Capítulo XXXI: 💋"Cry me a river"💋
⚠ Advertencia: Este capítulo muestra escenas de abuso sexual* ⚠
Este capítulo muestra escenas que pueden incomodar a algunos lectores o pueden ser un trigger para algunas personas No busco ofender a nadie, la situación es clave y crucial en el desarrollo de la historia.
Gian no quería que me quitara el collar que me regaló, al igual que el brazalete quería que lo tuviera siempre, yo no me imaginaba andar con semejante cosa en el cuello en la universidad, pero discutir era en vano. Me estaba arreglando frente al espejo, el diamante descansaba en su estuche en la cómoda, lo tomé con reverencia una vez terminé de peinarme y es que era algo impresionante, me lo puse. Sí me encantaba. ¿Para qué negarlo? Me habían gustado todos los regalos y este en lo personal era sumamente hermoso.
Gian seguía ocupado con lo del informe trimestral y yo por mi parte también con varios trabajos que tenía que hacer. En la universidad las cosas habían vuelto a la normalidad, sí había uno que otro murmullo aquí y allá, pero era normal. Me reuní para el almuerzo con mis amigos como de costumbre, Stef tenía varios volantes en sus manos.
—Hola chicos.
Ellos me devolvieron el saludo.
—¿Qué es eso que tienes ahí Stef?— pregunte curioso al ver una pila de papales frente a el, me senté a su lado.
—Son volantes de la organización de ayuda a la que pertenezco.
Sí Stef ayuda en una fundación sin fines de lucro que brinda ayuda a varios países.
—Estamos buscando voluntarios o personas que puedan ayudar con suministros, ha habido inundaciones y derrumbes en varios países de Asia del norte.
—Lo escuché en las noticias, cuenta con mi ayuda en todo lo que necesites.
—Eres un sol Danny.— dijo mirándome con una sonrisa. — ¿Puedes acompañarme al salir de clases?
—Por supuesto y sé que Chiara va a venir con nosotros.
—¿Yo?— pregunto arqueando una ceja.
—Obvio. Es por una buena causa.
—Sí, esta bien sacara mi lado humanitario... por cierto Danny ¿Que es eso que tienes en el cuello? — pregunto mirándome intensamente.
—¿Qué?— exclamé llevando mi mano a mi cuello. ¿Tendría alguna mordida o alguna marca? Siempre le digo que no me deje marcas visibles, pero son más las veces que no me hace caso.
—Tranquilo no tienes ningún chupeton...— respondió divertida. — Es esa cadena que llevas al cuello, no la había visto antes.
—¡Ah! Eso es... no es nada, bueno sí es algo, es un regalo de Gian, pero no hay que darle importancia, siempre me está regalando cosas, es normal ya para este punto, sabes no es nada nuevo...
—Estas nervioso, ahora quiero verlo.
Yo suspire resignado, saqué lentamente la cadena dejando afuera el diamante, estaba avergonzado de llevar algo de semejante calibre más al haber estado hablando de las catástrofes naturales en otros países, personas que están en situación de necesidad y yo llevando al cuello cientos de miles de euros, pero también sabía que Chiara no se iba a detener hasta verlo.
—¡Esta precioso! — exclamó acercándose a mi para verlo mas de cerca. —¿Esos son diamantes?
Yo asentí con la cabeza.
—Y es un corazón, es muy lindo, verde como tus ojos.— añadió.
—Como de costumbre un regalo para callar su conciencia, siempre es así Danny, cada vez que pasa algo el te da un regalo caro. — dijo Stefano visiblemente molesto.
—No es así. — siempre tiendo defender a uno del otro cada vez que dicen algo negativo en mi presencia.
—Mejor no seguimos o terminaremos enojados entre nosotros. — dijo Stef mirando para otro lado. —Te aconsejo que lo mantegas escondido o si no los rumores empezaran de nuevo.
Es cierto, además llevar una joya tan cara a la universidad era muy ostentoso, pero Gian quiere que lo lleve puesto. Volví a guardarlo dentro de mi camiseta sin dejar de sentirme avergonzado.
—Mira ya lo hiciste sentirse mal— dijo Chiara dirigiéndose a Stef. —Como eres de idiota cuando quieres.
Stefano no dijo nada solo cambio el tema a la ONG nuevamente, yo tampoco dije nada, tal vez me había acostumbrado a la vida de baby después de todo.
Había conseguido las roofies como también le llamaban al rohypnol y en honor a la verdad no sabía aún lo que haría con eso, cuando lo usaría. Lo tenia en mi mano ese pequeño vial de líquido transparente. ¿De verdad sería tan potente como decían?¿En verdad podría hacer que alguien olvidara lo que habia hecho? Parecía mentira.
Si funcionaba como Marco me había dicho podía hacer que el conejito tuviera una noche de pasión con algún otro tipo y luego que Gian lo encontrara... No, el muy imbecil le creeria si el conejito le decía que no recordaba... Osea me perdono a mí más de una vez, por otro lado, esto puede hacer que ya no confíe mucho en nadie, lo que me llevaba a que si yo lo llamaba pensaría, no, estaría seguro de que tuve algo que ver. No tenía idea de que haría con las roofies, pero ya se me ocurriría algo.
No sé si hice algo bueno en mi otra vida, pero a veces las cosas me salen mejor que bien como esa vez con el prometido de mi prima y ella nunca se enteró, pues ahora lo compruebo de nuevo. La recepcionista de la empresa y yo somos amigos, bueno yo soy muy lindo con ella y siempre tiene entradas VIP para mis eventos, así que si hay algo que sucede en el grupo di Castello que yo deba saber ella me informa.
—Buenos días linda.— dije con mi voz encantadora, deberia de haber sido locutor de programas de media noche o agente en una hot line, sirve para ambos.
—Buenos días Ema.
—Dime algo bueno.
—Te tengo noticias.
—Adelante.
—En realidad es más pedirte un favor.
Yo rodé los ojos, no me molestaba hacerle un favor en especial a ella, pero no en estos momentos el que está necesitado de favores soy yo.
