[113] ANTES

Después de la reunión, Lara regresó a la casa con Daryl, Rick y Morgan. Cuando se lo presentaron, Lara se quedó atónita al recordar la historia que Rick le contó cuando acababa de encontrarlos.

—¿Eres Morgan? —preguntó Lara—. El Morgan que ayudó a mi hermano.

—El mismo —dijo Morgan—. Es bueno finalmente ponerle una cara a tu nombre. Rick hablaba mucho de ti. Me alegra que te haya encontrado.

—Oye —dijo Daryl, notando la cinta sobre la ceja de Lara. La señaló, asegurándose de que ella no pudiera esquivar su pregunta—. ¿Qué diablos pasó?

—Me golpeó otro idiota abusivo —respondió Lara—. Pero estoy bien.

—No me fui ni dos días —suspiró Daryl.

Cuando estuvieron dentro de la seguridad de su casa, Daryl se sirvió un tazón de cereal y le sirvió uno a Morgan. Lara se paró entre las piernas de Daryl mientras él se sentaba en uno de los taburetes, ocasionalmente robando un bocado de la comida de Daryl cuando le ofrecía la cucharada de cereal.

—Tenías razón —dijo Morgan mientras le entregaba a Rick el mapa que le habían dejado en la iglesia—. No había terminado.

—Deberíamos hablar más mañana —dijo Rick.

Morgan asintió y Rick caminó hacia él.

—Mira... ya no me arriesgo.

—Y no deberías —dijo Morgan.

—Rick, tienes que limpiar —dijo Lara—. Estás cubierto de sangre.

Daryl asintió—. Te ves como la mierda, hombre.

—Bien, lo entiendo —dijo Rick—. Iré a ducharme.

—¡Asegúrate de estar limpio! —gritó Lara.

Cuando se fue, Daryl miró a Lara—. Entonces, ¿vas a decirme qué pasó? Sin mentiras, ¿de acuerdo?

Lara suspiró—. Claro.

Una vez que lo puso al día, se dirigieron a la cama. Lara se tumbó junto a Daryl y se acurrucó junto a él con la cabeza sobre su pecho.

—Te extrañé —susurró Lara—. Odio que siempre estés ahí fuera.

—Yo también te extrañé —respondió Daryl, sin contarle sobre la experiencia cercana a la muerte que él y Aaron habían enfrentado—. Pero volví, ¿no?

—Me preocupaba que no fueras a hacerlo —dijo Lara—. Me preocupaba que nos abandonaras.

—Nunca —dijo Daryl, colocando su mano sobre el estómago de Lara, justo sobre el pequeño bulto—. Nunca te dejaría. Al menos, no para siempre.

—Sí, así está mejor —dijo Lara con una sonrisa—. ¿Puedes... puedes abrazarme? Solo quiero estar aquí, contigo, y olvidarme de todo lo demás por un rato, aunque sea solo por esta noche.

Daryl hizo exactamente eso, abrazando a Lara hasta que se durmió, y, aun así, no la soltó. No la había visto en días y ella era todo lo que tenía en mente todo el tiempo. Odiaba dejarla, pero sabía que estaba mejor allí. Si pasaba demasiado tiempo dentro de estas paredes, se volvería loco.

Rick los encontró a la mañana siguiente, trabajando en la motocicleta de Daryl. O mejor dicho, Lara estaba sentada en la acera mientras Daryl trabajaba en ella. Estaba con las piernas cruzadas sobre el concreto al lado de Daryl, observándolo trabajar con un libro abierto y olvidado en su regazo. Rick sonrió cuando vio la expresión de su rostro, tan hipnotizada por la forma en que las manos de Daryl trabajaban tan hábilmente en la motocicleta que su expresión era de asombro.

Mirando hacia arriba cuando escuchó que Rick se acercaba, Daryl preguntó—: Entonces, ¿le parece bien?

—Fue más o menos su idea —respondió Rick—. Lo entiende.

—Tiene una cama y un baño —dijo Daryl—. Pero sigue siendo una jaula, ¿sabes?

—Lo entiende —le aseguró Rick—. Me contó lo que pasó en los camiones.

—¿Camiones? —preguntó Lara.

—Te lo diré después —dijo Daryl, sabiendo muy bien que no iba a hacerlo—. ¿Te habló de los tipos con los que nos encontramos? ¿Con las W?

—Como ese caminante que vimos, sí —dijo Rick.

—¿W? —preguntó Lara.

—Necesitamos más puntos de vigilancia —dijo Rick—. Y le diré a Deanna que no necesitamos seguir buscando más gente —Daryl asintió, y Rick se dio cuenta de que no estaba seguro—. ¿Crees que deberíamos seguir buscando?

—Sí —respondió Daryl.

—La gente de ahí fuera tienen que cuidarse a sí mismos, igual que nosotros —dijo Rick—. Voy a sacarlo. No deberíamos dejarlo allí más tiempo del necesario.

