[75] LA CERCA
Lara estaba aterrorizada.
Por primera vez en mucho tiempo, la constante sensación de miedo entumecido que había estado sintiendo en sus entrañas fue reemplazada por el terror paralizante de la amenaza que enfrentaban. Esto era peor que cualquier caminante o Gobernador; este era un asesino invisible que los amenazaba a todos y estaba dentro de sus paredes.
Estaba paseando por los campos mientras Daryl cavaba tumbas, sintiéndose un poco enferma. Quería ayudar a Daryl, pero él dijo que preferiría hacerlo solo y Lara era bastante mala con una pala, así que lo dejó solo, pero le hizo compañía mientras trabajaba.
Por supuesto que estaba más preocupada por sus nervios que por mantener una conversación con él. Daryl notó que ella caminaba de un lado a otro pero no dijo nada al respecto, tratando de mantenerla hablando para distraerla. Finalmente logró que dejara de caminar y se sentara cuando la voz de Maggie se escuchó desde el otro lado del campo.
—¡Rick! —gritó Maggie—. ¡Daryl! ¡Lara!
Lara se giró para ver a los caminantes clamando contra la cerca, los postes que la sostenían en posición vertical temblaban peligrosamente cuando comenzaron a ceder. Daryl saltó de la tumba que estaba cavando, levantó a Lara, agarró su ballesta y corrió detrás de su prometida mientras ella corría por el campo.
—¡El ruido los atrajo y ahora esta parte está empezando a ceder! —gritó Maggie.
Mientras pasaba por la puerta, Lara agarró uno de los tubos afilados que habían estado usando para matar a los caminantes a través de la cerca, corriendo hacia la zona de peligro, donde la cerca ahora se inclinaba a medida que más y más caminantes presionaban contra ella.
Más personas se unieron a ellos cuando Lara niveló su tubo con la cara de un caminante antes de empujarlo a través de la cerca, matándolo. Fue inútil hacerlo, porque cuantos más caminantes mataba, más ocupaban su lugar. Maggie apuñaló a un caminante y luchó por sacarlo, cayendo al suelo cuando se soltó de repente. Glenn se apresuró a ayudarla, pero ella le tendió la mano para detenerlo.
—No —dijo Maggie bruscamente, poniéndose de pie—. Tenemos que estar alejados.
Lara escuchó la voz de Sasha gritar—: ¿Vieron esto?
Siguiendo la mirada de Sasha, Lara vio las ratas muertas en el suelo—. ¿Alguien está alimentando a estas cosas?
Nadie le respondió cuando la cerca comenzó a inclinarse aún más, lo que eventualmente resultó en que el grupo abandonara sus herramientas a favor de empujar contra ella, tratando de resistir hasta que pudieran idear un plan. Daryl los llamó a todos mientras la cerca seguía inclinada; más y más caminantes se unían a la multitud.
—Si la cerca se sigue inclinando así, esos caminantes se nos vienen encima —dijo Sasha.
—Daryl, trae el camión —dijo Rick sonando triste—. Ya sé qué hacer.
Lara sabía que esto era difícil para él, porque ya no quería ser el líder. No quería esa presión constante, por eso le entregó al comité las riendas que había tenido durante tanto tiempo. Casi pierde a Carl debido a sus planes e ideas, a veces estúpidos, y se dio cuenta de lo malo que era para él y para todos los que lo rodeaban. Sabía que lo había arruinado, y que volver a liderar no era algo que quisiera hacer, pero por el bien de todos en la prisión, esta vez tenía que hacerlo.
Mientras Daryl corría a buscar el camión, Rick fue hacia sus cerdos. No servían para que la gente los comiera, así que él y Lara los cargaron en una caja, arrastraron la caja al remolque enganchado a la parte trasera del camión que Daryl condujo hacia ellos y se subieron. Agarrándose del costado del remolque para no caerse, Lara compartió una mirada con Rick mientras Daryl atravesaba las puertas, girando el camión en dirección a los caminantes.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca, Lara se puso de pie, agitando las manos para llamar la atención de los caminantes.
