Capítulo XXVI: 💋"New year's prayer"💋

Aunque tomé la decisión de irme con Gian, una vez en el Jeep iba silencioso y pensativo, como cuando uno toma una decisión por impulso y luego se arrepiente una vez pasada la adrenalina. No podía sacudirme la sensación de que lo que estaba haciendo estaba mal, pero no podía negar mis sentimientos, deseos y necesidades. Esta semana había sido infernal para mí y deseaba poder disfrutar de un poco de paz. No obstante aun sentía la mano de mi padre en el cuello, sus ojos furiosos, sus palabras amenazantes.  

Esta era una mezcla rara de sentimientos, por un lado feliz y aliviado de estar con Gian, camino a la quinta con mis primos que ya saben todo, ver a Dolce y pasar una navidad maravillosa... pero aún arrastraba el peso de la desastrosa cena y las cosas horribles que sucedieron. 

Me mantenía mirando por la ventana indiferente al paisaje invernal de la ciudad, sumido en mis pensamientos sin percatarme de las miradas penetrantes que Gian me dirigía. 

—¿Qué sucede baby boy? ¿Sigues pensando en lo que sucedió ayer? 

—Sí...algo. — murmuré aún con mi vista en el paisaje. 

—¿O es que sucedió algo más con tu padre?

¿Cómo es que sabe este tipo de cosas? Sí, me tomó del cuello y casi me ahorca, fuera de eso más nada. 

—No. — dije apartando mi vista del camino, pero sin mirarlo, no quería que se diera cuenta de la verdad al mirarme. — Es solo que me siento un poco mal por lo que pasó es todo. Además no pude comprar regalos para nadie, no me sentía con ánimos de salir.

—No te preocupes por eso baby, es entendible en especial con tu padre aquí. Ya no pienses más en lo que sucedió ayer, no te hace bien. — dijo acercando su mano a mí y acariciando mi mejilla cerré los ojos ante su tacto. 

Intenté relajarme, alejando como una mosca molesta los pensamientos negativos cada vez que venían zumbando a mi cabeza. 

Alex fue la primera que salió corriendo a abrazarme desde que nos vió entrar por la puerta, esta fue seguida de Bella a la que le contaron el desastre que ocurrió después de que se había ido. Después saludé a los demás que también se mostraron preocupados por mí. Era extraño sentir que tantas personas se preocuparan por mi estado emocional, estos últimos años sin mi madre las veces que mi papa me amenazaba por actitudes que no consideraba correctas tenía que tragarme mis sentimientos y aparentar que todo estaba bien. 

Franco también me dió un caluroso abrazo preguntándome cómo me sentía a pesar de que mi padre hizo esa escena en su casa. Sentí como alguien caminaba por mis pies y vi a Dolce moviendo la cola muy alegre, le habían puesto cuernos de reno y un suéter rojo con motivos navideños. Fijándome bien, la quinta estaba decorada por navidad aunque no de forma excesiva como la casa, en el salón había un enorme árbol navideño con adornos antiguos y una gran estrella en la punta. 

Tomé a Dolce entre mis brazos y lo abrace, ya los demás se habían enterado de que era mi perro, pasamos un buen rato jugando con él y tomando fotos.  Salimos al jardín bien abrigados puesto que hacía bastante frío, a pesar de que no estaba nevando, no me sorprendió que todos fueran tan entusiastas de los perros tomando en cuenta que su abuelo cría estos y a su padre le gustan.  Me divertí mucho más que las otras veces al estar con todos aquí y no preocuparme por inventar excusas creíbles... De todas formas eso no quiere decir que no me avergüence de ciertas cosas como cuando Gian se acercó por detrás mientras estábamos afuera y me dió un beso frente a todos. Mi cara se encendió y sé sin necesidad de verla que estaba enrojecida y no por el clima.

Cuando ya no teníamos aliento entramos. Como Gian prometió había chocolate caliente con mini marshmallows, no es una costumbre en italia añadirle malvaviscos al chocolate caliente, pero a mí me encantan las cosas sobrecargadas de azúcar. Nos sentamos en los cómodos sillones de la sala frente a la chimenea a tomar nuestro delicioso chocolate. 

—Hace mucho que no me divertía corriendo— dice Bella. — Me dan ganas de tener un perro, es una pena que en mi departamento no permitan mascotas. 

—Pasen al comedor chicos el almuerzo está listo— nos anunció una de las chicas un rato después del chocolate. 

El almuerzo navideño fue exactamente como debía de ser, personas reunidas disfrutando de la comida y la compañía, riendo, bromeando amigablemente ,charlando, contando anécdotas, sin nadie que le moleste si Dante quiere darle una que otra cucharada a mi primo en la boca, sin miedo a que capten alguna mirada sugerente por parte de Gian hacia mí, todo como debía de ser. Puedo ver a Franco como mira la escena feliz de tener la mesa repleta, no de comida sino de su familia pasándola bien.  Todos estábamos allí, menos Damian que se había ido a almorzar con su familia ya que pasó la cena con Alex. 

Lo mejor del día vino después cuando estábamos de vuelta en la sala junto a la chimenea. Estábamos llenos de todo la sabrosa comida que habían dispuesto para el almuerzo, hasta Dolce estaba tan lleno que dormía una siesta en su camita, hecho una bolita, se veía tan tierno.

—Es hora de los regalos— anunció Franco  alegremente.

Yo me sentí un poco mal porque como dije no había comprado nada. 

—Yo no les compre nada, chicos de verdad lo siento. — dijo Alex sorprendiendome por no ser el único.— Estaba muy enojada con todos ustedes. 

—No te pongas así, yo tampoco compré nada, no tenía ánimos. — le dije. 

—Por mi culpa te sentías así, soy horrible. 

—No ya te dije que entiendo que te enojaras. 

