Noviembre de 2000| Parte 4| Andy Gregson: La primera despedida de Daniel
Daniel estaba más motivado que nunca. Se despertó ese lunes con todos los ánimos para ir y hacerle frente a la película que tanto odiaba filmar.
Tomó una ducha, se cambió de ropa, y escogió unas prendas antiguas que ya no usaba y dudaba que aún le quedaran. Quería que fuera una día diferente. Al mirarse en el espejo para arreglarse y peinarse recordó con satisfacción su paso por Múnich para reunirse con el director de Schule. Estaba seleccionado para el cast... tendría un papel en la película! Pero aún debían avisarle para qué personaje. Tendría un protagónico? Le latía a qué sí. Marco Petry le había recibido muy bien.
De fondo, Ever Fallen in Love de The Buzzcocks sonaba en su reproductor. Haber cantado con Amanda todas esas canciones raras lo había inspirado. Y para tomarle la contra a las acciones de Andy Gregson, Daniel sí le pidió prestados a Amanda sus CD's punk. Era todo lo que necesitaba por ahora.
Se miró en el espejo fijamente bajando su mirada y enarcó una ceja, dejó el peine a un lado y cogió su fijador.
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Miriam acababa de regresar de correr y se dirigía a tomar una ducha cuando se topó con Daniel en la sala. Su hermano iba ya de salida, tenía los audífonos puestos, una ropa que ella había estado destinando a la caridad, y los cabellos parados como un espantapájaros (un encantador espantapájaros, ojo).
- Daniel... qué te sucedió...
Daniel volteó a verla y le respondió con un sonrisa:
- Soy Fred Davies.
Miriam movió satisfactoriamente su cabeza y, antes de que él saliera, le dijo:
- Pensé que no te emocionaba esa película.
- Decidí darle una oportunidad.
- Qué bueno, entonces que te vaya muy bien.
Luego Daniel salió contento, dispuesto a lucir su estrafalaria presencia.
Mientras caminaba, captando la atención de la gente que pasaba a su lado, recordó que Ricardo le había llamado por teléfono el día anterior para sondearlo, o tal vez para comunicarle, que Andy Gregson creía que él ya no era un ratón sino una mañuda rata.
Así fue, al parecer Gregson estaba más que convencido que Daniel había elaborado un vil plan para arrebatarle a uno de sus seres más preciados...a Amanda. Según él, Daniel había planeado todo desde el momento en que fingió su desmayo, para luego hacerse el pobre y el difícil con la intención de que Amanda lo siguiera a todas a partes, luego abstenerse de pagar su deuda completa con la intención de seguir viendo a Amanda, y por supuesto poner la excusa del pasaje en tren para hacer que Amanda viaje con él hasta Cottbus y así poder tener la oportunidad de hacerse al interesante para captar la atención de ella. Todo un elaborado plan para quitarle a su chica. Así era, Andy Gregson aún asumía que Amanda era su novia.
Daniel hizo oídos sordos a los argumentos de Andy que Ricardo le había comunicado, éste último también le había dicho al finalizar su llamada que cuando fuera al set de filmación lo buscara primero, pues Ricardo conocía muy bien a Andy y sabía qué días andaba de malas y qué días andaba de muy malas, y al parecer Ricardo temía que Andy estuviera tan enojado con Daniel que podría reaccionar de una forma no muy civilizada cuando lo viera.
Daniel también ignoró la última recomendación de Ricardo y siguió caminando hasta que llegó al set de filmación. Al entrar, pudo ver que todo parecía estar en calma y siguió caminando tranquilamente hasta que, en los peldaños del edificio principal, vió a Andy Gregson sentado en una posición impaciente pero altiva. Detrás de Andy se encontraba Ricardo junto a otro hombre que Daniel no conocía, ambos estaban con una expresión de espectativa sosegada. Cuando Ricardo divisó a Daniel, abrió sus ojos como platos sin dejar de ver cómo se acercaba.
Daniel llegó frente al grupo de Andy Gregson, se detuvo a casi un metro de él y al verlos encontró la situación un tanto agraciada. Sonrió y, haciendo un ademán con su mano izquierda preguntó:
- Y ahora qué sucede.
Andy levantó lentamente su mirada hacia Daniel y fijo sus ojos en él. Daniel sintió un escalofrío cuando vió una furia reprimida en los ojos azules de Andy Gregson, entonces frunció su entrecejo y escuchó que Ricardo, casi en un susurro, le decía:
- Danny, corre.
- Qué?- lo cuestionó Daniel incrédulo.
Entonces Andy Gregson se levantó decididamente sin dejar de mirar fija y furiosamente a Daniel, bajó el último peldaño, tenía los puños tan fuertemente cerrados que sus venas resaltaban...
- Que corras, Danny. Corre! - le gritó alarmado Ricardo a Daniel.
Daniel se quedó petrificado, no sabía qué hacer, pero al ver que Gregson se acercaba a él echando llamas de furia por doquier supo que, si quería estar presentable para la filmación de Schule, tenía que salir pitando...
- Corre, Danny, corre...!
Daniel se echó a correr con rapidez y volteó su cabeza para comprobar que Andrew también estaba corriendo furiosamente tras suyo, así que Daniel aceleró más su escape, él solo podía pensar que no debía dejar que Andrew lo golpeara porque con moretones y heridas no podría filmar su próxima película y entonces su vida estaría arruinada.
Daniel corría y corría sin saber a dónde dirigirse, daba vueltas en círculos, estaba en pánico, y Andrew parecía acercarse cada vez más mientras le gritaba:
- Ven aquí, rata asquerosa! Pagarás, pagarás! Escuchaste, pedazo de m*erda?!
