3. ¡Huye!


Después de pensarlo por menos de tres minutos Melissa y Daniela llegaron a un acuerdo.

—¡Que vayan otros! —comentó Melissa tajantemente. Ella estaba totalmente decidida a no ir.

—¡Sí otros! —dijo Daniela negando mientras giraba la cabeza horizontalmente de un lado a otro— Nosotras no haremos eso...es muy arriesgado...no, no y no.

—¡Sí otros! No sé... que vayan Jenry y Rolando —mencionó Melissa mirando a Freddy y Ronald.

—¡Que somos Freddy y Ronald! —exclamó Freddy con un cierto tono de molestia— No Jenry y Rolando. Freddy estaba con el ceño fruncido, estaba perdiendo la paciencia de que le cambiaran su nombre a cada instante.

—¡Ay warever! —expresó Daniela sin cambiar su estado de ánimo.

—Está bien —dijo Ronald totalmente relajado— ¡Vamos Freddy!

—¿Qué Ronald? ¡Estás loco yo no voy! —exclamó Freddy, él al igual que Danissa tampoco quería ir, sabía que su vida estaba en riesgo si se decidía ir.

—¿Rolando enserio quieres ir? —le preguntó Melissa a Ronald sin dejar de mirarlo.

—¡Sí! —expresó Ronald— Sí ustedes no quieren ir, no hay problema...yo voy.

Mientras hablaba Ronald no dejaba de mirar fijamente a los ojos de Melissa.

«¡Uy! Es tan lindo... », pensó Melissa.

—¿Melissa? ¿Qué pasó? ¿Qué tienes? —le preguntó Ronald y luego le tocó el brazo.

Melissa dejó de pensar y contestó rápidamente.

—¡Perdón...! Estoy algo cansada —le respondió Melissa mintiendo.

«¿Por qué rayos pensé eso? Haber relájate Meli que a ti solo te gusta Jimin, tú sabes que el único chico que vale la pena aquí como novio es Jimin y nadie más», fue lo que pensó Melissa en su mente.

—Bueno Freddy...¿No vas? —preguntó Ronald mientras se arreglaba su ropa y a la vez agarraba un pedazo de madera que encontró cerca para protegerse.

—¡No! —exclamó Melissa alzando su voz. Todos los presentes rápidamente girando su cabeza hacia ella.

—Nosotras dos lo haremos... —mencionó Melissa no muy segura de lo que estaba diciendo— ¿Verdad Dani?

Al realizar la pregunta inmediatamente miró a su mejor amiga. Daniela la quedó mirando sorprendida, no esperaba por ningún motivo razón o circunstancia que Melissa tomara esa decisión.

—¿Qué? —preguntó Daniela— ¿Qué es lo que acabas de decir?

—Sí ya vamos... —dijo Melissa mientras empezaba a dar sus primeros pasos para bajar las escaleras.

—Pero...pero —exclamaba Daniela mientras de igual manera iba bajando las escaleras para alcanzar a su mejor amiga, a pesar de no estar muy de acuerdo con ella aun así la siguió.

—Esperen yo voy con ustedes —mencionó Ronald antes de que bajaran por completo.

Ellas rápidamente y de manera coreográfica voltearon a verlo y sonrieron al mismo tiempo por tener a otro acompañante con ellas.

—¡Vamos! —dijo Ronald alzando su brazo derecho y haciendo puño.

Danissa simplemente asintieron cambiando su estado de ánimo. En la parte de adelante estaba Ronald, en el medio estaba Daniela y en la parte trasera Melissa, cada uno llevaba un trozo de madera para defenderse de todos los posibles peligros que podrían aparecer ante ellos.

Ellos tres iban en silencio y lentamente, para no ser detectados por los zombies.



—¡Ay! —dijo Melissa antes de caer hacia adelante.

—¿Qué pasó? —preguntó Ronald sin mirar para atrás.

—Me caí pues —respondió Melissa limpiándose su falda color caqui.

Ronald no tuvo más opción que ir a ayudar a levantar a Melissa.

La calma que sentían se terminó cuando Daniela les avisó de que los zombies estaban muy cerca.

—¡Corran! —exclamó Daniela gritándoles ya que había visto zombies que se acercaban directamente a ellos tres—Entremos ahí —comentó Daniela señalando la puerta de un aula que estaba relativamente cerca.

Ronald abrió la puerta al percatarse del aula pero en ese instante y sin esperarlo recibió un disparo directo en su hombro por una estudiante que se encontraba dentro del aula.

—¡Mierda! —fue lo único que dijo Ronald cuándo le dispararon.

—Rápido entren —les dijo a sus compañeras, mientras sostenía su hombro herido. El no gritó ni siquiera se enojó por la chica puesto que la entendió a la perfección.

Danissa rápidamente entraron y cerraron la puerta.

—¡Perdón! —dijo aquella chica que le había disparado a Ronald colocando sus manos de manera similar a cuando alguien reza.

