Capítulo X: 💋"Make daddy proud P.T I💋"

Lunes día de las compras y día en que no vería a mi daddy.

Me despierto con un gran dolor en todo el cuerpo, en especial en mi cadera, supongo que es por la intensa sesión que tuvimos ayer. Al verme en el espejo confirmo mi teoría al ver todos los chupones y mordidas que tengo en el cuerpo, por suerte ninguno es visible con la ropa, de lo contrario pensarían que estuve en una orgía, incluso en mi cadera tengo la marca de los dedos de lo fuerte que me agarro. Si los bailes lo ponen así... debí de hacerlo antes. Sí me duele el cuerpo hoy y tengo marcas lo sé... pero... fue el mejor sexo que hemos tenido hasta ahora. 

Como de costumbre tengo el mensaje de las cinco AM de Gian. Quiero saber que es lo que toma para tener tanta energía. 

Ten un excelente dia baby boy. Te llamaré cuando pueda.

Daddy me duele todo, me dejaste lleno de marcas 😫

No responde y no me sorprendo, tambien tengo mensajes de Stefano que decido ignorar. No quiero dejarlo en visto, tampoco quiero borrar su numero... Stefano no es un mal chico, ha sido muy amable conmigo y estuvo ahí cuando lo necesite, la única razón por la cual no hablo con él es porque Gian me lo prohibió...  supongo que debí de imaginar que este tipo de situaciones podían suceder al estar en una relación de este tipo. Suspiro aun mirando el mensaje de Stefano, me levanto de la cama, debo arreglarme para bajar.

Estoy terminando de desvestirme cuando tocan mi puerta, es una chica de servicio y ¿Cómo adivinaron que Gian me mando otra cosa? Esto está poniéndose peligroso hará que nos descubran. Las mucamas de seguro ya se han de estar preguntando porque recibo tantas cosas y quien me las manda. ¿Y si se lo comentan a mi tía? ¿Que voy a decirle? ¿Finjiré que tengo una sugar mommy? Abro el sobre, es muy delgado ¿A que no saben que tiene dentro?

Una tarjeta y no una tarjeta de crédito cualquiera, una tarjeta platinium ¿En serio? Es decir que él ya planeaba darmela porque una tarjeta no es algo que te den de un día para el otro.

Decidí llamarlo ya que quería escuchar lo que tenía que decirme sobre esto.

El teléfono sonó varias veces, de hecho tuve que llamar más de una vez para dar con él. 

—Hola baby boy

—Daddy—dije con una pequeña sonrisa su voz siempre causa estragos en mi.

—¿Entonces estas todo marcado?— dice con un tono divertido, puedo imaginar la sonrisa petulante que debe tener en estos momentos.

—Sí, estoy lleno de marcas y mordidas — digo con mi voz de niño berrinchudo, lo escucho reír del otro lado de la línea, su risa me encanta, pero a enfocarme que no estamos en eso.—Gian podrías explicarme por que me mandaste una tarjeta de crédito.

—¿Estas solo cierto?

—Sí ¿Porque?

—Pensé que no ya que no me estas llamando daddy. 

Yo suspiro pesadamente.

— Lo siento daddy. ¿Me explicas lo de la tarjeta?

—Baby ¿Que me dijiste ayer? Que comprarías los trajes con las chicas ¿No?

— Sí... pero no te estaba pidiendo dinero para eso, además esa no es la razón porque debiste de haberla pedido antes.

— Sí la pedí con anterioridad, use mis influencias para que me la dieran con más rapidez, es una extension de la mía. Ya te lo explique necesitas dinero para tus cosas.

—Pero daddy...

—¿Que hablamos sobre replicarle a daddy?

— No debo contradecir a daddy— digo con un tono de niño malcriado.

—No me gusta ese tonito de malcriado, compórtate como un buen baby. Ahora daddy está ocupado y no puede atenderte.

—Bien. 

 — Te llamo más tarde baby boy. Besos. 

Y así sin más termino la llamada. 

Está bien se supone que el es mi daddy, es decir que se supone que me dé cosas ¿Qué diablos está mal conmigo? Esto es lo que se supone que suceda entre nosotros. Acepte ser su baby por lo mucho que me gusta ese hombre desde que lo ví, pero seguramente él está acostumbrado a este tipo de relaciones, lógicamente. 

Miré la tarjeta nuevamente con un largo suspiro la guarde en mi billetera, después de todo no me viene nada mal.

