Capítulo XX: 💋"Blank Space"💋

No negaré que estaba asustado, entre lo que Emanuele me había dicho y las precauciones que Gian quería que tomáramos lo habían logrado. Podría decirse que caí en el juego de Emanuele, pero Gian en ningún momento negó que no hiciera estas cosas con él. No puedo evitar sentirme inseguro, Gian podría estar con cualquiera que le diera la gana pero eligió estar conmigo. A casi tres meses de relación aún todo es perfecto como por lo general,el problema aquí es que yo estoy enamoradisímo de Gian y él no da señales de algo más que lo mucho que le gusto o me desea. No espero que me diga que me ama en tan poco tiempo... Él es mucho mayor que yo y tiene mucha experiencia de su lado para saber que el amor no es un juego, yo sin embargo es la primera vez que me enamoro. 

Gian me acostó de espaldas en en la cama, esposo mis manos tras la espalda con unas esposas que tenían más apariencia de grilletes, eran de cuero negro. Estoy a cuatro patas aunque más bien en dos ya que con mis manos amarradas tras la espalda no se podría considerar cuatro. Soy un caso mi mente se pone a divagar en los peores momentos. Siento como esparce el lubricante en mí, para luego insertar sus largos dedos. Estoy más nervioso que la primera vez.

—No puedes venirte hasta que yo te diga. —dice en mi oído con esa voz de mando que tanto me gusta, al inclinarse puedo sentir su gran erección. 

— Sí daddy. 

— Así me gusta, eres un buen chico baby y por eso voy a premiarte. 

Y ya se imaginan cuál fue el premio, su gran miembro entrando completamente en mí. Podía escuchar sus sonidos de satisfacción al entrarlo, iba despacio más de lo común, no sabía si eso debía preocuparme o no, lo digo porque pareciera mucha advertencia para nada.

— Más...— pido casi en un susurro.

—No te escucho baby boy.

—Un poco más... Rápido.

— Así no se pide.— antes de que pudiera responder recibo una fuerte nalgada de su parte... No me molestó... Si no todo lo contrario. — Tienes que ser educado baby y hablar claramente.

—Por favor daddy ¿Podrías moverte más rápido?— pregunté volviendo el rostro para poder verlo.

No respondió me acarició dónde me había dado la nalgada y empezó a moverse más rápido, en un momento agarró un lado de mi cadera con fuerza, eso dejaría marca, puso su otra mano en el espacio entre mis omóplatos, subiendola hasta mi nuca dónde apretó mi cuello... No fue como que aplicara presión para asfixiarme en serio, solo puedo decir que me gustó más la forma salvaje en que me lo estaba haciendo mientras apretaba mis caderas y cuello.

Yo solo conseguía gemir descontrolado.

—¿Te gusta baby boy?— preguntó con un aire petulante.

Yo no respondí las sensaciones eran abrumadoras. Entierra su mano en mi cabello y jala mi cabeza hacia atrás pegándose de mi oreja.

—Te hice una pregunta baby. ¿No le contestas a daddy?

— Sí.— respondí en un hilo de voz.

—¿Sí que baby boy?

—Me encanta daddy.

— No te olvides de ser educado baby. — dijo y mordió ese espacio entre mi cuello y mi hombro bastante fuerte como aquella vez en la quinta — Me obligaras a tener que reeducarte. — volvió a la posición anterior y me dió una nalgada en el otro glúteo arrancándome un fuerte jadeo.

Sale de mí, me quita las esposas, me voltea violentamente, coloca mis manos por encima de mi cabeza y vuelve a esposarme

—Abre las piernas y mantenlas arriba.

Al yo hacerlo él se acomoda entre  ellas entrando nuevamente en mí.

—Si las bajas tendré que castigarte. ¿Entendido?

— Yes Sir. — dije con una pequeña sonrisa, siempre quise decir eso.

— Obediente en cualquier idioma. — dice con esa sonrisa de autosuficiencia.

Estar de acuerdo es más fácil que cumplir. Estoy tan perdido en el placer que mis piernas bajan un poco tan pronto me doy cuenta las subo nuevamente. Él sigue con sus movimientos casi animalisticos, su furor es mayor al de las otras veces, puedo ver su rostro y está totalmente cargado de lujuria. 

Si soy sincero no es como que no hiciera estas cosas con Gian es solo que no la habíamos hecho todo junto. ¿Los movimientos salvajes? Sí, aunque ahora estén un poco mas fuertes. ¿Esposas? Sí, aunque nunca en la parte de atrás de mi espalda. ¿Castigos? Sí, aunque nunca nalgadas. De hecho él había subido la intensidad de las cosas paulatinamente, al principio todo fue muy dulce y luego las cosas fueron más brutales, pero me encantaba que estuviera siendo así de dominante ya he dicho que tengo cierta debilidad por eso.

—No bajes la piernas baby— dice y su mano va a mi cuello otra vez un poco más fuerte pero sin llegar a ser peligroso.

Yo subo mis piernas lo mas que puedo mientras todo mi cuerpo se mueve por las bestiales sacudidas. 

—Daddy... ¿Puedo...correrme?— pregunto entre gemidos. 

—No. 

—Por... favor... daddy.... —suplico con los ojos entrecerrados. 

—No, aguanta. 

—No... No creo... creo...¡Qué pueda!— grite las últimas palabras sin poder contenerme.