—Nosotros dejamos los de nosotros en casa. — agrega Piero. 

—Ya todo el mundo, dejemos la hora triste para otro momento. Lo bueno es que estamos todos aquí, estamos bien y lo más importante... Nuestro abuelo nos compró regalos y yo quiero el mio. — Sentenció Bella. 

—Ibas tan bien... — dijo Carlo sin poder contener la risa. 

Bella sí había traído regalos para todos al igual que Gian. Así que comenzaron la repartición. 
Cada persona parecía saber exactamente qué quería la otra, Alex recibió cosas muy a su estilo;  un chal hecho a mano, un colgante de aguamarina, aretes, brazalete de cuarzos. Yo en mi mayoría recibí regalos de películas de terror, relacionados con Harry Potter y Carlo, que compró regalos para todos me regalo un peluche en forma de pene que me hizo enrojecer, pero eso fue más a modo de broma ya que le regaló uno a todos, menos a su abuelo claro. Su regalo real para mí fue una de estas mantas muy grandes y calentitas de "Mi vecino totoro", que es una de mis películas favoritas, aunque no sea de terror.

Todos estábamos muy felices con nuestros regalos, no eran cosas especialmente costosas ya que ellos siempre han tenido lo que han querido, pero que alguien te regale algo relacionado a una afición tuya es especial porque se tomo el tiempo de buscarlo y en ese caso la intención es lo que cuenta. ¿Quieren saber que me regaló Gian? Un giratiempo*. 

Ese día fue un respiro a todo el drama que estado viviendo y lo agradezco como no se imaginan... Sin embargo sentía una espinita de culpa, pequeña pero molesta como el guisante del cuento** y esa espina se llama Patricia di Castello, me sentía culpable de estar aquí disfrutando con sus hijos y ex esposo mientras ella estaba sola en esa inmensa casa... pero como la horrible persona en la que me convertí sin darme cuenta deseché esos pensamientos.

Chiara me mandó un mensaje felicitándome por navidad y preguntándome qué tal las cosas con mi papá. No puedo explicarle todo lo que sucedió por mensajes, así que subí a la habitación que comparto con Gian cuando nos quedamos en la quinta, me tiré en la cama luego de cerrar la puerta y pongo el teléfono en la cama con el soporte, le hice una videollamada a Chiara. 

—¡Hola Danny!— me contestó muy feliz veo que lleva un gorro de navidad con estrellas que encienden y apagan. — Stef ven es Danny. 

Veo a Stefano también con un gorro por el mismo estilo. 

—Hola Danny.— me saluda sonriente.

—Stef cenó aquí anoche y mis padres le pidieron que se quedara.— me explica Chiara.

Él me había comentado que cenaría con ella ya que su padre no le dirige la palabra.

—¿Cómo te sientes? ¿Cómo fue la cena con tu papá?

Tomo aire y le cuento todo lo que sucedió, absolutamente todo. Al terminar mi relato estaban boquiabiertos. 

—Tu padre es mucho peor de lo que pensé.—  dice una anonadada Chiara.

—Eso no fue lo peor...— dije y les conté lo que sucedió ese mismo día en la mañana. 

Chiara se tapó la boca de las manos.

—¡¿Cómo se atreve?!— exclamó Stefano.

Lo que yo no esperaba es que la puerta se abriera de pronto.

—¿Qué tú padre te hizo qué?— preguntó Gian con una mirada furiosa.

Genial.

Todos estaban tan felices que la cena de la noche anterior parecía un mal sueño.

— Estoy tan feliz de tenerlos a todos aquí.— dice mi padre parándose a  mi lado en el umbral de la sala. — Me recuerda a cuando tú madre estaba con nosotros.

Yo solo respondo con un movimiento de cabeza, ese tema duele a pesar del tiempo.

— Si viera lo grande que están. Me imagino a tu hermano viendo la mujer en la que su niña se convirtió. — dice con lágrimas en los ojos.

Yo lo abracé, era común ponerse así en estas fechas, sentir la ausencia de los que ya no nos acompañan más fuerte.

Él no quería que los chicos lo vieran con ese semblante triste y se pusieran igual por lo que nos quedamos en la otra sala hasta que se calmara un poco, no piensen que a mi no me afecta, perdí a mi hermano quien era mi mejor amigo y confidente, su esposa que era la hermana que nunca tuve y nunca quise... Y a mi madre, la mujer más maravillosa del mundo, pero debo ser fuerte por ambos.

Regresamos a la sala una vez calmado mi padre. Me fijo en que Danny no está con los chicos, me siento en un sillón de la sala de seguro esta en el baño y ya vendrá... Pasan varios minutos y Danny sigue sin aparecer y no es que sea posesivo es que no me gusta perder a mi baby boy de vista. 

—¿Han visto a Danny? — pregunte a nadie en particular. 

—Creo que subió. —Responde Alex.

Yo subo las escaleras de estar aquí arriba debe de estar en nuestra habitación. Yo abro la puerta un poco y escucho que está hablando con sus amigos, estaba a punto de irme cuando les contó lo que el imbécil de su padre le había hecho. Decir que me moleste es quedarse a medias, me dieron deseos de ir hasta su pueblo y estrangularlo con mis propias manos.  Evidentemente Danny ocultó este dato de mí.

—¿Qué tú padre te hizo qué?— pregunté bastante enojado incluso con Danny por ocultarlo. —¿Por qué no me lo dijiste?

—Chicos los llamo en un rato.— dijo colgando la llamada y sentándose en la cama. 

—¿Y bien Daniele?— pregunte con los brazos cruzados aun en el umbral de la puerta. 

—Daddy... yo no te dije para que no te enojaras. 

Yo pasé una mano por mi rostro molesto, entre por completo a la habitacion y cerre la puerta tras de mí. 

