02- Yo..



Sus ojos comenzaron a abrir de manera lenta y dolorosa, sentía parte de su frente y cabeza palpitar, se quedó inmóvil por unos segundos, su cerebro analizando qué rayos había sucedido en las últimas horas, o días, ¿qué carajo había pasado?, todo se sentía confuso, quiso moverse un poco más y fue allí cuando se percató que le era imposible. Sus manos estaban atadas tras su espalda mientras su cuerpo yacía sobre una superficie suave sobre su costado.

Era una cama y aquello que se sentía suave bajo él eran sábanas, trató de mover sus manos pero fue en vano, suspiró, rodando como pudo su cuerpo hasta dirigir su mirada al otro extremo de la habitación, recorrió un poco más hasta detener su vista en la puerta, donde la figura de alguien le hizo encogerse más pequeño en su lugar.

— Al fin despiertas Bello Durmiente, estaba a punto de meterte bajo agua helada, eso siempre funciona — la voz que escuchaba era profunda pero calma, Jungkook parpadeó tres veces seguidas sosteniendo la vista fija en la figura que se acercaba hasta él, lo sentía en cámara lenta.

Taehyung se detuvo frente a la cama, observando su rostro desde arriba. Su piel aún tenía los rastros de sangre ya seca, otro poco manchaba su labio y mentón. No era la primera vez que Taehyung tenía que hacerse cargo de cosas como esas, no sentía empatía por gente que no conocía y sin embargo, los ojos grandes que lo estudiaban esa noche le estaban inquietando.

— Van a matarme, ¿cierto? — . Esa pregunta la había escuchado tantas veces, la respuesta siempre llegaba de inmediato y tajante con una sonrisa de adorno y una burla tras ver el miedo que brotaba tras la sentencia.

Esa noche, tal vez por primera vez, Taehyung no tenía seguridad de que debería responder.

— Jungkook, bonito nombre — soltó, tomando la silla que había en una esquina para sentarse, encendiendo un cigarrillo luego.
— Perdón por tumbarte el polvo de esta noche, te veías muy entusiasmado cuando llegamos.

Sabía que se estaba burlando pero él en su lugar, hizo lo que pudo por tomar una mejor postura y sentándose sobre el colchón volvió a hablar.

— Yo no sabía que ella tenía pareja, yo-..

— Tampoco sabías que te estabas metiendo con la mujer de un hombre de dudosa reputación, digo, no es como si le hubieras ido a preguntar — le interrumpió con el mismo tono de burla, soltando el humo de sus labios entre abiertos, Jungkook se quedó en silencio.

— Yo, sólo la conocí un día y me invitó a tomar algo, luego de eso todo se dió sin preguntas entre ambos — admitió, no tenía algo más que decir.

Taehyung dejó salir un sonido, poniéndose de pie para soltar las colillas y resto del cigarrillo sobre la pequeña mesa al lado de la cama.

— Realmente no me interesa en absoluto lo que hayas hecho con ella, no es asunto mío, por culpa del idiota de mi hermano ahora tengo que jugar al niñero contigo — aquellos ojos bonitos volvieron a engancharse en los suyos y Taehyung se acomodó mejor en su sitio.
— No voy a soltarte, no me mires de esa forma, sé que tienes miedo y agradezco que estés tranquilo sin hacer mucho alboroto, quizá lo piense mejor y no te mate, a fin de cuentas, no sé que rayos haré contigo.

Jungkook tragó hondo, su cabeza doliendo un poco más.
— Prometo no decir nada, sé que a mi es a quien menos le conviene, pero por favor no me hagas nada — suplicó, sus ojos picando nuevamente y esta vez no pudo detener la humedad en ellos.

El hombre al lado suyo ladeó la cabeza, lamiendo su labio inferior hasta detener su lengua justo en la esquina de este, logrando que Jungkook se tensara y retrocediera hasta sentir su espalda chocar con la pared detrás de la cama cuando el hombre se acercó demasiado, muy cerca para su tranquilidad inexistente en ese instante.