—¡Por aquí! —gritó Lara—. ¡Por aquí, idiotas! ¡Sí, vamos! ¡Saben que quieren algo de esto! ¡Vamos!
Los caminantes escucharon su voz y abandonaron sus intentos de atravesar la cerca. Eran máquinas de matar en busca de sangre fresca para darse un festín, y cuando vieron a Lara gritándoles, se dirigieron instantáneamente hacia ella, tropezando con sus propios pies mientras intentaban llegar a la carne fresca que los incitaba.
—¡Vamos! —gritó Daryl.
Rick metió la mano en la caja, agarró uno de sus cerdos y le cortó la piel con su cuchillo. Lo arrojó al césped y vio cómo los caminantes caían sobre sí mismos en un intento de ponerle las manos encima. Lara odiaba los ruidos que hacía el cerdo, los horribles chillidos, pero cuando vio la expresión de Rick, supo que tenía que dar un paso al frente.
Mientras le pedía a Daryl que detuviera el camión nuevamente, Rick agarró otro cerdo, pero Lara lo detuvo y le puso la mano en la muñeca—. Yo me encargo. Ve al frente.
—No, yo puedo...
—No —dijo Lara—. No tenemos tiempo. Vamos.
Luego metió la mano en la caja y recogió otro de los cerdos, usando su propio cuchillo para cortar el segundo cerdo, dejándolo caer sobre la hierba. Parpadeó para contener las lágrimas mientras lo soltaba, antes de que el camión comenzara a moverse de nuevo. Agarró al tercer cerdo cuando el camión se detuvo de nuevo, la sangre le salpicó la cara.
Rick, a pesar de la insistencia de Lara, permaneció en el tráiler, y cuando vio a su hermana caer hacia atrás derrotada, se sintió desmoronarse. Se sentó a su lado y ella se acercó a él, abrazándolo con fuerza.
—Estar a cargo es difícil —le dijo Lara mientras Rick usaba su manga para limpiar la sangre que cubría su rostro.
El asintió—. Lo sé.
—No deberías estar cerca mío —dijo Lara al darse cuenta de que estaba abrazando a su hermano—. Podrías enfermarte.
—Ambos podríamos estar infectados —dijo Rick—. No importa.
Aún así, se alejó de Lara mientras Daryl continuaba atrayendo a los caminantes lejos de la cerca. Lara miró a su hermano—. ¿Cómo lo hiciste?
—¿Hacer qué? —preguntó Rick.
—Ser un lider —dijo Lara—. Incluso estar en el comité es difícil.
—No fue fácil —dijo Rick—. Ya no quiero eso.
—Yo tampoco —respondió Lara—. Tengo miedo, Rick. ¿Qué pasa si nos enfermamos? ¿O Daryl? ¿Judith?
—Ten fe —le dijo Rick—. Todo estará bien.
—Lamento haberte arrastrado a esto —dijo Lara—. Sé que no quieres esto y lo siento.
—Es por el bien de todos —respondió Rick.
—Aún así, eso no significa que debas hacerlo —dijo Lara—. Lo siento.
—Deja de disculparte —dijo Rick—. No es tu culpa.
Lara notó que le temblaban las manos y suspiró—. Eres demasiado bueno para este mundo, Rick Grimes. No ha hecho nada bueno por ti.
Rick miró a su hermana y vio lágrimas en sus ojos, sus propios ojos atraídos por el anillo en su dedo—. Puede que no me haya hecho bien, pero ¿a ti? Al menos algo bueno salió de esto.
Lara miró a Daryl, que estaba en el proceso de conducir de regreso a través de las puertas—. Sí, supongo que sí.
Cuando regresaron a la prisión, Tyreese los estaba esperando.
—Tienes que ver esto.
Lara suspiró mientras seguía a Tyreese por la prisión. Por su expresión, lo que tenía que mostrarles no era bueno, y todo lo que Lara quería en este momento era un abrazo de Daryl, pero ni siquiera se le permitía estar cerca de él debido a este sistema de cuarentena que tenían.