—Te dije específicamente que si sucedía algo mas me llamaras.

— Y lo hice. — dice poniéndose de pie.

—Después de que se fuera.— dije mirando como se acercaba.

—¿Y qué querías que hiciera? ¿Que te llamara de inmediato?— preguntó molesto desviando su mirada de mí. 

—No hubiera estado mal.

—Claro y con eso termina llevándome de vuelta. ¿Sabes que quería que regresara con él? 

—¿De suceder tampoco me lo dirias?

—Pero no sucedió— respondio acercandose completamente a mi mirándome a los ojos. 

—¿Pero de hacerlo me lo hubieras dicho?— pregunté acomodando un mechón de cabello detrás de su oreja. 

— Sí.

—Sabes que si él te llevaba de aquí yo estaria buscándote en el jet aunque yo mismo tuviera que pilotearlo. 

Él se quedo en silencio. 

—Aunque estas consiente de que eres mayor de edad y él no puede llevarte con él como si fueras un niño. 

—Yo solo quiero mantener las cosas de la mejor manera con mi papa. Tu más que nadie deberías entenderme, perdiste a tu madre y solo te queda tu padre.

—Mi padre es muy diferente. 

—Bueno o todos tenemos la suerte de tener padres perfectos. — dice rodando los ojos. 

—Mi padre no es perfecto. 

—Y el mío no es un monstruo, solo es que se crió en una época distinta en un pequeño pueblo y tiene una mentalidad cerrada, no es una mala persona una vez lo conoces. Es solo un humano que comete errores. 

—Baby sé que todos cometemos errores y entiendo que lo quieras, es tu padre después de todo, pero amenazar a su hijo con la muerte si se entera de que es homosexual no es cometer errores.— dije acariciando su rostro.  

— Él no me mataría. 

—Pues lo disimula muy bien. 

—No quiero hablar de esos ¿Sabes? Vine aquí para olvidar esta horrible semana.— dice poniendo sus brazos alrededor de mi cuello. 

—Está bien— cedí con un suspiro de resignación poniendo mis manos en sus caderas. 

—Prometeme que no irás a hacerle algo. — dice mirándome a los ojos. 

—Yo no iré a hacerle nada. 

—Ni tampoco enviaras a nadie .

—Baby boy lo dices como si tuvieras matones a los que mando a golpear gente, soy un simple empresario no un miembro de la cosa nostra***— esto lo hizo sonreír un poco. — Pero si te vuelve a poner un dedo encima te juro que sera la ultima vez que pueda levantar esa mano. 

—Vamos a bajar no quiero que los demás se hagan idea de lo que estamos haciendo aquí. 

—Ya no nos tenemos que preocupar por eso. 

—A mí todavia me da un poco de pena. — dice bajando la vista. 

—Baby tranquilo. ¿Sí? Vamos a bajar ven— lo tome de la mano y bajamos juntos, como por instinto quiso apartar mi mano una vez estuvimos frente a los demás, pero yo lo detuve no habia necesidad de escondernos más y así deseaba que fuera siempre. 

El resto del día fue muy divertido también, los muchachos llenaban la casa de vida y alegría. Después de la cena pusieron música de los cincuenta y sesentas algunas más antiguas, de cantantes italianos o italo americano. La suave música invitaba a bailar y eso fue justamente lo que hicimos, pero luego el ritmo cambio de lento a cancioes un poco más rápidas  como "Tu vuo fa l'americano" la cual todos la sabían y bailaron y luego "El mambo italiano" aproveche que Danny estaba distraído y lo tome de la cintura para bailar con él. 

—¿Qué haces?—preguntó asombrado. 

No le respondí, solo tome una de sus manos y puse la otra en su cintura. Danny quién es excelente bailando al principio estaba tieso por el hecho de estar bailando conmigo, pero al final se relajó y bailo tan bien como de costumbre. 

Varias copas de vino y canciones más tarde cada uno nos retiramos a nuestros respectivos habitaciones. 

—¿Te divertiste hoy baby?— pregunte a Danny una vez solos en la habitación donde finalmente lo podía tener sentado en mis piernas a lo que se rehusó durante toda la tarde. 

—Sí, justamente lo que necesitaba. 

—Me alegra escucharlo... ahora baby ¿Sabes lo que daddy necesita?— pregunté besando su cuello, metiendo mis manos por su camiseta, acariciandolo despacio. 

—Daddy— dejo escapar mientras echaba la cabeza hacia atrás presa de las sensaciones. —No podemos— dijo de pronto. 

—¿Baby boy como que no podemos? Ya lo hemos hecho aquí. 

— Sí, pero esta vez es diferente... tus hijos, mis primos estan aqui... y...

—Nada, baby. Ellos no están al pendiente de nosotros.— besé nuevamente su cuello.— Saben que estamos juntos y se supone que hacemos estas cosas pero no es como que lo tengan en mente. 

Continue con mis caricias y besos hasta que lo tuve acostado debajo de mi. Lo despoje de su camiseta mientras besaba cada centímetro de piel a la que tenía acceso, tenía demasiados días sin mi baby, demasiados días deseando besar su piel, deseando tenerlo solo para mi, provocarle esa cara de placer como solo yo puedo. Desabroché esos ajustados pantalones que tenía comprobando que mis atenciones estaban causando el efecto deseado. 

—No... es mejor parar. —dijo en un susurro enterrado su mano en mi cabello. 

Yo ignoré su comentario quite sus pantalones, bese sus piernas suavemente, sintiendo como su cuerpo se movía, volví a colocarme entre sus piernas para poder repartir besos en toda el área y bajar su ropa interior despacio. 

—¿Daddy y si alguien nos escucha? — pregunta entre jadeos. 