- Estás loco, imbécil?! Déjame en paz, maldito enfermo!
Daniel dobló una esquina y se dirigió al otro lado detrás del edificio principal, siguió corriendo y sintió que su morral le molestaba, se lo quitó sin dejar de correr y de inmediato se volteó para lanzárselo a Andrew; sin embargo, éste último resultó tener tan buenos reflejos como Amanda y agarró el morral con firmeza con ambas manos. Daniel, al ver ésto, quedó más horrorizado, entonces con más pánico echó a correr más deprisa.
- Auxilio! Ayuda! Está loco! Ayuda!
Al otro lado del complejo, la gente ya había comenzado a movilizarse buscando a ambos, todos estaban alarmados y temían lo peor.
Por su parte, Andrew, con toda rabia, lanzó el morral hacia Daniel impactando fuertemente sobre la espalda de éste. Daniel casi perdió el equilibrio al sentir el doloroso impacto y, por supuesto, su miedo se incrementó aún más.
- Ayúdenme! Quiere matarme!
Daniel llegó hasta las jardineras posteriores del complejo y de pronto sintió que ya nadie le seguía. Miró a sus espaldas y no vió a nadie, aminoró su velocidad pero no dejó de correr. Hasta que de pronto, Andrew Gregson lo embistió al doblar una esquina, arremetió contra él con furia empujándolo con tal fuerza que hizo caer a Daniel al piso.
Daniel estaba en shock y trató de levantarse del suelo volteándose a gatas, pero Andrew lo cogió por el cuello de su camiseta y lo arrastró hacia él haciéndolo parar a la fuerza.
- Te crees muy listo, verdad? Pequeña y estúpida rata asquerosa...
- Suéltame, imbécil! Ayuda! Ayuda!
Daniel gritaba con todas sus fuerzas y trataba de safarse de Gregson, y sin embargo nadie aparecía para detener al lunático.
Andrew empujó a Daniel y éste casi llega a caerse otra vez pero guardó el equilibrio y decidió defenderse para huir de Gregson y evitar que éste lo lastime más. Daniel entonces se volteó rápidamente y apuntó un golpe contra Andrew, pero no previó que éste último esquivaría el golpe con una habilidad propia de un boxeador. Así era, Andy Gregson había entrenado artes marciales durante varios años, nada que un buen actor con grandes aspiraciones no tuviera que saber.
En lugar de recibir un golpe, Andrew le dió uno muy fuerte a Daniel en su abdomen, dejándolo inmediatamente sin aire y con un dolor de ultratumba. Daniel se bloqueó por un par de segundos a causa del golpe y Andrew aprovechó ello para sujetarlo y empujarlo con fuerza hacia la jardinera. Daniel cayó de bruces sobre el césped, todavía le costaba respirar y el abdomen le dolía peor que una terrible agujeta, obviamente lo primero que Daniel pensó era que de seguro tenía una hemorragia interna y por supuesto moriría, así que entró en pánico. Daniel hizo un esfuerzo y se arrastró para tratar de levantarse, pero inmediatamente Andrew lo detuvo sujetándolo de los cabellos. Daniel gritó con las últimas fuerzas que le quedaban, está situación ya se estaba pasando de los límites.
- Qué carajos pasa contigo!, Déjame ya! No te hice nada! Suéltame!
Daniel se puso las pilas y luchó para safarse de las manos de Gregson, se libró de él y, apoyándose sobre una pierna, se giró y, sin pensarlo dos veces, empujó a Andrew con todas sus fuerzas. Lastimosamente, el esfuerzo de Daniel no fue suficiente. Andrew solo perdió brevemente el equilibrio pero se recuperó rápidamente y se abalanzó sobre Daniel. En un abrir y cerrar de ojos, Andrew Gregson estaba frente a frente sobre Daniel sujetándolo firmemente contra el suelo con sus manos a cada lado sobre los antebrazos de Daniel.
Daniel estaba fastidiado, miraba la cara rabiosa y malvada de Andrew, sentía la presión dolorosa sobre los músculos de sus antebrazos, y aunque intentara moverse estaba bloqueado por todos lados. Finalmente sólo pudo gritar con rabia.
Andrew, indolente, puso más presión sobre los antebrazos de Daniel haciendo que éste ponga un gesto de dolor en su rostro. Luego, Andrew le dijo:
- Rata asquerosa... Así que quieres quitarme a Amanda. Crees que con éso puedes llegar hasta mí? Tú no eres nada. Yo estoy a miles de años luz de lo que tú siquiera puedes llegar.
- De qué estás hablando. Estás loco? Yo no quiero nada tuyo. Sólo quiero que me dejes en paz!
- Yo no te creo. Conozco a los de tu calaña. Con esa cara y actitud de idiota crees que puedes engañar a todo el mundo... Pero no a mí...
- Estás loco! Ayuda! Ayuda!
- Acabaré contigo. Y no me quitarás a Amanda. Ella y yo estaremos juntos.
- Sí, sí, sí... Éso a mí no me importa. No me importa ella! No me importa nada tuyo! Entiendes, maldito enfermo? Quiero que me dejes en paz, quiero hacer mi vida... quiero que te mueras!!
Daniel gritó en la cara de Andrew, y éste aplicó más presión sobre Daniel.
- Sí, así es. Me odias, verdad, Brühl? No me soportas porque sabes que soy mil veces mejor que tú. Tengo todo lo que tú jamás tendrás...sabes por qué? Sabes por qué, pedazo de m*erda?!