Cuándo terminó de disculparse, cuatro chicas más y un profesor calvo salieron detrás de unas mesas que estaban puestas cómo barreras.

—¿Estás bien Rolando? —preguntó Melissa un poco angustiada por su compañero.

—¡Sí tranquila...no es nada! —respondió Ronald haciendo una mueca de dolor y luego de eso sonrió, para que no sientan tanta lástima por él, esas cosas no iban con él para nada.

Mientras conversaban la puerta comenzó a sonar muy fuerte, eran los zombies que trataban de entrar debido a que percibían el olor a sangre de la herida de Ronald como tiburones dentro del mar.

—¿Qué hacemos? —preguntó una de las chicas que estaban escondidas.

—¿No hay una salida o algo a otra aula? —preguntó Daniela preocupada porque los zombies lograran entrar.

—¡No! —dijo agachando la cabeza la chica que le había disparado a Ronald.

—Esperen...tengo una idea y si nos vamos por los ductos de ventilación —comentó el profesor calvo.

—Bien subamos —mencionó esperanzada Melissa con la idea de escapar de una vez por todas de aquella aula.

—Suban ustedes primero — dijo el profesor mientras iba hacía una vitrina que se encontraba cerca de una mesa— Yo iré por otra arma.

El profesor intentó abrir la vitrina pero no pudo, así que le dio una patada dejando así un gran hueco, él metió la mano tratando de encontrar un arma en aquella vitrina pero un zombie se encontraba ahí y acto seguido le agarró el brazo

El profesor gritaba muy fuerte, las demás chicas de igual manera gritaban haciendo que los zombies se desesperaran más por entrar al aula.

—Suéltame maldito zombie —gritaba el profesor mientras intentaba soltarse más no pudo hacerlo puesto que el zombie le arrancó su mano completamente de un solo tirón.

El profesor sacó lo que quedaba de su brazo y cuándo vio que ya no tenía mano y se le podían ver los huesos, tejidos y con mucha sangre chorreando gritó muy fuerte asustado.

Una chica de cabello rizado fue la primera en subir por los ductos de ventilación, de ahí la segunda fue Daniela y luego dos chicas más.

—Chicas suban rápido —les aconsejaba Ronald mientras no dejaba de mirar al profesor y la puerta que estaba por romperse gracias a los zombies.

El zombie de la vitrina salió y las chicas que aún no subían comenzaron a gritar.

El zombie se abalanzó hacía el profesor para matarlo, otra chica intentó ayudarlo pero el zombie le mordió dos de sus dedos de su mano izquierda

Los zombies que querían entrar al aula se volvían más locos por todo el olor sangre que estaba empezando a emanar.

La chica que había disparado a Ronald subió al ducto.

—Apura Melissa sube también —le dijo Ronald.

—Pero...pero tú —comentó Melissa un poco preocupada.

—Hazlo confía en mí —mencionó Ronald seriamente y con total sinceridad.

Melissa le hizo caso y subió. Cuándo volteó a ver al profesor y a la otra chica con el zombie, lo único que pudo observar fue al zombi terminando de desgarrarle un seno a la chica matándola rápidamente.

El zombie terminó y rápidamente fue dónde Ronald, debido a que aún seguía derramando sangre y no había hecho nada por su hombro herido pero cuándo el zombie estaba cerca de Ronald, él le disparó en el cerebro, con la misma arma que usaron para dispararle a él.

En ése momento se escuchó un fuerte golpe, eran los zombies que finalmente pudieron entrar al aula.

Ronald subió rápidamente al ducto de ventilación sin importarle el estado de su hombro.

—Ah mi hombro me duele —exclamó Ronald tocándose su hombro cuando finalmente había subido.

—Lo siento —se disculpó Marissa la chica que le había disparado, ella realmente se sentía triste por lo ocurrido.

Marissa cogió la tapa del ducto y mientras trataba de ponerla se cayó en la cabeza de un zombie, rápidamente los otros zombies alzaron su cabeza y comenzaron a oler.

—¡Guuu! —era el único sonido que emitían los zombies todo el tiempo.

Ellos alzaron sus manos tratando de coger a los jóvenes sobrevivientes, Marissa trató de pasar al otro lado del ducto pero su pierna se hundió en ésa abertura y su zapato derecho se cayó, fue ahí cuando los zombies agarraron su pie derecho, ella gritaba desesperada y trataba de patearlos.

Un zombie más alto que el resto le mordió sus dedos con brutalidad pero Ronald le disparó en la frente acabando con el zombie rápidamente y así logró zafarse Marissa.

Su media estaba totalmente ensangrentada pero a pesar de eso continuaron avanzando.

—No quiero ser aguafiestas pero... quizás te conviertas en zombie en unos minutos... —le dijo Ronald mirando su pie. Los ojos de Melissa se dilataron expresando miedo al escuchar esas palabras. 

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