💋💋

💋

Isabella paso por Alex y por mí a eso de las diez de la mañana y enfilamos de inmediato hacia el cuadrilátero de la moda, en donde compraríamos los trajes. Al llegar al cuadrilátero de la moda sucedió algo muy curioso. Dante nos estaba esperando frente a una tienda, lo curioso es que el estaba parado debajo de un cartel que tenía su imagen, el estaba mirando hacia un lado al igual que en el cartel. Las personas que pasaban miraban a todos los lados para ver si no estaban grabando alguna campaña publicitaria. No se si lo hizo a propósito, pero lo mas probable es que si porque ¿Quien no se fijaría en un enorme cartel con su foto en el? 

Luego de estacionar el auto caminamos hacia el.

—Hola guapo ¿Me das un autógrafo?—Pregunta Isabella.

—No, a ti te lo vendo.

Él sonrió, debo admitir que mi primo tiene un buen gusto., ese chico es muy apuesto y tiene una linda sonrisa, sí me fijo mucho en las sonrisas de las personas. Entramos a la tienda y como ya deben de saber es una tienda hot couture donde las chicas buscaran sus vestidos para el evento. Me veo transportado al dia que llegue a Milán y de inmediato me llevaron a este mismo lugar. Somos atendidos por una joven muy servicial que ayuda a mis primas a escoger entre los trajes.

—Ven vamos a sentarnos Danny, de todos modos nos usaran de jueces. 

Nos sentamos en unas sillas frente a los vestidores para esperar a que se cambiaran y nos muestren los vestidos.

—Después iremos a comprar nuestros trajes.

Yo asiento. Dante se me queda mirando fijamente o no se si es mi impresión, yo me siento un poco raro, estamos en un silencio incómodo donde no se que decir.

—¿Y... hace mucho que sales con mi primo? — Hago esa pregunta no porque sea entrometido si no porque no se que mas decir.

—Nos conocemos desde hace cinco años, bueno fuimos novios cuando yo tenía dieciséis, él tenía diecinueve y terminó terriblemente mal. Mi padre es homofóbico y mi madre muy sumisa ante el. Tu tía se entero de lo nuestro y tuvo la genial idea de contárselo a mi padre, como yo era menor ya te imaginas lo que pasó. Mi padre me envió a un internado exclusivamente masculino— Esboza una pequeña sonrisa al decir esto o lo imagine. —Piero y yo terminamos, luego volvimos... Una larga y complicada historia. A las chicas las conocí a traves de él.

—Estoy un poco enojado con él, porque me presento como su amigo el dia que te conocí. Creo que lo hace porque estábamos en  casa de su madre y el quiere estar en buenos términos con ella... Si es que eso es posible. — Dice esto un poco ausente.

Las chicas llegan con unos cuantos vestidos en las manos.

— Vamos a probarnos estos— Dice Alex —En un momento salimos.

—Yo ya no sirvo para tener una relación oculta. Es mucho estrés. ¿Cierto Danny?

Yo lo miro entre sorprendido e intrigado.

—Yo este... ¿Como podría saberlo? — Estoy nervioso sobre todo por la mirada inquisitiva que recibo de Dante. El no puede saber nada, es decir no tiene como saberlo.

En eso salen mis primas con los primeros trajes, son muy hermosos, Alex lleva uno dorado corte sirena que se ajusta a su figura, Isabella lleva uno rojo con una abertura del lado izquierdo y un pronunciado escote en la espalda.

—¿Qué les parece chicos?

—Están bellísimas.

—Me parecen muy bien... ¿van a probarse otros?

—Pues sí solo para estar seguras.

Así nos pasamos media hora en la que ambas se midieron tres trajes más.

Isabella se decidió por un traje negro con aplicaciones de encaje y transparencias en el área del pecho, la falda es en corte sirena con una apertura en el lado izquierdo y un provocativo escote en la parte de atrás. Alex optó por un vestido verde corte sirena con aplicaciones de encaje el la larga cola y la espalda descubierta, ambas estaban preciosas. Nosotros les dimos el visto bueno, no que lo necesitaran, pagaron y fuimos a buscar los trajes para nosotros.

Entramos nuevamente a una tienda exclusiva, la dependienta se emocionó mucho de atendernos tal vez porque Dante estaba en las vallas publicitarias de esa tienda. Escogimos varias piezas de ropa y a los vestidores, mis primas sirvieron de jueces. Nos probamos unos cuantos antes de decidirnos.