- Jódete!
- Porque tú eres un inútil actorcillo de poca monta como tantos otros que hay por aquí. No tienes futuro, eres incapaz, sin ningún talento relevante, sin gracia ni escencia...
- Vete a la m*rda.
- ...Tu cara da asco. Cuando repites tus líneas una y otra vez antes de actuar luces tan... patético... Y cuando sales a escena entras con la misma cara y la misma expresión lela de siempre... Por eso tienes el papel que tienes...el del hermano menor simplón, el nenito tontín...el que pone su carita así...como la de una asquerosa ratita asustada...
Daniel gritó otra vez con rabia. Miró a Gregson con odio... Cada palabra que le decía le dolía...
- ... Yo estuve ahí cuando te definieron el papel, todos nos reímos de ti. Pero sabes lo que más risa me dió? Saber que al comienzo querías mi parte...- Andrew rió con malicia- Qué-idiota-eres... Tú...Sabes, incluso estás aquí solo porque tu padre es un director respetado en la televisión, si no fuera por éso jamás hubieras tenido un papel de poca monta ni siquiera en ninguna de esas series y novelitas. Sabes cómo terminarás?...Te quedarás aquí, como tantos otros actorcillos alemanes, recibiendo migajas de sueldo, invirtiendo en un... pequeño bar? Un hotel barato? Trabajando en alguna radio? Presentador de TV?... Periodista de pacotilla?- Andrew volvió a reírse - Actor tú? Eres un soso...
- Suéltame!!
Daniel lo miró con incredulidad y rabia. Ya estaba arto.
- ...Un incapaz! Un falso! Una rata asquerosa! Un fracasado!...
- Fracasada tu madre!!
- ...
- Vete a joder a tu madre, Andrew Gregson!!
Andrew lo miró perplejo. Una rabia incontrolable lo invadió, Daniel había tocado lo equivocado. Sin pensarlo más, y sin dar tiempo para reacciones, Andrew comenzó a soltar bofetadas sobre la cara de Daniel de un lado para otro.
- Ya verás...- una bofetada - a no meterte... - otra bofetada - con mi madre... - y otra bofetada - ni con mi novia... - y otra bofetada más - ni conmigo...
Andrew estaba castigando sin piedad a Daniel, y éste apenas podía reaccionar ante semejante agresión, con su mano libre hizo todo lo posible para detener las bofetadas de Gregson. Al final sólo pudo gritar con rabia y dolor, aún así no dejó de luchar. Gregson, viendo que Daniel se estaba defendiendo cada vez más, dejó de abofetearlo y puso su mano sobre la cara de Daniel presionándolo con sus dedos mientras con su otra mano lo sujetaba por el cuello con reprimidas intenciones de ahorcarlo.
- Muere, Brühl, muere...
Daniel gritaba desesperadamente y luchaba con todas sus fuerzas para apartar las manos de Gregson. Sentía que su cara era un cúmulo de ardor y dolor terribles y que su respiración podría detenerse en cualquier momento...estaba luchando por su vida.
Entonces llegó buena parte del equipo de producción y un par de guardias de seguridad que inmediatamente, aunque con mucho esfuerzo, alejaron a Andy Gregson de Daniel y ayudaron a éste a levantarse.
Daniel estaba completamente adolorido, sentía que moriría. Apenas pudo mantenerse en pie se limpió sin gloria la sangre que le brotaba débilmente de la naríz. Sus mejillas le ardían a muerte y estaban rojas.
A Andrew trataron de retenerlo, pero éste sacó fuerzas de su rabia incontrolable y empujó a todos. Daniel, que ya estaba siendo retirado de la escena por un asistente de producción, se volteó rápidamente cuando se percató que Gregson estaba detrás de él. El asistente se armó de valor y trató de detener a Gregson diciendo:
- Por favor, deténgase, paremos con ésto, nadie...
- Hazte a un lado.
Y acto seguido, sin miramientos, Andrew de un empujón hizo a un lado al asistente. Daniel se volteó rápidamente y, al ver que nadie parecía poder detener a Gregson, se dispuso a correr de nuevo. Inmediatamente, Andrew lo volvió a agarrar por el cuello de su chaqueta, pero esta vez Daniel no estaba dispuesto a dejarse someter. Sin que Andrew lo previera, Daniel se volteó y le lanzó un rápido y duro golpe en el pómulo izquierdo. Andrew lo soltó automáticamente y perdió el equilibrio. Daniel, en otras circunstancias, se hubiera lanzado sobre él para agarrarse a golpes hasta el fin; pero, por esta vez, él no podía arriesgarse a recibir marcas más severas en su cara, y definitivamente no iba a permitir que Andrew Gregson le arrinuara la vida. Entonces Daniel se fue corriendo gradas arriba por el edificio posterior. Mientras corría, pensaba en que no tenía claro hacia dónde se dirigía, así que pensó que en alguna posible salida. El edificio tenía doble entrada, así que de seguro habrían unas gradas posteriores a la vuelta de la esquina. Daniel no desistió. Al doblar el pasillo del segundo piso, se topó una cinta de seguridad, se detuvo y vió al otro lado baldes de pintura y algunos materiales de construcción. Giró su cabeza y escuchó los pasos estrepitosos de Gregson subiendo las gradas. Daniel pasó por debajo de la cinta de seguridad y agarró un pequeño balde de pintura, volvió atrás y se dirigió hacia las gradas y de tope le lanzó el balde con pintura y todo a Gregson, éste casi se fue para atrás. Daniel se fue corriendo, y Gregson, embadurnado de pintura, fue tras él con más rabia. Daniel tuvo que decidir si subir las gradas o ir por el pasillo en mantenimiento, le faltó el valor para subir las gradas y confió en que al otro lado del pasillo en mantenimiento estaban las gradas de emergencia. Esquivando los baldes y los objetos, Daniel atravesó el pasillo, detrás de él iba Andrew que apenas podía ver, Daniel le sacaba mucha ventaja pero aún así no se daba por vencido.
