Capitulo 1: Parte 3

989 días antes de la tragedia:

Perspectiva de Shin Naegi, 17 años de edad.

Mientras esperábamos a que llegaran los compañeros que faltaban; todos comenzaron a charlar amenamente entre sí. Yo solo me quede con tranquilidad en mi asiento sin hacer nada relevante.

"Oye, ¿te parece bien si te llamo Shin? ya sabes, si te digo Naegi se me vendrán a la cabeza la imagen de tu padre y tu hermana, además creo que es una buena idea que nos llevemos desde el día uno, después de todo seremos compañeros de clases por 3 años." Yato Ishikata, el aspirante a biólogo definitivo, solo llevamos 10 minutos en este lugar y ya quiere hablarme sin formalidades.

"Ah, ¿entonces en ese caso yo podría llamarte Yato?" Le sonreí fingiendo interés en la propuesta que acababa de darme.

"Por supuesto, si eso deseas por mí no hay ningún tipo de problema, después de todo eso es lo que quiero, que podamos llevarnos de la mejor forma posible." El chico extendió su mano en mi dirección, como una señal de cordialidad.

Me limite a aceptar el apretón de manos que me ofreció el aspirante a biólogo. Su apretón es suave, pero al mismo tiempo firme.

"Genial, espero contar contigo durante estos 3 años Shin."

"Los mismo digo... Yato."

Ambos reímos un poco después de terminar nuestro apretón. Este sujeto no me agrada para nada, parece el estereotipo cliché de persona amable y sociable, ese tipo de gente me da retorcijones en el estómago.

"E-Eh... disculpen... n-no se si..." Nao Fukuda, el aspirante a dibujante definitivo, empezó a murmurar de forma inentendible a nuestro lado, casi olvido que él seguía en este lugar.

Estaba jugando con sus dedos, frotándolos y rodeándolos unos con otros de forma nerviosa, todo mientras mantenía la mirada en el suelo de forma incesante, como si estuviera esperando a que algo pasara.

"Oh, ¿acaso tú también deseas que te hablemos sin formalidades Nao?" Yato con un tono amable le pregunto.

Los ojos del aspirante a dibujante se iluminaron en cuanto Yato le hizo ese cuestionamiento.

"S-Si... m-me gustaría! C-CLARO, S-S-SI NO ES MUCHA M-MOLESTIA ¡" Comenzó a hacer múltiples reverencias en señal de disculpa.

"Jajaja, por mi está bien Nao, ahora... no sé qué dirás tu Shin."

...

Volteo a verme de manera repentina, esperando mi respuesta de manera incesante, aunque su rostro aún mantenía esas facciones de "niño bueno", REALMENTE me molesta su rostro, solo con verle la cara... por alguna razón me enfada.

"... por mí está bien, puedes llamarme Shin y yo te llamare Nao. Claro, si eso te parece bien."

El dibujante solo asintió con la cabeza repetidas veces, como una forma de aprobación ante lo que le había propuesto.

"M-M-Me parece bien, g-gracias." Hizo una última y contundente reverencia.

Se nota mucho que no es alguien muy hábil en el ámbito social... aunque bueno yo tampoco soy un experto. Su apariencia tan delgada y enfermiza me sigue dando demasiado asco, preferiría que se mantenga a 50 metros de distancia, o mejor aún, podría morir lejos de este lugar y al menos de esa forma dejaría de consumir mi preciado oxígeno.

"Bueno, al parecer a los jóvenes de ahora no les enseñan lo que es la puntualidad... maldición pensé que esto sería mucho más fácil." El maestro estaba murmurando en su escritorio, aunque más que murmurar se estaba quejando en voz alta.

"Mucho calor..." la aspirante a falsificadora definitiva se encontraba al otro lado de la clase, y también comenzó a quejarse de la misma forma que el señor Nonaegi.

El clima en los últimos años ha ido en una decadencia parcial, como cualquier país industrial del pasado. Según lo que aprendí gracias a las lecciones de tío Togami y lo que me contó mi padre; sé que durante la era de la desesperación hubo gran problema con la contaminación, el calentamiento global, pandemias, endemias, etc.

Tras la victoria de la esperanza sobre la desesperación... el planeta estaba condenado a caer, los líderes más importantes de fundación futuro murieron en el último juego de la muerte, era un panorama desalentador para la humanidad, aunque hubieran ganado la guerra, el daño provocado tardaría siglos en ser reparado.

O al menos eso se supone.

Después de la desaparición de los remanentes de la desesperación... todo comenzó a reconstruirse, como si milagrosamente el mundo hubiera empezado a sanar por sí solo, la cantidad de dióxido de carbono que había en el aire, las enfermedades que habían surgido, los mares contaminados... todo ese daño en cuestión de 3 años había desaparecido en un 50 %. Los méritos de este logro se les dieron a empresas Towa y Togami, que tras la desaparición repentina de Monaca Towa (la heredera legitima al control de empresas Towa), firmaron un tratado en el cual se ayudarían mutuamente y no se entrometerían en las actividades del otro, actualmente ese tratado sigue vigente entre ambas entidades, incluso cuando la señora Monaca apareció después de 3 años sin saber nada de su paradero; acepto el tratado y no se mostró en contra de la idea.

Solo puedo decir que si no fuera por la nueva guerra que se desato, no cabría duda de que viviríamos una época de paz altamente prospera.

Pero ese solo es un sueño, un sueño que muchos anhelan vivir, pero hasta que esos terroristas sean erradicados no será posible.

"¡Pero miren nada más! ¡Al fin se dignan en aparecer, niñatos!"

...

¿Qué carajo...?

El maestro Nonaegi se levantó de su asiento y grito en dirección de la puerta... pero... ahí no había nadie.

"...señor Nonaegi, ¿a quién le habla?" Le pregunte al percatarme de que le estaba hablando a la nada absoluta.

"A nadie, solo practico para cuando el resto de sus compañeros entren por esa puerta, la impuntualidad es algo que no tolero... aunque yo soy el que a veces suele llegar tarde" La última parte la dijo en voz baja así que apenas y pude escucharlo. "Bueno, dejando eso de lado, creo que no debe haber dudas de cómo funcionan las cosas por aquí, es una academia militar, no hay mucho misterio en todo esto."

"No, realmente no tengo alguna duda, después de todo lo importante venia en el folleto." Dijo el aspirante al biólogo, y.... espera, ¿qué folleto?

"Tampoco tengo ninguna duda, el folleto está muy bien redactado." Ahora la falsificadora respondía desde su asiento.

"N-Nao tampoco tiene dudas, como dijo Y-Y-Yuta, todo lo importante venia en el folleto." Respondió en 3ra persona el dibujante sin alzar mucho la voz.

"Al parecer es protocolo preguntar si tienen alguna duda de cómo funciona el sistema del curso Evolution, pero creo que es imposible tener alguna duda si es que leyeron lo más mínimo del folleto, la persona que los redacta es una escritora grandiosa, todo es sencillo de comprender, incluso si solo tienes 2 dedos de frente."

...

Oh mierda enserio había un folleto.

<<< 6 meses antes:

Estaba almorzando, ya eran las 12 de la tarde, solo debo aguantar unas horas más y podre ir a casa para descansar. Estoy en las escaleras hacia el tercer nivel del edificio, quizá parezca un lugar extraño para comer, ya que la mayoría de alumnos se encuentran en la cafetería; compartiendo y riendo entre todos.

Sería un mentiroso... si dijera que no me gustaría estar con ellos. Pero hubo ciertos "problemas hace unos meses... que me han condenado a quedarme al margen de la situación e intentar socializar, no es... nada importante, no vale la pena mencionarlo.

Pero ey, no todo es malo, puedo tener privacidad, sin que nadie me esté jodiendo o preguntando si pueden tomar de mi almuerzo, y tampoco debo soportar el tener que ver a la cara al resto de personas a las cuales obviamente no les agrado.

"Ahhhhh... que buena es la paz y tranquilidad." Dije para mí solo mientras empezaba a abrir el recipiente que contenía mis alimentos, la señorita Kyoko realmente cocina de manera exquisita, es algo de carne con verduras, parecerá algo simple, pero el olor es lo que realmente me hace estremecerme en mi asiento, es un aroma maravilloso... el simple hecho de pensar que las delicadas y hermosas manos de la señorita Kyoko prepararon esto... es tan... oh Dios no tengo palabras para describirlo. "Bien, buen provecho Shin, brindemos por una vida social arruinada por tu estupidez, por tu maldito conformismo, y por tu irrelevancia en este plano existencial." Brinde de forma sarcástica mientras tomaba con mis palillos el primer pedazo de carne, para luego llevarlo a mi boca y masticarlo lentamente.

Mientras saboreaba la textura de la carne de forma meticulosa me puse a observar la bajada de las escaleras, estoy solo, al parecer los profesores también fueron a comer y dejaron todos los salones vacíos.

La vista es en cierta forma deprimente.

Nada.

Ni nadie.

Simplemente... yo... y mi extraordinario almuerzo, maldición enserio está muy bueno.

"Oh, Shin, de nuevo estas comiendo solo, enserio eres un alumno problemático."

Al parecer no estaba tan solo como creía, sin que yo pudiera percatarme alguien apareció detrás de mí, un hombre alto, vestido completamente de traje y una corbata sin ajustar, el uniforme clásico de los maestros de esta secundaria, con su pelo negro desaliñado y una barba no tan bien cuidada, reconocería a este hombre donde fuera.

"Lo lamento señor, pero los hogares para vagabundos están a dos cuadras de esta escuela."

"Muy gracioso chico, pero no te pregunté donde quedaba él orfanato del que saliste." Sin inmutarse se encogió de hombros y respondió a mi comentario.

"Si, si, lo que usted diga señor Takemichi, ¿podría dejarme comer en paz?"

"Mira eso me encantaría, después de todo mi trabajo es enseñarte matemáticas, no interrumpir tu hora de almuerzo." Se coloco la mano derecha en la barbilla y volteó a ver en dirección a la ventana, por donde se puede ver a la lejanía una gran colina, plagada de flora y fauna, una belleza natural del país, que justamente tenemos la suerte de poder observar desde las instalaciones.

"Entonces porque es-"

"PERO." Regreso su mirada del paisaje para interrumpirme, y sonrió un poco para luego sentarse a mi lado, estirando sus piernas y brazos, mientras lanzaba un ligero bostezó. "Realmente ha sido un día cansado, así que voy a descansar a tu lado, siéntete honrado de ser acompañado por un maestro tan genial como yo." Me dio unos golpes con el codo cuando menciono lo último. El señor Takemichi siempre era así; alguien molesto, sarcástico, y a veces de un humor extremadamente ácido, pero que busca ayudar a todos sus alumnos, eso me incluyo a mí también.

"Pasar tiempo con usted no es algo que yo llame un privilegio profesor. Además, ¿porque no está con el resto de maestros?"

"¿Por qué? es muy simple muchacho, ¿recuerdas a la profesora de inglés de primer año?"

"Rubia, ojos azules, pechos grandes y lindo trasero, sí, la recuerdo perfectamente."

"Exacto, ella. Lo que pasa es que después de clases la invite a salir a un bar de la ciudad... y...."

"Déjeme adivinar, ¿lo rechazo?" Teorice en mi cabeza que eso era lo que había sucedido, y seguramente ahora él se sentía avergonzado y no quería estar cerca de ella. Pero el en cuanto me escucho puso una expresión de autosuficiencia y orgullo mientras negaba moviendo de lado a lado la cabeza.

"No, todo lo contrario, acepto encantada. Fuimos, bebimos, bailamos, incluso me dio sexo oral en uno de los baños... aunque estaba extremadamente ebria y casi me la muerde. Pero ¡ey! ¿quién se niega a que le chupen las bolas de vez en cuando?"

...

Casi olvido esa parte del profesor Takemichi, no poseía muchos filtros a la hora de hablar, por suerte nadie lo toma enserio o solo piensan que es un payaso, porque si no; tendría muchas denuncias por acoso, sin mencionar las órdenes de alejamiento.

Y también, era un pésimo mentiroso.

"Eso es mentira, seguramente la invito, ella acepto de mala gana. Cuando llegaron al bar usted intento entablar una conversación amigable para que el ambiente no fuera incomodo, fallo terriblemente, las cosas se pusieron más incomodas, usted termino ebrio y quizá aquí me equivoque; pero puedo imaginar que termino vomitándole encima."