—Dime.— dije fingiendo estar muy interesado en lo que me iba a decir.
—Bien, todos aquí andan muy ocupados con el informe trimestral y pues creo que fue idea del jefe hacer una fiesta al finalizar ya sabes un agradecimiento por el esfuerzo, la encargada de eventos me dijo que llamara a las compañías ya que ella también está ocupada y como tu tienes una compañía de eventos... se que es muy repentino la fiesta es en unas semanas y puede que estés ocupado...
—Claro que acepto organizarla, ya he hecho eventos para la empresa antes— respondí sin dejarla terminar. Ojalá y todos los favores que me pedían fueran así.
—Sí, lo recuerdo, te quedo muy bien.
—Gracias, lo sé.
—Perfecto, pues se lo comunicaré para que concreten una cita.
—Gracias.
Colgué la llamada pensando que tal vez si tendría oportunidad para usarla. Tal vez piense que hacer algo así es caer muy bajo, pero en el amor y la guerra todo se vale. ¿No?
—¿Entonces sí vas a poder?— pregunté emocionado.
—Por supuesto, me lo hubieras comunicado con anterioridad ya estuvieran allí.
—Es que como estas muy ocupado no quería agobiarte.
—No me agobias con eso, es para una buena causa, tienes un gran corazón. Por cierto baby boy quería decirte que el próximo viernes hay una fiesta en la empresa
—¿Una fiesta? —pregunte sorprendido.
—Sí baby, para agradecer a todos por su colaboración. — respondió Gian.
—Pero... ¿Por qué quieres que vaya? — estaba honestamente confundido.—Supongo que es solo para empleados.
—Baby no nos hemos visto muy a menudo últimamente, quisiera que estes conmigo allí.
—Sí, pero la prensa estará ahí. ¿Cierto?
—Probablemente—dijo tranquilo como si no fuera nada. —No importa eso, seré discreto lo prometo.
—Está bien—suspiré resignado.
—Mandaré al chofer por ti el día de la fiesta.
—Tengo auto. ¿Recuerdas? Tu lo compraste.
—Nos iremos juntos, no es necesario que lleves el auto.
—Ok, señor di Castello. Una cosa más ¿Nos veremos hoy daddy?
—No lo se aun, te llamaré.
—Pero quiero verte... — dije con voz de niño berrinchudo.
—Baby...
—Daddy, te necesito.— dije con una voz aún más melosa.
—Y yo bebé, pero sabes que si daddy no puede, no puede.
—Lo sé. — dije decepcionado.
—No te pongas así, ya me pueda imaginar qué carita tienes. —al decir esto yo me tome una foto con la cara de niño berrinchudo y se la envié.
—Baby, como lo supuse, cara de niño berrinchudo. Nos veremos tan pronto pueda sacar tiempo, tu también estás muy ocupado.
—Sí, un poco.
—Te dejo mientras más rápido termine más rápido podremos vernos. Te amo Danny.
—Y yo a ti daddy.
Terminé la llamada con una mezcla de emociones, feliz pues Gian iba a colaborar con la fundación y un poco triste pues cuando me decía que no sabía si nos veríamos era su forma de no decirme no de inmediato. Respiré hondo y regresé a lo que estaba haciendo. Estaba en la fundación en la que está Stef, llevaba varios paquetes con botellas de agua bien embalados en paquetes de veinticuatro, había llevado otras cosas también de fácil transporte para el viaje intercontinental.
—Es grandioso todo lo que hemos podido conseguir. — dije mirando la gran cantidad de cajas con comida, cobijas, ropa, agua y además artículos necesarios.
—Es gracias a la ayuda de todos, gracias Danny.
—No es nada, lo mejor es que hablé con Gian y mandara a alguien de una empresa alimenticia que también es de ellos con varias cajas de alimento— dije emocionado.
—¡Que generoso no salió el señor!— dijo con todo el sarcasmo del mundo.
—Vamos Stef que lo hace con mucho gusto. También pensé en hablar con mi tía, tal vez su fundación ayude.
—Suena bien mientras más ayuda mejor, solo avísame cuando venga para esconderme.
—¿Eh? ¿Por qué? — pregunté sinceramente confundido.
—Es que ella me ha invitado a cenar unas cuantas veces y pues no me dan muchos deseos de ir.
—¿A cenar? ¿Por qué? — Estaba más confundido que antes.
—Dice que para disculparse por lo que sucedió con su ex esposo.— hizo énfasis en la última palabra.
—¡Ah! Ya veo. Entiendo que no quieras ir. — dije con el semblante un poco abatido, no me gustaba recordar ese suceso.
—¿Y crees que le interese ayudar?— pregunto Stef intentando no seguir el rumbo de la conversación sobre ese altercado. — Digo sé que tienen una fundación y todo, pero parecen más interesadas en el status que en el hecho de ayudar.
— No es del todo cierto, el programa de becas es real, es cierto que se preocupan más por otros aspectos, pero aportan su grano de arena.— dije completamente convencido.
Alex, Bella y Chiara tambien estaban alli llevando cajas con suministros.
—Me encantaría poder ir allá directamente y brindar una ayuda más directa.— dijo Alex una vez dejo las cajas.
—Igual a mil, pero no se puede por la universidad. — Agregó Stefano quien ya se sentía cómodo cerca de mis primos de nuevo.
—Tal vez en otro momento, no tiene que ser ahora, cualquier momento es bueno para ayudar, siempre hay quien necesite ayuda. — comentó Bella quien estaba al lado de Chiara, desde que eran novias cada vez que estaban juntas estaban una al lado de la otra.
—Tienes razón.—confirmó Alex.
—Pensé en hablar con mi tía esta noche sobre la ayuda.
—¿Involucrar a mamá y sus arpias?¿Estas seguro?
—Vamos es caridad.
—Creo que puede ser bueno.—dijo Bella.
—No sé Danny, ya sabes cómo son esas señoras.
—Con intentar no se pierde nada. — dijo Chiara.
—Yo creo que lo harán y harán un show mediático sobre eso.
—Mientras ayuden no hay problema.