—En ese caso no gimas baby boy, no hagas ningún sonido.— respondí mientras me encargaba de el problema que se alzaba entre sus piernas. Lo hice retorcerse, apretar las sabanas, morder las almohadas y venirse dejando salir un pequeño gemido y todo eso solo usando mi boca. 

Yo necesitaba mas de Danny, lo necesitaba aferrado a mí, necesitaba su calor, sus labios, necesitaba ese chico que adora ser llenado por mi, que le encanta sentir cómo tomo control de su cuerpo y lo hago llegar a las alturas entre estocadas de placer. 

Una vez dentro de él yo era el que estaba en la cúspide del placer que representa estar envuelto en su cuerpo. 

—Abre las piernas para daddy, baby. — susurre a su oído, puedo sentir como se retuerce ante estas palabras, pero como un buen baby que es obedece a daddy. 

Lo veo morder las almohadas, apretar las sabanas, morder sus labios poner sus brazos a mi alrededor y enterrar sus uñas en mi espalda, conteniendo sus deliciosos gemidos. Ver como su cuerpo reacciona ante mí me hace querer entrar mas y mas profundamente en él. 

— Así — escucho que dice en un susurro — Por favor daddy no te detengas.— dice directamente a mi oído. 

Esas súplicas con su voz dulce solo consiguen hacerme perder el control y querer hacerlo mío como estoy acostumbrado... Su hermosa cara con los ojos entrecerrados, transformada por el placer que siente y aún así tan dulce me demuestran que él tiene el control sobre mí, soy yo el juguete en sus manos aunque él no lo sepa. Cuando Danny llega al clímax corriendose por segunda vez en esa noche, yo lo sigo casi inmediatamente. 

Esa noche Danny se durmió entre mis brazos, mientras yo repartía besos por su cuello, por su espalda y acariciaba su cabello despacio, él se durmió mas yo no me quede pensando en algo que rondaba mi mente desde hace tiempo, que Danny se fuera a vivir conmigo. Una vez se lo propuse y me rechazó de inmediato, entiendo porque lo hizo dado a que en ese entonces solo teníamos unos días, pero ahora tenemos cuatro meses juntos con sus altos y bajos como toda relación, ahora casi todos lo saben, Patricia y su padre se enteraran mas tarde o temprano ¿Por qué nos mudamos y ya? Así es mejor a que se enteren el aun viviendo con Patricia, yo podía protegerlo de su padre... O eso pensé. 

Volver a la ciudad siempre me daba la sensación que debió de sentir cenicienta cuando su carruaje se convirtió en calabaza, pero esta vez no, ya que iba acompañado de mis primos y que todos lo supieran y estuvieran de acuerdo me daba cierta tranquilidad. Recordé una vez en la casa que le dije a mi tía que iría a ver Chiara llegar con mis primos al día siguiente sería confirmar que le mentí, sin embargo o dijo nada cuando llegamos, estaba con unas amigas y solo nos dió el cordial saludo de señora educada. 

🍬🍬
🍬

Los días después de la partida de mi padre fueron más brillantes para mi, no solo porque se haya ido, sino porque solo tenía que ocultar las cosas de mi tía y volvía a tener a Alex de mi lado. Además no había vuelto a tener noticias de la peste de Emanuele que me había estado molestando desde que lo conocí ¿La razón de su ausencia? Estaba en el sur visitando a su familia paterna. ¿Cómo lo sé? Pues lo stalkeo, digo lo sigo en sus redes y él es de esas personas que todo lo postean. Así que los días empezaban a ser buenos de nuevo.

El cumpleaños de Stefano se acercaba y a pesar de que dijo que  no quería nada yo soy entusiasta de las fiestas sorpresa por lo que comencé a planearlo con ayuda de Chiara. No haríamos algo grande, Giulio prestó el estudio y con ayuda de los demás lo decoramos. Ordené un pastel de cumpleaños con muchas notas musicales de decoración y además un regalo que lo conseguí en una subasta online que le va a encantar.

Invité a todos sus amigos de la universidad, su compañero de piso, la novia de este, los chicos del estudio y a mis primas Alex y Bella, esta última de todos modos iría porque Chiara la invito, no sabía en qué punto estaba la relación de estas dos, se que habían salido en algunas citas y se llevaban bien, fuera de eso ninguna me habia dicho si estaban saliendo. 

El día de la fiesta no hice lo típico de fingir que olvidé su cumpleaños, le pregunté que si quería salir conmigo y accedió. El plan era que lo fuera a buscar al trabajo para llevarlo al estudio. Luego de comprobar que todo en el estudio estaba preparado salí a buscarlo, al llegar aun estaba trabajando, conocía a algunos de sus compañeros de trabajo pues ya habia ido a buscarlo anteriormente. 

— Él esta atrás imprimiendo unos volantes. —me dijo uno de los muchachos detrás del mostrador. 

—¿Crees que pudiera pasar? Es que es su cumpleaños y quiero sorprenderlo. 

El muchacho lo considero por unos minutos y luego accedió, no se si mis ojitos de cachorrito lo conmovieron o me dejó pasar para que ya no los pusiera. Sorpresa que nos llevamos el chico, las demás personas que trabajaban ahí y yo. La puerta que separaba la parte delantera de local detrás del mostrador con la parte posterior era una puerta de estas de cantina, así que en el umbral podías ver a quien estaba del otro lado, pues ahí estaba Stefano con sus audífonos puestos muy metido en una coreografía, tanto que ni nos notó, no tenía idea de que estaba escuchando, pero me gustaban, nos quedamos ahi mirandolo y uno de sus compañeros se puso a grabarlo. Cuando terminó de bailar todos aplaudimos fuertemente y ahí fue que nos miró un poco avergonzado. 

