Capítulo 31
Ambos chicos abrieron los ojos a la vez observando la blanca habitación del hospital. Ambos se dieron cuenta de que seguían con las manos unidas, pero Blas no hizo ni el amago de separarla, es más apretó el agarre a la vez que se restregaba los ojos con la mano que tenía libre.
-Chico, necesito que te salgas de la habitación un momento, van a asear a Carlos. -Dijo la tía de Carlos con los brazos cruzados y con el dedo índice golpeando repetidas veces contra su brazo izquierdo.
-Claro -Dijo intentando ser amable a la vez que se levantaba y se inclinaba sobre Carlos para dejar un beso en su mejilla, el cual no pudo dar, porque la tía de Carlos había tirado de él, alejándole de su ahora novio. -¿¡Qué hace?!
-Vete ya. Las enfermeras tienen prisa.
-Por dos segundos no se van a morir -Dijo Blas notando su espalda tensarse.
-Que te vayas he dicho, suficiente que te dejo verlo por las tardes. -Dijo su tía empujando al moreno hacia la salida.
Blas avanzó de mala manera notando como sus manos comenzaban a arderle, apretó los puños fuertemente y salió por la puerta cabreado. Dos enfermeras pasaron a su lado y le sonrieron, pero Blas no estaba de humor para responder a una sonrisa. Se sentó en los asientos de delante de mala manera. ¿Qué había hecho él para que lo tratarán así?
Bufó y subió las piernas a la silla, para así poder apoyar la cabeza en sus rodillas. No entendía el asco que le tenía esa mujer, vale que quisiese a su sobrino y que le doliese que estuviese postrado en cama, pero que al pobre Blas también le dolía ver a su chico sin poder moverse.
Su chico. Blas sonrió al pensar en cómo Carlos lo había llamado su novio en el sueño y escondió su cara en sus rodillas para evitar que se viera el rubor de sus mejillas.
"Blas"
"Dime Charlie"
"Siento lo de mi tía... Creo que no le caes muy bien... "
"Me he dado cuenta"
Blas bufó y miró mal a la tía de Carlos a través del cristal, estaba hablando con una enfermera de vete tu a saber qué.
"Pues se va a tener que hacer a la idea de verte por aquí muy a menudo"
"Sí, porque a la próxima estás tú qué me echa sin haberme despedido cómo toca."
Carlos se rió interiormente, lo que produjo que el cuerpo de Blas se relajará por completo.
"Se tiene que acostumbrar a verte por aquí y tiene que aceptar que me haces feliz, aunque no se note exteriormente"
"Pues espero que se acostumbre pronto, porque no voy a consentir que me vuelvan a negar darte un beso en la mejilla. ¡En la mejilla! ¡Ni qué fuese un delito!"
"Lo del beso es lo de menos Blaso, puedes darme todos los que quieras en sueños, mi dulce ángel"
Mi dulce ángel.
Blas negó intentando quitarse el rubor de las mejillas, pero Carlos le parecía tan adorable...
De pronto el tío de Carlos apareció por el pasillo, lo que hizo que a Blas se le ocurriera una cosa, así que se levantó y lo paró a mitad camino.
-Perdone que le pare así -Dijo Blas esforzándose por parecer educado -¿Sabe si a su mujer le pasa algo conmigo?
-¿Cómo?
-Si le pasa algo conmigo por ser... Bueno, por estar con su sobrino.
El tío de Carlos sonrió y puso su mano derecha sobre el hombro izquierdo del de ojos azules.
-Mi mujer es un tanto especial con estos temas, nunca le ha gustado que su sobrino fuera bisexual y cada vez que su hermana, es decir la madre de Carlos, hablaba sobre lo guapo que era algún ligue de su hijo se cabreaba. -Dijo su tío tranquilamente -Sigo sin entender como dos personas que han recibido la misma educación pueden ser tan diferentes.
Blas le dió la razón, le extrañaba además que a estas alturas hubiese gente que no aceptase que hay personas que se sienten atraídas por alguien del mismo sexo.
-Igualmente no le caes mal, es solo que tiene que darse cuenta de que su forma de pensar no es la correcta y que su sobrino va a salir con quién le dé la gana aunque ella piense que lo correcto es que salga con una chica. -Dijo su tío apretando el hombro de Blas.
-Es que me ha echado de mala manera de la habitación sin siquiera dejarme despedirme de él...
-Lo suponía -Dijo su tío -Si vuelve a pasar me avisas que ya hablaré yo con ella.
Blas asintió y el tío de Carlos le dio una palmadita en el hombro y siguió su camino.
Blas se giró y lo observó entrar en la habitación de Carlos. Ese hombre se merecía un altar.
Blas se acercó a una de las paredes y se apoyó en ella con las manos metidas en los bolsillos del pantalón. Bufó y se puso a pensar en que podía hacer. Magia no podía practicar hasta que las quemaduras no se curaran del todo, o eso le había dicho Krystal. Se despegó el vendaje y observó las heridas, estaban mucho mejor que el día anterior, pero seguían sin cicatrizar.
Pensó en que a lo mejor la chica conocía algún truco o hechizo curaquemaduras.