Unas dos horas después estábamos de vuelta a casa, después de ese lunes que fui con Stef a la fundación iba todos los días. La primera visita me partió el corazón. Nunca he sido una persona rica, era un chico humilde de familia de clase trabajadora, pero la comida no faltó en mi mesa, ver tantas personas en necesidad, a través de videos de la fundación y una videollamada de los voluntarios en los lugares más afectados me hizo sentir muy agradecido con la vida.
Me partió el alma ver niños inocentes sin culpa pasando por situaciones por las cuales nadie debería pasar y no solo en los países de la inundación, en otros lugares no tan lejanos niños marcados por la guerra, por el abuso de los gobernantes de una nación...
Por eso involucre a todos mis conocidos, a todos lo que pudieran ayudar de una forma u otra. Nosotros teníamos demasiado mientras algunos carecían de lo básico. Nunca usé ni el collar, ni el brazalete que me dió Gian para ir a la fundación, me parecía una burla ante tanta necesidad.
Me prepare mentalmente con un discurso para convencer a mi tía de ayudar a los chicos de la fundación, repase lo que le diría y cómo lo plantearía. Ya en la mesa para la cena, las cosas marchaban como de costumbre, todos un poco mucho tensos y mi tía con su mirada de que nos soporta mucho.
—La cena está especialmente deliciosa hoy. — comente decidido a empezar por elogios.
—Agradécele a la cocinera. — dijo en un tono un tanto monótono.
—Sí... Tía ¿Vio lo de las inundaciones en Asia en las noticias?
—Sí, algo terrible en verdad.
—Sí devastador.
—Nos hace pensar en lo afortunado que somos. — Comentó Alex.
—Yo siempre lo digo somos muy afortunados y ustedes solo piensan en andar de fiesta.
—El caso es tía que... ¿Recuerda a mi amigo Stef?
—Como no, es el chico que Gian golpeo como bestia. ¿Me ayudarías a convencerlo de que venga a una cena como disculpa?
—Veré que puedo hacer, como le decía el es parte de una fundación que ayuda a países con necesidad, las chicas y yo hemos estado ayudando estos últimos días y pensé que tal vez usted podía ayudarnos con su fundación , se que son unas señoras ocupadas, pero pensé que esto podía ser de interés para la fundación. —habia empezado a hablar rápido y demás.
—Daniele para estas hablando muy rápido. — dijo mi tía. —¿Pides ayuda para la fundación de tu amigo que ayuda a otros países?
—Sí.
Ella puso una expresión pensativa.
—Creo que sí, aunque debo hablar con las demás, mañana te doy una respuesta aunque creo que sería positiva.
—Gracias tía, de verdad. — dije muy emocionado.
Estaba feliz de poder ayudar, estaba feliz con mi vida como estaba... Solo recuerden que les dije que el día de mi cumpleaños podía marcaste como el día que todo empezó a irse a la mismísima mierda misma, pues no era nada comparado con lo que la vida tenía preparado para mi.
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A la mañana siguiente mi tía comunicó que habia hablado con los demás miembros y estaban de acuerdo con la idea, solo que tendría que acompañarla a una reunión de la fundación, esta vez acepte gustoso, solo le dije que debía de ser luego de clases.
Así que a las cinco llegué en mi auto a la fundación, si se preguntan que dice mi tía del auto, Carlo le dijo que es suyo y como no lo usa me lo presta, ella le pareció buena idea que tuviera vehículo donde moverme.
El ambiente de la fundación es el mismo que de las otra veces que estuve aquí, muchas señoras ricas criticando a las otras, vestidas para impresionarse entre sí, la diferencia esta vez es que no estaba como un observador y un invitado no muy a gusto, estaba con un propósito. Solo que no pensé que ese propósito incluía hablar en el podio frente a todas esas señoras, así que cuando mi tía me anuncio me volví un manojo de nervios.
—¿Qué? ¿Yo?
—Adelante Daniele, vamos.
Yo me levanté y camine de manera robóticas al podio.
—Buenas tardes.... — dije al micrófono intentando calmarme, convencerme de que no era diferente a exponer en la universidad. —Mi nombre es Daniele Macri, sobrino de Patricia di Castello... yo... este... bueno, yo, gracias a un amigo, conocí una fundación que brinda ayuda humanitaria a países en necesidad, en las noticias pudieron ver la situación de los paises de Asia que estaban pasando por momentos terribles y nosotros los que tenemos mas, mas posibilidades de ayudar debemos de tenderle una mano amiga a los que menos tienen en estos momentos. Gracias. — todo lo dije sorpresivamente lento para mi sorpresa, todas perecieron estar de acuerdo.
Quedaron en desganar un comité, en el que estaría mi tía obviamente para llevar ayuda a la fundación. La visita no fue para nada desagradable ya que hablamos de la ayuda y los chismes se redujeron al mínimo, de hecho vi una faceta distinta de mi tía, la de alguien que en verdad aprecia ayudar, deberia de mostrarla mas a menudo.
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La persona de la compañía de alimentos y el grupo de señoras coincidieron el mismo día, se veían raros entre todas esas personas con jeans y camisetas con el logo de la fundación, ellos en trajes elegantes y las señoras en conjuntos Dior y Chanel. De todos modos la ayuda fue excepcional un furgón lleno de cajas fue llevado por la compañía y las señoras aportaron insumos medicinales y apoyo con dinero para las necesidades de los que ya estaban allá y los que se les unirían.
Tal y como predijo mi prima las señoras llevaron a la prensa y aunque no se convirtió en un show mediático si se tomaron varias fotos con los miembros de la fundación, con la presidenta de la misma una muchacha sorprendentemente joven y a mi me metieron mas por nepotismo que otra cosa.
—Mil gracias Daniele. — me dijo una chica una vez se fueron las personas.
—No es a mi, sino a las señoras y al grupo di Castello.
—Sí y les agradecí, pero tu te contactaste con ellos, muchas veces uno toca puertas y a veces no es escuchado, pero gracias a ti pudimos hacer mucho. Tu al igual que los demás son los responsables de hacer grandes cosas.