Sin aliento, Daniel llegó al recodo del pasillo y al dar la vuelta se detuvo en seco. Una cinta de seguridad en cruz marcaba la inexistencia de un barandal. Andy Gregson, casi al borde de la desesperación, corrió hacia Daniel dando tropiezos con los objetos del suelo. Daniel se dió la vuelta espantado cuando Andy Gregson estuvo a punto de abalanzarse sobre él, y entonces pudo esquivarlo. Andrew dió un mal paso y resbaló cayendo inevitablemente sobre la cinta de seguridad, rompiéndola, e inmediatamente al vacío.
Un grito sordo se escuchó, era Andrew cayendo desde el segundo piso, de espaldas y lleno de pintura.
El personal llegó hasta el lugar de los hechos, Daniel estaba paralizado mirando como caía el lunático que lo había abofeteado hace unos minutos, vió cómo terminó su caída sobre un par de colchonetas.
Así fue, Andrew Gregson salvó su existencia gracias a unas colchonetas amontonadas que se hallaban justamente en ese lugar. Sucede que ese día debían filmar el primer intento de suicidio de Alec Davies. (El primero de muchos, hipotéticamente :v)
- Daniel qué hiciste?
Daniel estaba anonadado. Cómo habían llegado hasta esta extrema situación? En qué momento pasó ésto...
Todos se inclinaron para ver que Andrew estaba bien. Algunos ya estaban abajo acercándose a él para ayudarlo a levantarse y llevarlo a un centro de salud.
Y obviamente, todos creían que Daniel había empujado, con intensión o por accidente, a Andrew desde el segundo piso.
- Tú...
Una mano levantada y un dedo índice señalando a Daniel. Y una voz de ultratumba...
- Tú...
Ya estaban ayudando a Andrew a levantarse lentamente, y éste seguía señalando a Daniel. Todos miraron al anonadado, y ahora aterrado, Daniel. Éste veía a esa figura terrible, Andrew, lleno de pintura, que lo miraba con odio mientras cojeaba hasta perderse por la parte posterior del edificio.
- Ven Daniel - le dijeron, y se lo llevaron a responder por lo sucedido.
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Al finalizar el día, el embrollo sobre lo sucedido se hizo más grande; aún así, para no alargar ni complicar más la situación, se había llegado a un acuerdo y un punto final.
Daniel estaba devastado y furioso. Ésto era demasiado para él. Nunca en su vida había detestado tanto a alguien como ahora detestaba a Andrew Gregson.
Ya de noche, después de todo el lío, aún le faltaba un último asunto. Un diminuto rayo electrificante atravesó su abdomen cuando, casi ansiosamente, fue corriendo a encontrarse con Amanda.
Amanda estaba lavando los platos cuando escuchó su teléfono móvil (sí, ahora finalmente tenía uno) sonar. Daniel la estaba llamando para hablar sobre la situación actual de su deuda.
Amanda quedó de verse con él en un parque cerca de su casa. Entonces ella, se apresuró para terminar de lavar los trastes y rápidamente se fue a su habitación para alistarse. Estaba temblando, otra vez, y no entendía por qué. Se colocó sus botines, acomodó su holgado pantalón, se cubrió con su acogedora chamarra, se sujetó el pelo y finalmente se cubrió la cabeza con el gorro de su chamarra. Entonces salió, como siempre su hermana no estaba, y ella debía medir muy bien sus pasos.
Amanda encontró a un desganado Daniel sentado en una banca del parque acordado. Éste traía una cara de disgusto y preocupación. Al verla llegar, curiosamente, sintió un ligero alivio.
Cuando Amanda estuvo frente a él le dijo:
- No tengo que preguntar, no está bien.
- Nada está bien - le respondió de inmediato Daniel - Perdí mi trabajo, ya sabes por qué, lo sabes verdad?
Amanda recordó de inmediato. Y respondió con resignación:
- Sí, lo sé. Fui a ver a Andy en la tarde...
- ... Siéntate
Daniel le señaló amablemente un espacio en la banca a su lado, y Amanda se sentó automáticamente, luego continuó:
- ... Ricardo me llamó, me contó lo que sucedió, y me dió mucho coraje...
Daniel la miró intrigado, "coraje" a él o a...
- ... entonces fui al hospital donde estaba, Ricardo me lo dijo, fui y bueno...la verdad estoy aliviada por saber que él está bien, que no sufrió ningún daño grave...
- Por qué él seguía en el hospital a esas horas?
- No se lo dijeron?
Daniel hizo una mueca de negación absurda.
- Qué raro. Pues sucede que cuando le estaban haciendo los análisis descubrieron que estaba en un serio cuadro de desnutrición.
- Qué??
- Sí, y yo ya sabía que él solo estaba comiendo melón y pescado, y se lo dije en su momento...le dije que no haga éso, que tenía que cuidar su salud ante todo. Ya después, cuando terminamos, yo ya no metí más en sus asuntos. Supuse que...bueno, la cosa es que estaba en el hospital recibiendo tratamiento.