— Quizá pueda perdonarte la vida, mi hermano te dejó en mis manos, no creo que le moleste si no me deshago de tí — Taehyung acercó sus dedos cerca de la herida en los labios ajenos, tocando allí y escuchando al chico sisear, el borde estaba un tanto hinchado, lo que le llevó luego a supervisar con más detenimiento la zona y cuando sus ojos felinos se movieron unos milímetros a la izquierda, justo donde comenzaba la piel más sensible, no se apartaron de ahí durante unos segundos.

Recorrió con atención el borde, sin tocar, sólo admirando, estaba seguro que nunca había contemplado unos labios como aquellos. El superior era tan fino y volvía a estar seguro que podría esconderse tras una sonrisa, su arco de Cupido era tan definido, como si lo hubieran moldeado hasta obtener el resultado deseado. Su labio inferior en cambio, era un poco más regordete, esponjoso, se miraba suave, su mente de llenó con el humo de un pensamiento, ¿cómo se verían esos belfos si los tomaba en su propia boca y los mordía hasta cansarse?

Se alejó un poco cuando se percató de la respiración algo pesada del chico, posando ahora sus dedos en la línea de sangre seca que pintaba su mejilla.

— ¿Te enamoraste de ella? — preguntó de la nada, sin contexto, sólo por curiosidad tal vez.

— No.. — respondió de inmediato, por miedo, por sinceridad, por ambas suponía.

— ¿No? — soltó de pronto, más concentrado en admirar cada centímetro de su piel que en lo que estaba preguntando.
— Me parece perfecto.

Se apartó del sitio que tocaba y lo miró directo a los ojos, Jungkook no sabía si responder algo, quedarse más inmóvil de lo que ya estaba o simplemente seguir callado, no quería hacer enojar al tipo, quería que lo tragara la tierra y lo escupiera en su departamento.

— ¿Has estado con un hombre alguna vez? — escuchó la pregunta mas no sabía que responder y mucho menos el por qué se lo había preguntado.

Volvió a tragar saliva a pesar de que sentía su garganta seca, el hombre frente a él lo observaba esperando una respuesta y Jungkook no quería dársela.

— Yo.. yo no s-soy gay — dijo en cambio, su voz casi en un susurro, sabía que él había escuchado, estaban muy cerca pero el hombre sólo seguía allí sin moverse ni hacer algo. Estuvo a punto de hablar nuevamente hasta que Taehyung se puso de pie, arreglando las mangas de su camisa y colocando la silla en el mismo sitio donde había estado minutos atrás.

—Me gustan los retos — dijo con una sonrisa y caminó hacía la puerta sin decir algo más.

— ¡Espera! — le llamó, de repente sintiendo miedo porque tal vez levantó mucho la voz, podía ver la pistola sobresalir de su pantalón y por la mierda que no quería nunca más tener ningún contacto con esa cosa.

Taehyung se detuvo dos pasos antes de llegar a la puerta, mirándole desde allí y levantando una ceja en respuesta, esperando que era lo que tenía para decirte.

— Necesito ir al baño — dijo en voz baja, moviendo a postas la cadena que sujetaba su pie izquierdo.

Taehyung rodó los ojos, verdaderamente se sentía como un niñero. Giró sobre su propio pie y se dirigió a otra puerta, la que Jungkook suponía que era el baño, viéndolo luego caminar hasta el otro extremo de la cama y sacar algo de su bolsillo, suspiró de alivio cuando el hombre de pelo ondulado sacó una pequeña llave y de inmediato abrió la cerradura que lo mantenía preso, liberó la cadena de un extremo, sin embargo seguía atada a su pie. Trató de salir de la cama como pudo, sintiendo su cuerpo pesado cuando al fin se pudo sostener.

Caminó despacio hasta el baño, el cuarto era pequeño por lo que los pasos que debió dar no fueron tantos. Cuando por fin llegó hasta el retrete, se quedó parado allí estático dando una mirada a la parte baja de su abdomen y luego al hombre parado en medio de la habitación.

Taehyung trataba de esconder la risa que amenazaba con salir de su boca mientras esperaba paciente y no fue mucho lo que tuvo que aguardar.