El día de mi cumpleaños prometía ser excelente, para empezar Danny me pidió salir con él y solo con eso ya iba a ser genial, Me dijo que pasaría por mi a la salida del trabajo, ese día salia a las seis. Solo podía fantasear con hacia donde iríamos y suspirar pensando en sus bellos ojos. 

Cerca de la hora de salida fue un chico de un restaurante de comida rápida necesitando imprimir diez mil volantes, yo me encargue de hacerlo, fue a la parte de atras donde estan las máquinas de mayor capacidad, después de configurar la cantidad era solo cuestión de esperar. Me puse los audífonos, una canción empezó y yo me comencé a mover por el ritmo de la música, frente a mí había una puerta de vidrio que daba acceso al cuarto de almacenaje, estaba tan pulida que era casi como un espejo así que sin poder evitarlo empecé a crear  una mini coreografía. Estaba tan metido en esto que no me di cuenta de que me estaban mirando, no fue hasta que la canción termino que escuche los aplausos y vítores de los demás, me gire lentamente un poco avergonzado por estar bailando en el trabajo. 

—Eso fue genial Stefano.— dice uno de mis compañeros.  

—El jefe me va a matar si se entera. 

—Yo lo voy a subir a Youtube.— agrega otro. 

—No. — suplique 

—¿Podrias enviarmelo? — pregunta Danny al chico. 

—Claro. 

Ellos pasándose el video como si yo no  estuviera ahí. 

—Danny no los apoyes a compartirlo. 

—Nada de eso, me gusto mucho la coreografía y me gustaria aprenderla, deberías enseñarla en el estudio. 

—No es tan buena, solo fue algo que me salio en el momento. 

—Siempre modesto, vamonos. 

— Sí, solo dame un momento. 

Le entregué los volantes al muchacho y salí  pues ya habia terminado mi turno. Una vez afuera Danny me dio un fuerte abrazo. 

—Feliz cumpleaños Stef.

—Gracias Danny. ¿Y a dónde vamos? 

—Por ahí.— dijo tomándome del brazo. 

—Creo que deberia ir a mi casa a cambiarme y no andar con el uniforme del trabajo.

—Yo creo que estas bien así. 

—No, ven solo serán unos minutos. 

Pude convencer a Danny de pasar por mi casa. Como le prometí no dure mucho tiempo en cambiarme si saldría con Danny debía de verme bien. No tenía idea de a donde íbamos hasta que tomamos la ruta usual para el estudio, no es que me molestara estar aquí pero pensé que haríamos algo diferente de venir aquí... bueno no importaba en estado con Danny cualquier sitio es bueno.

Abrimos la puerta del estudio y salieron todos los chicos gritando sorpresa, en verdad lograron sorprenderme, no tenía ni idea de que me estaban preparando algo asi.Recibí felicitaciones de todos los presentes y me sorprendió un poco ver a las primas de Danny, bueno a Bella no tanto porque creo que esta saliendo con Chiara, sí me sorprendió ver a Alex, como sabe que Danny sale con su padre y ya lo acepta pensé que yo no le caeria muy bien luego me di yo mismo una bofetada mental, eso no era motivo para no agradarle estaba siendo infantil. 

Yo estaba disfrutando bastante la fiesta, hacía años que no celebraba un cumpleaños con una fiesta y esta era por mucho mejor que las que habia tenido, era facil de deducir que la idea de la fiesta fue de Danny.

—¿Y qué tal te gusta?— pregunto con una sonrisa muy emocionado. 

—Pues... No, no estoy mu seguro de que me guste.

La cara de Danny fue de decepción total, era como ver un cachorro regañado. 

—No, estoy seguro, no me gusta... porque me encanta. — dije con una sonrisa. 

Él me golpeo afectuosamente en el hombro. 

—¡Oye me asustaste no es justo!

—Era broma, en serio gracias Danny, en verdad no tenias que hacerlo. 

—Claro que sí, eres un chico maravilloso y siempre estas ahí para mi, eres mi mejor amigo Stef y te quiero mucho. 

Yo le sonreí, aunque sus palabras eran dulces y sinceras me herían como no se puede imaginar. 

—Gracias...

—Por nada, eso me recuerda algo que debo darte solo espérame aquí.— dijo alejándose Lo ví desaparecer y regresar con un regalo. 

—No debes darme mas nada. 

—Ábrelo por favor... y no se aceptan devoluciones. Espero que te guste.

Yo abrí el paquete, gustarme era poco, tome a Danny por la cintura y lo abrace levantandolo del suelo. 

—Danny esto es más de lo que... wao no te imaginas lo que significa. 

En el paquete habia una camiseta de mi equipo de fútbol favorito, el Milan, firmada por los integrantes del equipo. 

—¿Cómo conseguiste esto?— pregunte aun incrédulo. 

—Tengo mis medios. 

Mi sonrisa se desvaneció pensando que el señor tenía algo que ver con esto.

—Mis medios son quedarme despierto una noche luchando con un señor en una subasta online, el señor fue un buen contrincante... pero yo la necesitaba más que él. — responde intuyendo mis pensamientos. Aunque al final de cuentas el señor tenía algo que ver ya que el dinero viene de él. 

—¿No te gusto el regalo?— pregunta con sus grandes ojos brillantes esperando mi respuesta. 

— Sí, claro que me gusta. Además no puedo rechazar un regalo que te causo insomnio. 

Su sonrisa que me mata estaba devuelta en su rostro. 

Como era de esperarse en una fiesta de cumpleaños en especial mía hay mucha música bailable y yo no perderé la oportunidad de bailar con Danny. No sé si alguien hizo, si fue pura casualidad del destino o que pero las canciones que sonaban una detrás de la otra eran canciones que habia bailado con Danny y de la que mejores coreografías habíamos hecho... No negaré que me gusto, amo bailar desde que soy un niño, pero bailar con Danny y más en mi cumpleaños es especial. 