Daniel estaba pensativo. Efectivamente había visto a Andy Gregson demasiado flaco las últimas semanas. Al principio pensó que su delgadez era natural, y que si estaba adelgazando más era porque estaba loco, y que definitivamente ése problema no le incumbía. Tal había sido el compromiso de Gregson con su papel, que de hecho dejó de alimentarse normalmente para comer una dieta rigurosa en base solamente a melón y pescado. Así, cada día se parecía más a Alec Davies, un joven punk toxicómano, devastado, y en los umbrales de la locura.
- Aún en ese estado fuí a él y le dije sus verdades de una manera sigilosa pero severa.
- Le regañaste?
- Duramente. Su actitud fue reprochable y estúpida. Me ha decepcionado demasiado...
Amanda estaba con la mirada perdida en el horizonte. Daniel la observaba atentamente, y le dijo:
- Ahora estará más encabronado conmigo.
- Yo creo que ya no volverá a ver.
- Es cierto. Por eso me despidieron. Estaba establecido que no podíamos estar uno al lado del otro, y las últimas escenas que debía grabar eran con él. Entonces tuvieron que elegir si despedirme a mí o a él...y, obviamente yo salí perdiendo. Mi papel era casi terciario, y creo que ni siquiera era importante; en cambio, él tiene el papel principal y es el actor más valuado en el set.- Daniel suspiró- En fin, yo ya no quería estar más en esa película.
Amanda se volteó para verlo, sintió por primera vez compasión de él, incluso creyó absurdamente que podría tocar su hombro para...
- Hubiese sido aún mucho peor. Creyeron que yo había empujado a ese cretino. Nadie estaba ahí cuando el se cayó para ver que él se había resbalado por accidente, juro que no le toqué ni un pelo, me hice a un lado porque él se vino sobre mí. Él resbaló, perdió el equilibrio y se fue en caída libre. Todo pasó demasiado rápido. El maldito no me acusó, verdad? Porque sólo éso me faltaría.
- No. Pero sí dijo que usted había ofendido a su madre. Me repitió éso una y otra vez.
- Qué cabrón más exagerado.
- Él adora a su madre, nadie puede decir nada sobre ella, se molesta de inmediato.
Daniel recordó lo que había dicho, "Fracasada tu madre", éso le había molestado tanto a Gregson...
- También dice que usted es falso, que tiene doble cara, y etc. También me dijo que me aleje de usted.
Daniel la miró y le dijo con seriedad:
- Él está enfermo. Tienes que aceptarlo, y es peligroso. Su actitud lo dice todo.
Amanda solo movió su cabeza afirmativamente.
- Él cree que tú aún eres de su propiedad, y que yo quiero robarte. Es estúpido. Yo no quiero nada contigo! Nada! Tú no me interesas...
Daniel dijo las últimas palabras con cierto tono de desprecio, mientras fruncía su entrecejo de manera molesta.
Amanda escuchó esas palabras sin dejar de mirar al frente con indiferencia. Escuchó esas palabras y se sintió incómoda, tal vez hasta disgustada. Ella sabía que Daniel no tenía ningún interés especial por ella pero no tenía que hacérselo saber de esa manera tan tosca. Daniel continuó:
- Como sea, el asunto es que, y voy a ser directo, el lunático me ha perjudicado, no tengo trabajo y con estas marcas que me dejó en la cara temo que no me dejarán filmar la otra película que te dije, así que la deuda que tengo contigo tendrás que pedírsela a él, ya que ese maldito imbécil provocó todo ésto y es el único responsable.
Amanda analizó lo que Daniel le acababa de decir, su lado suave veía a Daniel con compasión, pero su lado frío resultó ser más fuerte.
- Usted recuerda el contrato que firmamos?
Daniel la observó con la mirada incrédula. Amanda fijó su vista en él y añadió:
- El contrato no incluye una situación como ésta...
Daniel, exaltado, la interrumpió para reclamarle:
- Vas a cobrarme?!
Amanda no respondió de inmediato, se quedó mirándolo fijamente a los ojos, en silencio. Daniel, que tenía el ceño fruncido, al ver los grandes y brillantes ojos oscuros de Amanda, comenzó a suavizar la dureza de su expresión y sintió un nudo en el estómago. Amanda miró en el fondo de esos intensos ojos marrones, supo que Daniel tenía algo...
- Debería.
Dijo ella, luego suspiró y volvió a mirar al frente. Daniel había separado ligeramente sus labios y no podía dejar de mirar a Amanda, se sentía extrañamente entumecido, y quería escucharla decir algo más, quería saber algo más...
Amanda se resignó, Andy había terminado por traerle complicaciones a ella también, tendría que hacer un par de sacrificios, tendría que hacer algo...
- Pero entiendo, y no le cobraré el dinero que hubiera ganado con esta película. Seguramente le darán un finiquito, quédeselo, usted también salió perjudicado.
Un nuevo silencio. Daniel, de pronto, se sintió mejor con respecto a Amanda. Hace un momento él quería arremeter contra ella, sin ninguna razón valedera, sólo por la necesidad de desquitarse con alguien. Solía hacer éso cuando se sentía mal, e incluso podía llegar a ser muy cruel.
Finalmente, Daniel agarró su morral, lo abrió y deslizó su mano dentro de él para sacar los CD's de Amanda, y le dijo:
- Tengo tus discos, tómalos, ya no lo necesitaré.
Amanda tomó sus CD's y los sujetó entre sus manos.