Por supuesto que no soy el único que se contactó con personas importantes, hay otros miembros que también contactaron personalidades importantes de Milán.
Una vez leí en un libro un refrán que iba: "Unas van de Cal y otras van de Arena" y así mismo iba mi semana. En la fundación todo bien y en la universidad mucho trabajo, menos tiempo con Gian, reducido a video llamadas y unos encuentros furtivos en su oficina en la hora de almuerzo de ambos. Me hacía falta tiempo de calidad con Gian, pero no puedo negar que se mantenía dulce y atento las pocas veces que estábamos juntos o que hablábamos haciendo que me enamora más de él.
La semana de la fiesta fue el inicio del fin de las cosas como las conocía, de todo lo que creía verdadero y eterno, empecé ese lunes tan lleno de ánimo, tan feliz, tan ingenuo, tan estúpido. Miro el pasado y me parece tan surreal como caminamos ajenos a la desgracia sin siquiera pensar cómo en pocos días toda tu vida puede convertirse en un infierno. Ese Daniele Macri que reía y vivía a pesar de todo conocería el dolor de una forma e intensidad desconocidas para el. La suerte de mi futuro ya estaba echada y no volvería a ser la misma persona.
El jueves antes de la fiesta el profesor de historia de la arquitectura Italia nos informó amablemente que el lunes esperaba en su escritorio un extenso y detallado trabajo con fotografías sobre los estilos arquitectónicos de la ciudad, el trabajo por cierto era individual y contaba para la calificación final, como si ya no tuviera mucho que hacer.
—Podemos tomar las fotos juntos mañana. — me dijo Stef saliendo de la clase.
Mañana era viernes la fiesta de la empresa era el viernes a las ocho y yo salía de clases a las cinco.
—Tengo un compromiso ese día...—pero si no tomaba las fotos ese día, era mejor tomarlas el viernes y aunque pasara el fin de semana con Gian solo sería escribir el reporte. — Mi compromiso es a las ocho así que si vamos después de salir de clase creo que de todos modos llego a tiempo.
—Pues así lo haremos.
Cuando llegué a la casa el aire era muy ligero, mi tía estaba de un humor increíble, mejor que en navidad y yo ni idea. Estaba de buen humor con todo el mundo, parecía otra persona.
—Oye Carlo ¿Por que mi tía está tan feliz? No es su cumpleaños ¿Cierto? — pregunté alarmado porque de seguro esperaba un regalo de mi parte.
—No, solo el dinero pone a mamá así, es que se enteró del reporte de la empresa, creo que tiene un espía en finanzas.
Yo no entendía a qué se refería.
—La empresa obtuvo más ganancias este año, en pocas palabras tenemos más dinero.
—Oh ya entiendo.
—Exacto, ha estado así desde que lo sabe.
Yo seguí hacia mi habitación, tenía que hablar con Gian, le hice una videollamada vestido solo con mi hoodie rosa y unas medias altas blancas con lazos rosas.
—Baby me haces querer ir hasta allá y devorarte.
Yo me mordí los labios y puse una mirada seductora.
—Pero voy a tener que conformarme con los juguetes de nuevo. ¿Verdad daddy? — esto lo pregunté con mi voz dulce.
—Puede que no ya terminamos el informe, solo me quedan unas pequeñas cosas aquí y baby puede jugar con daddy y no con los juguetes, además creeme que en todo el fin de semana no te levantarás de la cama.
—Eso suena maravilloso, pero tengo tanta tarea que no creo que pueda.
—Puedes hacerla en la cama, no tienes que levantarte. — me dice con una sonrisa. — No se como me controlare en la fiesta con las ganas que te tengo.
—Sobre eso...
Su expresión cambió, ya no estaba sonriente.
—Vas a venir. ¿Cierto?
—Sí, es solo que no mandes al chofer, tengo un gran reporte para mi clase de historia de la arquitectura Italiana y tengo que tomar fotos de la ciudad, es para el lunes y pienso tomar las fotos mañana cuando termine ire.
—Pero puedes tomarlas el sábado, yo te acompaño.
—No, es mejor el viernes, asi el sabado tenemos mas tiempo para nosotros... tienes que atender a tu baby. — la mirada que le dedique junto con mi voz lo hicieron sonreír de nuevo.
—Bien, pero espero que vayas, es demasiado tiempo viéndonos de a poco.
—No dejaré de ir, por eso no te preocupes.
Terminamos la llamada con los respectivos te amo.
La cena en la casa fue nuevamente agradable, pues mi tía estaba de los mil amores. muy atenta a lo que todos decíamos y con un comentario nada desagradable para variar.
—Es increíble la cantidad de trabajo que tengo. — se quejó Alex. — Cada profesor asume que sólo tenemos su asignatura.
—Te entiendo, tengo un inmenso reporte sobre arquitectura de la ciudad para el lunes, pienso tomar la mayor cantidad de fotos a los edificios emblemáticos de la ciudad mañana.
—Pero será un hermoso paseo por la ciudad. — dice mi tia. —Recuerdo que nunca pude darte un paseo por la ciudad, deberia aprovechar mañana, asi haces tus deberes y yo te muestro la ciudad, un tiempo de tia y sobrino.
La verdad que su invitación no me parecía rara, ella siempre le ha gustado salir conmigo a pesar de que hace mucho no lo hacemos, pero no mañana tengo que rechazarla educadamente.
— Gracias tía, de verdad, pero ya quede con Stef para tomar las fotos.
—¡Mejor! Así por fin me aceptara la cena, podemos pasear los tres juntos, ese chico es un amor. Me encantaria un chico así para Alex.
—Recuerda que tengo novio mama.
—Lo sé cariño.
Mis primos y yo nos miramos atónitos, debían de ser muchos millones los que se añadieron al patrimonio para ella estar tan feliz.
No pude persuadir a mi tia de no ir con nosotros así que le escribí a Stef para que fuera preparado, tenía miedo de que se negara a ir, pero él nunca rompe sus promesas y me prometió ir.