—Hazlo. — es una orden la voz en que lo dice no deja lugar a dudas

Mi voz dulce esta vez no valió de nada, se inclina en mí, siento como va repartiendo mordidas y besando toda la piel de mi pecho, succiona en cada parte que muerde. Sé que quedaré todo marcado, solo espero que no sea en ninguna área visible.  La forma en que me besa es como si quisiera devorarme, estoy en ese punto donde ya no puedo pensar, donde el placer es tanto que mi mente está en blanco, estoy en un éxtasis en el cual quiero que use mi cuerpo como mejor le parezca y tengan por seguro que eso es justamente lo que hace como si fuera capaz de leer mis pensamientos. 

—Mírate como estas, te encanta que te folle. 

Solo respondo con gemidos y jadeos, pone su mano en mi cuello y luego la lleva a mi rostro apretando un poco. 

—¿Te encanta baby boy? —pregunta moviéndose más despacio — No puedo saberlo si no me dices. Y si no me lo dices no puedo seguir haciéndolo. —se detiene por completo. 

—¡Sí daddy me encanta que me folles! Por favor no te detengas. — grité presa del placer, de la necesidad de que siguiera entrando en mí, de que siguiera dándome ese placer del cual sólo él es capaz. 

Sin decir nada continuó, me dió una embestida bastante fuerte, a este ritmo vamos a romper la cama. 

—Adoro esa carita lujuriosa. ¿Y sabes que es lo que más me gusta de ella? Que solo yo puedo provocarla.— dice con su respiración entrecortada. Yo pienso lo mismo de su expresión, solo yo tengo derecho de verla y de provocarla, así como yo soy de daddy él es solo mío. 

—Baby boy puedes venirte. —me dice tomándome de las piernas sosteniendolas con sus brazos mientras sus manos aprietan mis glúteos, me corro casi de inmediato, la he estado conteniendo todo este tiempo. Él me sigue al corto tiempo vaciando todo en mí, después de unos segundos que bien pudieron ser minutos sale, me retira las esposas, se arrodilla en la cama y me llama con un gesto. 

—Quiero que lo dejes bien limpio baby boy— me dice sosteniendo su ahora semi erecto miembro. 

No lo había pedido antes, pero creo que ya estamos más allá de eso, por lo que lo hago con mi rostro de inocencia fingida sin dejar de mirarlo hasta lamer hasta la última gota de semen de él. Gian me levantó me tomó del rostro y me dio un apasionado beso, enterró sus manos en mi pelo tiró de él para acceder a mi cuello. 

—¿Cómo es que haces para ser tan delicioso baby? Me tienes loco. — dijo mientras besaba mi cuello, mis labios, cada parte de mí a la que tuviera acceso. Me fue inclinando hasta quedar encima de mi nuevamente, levanto mis manos por encima de mi cabeza y aprisionó mis muñecas con una de sus manos. Me besa de la misma manera mordiendo y succionando todo mi pecho, cada parte de mi cuerpo. Retiró las medias que aún llevaba para poder besar mis muslos y mis piernas, no hubo parte de mí que no recibiera sus atenciones.

Minutos u horas después estábamos abrazados exhaustos de todo lo que habíamos hecho. Estoy muy agradecido de que sea viernes y no tener que presentarme en la universidad en estas condiciones.

—¿Esta es en la parte en la que huyes?— preguntó mientras acariciaba mi brazo suavemente. 

Yo solo pude soltar una carcajada. 

—Me habías dicho que me olvidara de esa película. 

—Lo sé, pero... ¿Quieres huir? 

—¿Después de lo que hicimos? Nunca he estado tan convencido de algo como de lo mucho que me gusta estar aquí y sí fue intenso y me encantó. Oye en serio ¿Qué tomas para tener tanta energía? 

—Nada— respondió riendo. — Es lo mucho que me gustas que hace que no me canse. 

—Un día lograre dejarte como tú me dejas a mí.

Toma mi rostro por el mentón y me besa.

—Duerme ahora baby mañana tendrás todo el día para intentarlo.

Yo no iba a discutir sobre eso, el día había sido bastante largo para mí. Las preguntas se quedarían para cuando despertaramos si es que lograba recordarlas.

¿Saben que cuando uno tiene un crush está esa amiga que parece parte de la interpol y averigua todo acerca de tu crush? Yo vengo a ser esa amiga. Mi interés está puesto en una sola persona el maldito conejito que evitó que yo recibiera excelente sexo por parte de Gian y tuviera que conformarme con el baboso que está en mi cama.

Me levanto sintiéndome insatisfecho, no importa cuántas veces le digo como hacerlo él solo se la pasa con "No te quiero hacer daño Ema" "Eso te va a dejar marca Ema" y yo deseando que me abofetee, me ponga de rodillas y me haga atragantar con su polla. A veces me pregunto porque sigo con él. Camino hasta mi armario me pongo una bata tipo kimono sin anudar y al volver a mirar hacia la cama veo su escultural cuerpo y recuerdo que por eso estoy con él, eso y que nunca me dice que no. 

Es la primera vez que estoy con alguien de mi edad... Bueno en una relación "estable y seria" A veces pienso que debería ser un buen novio y olvidarme de la posibilidad de volver con Gian... Pero entonces él me llama o me lo encuentro y no puedo, no quiero negarme. Sé que lo único que quiere es descargarse conmigo sé que me utiliza como un depósito de leche y adios... pero yo fui quien se lo busco. 

