El día estaba lluvioso, llovía a cántaros, jamas imaginé que iba a ocurrir este dia tan inesperado, ella había muerto, la persona mas importante en mi vida, llegue a amarla tanto como si fuera mi propia madre.

—Lo siento mucho, sabes que puedes confiar en mi— dijo mi amigo Soobin, quién me acompañaba en estos momentos—Tambien perdi a un familiar pero con el tiempo lo superas— continuo diciendo

—Recuerdo cuando perdimos a Pepito, fue triste pero vino mami y nos regalo otro pez— exclamo Huningkai quien se encontraba ahí con su peluche

Los mire a ambos sin decir nada, aún no entendía la palabra "superar",  la señora que me cuidaba era una de las personas mas maravillosas que me enseño muchas cosas de la vida y me protegio de los hombres de guardapolvo blanco quienes experimentaban con mi cuerpo, fue la única persona que confíe desde que llegue hasta los 15 años.

Hunigkai exclamo en tono de burla,  que ya que la anciana no estaba más podría volver a jugar fútbol con su amigo Beomgyu y sus hermanos,  los escuchaba como  se quejaban de la anciana en su propio funeral.

—No creo que sea un buen momento para hablar de eso, estamos en un velorio enterrando a la persona que me protegio—dije con la voz entrecortada, ellos me miraron serio y Huningkai no aguantaba más la risa.

Empezó a reírse a carcajadas y lo agarre de su camisa para darle miedo a ese niño, enseguida lo fui alzando poco a poco y empezó a llorar.

Soobin me ordenó que lo dejara y cuando lo deje me empujó y empezamos a pelear. Sentí mucha adrenalina mientras lo golpeaba era más fuerte que el y  todo esto lo hacía por ella.

Huningkai lloraba sin hacer nada y me gritaba para que dejara de pegarle hasta que en un momento vi delante de mi a la señora vestida de blanco, ella me ordenó que dejara de hacerlo.

Cuando me detuve vi sangre en mis manos. Soobin tenía la nariz sangrando y su ojo estába colorado.
Huningkai corrió a pedir ayuda y yo simplemente me escondí en el baño, algo malo estaba apunto de ocurrir.

—¡Hijo puedes hablarme!— se escuchó una voz femenina, escuchaba los llantos de Huningkai y de pronto se escuchó una voz gruesa

—¡ Yo te dije Jessica que esa vieja era loca!— dijeron

—Seguro fue su nieto, parecia loco, nunca debí que mi bebé hiciera amistades con ese chico pero apartir de ahora todo será diferente— anuncio la madre

Los días pasaron, ya nada era igual tenía una enorme casa para mí solo y no sabía que hacer, las deudas estaban llegando y no sabía a quién pedirle ayuda. Busque algo entre las cosas de la señora y encontré una agenda con números de teléfonos.

La señora no estaba sola tenía dos hijas mayores y decidí llamarlas. La primera jamás atendió y la segunda contesto el llamado.

—Hola—dijo una voz femenina, no sabía que decirle —¿ Hay alguien ahí?— pregunto y respire aire

—Hola soy de la calle Washington 5135—dije con miedo

—Digame ¿que pasó?, es la calle de mi mamá —dijo angustiada, su voz tembló con las últimas palabras

—ella falleció hace unos días, el cáncer la mato por completo— dije y del otro lado se escuchó un grito desgarrador

La hija de nota que tenía un hijo y lo llamo por su nombre era "Taehyun", ambos estaban llorando y ella decidió venir a la casa .

Una hora más tarde se paró un auto y bajaron tres personas sus dos hijas y un chico de mi edad, las salude y les conté todo lo que pasó.

—Desde la muerte de nuestro padre, mamá se volvió más caritativa y les daba refugio a todos, tuvo suerte de encontrarte— dijo la mayor

— Nos deja con una deuda enorme y yo tengo que irme a Londres mañana— dijo su otra hija y empezaron a discutir entre ellas

—Aca hay dos problemas, la deuda y el chico es menor y no puede quedarse solo—dijo la hermana mayor

—Lo se Valeria pero yo no puedo hacerme cargo, tengo que viajar a Londres con mis amigas—dijo la hermana menor

Empezaron a jugar a cara y seca con una moneda y perdió su hermana menor, ella le dijo  a Valeria que solo podíamos irnos de viaje juntos  y luego viviría un tiempo hasta que la casa de Valeria estuviera disponible.

Su hermana menor tenía 22 años, ella fue adoptada de un orfanato y anterior a eso vivió con un señor que era dueño de una discoteca, no sabía lo que era.

Entramos a la camioneta y había un chico en el auto de pelo marrón llorando, seguramente era el hijo de Valería.

—Lo siento por tu abuela— le dije

— Ella fue una gran abuela para mí, nunca habrá alguien más como ella, primero murió mi abuelo y ahora ella— exclamó con una voz entre cortada

— Ni siquiera la llamabas Taehyun—se quejo la hermana menor de Valeria, Taehyun le saco la lengua

—Soy tu tía idiota, respetame— le dijo intentando pegarle y solo se reía Taehyun y empezaron a jugar a pegarse entre ellos

El auto freno de golpe.

—Si no puedes controlarte bájate del auto y ve atras—dijo Valeria enojada

—Pero... Tu hijo empezó—dijo ella

— No me importa, si no te calmas irás atrás— dijo y se cruzó de brazos

Llegamos al hotel de la hermana de Valeria y enseguida empezó a empaquetar llevaba muchas bolsas negras pequeñas y enseguida metió un arma en la mochila cargada.

— ¿ Iremos a Londres?— pregunté con miedo

— Unos amigos nos esperan pero primero iremos por unas cosas—dijo ella— Dime Lady Yuki— me sonrió

Salimos del hotel y nos subimos a una camioneta estacionada, la conducía dos señores robustos.

—¿Quién es el?—pregunto

—Mi madre, como siempre cuidaba huérfanos, adoptó a este mocoso y debo cuidarlo—se quejo

— Lo que verás niño, no puedes contarselo a nadie— dijo el seños que estaba al lado del conductor

A los minutos pararon frente a una joyería, se pusieron caretas de animales y bajaron del auto armados para entrar directo a la joyería, cubrí mis oídos y escuché los tiro, sonaban igual que los de aquel día en que decidí escaparme, intente abrir la puerta y estaba cerrada.