- Ya veo - dijo ella - Ahora escuchará música moderna, porque volverá a la escuela.
Daniel, sin dejar de mirarla, no pudo contener una sonrisa.
- Eso si me dejan actuar en la película. Oye, me veo muy mal? Se me nota mucho? Tengo rojas las mejillas todavía...
Amanda, se volteó para verlo con interés.
- A ver. Míreme...
Daniel le mostró ambas mejillas poniendo una expresión victimizada en su dulce rostro.
- No se puede ver bien...es que está oscuro. A ver...
- No me toques.
Amanda había intentado mover la cabeza de Daniel tocándolo suavemente y él, todo crispado, apartó inmediatamente su rostro.
Entonces Amanda lo miró con una mueca extraña, Daniel se sintió avergonzado y, si antes tenía las mejillas rojas, ahora las tenía aún más. Amanda sacó su teléfono móvil y con la luz de éste alumbró el rostro de Daniel.
- Neh, no está tan mal. Cuándo se irá a Múnich?
- El miércoles a primera hora.
Amanda dejó de alumbrarlo y se echó a reír brevemente,
- Entonces estará bien...
- No te rías de mí.
- Se ha dado cuenta que usted es muy exagerado?
Daniel tenía el ceño dulcemente fruncido con una expresión de niño regañado. Se sentía muy avergonzado, no le gustaba que una chica como Amanda lo viera así tan "llorón" por todo, definitivamente pensó que ella jamás se podría fijar en alguien como él, y que de seguro le gustaban los tipos locos, arrogantes, presumidos, entradores y malditamente atractivos como lo era Andy Gregson.
- Se puso hielo o algo frío después de la paliza?
- Una bolsa de hielo, sí. Luego, cuando llegué a casa...
Daniel soltó una breve risa y pensó si debía contarle a Amanda lo que su hermana había hecho al verlo.
- Qué, cuando llegó a su casa qué pasó...vamos, cuente... - le insistió Amanda.
- Miriam trajo un bistec del refrigerador y me lo colocó en la mejilla.
- Y usted no chilló?
- Tuve que cerrar los ojos.
- Estará bien, ya lo verá.
- Éso espero.
- El que está mal es Andy. Cuando lo ví tenía el pómulo hinchado y morado...
Daniel al escuchar éso se echó a reír sin poder evitarlo.
- Disculpa - dijo él - es que...- y volvió a reírse.
- Usted le dió duro, eh. Tiene un buen izquierdazo...
- Sí, es que... - Daniel respiró y le dijo con más calma - ...es que tenía que defenderme, él fue muy agresivo conmigo. En un momento determinado creo que de verdad quiso matarme, y te aseguro que no estoy exagerando, él me dijo que me muriera mientras me ahorcaba.
Amanda se quedó en silencio mirándolo.
- Tienes que tener cuidado con él. Puede parecer muy cool, y tener mucho talento y lo demás; pero, sus acciones te lo dicen todo. Hmm? Tú míralo, analiza, y saca tus propias conclusiones.
Amanda movió afirmativa y comprensivamente su cabeza. Daniel la encontró graciosa con ese afelpado gorro de su chamarra cubriéndole la cabeza, dejando ver solo su rostro con esos mechones de pelo sobre su frente, entonces. Daniel puso una expresión demasiado dulce y le dijo:
- La parte del dinero que hubiera ganado con esta película te la debe dar Gregson porque es lo justo, pero el resto te lo daré yo. Iré a Múnich y filmaré esa película, lo haré, conseguiré el dinero, y apenas lo tenga, se lo mandaré a mi hermana para que te lo entregue. Te lo prometo Amanda.
- De acuerdo, lo estaré esperando.
- Ve y hostiga a Gregson cómo lo hiciste conmigo, no te tomará mucho tiempo, él está loco por tí, creo te daría hasta un riñón.
- Quisiera saber qué le dijo usted sobre su madre para que enloqueciera de esa forma...
- ...ya te dije que él está loco.
- ...pero para que enloquezca más.
- No le dije nada! Ni siquiera lo recuerdo.
Amanda se acomodó en su lugar y le dijo:
- Andy no proviene de una familia acomodada, su madre trabajaba en una lavandería cuando él era más joven, su padre era alcohólico y los abandonó cuando él era muy niño. Cuando Andy tenía 16 años abandonó el colegio para trabajar, y quiso ser actor después de ir al teatro por primera vez. Intentó ingresar a la Royal Academy of Dramatic Art de Londres pero lo rechazaron, finalmente lo aceptaron en el American College Dublin.
- Por qué me estás contando su vida. Crees que me interesa?
- El asunto es que, a él le costó mucho tener una carrera como actor, y su madre como pudo siempre lo apoyó, por éso él la valora mucho, la quiere más que a nadie en el mundo. Siempre que se estrena alguna de sus obras, él tiene la costumbre de invitarla a ella y a sus amigos más cercanos. Su madre se sienta en primera fila para verlo actuar y es la primera en levantarse para aplaudir cuando termina. Luego él lleva a todos a una cena o a un almuerzo para celebrar.
- Vaya, qué conmovedor - dijo Daniel con sarcasmo - Aún así, no justifica el tamaño de su agresividad. Y si te gusta tanto, por qué no te lo quedas?
- No lo estoy justificando!
- Y entonces qué estás haciendo. Déjate de dramas y quédate con él!- Daniel se levantó abruptamente de la banca dispuesto a marcharse.
Amanda estaba sorprendida y tal vez hasta ofendida por la actitud de Daniel, "parece un puberto con problemas hormonales, qué carajos le sucede" se dijo ella para sus adentros.
