El Dr. Richard inyectó a Daniela y al mismo tiempo su hermano el Dr. Louis prosiguió a inyectar a Melissa. El resto de los jóvenes simplemente observaban la escena sin poder salvarlas, todos querían ayudar pero no podían los tenían apuntados con sus armas.

Se sentían impotentes.

Cuándo fueron inyectadas ambas cerraron sus ojos y luego hicieron un gesto de dolor arrugando su cara. Luego de ser inyectadas sintieron un fuerte dolor corporal. Comenzaron a gritar muy fuerte por el dolor que sentían y se retorcían en el suelo.

Los doctores se reían con malicia al ver cómo sufrían Daniela y Melissa.

—¡Bien! Prosigamos con los demás, esto se está poniendo divertido —dijo el Dr. Richard mientras se dirigía hacia la caja que contenía las demás inyecciones.

—¡Sí! Me encanta, quiero descubrir que efectos secundarios ocurren con estos pobres jóvenes —contestó el Dr. Louis riendo muy fuerte también.

Nuevamente los hermanos Harper cogieron una inyección cada uno pero un fuerte estruendo hizo que las inyecciones cayeran a igual que los doctores.

—¿Pero qué rayos? —preguntó el Dr. Richard mirando a los alrededores.

El resto del personal de la corporación Alpha y Omega se alertaron y apuntaron rápidamente por todos lados.

Uno de los hombres de la corporación se limpió un líquido extraño que cayó sobre su hombro. Después de limpiarse decidió mirar hacia arriba para ver qué era lo que caía en su hombro pero no se imaginó que aquél líquido era la baba de un monstruo de apariencia similar al que había aparecido en el tren. Rápidamente el hombre armado intentó dispararle pero el monstruo con sus grandes garras lo haló hacía el y luego se lo tragó de un bocado.

Baba y sangre caían en el sitio en dónde el hombre había sido capturado.

Los demás comenzaron a dispararle pero el monstruo se escondió en el hoyo de dónde había salido.

—¿Qué fue eso señor? —preguntó asustado un hombre de la corporación al Dr. Richard.

—Eso parece ser un arma biológica, de esos que se crearon sin que lo hayamos pensado antes nosotros, esos monstruos fueron creados con la mezcla de desechos de diferentes químicos con algunas gotas del Virus FYB o bueno esa es mi teoría... —respondió el Dr. Richard muy relajado.

—¿Por qué está tan relajado señor? —le preguntó el hombre nuevamente mientras no dejaba de mirar la expresión de alegría que tenía su jefe.

—No sé...pero es asombroso, ¿verdad hermano? —contestó el Dr. Richard entre risas.

—¡Sí! ¿Sabes qué?, deberíamos crearlos nosotros, serían mucho más mortíferos, feroces y brutales —contestó el Dr. Louis riendo también.

—¡Sí suena bien hermano, cuando regresemos comenzaremos con las pruebas —contestó el hermano mayor de los Harper.

Los demás hombres de la corporación miraban a sus jefes muy emocionados por el monstruo mientras que ellos estaban asombrados y algo asustados, excepto Miss Sinister la mujer musculosa y Killer el hombre de la gran melena roja, ellos permanecían apáticos ante la situación.

Un estruendo más fuerte se escuchó después de que se terminara la conversación. Todos se alertaron de nuevo, los jóvenes cautivos estaban asustados pero mientras los hombres de la corporación no los vigilaban Jimin estaba intentando escapar puesto que había encontrado una pequeña lata de metal con la cual estaba cortando las sogas que apresaban sus manos y sus pies.

Nuevamente apareció el monstruo pero no estaba solo había llegado con un considerable grupo de zombies dispuestos a atacar a todos los que ahí en el túnel se encontraban para después devorarlos.

Los soldados de la corporación mataban a los zombies de manera muy eficaz. Disparaban en su columna vertebral y en su frente para detenerlos instantáneamente.

Tres zombies fueron por los hermanos Harper pero ellos con sus relojes crearon un campo de fuerza para protegerse.

Los zombies no entendían que pasaba, intentaban atraparlos pero era totalmente inútil.

—¡Zombies tontos!, con ayuda de nuestros relojes podemos crear campos de fuerza y así ustedes no podrán poner sus asquerosas manos en nosotros —les gritaba el Dr. Richard mientras a su vez sonreía por estar a salvo de los zombies.

Jimin una vez libre prosiguió a liberar a Milena y a Ronald.