"Eh..." Esa cara de confianza se esfumo por completo en cuestión de segundos. "Ah... enserio te odio chico, pero para tu información, no acepto de mala gana... o al menos eso deseo creer..." Se encorvo ligeramente y abrazó sus piernas, colocándose en una especie de posición fetal. "¡¡¡AHHHH!!!! me acabas de traer un mal recuerdo a la mente... pero al menos tengo el consuelo de no ser un adolescente de secundaria sin amigos." Cambio su actitud triste y cabizbaja de hace poco por una burlona. "Cada día más agradecido con Dios por no ser Shin Naegi." Se dio unos golpes en el pecho como alguien extremadamente orgulloso de algún logro importante.

"Usted ya desearía ser un Naegi señor Takemichi."

"Joder chico, créeme que no. La presión de la opinión pública, que la mayoría sepa hasta con cual marca de papel higiénico te limpias el trasero, y sin mencionar ser blanco de posibles ataques y secuestros por el simple hecho de mi apellido. Sinceramente yo paso de ese tipo de vida, a mí me gusta tomarme todo con calma; trabajar cuando tengo que hacerlo y divertirme cuando pueda."

"¿Ósea que prefiere ser un profesor al que ni siquiera le pagan el salario mínimo?"

"No. Prefiero ser un humano promedio cuya mayor preocupación es pagar unas facturas e intentar ligar chicas en un club nocturno. Es la belleza de lo cotidiano, me gusta ser un personaje secundario en una historia donde los protagonistas se encargan del resto."

"Creo que puedo estar de acuerdo con eso. La verdad es que a veces es un poco molesto que la gente primero me juzgue por quien es mi familia y no por quien soy... luego recuerdo que soy un idiota y prefiero que me tengan estima por el prestigio de mi padre."

"Jajajaja, me alegro que seas alguien que se tome con gracia las cosas, a pesar de que tu tipo de humor sea algo 'peculiar', ¿si entiendes lo que digo?"

"Sí, lo comprendo a la perfección."

Durante los siguientes 20 minutos no hubo una sola palabra, solo se podían escuchar algunas pisadas y risas de estudiantes que ya comenzaban a regresar a las aulas, incluso faltando más de media hora para terminar el tiempo de almuerzo.

El señor Takemichi solo se quedó con los ojos cerrados, tarareando alguna canción que yo no conocía. Se notaba... que estaba descansando en paz.

"Oye Shin, casi lo olvidaba, pero tú el otro año entraras al curso Evolution. Ya qué no tienes un talento, no resaltas en nada, prácticamente eres un inútil y solo resaltas por el prestigio de tu familia."

"Gracias profesor, con personas como usted mi autoestima nunca estuvo mejor."

"De nada muchacho, solo hago mi trabajo." Me dio unas palmaditas en la espalda con una sonrisa triunfadora.

"Pero respondiendo a su pregunta principal; sí, tiene razón, entrare al curso Evolution."

"Lo suponía, ¿puedo preguntar de que talento serás aspirante? Porque dudo mucho que masturbarse 5 veces al día cuente como un talento... aunque... oye... conociendo como está la situación actual, no me sorprendería que acepten a alguien con el título de aspirante a 'manualidades' definitivo."

"Lamento decirle que no puedo decírselo, al menos no ahora, pero a las pocas semanas del primer día de clases lo más probable es que medio mundo lo sepa."

"¿A las pocas semanas? yo pensé que serían solo un par de horas para que el rumor se esparza como sarna en una orgía."

"Es una estimación, pero puede variar, el punto de todo es que la gente se enterara tarde o temprano, eso lo incluye a usted."

"O vamos chico, lo que menos me gusta es el misticismo, y que tú intentes hacerte el interesante es aún peor."

"No intento hacerme el interesante, simplemente le comento lo que pasara, omitiendo el detalle de cuál es el talento al cual seré aspirante."

"Si, lo que digas muchacho, de todas formas..." El señor Takemichi se inclinó levemente en su asiento y busco algo en su bolsillo. "Tengo este folleto, quizá te interese."

Lo que tenía era un folleto con el título en letras grandes: Curso Evolution, todo lo que debe saber.

"¿Como consiguió uno de esos profesores?"

"¿Serás tonto? Solo es de ir a las instalaciones y pedir información, cualquiera puede conseguir uno de estos."

"Creo que use la palabra incorrecta, quería decir: ¿porque lo tiene?"

"¿Eso? simple curiosidad, no hay una razón en particular. Adivino que tú ya lo leíste, literalmente dan estos folletos informativos con 6 u 8 meses de anticipación, y considerando que ahí planeas estudiar..."

Por la cara que puso, ensanchando los ojos y mirándome de reojo, cuestionándome de forma indirecta si realmente lo había leído.

"No, no lo he leído." Me resigné a responder y puse en mi boca el último bocado de mi comida.

"!!Eso¡¡ aposte con la directora que seguramente no lo habías hecho, como me encanta tener la razón en estos temas" Se levanto de golpe muy emocionado como si hubiera ganado la lotería.

En ese momento todo tuvo sentido.

"Así que solamente vino conmigo a corroborar si había leído el folleto o no, para así ir con la directora y cobrar su apuesta."

"Nunca habías tenido tanta razón en tu vida. Sí, tienes razón, solo quería confirmarlo."

Solo eso quería escuchar. Me puse de pie ya que había terminado de almorzar, y comencé a bajar las escaleras a paso lento y desganado.

"Ey espera, una última cosa. Atrapa."

Ya iba al final de los escalones cuando el señor Takemichi desde arriba llamo mi atención.

"Más te vale leerlo con calma o quizá te pierdas algo de información importante." Entonces me lanzó el folleto desde donde se encontraba. Gracias a que tenía cierto grosor de páginas el panfleto no desvío su trayectoria con el viento, como lo haría una hoja de papel cualquiera.

"No desperdicies tus nuevas oportunidades, no querrás acabar como un profesor de 3ra que enseñe matemáticas por el salario mínimo, ¿verdad?"

Talvez... solo sean exageraciones mías. Pero fue como si el mundo se detuviera o mejor dicho se moviera a cámara lenta, con el señor Takemichi sonriendo desde arriba después de tirar a mi cara la publicación informativa del curso Evolution, moviendo su mano de un lado al otro, como si se estuviera despidiendo.

Al final atrapé el folleto y entonces...

"¿Shin? ¿Qué haces aquí? Escuche la voz de alguien proveniente de este lugar pero... parecía que estuvieras hablando solo, ¿te encuentras bien?" La voz de una maestra me hizo reaccionar completamente

Todo tenía sentido.

Desde que el señor Takemichi me dijo sobre la apuesta que tenía con la directora, me di cuenta que de nuevo estaba repitiendo este escenario una vez más.

La charla que tuve con mi profesor... fue hace 2 meses.

Desde entonces, de lunes a viernes, a la hora del almuerzo, regreso a este lugar y rememoro nuestra conversación, y sin darme cuenta es como si la viviera de nuevo, incluso me pongo a hablar solo, y no es la primera vez que me encuentran haciendo esto.

La profesora que acaba de hablarme con una clara preocupación en su tono de voz; no es otra que la maestra de inglés.

Si, la rubia de ojos azules, grandes pechos y lindo trasero.

Y si, al final, el señor Takemichi tuvo suerte, después de esa terrible primera cita en el bar que tuvieron le dio una segunda oportunidad, y oh sorpresa, terminaron formalizando una relación al poco tiempo, al parecer los dos congeniaban muy bien, se les notaba muy felices, incluso intentaron ocultar su relación, pero la fachada apenas les duro dos semanas.

Y por si te lo preguntabas, si, en esa primera cita el profesor Takemichi si le termino vomitando encima a la pobre. Y aun así, terminaron teniendo un final feliz.

Aunque... "feliz".

"Oh señorita Mukaido, no se preocupe por mí, lo que pasa es que mi hermana me llamo al teléfono, y tuve que irme de la cafetería para que él ruido no interfiriera con nuestra conversación, y por lo mismo parecía que hablaba solo."

Le di una simple excusa a la profesora y empezó a bajar las escaleras a paso medianamente rápido, no tengo más razones para quedarme aquí y que me traten de loco.

"Shin." Solo dijo mi nombre antes de que desapareciera de sú vista, pude haberme ido como si nada, pero... decidí detenerme.

"¿Pasa algo profesora?" Le pregunte mostrando incredulidad ante su llamado.

"Se que no hablabas con tú hermana... la verdad, es que estuve escuchando desde hace unos minutos, pero tu parecias tan inmerso en tu platica que simplemente no te diste cuenta."

"Oh... ¿es así? Me disculpo, seguramente es raro que alguien de mi edad tenga un amigo imaginaro, jejeje, enserio lo lamento no volverá a pasar, no querría espantar a nadie si me ven hablando solo como un lunático." Dije otra mentira, me dí la vuelta y ahora si me disponía a abandonar el lugar.

"Shin... dijiste el nombre de Takemichi en voz alta, dudo que tú 'amigo imaginario' se llame convenientemente de esa forma."

...

Si, sabía que eran mentiras muy mediocres como para que alguien se las creyera, pero tenía la esperanza de que quizá lo pasara por alto la señorita Mukaido.

Justo ahora, no quiero hablar de este tema.

"Así que... también escucho eso, creo que poner más excusas no tendría sentido, tomando en cuenta que usted ya sabe lo que pasa."

"Sí, lo se Shin, y por eso, quiero ayudarte, como lo hizo Takemichi, ahora, es mí... es mi deber hacerlo, en memoria de él. Porqué se... lo que menos habría querido es verte en esta situación."

Así es.

El señor Takemichi fallecio.

Hace 1 semana, para ser exactos.

¿Como?

¿Acaso el señor Takemichi tuvo un increiblé final? ¿Acaso luego de una alocada fiesta donde llevaba a su novia la señorita Mukaido; unos maliantes los emboscaron y el profesor termino sacrificando su vida para proteger a la mujer que ama?

No.

Fue más simple que esó.

El señor Takemichi... fue arroyado por un trailer.

Así nada más, sin una razón aparente, sin saber si lo merecía o no.

Solo de un día al otro... murio, no hay historía de fondo, no hay motivos ocultos, no hay un giro de tuerca impresionante que haga temblar la trama.

Solo... el señor Takemichi murio de una forma que lo definiria a la perfección, murio siendo un humano promedio.

Un humano promedio cuya máxima preocupación fue pagar unas facturas, y mantener una relación sentimental con una compañera de trabajo.

El sujeto del trailer al parecer iba en estado de ebriedad, lo cuál según las normas y estatutos legales le otorgo una ventaja ante la justicia, solo tuvo que pagar una multa por una cantidad de dinero considerable y listo, ahora no se donde este, o que este haciendo, pero, no me importaria sí justamente ahora este muerto.

"No necesita preocuparse por mí señorita Mukaido, solo... pasara un tiempo antes de que se me quite el habito de hablar solo, es algo que hago por poco tiempo."

"Eso no esta bien Shin... la verdad, es que te he visto siempre... hablando en este lugar, y creo que no solo yo, otros maestros y alumnos lo han hecho, esto no es bueno para ti, en lo absoluto."

Su rostro no refleja preocupación a mi punto de vista, solo refleja consternación ante no saber que sucede, no puedo sentir que sus palabras sean  realmente genuinas a la hora de mostrar émpatia por mi estado. 

"Señorita Mukaido, le advierto que no es buena idea fingir interés en otros solo por cumplir un supuesto deber moral. En mi clase, no, en toda esta institución, solo hay dos personas que realmente se interesaron por como me encontraba después de el incidente de hace unos meses, y una de esas personas falleció hace 1 mes. Y usted, usted no es la otra persona en esa reducida lista."

Ella no dijo nada, guardo silencio cambio la mirada y gesto de su cara, a uno de mero desagrado, puro y completo desagrado hacia mi persona, incluso me atrevería a decir que era desprecio. 

"Yo solo intento ser amable, pero tu actúas de esta forma... eres tan... tan... desagradable." Su respuesta fue corta y ácida, sin ningún tipo de tapujos dijo lo que pensaba. "¿Porqué no te fuiste? ¿porqué simplemente no te cambiaste de escuela después de lo que paso? ¿Acaso eres tonto y te gusta ser marginado por otros?"

Y por último palabras llenas de odio, se que la señorita Mukaido a estado sensible por la muerte del profesor, pero se perfectamente que nunca le he agradado, y quizá puedo decir que es totalmente justificado.

Pero, me molesta que no lo diga desde el inicio.

No me importa si otros me odian, o no me soportan, pero si fingen todo lo contrario no puedo tolerarlo, no puedo... y no quiero de nuevo cometer el error de querer el aprecio de alguien a quien ni siquiera le importo lo más minimo. 