Me dirigí a la cocina a prepararme un café y tomarme algo para esta horrible jaqueca que tengo, demasiados orgasmos en la fiesta y muy pocos en la cama. Sigo pensando en Gian como pasa cada vez que me lo encuentro, es un hombre que deja marcas en tu vida. Teníamos una hermosa relación y la forma en que me trataba era... era increíble tan atento y cariñoso y a la vez tan salvaje y dominante... pero carecía de tiempo, yo era joven, muy joven y estúpido. Gian no fue mi primera experiencia, obvio no, pero fue la mejor de todas, entonces yo tuve que ponerme de imbécil a querer castigarlo por no darme la atención que yo necesitaba y la mejor forma que encontré fue serle infiel... me perdonó la primera, el problema es que lo hice dos veces más por razones distintas, me perdonó la segunda, pero no la tercera. Se que actúe mal, no debí hacerlo, pero era tan joven. Así que termine arruinando los mejores tres años de mi vida por un folle que no fue tan bueno y de todos modos ni recuerdo bien. 

Me serví mi taza de café, voy de nuevo a la habitación a buscar mi teléfono y mi laptop tengo que averiguar lo que pueda del conejito. Gian no había vuelto a tener una relación con nadie después de mí, no es que se mantuviera célibe, pero por lo general solo eran cosa de dias, aventuras de una noche, esto es diferente, esto reduce cualquier posibilidad de reconciliación. No puedo permitirlo, la última vez que estuvimos juntos hablamos mucho de los viejos tiempos y puedo jurar que lo estaba reconsiderando. 

Tomé mi teléfono, tengo un mar de notificaciones, en su mayoría en agradecimiento por la fiesta. Me siento en mi cómoda silla giratoria en forma de trono enciendo mi laptop. Daniele así se llama el niño, es sobrino de Patricia así que su apellido debe de ser... ¿Cuál era el apellido de la bruja...? ¡Macri! Ya lo recuerdo sí se lo puse en el vibrador que le envié de regalo cuando pensó que enfrentarme era una idea inteligente.
Resulta que el niño es muy activo en redes sociales y no tiene nada privado el muy idiota. En poco tiempo sé que estudia arquitectura, que es becado, baila bien,  le gustan los dulces, es de un pueblito y hace un muy mal trabajo fingiendo ser heterosexual. Es un buen chico... demasiado bueno para Gian. 

Mientras estoy sentado con mi teléfono pensando en cuál podría ser mi plan de acción siento como mi "querido" novio me abraza por la espalda y me da un beso en la mejilla. 

—Buenos días mi amor. — dice con una sonrisa. 

—Buenos días Marco. ¿Ya te vas?

—Pensaba quedarme todo el día tu y yo juntos. 

—¡Que tierno de tu parte! — digo de manera dulce. —Pero no se va a poder tengo muchas cosas que hacer.

—Anoche me dijiste que se habían cancelado.— dice con más decepción que enojo en su voz. 

—Pues se descancelaron. Anda vete debes tener también cosas que hacer que no me incluyen así que Ciao. — me pongo de pie y me dirijo al baño que hay en mi habitación. 

—Por lo menos déjame ducharme. — dice siguiéndome. — Puedo ducharme contigo.— sugiere con su sonrisa de angel. 

—Tienes ducha en tu casa cariño, si te duchas conmigo me retrasar. — dije con una falsa sonrisa y cerré la puerta en su cara.

Me apoye de la puerta soltando un gran suspiro. En verdad quiero que Gian termine con ese niño, pero no por eso me voy a convertir en un villano estereotipado de novela, no quiero hacerle daño al chico, él a mí no me ha hecho nada y como dije se ve que es una buena persona, alejarlo de Gian sería hacerle un favor. No quiero hacer que terminen por la estupidez de que si él no es mio no es de nadie, quiero hacerlo porque en  verdad me llegué a enamorar de él. Quiero que las cosas vuelvan a ser como antes entre nosotros, quiero recuperarlo. Yo soy su mejor opción, su baby boy original y él es mi único daddy.

Me dejo caer deslizándome por la puerta... sin tan solo pudiera volver atrás en el tiempo jamás lo habría engañado, jamás habría cometido esas estupideces, pero no existe máquina del tiempo para enmendar lo que hice, solo me queda el intentar que vuelva a mí y demostrarle que estamos hechos el uno para el otro. 

Como pensé estaba lleno de marcas, tenía chupetones y mordidas en todo el cuerpo. Estoy mirándome en el espejo del vestidor, tengo un mapa en mi pecho. Estas son las marcas más fuertes que me ha dejado. También tengo la marca de sus dedos en mi cadera. Afortunadamente no tengo ninguna marca en el cuello... pero tendré que usar ropa cubierta porque todo lo demás está marcado, como si fuera de su propiedad. Después de tomar un baño me visto con una de sus camisas, tengo ropa aquí de tantas veces que he venido pero se lo mucho que a él le gusta verme así. 

Pretendo preparar desayuno para llevárselo a la cama cosa que no consigo ya que él se despierta y me abraza por la espalda besando mi cuello apretando mi cintura. 

—Iba a preparar el desayuno. 

—No hagas nada vuelve a la cama conmigo. 

—¿No tienes hambre daddy?

—De ti baby.— dice mordisqueando mi cuello. 

—¿Viste como me dejaste?— pregunté haciendo un puchero. 

—¿Cómo?

—Todo marcado como ganado.

