[73] LA TIENDA
Una vez que llegaron Daryl señaló el ejército que habían visto la semana anterior.
Habían explorado la supertienda y la base militar al lado, y la encontraron invadida. Era una oportunidad demasiado buena como para perderla, estando tan cerca de la prisión y aparentemente invadida muy poco después del fin del mundo. Con suerte, todo el interior estaría intacto y podrían encontrar algunas cosas buenas allí.
—El ejército vino y levantó esas vallas —explicó Daryl a los recién llegados al grupo—. Hizo un lugar para que la gente venga. La semana pasada, cuando vimos este lugar, había varios caminantes detrás de ese alambrado evitando que la gente entre, como si fueran perros guardianes.
—¿Se fueron solos? —preguntó Bob.
—Escuchen —dijo Sasha, y cuando todos se callaron, el débil sonido de la música se escuchó desde la distancia.
—Los sacaste a todos —dijo Bob.
—Puse un equipo de música ahí, hace tres días —respondió Sasha.
—Enganchado a dos baterías de auto —agregó Glenn.
—Pésima elección de música —comentó Lara.
—Lo siento, no teníamos Beyonce —respondió Glenn.
Daryl se burló—. Mejor. Muy bien, hagamos una barrida. Asegúrense de que sea seguro. Tomen lo que puedan. Volveremos mañana con más gente.
Lara se fue con Glenn en una dirección mientras Daryl se dirigía a otra. Se movían con cautela, sin alejarse demasiado el uno del otro en caso de un ataque, y cuando se agacharon en una tienda de campaña para ver si podían encontrar algo, se encontraron con un caminante. Lara sacó el cuchillo de su cinturón antes de apuñalarlo en la cabeza. Dio un paso atrás cuando el cuerpo cayó.
—Asqueroso —dijo Lara—. Nunca superaré lo repugnantes que son.
Glenn se rió en voz baja—. Pasamos por tantas cosas, ¿y todavía los encuentras repugnantes?
—Sí —respondió Lara—. Son literalmente cadáveres ambulantes. Es antinatural.
Glenn puso los ojos en blanco—. No hay nada aquí. Deberíamos seguir adelante.
Lara y Glenn se unieron al resto de su grupo; Daryl, Sasha, Tyreese, Bob y Zach en la entrada de la tienda. Daryl estaba sentado en el alféizar junto a la ventana mientras que Lara estaba cerca, observando cómo Glenn, Sasha, Tyreese y Bob se alejaban para hacer guardia.
Zach, que estaba apoyado contra la pared, dijo—: Está bien, creo que lo tengo.
—¿Qué? —preguntó Michonne.
—He tratado de adivinar qué hacía Daryl antes del fin del mundo —dijo Zach.
—Ha estado tratando de adivinarlo durante seis semanas —respondió Daryl.
—Y cada vez se pone más divertido —agregó Lara.
—Voy despacio —respondió Zach—. Un intento por día.
—Bueno, dime —dijo Daryl.
—Por la forma en que te comportas en la prisión, estás en el comité, puedes rastrear, ayudas a la gente, pero sigues siendo un poco... gruñón —ante esto, Lara se rió en voz baja hasta que Zach dijo—: Con la única que no eres gruñón es con tu esposa. Aquí viene: detective de homicidios.
Lo dijo con tanta fe que tanto Lara como Michonne se echaron a reír, lo que provocó que Daryl se volviera hacia ellas—. ¿Qué es lo gracioso?
—Nada —respondieron ambas.
—Tiene mucho sentido —dijo Lara.
—En realidad, el hombre tiene razón —respondió Daryl—. Policía encubierto.
Lara sabía que estaba mintiendo, pero Zach parecía emocionado—. Vamos, ¿en serio?
—Sí —respondió Daryl—. No me gusta hablar de eso porque pasaron cosas intensas, ¿sabes?
Lara no pudo contener la risa cuando Zach miró a Daryl—. Amigo, vamos, ¿en serio?
Daryl se giró para mirarlo, la insinuación de una sonrisa jugaba en su rostro. Lara palmeó a Zach en el hombro—. Mejor suerte la próxima vez, amigo.