Gian demostró lo loco que era esa noche, a la media noche cuando todos dormían paso por la casa. Arriesgándose muchísimo subió hasta mi habitación, me desperté por el sonido de mi teléfono.
—¿Daddy?— conteste con la voz pastosa por el sueño.
—Abre la puerta de tu habitación baby boy. — escuche en voz baja a través del teléfono.
Eso me despertó, de un salto llegué a la puerta y al abrir ahí estaba él, en todo su esplendor. No lo podía creer, lo hice entrar no fuera mi tía a despertar y verlo, cerré y asegure le puerta una vez dentro.
—Te volviste loco.
—Por ti baby— dijo tomando mi rostro entre sus manos y besándome profundamente.
Me derretí ante el calor de sus besos, ante sus dulces caricias. Aunque mi cabeza gritaba que no, mi corazón y cuerpo se pusieron de acuerdo en que si querían enredarse con Gian entre las sábanas.
—Solo pasé para verte y besarte baby. — dijo una vez nos separamos. —Quería tenerte entre mis brazos aunque solo fuera por unos minutos. — dijo estrechándome en sus fuertes brazos. —Te amo tanto Daniele. — dijo besandome repetidas veces.
—Y yo te amo como no te imaginas Gian.
Nos dimos otro apasionado beso donde terminamos en la cama con el encima de mí.
—Es mejor que me vaya baby, porque si te hago mío en esa cama sé que nos dormiremos los dos y eso sería un gran problema en la mañana.
—Lo sé daddy.
Con esfuerzo sobre humano me separé de él y lo despedí en la puerta de mi habitación. De haber sabido lo que pasaría ¿Lo habría besado más? ¿Lo habría abrazado más? ¿Lo habría hecho el amor con él? No lo sé y nunca lo sabré, porque esos momentos jamás volverán.
Desde que me convertí en el organizador de la fiesta no he tenido tiempo para nada. Quiero asegurarme de que todo quede perfecto, no solo porque es una fiesta para el grupo di Castello si no por mi propio nombre como compañía. La fiesta será en un salon de eventos que se alquila para estos propósitos, contrate un DJ famoso en Italia ya que la fiesta no es tan formal, el código de vestimenta era ir de negro. Me esmeré para que el concepto fuera elegante y festivo como ir de clubbing, pero no alocarse mucho.
Había globos negros, detalles en plata para armonizar, cómodos muebles con mesas, luces led por todo el lugar, área VIP, todo elegante y moderno a la vez, como la decoración preferida de Gian. Todo lo decoré a su gusto, conozco todo de ese hombre, como nadie jamas lo hará.
Me cuidé de que Gian no se enterara de que mi compañía haría el evento, les dije a los demás que con lo ocupado que estaba esos eran detalles que él no tenía porqué saber. De todos modos ya le pagaba a alguien para que se hiciera cargo de contratar compañías y manejar gastos de los eventos.
Aún tenía las Roofies conmigo aun inseguro sobre cómo usarlas, pero no podía dejarlas por si se presentaba la oportunidad. El día del evento llegó, yo me verifiqué que todo estuviera perfecto, luego de confirmar que todo estaba bien me dirigí a mi apartamento para ponerme más divino de lo que naturalmente soy. Estaba de muy buen humor, vería a mi daddy y ¿Quien sabe que pasaría con un poco de suerte?
La diosa Fortuna no me tiene entre sus agraciados, al salir de la universidad ahí estaba mi tía, esperando por Stef y por mí, Chiara que iba con nosotros nos dio una mirada condescendiente y se despidió con la mano.
Al subir nos saludó muy amablemente, nos invitó un café en un lugar cerca y en ningún momento tocó el tema del incidente entre Gian y Stef. Nos tomamos unos quince minutos en esa cafetería, no quería ser un loco controlador, pero tenía un compromiso que cumplir, solo que no le podía decir eso a mi tía. De cinco de la tarde a ocho hay solo tres horas en las que me tengo que tomar las fotos, cambiarme y llegar a la fiesta y en honor a la verdad no tengo tanto tiempo, a las cinco terminaron mis clases, espere a Stef unos diez minutos, luego a Chiara, mas el trayecto, esto será un desastre.
Nuestra primer para fue a la iglesia Santa Maria della grazie, donde tomamos fotos del edificio, tanto por fuera como dentro, concentrándonos en los arcos, en las estructuras, muy distinto a las fotos que las personas por lo general se toman, aunque también tomamos de esas que fueron directo a Instagram. De ahí al Castello Sforzesco donde se repitio lo mismo de igual forma en varias partes de la ciudad, lugares a los que fui con Gian en nuestra primera salida hace ya muchos meses atrás.
Recibí el primer mensaje a las siete y treinta.
Ya terminaste?
Aún no.
Baby boy recuerda que es a las ocho y te quiero aquí.
Lo sé, recuerda que es de la universidad y que mi tía me acompañó.
Le había comentado a Gian que mi tía me acompañaría, no mencioné a Stef porque no quería que se enojara ya que la última interacción entre ellos no habia sido la mejor. Sé que no debí mentirle, pero viéndolo en retrospectiva no creo que decirle hubiera cambiado nada.
Las ocho nos dieron en el auto camino al barrio Navigli y es que las horas volaron porque mi tía estaba siendo muy amable, cuando ella no se deja dominar por los prejuicios es una persona muy agradable, tenía una buena conversación y nos contó de su tiempo como estudiante.
Son la ocho baby
Aun no termino daddy
La fiesta ya empezó
Iré solo dame más tiempo.
La belleza del barrio Navigli se aprecia mejor en la noche, con todas las luces encendidas que se reflejan en el agua de los canales.
—Es hermoso. — dije en voz baja.
— Tu lo eres aún más.— dijo Stefano en mi oído
Yo giré la cabeza rápidamente con miedo de que mi tía haya visto la cercanía e interpretado la situación, al hacerlo nuestras bocas quedaron a centímetros la una de la otra, pero mis instintos fueron rápidos y me alejé. Busqué a mi tía con la mirada y la ví sentada disfrutando de un chupito limoncello.
—Lo siento, pero tenía que decirtelo.
—Esta bien, solo me asuste un poco.