- Oiga, qué le sucede, cálmense quiere.
- Qué.
Amanda se levantó de la banca y miró a Daniel fijamente.
- Tiene algo más que quiera decirme?
Daniel frunció su entrecejo extrañado y le dijo:
- No, ya me voy a casa. Tengo sueño, y mucha hambre. Tú tienes algo que decirme?
Amanda le tendió la mano.
- Nuestros asuntos han sido arreglados, que tenga una buena noche.
Daniel bajó su mirada para ver la mano que Amanda le tendía. Luego volvió a mirarla, y muy despacio cogió su mano. Ella cerró el agarre fuertemente y él se crispó de inmediato, la mano de ella estaba fría, tomarla era como tomar la mano de un muerto; en cambio, Amanda sintió una inmediata suavidad y calidez cuando Daniel cogió su mano tendida.
Ambos mantuvieron el agarre mientras Daniel le decía, como si se tratase de un secreto, a ella:
- Sabes que si Andrew Gregson nos viera ahora, él no dudaría ni un segundo en matarme. Creería que finalmente te he robado.
- Así que éso era lo que tenía que decirme.
Daniel frunció aún más su entrecejo y le dijo:
- En serio no entiendo nada de lo que quieres decir.
- En realidad no quiero decirle nada.
- Ajá.
Ella dejó de agarrarlo y Daniel retiró su mano, él se irguió y tomó aire. Amanda le dijo:
- Bueno, hmm, adiós.
- Chau.
Daniel alzó su mano y se volteó rápidamente para comenzar a caminar alejándose del parque. Amanda, al verlo, frunció su entrecejo y pensó: "por qué camina tan chistoso, parece que quisiera imitar a Chaplin", ella rió por dentro y luego se volteó para irse a casa.
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Al día siguiente, Daniel había descargado Jessie's Girl de la página de Napster.
(Jessie's Girl - Rick Springfield)
Mientras escuchaba la exitosa canción de Rick Springfield se puso a pensar sobre lo que le había sucedido:
"Andrew piensa que le quiero quitar a su novia, lo curioso es que ella ni siquiera ya es su novia, y que en realidad no tengo intenciones de quedarme con ella. Y lo más absurdo es que él piensa que elaboré todo un plan para quitársela y hacerle quedar como el tipo loco con serios problemas de actitud; pero, la verdad es que yo no necesito de ningún estúpido plan para quedarme con la chica de alguien, y mucho menos de uno para hacerlo ver ridículo porque él se hace ese trabajo por sí solo. Aunque si lo pienso... sería interesante quitarle la chica a alguien...tal vez lo intente en un futuro, recibiré una paliza de seguro, pero será divertido"
Unas horas más tarde, Daniel se dirigió por última vez al set de grabación de Stucks in Blue, para cobrar su finiquito.
Andaba tranquilo, y de pronto otra vez...
Se topó con Ricardo, éste lo saludó animosamente, y luego vió a Andrew a unos metros de distancia, éste estaba sentado hablando con... Amanda?
"A esa chica le gusta el peligro...bien le dije que se quede con él" pensó.
Andrew había decidido tener una conversación civilizada con Amanda. Finalmente había desayunado un alimento decente y se sentía más centrado respecto a sus emociones. Había entendido y sobretodo aceptado que su camino con Amanda había llegado a su fin, la quería muchísimo pero era momento de dejarla ir, porque éso era lo que ella quería. Aceptó darle el dinero que Daniel hubiera ganado si terminaba de filmar Stucks in Blue sin reparo alguno. Tendría garantizada su amistad para siempre, y él estaría para ella si en algún momento lo necesitara. Al finalizar la charla amena, ambos se dieron un abrazo amistoso y satisfactorio...hasta que al levantar sus ojos, Andrew vió a Daniel. Guardó la calma, y decidió que era también momento de aclarar las cosas con él. Le dijo a Amanda:
- Me disculpas un momento, ya vuelvo.
Luego se levantó y caminó a paso firme en dirección a Daniel.
- Ricardo, él se está acercando. Mira su cara, está de buenas o de malas...tengo que correr?
Ricardo se fijó en la cara de Andrew y trató de deducirlo...no pudo hacerlo, sus expresiones eran confusas.
- No estoy seguro, está diferente...parece que estuviera viniendo en son de paz, pero a la vez tiene una aura de...
- Me quedo o me voy! Ya está cerca!
- Rayos, Danny, no lo sé, no lo sé...
- Tengo una película que filmar mañana, mejor no me arriesgo...Chau Ricardo, fue un gustazo conocerte.
Y acto seguido, Daniel se echó a correr con todas sus fuerzas sin mirar atrás.
Andrew al verlo correr, le gritó a Ricardo:
- Detenlo!
Amanda, al escuchar esa exclamación se volteó y se dirigió hacia Andrew.
- Por qué no lo detuviste?!- le reclamo Andrew a Ricardo apenas llegó a él.
- Andy, él también es mi amigo, me ponen en una situación difícil...
- Jesucristo escupirá a los tibios de corazón! Está escrito en la Biblia!
Andrew seguidamente, y con una sonrisa macabra en su rostro, se fue corriendo tras Daniel.
- No utilices el nombre del Señor en vano! - le regañó Ricardo, pero Andrew ya estaba muy lejos.
Amanda llegó y le dijo:
- Qué sucedió.
- Andy vió a Danny y fue tras él.
- No es posible...vamos tras ellos, hay que detener está situación.