—¡Milena! ¡Ronald! Liberen a Danissa y llévenselas al pasillo de allá —les ordenó Jimin señalándoles un pasillo algo estrecho.

—¿Pero y tú...?

Milena estaba preocupada por Jimin.

—¡Tranquilos! Yo detendré a los zombies que vengan para acá —contestó Jimin y rápidamente comenzó a disparar a los zombies.

Ronald y Milena finalmente liberaron a Danissa.

—Espero que aquí estemos a salvo —musitó Milena para sí misma mientras no dejaba de mirar por los alrededores del pasillo estrecho en el que se encontraban.

Milena decidió despertar a Danissa.

—¡Bitches despierten! Vamos despierten - decía Milena en voz alta mientras remecía las caras de Danissa para que despierten— No tenemos mucho tiempo como para que estén teniendo sueños eso déjenlo para después.

—¡A la burguer! —exclamó Milena al ver que sus amigas no reaccionaban.

—¡Hey chicos!, ¿qué pasó despertaron? —preguntó Jimin quién apareció de repente haciendo asustar a Milena y a Ronald.

—No nada — contestó Ronald un poco deprimido.

—¡Mierda! —exclamó Jimin molesto con la respuesta de Ronald.

Jimin iba hacía Danissa pero un zombie lo haló del hombro.

—¡Jimin! —gritó Milena al ver como el zombie se lo llevaba.

Más zombies aparecieron de repente, éstos se acercaban hacía a los jóvenes dispuestos a devorarlos.

Ronald agarró un fierro que estaba en el suelo para defenderse de los zombies. El los golpeaba con gran fuerza pero los zombies nuevamente atacaban.

—Primero Daniela y Melissa muertas y ahora Jimin muerto... —decía Milena entre sollozos mientras se tapaba la cara.

Cuándo Milena terminó de hablar inmediatamente Danissa abrieron los ojos al mismo tiempo. Ellas se levantaron inmediatamente.

—¡Babys están vivas! - exclamó muy contenta Milena al ver despiertas y en pie a sus amigas.

—¡Sí Milena no llores! Deja esto en nuestras manos, nosotras te protegeremos —decían Danissa al unísono cómo si hubieran ensayando para aquello.

Ronald ya no podía con los zombies lo tenían acorralado pero Melissa lo haló hacía atrás mientras que Daniela cogía el fierro.

—Quédate aquí —le ordenó Melissa a Ronald con una seriedad increíble.

Daniela con patadas y puñetazos vencía a los zombies ya que la fuerza de estos golpes había mejorado asombrosamente y no solo eso sino también su agilidad.

Daniela lanzó el fierro con gran fuerza hacía los zombies lo que hizo que estos cayeran decapitados inmediatamente ya que el metal rompía sus cuellos.

—¡Wow Daniel, ¿cómo hiciste eso? —preguntó Milena muy asombrada.

Melissa y Daniela salieron del pasillo para ir a salvar a Jimin.

Él coreano se encontraba matando zombies con su pistola al igual que los soldados de la corporación.

Danissa al salir del pasillo lo primero que observaron fueron sus armas caídas. Ellas las recogieron y sin pensarlo dos veces se dirigieron hacía los zombies para acabar con ellos.

Cuándo Daniela les daba patadas los zombies salían volando hacía otras direcciones por la fuerza que ahora tenía Daniela.

Melissa con un solo disparo mató a siete zombies al mismo tiempo.

—¡Wow! Que asombroso, así que eso hace la versión mejorada del Virus FYB —dijo el Dr. Louis al ver las magníficas habilidades que habían desarrollado Danissa.

—Hermano tenemos que aplicarnos la nueva versión del Virus también —decía el Dr. Richard.

Ambos fueron inmediatamente a buscar la caja que contenía las inyecciones pero al llegar al lugar en dónde la habían dejado solo vieron como el monstruo la había aplastado por completo.

—No —exclamaron de furia los hermanos Harper al ver la escena.

Los soldados de la corporación dejaron de disparar al ver como Danissa acaba fácilmente con los zombies. Con las pistolas no demoraron mucho en acabar con todos los zombies.

—¡Ja! —exclamaron al unísono Danissa al terminar de vencer a todos los zombies.

—Ahora siguen ustedes — dijo Daniela mirando de manera fulminante a los científicos.

—Los haremos pagar —exclamó Melissa cargando su arma dispuesta a matarlos.

Los hermanos no se preocuparon tanto por la amenaza de ellas sino más bien estaban preocupados porque el monstruo seguía intentando romper el campo de fuerza con sus enormes garras. Después de tanto intentar el monstruo finalmente pudo romper el campo de fuerza.