Fue más tarde ese día que el grupo recibió noticias de los caminantes en la cantera. Rick y Morgan los habían visto mientras estaban fuera de las paredes y habían regresado para transmitirles a todos la noticia de lo que habían visto. Necesitaban un plan para evitar que los caminantes marcharan hasta sus puertas, porque los camiones que los bloqueaban dentro de la cantera no aguantarían mucho más, y cuando cayeran, los caminantes tendrían el camino libre hacia Alexandria.

Había un hombre llamado Heath que había regresado de una salida de dos semanas con su equipo, Annie y Scott, y estaba muy al tanto de los caminantes en la cantera. Les dijo eso cuando toda la población de Alexandria estaba reunida en la sala de estar de la casa de Deanna, discutiendo qué hacer con su problema.

—Mi equipo —decía Heath—, lo vimos desde el principio, cuando estábamos en uno de esas exploraciones averiguando qué había por los alrededores. Había un campamento en el fondo. La gente debió bloquear las salidas con esos camiones cuando todo empezó a ir mal. No lo lograron.

—¿Nadie ha vuelto desde entonces? —preguntó Maggie.

—DC y todas las ciudades que merecía la pena saquear están en dirección contraria —dijo Heath—. Y nunca me apeteció hacer un picnic al lado del campamento que se devoró a sí mismo.

—Así que todos los caminantes han sido atraídos por el ruido y cada vez hacen más ruido y atraen más de ellos —dijo Michonne.

—Y aquí estamos —dijo Rick—. Lo que voy a proponer... sé que suena arriesgado, pero los caminantes ya se están colando por las salidas. Uno de los camiones que mantienen a los caminantes podría caerse por el precipicio en cualquier momento. Tal vez con la próxima lluvia. Esa salida los dirige al este. A todos ellos. Directo hacia nosotros. No se trata de si pasará, sino de cuándo. Va a suceder. Es por eso que tenemos que hacer esto pronto.

—Esto es... ni siquiera sé cómo describirlo —dijo Carol—. Esto es aterrador. Todo. Pero no parece que haya otra alternativa.

—Puede que la haya —habló un hombre llamado Carter—. ¿No podemos reforzar los puntos débiles? Podría diseñar los planos. Trabajé con Reg en el muro. Un equipo de construcción... podemos intentar hacerlo más seguro.

—Incluso si pudiéramos, el sonido de esos caminantes está atrayando a más y más cada día —dijo Rick—. Reforzar las salidas no cambiará eso.

—Vamos a hacer lo que dice Rick —dijo Deanna—. El plan que ha expuesto.

—Les dije, vamos a tener a Daryl llevándolos lejos —dijo Rick.

—Yo también —habló Sasha—. Llevaré un auto e iré junto a él. No puede hacerlo él solo. Haré que me sigan y Daryl evitará que se dispersen.

—Iré con ella —dijo Abraham—. Es un largo camino para hacerlo solo.

—Tendremos dos equipos —dijo Rick—. Uno a cada lado del bosque ayudando a manejar esto. A partir de ahora tendremos a varias personas vigilando. Rosita, Spencer y Holly. Así que ellos no vienen. ¿Quién viene?

—Yo —dijo Michonne.

Después de una conversación tranquila con Maggie, Glenn dijo—: Yo iré.

—Me gustaría ayudar también —ofreció Gabriel.

—No —espetó Rick—. ¿Quién más? Necesitamos más.

—Yo —dijo Lara.

—No —respondió Daryl—. De ninguna manera.

—Tiene que haber otra manera —dijo Carter—. No podemos controlar a tantos.

—Lo dije antes, los caminantes son una manada —dijo Rick—. Seguirán un camino si algo los atrae.

—¿Entonces qué? ¿Se supone que debemos confiar en tu palabra? —preguntó Carter—. Se supone que todos debemos seguirte después de...

—¿Después de qué? —preguntó Rick.

—Después de que agitaste un arma, gritando y apuntando con ella a la gente —replicó Carter—. Después de dispararle a un hombre en la cara. Después de...

—¡Basta! —interrumpió Deanna.

—Yo lo haré —ofreció Heath.

—Yo también —habló una mujer.

—Lo que sea que necesites, estoy adentro —agregó Tobin.

—¿Quién más? —preguntó Deanna.

—Yo iré —ofreció Nicholas, y Lara vio la forma en que Glenn apretaba la mandíbula en señal de desaprobación—. Tenemos que hacerlo. Necesito ayudar.

—¿Estás seguro de que puedes hacerlo? —preguntó Rick.

—Necesitas gente —respondió Nicholas.

—Haremos que esto funcione —dijo Rick—. Mantendremos este lugar a salvo. Mantendremos a nuestras familias a salvo. Lo haremos.

—El plan —dijo Carter—. Vamos a repasarlo otra vez.

—Hombre, acaba de decirlo —espetó Daryl.

—Cada parte —exigió Carter—. De nuevo.

Lara suspiró—. Serán unos días largos.

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