Todo estaba saliendo demasiado bien, pero a veces he pensado que la vida tiene algo en contra de que sea feliz y me lo iba a demostrar. Tomaba un descanso de bailar ya que aunque solo quería bailar con Danny no podía ser egoísta y acaparar todo para mi ademas habian mas personas que queria bailar conmigo, mientras estaba ahí con mi bebida tranquilo recibí una llamada, era de mi madre. Entre a la oficina de Giulio para poder hablar ya que ahí no se escuchaba la música y acepté, era una video llamada. 

—Hola Stef ¿Cómo estas?— me pregunto con una sonrisa, tenía mucho que no hablábamos, por lo regular ella me llama en mi cumpleaños y ahí es que puedo verla, pero en persona hace aproximadamente un año. Su cabello oscuro tiene más canas que la última vez que la vi, se ve cansada y yo diría que triste.

—Estoy bien mamá.— dije con una sonrisa— ¿Y tu todo bien?

— Sí. Te llamaba para desearte un feliz cumpleaños. 

—Gracias. 

—Te compré un regalo, lo dejaré en casa de tu abuela para que puedas pasar a recogerlo cuando puedas. 

—Te he dicho que no es necesario que me des nada. Estoy feliz con saber que estás bien. 

Las lágrimas se acumularon en sus ojos.

—Eres un chico tan dulce, siempre lo has sido y estas tan apuesto mi niño.

Mis ojos también se llenan de lágrimas, es una sensación tan rara, el estar feliz y destrozado al mismo tiempo. 

—Te extraño mucho Stefano.

—Igual yo mamá. 

Es ironico, la casa de mi padres esta a un taxi de distancia, pero desde hace tres años no soy bienvenido en ese lugar.

—¿Vera con quien hablas?— escuche la voz de mi padre en el fondo. 

—Es con Stef cariño.

—¿Quién? — me dolió que lo preguntara. 

—Nuestro hijo.

—No tenemos un hijo Vera, nuestro hijo murió hace tres años. No lo olvides. — Es como si me hubieran clavado un puñal en el corazón y lo estuvieran retorciendo. 

—Por favor Pablo es su cumpleaños. 

—Deberías superar su muerte de una vez por todas. 

Lo veo tomar el teléfono y fingir que no ve a nadie a pesar de lo parecido que somos físicamente, a pesar de lo mucho que me decía que era igual a él a esa edad, colgó la llamada sin decir nada. Me dejé caer el sofá que hay en la oficina, sintiéndome horrible. ¿Por qué pensé que sería diferente esta vez? ¿Por qué pensé que sería amable conmigo por ser mi cumpleños? Me quedé con el teléfono en las manos luchando porque no me afectara, pero era imposible. 

Mi padre fue durante mi niñez, mi super héroe, durante la adolescencia mi amigo, siempre con un consejo, siempre con una palabra de aliento en el momento que lo necesitaba, pero eso se terminó en el momento en que fui sincero sobre mi sexualidad, me cansé de esconderme y pensé que mi papá lo entendería... pero estaba equivocado. 

—Oye Stef te estaba buscando, vamos a cortar el pastel.—Era Daniele quien habia entrado. —¿Stef estas bien?— pregunto sentándose a mi lado en el sofá, yo lo abrace fuertemente y escondí mi cara en su cuello, yo no suelo llorar, es difícil hacerme llorar y odio que la gente me vea llorando, pero en estos momentos no puedo evitarlo. Danny correspondió mi abrazo mientras pasa la mano por mi espalda. 

—¿Quieres hablar de eso? — pregunta suavemente luego de un rato. 

Yo negué con la cabeza aun en su cuello. 

—Esta bien, pero recuerda que yo también estoy aquí para ti y me puedes decir lo que sea. 

Eso me hizo abrazarlo  más fuerte, nos quedamos un rato así. 

—Ya vamos a salir, deben de estar buscándonos.— dije separandome de Danny. 

—No tenemos que salir si no te sientes bien. 

—Esta bien, ya me siento mejor gracias a ti.— dije pellizcando una de sus mejillas. 

Salimos a cortar el pastel después de que me cantaron feliz cumpleaños. Nada mas paso ese dia, pero aun así seguía con ese sentimiento atrapado en mi pecho. 

Finalmente y aunque no quise Danny me convenció de que me llevaran él y sus primas, de todos modos iban a dejar a Chiara en su casa y mi compañero de vivienda se quedaría a dormir con su novia. No me malentiendan me siento un poco incómodo con ellas ahora que saben todo y es muy estúpido porque no es como si fuera yo el novio, es solo que siento como que pueden decirle a su padre cualquier cosa que vean entre Danny y yo o que pueden malinterpretar nuestras acciones, pero no era así, yo solo estaba siendo paranoico. 

—Gracias por el mejor cumpleños— dije cuando me dejaron en casa.— ti voglio bene**** Daniele— dije dandole un beso en la mejilla, era un te quiero diferente al que él me dijo a mi y sé que él lo sabía, pero no pude evitar decírselo, espero que algun día el devuelvan mis sentimientos.  

El cumpleaños de Stef fue un éxito lo que me hizo sentir extremadamente bien... aunque se puso triste por algo, solo espero que me lo pueda decir en algún momento. Lo mejor fue que el señor di Castello dejó sus celos patológicos de lado y no dijo nada sobre eso. Aunque tampoco me llamó durante la noche, en la mañana me mandó un mensaje un poco infantil. 

Buenos días baby, espero que te hayas divertido, que no hayas tomado mucho y te hayas portado bien. No te llamé anoche para no molestar. Pasa buen día. 

Suspiré leyendo el mensaje, tratándose de Stef era un buen mensaje. Tocan mi puerta y les digo que pasen, era Alex.