— Si fuera como ganando tuvieras una sola marca aquí— dice apretando posando su ano en un lado de mi cadera, besa mi cuello nuevamente, yo inclino mi cabeza hacia atrás para darle mayor acceso. 

—Y me duelen las piernas por mantenerlas tanto tiempo arriba.  —dice con el mismo tono de voz.

—En ese caso debemos volver arriba, deja que daddy se haga cargo de ti— dice en mi oído con su voz ronca en ese momento comprendí que el desayuno podía esperar. Me levanto del piso y me puso sobre su hombro como si fuera un saco, no pude evitar reírme por como me llevaba cargado. 

Me lanzó en la cama una vez que llegamos a la habitación yo aún estaba muerto de la risa.

—Quiero saber cuál es tu rutina en el gimnasio me cargaste como si nada.

—No es la primera vez que te cargo— dice acostándose encima de mi.

—Pero si es la primera vez que me cargas así como un saco. ¿En serio que haces? ¿Pesas?

— Lo normal, además no pesas nada baby, no sé a dónde se va todo lo que comes.

—Tu eres el responsable de que no engorde ni una libra.

—A mí me gustas así— dice bajando despacio levantando la camisa, besa mi abdomen suavemente. — Eres perfecto.

—Exagerado, tú sí eres perfecto.

—No, estoy muy lejos de ser perfecto. — vuelve a subir mirándome a los ojos y me da un suave beso para luego recostar su cabeza en mí mientras yo acaricio su cabello despacio. Me gusta estar así con él.

Pero como ya dije cuando todo está muy bien es porque algo resultara muy mal. Como de costumbre terminamos besándonos yo aproveché para ponerme encima de Gian, pongo sus manos encima de su cabeza sosteniendolas por las muñecas, él me mira divertido. 

—Te dije que te iba a dejar como tu me dejas a mí. 

—¿No estabas adolorido?

—Siempre puedo jugar con daddy. 

Antes de que pueda hacer algo su teléfono personal suena, está en la mesita de noche a nuestra izquierda y puedo ver claramente lo que pone la pantalla. El corazón se me cae a los pies y siento esa opresión en el pecho, por unos momentos olvido como respirar. Baby boy 🍒

—Te llaman daddy.— dije en voz baja soltando sus manos.

—No contestaré. 

—No, es tu baby boy contéstale.

—¿De qué hablas Danny?— pregunta extrañado, yo estoy como pegado en donde estoy me tiemblan las rodillas, él toma el teléfono de la mesita de noche y una expresión de fastidio cruza su rostro.

—Es Emanuele. 

—¿Y porque lo tienes como baby boy en tu teléfono?— pregunté indignado. ¿Como me tiene a mí?

—Lo tenía agendado así, ni siquiera recordaba que lo tenía. 

—¿No vas a contestarle?

—¿Vas a caer en los juegos de Emanuele? 

Yo solo me quedo mirándolo. Él deja escapar un bufido de frustración y contesta poniéndolo en alta voz. 

—¿Qué quieres Emanuele? 

—Amanecimos de mal humor. ¿Qué tu conejito no te dio lo que esperabas?

—Eso son cosas que no te incumben. 

Yo lo miro atento sin decir nada. 

—Parece que estoy en lo correcto, yo puedo solucionar eso. 

—Tu no vas solucionar nada porque no hay nada que solucionar. ¿Qué quieres?

—No he dejado de pensar en ti. — dice con su voz melosa que me fastidia. —Te vi anoche y no puede evitar recordar nuestra última vez juntos. 

—Emanuele como te dije anoche ya tengo a alguien, no me interesas... tu tienes novio intenta ser una buena pareja por una vez. — le colgó la llamada. 

Yo sigo en silencio, él solo pone el teléfono en la mesa de noche, no borra el numero ni nada. 

—Ven aquí baby boy. — dice poniendo sus manos en mis caderas, yo no me muevo. —Danny no pongas esa cara, estoy aquí contigo es donde quiero estar, Emanuele es agua pasada. — se incorpora para besarme yo no respondo el beso. 

—¿Hace mucho tiempo que terminaron? 

—¿Por qué quieres saber eso?

—¿No puedes decírmelo? 

—Unos tres años. 

—Pero se siguieron acostando a pesar de haber terminado.— No lo pregunté lo afirmé.

— Sí.— dice con resignación. 

—¿Me puedes explicar como es eso de que solías salir con su madre? 

—Supongo que tendré que contarte. 

Yo asentí, no sé porqué, pero quería saber, tenía la necesidad de saber más de su relación con Emanuele. 

—Conocí a su madre en una reunión de negocios, tenía tres años divorciado de Patricia y cuatro desde que no vivía en la casa. Había tenido relaciones fugaces hasta ese momento, de hecho acababa de salir de una con una caprichosa y molesta modelo. — esto que me cuenta me hace recordar que Gian a salido con un montón de personas. — Nos entendimos ya que ambos éramos empresarios con poco tiempo, me dijo que tenía un hijo que estaba en un internado en Londres, yo le conté de mis hijos y sorpresivamente no terminamos teniendo sexo ese mismo día. Empezamos a salir a pesar de que ella tenía menos tiempo que yo. Un día que la acompañé a casa conocí a Emanuele que no tenía mucho que había regresado del internado, su madre no me lo había mencionado. Tuvieron una incómoda y extraña interacción donde puede apreciar lo mucho que parecía detestar a su madre.