Los hermanos salieron corrieron asustados mientras el monstruo lo perseguía.

—¡Maldito reloj ya no me sirves!

El Dr. Richard se quitó su reloj y con rabia lo lanzó al suelo.

Los soldados disparaban al monstruo para que no mataran a sus jefes.

—¡Hey Bitch! —dijeron Danissa en voz alta haciendo que el monstruo tenga toda su atención.

—Debemos irnos —dijo el Dr. Louis mientras corría.

—¿Pero el monstruo y los jóvenes? —le preguntó Miss Siniestra.

—¡No importan ya! Suficiente tenemos con el cuerpo de la militar y con el otro cuerpo que encontramos, ya buscaremos más después...por ahora debemos apresurarnos antes de que explote todo el colegio —respondió el Dr. Richard.

—Chicas el colegio va explotar —gritó Jimin para Danissa.

—Te salvaste monstruito —comentó Melissa mientras retrocedía con Jimin y Daniela para irse junto con Milena y Ronald— Aunque ni tanto porque igual morirás por la explosión.

Ellos iban siguiendo a las personas de la corporación.

Todos los agentes de la corporación cerraron la salida del túnel con rapidez.

—¡Malditos! —gritó Jimin furioso.

—¿Y ahora por dónde escaparemos? —preguntó Milena mientras no dejaba de mirar para atrás ya que el monstruo los perseguía.

Melissa le disparaba al monstruo para detenerlo por unos segundos.

—Vamos por ese ducto —Jimin señaló la entrada al ducto. Jimin la abrió y dejó que Milena entrara primero, el segundo en entrar fue Ronald.

—¡Sigue Jimin nosotras lo detendremos! —dijo Daniela muy seria. Jimin asintió.

—Confío en ustedes, confío en Danissa —les dijo Jimin sonriendo.

Ambas devolvieron la sonrisa.

El colegio comenzaba a explotar poco a poco. Daniela le disparó al monstruo en su ojo, mientras que Melissa le disparó en su boca. Decidieron entrar al ducto de una vez al ver como el túnel se desplomaba.

Melissa fue la última en entrar y mientras huían rápidamente ambas gritaron:

¡Muere Bitch!

—Rápido o moriremos también —decía Daniela al llegar dónde los demás.

—¿Qué haremos, la explosión nos matará? —preguntó Melissa mientras comenzaba a sudar por el calor de la explosión.

—¡No hoy no moriremos! —exclamó Milena enseñando el reloj de los Harper a los demás chicos.

—Bien Milena sabía que para algo eras buena —le dijo Melissa entre risas.

—¡Apura Mile! —exclamó Daniela preocupada.

—¡No! Porque dicen que prácticamente para nada sirvo —contestó Milena agachando la cabeza.

Jimin y Ronald no decían nada simplemente miraban como discutían las chicas.

—¡Vamos chicas apuren! —dijo Jimin decidiendo hablar finalmente.

—¡Sí o si no moriremos todos! —exclamó Ronald ya que también decidió hablar al ver que Jimin lo hizo.

—¿Es enserio Mile?, ¿estás llorando?... Era una broma —dijo Melissa frunciendo.

—¡Obvio que no Bitch! —respondió Milena entre risas alzando su cabeza nuevamente y sacándole la lengua a Danissa— ¡Da! No pienso morir hoy...

Milena apretó el botón que seleccionaba el campo fuerza y un segundo después el colegio explotó por completo.

[18:46 P.M]

Un helicóptero con una cámara grababa los escombros del colegio para las noticias.

—Al parecer no quedaron sobrevivientes en el colegio —decía una reportera de noticias la cual llevaba un vestido de color rojo muy pegado al cuerpo.

—Esperen acá los bomberos encontraron cinco sobrevivientes dos ellos hombres y tres mujeres, todos adolescentes —decía la reportera mientras se acercaba con su camarógrafo en dónde se encontraban los chicos.

Daniela y Melissa estaban abrazadas las dos y con una toalla sobre sus espaldas, mientras que Milena tomaba agua con Jimin y Ronald era atendido por los paramédicos porque su hombro había sido afectado nuevamente debido al impacto de la explosión.

—¡Hey chicas!, ustedes dos díganme, ¿qué pasó durante todo este tiempo en el colegio? —les preguntó la rubia reportera a Danissa.

Ambas se miraron por un momento y luego Daniela decidió contestar.

Es que...no nos creería sí se lo dijéramos...

Fin