— Oye.. — la voz de Jungkook sonó desde el baño, Taehyung levantó nuevamente una de sus cejas en respuesta.
— Tengo las manos atadas, ¿cómo se supone que voy a hacerlo? — mordiendo su labio con duda y volviendo a mirar abajo, escuchó pasos resonando, sus zapatos caros chocando contra la cadena cuando llegó a la entrada.

— Te ayudo con eso si quieres — la sonrisa más marcada que antes en su rostro ponía nervioso a Jungkook.
— Pero no puedo soltarte, son reglas-. Se cruzó de brazos y se apoyó en el marco de la puerta, restándole importancia al asunto, mierda, no podía creer que su primera interacción homosexual sería con su secuestrador ayudándolo a mear, era menos humillante si lo hubieran matado.

Cerró sus ojos con fuerza, esperando que el sujeto dijera que aquello era una broma de mal gusto pero cuando los abrió, el seguía ahí, con su maldita cara tan cínica. Las necesidades de su cuerpo obligándolo a humillarse, su vejiga estaba a punto de hacer explosión.

Cómo demonios iba a hacerlo si sus manos estaban atadas, Taehyung lo había hecho a propósito, eso era obvio.

—Bien.. — dijo al fin, vencido y humillado pero también con deseos de partirle la cara de satisfacción que el hombre había adoptado.

Taehyung avanzó hacia él con pasos firmes, deteniéndose justo detrás de su espalda, apoyando su pecho en ella y Jungkook respiró hondo, todo era una trampa, lo sabía, el estúpido detrás suyo estaba gozándose cada mínima cosa. Estaba nervioso, sus manos atadas estaban justo apretadas sobre la entrepierna contraria, no tenía que ver para saber, ¡que alguien lo ayudara! o se iba a orinar en los pantalones y no sabía si porque su vejiga estaba muy llena o por los nervios de tener a un extraño hermano de un asesino restregando su pene contra sus manos.

Taehyung pasó sus manos desde atrás hasta el abdomen del pelinegro, sintiendo todo plano por encima de la tela, bajó hasta el cinturón que aún seguía mal puesto y recordó las circunstancias en las que conoció al chico, sonriendo tras su nuca, enganchó sus dedos pulgares en el borde del pantalón ajeno y sintió como el cuerpo entre sus brazos tembló un poco, admitiendo para sí mismo que le daba ternura sus reacciones. Con dos dedos expertos deshizo el botón fuera y sin perder ni un sólo segundo sujetó el bóxer negro, para éste momento la situación se le  pintaba demasiado graciosa, colocó su mentón sobre el hombro derecho de Jungkook, de manera que su cabeza se pudiera asomar y mirar en primer plano lo que haría a continuación.

Jungkook volvió a cerrar los ojos al sentir aquellos manos sujetar su pene directamente, sin titubeos y con precisión. Miró hacia abajo, Taehyung sostenía su hombría de forma delicada pero firme entre su mano derecha. Quería poder vaciar su vejiga y poder acabar con el incómodo momento pero la vergüenza lo estaba torturando.

—Vamos, no tengo toda la noche — susurró Taehyung, apretando un poco más la mano que mantenía en su cintura.
— Estás de acuerdo en que esto es muy gay, incluso para mí.

Y si, maldita sea, si lo era.

Dejó ir la poca dignidad que le quedaba y trató de relajar su cuerpo, comenzando a soltar el líquido que había retenido por tantas horas.

— Eso es, no era tan difícil — volvió a hablar y Jungkook quería golpearlo.
— Vaya que tenías mucho guardado ahí, campeón.

— Oh, Dios, sólo cállate un segundo — esa fue la primera vez que lo escuchó reír, su voz gruesa y profunda sonando incluso infantil de momento.

Jungkook echó hacia atrás su cabeza cuando por fin se sintió más ligero, olvidándose por un instante que la mano de un delincuente sostenía aún su hombría o bueno, ni tenía idea de lo que era realmente Taehyung, un mafioso, un policía corrupto, un traficante de armas.. de lo único que tenía seguridad es que el hijo de puta era homosexual, si, porque sin importarle que ya había terminado, el hombre mantenía su pene flácido entre su grande mano, masajeando la base.