»Para no abundar más ella y yo nos veíamos poco mayormente en su casa donde en más de una ocasión nos quedamos Emanuele y yo solos. No actuaré como un santo y diré que no me sentía atraído a él, porque sí lo hacía pero me contuve porque sabía lo mal que estaba, como sabía que estaba mal responder a sus nada disimulados coqueteos. Ella organizó un viaje para esquiar en Suiza donde nos dejó solos de nuevo porque se le presentó algo en Milán... esa noche tuvimos sexo por primera vez. Me sentí una basura al día siguiente, más porque me gusto. 

»No podía mirarla a la cara después de lo sucedido. Le dije a Emanuele que lo que pasó en Suiza no podía repetirse... pero se repitió. Terminé con su madre e intenté poner distancia entre él y yo, pero seguimos cayendo hasta que decidimos tener una relación. —dice finalmente.

No sé para qué quise saber eso por alguna razón no me siento bien. 

—¿Y porque terminaron?

—Me fue infiel... tres veces, lo perdone las primeras dos, pero la tercera fue demasiado. 

—Si lo perdonaste tantas veces es porque lo amas. 

—No lo amo. 

—¿Lo amabas?

—No lo sé, tal vez. ¿Baby en serio porque quieres hablar de todo esto? 

—Simple curiosidad. — dije bajando de él y poniéndome de pie. 

Él se paró de la cama me abrazo por detrás. 

—Mi conejito solo te conté esto porque lo querías saber. No le des la satisfacción a Emanuele de arruinarnos el día. — dice dándome cortos besos en el cuello. De la manera menos sexy y más embarazosa posible se rompe la tensión del ambiente: Mi estómago gruñe. 

—Tienes hambre. 

—Un poco sí— digo en voz baja un poco avergonzado. —Iré a preparar algo. — dije dirigiéndome a la puerta Gian me detiene sosteniéndome de la muñeca.

—No tú descansa. Iré a comprar algo. 

¿Por qué de pronto quiere salir? ¿Por qué quiere que me quede? Esto no me gusta nada. 

—No es necesario. 

—Quiero traerte algo especial baby. — dice poniéndose frente a mi tomando mi rostro entre sus manos. 

—OK— digo de mala gana, no debo pensar mal de él, no me ha dado motivos aún. 

Él se viste ante mi atenta mirada, quiero ver que tipo de ropa elige, así puedo saber si tiene planeado ir a ver a alguien... Daniele controlate. Se pone unos jeans, camiseta blanca sencilla, una chaqueta gris y una gorra... como si andara de incógnito. Se sube a la cama, me besa en los labios, un suave y corto beso. 

—Vuelvo enseguida.

Yo solo asiento, puedo escuchar la puerta cerrar cuando se va. Intento decirme a mí mismo que solo va por algo de comer, que tal vez el lugar a donde va no tenga servicio a domicilio que debo de tranquilizarme.

Tomé mi teléfono para distraerme, tengo varias notificaciones de instagram... una de ellas es que ¿Emanuele empezó a seguirme?¿Debería bloquearlo? Mi curiosidad hace que entre a su instagram... tiene muchísimos seguidores. En su descripción veo que es organizador de eventos, tiene una compañía de eso; Angel's events. Todas sus fotos son fantásticas, se ve mejor que yo eso no lo puedo negar. Hay fotos con personas famosas... él es mucho más interesante que yo... entre las fotos veo que tiene un tatuaje de dos cherrys en un lado del bajo vientre justo debajo de los piercings que tiene en las caderas... Cherrys como el emoji que Gian tiene al lado de su nombre... No borro el numero. ¿Debería pedirle que lo haga? ¿O sería muy obsesivo de mi parte?

Mejor no sigo pensando en Emanuele, él no puede volverse un obstáculo en nuestra relación... Pero para mí sorpresa me sigue en otras redes... ¡Hasta en Tik tok! Y eso que no subo casi nada solo me hice una cuenta para seguir a Stefano y terminé haciendo como dos vídeos con él.

¿Por qué lo hace? ¿Qué consigue él con esto? Molestarme seguramente, no puedo dejar que lo haga.

Gian tarda demasiado. No sé a dónde iba, ya estoy empezando a preocuparme de nuevo, no es que piense que le sucedió algo es que pienso que puede estar con alguien más, con alguien muy específico. Bajé las escaleras porque ya estaba harto de estar en el cuarto, salí al área de la piscina a tomar aire para calmar mi mente exaltada. Me llega un mensaje de Chiara. 

Hola Danny hiciste el reporte de Historia? de ser así me lo prestas. 🙏🏻😅

Claro

Entonces recuerdo que dejé mi bulto con mi laptop y todo en casa de Bella, debo ir a buscarlo también tengo deberes de la universidad. 

Perdón Chiara estoy en casa de Gian y no tengo mis cosas conmigo desde que busque mi laptop te lo envio. 

😍 Espero no haber interrumpido  😱

No interrumpiste

Escucho la puerta abrirse 

Te escribo al rato. 

Diviértete sé que lo harás. 😏👉👌

Chiara es todo un caso, voy hasta la cocina donde Gian está poniendo las bolsas de comida. 

—Disculpa la tardanza, pero quería traerte algo especial.

Yo me limito a mirarlo desde el umbral de la cocina, buscando indicios de si pudo estar haciendo algo distinto a lo que dice, él se vuelve y me mira.