"Por esto mismo decidí quedarme, señorita." Ella inclino la cabeza ante lo que mencione, sin entender a que me refería. "Decidí quedarme porque se que ustedes no me toleran, porque ustedes desearían que yo me fuera. Lamento decirle, que yo realmente detesto darle el gusto a las personas, bien podría irme, bien podría cambiarme de institución, pero, por todo lo que me hicieron, no les daré el lujo de irme, me quedare, los voy a joder con mi simple precensía, Y USTED, NI NADIE... cambiara eso."

Sin darme cuenta estuve caminando con cada palabra que dije, quedando al final cara a cara con la profesora Mukaido, no se si estoy intentando intimidarle, o si estoy creyéndome valiente por encarar a una simple maestra sin valor. 

"Eres lamentable, tan lamentable... que siento pena por ti, siento tanta pena que no puedo expresarlo con palabras."

"No quiero su pena o su lastima, así que por favor deje de decir cosas como esas. Y que le parece si mueve su culo de este lugar y va a visitar la tumba de su difunto novio, quien sabe, quizá y pueda  masturbarse con el borde de la lapida simulando como si estuviera metiéndose un pene por su asquerosa va-"

Lo último que escuche de esa conversación fue un golpe, para ser específicos una cachetada, de la mano de la profesora Mukaido que tuvo por objetivo mi cara.

Puse mi mano en mi mejilla por mero reflejo, y regrese la vista hacia la profesora, seria un mentiroso si no dijera que ya estaba preparado para golpearla yo también, sin importarme que fuera una mujer.

Lo que me detuvo fue verla llorando, con sus labios que comenzaron a temblar por el llanto, y como llevo sus manos hacia sus ojos en un inútil intento de limpiar la catarata de lagrimas que había empezado a soltar.

"Eres... eres... !!!ERES UN DESGRACIADO¡¡¡" 

La señorita Mukaido oculto su rostro entre sus manos y bajo las escaleras entre sollozos, incluso pude observar como estuvo a punto de caerse debido a tener la vista obstruida por sus palmas al bajar los escalones, pero de alguna forma se las arreglo para irse sin tropesar de forma fatal.

Después de ese día deje de ir a esas escaleras a la hora del almuerzo. 

Siendo sinceros, creí que la profesora Mukaido levantaría una queja respecto a mi comportamiento ante la directora, aunque seguramente me acabaría librando de alguna forma. Pero fue todo lo contrario, no hubo ningún tipo de comentario de ella por el resto del ciclo escolar.

Durante clases no mencione nada de lo ocurrido, nunca pedí perdón, mis interacciones con ella se limitaron a las de cualquier alumno con su maestro, cuando mis ojos se encontraban con los suyos; simplemente le sonreía y seguía con mis asuntos. 

Después de graduarme no supe nada de ella.

Y el folleto que me dio el señor Takemichi, nunca lo leí, solo lo guarde en uno de los cajones del armario de mi habitación, solo lo observaba y recordaba el día que me lo entrego.

Mi padre, la señorita Kyoko y Sayaka; me dieron el mismo folleto informativo del curso Evolution unos 4 meses antes de graduarme, pero cada que lo veía me sucedía lo mismo, recordaba el mismo escenario con el señor Takemichi, y mi... "pequeño" conflicto con la profesora Mukaido. 

Procrastine de tal forma, que siempre dije que lo leería "mañana".

Y al final...

De regreso al presente>>>

Al final ese "mañana"... nunca llego. Y mi mente incluso bloqueo el recuerdo de ese insignificante pedazo de papel.

Toc Toc

"Perdonen la demora, la mayoría nos perdimos por las instalaciones." Se escucho una voz de chica al otro lado de la puerta, después de haber dado 2 ligeros golpes.

"Ya era hora, si se tardaban 1 minuto más se los iba a descontar de su nota final." El maestro se levantó de su asiento y se dirigió a la entrada del aula.

"En serio lo lamentamos." La chica entro y dio una reverencia en señal de disculpa ante el señor Nonaegi, puedo escuchar múltiples voces provenientes del pasillo, pero solo ella entro a la habitación, puedo reconocer que es una de mis compañeras que aparecían en el electro ID que revise esta mañana.

"Si, si, si, solo entren uno por uno, digan su nombre al resto, junto con su título de aspirante, y luego tomen asiento, estamos atrasados en el horario gracias a ustedes." El maestro se dio vuelta con una mueca de cansancio, solo para regresar a donde se encontraba sentado y cruzarse de brazos de forma impaciente.

Siguiendo las instrucciones que le dieron entro y se paró enfrente de todos nosotros.

"Es un gusto conocerlos, mi nombre es Akiko Nakamura, soy la aspirante a terapeuta definitiva, espero que podamos llevarnos bien."

La aspirante a terapeuta, una chica de pelo blanco y baja estatura, realmente me la imagine un poco más alta... posee una bonita figura y lindo rostro, por su forma de expresarse podría. considerarla alguien amigable. Además es bastante baja de altura, incluso creo que es más baja que yo, y eso ya es mucho decir, ¿cuánto medirá exactamente?

"Bien, ya puedes sentarte, y que pase el siguiente." Ordenó el profesor.

"Gracias, y de nuevo perdone el retraso." Volvió a disculparse la aspirante a terapeuta.

Nonaegi solo soltó un suspiro y le hizo un movimiento con la mano, diciéndole de forma no verbal que solo se sentara, ella solo hizo caso y se sentó en la primera fila.

"Bien entonces creo que ahora es mi turno." Un chico fue el que entro ahora, parándose justo donde antes Akiko Nakamura hablo. "Mi nombre es Alex Exigna, soy el aspirante a cocinero definitivo, será un placer estar con ustedes estos 3 años."

Alex Exigna, un chico más alto que yo, usa lentes redondos y su cara parece la de alguien medianamente distraído, al menos por ahora no parece alguien desagradable.

"Siguiente." Nonaegi llamo a la puerta nuevamente.

Alex fue a sentarse, y entro otro alumno por la puerta, otra vez era un chico pero este era extremadamente alto, incluso cuando paso por el marco de la puerta tuvo que agacharse para pasar sin tanto problema.

"..." No dijo nada, se pasó la mano por el cuello y dejo la mirada en el suelo, de alguna forma como si estuviera reflexionando algo. "Perdón olvide que iba a decir."

Es idiota, sin duda es idiota. Tiene cabello blanco, piel clara como la nieve y es alto. Solo me faltaba esto, un tipo con cara bonita y que le faltan 11 neuronas para llegar a la docena, una puta mierda, esos sujetes son los que más me dan asco, al menos el biólogo no mide dos putos metros de altura.

"Ibas a presentarte, ahora apúrate que aún faltan varios de tus compañeros." Le corrigió el maestro, denotando claro mal humor en sus palabras, se notaba a leguas que lo ocurrido le fastidiaba un poco.

"A es verdad, me disculpo, mi nombre es Bort Freid, soy el aspirante a programador definitivo."

Maldición, casi olvidaba que este tipo en el registro que leí hace poco tenía un nombre de mierda, si escrito ya se leía horrible ahora que lo dijo en voz alta suena peor, maldita sea enserio me saca de quicio este sujeto.

"Si, muy bien, que pase el siguiente." Ya no falta ni mencionar quien llamo a la próxima persona en entrar.

Por la puerta nuevamente entro un alumno, ahora fue otro hombre también de estatura alta, pero no tan pronunciada como el anterior con nombre de mierda. Su cabello era de puntas negras y el resto era de color blanco, usaba lentes y ropa negra, mejor dicho la ropa típica de un cura o sacerdote sin una toga. Su cara parece amarga y poco amigable, como frunciéndose en un disgusto claro o de aburrimiento.

"Es un verdadero placer conocerlos a todos." Repentinamente esa cara amargada cambio a una sonrisa pequeña que mostró a todos y cada uno en la habitación, hizo una perfecta reverencia, incluso en dirección del señor Nonaegi. "Me llamo Kiyoshi Tenshi, soy el aspirante a sacerdote definitivo."

Sin necesidad de que el profesor dijera algo, él mismo se dirigió a un asiento en completo silencio, incluso le hizo una seña con la mano a los que aún se encontraban en la entrada de clase, como incentivándolos a que pasara el siguiente.

Y eso fue lo que paso.

"Parece que Tenshi tomo la iniciativa así que no puedo quedarme atrás." De forma alegre pero no hiperactiva entro otro chico, era imposible no reconocerlo con esa ropa tan llamativa y colorida, incluso alguien que no supiera quien es lo llegaría a confundir con un alumno del curso principal por esa forma de vestir tan extravagante.

Su piel de color tan moreno no ayudaba a ocultarlo tampoco.

"Soy Jesús Castillo, el aspirante a actor definitivo, espero que podamos trabajar juntos a partir de ahora. Y antes de que se lo pregunten, sí, soy un refugiado, directamente del extranjero, de un bello país de América del sur" Se señalo a si mismo con mucho orgullo, en cuanto él se puso en medio del salón pude escuchar un par de murmullos, que fueron callados en cuanto es hizo esa aclaración.

Actualmente los refugiados no son vistos con buenos ojos por muchas personas, no por temas de creerse una raza superior o algo por el estilo. Sino que hay personas japonesas, hombres y mujeres, que se encuentran en una pobreza extrema, y los refugiados son recibidos con agua, comida y hospedaje, en otras palabras la gente se queja de que sus compatriotas mueran en las calles y gente que escapa de otros países consigue mejores oportunidades en su tierra.

Me parece estúpido, a final de cuentas eso es una 'estrategia' que se inventaron los ministros de relaciones exteriores para conseguir mejor opinión internacional, y así hacer ver a Japón como un país altamente tolerable que apoya a las personas que escapan de otras naciones y buscan mejores oportunidades. Si no puedes hacerte cargó de tu propia población no deberías comprometerte a cuidar perros ajenos.

Claro, los extranjeros no tienen la culpa, ellos solo dejan atrás una vida de miseria en sus tierras de origen, dejan atrás en su mayoría un pasado desastroso y que nadie desearía... si yo los criticara por querer dejar atrás una vida de mierda, aunque eso signifique joder a otros... sería hipócrita de mi parte, porque yo haría lo mismo sin pensarlo dos veces, sin mencionar que seguramente ellos no piensan en las consecuencias, ellos solo se guían en busca de su supervivencia. Así que echar culpas depende de la perspectiva de cada uno, o puedes culpar a los políticos que hacen un trabajo horrendo (que es lo que yo hago), despreciar a los extranjeros, o simplemente llegar a la conclusión de que es un tema irrelevante y que mientras no te afecte a ti, no importa.

Hubo un tiempo que yo realmente no toleraba a los refugiados que eran privilegiados en comparación a la clase baja del país, pero eso ya solo es parte del pasado.

Ahora no me agradan porque simplemente me parecen repulsivos. Llámame racista si quieres, no me interesa.

Jesús hizo lo mismo que todos sus compañeros previos, para darle paso a uno nuevo, ahora era una chica, de cabello rosa recogido en una cola de caballo y ropa un poco reveladora, fue a paso lento, dando como pequeños saltos cada que caminaba, llevaba puesta una gorra que cubría una pequeña parte de su rostro ya que iba un poco encorvada.

"Hola, hola, mi nombre es Lia Murakami, aspirante a suertuda definitiva, al parecer el sorteo que se hizo para el curso principal es una puta blasfemia, quede en segundo lugar y como premio de consolación me dieron la oportunidad de asistir a este lugar, no se ilusionen, estudiare estos tres años solo porque el hospedaje y la comida son gratis, no pienso enlistarme en el ejercito solo por tonterías de patriotismo o proteger a los demás."

Mmmmmmmmmmmm...

Mmmmmmmmmmmm...

Mmmmmmmmmmmm...

¿Eh? ¿Que había dicho? Estaba ocupado viéndole los pechos como para escuchar lo que dijo. Maldita sea que buenos pechos, me pregunto que se sentirá tocarlos, deben ser suaves... o ¿quizá sean firmes?

Preguntas que no me dejaran dormir por la noche. Literal y figurativamente hablando.

Pero dejando de lado las bromas, escuche como se quejaba de quedar en segundo lugar del sorteo del suertudo definitivo. Parece ser una chica berrinchuda, generalmente ese tipo de personas no me agradan, a excepción de Sayaka; ella suele hacer berrinches cuando la señorita Kyoko no la quiere dejar ir a trabajar o cuando no le dejan beber alcohol hasta no saber cuál es su propio nombre.

La aspirante a suertuda se alejó a paso lento y llena de pereza, con cada paso podía ver su trasero balancearse de lado a lado, por suerte solo la estoy viendo de reojo como se aleja hasta su asiento.

De las 3 chicas que he visto en la clase, ella es la más atractiva.

"Buen trasero." Dije en voz baja, prácticamente inaudible, y levantando el pulgar como una manera de mostrar mi aprobación en dirección de donde se sentó la peli-rosa.

