Capítulo 36
Blas entró de nuevo a la habitación siendo medio arrastrado por Alba.
-Bueno, ahora hay que encontrar la manera de comunicarnos los tres sin armarnos un lío. -Dijo Alba soltando el brazo de Blas.
"Podemos hablar en un sueño, prefiero reemplazar el sueño de antes con uno con mi mejor amiga y mi novio"
Alba sonrió y se acercó a la cama de Carlos, al igual que Blas.
-Alba, ¿conoces algún hechizo somnífero?
-La duda ofende, dios griego. -Dijo Alba cogiendo la mano de su mejor amigo y la de su nuevo amigo.
Por sus manos fluyó como una nube azul prácticamente imperceptible que los durmió a los tres en a penas cinco segundos.
...
Los tres aterrizaron en la habitación de Carlos y en a penas tres segundos la pelirrosa y el rubio se estaban fundiendo en un abrazo que hasta a Blas le pareció tierno.
-Pero que guapo estás mi niño -Dijo Alba sonriendo a la vez que sujetaba la cara de su mejor amigo con sus dos manos por las mejillas, haciendo que el rostro de este último quedará algo aplastado provocando que pudiera morritos.
-Pues tú pareces un my little pony -Contestó Carlos riendo.
Alba se quejó y le pegó un leve golpe en el hombro.
Blas por su parte decidió que lo mejor era tumbarse en la cama de su chico y esperar a que le hiciesen caso, porque ahora mismo se sentía abandonado, sólo y él también quería mimos.
Carlos al ver a Blas tumbado en su cama mirándole con cara de ¿y yo que? no pudo evitar tirarse encima suyo y abrazarlo por la espalda.
-¡Mi Blas! -Dijo Carlos apretando el agarre.
Alba pegó un gritito y maldijo a la tecnología por no haber investigado el como hacer una foto en un sueño y que se te guarde en el móvil.
Porque si se pudiese hacer ya habría gastado la poca memoria que le quedaba en fotos de esos dos abrazados siendo tan sumamente bonitos que de un momento a otro le iba a dar diabetes.
Se sentó en el escritorio y se permitió el lujo de ver como Blas se daba la vuelta y Carlos juntaba sus labios con los del moreno. Alba se llevó la mano a la boca para evitar gritar, eran sumamente adorables y su vena shipper estaba saliendo a la luz.
Pero habían temas importantes que tratar.
-Chicos, de verdad, tenemos un tema bastante importante del que hablar.
Carlos se separó de los labios de su chico y se percató de que la pelirrosa seguía allí, mirándolos.
Blas bufó divertido y se quitó a Carlos de encima, que hizo un puchero al notar su cuerpo sobre el colchón.
Alba cogió la silla de escritorio y se sentó en ella, haciendo que la ruedas de esta la llevaran hasta el borde de la cama, quedando frente a frente con la pareja.
-A ver, Carlos, cuéntanos todo lo que sepas. -Dijo Alba mirando a su mejor amigo.
-¿Todo lo que sepa sobre qué? ¿Sobre todo lo que está pasando que me va a acabar volviendo loco?
-Exacto. -Afirmó Alba.
-Pues... Sé que la mayoría de la gente que conozco no es humana, son ángeles caídos que luchan por encontrar el colgante que me regaló mi madre.
Alba miró a Blas y este bajó la mirada. Sabía que tendría que haberle contado más cosas, pero a parte de que no había tenido tiempo, le daba algo de miedo.
-Y bueno, se que Blas es un ángel caído que perdió sus alas por mí culpa...
Blas negó y obligó al rubio a mirarlo.
-No fue tu culpa, ¿cuantas veces te lo tengo que decir?
-Pero si... -Intentó argumentar Carlos pero Blas volvió a interrumpirle.
-Charlie, mi amor, ¿en cuántos idiomas quieres que te diga que no fue tu culpa?
Alba se tuvo que llevar las manos a la boca para evitar gritar a los cuatro vientos lo monos que eran.
-Bueno, da igual -Dijo Carlos notando como sus mejillas estaban rojas. -¿Qué es lo que me teníais que contar?
Alba por fin superó el ataque y carraspeó la garganta, aclarándose la voz.
-Carlos, se que va a sonar raro, pero no eres humano.
-¿Y que voy a ser si no? -Dijo el rubio riéndose. -¿Un alien?
-Precisamente un alien no, Charlie. Más bien un... Un nefilim -Dijo Blas apoyando la frase de la pelirrosa.
-Un nefi... ¿qué?
-Nefilim -Repitió Blas -Tus genes son mitad humanos y mitad de ángel. Por eso puedes comunicarte con gente por la mente y eres consciente de que estás en un sueño y de que nosotros nos hemos metido en él.
-Debéis estar de broma, -Dijo Carlos mirándolos totalmente desconcertado. -Yo no había podido hablar mentalmente hasta caer en el hechizo ese.
-Realmente puedes hablar mentalmente desde que me diste el collar -Dijo Blas mirando al rubio. -Sobre tu especie tiene un efecto inhibidor de vuestras cualidades, de ahí que no lo hubieses podido hacer antes.
-Pero a mi el collar me lo dieron hace relativamente poco...
-Los poderes de un nefilim no se empiezan a desarrollar hasta muy tarde... -Dijo Alba. -Lo que no entiendo es lo de la altura y el peso, si se supone que el collar te lo dieron hace poco... Deberías ser dos veces tú.
-Por eso no soy un nefilim de esos –Dijo Carlos. –Soy cien por cien humano.
-Carlos, a ver, los humanos no pueden comunicarse por la mente ni pueden ser conscientes de que lo que están viviendo es un sueño, además de que no pueden ver a un ángel caído si este se cuela en su sueño. -Dijo Blas intentando convencerlo -Y tu sí que puedes, por lo tanto, o eres un ángel caído o un nefilim. Y sé que no tienes ni una sola marca en la espalda que delatara que tuvieses alas en algún momento, lo que nos deja en que eres un nefilim.
Carlos negó repetidamente, era duro descubrir que no has sido humano durante toda tu vida y no has tenido ni idea hasta ese mismo momento.
-Carlos, no te asustes, no es nada malo, sigues podiendo hacer vida normal, no va a afectar en nada que seas nefilim en tu futuro, en un principio.
-Mi duda es... -Dijo Carlos mirando a su amiga -Si se supone que soy hijo de un ángel caído y un humano, y siendo los ángeles caídos inmortales... Supuestamente, ¿yo conservo dicha inmortalidad?
-No del todo rubio –Dijo Alba -Solamente conseguirás la inmortalidad haciendo un ritual. Pero sí, puedes optar a ella.
Carlos asintió sin estar muy convencido.
-Tengo otra duda -Dijo Carlos mordiéndose el labio -¿Cómo os convertisteis en ángeles caídos? Y no me refiero a porque perdisteis las alas, que también, me refiero a como las conseguisteis...
Alba y Blas se miraron, pensando cada uno en su pasado y tragaron saliva, el de ninguno de los dos fue fácil.
-Yo esto... –Dijo Alba mirando a su mejor amigo fijamente -Prefiero no contarlo ahora.
Blas la miró y pensó en decirle lo mismo, pero sabía lo pesado que se ponía Carlos cuando no se salía con la suya.
Así que con una mirada le pidió a Alba que los dejara sólos. Esta le hizo caso y después de besar la mejilla de ambos chicos, desapareció.
...
Por fin se va a dar a conocer el pasado de Blas uuh 🌚🌚
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top