Quiero aclarar que la ropa masculina no debe ser aburrida es una mala concepción que tienen las personas de querer encasillar lo masculino en el mismo traje negro aburrido cuando se puede experimentar con los colores, texturas etc.

Cada pieza que Dante elegía la modelaba como si estuviera en una pasarela y se tiraba su respectiva selfie, de hecho toda nuestra salida fue documentada en Instagram. Al final Dante escogió un smoking rojo vino con las solapas de la chaqueta negras, pajarita rojo vino igual, una camisa negra, estaba de portada de revista. Yo escogí uno Navy blue con pajarita negra y camisa blanca.

Fiel a su palabra Dante compró el traje de mi primo algo muy sobrio, el clásico smokin blanco y negro.

Todo bien hasta a la hora de pagar. ¿Como explicarle a mis primas que tenía una tarjeta? O ¿Cómo evitar que decidieron pagar? Porque después de todo yo no tenía de donde sacar los mil euros que valía el traje.

Lo dicho mi cara denota mis sentimientos porque Dante me tira un brazo por los hombros y se dirige conmigo a la caja.

—Vamos Danny yo pago aquí me hacen descuentos— dice mientras me lleva a la caja.

Ya en la caja se acerca a mi.

—En realidad me hacen descuentos... Pero si quieres pagar tu... puedes hacerlo—me dice en voz baja. — No te preocupes yo no diré nada.

Yo lo miro anonadado... ¿Como él...? Él solo me guiña el ojo con picardía. Esto crea un mar de preguntas en mi cabeza. De todos modos pago. De ahí a buscar los accesorios y Zapatos. Pensé que solo compraríamos la ropa para la fiesta pero con Isabella y Dante eso no es algo posible, así que compramos más cosas. Tener la tarjeta fue beneficioso después de todo ya que también compré un par de cositas para mí. Dante me ayudó todo el tiempo ha que no tuviera que dar explicaciones sobre el pago ya que siempre entretenía a mis primas con algo.

No duramos tanto como mi primer dia, almorzamos juntos. Yo todo el tiempo me la pasé preguntándome cómo era que Dante parecía saber que yo tenía algo con Gian. aunque no tuve el valor de preguntarle. Al terminar Dante tomó un Uber, Isabella nos llevó a la casa se marchó de inmediato a la empresa. 

Subimos a dejar los paquetes, no tengo mensajes de Gian, pero sí de Stefano. Me siento mal por no responderle, prefiero ignorarlo que bloquearlo o peor decirle que por Gian no hablo con él. El día pasa lento para mi, aunque la casa sea un nido de actividad. Por fin hablo con Gian en la noche, tarde como a las diez. Se ve que tuvo un día muy ocupado, pero ¡Hey para eso está su baby! para desestresarlo y aunque no puedo estar con él físicamente puedo hacerle un pequeño show de conejito.

🍭🍭
🍭

Los días antes de la cena pasan bastante rápidos, no mucho sucede, bueno de hecho pasaron unas cuantas cosas destacables y ambas suceden el mismo día, un Miércoles, los miércoles para mi son un dia insípido mitad de semana cuando estás harto de la rutina pero aún falta para el fin de semana. Estaba tranquilo después del almuerzo leyendo, porque no soy como los otros chicos porque leo libros (Inserte voz de adolescente) cuando recibo una llamada de mi daddy.

—¡Daddy!

—Baby boy. ¿Que estas haciendo?

—No mucho, leía.

—¿Algún libro interesante.?

—Más o menos es romance y fantasía urbana... ¿Y tu estas muy ocupado hoy?

No veía a Gian desde el domingo.

—De hecho estaba aquí en la oficina tomándome un coñac para relajarme pero no lo he conseguido.

Yo sonrío maliciosamente aunque no pueda verme.

—¡Que mal daddy!.—ya saben el tono que use. 

—Entonces pensé que lo único que me puede relajar en estas circunstancias es mi baby boy. Así que quiero que vengas a la oficina.

—¿Qué?¿A la oficina?

—Sí, ya mande al chofer a buscarte.

—¿El chofer? Pero...

—¿Qué hablamos de replicarle a daddy?

—OK, Ok, me voy a preparar, solo dile que no entre por favor.

—Esta bien le dire que te espere afuera. Te espero baby boy.

Yo subí frenéticamente los escalones a ponerme una ropa decente pues estaba en shorts y camiseta. Aunque me cambie rápido debajo de los jeans me puse las medias rosa con lazos, ropa interior de encaje, me puse un hoodie rosa con orejitas de conejo que compre el lunes, perfume, brillo labial sabor cherry y corrí escaleras abajo, en efecto al salir por el portón ahí estaba el chofer hablando plácidamente con el seguridad de la puerta, me saluda muy amable y me abre la puerta.