Sacó el móvil y la llamó, si conocía alguno eso quería decir que lo podía curar y que podría seguir mejorando y enseñarle algo a Carlos.
Al otro lado de la línea se escuchó a Krystal con voz de haberse despertado hacía nada.
-Blas, ¿qué quieres? Estaba durmiendo...
-¿Conoces algún truco para curarme las quemaduras? Quiero seguir practicando. -Dijo Blas directo.
-Sí. -Dijo la chica después de bostezar - ¿Pero es necesario que te cure ahora? Ayer me fui a dormir muy tarde...
-Sí, me pican. -Mintió Blas.
Al otro lado de la línea se escucharon sábanas moverse y otro bostezo por parte de la chica.
-Dame media hora. Quedamos en el portal de Álv y te curo esas heridas.
Blas aceptó y colgó. Aún podía quedarse un rato antes de coger la moto y irse a casa de Álvaro, tardaba menos de cinco minutos en llegar.
Se sentó en una de las sillas y esperó a que los tíos de Carlos salieran, quería despedirse esta vez como tocaba de su rubio.
Pasaron cinco minutos y ambos seguían dentro, hablando con sus sobrino. A la mujer se le veía bastante alterada mientras que al hombre se le veía relajadísimo.
Como se aburría decidió tirar de don y meterse en la mente de Carlos y así poder escuchar la conversación.
-¡Pero es que no es normal! -Dijo la mujer acariciándose la frente. -¡No es natural que dos chicos estén juntos! Si existimos hombres y mujeres será por algo.
-Sí, para juntarnos con quién nos de la gana, te lo he dicho mil veces, da igual con quién salga tu sobrino mientras sea feliz.
"Blas, deja de escuchar, se que estás en mi cabeza"
Blas meneó la cabeza sorprendido, pero no le hizo caso, la conversación se estaba volviendo muy interesante.
-¿Cómo va a ser feliz con la persona que lo postró en la cama? Porque fue por su culpa.
Blas se levantó de la silla y entró dentro de la habitación con la furia creciendo por dentro de él. Se acercó por la espalda a la mujer y le tocó el hombro, la mujer se giró y Blas comenzó a hablar.
-No voy a consentir que me eches a mi la culpa de que Carlos este así, porque creo que se lo he dicho ya suficientes veces, yo no le puse la mano encima, yo no lo hice caer en ese raro síndrome.
Apretó los puños con fuerza a la vez que la mujer lo miraba sorprendida.
-No se como has escuchado la conversación, pero ya que estamos... No hiciste nada por evitar que acabase así.
El tío de Carlos se acercó a su mujer y le puso una mano en el hombro, intentando calmarla.
Esto podía acabar muy mal.
-Se lo vuelvo a repetir señora, si hubiese estado en mi mano ahora mismo él no estaría así como está, pero como me sujetaron tres personas el doble de fuertes que yo... Pues habrá que intentar sobrellevar esto de la mejor manera.
-¡Fuera de aquí! -Dijo su tía con rabia -¡No te quiero volver a ver aquí!
-No se va a ir -Dijo su tío por primera vez -No le voy a dejar yo.
Blas sonrió, ese hombre le caía genial.
Mientras tanto Carlos observaba la pelea mientras intentaba mantener contacto con el moreno y tranquilizarlo, porque notaba la ira que desprendía su cuerpo desde la cama.
Volvió a intentar hablar con Blas, pero su mente estaba ocupada en intentar retener las llamas que amenazaban con salir de sus palmas de las manos.
-¡Pues claro que se va a ir! -Dijo su tía mirando fijamente al de ojos azules -No quiero a gente como él con mi sobrino.
Blas sonrió y avanzó un paso, acercándose a la mujer.
-¿Cuantos años tiene su sobrino?
-¿Y eso a que viene? -Contestó su tía.
-Contesta.
-Diecisiete.
-¿Y te parece una edad para que le elijas las personas con las que se puede o no relacionar? Porque yo lo veo ya lo suficientemente mayorcito como para elegir las amistades que él quiera.
Carlos soltó un grito y aplaudió interiormente, era el mejor zasca que había escuchado en mucho tiempo.
-Y mira, en parte se va a salir con la suya, me voy a ir, pero no porque usted me lo diga, sino porque me esperan.
Pasó por el lado de la mujer, que lo miraba con odio y se acercó a la camilla donde estaba Carlos, y delante de sus tíos lo besó en los labios.
Se separó y le acarició la mejilla al rubio.
"Me voy a practicar más magia para poder enseñarte algún truco"
"Eres mi ídolo, ¡puto amo joder!"
Blas sonrió y se separó, se despidió también del tío de Carlos, que lo miraba con orgullo, como mira un padre a su hijo.
Salió de la habitación y bajó corriendo hasta al aparcamiento, cogió su moto, se subió en ella después de haberse puesto el casco y aceleró, perdiéndose por las calles de la ciudad.
...
Holaaa! Sé que el capítulo se ha hecho de rogar, pero es que no tengo casi tiempo de nada :(
Venía a deciros que puede que hasta junio no vuelva a publicar, me espera un mes movidito, exámenes, trabajos, más exámenes, más trabajos... Final de curso, lo típico.
Odio la tercera evaluación, os lo juro😷.
Lo siento y hasta la próxima :((
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