Ella me vio y frunció el ceño mostrando extrañeza ante mi gesto, respondiendo con una seña propia.

"No sé qué mierda quieres, pero púdrete." Levanto su dedo medio en mi dirección, y a diferencia de mí, su dialogo si se pudo escuchar claramente.

"¡Se pueden insultar después!" Nonaegi nos llamó la atención desde su escritorio.

Dejando de lado lo que acababa de ocurrir, un nuevo compañero apareció al frente, aprovechando la conmoción para pasar algo desapercibido al entrar.

Era otro hombre, cabello verde algo largo y recogido con una cola, estaba vestido con un kimono del mismo color que su pelo, y lo más resaltante de su apariencia, que llegué a notar incluso en las fotos que vi previamente; era una gran mancha de color negro que tenía en su rostro, ocupaba una buena parte de su cara, es repugnante para mis ojos, por suerte pude contenerme de hacer una mueca de asco.

"Hola... mi nombre es Operaki Tokage, soy el aspirante a trampista definitivo, es un gusto." Su voz era ronca, y apenas pude entenderle al momento que hablo, pero tan rápido como termino, busco un asiento vacío para ocupar.

Fue la presentación más rápida que he visto, al parecer no es fan de hablar en público, aunque yo tampoco lo soy.

"Bien, esa fue una presentación bastante rápida... pero no importa. Siguiente." El profesor opino lo mismo que yo pensé, y creo que todos lo pensaron.

"! ABRAN PASO MORTALES, HA LLEGADO LA GRAN MIDORI MORI, LA ASPIRANTE A MAGA SUPREMA DE LAS ARTES OSCURAS Y EL OCULTISMO ¡"

Resonando como una estampida de elefante, entro una chica de pelo marrón, con un parche en el ojo derecho, en ese mismo parche tenía dibujada una 'X' de color rojo, como si marcara donde se encuentra un tesoro oculto, llevaba en la espalda una gabardina verde pastel como simulando una especie de capa, más unas botas del mismo color que la gabardina / capa.

Se ve muy diferente a las fotos, recordaba que en ella se le veían más "atributos" de la parte delantera. Por Dios, en persona es más plana que una tabla de planchar, creo que una pared tendría más curvas que esta hija de su puta madre.

...

Espera, ¿dijo que es aspirante a ser maga o que mierda?

"En el listado que me entregaron dice que eres la aspirante a espiritista definitiva. No viene nada relacionado a magia oscura o invocar demonios." Nonaegi tomo unas hojas de su escritorio y las enrollo como un tubo, se levantó de su lugar y se dirigió hasta donde está la rarita del parche.

Con un poco de impulso la golpeo con el tubo improvisado de hojas, el golpe se escuchó en todo el salón... hasta yo diría que se escuchó hasta el pasillo, fue como si una toalla super mojada contra el suelo, un golpe contundente.

No pude evitar reírme un poco ante esto, al igual que los demás.

"¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿¿P-P-PORQUE HIZO ESO?????!!!!!" Después de recibir tremendo impacto en la cabeza, Midori Mori se encogió en el suelo, tomando su cabeza con fuerza.

"No tengo la menor idea, solo tuve la imperiosa necesidad de hacer eso, ahora ve a sentarte, si quisiera ver un espectáculo iría al circo."

"TDK... igual ya había terminado. "La espiritista se resignó ante lo sucedido y se apartó de donde estaba, y por su lado Nonaegi volvió a su escritorio, creo que esa entrada tan extravagante le mejoro un poco el ánimo.

"Es un gusto conocerlos..." Pasando después de la espiritista; entro otra chica, un poco encorvada, frotándose las manos con desdén, con unas ojeras pronunciadas en el rostro, mostrando una ligera sonrisa nerviosa. "Mi nombre es... Noriel Dean, aunque si gustan pueden llamarme 'Sick', soy la aspirante a guarda espaldas definitiva."

Su presentación al igual que la del aspirante a trampero fue rápida, con la diferencia de que al menos ella intento parecer alguien más cordial a la hora de hablar. En ningún momento hizo contacto visual con alguno de nosotros, solo agacho la cabeza y camino rápidamente al primer asiento que encontró vació, siendo justamente el que quedaba frente al escritorio del profesor Nonaegi.

"Buenos días, es un gusto conocerlos, yo soy Yuzaki Muchizuki, el aspirante a artista definitivo."

El siguiente en presentarse fue un chico de cabello de color café, con unos grandes y brillantes ojos de color azul, iba con una chaqueta negra y unos pantalones del mismo color, con una camisa y una corbata no muy bien ajustada.

No hay nada de especial en él, lo único que me parece extraño es su talento, un aspirante a artista en la misma clase donde hay un aspirante a dibujante, eso me parece algo raro, pero creo que es un detalle insignificante.

De todas formas el solo saludo con la mano a todos mientras mostraba una sonrisa para después solo irse al fondo de la clase, sin duda es un tipo alegre, pero tampoco parece un idiota, así que está bien, al menos eso supongo.

"Un gusto conocerlos, soy Kyoka Harabashi, la aspirante a soldado definitiva."

Haciendo un saludo militar apareció por la puerta una chica de cabello azul, con un uniforme totalmente negro, el que se utilizaba en el curso Evolution, el mismo que yo estaba utilizando, sumado con unas botas negras de tipo militar, su espalda estaba erguida, los hombros totalmente rectos, era un saludo militar prácticamente perfecto, sumado a que llevaba una gorra parecida a la que usan los almirantes o generales del ejército.

"Primero que nada señorita Harabashi..." Nonaegi volvió a levantarse de su lugar, aunque ahora llevaba en la mano una regla de madera, y se acercó a la chica de pelo azul. "La cadera esta 5 grados inclinada a la derecha." Golpeo ligeramente su espalda con el pedazo de madera, cambiando ligeramente la posición de su cuerpo. "Su codo no crea el Angulo correcto." Volvió a golpearla ligeramente con la regla, solo que ahora fue al codo de su brazo derecho, justo con el cual estaba haciendo el saludo. "Y la gorra debe estar un poco más hacia bajo, pero sin llegar a obstruir la visión." Por último con su mano acomodo levemente el gorro de la chica, como si fuera un viejo coleccionista terminando de armar un barco a escala miniatura en una botella.

"¡Se lo agradezco señor! ¡LO TOMARE EN CUENTA PARA LA PRÓXIMA!" Creo que fue innecesario gritar sabiendo que tiene al profesor a pocos centímetros de ella...

"Y segundo, señorita Harabashi, en los documentos usted está registrada como la aspirante a guardia de seguridad definitiva. Así que la próxima vez no se equivoque al mencionar su título de aspirante. También te pido que no grites cuando estoy tan cerca de ti, con un simple: 'sí señor', es más que suficiente." Le corrigió con firmeza, como un verdadero soldado reprendiendo a un subordinado.

"... sí, perdone señor, no volverá a pasar." Ahora la aspirante a definitiva no hizo un grito exagerado, solo respondió a un nivel normal.

Hizo un último saludo militar hacia Nonaegi, y el respondió haciendo lo mismo, al final solo fue a sentarse sin decir nada más.

A diferencia de antes, el profesor no regreso a su escritorio, se quedó en ese lugar, viendo hacia la puerta, inspeccionando meticulosamente, durante 10 segundos no aparto la mirada de ese sitio.

"Oye, ¿vas a pasar o esperas una palmadita en la espalda?" Su voz, paso del tono cansado y seco, al de una persona enojada, ni siquiera lo llamaría disgusto, era pura molestia.

"O si, lo lamento, es que se me quedo viendo durante tanto tiempo que pensé que quería coger conmigo o algo así." Sin entrar a la clase todavía, escuche una voz chillona como si fuera la de un niño.

"... solo preséntate y pon tu trasero en una silla."

"Podría hacer muchas más cosas con mi trasero que solo eso."

Ay Dios mío, eso sonó tan a puta barata de esquina, y el hecho de que la persona que habla tiene una voz chillona me hace sentir pena ajena.

El sujeto solo irrumpió en la habitación, era un chico, muy pequeño, incluso más bajito que la aspirante a terapeuta definitiva, ella debe medir aproximadamente 1.50, entonces este enano es un puto pitufo.

"Holaaaaaaaaaa, me presento, mi nombre es Risetsu Uso-tsuki y soy el aspirante a enfermero definitivo."

El enano saludo a todos, mientras sacaba ligeramente la lengua, como un niño pequeño burlándose de otro, con esa cara y esa forma de actuar estoy 100% de que es homosexual o imbécil, o quizá ambas.

"Bueno si no hay nada más que decir, entonces solo buscaré donde sentarme y...."

"No tan rápido niño, creo que estas intentando verme la cara de idiota o algo parecido." Cuando el chico estaba por retirarse, el profesor lo detuvo tomándolo de la muñeca, su rostro no reflejaba la expresión de alguien feliz.

"No sé a qué se refiere, pero creo que no, ni siquiera necesita mi ayuda para verle la cara de idiota, Jajajaja." Una risa de niño con retraso fue lo último que escuche del pobre, antes de que su cara terminara lamiendo el suelo.

En cuestión de 1 segundo Risetsu estaba probando la textura del suelo, después de una maniobra rápida del profesor, donde termino inmovilizando en el piso, como si se tratara de un simple prisionero.

"¿¿¿¿Oye idiota, que te pasa????" Al parecer el enano reacciono un poco tarde, tardo 3 segundos en emitir algún ruido después de que su cuerpo impacto con el duro piso.

"Eres imbécil, tienes suerte de que yo fuera el que te descubriera o estarías muy jodido." Nonaegi respondió, incluso aumento su fuerza de agarre sobre el brazo del muchacho que había cruzado detrás de su espalda de él.

"!!!!Oye, oye, oye¡¡¡¡ ¿¿¿quieres romperme el brazo acaso???"

"Cállate." Nonaegi empezó a verlo directamente, inspeccionándolo con los ojos de pies a cabeza.

"!!!PROFESOR¡¡¡ Se está excediendo un poco, ¿No cree?" La aspirante a terapeuta definitiva llamo la atención del maestro, recriminando las acciones que estaba tomando.

"Cierra la boca y déjame hacer mi trabajo." El solo respondió poniendo su dedo índice en la boca, dándole a entender tanto verbalmente como con esa señal que dejara de joder.

No estoy comprendiendo porque está haciendo esto el profesor, pero dudo que lo haga solo porque sí, o al menos eso pienso, de todas formas yo no estoy involucrado en todo este teatro.

Akiko Nakamura solo hizo caso a la orden de Nonaegi y ya no dijo nada ante el comportamiento del hombre. Los demás en la clase también se sorprendieron por lo que estaba pasando, fue bastante repentino. Incluso creo que pude escuchar algunos asientos moverse, como si algunos de mis compañeros se hubieran levantado de golpe, quizá para intervenir en caso de ser necesario.

Pero creo que eso es una pérdida de tiempo, si Nonaegi fue un soldado que estuvo en el campo de batalla como lo dijo el tío Togami... entonces ni siquiera todos juntos podríamos detenerlo. A no ser que resulte haber un puto artista marcial de alto rendimiento entre nosotros, o resulte que el profesor es un imbecil que apenas y sabe lo basico.

"Los que están en la puerta, ni se les ocurra hacer una locura. Estoy haciendo mi trabajo, así que guarden la calma... y hare lo que putas tengo que hacer, el que grite o haga algún ruido tendrá una sanción" Nonaegi llamo la atención de los que seguían fuera de la clase y no habían ni siquiera asomado el rostro.

Después de 5 segundos de silencio, donde nadie se atrevió a decir nada.

Esto se está poniendo raro, mi intuición está lanzando alarmas de alerta de manera frenética de manera repentina, mi primer instinto seria correr, pero no sé si es prudente en estas circunstancias.

"Quédate quieto y esto acabara rápido." El profesor le aclaro al enano que tenía sometido.

"Mira, a mí no me molestan estos juegos de dominante y sumiso... pero creo que enserio estas a punto de romperme la columna vertebral y...."

Nonaegi con su mano libre empezó a.... bajarle los pantalones al chico de pelo rosa, pero lo estaba haciendo de una forma tan lenta que la escena parecía muy rara fuera de contexto.

"!!!!OYE IDIOTA, SI QUIERES TOCAR PRIMERO DEBES PAGAR¡¡¡¡"

"Cierra la boca."

El maestro termino de retirarle los pantalones al aspirante a enfermero definitivo, desde mi lugar pude apreciar algo extraño, como un objeto brilloso proveniente de su pierna, más específicamente su muslo derecho.

"¿Porque traes armas cuando claramente las reglas del curso las prohíben?"