Mientras se dirigía a un pequeño patio, vio los dos cuerpos carbonizados tirados en el suelo, las manchas de sangre le hicieron creer que habían estado muertos antes de que los sacaran a rastras y los prendieran fuego.
—¿Los encontraste así? —preguntó Rick.
—Vine a ver a Karen —respondió Tyreese, su voz un poco distante, como si estuviera luchando por procesar lo que estaba viendo y diciendo—, y vi la sangre en el suelo. Luego sentí el olor —su voz se elevó a un grito—. ¡Alguien los arrastró hasta aquí y los prendió fuego! ¡Los mataron y los prendieron fuego!
Se movió hacia Rick, un movimiento rápido que hizo que Lara alcanzara su arma—. Oye.
—Tú eres policía —le dijo Tyreese a Rick—. Busca quién hizo esto y me lo traes a mí, ¿entiendes? ¡Me lo traes a mí!
—Descubriremos quién...
Daryl agarró a Tyreese pero su mano fue apartada de un golpe. Miró con furia a Rick—. ¿Tengo que decirlo de vuelta?
—No, no —respondió Rick—. Sé lo que sientes. Me pasó lo mismo; me has visto. Es peligroso.
—Karen no merecía esto —espetó Tyreese—. David no lo merecía. Nadie lo merece.
—De acuerdo, hombre, solo respira —dijo Daryl.
Cuando Daryl puso su mano sobre su hombro, Tyreese se volvió y lo empujó hacia atrás hasta que golpeó la pared, inmovilizándolo allí—. ¡No me iré a ningún lado hasta que descubra quién hizo esto!
Daryl extendió las manos para detener a Rick y Lara mientras se dirigían hacia él—. Estamos del mismo lado.
—Oye, mira —dijo Rick en voz baja—. Sé por lo que estás pasando. Todos perdimos a alguien. Sabemos lo que estás sintiendo ahora, pero te tienes que calmar.
Tyreese se giró y empujó a Rick lejos de él mientras Lara se acercaba a él, tendiéndole la mano—. Oye, Tyreese...
—¡Retrocede! —exigió Tyreese dirigiendo su mirada hacia Lara.
Era volátil en ese momento; estaba afligido y era peligroso. Actuaba sin pensar y solo consideraría sus acciones después de haberlas completado. Lara dio un paso vacilante hacia atrás cuando Daryl le lanzó una mirada preocupada desde detrás del hombro de Tyreese.
—Ella no querría que estés así —dijo Rick.
El puñetazo salió de la nada y Rick cayó al suelo cuando el puño de Tyreese se estrelló contra su mandíbula.
Lara dejó escapar un grito—. ¡Detente!
Tyreese volvió a golpear a Rick y Lara trató de agarrarlo del brazo para evitar que lo hiciera por tercera vez.
—¡No! ¡Basta!
Tyreese la empujó lejos de él y Lara se tambaleó hacia atrás, chocando contra el pecho de Daryl mientras él lograba atraparla antes de que cayera al suelo. Una vez que recuperó el equilibrio, Daryl agarró a Tyreese por los hombros mientras Rick se ponía de pie, tocando con cautela el corte en su mejilla antes de golpear a Tyreese en la mandíbula.
Lo pateó cuando estaba caído, antes de reanudar su implacable paliza. Lara miró a Daryl, sabiendo que no era lo suficientemente fuerte para evitarlo—. ¡Haz algo!
—¡Rick! —gritó Daryl agarrando a Rick por los hombros—. ¡Suficiente!
—¡Suéltame! —rugió Rick—. ¡Suéltame!
—¡No! —espetó Daryl, arrastrando a Rick lejos de Tyreese.
Mientras retrocedía, Rick se dio cuenta de lo que había hecho. Lara estaba con los ojos muy abiertos y las manos cubriendo su boca en estado de shock; Daryl lo miraba como si no supiera quién le devolvía la mirada, y cuando Rick bajó la mirada hacia sus nudillos ensangrentados, supo que había ido demasiado lejos.
Otra vez.
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