—¿Ocupado?

—No, para nada. 

—No sé si papa te lo dijo, pero vamos a cenar mañana con el abuelo. 

—No, no me lo había mencionado. Creo que esta un poquito molesto por lo del cumpleaños de Stef. 

—¿Te cela con Stefano?

— Sí. 

—¡Que gracioso! Aunque tiene porque.

—¡Alex!

—¿Qué? Es la verdad, es super lindo, buena persona y ustedes tienen química.

—Que no te escuche decir eso.

—Pero es la verdad. A ver niegamelo. 

—Ya, entonces la cena mañana...

— Sí, nos vamos como a las cuatro.

—Oye Alex... ¿Y mi tía?

—Bueno Danny... No creo que la hayan invitado. Sabes Piero y ella están enojados, ya sabes cómo se lleva con Carlo y la cena fue un desastre así que es poco probable que vaya... Me siento mal por ella se quedara aquí sola, pero no quiero decirle nada a mi papá porque nadie me apoya. 

Yo solo miraba mis manos, me sentía horrible por eso nadie merece esperar el año nuevo solo.

 En la tarde el sentimiento de culpa en mi interior había crecido hasta extremos insoportables así que tome una decisión. 

Escribime cuando tengas treinta minutos o una hora disponible, quiero verte. 

Le escribí a Gian. La respuesta llegó a los quince minutos. 

¿Treinta minutos? Eso es poco. Ven ahora tengo un poco de tiempo.

Sonreí por su respuesta. Decidí que ya que iba a pedirle algo debía de llevar un atuendo que lo hiciera estar más inclinado a darme una respuesta positiva. 

Llegué en el menor tiempo que me fue posible, Bianca a optado por ignorarme y yo igual. Tenía demasiado sin venir a su oficina, está impecable como siempre sentado en su escritorio, yo me acerco y él se pone de pie para besarme con unos de esos besos apasionados que me dejan con la cabeza en las nubes. 

—¿Entonces baby boy tenías deseos de ver a daddy?— pregunta tomándome de la cintura. 

— Sí — dije poniendo mis brazos alrededor de su cuello. — Me hacías mucha falta daddy. 

—Uhmm, eso me gusta. — dice sentándose conmigo en sus piernas. 

—Y eso que no has visto lo que traje.

—Me muero por verlo. 

Me levanto para traerle a su sexy conejito. Pues ya saben me puse lo usual, lenceria blanca, medias altas con lazos, el choker de swarovski que me regaló , las orejas de conejo y el hoodie rosa que pone baby boy, salgo con una mirada inocente y las esposas en mis manos. 

—Parece que mi baby tiene deseos de jugar. 

Yo le sonrío, me siento en sus piernas. 

—¿Te gusta como me veo daddy?

—Me encanta. 

Yo me muerdo los labios y luego le doy un corto beso. Él besa mi cuello mordiendo y pasando su lengua por toda el área haciendo que me den escalofríos, dejó escapar un agudo e intencionadamente alto gemido. 

—Daddy hay algo que quiero pedirte. 

—Lo que sea baby boy— dice mientras sigue besándome y apretando su lugar preferido de toda mi anatomía.

—De verdad necesito que me escuches.

—Sabes que no te negaría nada. 

—Yo no estaría tan seguro.

Esto hace que deje de besarme y me miré intrigado. 

—Lograste despertar mi curiosidad. ¿Qué es lo que quieres pedirme?— pregunta levantando una ceja.

—Bueno veras... no es algo  que se compre. 

—Aja... 

—Es sobre la cena de mañana, Alex me lo dijo

—¿Estas enojado porque no te lo había dicho aún? Disculpa baby, pero era obvio que esperaríamos el año juntos. 

—No, no estoy enojado, es solo que... pues mi tía se va a quedar sola en esa casa tan grande... y pese que sería bueno... si la invitas a cenar con todos. 

—¿Qué? No. 

—Daddy por favor— dije haciendo un puchero.

—¿Acaso estás escuchando lo que me estas pidiendo?

—Daddy es que es muy triste pasar el año nuevo solo. 

—Danny no. ¿Es que no ves lo que significa cenar con Patricia? Volver a disimular frente a los demás. Baby no. 

—Daddy por favor, por mi... Te juro que no te vuelvo a pedir nada.

—Baby...

—Daddy... — dije en tono de protesta.— Alex también quiere que venga, pero no te lo quiere decir.

Él deja escapar un bufido de resignación. 

—Lo más probable es que ya tenga algo que hacer.

—Pero si no la llamas no lo sabrás... ¿Además no le gustaria más estar con sus hijos?

—Ok, baby tu ganas la voy a llamar.— dice con cara nada complacida. 

—Gracias daddy. 

Él toma su celular y le marca, lo pone en altavoz para que escuche que sí la está invitando. 

—Gian tu llamandome. 

— Sí. Tengo que preguntarte. ¿Tienes algún aquelarre para el fin de año? ¿Se comerán a los últimos niños del año?

Yo lo golpeo en el pecho.

—Muy gracioso. — escucho decir a mi tía molesta.

—En verdad quiero saber si tienes algo que hacer. 

—No, no tengo.

—Ok, en ese caso si quieres puedes venir a la cena en la quinta de mi papá. Puedo entender perfectamente si no quieres ir... 

—¿Gian me estas invitando a la cena?

Él me mira haciendo un gesto de fastidio, yo le respondo con un puchero.

— Sí Patricia, pero como te dije entiendo si no quieres venir. Sabes que mi padre cría perros y tu eres alérgica.

—No, claro que iré. No te preocupes por mi alergia tomaré algo ¿A qué hora vienes por nosotros?

—No pasaré por ustedes, ve con los chicos.

—Ok, pues te veo alla.

—Si nos vemos. — cuelga el teléfono y me mira— ¿Feliz?