Nonaegi retiro los objetos que antes había mencionado, se veían filosos y un poco largos, pero tampoco es que fueran cuchillos de cocina.

"Ahora resulta que un enfermero no puede traer bisturís a la institución donde se supone debe desarrollar su conocimiento, vaya puta mierda ¿no te parece?" A pesar de la posición donde se encontraba igual cuestiono las acciones del profesor.

"No me refería a esta mierda." Refiriéndose a los 3 bisturís que tenía en la mano. "Me refiero a esto, imbecil."

Ahora le bajo rapa interior de color rosa que tenía el alborotador, desde donde me encontraba no pude ver más que su trasero del pobre idiota.

"Pfffff-jajajajajajaja, ¿más pequeño no había?" Si mi oído no se equivoca esa carcajada para NADA disimulada, era de Lia Murakami, la aspirante a suertuda definitiva, al parecer ella pudo ver con más claridad el panorama.

La curiosidad me gano y voltee a ver hacia mi alrededor, y en la parte de atrás había una mezcla de expresiones seriamente cómicas para mi gusto, desde la antes mencionada Lia que se encontraba riendo y golpeando el escritorio de la euforia; realmente parecía que su rostro se iba a deformar por tantas carcajadas.

Los otros apartaron la vista del enfermero, quizá por vergüenza o pena por el peli rosa, de todas formas uno decidido hablar sobre lo que pasaba.

"Profesor, opino que quizá ya ha sido suficiente para el joven Uso-tsuki, creo que si el punto era... acabar con su dignidad ya cumplió su cometido con una eficiencia sorprendente." El aspirante a sacerdote definitivo; Kiyoshi Tenshi, intercedió en nombre de su compañero para que lo poco de pudor que le quedaba a Risetsu pudiera conservarse... aunque la verdad yo creo que ya no queda "pudor" que salvar, jajajaja.

"Ese no es el punto de esto Kiyoshi, ahora déjame terminar esto." Nonaegi de forma bastante calmada empezó a meter su mano a la zona... 'intima' del enfermero, claro... mientras le respondía al sacerdote. "Se que esta no es la vista preferida de un religioso, pero justo ahora verán que todo tiene un sentido."

"Ah ~ ahhhhhhh~ ohhhhh siiiiii~"

"!!!DEJA DE GEMIR IDIOTA¡¡¡"

"AY PROFESOR SEA MÁS RUDO POR FAVOR~"

....

Que ese imbécil empezara a gemir le quito toda la seriedad al momento, parecía el sonido de un perro apareándose con una motosierra, o yo que se, el punto es que se pudo incómodo.

Mi cara de asco en estos momentos debe ser tan grande que no debe haber descripción apropiada, el tipo ya parecía homosexual a primera vista, ahora sé que es homosexual y aparte un rarito.

Mis demás compañeros creo que pensamos lo mismo.

Todo termino con Nonaegi sacando su mano de ese 'lugar', con algo en la mano que no puede ser confundido por nadie.

"Una Glock 26, 9 mm Parabellum 4ª generación, a esto me refería con entrar armas a la institución." Aclaro el maestro. Yo no soy un experto en armas pero sé que esa cosa es un modelo más portátil de la glock convencional, básicamente es una pistola de bolsillo, son fabricadas mayormente por empresas Towa y las usan más la población civil.

"Ahhhhh... que aburrido es profesor, era solo una pequeña pistola." El enano saco la lengua en forma de burla ante lo que paso, como si fuera un simple juego de niños.

Nonaegi se quitó de encima del muchacho, pero conservando los 3 objetos cortantes y el arma de fuego. Literalmente ese rarito tenía escondida una pistola dentro de sus putos boxers de color rosa.

"Tienes suerte de que yo fuera el que te decomiso el arma, o estarías en peores problemas. Las reglas son claras, no puedes entrar armas a salones de clase, cafetería o dormitorios, a no ser que tengas un permiso especial, más la licencia de posesión de armas. Solo se exceptúan a esta regla las zonas de entrenamiento de tiro." Con claridad él profesor expreso su descontento con lo que acababa de pasar, fundamentándose en las reglas de la institución.

El no entrar armas (de fuego, punzantes, cortantes, corto punzantes, contundentes) a zonas como salones de clase es algo de conocimiento general, prácticamente todos lo saben, incluso yo, ese es el nivel. Ahora no sé cuál sería la infracción por violar esta norma.

"Normalmente la sanción correspondiente sería una suspensión de 2 semanas, más una interrogación sobre tus razones para ocultar un arma, y en el peor de los casos significara tu expulsión." Bueno ya no importa, el señor Nonaegi ya explico que es lo que sucede en estos casos.

"Pues lamento venir de una zona roja donde no llevar un arma es igual a estar muerto, no puedo evitarlo, esa pistola que tienes en la mano es prácticamente parte de mí." Se cubrió la cara fingiendo llorar como una víctima.

Como una especie de chispazo en su cerebro, Nonaegi vio por un momento la pistola, y recordando de donde la había sacado hizo un gesto como si fuera a vomitar, pero por suerte logro contener su desayuno en su estómago. Sujeto el arma solo con dos dedos, por la parte del mango y la guardo en su bolsillo derecho, asegurándose de que tuviera puesto el seguro.

"Maldita sea... esto es un problema muy grande, con todo este teatro que armaste es imposible que otros maestros o alumnos no escuchara, después de todo las aulas no están insonorizadas como las habitaciones de los cuartos de residencia para alumnos y maestros... demonios... esto será un problema muy grande." Nonaegi se froto la punta de la nariz, para luego pasar su mano por su cabello castaño, pensando en una solución para todo esto. "Bien, después de clases tu vendrás conmigo a dar explicaciones al comité disciplinario de primer año."

"Ehhhhhhh... ¿es necesario? ¿No podemos hacer como que nada paso?" Con una gran desdicha el aspirante a enfermero replico.

"No, aunque no lo creas las reglas son estrictas... ¿cómo carajo te dejó entrar siquiera?, la nueva encargada de seguridad no te habría dejado pasar, incluso habría detectado el arma mucho más rápido que yo."

"Mmmm ¿la encargada de seguridad? ¿Había una de esas? Yo solo entre como cualquiera y no me detuvieron." La personalidad del enano pervertido cambio de su típica forma burlesca y tonta, a realmente parecer intrigado, enserio no tuvo en cuenta a una encargada de seguridad.

Eso es cierto, a mí tampoco me hicieron algún tipo de cateo o registro de mis pertenencias, literalmente entre de forma campante sin preocuparme de nada.

Aunque esto seguramente fue influenciado en gran medida que ingrese a las instalaciones acompañado del tío Togami.

De todas formas no sé quién es la encargada de seguridad, pero creo que hoy perderá su trabajo.

"Profesor, debo decir que eso es verdad, a mí no me hicieron algún tipo de revisión preventiva, sabía que este año contrataron una nueva encargada de seguridad, pero no la vi por ninguna parte." Kyoka Harabashi, la aspirante a guardia de seguridad definitiva se levantó de su pupitre, haciendo otro saludo militar y menciono ese dato.

Los demás que estaban en la sala, e incluso los que estaban fuera en el pasillo empezaron a soltar frases en voz alta como: 'Ahora que lo menciona es cierto', 'Espera, ¿tenían que registrarnos antes de entrar?', '¿La encargada de seguridad estaba tomando un descanso o que pasa?'

Excepto una persona.

" Jujuju ~ al parecer los mortales no se percataron de la presencia de la dama serpiente con dedos filosos, ¡¡¡PERO YO!!! LA GRAN MIDORI MORI, SENTI EN CARNE PROPIA TODA ESA ENERGIA OSCURA A MI ALREDEDOR... solo diré... ¡¡¡QUE FUE PUTAMENTE ATERRADOR, ESTUVE A PUNTO DE ORINARME DEL MIEDO, MALDITA SEA!!!" Todos volteamos a verla.

La aspirante a espiritista... o a drogadicta, no sé cuál de las dos justo ahora, se paró de un salto y después de hacer su aportación empezó a reírse como desquiciada, pero su rostro parecía el de alguien que estaba sufriendo, enserio, aunque su risa era soberbia y resonante, su cara era la de un niño pequeño al que le dieron el susto de su vida, y está riendo para no llorar.

Y como si el universo lo pidiera, Yuzaki Muchizuki, el aspirante a artista definitivo, tomo una libreta, la enrollo, y golpeo a la espiritista en la cabeza.

¡¡¡PAAAAMMMMMMM!!!

MALDICIÓN QUE BUENO SOY HACIENDO EFECTOS DE SONIDO.

Al igual que como lo hizo Nonaegi, el artista la golpeo, pero al parecer él sí lo hizo con todas sus fuerzas.

"¿¿¿¿PORQUE HACEN ESO????" Midori se agarró la cabeza con dolor y ojos llorosos.

"¡¡¡L-Lo lamento!!! N-No sé qué paso, cuando me di cuenta ya te había golpeado." Yuzaki se notó alterado al responder, y realmente parecía arrepentido ante lo que acababa de hacer.

Creo que la cabeza de Midori Mori tiene alguna especie de fuerza de atracción a los golpes, porque por alguna razón ahora yo también tengo la imperiosa necesidad de pegarle con un cuaderno.

...

No.

Ya paso. Eso fue raro.

Si la seriedad del momento se había perdido hace tiempo, ahora la cosa parecía una comedia barata.

" Ay Dios mío... ja... jajajaja, ay Dios mío, esto es tan bueno jajajaja." Regresando a nuestro profesor al parecer esto le había subido el humor.

Comenzó a reírse como cualquier persona escuchando un chiste malo, pero se le veía alegre, bastante alegre.

Creo que no era necesario que lo mencionara, lo se desde el primer momento en que lo vi, pero este sujeto es literalmente el dopplenganguer de mi padre, son prácticamente idénticos físicamente.

Decidí ignorar eso al inicio porque solo me pareció una coincidencia, aunque no lo parezca las coincidencias no son tan raras, eso lo aprendí tras tantos años viviendo con la familia Naegi.

Pero ahora... verlo reír de esa forma, solo me hace recordar a mi padre, cuando se ríe de cualquier tontería que le digo, o solo cuando está feliz de pasar tiempo en familia.

Es un calco exacto de mi padre.

Ambos se llaman Makoto incluso, pero no quiero romperme la cabeza haciendo una teoría conspirativa de todo esto.

"Bien, tu vendrás conmigo para explicar todo esto, y lo solucionaremos." Ya con una sonrisa en la cara, el maestro solo le dio una orden a Risetsu.

"Bien, bien... joder yo tenía planes para la tarde." Risetsu inflo los cachetes y se cruzó de brazos.

"Pues ahora por idiota te jodiste." Nonaegi aún tenía los bisturís en la mano izquierda y comenzó a moverlos de forma habilidosa entre sus dedos, como un artista callejero o algo parecido. "Ah, ya antes de que lo olvide... súbete los putos pantalones, llevas todo este tiempo con ellos abajo."

....

Ah...

Olvide que el homosexual aún tenía los pantalones abajo. Realmente la tiene más pequeña de lo que pensé, aunque considerando su altura y que parece un desnutrido, pues creo que está justificado.

"Aaaaaaa... con razón sentía algo de frio." Agrego él aspirante a enfermero, solo para luego subirse la ropa interior seguido de sus pantalones. "Debería cobrarles a todos por verme sin ropa, ¿acaso creen que estas vistas son gratis?".

Jajaja...

Créeme.

Yo pagaría.

Pero para olvidar lo que vi hoy. Pagaría toda una fortuna de ser necesario.

"Y ustedes, entren de una vez, preséntense y tomen asiento, y con eso completaremos las presentaciones de la clase." Nonaegi agrego ahora para los que aún estaban en el pasillo y ni siquiera por todo ese show entraron. "Entren los 3 de una vez, ya comprobé lo que quería, ya no es necesario que entren uno por uno." De forma definitiva el profesor regreso a su escritorio, pero ahora se recostó de forma en donde todo su cuerpo quedaba en una posición cómoda, aunque se escuchó un pequeño crujido, al parecer olvido que había guardado la pistola en el bolsillo trasero, y en cuanto se sentó se escuchó el golpe que provoca el objeto chocando contra la silla. "Ups, bueno de todas formas no importa, le puse el seguro." Con el estruendo algunos se agacharon de forma involuntaria, como previendo un disparo perdido. Excepto la suertuda, el biólogo, la guardia de seguridad, el enfermero (que se había sentado al fondo y ahora estaba jugando con unos borradores), y yo, que nos mantuvimos en nuestros lugares sin movernos, en mi caso porque vi previamente como ponía el seguro del arma, además, realmente un arma no se dispara sola por un golpe a no ser que este mal diseñada, así que realmente no me preocupo.