—Te tomé una foto. — me enseña una foto bastante buena de mi mirando los canales.
—También podría ser fotógrafo señor ingeniero. — dije medio en broma, medio en serio.
Yo saqueé mi teléfono y comencé a grabar un directo porque ¿Qué podría salir mal cuando no estás en la fiesta a la que tu pareja te invito y sales en un directo con el tipo que odia? Grabé a mi tía sentada en una mesa al aire libre tomando su chupito, las personas caminando, lo hermoso del paisaje y luego cambie a la cámara frontal para salir yo saludando la cámara, en el momento que iba a terminar Stef me echa su brazo al cuello y me da un beso en la mejilla.
La repercusión no se hizo esperar. No fue un mensaje, fue una llamada.
—¿Tomando fotos para tu clase? — por su tono sabía que estaba enojado.
—Gian, es lo que estoy haciendo. —dije tranquilo.
—Sí por supuesto, con el chico ese disfrutando de navigli y dándote besos .
—Fue uno y fue en la mejilla ,no hagas escándalo.
—No estoy haciendo un escándalo, tenias que estar aquí, no ahí.— se estaba alterando. — Vi las otras fotos que publicaste Daniele, no te importo tu tía para estar tan cerca de el. No te importo que tu tía viera que te besa.
—No me besa Gian.
—¿Y como es que está ahí contigo? ¿No que ibas con tu tía? ¿O convenientemente no lo mencionaste?
El punto era que no se enojara y como la ultima vez se enojó, debí imaginarlo, soy un idiota.
—Gian calmate.— Intente razonar.
—Estoy calmado Daniele, estoy malditamente calmado. ¿O es que tengo razón para no estarlo? Mi pareja no está conmigo en un evento de mi empresa al que lo invite, en el que quiero que este conmigo después de vernos poco o nada y él está con su mejor amigo que siempre ha demostrado estar enamorado de él disfrutando de un paseo. ¡No tengo motivos para alterarme!
—No es mi culpa que mi tía quisiera venir, está siendo muy amable y no puedo ser grosero con ella, te dije que iría en un rato. Y no es un paseo.
—Claro, todo tan conveniente. — esa frase y el tono en el que la dijo me enojaron.
¿Estaba dudando de mí?
—¿Que insinuas?
—No insinúo nada, solo te digo lo que veo. Te quiero aquí Daniele.
—Iré cuando pueda. — ahora yo estaba molesto.
—Tienes que obedecerme y te quiero aquí.
Y como un buen baby debía de hacerlo, pero no en ese momento, estaba enojado por desconfiar de mí.
—No.
—¿Que dijiste? — Por su voz no parecía creerlo.
—Dije no, no puedo ahora daddy. — lo último lo dije en mal tono y colgué.
Me sentía enojado, tan enojado estaba que gruesas lágrimas de rabia rodaron por mis mejillas.
—No merece tus lagrimas Danny, nadie las merece.— dijo Stefano dulcemente.
Yo me sequé las lágrimas con el dorso de la mano.
—Vamos con mi tía. — dije.
—¿Quieren unos chupitos chicos? — nos pregunto con una sonrisa cuando llegamos — Están deliciosos.
—Sí estarían bien. — respondí.
Mi telefono volvió a sonar, discretamente colgué la llamada y lo puse en modo vuelo. No tenía ánimo de discutir.
Esperaba llegar con Danny a la fiesta cosa que no sería posible ya que el tenía que tomar las fotos para el reporte que tenía que hacer. Le mandé un mensaje desde el apartamento cuando iba a salir para la fiesta y el aun no había terminado. No tengo problemas con los estudios de Danny, me gusta lo comprometido que está con la universidad, tampoco me molesta que salga con Patricia es su tía después de todo y sé que después del informe va a estar de buen humor por un tiempo.
Llegué a la fiesta a las ocho, antes de entrar le mandé un mensaje nuevamente a Danny y aun estaba ocupado. El lugar de la fiesta está muy bien decorado, ya hay varias personas allí, los saludo a todos cordialmente, pero mi mente esta en mi baby boy. Me acerco a bar que montaron en este semi club y pido un whisky en las rocas.
Me tomo el whisky despacio mirando la fiesta indiferente cuando la última persona a la que esperaba o quería ver se acerca a mí. Desde lejos emana peligro en sus movimientos felinos y esa sonrisa malévola.
—Buenas noches, te ves muy solo daddy ¿Y tu baby?
—¿Qué haces aquí?
—¿No sabes?
—No estoy para jugar.
—¿Quien crees que organizó esta increíble fiesta? Pues yo.
—¿De quien fue la idea?— pregunté fastidiado.
—Oh vamos, no lo tomes mal, después de todo yo tengo una compañía de eventos y tu un evento. ¿O alguna vez te he decepcionado como organizador?
—No, en eventos, no. — hice énfasis en eso—Eres bueno en eso.
—Soy bueno en todo lo que hago. — dijo con tono sugerente. — Y lo sabes
—Ser infiel también se te da bien.
—Siempre con eso.
—Emanuele no tenia idea que eras el de la fiesta pero te pido amablemente que me dejes en paz esta noche, Danny vendrá y no quiero problemas.
—No creo que venga.
—¿Tu que sabes?
—Sé— dijo acercándose a mí — que si sigues a alguien en las redes te llegan sus notificaciones, deberías revisar las tuyas.— dijo alejandose con los mismos movimientos felinos con los que se acerco.
No iba a caer en el juego de Emanuele, no lo haría, por otra parte si fuera mentira no lo mencionaría... revisé y en efecto en las fotos Danny parecía estarla pasando muy bien en compañía de Patricia y de el mocoso rubio, el en ningún momento me dijo que el niño ese iría con ellos. Danny acababa de transmitir un en vivo y se le ve muy a gusto con el rubio en el barrio Navigli.. y lo ¡beso! Fue un beso en la mejilla, pero Danny sabe que el quiere más que eso.