Debió agradecer al cielo, a Dios, a los reyes magos, porque lo siguiente que ocurrió fue que volvió a colocar su miembro dentro de su bóxer y acomodó su pantalón, apretando luego su cintura nuevamente está vez con ambas manos, susurrando en su oído...

— Tienes una polla preciosa, digna de un hombre tan guapo como tú.

Jungkook se alejó como rayo, casi cayendo de culo cuando sus pies se enredaron con la cadena que aún arrastraba y Taehyung no hizo más que reír un poco más fuerte.

— Ven aquí, niño tonto.

— No.

Taehyung rodó los ojos por vigésima vez esa noche, casi madrugada.

— Voy a limpiar tu cara, tienes sangre por todos lados — tomando una pequeña toalla que colgaba al lado del pequeño espejo, abrió el grifo del lavabo para humedecerla y tiró del brazo de Jungkook antes de bajar la tapa del retrete y sentarlo ahí. Tomó su rostro por la barbilla para levantarlo y comenzó a limpiar cada rastro de suciedad que veía, tirando hacía atrás aquel pelo de finas hebras y pasando el trapo húmedo hasta dejar todo limpio a su paso.

Jungkook se mantuvo en silencio todo el rato, agradeciendo que su toque sobre sus heridas no fuesen tan ásperas cómo su osadía.

Colocó un poco de alguna pomada en su labio que sacó del estante de baño, otro poco en su frente y luego la devolvió a su sitio dejando a Jungkook más confundido de lo que ya estaba.

— No necesitas sutura, me sorprende que con lo bruto que es Nam, no te haya dejado un hoyo ahí — bromeó.
— O te tuvo piedad o tu cráneo es muy duro -. Lavó la toalla tratando de quitar los rastros de impureza todo lo que pudo y volvió a tomar del brazo al chico hasta sacarlo de allí y sentarlo en la cama nuevamente. Ató la cadena y se aseguró de que estuviese bien cerrada antes de girarse y volver a hablar.
— ¿Qué tanto me miras?

— No entiendo..- fue lo primero que se le ocurrió decir.
— Esta habitación, pareciera un cuarto de huéspedes, pensé que me llevarían a un lugar horrible, luego me curas y..

— ¿Quieres un cuarto horrible y mugriento? Porque puedo cumplirte eso.

— No.. digo- yo ...-

¡Cállate la maldita boca, Jungkook!

Taehyung lo miró y sonrió, el chico comenzaba a caerle bien.

— Yo no soy un psicópata, eso lo heredaron mis hermanos, además, como te dije tú no eres un problema que me afecte, estoy haciendo esto porque Namjoon me lo pidió — caminó hasta la puerta de salida, está vez sin detenerse hasta abrirla y mirándolo sobre su hombro habló — Son las dos de la madrugada y no pienso salir otra vez para buscarte comida, así que si tienes hambre tendrás que esperar hasta la mañana.

Y cerró la puerta sin decir algo más.

Jungkook miró otra vez aquella habitación, no habían ventanas, todo estaba oscuro a excepción de la iluminación de la pequeña bombilla del baño. Se arrastró hacia atrás en el colchón, agradeciendo que hubiera tenido la dicha de estar ahí y no muerto y desmembrado tirado en algún lugar baldío. Se acostó sobre su costado derecho, haciéndose un ovillo en su lugar, suspiró unas veces más, recapitulando todo lo ocurrido en tan pocas horas.

Habían ultrajado su casa, habían matado frente a sus ojos a la mujer que le gustaba, lo habían golpeado y había sido tocado por un hombre, lo último siendo lo más humillante. Cerró sus ojos tratando de dormir, de no pensar algo más porque se sentía exhausto, no tenía idea de que sería de su existencia de allí en adelante.

Y por más que quiso dormir, todo lo que pudo hacer fue llorar, lloró como hace años no lo hacía, como las veces en que recordaba que estaba solo y una vez más, se sintió patético.








Esto iba a ser más largo, pero subiré en otro capítulo la siguiente parte.



Xoxo ❤️








@BigBabe_Jeon




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