"Jajaja, perdón, perdón, mi culpa, creo que los asuste, pero no se crean todo lo que ven en películas, un arma no se detona por un simple golpe a no ser que tenga un error de fábrica." Se paso la mano por la nuca con una notoria sonrisa en el rostro, el maestro realmente es alguien extraño para mí. " Pero bueno eso ya no importa, pasemos a un tema más importante. Ustedes 3 entren de una buena vez."

Por la puerta ingresaron casi inmediatamente los últimos tres alumnos de la clase 13-c, los 3 eran chicos, de diferentes complexiones y alturas. Dos de ellos tenían algo que los volvía llamativos a primera vista, el primero no era extremadamente alto incluso el aspirante a actor definitivo es más alto que este chico... pero... este sujeto es EXTREMADAMENTE musculoso, incluso con la ropa puesta creo que se nota demasiado la masa de músculos que tiene, maldición... creo que mis piernas están temblando, ¿¿¿qué demonios??? no puedo moverme...

Ya sé que es lo que pasa...

Es...

Es que me dio un pequeño calambre, ¡¡¡¡MIERDA!!!! ¿¿¿¿por qué justo ahora??? Maldición que mala suerte, creo que me senté en una posición incómoda, por suerte puedo soportarlo.

A si, regresando al tipo que parece un refrigerador de un metro setenta; no puedo decir mucho la verdad, su cara es de pocos amigos, incluso diría que es un amargado, su ropa es bastante simplona, solo lleva unos pantalones negros con un suéter rojo, nada relevante. La única diferencia es que su foto que en el ID pude ver él aparecía sin camiseta, ni pantalones, se nota bastante que le gusta presumir sus músculos.

Mientras observaba a los 3 sujetos en cuestión me di cuenta de algo sumamente importante. Y es que la agujeta de mi zapato derecho estaba desatada, aunque aún tengo que lidiar con el dolor que me acaba de dar por el mini calambre, igual creo que puedo amarrarlos sin ningún tipo de problema.

Me agacho y hago el respectivo nudo para mi correa del zapato.

"Bien quedo perfecto." Dije para mí mismo, ignorando por completo algo que llego a mi mente justo ahora, y es que han pasado 15 segundos, y nadie a dicho ni una sola palabra, ni siquiera los que se supone que debían presentarse.

Voltee a ver en todas direcciones con extrañeza. Y vi un escenario raro, mis demás compañeros de clase estaban bastante pálidos en su mayoría, algunos con la vista baja dirigida solo hacia sus piernas.

"Oye Yato, ¿que esta...?" Le susurré al aspirante a biólogo que estaba cerca de mí, ya que esto me parecía un poco extraño, pero no pude terminar mi pregunta, al observar con mayor detenimiento a Yuta, pude notar que él estaba en el mismo estado que los demás.

"L-L-Lo siento Shin, justo ahora... no me siento muy bien... creo que... quiero... quiero... quiero vomitar, me siento mareado." Estaba hablando enserio, nunca pensé ver a este tipo con cara de play boy en ese estado, extremadamente pálido, sus pupilas dilatadas, y sudor comenzó a correr por su frente.

Empecé a buscar con la vista a mis demás compañeros, y prácticamente todos estaban iguales, a excepción de unos cuantos, como es el caso de Harabashi la guardia de seguridad y Noell Dean la guarda espaldas; más que enfermas o pálidas parecían estar viendo fijamente al frente, como esperando con total cautela cualquier acción o movimiento, podría llamarlo que estaban 'en guardia'.

Lia Murakami, la suertuda era la única con una expresión total de calma, incluso estaba más interesada en un bolígrafo que en su entornó. Al sacerdote lo vi por el rabillo del ojo, pero puedo jugar que lo vi persignarse torpemente, Midori Mori se estaba rascando el brazo con incomodidad, mientras murmuraba palabras inaudibles para mí. El artista Yusaki Muchizuki, dibujante Nao Fukuda y el cocinero Alex Exigna se encontraban igual que el biólogo a mi costado, pero Nao creo que era el peor de los 4, nunca había visto a un humano VIVO que pueda llegar a un tono de piel tan blanco.

Haruku Hasahi la aspirante a falsificadora solo estaba viendo a la izquierda sin dirigirle la mirada a nadie, solo estaba viendo por la ventana, así que no pude ver su cara o alguna expresión que denotara su estado de ánimo. Jesús castillo él aspirante a actor había ocultado un poco su cara dentro de su gorro, y Akiko Nakamura la pitufa definitiva estaba disimulando mucho lo que sentía, aunque su cara se mantuviera en total serenidad, su pierna derecha estaba moviéndose de forma ansiosa. Bort Freid él aspirante a programador, ese tipo de más o menos unos dos metros estaba tambaleándose ligeramente, como ver una torre gigante ser movida de lado a lado por una simple brisa.

Operaki Tokage el trampista, se estaba tocando con la palma de la mano la parte de su cara donde se encontraba su mancha de color negro, estaba apretando los dientes con fuerza, la máxima representación de la impotencia que he visto entre todos los que estamos en la clase.

Y por último el enano que estaba siendo el centro de atención hace poco, Risetsu Uso-tsuki él aspirante a enfermero, se encontraba con la cara pegada al escritorio, pensé que estaba dormido si no fuera porque...

"Ahhhhhhhh~ q-que sensación tan m-m-magnifica~." Si... estaba gimiendo como puta en su escritorio, mejor voy a ignorarlo.

El señor Nonaegi a diferencia de los alumnos se notaba sumamente tranquilo, mientras se frotaba la barbilla y observaba con curiosidad a los últimos 3 alumnos.

"Mi nombre es Risuka Tokita, aspirante a luchador definitivo, y próximamente el hombre más fuerte sobre la faz de la tierra." La masa de músculos hablo a todo pulmón, pero sin llegar a gritar. Nadie hizo el más mínimo sonido, y el solo tomo uno de los últimos asientos disponibles, por buena o mala suerte fue el que estaba a mi izquierda.

Próximamente el hombre más fuerte sobre la faz de la tierra... pobrecito, no sabe a cuantos definitivos debe superar para llegar a ese lugar, cuando él es un simple aspirante. Y sé que nunca será él más fuerte del planeta, porque yo conozco a esa persona, y dudo mucho que siquiera pueda llegarles a los talones en fuerza bruta. Mi hermana, Sayaka Naegi, en términos de fuerza neta, es la número uno del plante en la actualidad.

Por todo lo que pasó no había podido mencionar a los otros dos tipos que debían presentarse, siendo el siguiente un chico con una máscara anti gas en la cara, es un accesorio extraño, pero al mismo tiempo no es sorprendente, en los últimos 7 años se volvió algo recurrente los ataques con armas biológicas, como el gas mostaza, que había sido utilizado desde la década de 1920, entonces en algunas zonas del país no es raro encontrar personas usando mascaras anti gases para proteger su integridad.

"..." El enmascarado comenzó a hurgar en el bolsillo de su chaqueta, hasta sacar un pequeño pedazo de tiza, con él cual escribió en el pizarrón.

'Yo soy Dante Higashinkata, aspirante a estratega definitivo, mucho gusto.'

Hizo el signo de la paz frente a todos, y se sentó justamente frente a mí. Ya solo queda un último asiento en toda la clase, y será para el chico de lentes que aún estaba frente a nosotros.

...

...

Y no sé porque se encuentra en posición fetal tirado en el suelo.

"P-P-Perdonen, hace un momento sentí como si una gigante presión se ejerciera sobre mi cuerpo, como si la fuerza de la gravedad aumentara de repente." Se levanto lo más rápido que pudo, al parecer llevaba en esa posición un rato, pero lo ignore totalmente, quizá desde que el luchador cabeza de musculo se presentó ante todos.

Se aclaro la garganta antes de hablar.

"Mi nombre es Andy Terrones, soy el aspirante a matemático definitivo, y.... realmente espero que podamos llevarnos bien en estos tres años que estaremos juntos." Desvió la mirada y se sonrojo un poco al presentarse, la vergüenza que sentía al decir cada silaba de su oración se notaba kilómetros a la redonda. Agachando un poco la cara corrió hacia el último pupitre vació en el aula.

Así terminaron las presentaciones, ya con cada alumno sentado en un asiento, y con un maestro asignado, las clases podrían comenzar para este nuevo ciclo escolar.

"Muy bien, creo que esos han sido todos los que llegaron tarde. Pero... los que llegaron temprano; pasen al frente y digan su nombre y talento a todos. En especial usted, joven Shin, realmente estoy muy intrigado por su caso, ya que estoy leyendo el listado general que me presentaron, y el talento al que usted aspira es... ''curioso'' cuanto menos."

El profesor nos señaló a los cuatro que fuimos los primeros en llegar, y con su último comentario me hizo tambalearme un poco al sentir un par de miradas clavarse en mi espalda.

Se supone que los listados de estudiantes, profesores, talentos y aspirantes a talentos (en el caso del curso Evolution) son publicados para que los alumnos tengan una idea previa de quienes serán sus compañeros, pero en mi caso solo se publicó mi nombre, seguido de mi foto, no se agregó cual era mi título de aspirante. Solo los maestros con el listado completo lo conocen, entre ellos debe estar Nonaegi.

Los cuatro hicimos caso y pasamos al frente, como lo habían hecho los demás para poder presentarse.

"Es un placer conocerlos a todos, soy Yato Ishikata, el aspirante a biólogo definitivo."

"Yo soy Haruko Hayashi, la aspirante a falsificadora definitiva, es un placer... supongo."

"Y-Yo, s-soy Nao Fukuda, él aspirante a d-dibujante definitivo, Nao espera que p-puedan llevarse  b-bien con él."

Ellos tres solo se presentaron sin muchos rodeos, y los demás solo vieron sin decir nada relevante sobre ellos. 

"Muy bien, solo falta usted, joven Naegi." El profesor me apresuro para agilizar este proceso que había resultado tan molesto. 

"Si, muy bien."

Esto lo ensaye con papá hace unas semanas, debo hacerlo rápido, como si fuera algo normal, no importa que digan, no importa que cara pongan, no importa para nada.

"Mi nombre es Shin Naegi, es un placer conocerlos a todos, realmente espero.... espero que podamos llevarnos bien, espero que podamos volvernos cercanos en estos 3 años que estudiaremos juntos en el curso Evolution." Me dirigí a todos en la habitación, viendo a cada uno, sin la necesidad de sonreír, sin la necesidad de hacer gestos para llamar la atención. "Me presento, soy el aspirante a esperanza definitiva."












>>> 3 horas después.

Son las 12:30 P.M.

La presentación fue...

¿Exitosa? Supongo.

Realmente lo ensaye muy poco, incluso cuando me levante esta mañana no pensé en ningún momento sobre la presentación, el recuerdo vino a mi justamente cuando el profesor nos llamo al frente.

Detalles minusculos.

Con ese asunto arreglado, ahora estoy caminando por los pasillos de curso Evolution, ya que hoy fue un día meramente informativo entonces las clases terminarían temprano, además, las clases aledañas a la nuestra escucharon todo el alboroto provocado por el señor Nonaegi y el enano de pelo rosa; y entonces solo terminaron las presentaciones el maestro tuvo que irse de improvisto para intentar justificar sus acciones contra un estudiante (que en mi opinión si fueron justificables.), claro es un proceso meramente burocrático, llenar papeles, dar testimonio, etc. Obviamente no creo que pierda su trabajo por esto, pero de todas formas debió ser una molestia para el profesor Nonaegi.

Pero dejando eso de lado.

Lo importante es que ahora puedo relajarme e ir a buscar a cierta persona, no la he visto desde la cena de navidad, realmente fue un día agradable con su simple precensia.

Después de unos minutos de caminata llegue al patio del curso Evolution; el cuál conecta directamente con el curso principal de Pico de esperanza, como siempre hay un par de guardias vestidos con traje negro en este lugar.

"Buenas tardes, por favor brindeme su ID para poder entrar al curso principal." Uno de los sujetos me detuvo en cuanto vio que deseaba entrar al curso principal, este es el procedimiento estandar así que no me resulta una molestia.

"Buenas tardes, soy de primer año, así que aún no tengo un ID para poder identificarme." Respondí tranquilamente.

"¿Aún no lo tienes? El profesor te lo tuvo que dar al terminar las clases introductorias de hoy." A pesar de tener lentes de sol, pude notar que su cara reflejaba clara perplejidad ante lo que acababa de decirle.

"Mi profesor tuvo un inconveniente por lo cuál tuvo que terminar antes las clases, y creo que por lo mismo ya no pudo entregarnos los IDs a cada uno de nosotros." 