Mientras voy de camino me pregunto que pensara el chofer de que su jefe me mande a buscar con él tan a menudo. ¿Se imaginará la naturaleza de nuestra relación? Supongo que sí además debe de estar acostumbrado a llevar a los amantes de su jefe. Sí eso también ronda por mi cabeza... ¿Cuántos baby boys o baby girls habrá tenido Gian? Según mi tía ha tenido miles de aventuras de una noche, aunque esos no serían sus babys... También me pregunto... ¿Estará Gian con alguien más? Es decir ¿Se acostara con otras personas además de mi? No, no creo no tiene mucho tiempo para nada. Sacudo mi cabeza no quiero pensar en eso.

Llegamos al grupo di Castello, subo hasta la oficina de mi daddy, ahí está Bianca quien me recibe con una sonrisa y me hace pasar a la oficina. Gian está sentado en su escritorio con una copa de coñac en la mano, desde que entro me hace señas para que me siente en sus piernas. Desde que me siento sus manos van a mí trasero, apretándolo, yo pongo mis brazos en su cuello.

—Tenía tantos deseos de verte baby boy.— me besa.

—Igual y daddy, de hecho tengo algo para ti.

—¿Sí? ¿Que podría ser?

—Espera aquí— digo me bajo de sus piernas y me dirigo hacia el baño que hay en su oficina, término en ropa interior con el hoodie, las medias, regreso y me siento a horcajadas sobre él.

—Baby boy... ¿Quieres acabar conmigo? Estas para comerte aquí mismo.

Gian besa mi cuello mientras sus manos masajean mis nalgas. Sus manos entran por mi ropa interior.

—¿Te he dicho que tienes el culo más perfecto que haya visto?

—No— dije negando con la cabeza.

— Pues ahora lo sabes.

—Exageras — dije riendo.

—Para nada— sus manos separan mis nalgas, siento un dedo explorador colarse entre ellas.

Apoyo mi cabeza en su hombro y dejo escapar un leve gemido.

—Has sido un baby boy muy bueno. Te has ganado una recompensa, dime ¿Que te gustaría?

—Nada daddy— respondo, levanto mi cabeza para mirarlo a los ojos. —Estar contigo me basta.—digo sonriendo.

El también me sonríe, es una sonrisa sincera, me besa despacio estos besos me encantan, cuando se toma el tiempo para saborear mi boca.

En verdad no necesito nada. Tengo todo lo que podría necesitar, la beca, un lugar donde vivir, no tengo necesidades económicas y estoy con un maravilloso hombre. ¿Qué más puedo necesitar?

—Como no quieres pedirme algo ya veré que te regalo.

Volvemos a besarnos de nuevo despacio, yo muevo mis caderas sobre su erección gimiendo suavemente, el besa mi cuello posesivamente siento sus dientes y me separo un poco de él.

—Daddy por favor no me dejes mas marcas.— aun tenía algunas de la otra vez.

Él suspira.

—¿Por qué no?— pregunta mientras sigue repartiendo besos.

Sus manos siguen en mi trasero, jugando con sus dedos, sin introducirlos.

—Baby boy necesito tu boca, quiero que me des un rica y deliciosa mamada.

Yo sonrío y me agacho entre sus piernas, lo desabrocho su pantalón despacio mirándolo a los ojos, lo saco ,lo lamo despacio y procedo a darle el mejor sexo oral que le he dado hasta ahora. Sé que lo he conseguido por su reacción, por sus gestos. Antes de terminar me levanta me pone sobre su escritorio, me quita la ropa interior, de una gaveta de su escritorio saca un tubo de lubricante, levantar  unas de mis piernas y la pone sobre su hombro.

