6. Milena vs Zombies


Los militares y los jóvenes se detuvieron por un momento para descansar en un aula pequeña y desolada. Se les dio un arma a cada uno, así desde ese momento los diez tenían con que protegerse y ya no tenían que recurrir a maderas o trofeos para defenderse de los zombies, estaban más que listos para seguir peleando y escapara de una vez por todas del colegio infestado de zombies.

Jimin se encontraba acompañando a las Rojizas., los tres militares estaban juntos en un extremo y Ronald se encontraba solo en un lado del aula.




—Déjame revisar tu hombro —le decía la soldado Wagner a Ronald debido a que había notado como él no dejaba de tocar esa zona de su cuerpo.

—No es nada —contestó Ronald moviendo sus manos.

—Déjame revisarte...estuve en un curso de enfermería —La soldado seguía insistiendo. Al final Ronald no tuvo más opción que acceder.




Mientras tanto en otro lado del aula.

Danissa y Milena estaban sentadas las tres conversando.

—¡Mile! ¿Tienes que decirnos qué pasó contigo cuándo el colegio se llenó de zombies, qué ocurrió? —preguntó Daniela, esperando que Milena le comentara todo.

—Sí, Mile tienes que contarnos —comentó Melissa emocionada también.

-—Bueno está bien mis Bitches ya les cuento todo —respondió Milena contenta por empezar a narrar toda su travesía sin ellas.




Narra Milena:

Yo salía del aula sola ya que ni Daniela ni Melissa me quisieron acompañar... cuándo les pregunté sí me querían acompañar nunca me miraron... ¡Ok! Ok así no fue la cosa realmente...

Yo fui sola al baño ya que ellas aún no llegaban de comprar la botella de agua y me cansé de esperarlas.

Salí del aula y todo estaba bien, estaban muchos estudiantes por todos lados porque era receso. Sabía que no iba a ir tan bien debido a que fui al baño sola y cómo las puertas del baño nunca cierran bien no tenía a nadie que me tuviera la puerta, eso sí que era un fastidio pero lo bueno es que no habían muchas chicas ahí.

Cuándo ya me disponía a salir del baño veía cómo muchos chicos estaban pálidos, me asusté y más cuando vi que uno se le comía la oreja a una niña.

Así que rápidamente me lave las manos porque no podía pasar un a zombie sin lavarme las manos, eso jamás. Cuando terminé de lavarme sentí una sombra detrás de mí muy grande.

Era Arturo un amigo mío de otra aula, ya saben tengo muchos amigos de las demás aulas.

—Arturo, ¿Qué te pasó? —le pregunté yo.

Él simplemente emitía un sonido raro. Él comenzó a estirar sus brazos para agarrarme, primero pensé que quería abrazarme pero era cómo que sí él no podía verme sólo escucharme, sabía que algo andaba mal y por lo tanto corrí rápidamente escapando de ahí.

Me uní a un grupo de chicos que huían de los zombies también.

—Ven chica, ven rápido —me dijo uno moviendo su mano cómo invitándome hacía ellos, supuse que eran de cursos inferiores debido a que no me conocían. Yo accedí porque no quería estar sola y no sabía qué hacer.

Conmigo éramos cinco en aquel grupo pero a los tres primeros se los devoraron los zombies ya que tropezaron con los cadáveres de otros estudiantes.

Tan sólo quedábamos él chico que me invitó y yo. Corrimos por todos lados, él me explicó que se había dado cuenta que los zombies no podían ver que solamente podían escuchar y oler, así que lo único que necesitábamos hacer era hacer silencio y no llamar la atención.

Por lo tanto que nos escondidos en un aula, tratamos de buscar algo con que defendernos pero sólo veíamos mochilas y cuadernos tirados por todos lados. Nos pusimos a revisar las mochilas una por una hasta que encontramos en una mochila un fierro un poco grueso.

—¿Y esto? —pregunté yo enseñándole el fierro a mi acompañante llamado Fernando.

—Ni idea, ¿Qué cosas las que traen no verdad? —contestó el riendo.

—Bien ya encontraste un arma...ahora solo falta un arma para mí... —comenté yo un poco desanimada.