— Sí — digo asintiendo. 

—Vas a tener que recompensarme.— dice mordiendo mi cuello. 

—Claro que sí daddy.—dije besandolo. 

Él me tomó de la cintura y me subió al escritorio sin dejar de besarme. 

—Espero que estés preparado. — dice mientras me acuesta con él encima de mí.

—Dame con todo lo que tengas. — Sé que no debí decir eso, pero como Gian lo ha dicho; me gusta jugar juegos peligrosos. 

🍭🍭
🍭


A las cuatro de la tarde estábamos camino a la quinta, fuimos en el auto de Alex que era perfecto para cuatro personas, mi tía protestó porque era mejor que nos llevara el chofer a que Alex condujera distancias largas, que ni tan largas que fueran, pero a pesar de las quejas puedo ver que está emocionada, lo que hace que algo se revuelva dentro de mi.

Llegar fue como  de costumbre, Franco mostró el mismo afecto de siempre por mi a lo que respondí un poco cohibido. Mi tia desde que entró se comportó como la dueña de la casa mandando a las personas que trabajaban allí lo que fastidiaba a todos.

Gian llegó un poco más tarde, yo ya me había instalado en la habitación, esta vez le pedí a Franco que por favor nos pusiera en habitaciones separadas a lo que él accedió entendiendo perfectamente la situación. Él que no estuvo muy de acuerdo fue Gian, que subió a mi habitación sin importarle. 

—Es que ella no tiene que darse cuenta de que dormimos en la misma habitación.— dice un poco alterado.

—Pero se daría cuenta, lo sabes.— le digo poniendo mis manos en su pecho.

—Y por eso no quería que viniera. 

—No podíamos dejarla sola. Además se ve muy feliz aquí.

—La felicidad que me importa es la tuya. — dice poniendo sus manos en mis brazos. 

—Como siempres exageras. 

—Nunca exagero cuando se trata de ti. Ahora besame para poder soportar las horas en que tendré que fingir.

Yo le sonreí y lo bese. 

💖💖
💖

La cena no fue ni por asomo como la de nochebuena, mi tía no hizo ningún comentario sobre Dante y Piero, de hecho no se hablo mucho con su hijo. Todos actuaron con la mayor naturalidad posible y fueron amables lo que de por sí era bastante. Mi tía no presentó ningun sintoma frente a los perros y la presencia de Dolce no le pareció extraña. A la llegada de las doce se destaparon botellas de champagne y todos brindamos por un excelente año.

La música no se hizo esperar, tampoco el baile de todo tipo de música, la pasamos muy bien, mejor de lo que esperaba, en un punto de la madrugada mi tía se fue a acostar, Gian no perdió tiempo al verla irse de ponerse a mi lado, para actuar con normalidad como en los últimos días. Cerca del amanecer salimos de la casa bien abrigados, nos sentamos en el porche de la casa a darle la bienvenida al primer rayo de sol del año nuevo, estábamos solos, la mayoria habia sido vencido por el sueño y los que no estaban con sus respectivas parejas. 

—Al final no fue tan malo.— dije ambos estábamos sentado en la misma butaca en el porche, yo en sus piernas y él con sus manos posesivamente alrededor de mi cintura seguros de que mi tía estaba bien dormida. 

—No, no lo fue. Baby hay algo que quiero pedirte. 

Yo me giré un poco para verlo. 

—Daddy le va a pedir algo a su baby. ¿Qué podría ser? 

—Mudate conmigo... y lo digo en serio, estoy seguro de que quiero vivir contigo. Sé que ya te lo dije al principio, pero esto es diferente, quiero que seas lo primero que vea al abrir los ojos y lo último antes de cerrarlos, por favor Danny no me digas que no. 

Yo me mordí los labios antes de darle una respuesta. 

A/N: *Giratiempo:  es un objeto que permite retroceder en el tiempo. Tiene la apariencia de un reloj de arena pequeño y retrocede una hora por cada vuelta que le den.

** Danny hace referencia al cuento "La princesa y el guisante"

***Cosa nostra: es una expresión utilizada para indicar una organización criminal del tipo mafia-terrorista presente en Italia, especialmente en Sicilia y en muchas partes del mundo

****Ti voglio bene:  significa te quiero mucho, puedes decirlo tanto en contexto familiar, como decirlo a una pareja eres libre de utilizarlo

Otro capitulo super atrasado lo sé. 😅Life happens. 🙁

Aunque no negaré que por dos días estuve muy metida viendo Tharntype the series. (solo he visto la primera temporada) y amo a esos chicos... #mewgulf No me juzguen estoy fangirl mode con ellos .😍😍😍😍

¡LLegamos a 8K gracias a todos ustedes! 🎉🎉🎉
Los amo, disculpen los retrasos, pero es que la vida siempre está metiéndose conmigo. Amo sus comentarios y sus votos. Gracias por seguir aquí y por ser parte de esta historia que está llegando a un punto importante. 😘

Bueno, bueno... Unas cuantas cosas pasan aquí. 

Gian le regalo a Danny un giratiempo y eso tiene cierto significado que puede que Danny haya entendido o no. ¿Ustedes cual creen que sea?

OMG! Stefano le dijo a Danny lo que este esta esperando que le diga Gian. 

Gian le propone vivir juntos de manera más seria. 

Dejen sus dudas, comentarios, emotional outbursts. Si quieren fangirlear con alguien de Tharntype o Mewgulf  sientanse libres de contactarme o para recomendarme series BL ,con final feliz porfa, que por eso no he comenzado la segunda temporada de Tharntype porque esta en emisión y me da miedo hacer la lloracion si el final no será feliz. Osea con la primera temporada hice la lloracion, pero valió cada maldito segundo. jpeg 

Bye. 😘

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top