Andrew persiguió a Daniel lo más sigilosamente posible, él era muy inteligente y supo medir los pasos de Daniel, finalmente lo atrapó cerca al estacionamiento de camionetas.
- Te tengo, detente.
Andrew acorraló a Daniel contra una pared sujetándolo firmemente. Daniel estaba lleno de rabia e impotencia, por qué le ocurrían este tipo de situaciones a él?
- Me sueltas...
- Shh.
- Me sueltas?!
- Silencio, Brühl.
- Ya-me-tienes harto!
- Que te calles. Escucha bien, te diré ésto una sola vez.
Daniel lo miró con rabia y guardó silencio porque no le quedaba de otra. Entonces Andy Gregson le dijo:
- Quiero disculparme por mi actitud hacia tí.
Daniel ladeó su cabeza y lo miró incrédulo y hasta preocupado. "Dios, sálvame, este hombre de verdad está loco", pensó Daniel.
- Ayrton Senna dice que la vida es demasiado corta para tener enemigos. No tengo intenciones de arrastrar esta desavenencia contigo...
Daniel lo interrumpió y le dijo con toda claridad para que se diera cuenta de la situación:
- ... Oye, quisiste matarme.
- Y yo casi muero por tu causa, Brühl.
- Tú comenzaste, Gregson. Ya que estamos con frases de pilotos, Niki Lauda dice que tú eres el motivo de casi todo lo que te sucede. Yo estoy asumiendo las consecuencias de mis decisiones, y aún tengo un largo camino por enfrentar. Tú, ya aceptaste tus errores?
- Creo que ambos nos hicimos daño ayer, y que buscar al más culpable no nos llevará a ningún lado, tampoco nos queda mucho tiempo.
Daniel no estaba del todo de acuerdo con lo que Andrew le estaba diciendo, sentía que éste todavía no era conciente de la gravedad de sus acciones. Andrew finalmente le dijo:
- La cuestión es que ambos estamos en este carrera. En algún momento en el futuro, lejano o cercano, probablemente volvamos a encontrarnos, entonces sería tonto que sigamos con este absurdo desentendimiento.
- Oh, al menos aceptas que es absurdo, ok, es un gran avance.
- Recibí un tratamiento ayer en el hospital, me siento mucho mejor ahora...
- ... sí, me enteré de tu severa desnutrición.
Andrew miró a Daniel con cierto interés en sus ojos azules, y le cuestionó:
- Amanda te lo dijo? Ricardo tal vez ...no, fue Amanda, verdad?
Daniel guardó silencio.
- Supuse que se encontrarían al final del día. Lo de ustedes es inevitable. Yo ya acepté que ella es libre de decidir a quién querer. Yo la quiero demasiado, y por eso decidí respetar sus decisiones, y ya me disculpé con ella. Me tomó un tiempo aceptarlo, pero finalmente pude hacerlo. Ella aún no sabe lo que es enamorarse, y creo que yo tampoco. Tú lo sabes, Brühl?
- No.
- El tiempo nos lo dirá.
- Supongo. Ahora, puedo irme?
- Aceptarás mis disculpas?
- Vas a obligarme?
- Podría?
Daniel sonrió y soltó aire por la nariz mientras lo observaba con malicia, entonces le dijo:
- Sabes, acabaré con esta situación absurda. Esta bien, acepto tus disculpas, voy a alterar la concepción que tengo sobre tus acciones y diré que actuaste de esa forma porque tenías tanta hambre que tu estómago vacío pensó antes que tu cerebro, y no que tienes un transtorno psicológico con un preocupante carácter agresivo.
Andrew se limitó a sonreír fingidamente, le mostró sus dientes brillantes de forma exagerada y Daniel de sintió incómodo.
Amanda y Ricardo, llegaron a divisarlos y corrieron hacia ellos. Amanda le llamó la atención a Andrew:
- Andrew Gregson! Aléjate de él!
Andrew, sin mirarla, soltó a Daniel y sin dejar de mirarlo se apartó de él. Daniel finalmente pudo respirar tranquilo.
Cuando Amanda y Ricardo llegaron hasta ellos, ella le dijo a Andrew:
- Qué estás haciendo.
Andrew le respondió a Amanda con total naturalidad:
- Nada, sólo tuvimos una conversación diplomática.
Daniel dibujo un sonrisa fingida en su rostro.
- Bueno, ven, vámonos.
Amanda y Ricardo agarraron a Andrew por los hombros y se alejaron de Daniel.
Daniel se quedó parado viendo cómo ellos se iban alejando. Por alguna razón, esperó a que Amanda girara su cabeza para verlo por última vez...pero ella no lo hizo.
El trío se perdió de vista, y Daniel se dió la vuelta para continuar su camino.
Esa fue la última vez que Daniel vió a Ricardo; a Andrew lo volvió a ver dentro de muchos años y cuando lo hizo apenas intercambió un par de palabras comedidas con él porque se encontraban en medio de la aglomeración de los BAFTA, y obviamente escuchaba de él en todas partes, Andy Gregson finalmente logró obtener todo el reconocimiento posible, innumerables premios, dos de la Academia, y una carrera por demás respetable, lastimosamente en las relaciones personales no le fue tan bien, desde que terminó con Amanda cada dos años exactamente enfrentaba un divorcio o una separación hasta que desistió después de la cuarta ruptura para dedicarse a la sana soltería; y a Amanda...a ella la vió por siempre.
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Próximo capítulo, muy pronto, gracias por leer 😉👍 (no, en serio, gracias 😄🤧)
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