—No puedo esperar más te necesito. — dicho esto termina de prepararme con sus dedos y luego de espacio una generosa cantidad de lubricante en su pene lo introduce "despacio"

Lo hace tan fuerte que temo que se rompa el escritorio donde estamos. Yo muerdo mis labios para contener mis gemidos no quiero que su secretaria vaya a escucharnos. Levanta mi hoodie para acarciar mis pezones, se inclina sobre mi para besarlos, lamerlos, morderlos. Me cambia de posición ahora estoy apoyado del escritorio con las manos y el detrás de mí. Si creia que lo anterior fue fuerte esto es aún más, es casi frenético, no puedo evitar que un gemido salga de mis labios, por lo menos controlo el volumen. Es como si Gian se quisiera enterrar en mí. Esto me va a traer consecuencias mañana ya que teníamos casi tres días sin hacerlo. Otra vez cambiamos se sienta en su cómoda silla de oficina, me pone encima de él de espaldas, me toma fuertemente de las caderas y vuelve a hacerlo de la misma manera casi animalística de antes. No puedo decir que me gusta, me encanta, adoro esto, mis pensamientos disuelven en este océano de placer, sus manos se posan en mi pene, me masturba con rapidez, sé que acabare pronto no puedo aguantar mas esto.

—Daddy voy a correrme, no puedo aguantar más—digo más gimiendo que hablando.

—Hazlo baby vente para daddy.— Dice en mi oído y me muerde el lóbulo.

Yo me vengo mordiéndome el labio inferior para no gritar ante tal placer. El continúa sus movimientos hasta que siento el cálido líquido llenarme. Escucho su suave gruñido salir de su garganta mientras deposita todo su semen dentro de mi. Siento su respiración caliente en mi nuca, me da cortos besos en el cuello. Al levantarme me doy cuenta que nuestra pequeña "Sesión" dejó rastros en la ropa de Gian. El advierte mi mirada y sonríe.

—No te preocupes tengo ropa aquí en la oficina.

Eso me hace pensar que tal vez él está muy acostumbrado a hacerlo en su oficina, eso y el lubricante que guarda en su gaveta.

Nos arreglamos en su baño, yo me coloco la ropa que tenía puesta, él se cambia los pantalones por otros, al salir del baño vuelve a sentarme en sus piernas, me tiene abrazado por la cintura mientras me besa el cuello despacio.

—Necesitaba eso. Desearía poder verte más a menudo. — me dice al oído.

—Yo también quiero estar más tiempo contigo.— Lo cual es cierto porque me gusta cuando estamos juntos fuera del sexo.

—¿Compraste el traje para la cena de mañana?

Yo asentí.

—¿Me lo mostraras más tarde?

Yo niego con la cabeza

— No, quiero que lo veas en la cena.

—Eso suena a que me va a encantar—dice enterrando su nariz en mi cuello. —Solo espero poder controlarme. 

Eso enciende mis alarmas... ¿No lo haría conmigo en la fiesta con tanta gente alrededor...? ¿Cierto?

Nos quedamos así abrazados disfrutando del poco tiempo que podemos pasar juntos. 

—Jefe su hijo está aquí para verlo— es la voz de Bianca a través del intercom. 

Me va a dar algo. Mi primo aquí y yo sentado en las piernas de su padre. Ok Danny tranquilo, vamos a calmarnos, aún no ha entrado. Yo me paro de las piernas de Gian y me siento en una silla. 

— Hazlo pasar — responde y
él. 

Intento poner una poker face y no una cara de que estuve cogiendo salvajemente en esta área de trabajo. Piero entra con su aire siempre formal, tiene una tablet en las manos la cual está revisando, lleva puesto lentes, no sabía que los usará, bueno de mi primo Piero no se casi nada, es con el que menos he compartido. 

—Papá tengo el informe de gastos que me pediste. 

—Me lo podías enviar por correo. 

— Sí pero hay unos gastos que se que vas a querer discutir...  — se detiene porque reparó en mi. —Danny no sabía que estuvieras aquí. ¿Estoy interrumpiendo algo?

Me quiero morir ¿Por qué dijo eso?

—No— respondo rápidamente antes de que a Gian se le ocurra decir que sí. — ...Solo hablábamos.... cosas de la beca y eso. — Espero sonar convincente. 

Mi primo me mira detenidamente de arriba abajo. 

—Sí... claro, la beca— no suena sarcástico, aunque tampoco suena convencido, luego mira a su padre como examinado la situación.

— Ya me iba— digo poniéndome de pie. — Gracias por todo Gian, nos vemos después Piero. — digo caminando hacia la puerta. 

—Danny— me llama Gian, yo me congelo, espero que no vaya a pedirme un beso o algo así. Giro lentamente. 

—¿Sí...?— pregunto con una falsa sonrisa amable.

—¿Quieres que le diga al chofer que te lleve?

Eso no es nada raro, supongo. 

—No ¿Cómo crees? No quiero abusar de su amabilidad. 

—No sería ninguna molestia le avisaré. 

—No... yo puedo irme en Uber. 