"Ya veo... es el maestro de la clase 13-C , ¿cierto?" Dio justo en el clavo.

"Si, justamente es él, ¿lo conoce?"

"No personalmente, hoy fue la primera ves que lo vi cuando dio el discurso de bienvenida esta mañana, pero parece tener cierta 'reputación', y ahora todos los maestros, encargados de seguridad, eh incluso el director Naegi; saben del pequeño inconveniente que sucedió con uno de sus alumnos."

"Bueno, creo que era inevitable que todos se terminaran enterando. Pero eso no es importante en este momento, ¿me podría dejar pasar de todas formas? la próxima prometo traer mi ID. Además... usted ya debe saber quién soy, no es difícil identificarme."

"Si, se que eres Shin Naegi, el hijo del director Makoto Naegi, pero debo seguir el procedimiento estándar para estas situaciones, tanto los alumnos de curso Evolution, como  los del curso principal deben identificarse con su respectivo ID para poder pasar de un lado al otro, son políticas de  la institución, tu padre nos dio claras instrucciones de no dar preferencias a nadie." Se encogió de hombros y esbozo una sonrisa, como pidiendo perdón de forma amigable.

Este idiota pedazo de mierda... 

"Claro, comprendo la situación, gracias por su excelente trabajo, le diré personalmente a mi padre que hacen un trabajo impecable." Le dí un apretón de mano al hombre que bloqueo mi camino, sonreí, di media vuelta y empecé a alejarme.

Desgraciado, mal nacido, imbécil, si pudiera despedirte lo haría justo ahora.

"¿¿¿Porque aún no están aquí???, les dije que debías estar lo más pronto posible en el curso principal."

Cuando estaba a punto de marcharme escuche a alguien hablar, era uno de los sujetos de seguridad hablando por teléfono, parece estar algo molesto con la otra persona que esta al otro lado de la linea.

"¡Maldición!" Grito después de colgar el teléfono. "Estos obreros son unos inútiles, escuchen, vendrá un grupo de 10 obreros debido a unas reparaciones que se deben hacer en el laboratorio del curso principal." 

Al escuchar eso me quede en mi lugar y busque una banca que convenientemente estaba cerca, fingí cansancio y me senté en ella, esto obviamente solo era una excusa para seguir oyendo esto.

"¿Acaso están llegando tarde señor?" Pregunto el mismo sujeto que me detuvo antes.}

"Si, exactamente, son unos idiotas, cuando vengan esos 10 déjenlos pasar lo más rápido posible, solo registrenlos para corroborar que no traigan armas, pero sera un chequeo rápido, ya que en la entrada ya los habran registrado e identificado."

"Muy bien señor, en cuanto lleguen los 10 obreros los dejaremos pasar."

"Excelente. Seguramente ellos primero entraran a curso Evolution porque creo que también debían revisar unos pequeños detalles de los nuevos salones que se inauguraron este año."

Sin más que decir los demás tipos de seguridad solo asintieron con la cabeza y usando los comunicadores que tenían empezaron a avisarles al resto del personal de seguridad.

Por un segundo se me paso la idea de ir a buscar a los obreros, sobornar a uno y quitarle su traje para poder entrar disfrazado al curso principal, pero realmente es un plan muy estúpido y con muchos inconvenientes de por medio. 

Debo encontrar una forma de pasar, si intento llamar a papá para que me deje pasar seguramente ni conteste mi llamada, además seria hacerlo perder el tiempo, llamar al tío Togami tampoco es una opción, el dijo que tenía una reunion importante o algo así; por lo cual no creo que siquiera pueda contestar su teléfono... 

¿Sobornar al personal de seguridad?

Una mierda, el hijo de Makoto Naegi sobornando al personal de seguridad de Pico de esperanza, ese titular le daría de comer a las ratas periodistas por mucho tiempo.

¿Intimidarlos?

Les daría más miedo un chihuahua con rabia que yo.

¿Amenazarlos?

A diferencia de los guarda espaldas de papá; el personal de seguridad no tiene ninguna razón para darme preferencias sobre el resto, soy el hijo del jefe, pero también soy un alumno... más el hecho de que hayan dicho de que papá les ordeno no tener trato preferencial...

Carajo, esto sera más complicado de lo que pensé. Yo solo quería entrar, saludar a mi vieja amiga, e irme a casa a comer papitas y ver la televisión.

¿La llamo a ella para que le diga a los guardias que me dejen pasar?

No, no, me acabara dando un sermon sobre responsabilidad y anticipación de las situaciones (aunque esto es culpa del maestro y no mia.)

Todo esto y otros escenarios pasaron por mi mente en cuestion de 7 segundos, quizá no profundice en la mayoria, pero solo de manera superficial se que son planes mediocres y sin bases solidas.

Practicamente estoy jodido, ya solo me queda resignarme he irme de este lugar.

Me levante de la banca, di un suspiro de pesades y me di la vuelta, dando la espalda a pico de esperanza.

"Creo que me puedo disculpar con ella más tarde, seguramente estara molesta, pero se le pasara después de un rato y concentirla un poco." Dije para mi misml, antes de comenzar a caminar de vuelta a curso Evolution, y después llamare a Sayaka para que venga por mí o que envíe un auto a traerme, luego jugaremos un R.P.G. con la consola que me regalaron en navidad, y terminare sorprendiendome de lo bien que se le dan los videojuegos a mi hermanastra.

      - Por favor, se solicita la presencia de Shin Naegi en las instalaciones principales de Pico de esperanza. -  

-Esto es de caracter urgente e inprorrogable, porfavor dirigirse al 2do nivel del curso principal, por favor dirigirse al 2do nivel, pasillo 7-B, aula 102. Todas las fuerzas de aeguridad, deben dejarlo pasar inmediatamente.-

Resono en todo el lugar una voz robotica pero con tonos femeninos a través de las bocinas, reconozco quien es la persona que acaba de llamarme... bueno "persona", creo que esa no seria la terminología indicada.

Esto me tomo de sorpresa, que me llamen justo ahora al curso principal es demasiado conveniente.

Pero.

Por otro lado....

"Oh vaya, tal parece que me llaman con urgencia a las instalaciones principales, ¿sería tan amables de darme permiso?" En un parpadel regrese a donde estaba el tipo de seguridad que no me habia dejado ingresae con anterioridad, lo vi a los ojos y le sonreí de forma triunfadora.

El se dio cuenta al instante que me estaba burlando de él, y aún así, no tuvo de otra que dejarme pasar.

Entre con la mayor satisfacción del mundo, incluso rechine un poco los pies en el suelo que estaba recién trapeado, solo para regodearme de lo que paso.

En cuanto salí de la vista de los seguratas de la entrada aceleré el paso, a través de los pasillos que ya conocia con anterioridad, pude ver a varios estudiantes del curso principal, todos muy relajados y parecían pasarsela muy bien solo charlando entre ellos, aunque solo fuera el primer día parece que varios conjeniaron bastante.

Claro, puedo reconocer que son de primer año la mayoria, gracias que el uniforma del curso principal tiene una pequeña particularidad; los de primer año tienen una estrella bordada en la chaqueta a la altura del pecho en el lado derecho, los de segundo año tienen 2 estrellas y los de tercero 3, la mayoría de los que he visto solo tenían 1 estrella).

Yo solo ignore a la mayoria y segui mi camino. Como era de esperarse algunos voltearo a verme por unos segundos, susurrar algo que solo ellos podían escuchar, y luego regresaban su atención a charlar de  forma amigable entre ellos.

Todos son coloridos, aunque sus uniformes tienen casí el mismo estilo militar que curso Evolution, había varios que rompían las pautas de vestimenta y se pusieron prendas llamativas y chirriantes.

Seguí caminando hasta llegar al salon que el anunció había dicho antes, al principio ignoré la razón de porque me llamaron, pero, ahora puedo preguntarle directamente a esa cosa que planeaba.

Abro la puerta y entro sín pensarlo demasiado.

"Muy bien. Ya estoy aquí, ahora dime que sucede." Cierro la puerta detrás de mí, y comienzó a ver alrededor, como suponía salon completamente vacío, solo con multiples pantalla encendida que se encuentra en una de las paredes mostranto estatica.

Esta broma es gastada.

"Ya me se el truco de la estatica, quieres que me acerqué lo suficiente a las pantallas para poner una imágen de terror e intentar asustarme." Dije en dirección de las pantallas, mientras inspeccionaba con cuidado toda el aula de clases, es una  clase en deshuso por lo que veo, esta sucía y sin mantenimiento, varios de los escritorios y asientos estan maltratados, apenas y puedo escuchar a estudiantes dar pasos a la lejanía.

No obtuve respuesta.

Segui viendo meticulosamente el entorno, y empecé a hablar.

"Viste lo que paso con los seguratas, y decidiste ayudarme, pero dar una falso anunció de presencia urgente me parece excesivo en este caso, aunque claro, me calló como anillo al dedo lo que hiciste." Pase mi dedo por una de las paredes más cercanas, había demasiado polvo, solo con hacer este gesto me quedo el índice manchado de gris.

No obtuve respuesta.

"Aún no hablaras al parecer, entonces solo me iré, cuidate S.O.R.A."  Dije su nombre y me di media vuelta fingiendo que me íria, sin perder con el rabillo del ojo las pantallas donde aún se mostraba estatica común y corriente.

Puse mi mano sobre el picaporte y empece a abrir la puerta lentamente.

"Oh vamos Shin, decir un simple gracias no es tan difícil, ¿sabes?"

Las pantallas que antes solo mostraban una imagen blanco y negro sin proposito se tornaron con una tonalidad oscura. En un segundo la imagen volvió a cambiar, ahora mostrando un avatar en la pantalla, el de una chica con pelo blanco y uniforme tradiciónal de secundaría,  creo que se le llama: 'uniforme tipo marinero'.

S.O.R.A , IA encargada del curso principal y Evolution, nadie sabe lo que significan esas siglas, ni siquiera la misma Sora, su edad no es exacta; algunos dicen que fue creada un año después de la reconstrucción de Pico de esperanza, los más conspiranoicos teorizan que ella existe desde la primera gran guerra contra la desesperación.

"Lo siento, no suelo agradecer a seres inanimados, porque yo no veo a las personas agradecerles a sus zapatos por cubrirles los pies." De forma despectiva hice mi comentario. Se perfectamente que no es un ser que entre en la categoría de inanimado, pero me hace gracia compararla con zapatos o cualquier objeto común.

"Te equivocas en eso, yo no soy un ser inanimado, soy consiente de mi existencia y de todo lo que me rodea, soy consiente de muchas cosas, cosas que tu nunca podrás saber en tu vida." El avatar en la pantalla meneo su cabeza y sonrió. "Pobre y pequeño Shin, tan ignorante ante el mundo que lo rodea, queriendo despreciarme por nimiedades." Esa actitud de altibes y vanidad, no es la forma cotidiana de comportamiento de esta reconocida inteligencia artificial.

Ella es S.O.R.A. la IA encargada de varias tareas tanto en el curso principal como en curso Evolution, vela por el bienestar y seguridad de los alumnos, maneja las cámaras no solo de las dos instituciones; sino también de todo el país, si algo pasa,  Sora lo sabrá, los sistemas de defensa automáticos son una de sus tantas funciones en la seguridad, además de lanzar alarmas en caso de amenaza inminente. 

Claro, las zonas rojas ya están fuera de su jurisdicción, creo que en algún momento intentaron enviar drones manejados por ella hacia estos lugares, como una manera de conseguir información y tomar ventaja sobre los grupos terroristas, pero con solo llegando a zonas amarillas los drones empezaron a presentar ligeras fallas, y en cuanto llegaron a zonas rojas se apagaron sin razón aparente, se intento un par de veces más pero los resultados fueron iguales. 

Conozco a Sora desde antes de ser adoptado por la familia Naegi, ya que ella suele dar mensajes importantes por radio y otros dispositivos. 

A las 4 p.m. tiene su propio programa de radio, donde hace de presentadora y solo pone canciones compuestas por ella misma, no son obras maestras pero cuanto menos son agradables al oído, en sus propias palabras es una manera de alegrar el día de las personas, entregarles 2 horas de música relajante para sus cansados corazones.  

"Y bien, adivino que iras a ver a la hija del señor Togami, es muy dulce de tu parte ir a saludar, y por dulce me refiero a que eres un arrastrado con ella." Y por si no lo mencione antes, ella es bastante molesta, al inicio me trataba como al resto, siento amable y gentil al hablar, pero con el paso del tiempo fue perdiendo el tacto y la etiqueta, podría decir que... ¿tomo confíanza?

