El fuego es un reflejo de nuestra mortalidad. Nacemos, respiramos y morimos.

Una llama que gravita a un lado opuesto de su eje de concentración.

—Rebelde?

Quizás sólo. No, sería inexacto adherir una interpretación inequívoca a un objetivo inerte. Talvez no es más que una interpretación abstracta e intrínseca de un camino contrario hacia ti mismo.

Cuál sea la razón, no quita que hay verdad dentro de una vacilación de pensamientos.

Viento, fuego, rayo, tierra. Se juntan en un solo estoque, llegando hasta lo profundo de un sendero azaroso.

Quizás pienses que lo que acabo de decir no tiene sentido, pero si recae en un solo punto, dirás que lo dicho hace momentos puede ser una interpretación absoluta de lo que se vive en carne y hueso. Adoramos un gran control dentro de nuestro círculo, saber lo que dirá, lo que hará, hasta incluso lo que va a ser, sería exacto a una predicación de predicción.

Lo cierto es que eso pasó, y no fue hace mucho.

¿Lo escuchas?

La lluvia cayendo sin rezago, golpeando el suelo en un sonido fuerte hasta llegar a un estado disolvente.

La fuerte ventisca, que con prominencia desata su gran aspecto, un semblante callado.

Pero—

Qué fue lo que conté?

Bueno.

La verdad no quiero hablar de eso, o al menos no ahora.

Dime. Si dejas caer un vaso, lo levantas y lo pegas, ¿verías diferencia?.

Si crees que con solo haber adherido o conllevado algún tipo de "petición de gracia" quedarás absuelto, Que kami-sama te perdone.