Mi primo mira nuestro intercambio con una expresión... ¿Divertida?

Gian se comunica con el chofer, yo estoy que me muero de la vergüenza. 

— Gracias de nuevo, nos veremos después. 

Salgo pálido de la oficina de Gian, dejó escapar el aire que estuve conteniendo en mis pulmones todo este tiempo. Levanto la vista porque me siento observado, veo que Bianca la amable secretaria de Gian me mira con mal disimulado enojo, yo la miro, ella aparta la vista, me despido de ella ignorando la mala mirada que me dio y ella no me devuelve la cortesía. OK tal vez le pasó algo cuando llegue fue muy amable.

Bien sobreviví a eso. 

De regreso a la casa intento calmarme, voy a la cocina a prepararme un té, he leído que el té de manzanilla relaja a las personas. En la cocina están varias de las chicas, en lo que llevo viviendo allá me he fijado que hay cinco mucamas, una ama de llaves, una cocinera, el chofer y dos seguridad que se alternan los turnos en el portón. Un total de diez empleados en una casa donde solo vivimos cuatro personas. 

—¿Joven Macri en qué podemos servirle?— dice una de las chicas con una sonrisa, debería aprenderme sus nombres. 

—Por favor llámame Danny, es mejor así. Solo vine a prepararme un té, no se preocupen yo puedo hacerlo solo. 

—No, no puedo. Ni llamarlo por su nombre ni dejarlo que se haga el té. ¿Se imagina lo que diría la señora?

—No es nada, en serio a mi no me molesta.

—Joven no quiero problemas con la señora, ella es muy exigente con la servidumbre. 

—Hagamos una cosa, ustedes llámenme Daniele o Danny cuando mi tía no esté. Ahora solo necesito una tetera y que me digan donde están las bolsitas de té. 

Ellas me sonríen. 

—Bien joven Daniele. ¿De qué gusta su té?— me pregunta buscando en los cajones de la cocina. 

—De manzanilla es que estoy un poco nervioso. 

Una de las jóvenes llena la tetera con agua. 

—Vamos no importa yo puedo hacerlo. — digo tomando la tetera de sus manos y poniéndola al fuego— Discúlpenme por esto pero aun no me sé sus nombres ¿Me los podrían decir? 

Éstos son los nombres de las chicas: Geraldine una rubia delgada de ojos claros, Allegra de pelo negro ojos oscuros y un poco llenita y por último de las que están ahí en ese momento Vittoria de pelo castaño y peligrosas curvas. 

—Aquí tiene joven — dice esta última entregándome una taza con una bolsita de té — Es de valeriana, su tía siempre lo toma para los nervios. 

—Gracias. 

Mi teléfono suena es una llamada de Stefano, luego de unos momentos le cuelgo. Vuelva a llamar y después de un tercer intento manda un mensaje. Al ver parte de lo que dice decido abrirlo, sí Stefano es un chico muy perspicaz. 

Ya entiendo no te preocupes, se que no me devuelves los mensajes para que tu daddy no se enoje contigo. Debo sentirme halagado de que un hombre como él se sienta amenazado por mi? Sí. Solo espero que estes bien y ojalá en algún momento podamos volver a vernos. Danny eres un chico muy lindo y maravilloso no deberías estar con alguien que te PROHIBA COSAS.  😘 😘 💋💋

Me sentí mal por esto. Él me cae muy bien, empecé a escribirle un mensaje... Pero lo borré, no se suponía que hablara con él. Suspiré pesadamente. Suena mi teléfono es una llamada de mi padre.

Si se preguntaban ¿Qué pasó con mi padre homofóbico? Pues está en mi pueblo, hablamos de vez en cuando, lo normal.

—Hola papá ¿Cómo estás?

—Muy bien Daniele, te tengo una sorpresa iré a visitarte.

—¿Qué?

Mis problemas solo acaban de empezar.

Otro capítulo termina. ¡Yei! 🎉

Las cosas se le pueden complicar a Danny si su padre va a Milán. 😱

Cualquier duda o pregunta que tengan sobre la historia sientanse libres de comentar, respondere de la mejor manera sin dar Spoilers. 😎

Gracias de todo corazón a quienes siguen interesados en esta historia a pesar de que estuvo un tiempo fuera de la plataforma, pienso resubir las demás historias que tenía aquí las cuales también he estado editando. 

Si quieren ver los trajes de la fiesta pueden entrar a mi facebook donde también publico datos interesantes de las historias y personajes. 

Proximo capitulo: Secret

Bye.  😘

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