dijo que me sentará a su lado, después de hacerlo note que no estaba tan mal. El ambiente era tranquilo y por algún motivo me sentí segura.
-Comparado con otras zonas, esta era mas tranquila, talvez porque no había muchas personas por viviendo por aquí.
Alfia era una fanática del silencio.
-Desde ese momento mi hermana, iba a ese lugar cada vez que podía, yo la acompañaba casi siempre. Ese lugar se convirtió en algo así como un escondite para olvidarnos del mundo entero... Ese lugar se convirtió en un lugar muy especial para nosotras.
La historia acabó, Bell aún quería escuchar más pero recordó que Alfia quería hablar sobre muchas otras cosas acerca de Bell, no solo sobre el pasado.
Bell hizo una promesa consigo mismo, si un día iba a Orario lo primero que iba a hacer sería visitar este lugar que era especial para las personas mas importantes en su vida.
La noche pasó lentamente, mi madre y yo aun seguíamos hablando, ella me hacía preguntas y yo las respondía alegremente.
Unas horas habían pasado, la habitación se encontraba a oscuras, me había quedado dormido, mi conciencia regresó gradualmente. Mirando hacia el techo al parecer aun era de noche.
Intente mover mi cuerpo y volver a dormir, pero no pude.
-¿Ahre?
También sentía mucho calor, es extraño solo suelo dormir con una manta
-Ngh
Bell empezó a mover su cuerpo pensando que era una pesando que era una pesadilla
-Hmmm
Escuche un sonido como si alguien se quejara por moverme demasiado.
Girando su cabeza, Bell ya supo la razón de porqué su cuerpo no respondía, el estaba siendo abrazado o mas bien estaba siendo utilizado como un "dakimakura¹"
Sin importar cuanto me moviera no pude liberarme de su agarre, sin saber que hacer dirigí mi mirada al techo.
Con el cuerpo de Alfia pegado al suyo Bell sólo se quedo quieto y en silencio, recordando otra cosa sobre Alfia, ella aveces se pone violenta si la despiertan antes de que sea la hora indicada, recordando la escena de hace 3 días cuando el abuelo fue a despertarla y este fue mandado a volar de un golpe por una Alfia adormilada, la sangre se dreno del rostro de Bell. Estando pálido evitó moverse o hacer algun ruido.
Esta fue la primera vez que Alfia uso como almohada a Bell.
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Abriendo los ojos note que me había perdido en mis recuerdos ¿cuántos minutos habían pasado? Girando mi cabeza vi que Ardi aun se encontraba ahí sentada a mi lado.
Después de notar que Bell la estaba viendo, ella se paro y se puso enfrente de el.
-Lo siento pero ya va siendo hora de que me vaya.
Si ella se quedaba mas tiempo con Bell probablemente sería castigada por dejar sus deberes de lado.
La hermana de Ardi era la capitana de la Familia Ganesha, aunque en este momento Bell no estaba al tanto de eso.
-Esta bien, gracias por haberme acompañado hoy, si necesitas ayuda en algo solo dímelo.
Agradeciendo el haberle brindado ayuda, Bell le dijo que si necesitaba ayuda en cualquier momento podía contar con él.
-Está bien, no necesitas sentirte endeudado por esto, solo es mi trabajo ayudar a quien lo necesite-dijo Ardí sacudiendo la cabeza.
-...
Sin decir nada, ella empezó a alejarse de Bell.
-Pero si nos volvemos a ver, por favor cuéntame porque es este lugar tan importante para ti, parece una historia interesante.
-Claro~
Girando su cabeza, con una sonrisa se despidió de Bell.
Juntando ambas manos atras ella camino en dirección hacia la entrada mientras observaba los alrededores.
Es una chica agradable-dijo Bell mientras Ardí desaparecía en la entrada.
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¹Dakimakura: es un tipo de almohada larga japonesa. La palabra se traduce a menudo como "almohada para abrazar".
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