—¿Qué pasa?

—Nada— respondí negando con la cabeza

Él se acerca a mí rodeándome por la cintura. 

—Eso díselo a alguien que no te conozca. ¿Es por la llamada? 

Yo desvío la mirada, él me sostiene el rostro por el mentón.

—Ya no hay nada entre Emanuele y yo. 

—Pero lo tienes guardado como baby boy... — dije en vo baja. 

—Si quieres puedo eliminar su número. — dijo sacando el teléfono.

—No, no quiero ser una pareja tóxica.

—Tienes razon no debería tenerlo guardado así, en verdad no lo recordaba. Emanuele no es alguien que ocupe mi mente. — veo que borró el numero. Me siento mucho mejor. 

—¿Y qué trajiste para almorzar?— Pregunté intrigado.

Él señaló las bolsas que trajo. Es un restaurante de comida coreana al que me llevó una vez que salí muy tarde de la universidad. Nunca había probado comida coreana y me encantó. Sacando los platos veo que trajo mis favoritos. 

—¡Daddy gracias!— exclamé emocionado.

—No solo eso tambien traje algo más. 

—¿Qué?— pregunte.

Panna cotta con fresas de mi restaurante favorito. Ok eso sí me hizo recuperar el ánimo. Me acerqué y lo besé efusivamente, los postres te hacen ver la vida desde una mejor perspectiva.

Comemos ahí en la cocina, yo olvido todo el drama con Emanuele. Después de dejar todo en orden tome mi postre y me senté en nuestro sillón muy cómodamente a disfrutarlo, Gian se sienta a mi lado. 

Tomé la pequeña cuchara y la primera porción se la dí a Gian en la boca.

Yo procedí a tomar una cucharada, al sentir el sabor en mi boca dejé escapar un gemido mientras cerraba mis ojos, cuando los vuelvo abrir veo su mirada intensa

–¿Qué?–pregunté con la cuchara aún en la boca y una mirada de nada fingida inocencia.

Él procedió a quitarme la cuchara de la boca y cubrió mis labios con los suyos, me beso suavemente me encanta cuando lo hace, me inclinó en el mueble lo que causó que el postre ensuciara mi camisa (bueno su camisa)

—¡Ay no baby boy! Se ensució la camisa vas a tener que quitártela.

Yo sonreí juguetonamente coloqué el postre sobre la mesa de centro y procedí a quitarme la camisa quedando en ropa interior, tome el postre una cucharada del postre y procedí a untarlo en una parte de su camiseta.

—¡Que descuidado soy! Daddy ensucie tu camiseta no hay más remedio que quitártela.

Él sonrío con complicidad y se quitó la camiseta, Yo también sonreí complacido, tome otra cucharada hice además de que me la iba a llevar a la boca pero la deje caer "Accidentalmente" en los pantalones de Gian.

—¡Ups! Que torpe soy también los pantalones se tendrán que ir.

Sonrío maliciosamente esta vez, se puso de pie lentamente, se quitó los pantalones. no sé porque me gusta tanto verlo desabrocharse, volvió a sentarse quedando frente a mí, yo estaba recostado disfrutando mi postre cuando una idea malévola cruzó por mi mente, me senté y tome una cucharada de postre y la unte en su cuello, me acerque sin decirle nada ante su mirada de sospecha y lamí su cuello lentamente despacio, aun después de terminarse todo rastro de Panna cotta de su piel seguí saboreando.

—¿Baby boy que pretendes?

— Quiero jugar con daddy— dije con mi voz dulce poniendo mis brazos alrededor de su cuello.

—¿Y crees que puedas después de lo de anoche?

— Te dije que baby siempre puede jugar con daddy.

Nos besamos suavemente al inicio, subiendo la intensidad lentamente, siento como la excitación empieza a levantarse entre mis piernas, Gian se acuesta encima de mí, mis piernas se entrelazaron en su cintura, sus manos recorrían mis muslos, deteniéndose en mis glúteos apretándolos, sus manos quitaron mi ropa interior, las mías viajaron al mismo lugar despojándolo de su ropa interior por igual.

Se separó de mí, se quedó unos instantes mirándome.

—Eres tan hermoso Baby boy.— dijo mientras acariciaba mi abdomen suavemente.— En verdad te deje todo marcado, así te ves aun mejor. 

Volvió a besarme, sus manos volvieron a mis glúteos separándolos, jugando con mi entrada, acariciándola suavemente con sus dedos.

Mis gemidos no se hicieron esperar, la fricción de nuestros miembros al rosarse aumentaba mis gemidos.

— Te... quiero... dentro de mí. — no estaba al borde de la locura, ya estaba en la locura.

— ¿No te estas olvidando de algo?

—Por favor daddy.

Él sonrío de forma malévola.

Solo diré que Gian compra muebles de calidad, de lo contrario ese mueble hubiera quedado inservible con lo que hicimos. 

Llegué a casa de Piero en horas de la tarde, decidí traerle el bulto a Danny ya que sé como es de aplicado con la universidad y aquí están sus cosas. Tal vez debí de traerlo antes, pero... no recordaba que lo había dejado allí. Toque el timbre del apartamento de Piero, un sonriente Dante me abre la puerta. 

—Bella que gusto que vengas.— nos saludamos con besos en la mejilla— Llegaste a excelente momento Piero está terminando de cocinar quédate a comer. 

