Parte 2.
Bete no podía creer lo que estaba haciendo. Se sentó para escuchar lo que tenía que decirle. Sin embargo, no podía dejar de hacer lo que sus ojos le podían que haga. Mirar aquellas pequeñas pero atractivas cosas.
Nota: Aclarando que en esta historia Bell le dijo a Bete que en otro lenguaje significaba campana. Entonces realmente su nombre era campana. Sólo que Bell sonaba más masculino.
Además, la razón tras su intento de parecer un hombre era por que justo después de que se vistió como uno, Hestia apareció. Lo invito a su familia y Bell siempre cree que es por ser hombre, o al menos vestirse como uno.
A Bete le pareció tan estúpido que se río. Bell siempre usaba una liga para atarse la parte más larga del cabello.
Fin de la nota.
Psdata: Prácticamente Bell es una waifu con cabello largo, pero al amarrárselo parece bien macho °>° 作者、あなたはとてもクレイジーです, le comenté.
Sus ojos no se desviaban de las pequeñas, pero redondas y firmes cosas que eran tapadas por aquellas manos que le habían sorprendido.
"Qué opinas? ¿Guardaras el secreto?".
El lobo gruño cuando lo sacaron de su peculiar campo de visión. – "Si claro.......... pero".
"¿Qué pasa?".
"Esas cosas son reales".
"¿Qué cosas?", pregunto la pequeña campana asustada.
"Tus... eso que escondes debajo de tus manos".
Campana sabía que le había estado mirando todo el tiempo. Pero que decir "¡Dios!".
"S-son reales".
Bete miro, y continuo. – "Déjame tocarlas. Sabre si son reales si las toco".
"¿¡Qué... ", exclamó Campana sin poder dejar su cara aterrorizada. Bete por su lado insistió en que quería asegurarse de que él o ella, no le estuviera engañando.
"Es que tengo mucha vergüenza", le dijo, con la cara roja. Sus ojos curveados girando, y un pequeño desliz hacia atrás.
"Quita tus manos", le ordeno Bete, con el rostro muy serio. Tembloroso, Campana lo deslizo suavemente, sus dedos deslizándose uno a uno mientras el otro entraba a cubrirlo. El hombre lobo miraba con exasperación, mientras disfrutaba del rubor femenino.
"Pero apresúrate", le grito. Campana no quería dejar quitar su ultimo dedo de la punta de sus senos.
"¿No puedes tocarlas... sin tener que quitar mi mano de ese lugar?".
"Solo son una par de pezones, que hay de malo en quitar tu mano", dijo Bete tomándole de las manos y quitándoselas a la fuerza. La vista fue mas hermosa de lo que pensaba.
Eran dos pequeños y rosados. Ambos muy suaves y temblores. Era el cuerpo de Campana con miedo, pero, aun así, ese temblor hacia que su mirada no se moviera.
"...", Campana se quedo totalmente callada, con los ojos bien cerrados.
"Ey... así que realmente", empezó a tocar los lados, sintiendo la firmeza y la suavidad. Su primera mirada no le había mentido. Realmente dos senos pequeños firmes y muy agradables. Se quedo hipnotizado ante tanta Belleza.
"¿Be... Bete – san? ¿Y... ya... estas... con-convencido?". La pregunta lo tomo desprevenido. Se había olvidado completamente sobre lo que había dicho. Había estado tocándola por un par de minutos, pero no quería dejar de tocarlas. Al contrario, quería jugar con ellas, y lamerlas.
"Puedo...?"
"Hm..." *Campana remolacha*
"¿Puedo Lamerlas?".
El rostro de la Campana no se pudo poner más sorprendida. Negó intensamente, pero su rubor y agitación eran símbolos de que le gustaba lo que sentía.
"N...no".
"Dijiste qué harías lo que quisiera, ¿No fue eso así?".
*Sonrojo* "H..."
"No fue eso lo que dijiste?".
"H... H... H... Hi... hice..."
"¿Qué dijiste?", pregunto con firmeza una vez más.
"L-lo dije. P-p-p" *Tartamudear* "Puedes hacer lo que quieras".
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top