Lara sabía lo que Daryl hizo antes. Vagaba con su hermano, nunca se quedaba en un solo lugar. No estaba particularmente orgulloso de su educación o de lo que había hecho con su vida, pero Lara nunca lo juzgó. Entendió que todos tenían vidas diferentes antes de esto, pero nunca lo miró de manera diferente cuando le dijo que estaría borracho antes del mediodía la mayoría de los días y que nunca tendía un trabajo estable. Eso es lo que amaba de ella; veía lo mejor en él.
—Seguiré adivinando —respondió Zach.
—Sigue con eso —dijo Daryl.
Un caminante luego golpeó el vidrio detrás de ellos y Daryl se puso de pie. Michonne levantó las cejas—. ¿Vamos, detective?
—Vamos —respondió Daryl.
Daryl y Michonne sacaron a los caminantes reunidos en la entrada y los arrojaron a la acera. Lara se quedó con Glenn, su arma en la mano en caso de que más rezagados decidieran unirse a la fiesta. Cuando estuvieron seguros de que la costa estaba despejada, dieron un paso atrás y esperaron más instrucciones.
—Entramos, mantenemos la formación para la barrida —dijo Sasha—. Luego, todos saben qué buscar. ¿Alguna pregunta?
—¿Alguna vez no fuiste mi jefa? —preguntó Tyreese.
—Tuviste unos años antes de que naciera —respondió Sasha con una sonrisa.
Lara se fue con Daryl mientras realizaban el barrido de la tienda. Estaba relativamente intacta, pero mientras se dirigían por uno de los pasillos, Lara tropezó con sus propios pies y chocó contra uno de los estantes, derribando un estante de productos enlatados.
Daryl fue demasiado lento para atraparla antes de que cayera, y cuando Lara se sentó entre las latas esparcidas a su alrededor, sonrió—. Bueno, al menos sabemos que aquí hay cosas enlatada.
—Sí, y que no hay más caminantes —respondió Daryl—. Torpe.
—Oye —dijo Lara riendo, mientras Daryl la ponía de pie—. Fue un accidente.
—Te tropezaste con nada —dijo Daryl—. ¿Cómo lo haces?
Lara se encogió de hombros—. Simplemente pasa.
Cuando se reunieron con el resto del grupo, todos parecían preocupados cuando Glenn preguntó—: ¿Se encontraron con un caminante?
—Sí —dijo Lara—. Sí, era un caminante.
—Está mintiendo —dijo Daryl—. La tonta tropezó con sus propios pies.
Sasha puso los ojos en blanco—. Muy bien, separémonos. Tomen un carrito y cárguenlo con lo que puedan encontrar.
Lara se fue sola, empujando un carrito y cargándolo con todos los suministros que pudo encontrar. Mientras pasaba por el pasillo de tecnología, vio una cámara en uno de los estantes. Al darse cuenta de que no tenía fotos de sus amigos y familiares, recogió la cámara junto con baterías de repuesto, y la metió en su bolso. Vio a Glenn mirando un cartel con fotos de bebés y se dirigió hacia él.
—¿Estás pensando en eso? —preguntó ella, asintiendo con la cabeza al bebé en el cartel.
—Tal vez —respondió Glenn—. ¿Tú?
—Si pasa, pasa —dijo Lara—. Supongo que tú también piensas así.
—Sí —dijo Glenn—. Escucha, si tienes un bebé, ¿puedo ser el padrino?
—Solo si puedo ser madrina de tu bebé —respondió Lara.
—Tenemos un trato —dijo Glenn estrechando la mano de Lara.
—Ahora Maggie o yo tenemos que quedar embarazadas —dijo Lara.
—Sí —rió Glenn, y Lara se perdió la risa nerviosa que soltó.
—Dios, no puedo imaginar tener un bebé durante todo esto —dijo Lara—. No sé cómo lo hizo Lori.
—Antes de esto, ¿querías hijos? —preguntó Glenn mientras se dirigían juntos por el pasillo.
Lara asintió—. Sí, siempre quise un niño. Supongo que eso viene de ver crecer a Carl. ¿Tú?
—Quiero una niña —dijo Glenn—. Pero me conformaría con un niño.
—¿Cómo los llamarías? —preguntó Lara.
—No lo sé —respondió Glenn—. Nunca pensé en eso.
—Me gusta el nombre Nathan —dijo Lara—. Nathan Dixon. Nate para abreviar.
—Así que será Dixon, ¿eh? —preguntó Glenn alzando las cejas mientras tomaba una caja de pañales.