—Gracias.— Entro siguiendo dejo el bulto de Danny en la sala y sigo a Dante hasta la cocina donde esta mi primo Piero con un delantal—Vine a traerle sus cosas a Danny. ¿Dónde está?

Piero y Dante intercambian una mirada parecían nerviosos. 

—Salió a comprar algo

—Fue a buscar algo a la casa

Ambos dieron una versión diferente de donde estaba Daniele. 

—Fue a la casa y a buscar algo y luego pasaría por la tienda a comprar unos materiales que necesitaba— responde Piero como si yo no lo conociera y no supiera que es el maestro en inventar excusas.

—Bien, lo voy a llamar— digo sacando mi teléfono. 

—No, él dejó su teléfono aquí. — dice Dante de pronto mirando disimuladamente a mi primo. 

Yo guardo el teléfono. 

—Ok, supongo que lo esperaré, como sea Dante me invitó a comer. 

Están nerviosos no es impresión mía. ¿Dónde estará Danny? No puede andar con Stefano porque no me lo ocultaría. Esta haciendo algo que yo no puedo saber. ¿Qué será? ¿O mejor dicho con quien? Pero me dejaba de llamar Isabella di Castello si no lo averiguaba. Dante va a llevar los platos a la mesa. 

—Yo los llevo— dije tomandolos de sus manos, me dirigí al comedor con los platos, los puse en la mesa inmediatamente Dante regreso a la cocina saqué mi teléfono. ¿Danny dejar su teléfono? Más fácil se deja el en un lugar. 

Danny dejaste tu bulto en mi casa avísame cuando vayas a pasar por él. 

Enviado el mensaje organizo los platos en la mesa. Los ayudó a llevar el resto de las cosas. Yo actuó normal, años de vivir con mi tía y mi abuela me han hecho una perfecta actriz. No menciono más a Danny pero me fijo en la forma de comportarse de ellos. Mi teléfono suena con un mensaje. 

D: Gracias Bella los buscaré más tarde.

B: Sigues en casa de Piero?

D:No. Estoy con un amigo. 

B: Stefano? 😏 Amaneciste con él?

D: No Amanecí en casa de Piero y luego salí temprano en la mañana 😅

—¿Y hace mucho que Danny se fue?

—No, unos diez minutos antes de que llegaras.— responde Piero

Me estaban mintiendo tanto Danny como Piero y Dante. 

B: Estás en casa de Stefano? Te los puedo llevar

D: No te molestes en serio. Yo paso a buscarlos en un rato. 

B: No me molesta no iba a hacer nada hoy.

—¿A quién le escribes?

—A Daniele al teléfono que me dijeron que se le quedó. Ya lo sé.— dije mirándolos seriamente con esa expresión que ponen las madres cuando piden una explicación.

Dante abre los ojos tanto que creo que se van a salir de su cara y deja caer el vaso que estaba agarrando de la impresión.

—¡Qué! No él no te puede haber dicho— dice sin siquiera reparar en el jugo que se derramó en la mesa. Definitivamente no esta con Stefano... Lo que me lleva a pensar. ¿Será? ¿Será lo que Alex estaba pensando? En verdad después de la conversación que tuvimos en  el yate comencé a pensar en que podía ser posible. 

—Iré a buscar algo para limpiar esto.— dice Piero poniéndose de pie.

—No sé porque se sorprenden chicos tengo una gran capacidad de deducción, es obvio que lo iba a saber y Danny no se podía negar...

—No queríamos mentirte es que Danny no quería que se supiera... 

Eso es sigue hablando Dante.

—No quería que supieras que tenía una cita porque a veces te pones pesada fangirleando.— dice mi primo desde la cocina. 

¿Cita entonces sí anda con Stefano? No lo sé, no me convence del todo. 

Piero se puso a limpiar la mesa impasible, yo solo lo miraba. No descubriría nada él era muy bueno fingiendo. 

—Yo no me pongo pesada. 

—Mi yo de la preparatoria quisiera discrepar. 

—Tenía quince no me juzgues. 

En ese tiempo yo shippeaba hasta las piedras.

B: Danny no tenías que ocultarlo ya lo sé 

D: Qué?  de qué hablas? Yo no te oculte nada no entiendo. 

B: Estoy en casa de Piero, ya lo se. 

D: Te dijo? me prometió que no le diría a nadie! Espero que no te enojes 

D: No estaba listo aún para decirles.

D: No me odies.

D: No le digas a Alex por favor. 

¿Alex? ¿Por qué Alex no podía saber de su cita? Ella no anda fangirleando como yo. A menos que no sea una cita y Danny esté haciendo otra cosa.

B: Tranquilo no le diré y no te odio.

Debía de ser lo que sospechaba y había un solo modo de saberlo, me puse de pie. 

—Gracias por la comida estuvo buena, no sé porque Danny hizo tanto drama por una cita. Los dejo tengo cosas pendientes. 

Me despedí con besos de ambos, tome el bulto de Danny. Si no era como pensaba no pasaba nada, pero tenía que saberlo. 

🔑🔑
🔑

Aún conservaba la llave de cuando vivía aquí, de hecho todos la conservamos en caso de emergencia, eso le dijimos a mi tío cuando quería sus llaves de vuelta. Abro sigilosamente la puerta, no escucho nada en el lobby, abro la puerta que da acceso a la sala y los escucho.

—... Es que creo que ya todos lo van a saber.— era la voz de Danny. 