—No el fierro úsalo tú —dijo Fernando dándome el fierro.

—¿Enserio? ¡Gracias! —le agradecí yo.

—¿Y tú con que te defenderás? —le pregunté.

-—Yo usaré mi fuerza tranquila —me contestó con total seguridad mientras mostraba sus bíceps un poco escuálidos.

Ambos reímos muy fuerte pero aun así los zombies no nos escucharon.




Pasaron unos minutos y decidimos seguir.

—¿A quién buscas Milena? —me preguntó Fernando.

—¡A mis bebes! A Dani y Meli... ellas son mis mejores amigas y seguramente han de estar buscándome —le respondí un poco apenada.

Ambos seguimos escondiéndonos y huyendo de los zombies. Mientras subíamos por las escaleras tropecé y mis zapatos rechinaron con el suelo, eso hizo que los zombies se alertaran y nos persiguieran.

Yo les pegaba con el fierro y Fernando les daba patadas. Fernando se resbaló y no pude hacer nada porque al final los zombies lo atraparon, me asusté tanto que olvidé el fierro y mientras corría me resbalaba una y otra vez.

Los zombies se acercaban más y más hacía mí, pensé que era mi fin así que cerré mis ojos esperando convertirme en una zombie más pero en ese momento escuché unos disparos.

Cuando abrí mis ojos pude observar a seis personas con ropa militar.

—Tranquila ya estamos aquí —comentó uno de ellos, él más musculoso de hecho.

—¡Gra..gracias! —fue lo único que pude decirle.

—Vamos rápido, ahí vienen más muertos vivientes —comentó la mujer militar.

—Ven nena nosotros te ayudaremos... —dijo uno que parecía ser el líder ya que se veía más mayor que el resto.

Yo asentí nada más...

A mí me enviaron primero con la mujer militar y al militar que primero me habló.

Detrás de nosotros tres estaban el líder con dos hombres más.

Los de atrás seguían disparando a los zombies que nos perseguían. Cada vez aumentaban más los zombies tanto así que los dos militares de atrás fueron atrapados por ellos. 

Nosotros seguíamos avanzando pero nos encontramos con un balcón y ya no teníamos escapatoria.

—¿Y ahora? —pregunté yo asustada.

—¡No te preocupes niña! Sólo escúchanos a nosotros —me respondió él líder, dándome una pequeña luz de esperanza.

De ahí lanzó un cable hacía el techo de los baños que quedaban muy cerca y con ayuda del cable pudimos escapar quedando en la parte superior de los baños.

Y luego ya estábamos a salvo y más relajados... y les dije que teníamos que venir por ustedes.

Y ahora aquí me ven con ustedes mis chiqui babys.

—¡Wow! Tantas cosas Mile sí que tienes mucha suerte Mile —me respondió muy Melissa emocionada.

¡Perdón Lectores! Me gustó tanto narrar que lo seguí haciendo pero ya no...eso dentro de poco está por acabarse...desde aquí narrará el bitch ósea el escritor de la historia cómo en los capítulos anteriores. ¡Bye Bitches, no me extrañen que yo tampoco lo haré!




Narrador omnisciente:

—¿Y ustedes que hicieron?, Ahora tienen que contarme ustedes —les dijo Milena a Danissa.

—Ya Baby ya te contarem... —decía Daniela pero fue interrumpida por los militares.

—Bueno ya basta de conversas —dijo el líder alzando su voz— Debemos seguir avanzando para ver si encontramos más sobrevivientes.

—¿Pero y si ya no hay más sobrevivientes? -—preguntó Danissa al mismo tiempo.

Ambas rieron por lo sucedido.

—Sí no hay sobrevivientes nos vamos —contestó el líder tomando su arma con más fuerza mientras miraba alrededor por precaución.

—¿Pero cómo o en qué? —preguntó Jimin uniéndose a la conversa.

—¡Fácil!, nos vamos en nuestro helicóptero —comentó él otro militar esbozando una sonrisa esperanzadora.

Parecía que todo estaba por terminar sin embargo algo extraño sucedió con los zombies que los volvió mucho más peligrosos de lo que ya eran... 

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