No me estoy alterando, no me estoy alterando, no me estoy alterando... ¡Estoy alterado! Llamé a Danny y como sucede cuando llamas a alguien estando alterado, nada bueno salió de ahí. Le dije que se supone que me obedezca, ¡Pero que imbecil soy! Ahora que lo pienso eso sonaba mejor en mi cabeza, no debí decirlo, lo llamé nuevamente, pero me colgó la llamada, volví a intentarlo y esta vez estaba apagado. ¡Que maravilla!
A pesar de mis problemas la fiesta demanda mi presencia y me veo en la obligación de socializar, veo que Piero ya esta aquí con Dante, voy hacia ellos y los saludo. De cuando en cuando reviso el teléfono pero nada ninguna llamada o mensaje de Danny.
Esa noche que prometía ser maravillosa para nosotros se convirtió en algo horrible, lo peor de todo es que no soy capaz de recordar lo que sucedió en gran parte de esta. Es curioso, recuerdo la fiesta, el pequeño discurso de agradecimiento que di, recuerdo haber rechazado educadamente invitaciones a bailar, recuerdo la mayoría de las triviales conversaciones... recuerdo haber tomando un vaso de whisky de un camarero, hablé con uno que otro empleado y luego nada, es como si me hubiera desconectado, no soy capaz de recordar más.
Me sentí bien al decirle que su conejito estaba pasándola bien con alguien más mientras que él se amargaba aquí y lo esperaba. Me enteré de lo que estaba haciendo porque reviso todas las notificaciones de mis redes y pues se me notificó de un directo del conejito y estaba con su amiguito muy a gusto, deberían quedarse juntos hacen buena pareja, yo en cambio estoy hecho para Gian.
Vi que mi comentario creo la reacción deseada, puedo ver lo enojado que esta y esta enojado con Daniele, pero aun así no se acercaba a mí. ¡Maldición! ...Espera un poco... rohpynol... tengo las roofies todavía. ¿Era arriesgado? Sí. ¿Era un crimen? Sí. ¿Me importaba? En lo mas mínimo. Esperé que la noche avanzara, que la fiesta estuviera casi terminando y le envíe un vaso de whisky con roofies. No las puse frente al camarero, ordene un whisky para mí y desde donde no me vieran la eche.
Esperé que hicieran efecto, debían de esperar de veinte a treinta minutos, desde lejos como un verdadero enfermo aguardé, me fijé en sus reacciones, cuando empezó a parecer mareado me acerqué.
—¿Estas bien daddy? — pregunte suavemente.
Me miró, parecía confundido, pero me respondió.
—¿Emanuele?
—Sí, vamos te llevaré a casa.— dije poniendo su brazo sobre mis hombros, asegurándome de que todos vieran que se estaba yendo por su propia voluntad conmigo. No tenía calculado que Piero nos iba a detener.
—¿Papá?— Le llamó extrañado al verlo con su brazo alrededor de mí.
—Piero. — le contestó, en verdad se veía un poco tomado.
—¿Te vas con Emanuele? — preguntó delante de mi mirando fijamente a su padre.
—Ni que fuera la peor persona del mundo.
—No es eso Emanuele... Papá ¿Y Daniele?
—Solo lo llevaré a casa.
—Sí, solo iremos a casa. — corroboró Gian.
—Piero no le haré nada, está tomado, lo dejaré en casa.
Piero no se veía convencido y no porque pensara que yo le hubiera hecho algo, sino porque sabía lo que sucedía cuando estábamos juntos.
—No creo que deban irse juntos. — insistió Piero, pero como molesta.
—Nah— dijo Gian un poco más animado ahora. —Tranquilo.
—Nos vemos Piero— dije sonriendo.
El nos miró un poco decepcionado de su padre.
Nos fuimos en el auto de Gian, yo conduje porque no sé si lo puede hacer bajo el efecto de las roofies. Llegamos al apartamento en tiempo récord, desde que subimos al ascensor lo bese, no iba a perder mi tiempo precioso. Besarlo me hizo estremecer, es la única persona capaz de hacerme sentir tanto con un roce de labios, pero yo quería más mucho más que un simple beso, tome control de la situación para profundizar el contacto, siempre me gustaba que Gian se mostrara dominante conmigo, pero en estos momentos no sé si sería capaz, ya que cuando llegamos el sedante hacia efecto dejándolo como en estado zombie.
Entramos, comencé a desvestirnos desde la escalera dejando la ropa tirada en el trayecto, lo besaba en todas las partes a las que tenía alcance, lo necesitaba, necesitaba a Gian como una droga y a pesar de que no recordaría nuestro encuentro, a pesar de que no estaba en uso de sus facultades estar con él era lo que deseaba. Llegamos a su habitación guiados obviamente por mí y lo lancé en la cama. Me quedé admirando al hombre acostado en la cama, su escultural cuerpo, sus hermosos y masculinos rasgos, todo de él me encanta y lo tenía a mi disposición a mi merced para hacerle lo que me viniera en gana y es justo lo que haría.
Me uní a la cama con él y repartí, besos por todo su cuerpo, pero el estaba ausente, me tocaba donde ponía su mano, su cuerpo reaccionaba a lo que le hacía de forma natural, pero no era lo mismo. En estos momentos sé que una persona normal se detendría consciente de que lo que hace esta mal, de que esa persona no está consciente, no te puede detener aunque así lo quiera, lamentablemente yo estaba más allá de eso ahora, solo sabía lo mucho que lo deseaba aunque fuera de esta forma.
Logré excitarlo o por lo menos conseguí una erección y sin miramientos lo introduje en mí, se sentía maravilloso a pesar de todo, yo controlé los movimientos y escuché sonidos salir de su garganta, como desearía que me tomara del pelo e invirtiera nuestras posiciones, como deseaba que me hiciera completa y totalmente suyo. Me incliné para besar su cuello y dejar unas muy buenas marcas imposibles de cubrir, imposibles de explicar, sacarla todo el provecho que pudiera de esta situación, lo marcaría como mío en todos lados. Mientras estaba concentrado en su cuello lo escuche gemir y unas palabras salieron de su boca.