—Ya baby boy no te sigas martirizando con eso, te dijo que no estaba enojada. 

Mi corazon se acelero... ¡Oh por Dios! Es cierto, es cierto, están juntos, son pareja... Pude verlos sentados en el sofá, no estaban en ninguna posición comprometedora... bueno no tanto ya que Danny tiene el rostro enterrado en el pecho de mi tío que lo está rodeando con sus brazos. Este último me ve.

—Hola Bella. — dice mi tío con naturalidad pero el pobre Danny se despega a gran velocidad de mi tío. 

—Bella.— dice nervioso.

—Te va a dar un infarto Danny.— digo un poco divertida por su reacción.  

Yo me siento en un sillón frente a ellos, mi tío se pone de pie.

—Yo me voy a preparar un whisky. ¿Quieres algo Bella?

—Cualquier tipo de jugo estaría bien.

—¿Y tu baby quieres algo?

La cara de Danny se enciende al ser llamado así frente a mi. Es tan lindo mi primo.

—No. — responde negando con la cabeza.

Un silencio incómodo cae entre nosotros, un silencio que nadie sabe com llenar. 

—Traje tu bulto. 

—Gracias. 

Otra vez estamos en silencio. Es raro ver a Danny tan callado conmigo.

Mi tío reaparece con las bebidas, yo tomo el vaso de su mano, me tomó un pequeño sorbo.

—¡Hmm! jugo de Arándanos delicioso. Veo que los sigues comprado... ¿Es por si aparecemos de sorpresa? A ti no te gusta— digo sonriendo.

—No, es porque a Danny le gusta.
No los espero les dije que si venían sin avisar podían encontrarse una escena que los perturbe en la sala. 

—Por cierto ¿Cómo entraste Bella?— pregunta Danny entre cerrando los ojos.

—Tengo llave al igual que mis primos solíamos vivir aquí.

Veo que Danny pone cara de susto.

—¡¿Qué?!— exclama sorprendido. — ¿Es decir que tus hijos, mis primos podían entrar por esa puerta en cualquier momento?

— Les dije que no vinieran sin avisar. — responde mi tío muy calmado.

— ¡Eres... Un Ahhh!— exclama Danny golpeándolo en el brazo. — Tenías que decirme.

—Te ibas a poner histérico.

—Y con razón.

—Son tan lindos— dije mientras los miraba sonriendo. —¿Desde hace cuanto están saliendo?

—Casi tres meses.

Eso en verdad me sorprendió.

—No me esperaba que tuvieran tanto tiempo juntos. Y yo que te shippeaba con Stefano todo este tiempo.

—No menciones al niño ese. — dice mi tío con gesto de fastidio.

—¡Estás celoso que lindo!

—¿No tenías que irte Bella?

—¿Me están botando tío?— pregunté intentando sonar herida.

—Sí— responde sin inmutarse

— Me hieres. Por cierto no se enojen con Piero, él no me dijo nada se mantuvo negándolo hasta el último minuto. 

—¿Entonces cómo es que tu...? Empezó Danny

Yo procedo a contarles como lo deduje.

—No le dire a Alex pero saben que se va a enojar cuando se entere. 

Danny deja caer su cabeza en sus manos .

—No quiero que me odie. 

—No te va a odiar. Se va a enojar porque no se lo han contado. 

—Es que después de su conversación en el yate confirme mi miedo de que ella no estaría de acuerdo.— dice Danny en voz baja.

—Le he dicho mil veces que somos adultos y no estamos haciendo nada malo.— dice mi tío dándose un trago de whisky. —Y ustedes cómo mis hijos tienen que aceptarlo.

Sonrío, siempre lo hago cuando me cuenta entre sus hijos.

—Tienes razón. Alex terminaría aceptandolo, ya sabes como es.

Danny levanta un poco la cabeza.

—Anímate— le dije guiñándole un ojo. — Yo me encargaré de que Alex no se entere hasta que estés listo para contarle. — me puse de pie.  — Los dejare solos, tres son multitud. — dije con una sonrisa despidiéndone de ambos son besos en la mejilla. Mientras bajaba en el ascensor pienso en que al final lo que Alex pensó resultó cierto, solo espero que me perdone por no contarle. 

—Te dije que no tenías de que preocuparte.— dice Gian desde la cocina.

—No sé, me siento triste y aliviado al mismo tiempo.— dije tirado en el piso mientras trabajaba en mis deberes universitarios.

—¿Cómo es eso?— preguntó sentándose en nuestro sofá.

—Aliviado porque Bella lo sabe y no se enojó, triste porque ahora Bella le mentirá a Alex.

—Te preocupas demasiado.

Era cierto que tenía esa mezcla de sensaciones, pero no podía confesárselo a todos aún no está listo.

Los días continuaron normales. Bella como prometió no dijo nada y yo estoy muy agradecido con ella. Entré Gian y yo no sé volvió a tocar el tema de Emanuele, pero no podía negar que de vez en cuando miraba sus publicaciones por pura casualidad cuando revisaba mis redes.

Las cosas andaban bien pero como dijo Deadpool en su película: "La vida es una serie interminable de desastres con intervalos breves, como comerciales, de felicidad" y los míos se estaban terminando.

Lo prometido es deuda.
Primer capítulo de los dos de hoy.
Él próximo lo estaré subiendo más adelante o en la madrugada.

Gracias a todos por leer y votar.
Aclaraciones en el próximo capítulo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top