—Dixon-Grimes —corrigió Lara—. No hay forma de que renuncie a mi nombre. Mi apellido es demasiado genial.
Glenn se rió—. Claro que sí.
—Sería aún más genial si fuera Croft —dijo Lara—. Entonces realmente sería Lara Croft.
—Creo que estás bastante cerca —respondió Glenn—. Lara Grimes: asaltante de tiendas.
Lara se rió—. Soy mucho más genial que Lara Croft. Oye, ¿crees que hay alcohol en este lugar?
—Tal vez —respondió Glenn.
Lara sonrió—. Imagínate emborrachar a todo el mundo.
—Nunca más, ¿recuerdas? —dijo Glenn, recordando vívidamente su resaca después de esa noche en el CDC.
—Sí, fui muy honesta cuando estaba borracha, así que fue divertido —dijo Lara—. Y si conseguimos lo suficiente para seguir bebiendo durante mucho tiempo, no tendremos que afrontar la resaca.
Glenn frunció el ceño—. No creo que funcione así, pero claro.
Luego escucharon un estruendo, y con una mirada compartida, abandonaron sus carritos y se dirigieron con cautela, buscando la fuente del estruendo. Sonaba como si un vidrio se hubiera hecho añicos, y Lara escuchó que alguien dejó escapar un grito.
—¿Qué sucedió? —gritó Glenn mientras corrían.
Cuando dobló la esquina, Lara vio el estante volcado y el vino derramándose por el suelo. Se detuvo y suspiró—. Había alcohol, ahora se ha ido.
Lara escuchó otro estruendo, y el techo sobre sus cabezas se abrió mientras un caminante caía por el agujero que causó. Sus entrañas se estaban derramando cuando se enganchó en un cable y quedó colgando allí.
—Sí, quizá deberíamos irnos ahora —dijo Glenn.
—Bob sigue atrapado. Sáquenlo de ahí —exigió Daryl.
—Vayamos por los otros —dijo Michonne.
Mientras corrían, más y más caminantes caían a través del techo y Lara levantó su arma para dispararles mientras se ponían de pie. Uno cayó a través del techo justo a su lado, golpeando el suelo y prácticamente explotando, derramando sangre y tripas. Sintió que una mano en su brazo la apartaba de un tirón; era Glenn, tirando de ella hacia atrás y fuera del peligro.
Continuó disparando al caminante hasta que uno la alcanzó por detrás. Lara cayó al suelo y su arma cayó de sus manos, deslizándose por el suelo, justo fuera de su alcance. Gritó cuando golpeó el suelo, más caminantes cayeron sobre ella. Luchó para sacarlos, pateando y empujando mientras intentaban morderla. Llevaba su equipo policíal, por lo que estaba protegida, y trató de agarrar su arma.
Estaba fuera de su alcance, así que trató de llegar a su cinturón, donde estaba atado su cuchillo. Logró agarrarlo, y sin perder tiempo mató al caminante más cercano a ella, apuñalándolo en la cabeza. Mientras soltaba otro grito, escuchó disparos y luego los caminantes que la agarraban de las piernas desaparecieron, empujados por Glenn.
Lara se apresuró a agarrar su arma antes de ponerse de pie—. Gracias.
Corrieron alrededor de una esquina y Lara vio a Daryl parado sobre una pila de cajas, rodeado de caminantes. Ella y Glenn los sacaron, pero cuando Lara miró hacia arriba y vio que el helicóptero del ejército amenazaba con derribar el techo, le gritó a Daryl que se moviera.
Lo hizo, y corrió para liberar a Bob. Zach levantó el estante mientras Daryl ayudaba a Bob a ponerse de pie, pero luego un caminante le dio un mordisco en la pierna y Zach cayó al suelo. Lara gritó su nombre mientras desaparecía debajo del caminante que se arrastraba encima de él. Se sintió congelada en el lugar cuando escuchó a los caminantes gruñir y a sus amigos gritar, antes de que una mano en su brazo la devolviera a la realidad.
Su cabeza giró rápidamente, sus ojos se posaron en Daryl mientras él la empujaba hacia la salida gritando palabras que no podía oír por encima del shock. Mientras mantenía un agarre firme en su mano, huyeron de la tienda abandonando todo lo que habían reunido. No fue hasta que salió por completo de su conmoción que escuchó la voz de Daryl, gritándole al grupo.
—¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos!
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