—Danny... — fue casi un susurro, pero me hirió, me molesto, yo lo estaba besando, yo lo estaba haciendo gemir, yo no el maldito conejito de mierda, yo su único baby, la persona con la que se supone que este ¿Y a pesar de la droga lo sigue llamando?
—Cuando terminemos serás afortunado si te mira de nuevo. — dije con rabia halando su pelo para verlo a sus ojos azules un poco vacíos, luego procedí a besar y morder sus labios.
Lo hice terminar y mientras me llenaba volvió a pronunciar ese maldito nombre diciéndole lo mucho que lo amaba. Me hizo odiar al niño ese como no la habia hecho, me hizo querer desaparecerlo, pero no, eso no es lo que haría, me tome una foto besándolo donde se veía bien lo que estuvimos haciendo. Lo llamaría y le enviaría un video con esas pruebas mínimo tienen que terminar.
Miré a Gian aun a mi merced, si lo había hecho una vez ¿Por qué no hacerlo de nuevo?
La salida con mi tía se extendió hasta las diez, cenamos con ella y pues sí, le pregunto a Stef por la pelea con Gian, a lo que él alegó no recordar mucho el punto del conflicto, ella no insistió tanto como pensé. Después de la cena y varios chupitos volvimos a la casa, fue una sorpresa para mi divertirme con mi tía. Ya en mi cuarto decidí encender mi teléfono, tenía muchas llamadas perdidas de Gian, lo llamé pero no me contestó. Creo que lo mejor seria ir a su casa en la mañana, no me gusta estar molesto con él, entiendo que me quisiera en la fiesta, pero es un exagerado cuando se trata de Stef.
Me dormí ajeno a lo que estaba sucediendo seguro de que al día siguiente todo sería mejor, pero qué sabía yo un dulce niño de verano que el invierno no se acercaba sino que había llegado.
Desperté por el sonido de mi teléfono, una llamada perdida de un número desconocido, antes de que devolviera la llamada recibí un mensaje del mismo número lo abrí y no pude creer lo que vi.
Ya que no fuiste a la fiesta alguien se tenía que hacer cargo de daddy.
Eran dos fotos de Gian y Emanuele en una se besaban y en la otra estaban uno en los brazos del otro. Luego un video de Gian dormido desnudo y él a su lado saludando descaradamente a la cámara. No, eso no era cierto, no podía ser cierto, Gian no me podía estar haciendo esto a mi. Me levanté de prisa, fui al baño donde solo me lave la cara, no me moleste en cambiarme el pijama, busqué frenético las llaves de mi auto, baje las escaleras corriendo, no habia nadie despierto a las siete de la mañana de ese sábado que jamás olvidaré.
Deje al auto estacionado en la entrada del edificio donde no se supone que se deba dejar, entre debido parecer un loco con mi pijama de unicornios y pantuflas de gato, despeinado y con las llaves fuertemente agarradas, el chico de la recepción me saludó y yo no le devolví el saludo tan ofuscado como estaba, presione el botón del ascensor de manera compulsiva como si eso fuera a hacer que llegara más rápido. Cuando ya pensaba tomar las escaleras de emergencia el maldito ascensor por fin llegó, me subí en él temblando esperando que fuera un video antiguo que Emanuele haya enviado para molestar, pero dentro sabía que no lo era.
Desde que entré pude ver rastros de lo que había sucedido allí, la ropa tirada que seguía hasta la escalera era una prueba, subí despacio, mis pies se sentían pesados, mi corazón latía con tanta fuerza que lo sentía en mis oídos. La puerta de la habitación no estaba cerrada y lo que vi rompió mi corazón en mil pedazos.
—¿Que no lo creías conejito?— pregunto con una sonrisa de superioridad en el rostro.
Emanuele estaba sentado en la cama, desnudo y Gian dormido y desnudo por igual. Me quedé estático, no podía moverme, sentía el cuerpo frío, los dedos de las manos entumecidos, un dolor indescriptible se esparcía en mi pecho, sentía unas garras desgarrando mi garganta desde adentro, mis ojos nublados por las lágrimas, me sentía morir, mi cabeza se sentía ligera, mi respiración irregular y el dolor, el dolor era insoportable. Un sollozo salió de mi garganta contra mi voluntad, agudo y lastimero. Vi a Gian moverse y quise huir, pero mis pies no colaboraban.
Lo vi sentarse en la cama y abrir los ojos despacio, me dedico una sonrisa el muy maldito, no era una sonrisa de petulancia, era una sonrisa sincera, la que me dedicaba por las mañanas cuando estaba a su lado.
—Baby. — su voz profunda me dolió en lo más hondo.
Yo lo mire y mire a Emanuele, ahí fue cuando Gian mito en su dirección y una expresión de sorpresa cruzó su rostro.
—¿Tu? — pregunto extrañado. ¡Que buen actor!
—¿Esperabas que me fuera luego de hacerlo para que tu conejito no se diera cuenta?
Ahí Gian me miro y me vio bien, se fijó en mi aspecto demacrado.
—Baby no, no es...
Yo no me quedé a esperar sus explicaciones, mis pies por fin colaboraron conmigo y salí huyendo con la vista nublada por las lágrimas sintiéndome la persona más miserable del mundo, ese dia mi vida se convirtió en un completo infierno.
...Pues ... aquí termina este capítulo...
...
¿Que opinan de este capítulo?
¿Que hará Danny?
¿Como lo puede explicar Gian si no se acuerda de nada?
¿Odian a Emanuele?
Quise poner que el abuso fuera a Gian porque las personas suelen olvidar que ser grande y fuerte no te exenta de ser abusado sexualmente y fue abuso lo que cometió Emanuele con él.
@LaChrisconda25cm tenía razón usaron el rohypnol con Gian.
De nuevo gracias por leer, por seguir, por sus votos y sus comentarios, los amo. 😍😘
Comentarios, dudas, preguntas y emotional outbursts bien recibidos.
El próximo capítulo viene extremadamente fuerte, preparen sus pañuelos, pastillas para el corazón porque lo que viene es muy fuerte. Tranquis que no es lo que sucede en la introducción.
Próximo capítulo: "Fake love"
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