"Si soy un arrastrado o no; es algo que no debería importarte, ahora si me disculpas debo irme, seguramente ella me esta esperando, y no me gustaría hacerla esperar."

"¿Acaso le dijiste que irías a visitarla?"

"Si, le prometí que si me era posible la visitaría el primer día de clases, después de todo ella se graduara este año y después se hará cargo de todo lo relacionado a la gestión de empresas Togami, así que no podre hablar demasiado con ella después de eso...".

"Vaya, si dices eso con una cara tan triste... hasta yo podría creer que eres una buena persona en el fondo." Dijo de manera burlesca, aunque en cierta forma parecía decirlo enserio.

"Lo que digas, debo irme." Abri la puerta, y empezé a marcharme. "Y poe cierto, gracias. No quiero que luego te la pases diciendo que nunca te agradezco."

"Jajaja, nos veremos de nuevo Shin. Y por cierto, bienvenido a curso Evolution, espero mucho de tí 'proxima esperanza definitiva', no me decepciones." Aunque le estaba dando la espalda puedo sentir que ese avatar virtual estaba sonriendo.

"A pesar de que dices conocerme, creo que tienes demasiada fé en que lograre conseguir el titulo de eaperanza definitiva."

"Lo se, pero, mi programación me obliga a apoyar a los estudiantes de curso Evolution a conseguir el titulo de definitivo que buscam, y por eso, creere en tí hasta el último segúndo, recuerda eso, y por favor... cuídate."

Solo me fuí sin despedirme, pero creo que esta pequeña interacción con Sora fue un poco gratificante.



Llegue al fin a mi destino, después de caminar por varios pasillos del curso principal, llegue a una gran puerta de madera adornada con accesorios dorados.

Golpee ligeramente con el puño.

"Oye, ¿estas ahí? Mi profesor tuvo unos problemas y pude salir antes." Hable desde la entrada, esperando una reapuesta.

Pero no hubo nada.

Volví a tocar ligeramente.

"¿Estas ahí?" Pregunte pegando mi oreja a la puerta de madera, para poder escuchar algún ruido proveniente al interior de la habitación.

Esta zona del curso principal es la menos concurrida de todas, ya es raro ver gente por este sitío solo caminando de paso. Quizá sea porque la dueña de esta habitación tiene la reputación de no ser alguien que disfrute el ruido causado por los demás.

Con un rechinar de las bisagras la puerta se abrio ligeramente.

Esto significa un "pasa adelante" según mi filosofía.

Oh la puerta tuvo un desperfecto y se abrió sola, en cualquiera de los dos casos lo veo como una invitación a entrar.

Advertencia: Ese consejo
puede llevarte a ser acusado de allanamiento, intrusión en propiedad privada, también hurto o robo en el peor de los casos, etc.

"Hola..." Dije al entrar.

"Lo lamento, estaba viendo unos pequeños asuntos importantes y estaba meditando en silencio." De forma estoica y refinada recíbi una respuesta.

Una larga mesa, cubierta de un mantel blanco era lo que se encontraba en medio del enorme cuarto, y en el otro extremo del mueble habia una chica sentada en una silla, una chica rubía de ojos color marron, usando un elegante vestido celeste con cuello y mangas blancas.

El cuarto era blanco, multiples cuadros colocados en las paredes, muchos detalles esculpidos en las paredes, y lo más resaltante es un espejo de cuerpo completo con un marco dorado y brillante, no sabría decir si estaba hecho de oro verdadero o solo asemejaba esa apariencia.

"Realmente me alegro de verte Shin, siempre es refrescante verte de nuevo." La chica se levanto de su asiento y se puso justo frente a mí.

Ambos tenemos la misma altura.

"También me alegro de verte, Utsuki." Sonreí y abrí los brazos.

Ella me devolvio la sonrisa de forma radiante y córrespondio el saludo que le ofrecí.

"Realmente eres un desconsiderado, pénse que no vendrías, ya me había preparado mentalmente para que me dejaras plantada..."

Ella aumento la fuerza del abrazó, pero no al punto de que me causara incomodidad o dolor, solo sentía el calor de su cuerpo y sus brazos al rededor de mi espalda.

Este calor.

Esta sensación.

Es maravillosa, la mujer más perfecta del mundo...

No.

Del universo.

Tengo la suerte de estar tan cerca de una chica tan maravillosa y bella, siento como si estuviera abrazando al mismo Dios justo ahora.

Es perfecta, todo de ella lo es, ella es lo más cercano a divinidad que conozco. No me molestaria para nada hacer un altar para alabarla todos los días antes de dormir por la noche, y después de levantarme por la mañana.

"!Casi lo olvido¡ conseguí una jaula para aves para este lugar." De repente solto el fuerte abrazo, llevandose la mano a la boca para cubrir sus labios como una dama victoriana. "Cuando eramos niños soliamos ir a veces con papá al jardín del curso principal a ver los pajaros."

Muy emocionada se acercó a una jaula de hierro colocada en uno de los extremos del cuarto, se puso a verla detenidamente aunque esta se encontrara vacía.

"Claro, que por ahora no hay ningún ave dentro, pero en cuanto tenga el permiso del tío Makoto tendrá dos hermosos pajaritos." Su felicidad era muy notoria, estaba sonriendo de forma tonta mientras tocaba con su dedo en enrejado metálico, como si imaginara que hay aves dentro de ese pequeño espacio constituido por barras de hierro. 

"Eso suena maravilloso." Le dije con entusiasmo. "Si puedo hablare con papá hoy mismo para que te de el permiso lo más pronto posible."

No se tiene permitido el ingreso de animales a las instalaciones, tanto del curso principal como el curso Evolution, a no ser que tu talento este relacionado a la crianza, adiestramiento o cuidado de estos mismos. También existe excepción si las autoridades competentes de la institución dan su consentimiento. 

"¿¿Enserio??, te prometo que no es necesario, lo haré yo misma, después de todo es un simple capricho que tengo, no es necesario que hables con el directamente." Algo alarmada empezó a mover los brazos y manos frente a su rostro, de manera intranquila y nerviosa, intentando negar mi participación en este asunto. 

"No te preocupes, si es por verte feliz no me molestaría para nada." Sonreí y la tome de las manos. Si es necesario movería cielo y tierra solo para verla feliz, no... seria capaz de matar si es necesario por verla sonreír, se lo debo, le debo mi existencia, mi cuerpo, mi alma, todo mi ser le pertenece solo a ella. "Siempre estoy feliz de ayudarte, siempre." Ella me miro a los ojos y agacho la mirada. 

"En serio Shin... a veces... creo que eres muy amable... o algo ingenuo." Susurro de forma casi inaudible, apenas distinguí las palabras: 'a veces'  y  'amable'. "De todas formas, enserio estoy agradecida Shin,  te aseguro que la próxima vez que me visites ya tendré dos canarios en la jaula, una hembra y un macho, les pondré nombre, les daré de comer, de beber, los cuidare de la mejor forma posible." Se movió a la jaula de pájaros nuevamente, ahora reposando los brazos sobre ella, para al final voltear su cabeza a donde yo me encontraba.  "¿No te parece eso una idea fantástica?"

Utsuki Togami, hija menor de Byakuya Togami, heredera definitiva, 17 años de edad. 

Solo asentí ante su interrogante, admirando a la chica, no, deidad que tenía frente a mis ojos. Realmente no soy digno de tanta felicidad, de tener desde pequeño a una persona tan importante en mi vida.

Después de una charla amena entre Utsuki y yo, nos sentamos en la mesa, disfrutamos de unas galletas y té que tenía ella en la habitación, no se de donde saco el agua caliente para preparar el té, pero tampoco es que me importe demasiado.

Este lugar, quizá ya sea obvio, pero es de pertenencia única y exclusiva de Utsuki, es de los pocos estudiantes en todo Pico de esperanza en poseer habitaciones, aunque se diga que en esta institución no hay preferencias es imposible negar que tiene algunos beneficios ser hija de el hombre más rico del planeta... ¿o era el segundo?

"Oye Shin, tu cita con el psicólogo era el viernes si mi memoria no es mala, y se que no lo es." Interrumpió mi refrigerio, una galleta con chispas de chocolate, aunque no estuviera recién salida del horno de todas formas era deliciosa.

"Ah, sí es el viernes. ¿Porque lo pregunta?"

"Ese día creo que tengo la agenda libre, entonces voy a acompañarte, no hay una razón en particular, pero nunca lo he hecho, a pesar de que somos amigos desde la niñez, nunca te he acompañado a tus sesiones semanales con el psicologo." Tomo un sorbo de té al terminar. 

"No veo la necesidad de que lo hagas, después de todo es un asunto más personal, sin mencionar que no sueles tener mucho tiempo debido a tus labores en empresas Togami." 

Enrealidad no me molestaría que me acompañara, pero siendo sinceros preferiria que no lo hiciera, después de todo... no quiero que por accidente llegue a enterarse de todo, todo lo que hablo con un especialista... mi lado desagradable, es el que ella menos conoce, y el que menos deseo que conozca.

"No lo comprendes Shin, no te estaba preguntando, te estaba diciendo que iré contigo, por si no lo entiendes, voy a ir contigo quieras o no." No lo dijo en forma de amenaza, no fue agresiva al decirme eso, solo lo afirmo con calma y sin sobresaltos. 

"Claro... comprendo... entonces creo que... ¿esta bien? creo." Mejor no refute lo que mencionaba, de todas formas algo surgirá en último momento que la mantendrá ocupada ese día, así funciona el mundo empresarial, por suerte. 

"Así me gusta, iré a tu casa en la tarde e iremos juntos, tu entraras al despacho del psicólogo y yo esperare pacientemente en recepción, fácil." Tomo otro sorbo de su tasa, y comió otra galleta.

"Si, si... no puedo llevarte la contraria de todas formas." 

Al terminar esa pequeña charla Utsuki se levanto de la mesa y fue a uno de los muebles de la habitación, una librera de donde saco una pequeña caja, un radio para ser precisos. 

"¿Oye que te parece si escuchamos un poco la radio?" Me pregunto muy alegre sosteniendo el aparato entre sus manos.

"Últimamente el uso de la radio se ha vuelto más popular que la televisión, aunque debo admitir que prefiero ver imagenes en movimiento a solo escuchar audio." Eso y que la mujer que da el clima en las noticias es extremadamente sexy, pero no lo dire en voz alta.

"Oh, bueno es comprensible, de todos modos creo que escuchar un poco de música mientras comemos haria la experiencia más agradable."

"Pues no me opongo en lo absoluto, un poco de música no es mala idea." No voy a negarle un pequeño gusto como escuchar la radío mientraa degustamos bocadillos.

Entonces ella sonrío y puso la pequeña radio sobre la mesa, sintonisando la primera estación que encontro.

Era música de jazz suave, muy relajante.

15 minutos estuvimos hablando, comiendo galletas y bebiendo té.

Hasta que la radío dejo de reproducir ese jazz suave de hace unos instantes.

"Interrumpimos esta transmición para dar un voletín urgente."

Fue lo que se escucho descnsertandonos a ambos, tanto Utsuki como yo volteamos a ver en dirección de la voz repentina de un hombre.

"Recientemente ha habido un pequeño altercado en una de las calles del distrito 1, específicamente en las instalaciones de la Acedemía definitiva para jovenes dotados, una escuela secundaría muy conocida en el país."

Abrú ligeramente los ojos por la impresión, ya que ese era el nombre de mi escuela secundaria, que por cierto, es un nombre muy raro para una escuela, pero bueno, eso no importa justo ahora, ese lugar me trae malos recuerdos.

"Oye esa era tú escuela secundaría." Dijo un poco sobresaltada al escuhar el reportaje.

"Tal parece que sí, pero de todas formas es irrelevante, solo pongamos otra estación." Le mencione con vago interes al saber que había sucedido, estire mi mano hacia la radío buscando cambiar a una estación diferente, pero Utsuki detuvo mi mano en pleno trayecto, evitando que pudiera lograr mi cometido.

"Las entradas a la academia y la carretera se han cerrado completamente, debido a un suicidio cometido en este lugar."

¿Suicidio?

Eso no es algo tan raro, pero que se haga en un lugar como una escuela secundaria es un poco sorpresivo.

"La persona era una mujer, maestra de esta misma institución, conocida más como la señorita Mukaido Yamamoto. Comenzaran cuanto antes las investigaciones sobre este hecho, pero según lo que nos han contado algunos de sus colegas, parece que la señorita Mukaido tenía unos antecedentes psicologicos severos, pero estaba en tratamiento, no tenemos más información que esa, así que si tenemos más información de este desafortunado incidente estaremos..."

Apague la radío.

"Oye mira la hora, creo que ya debo retirarme." Un suicidio, enserio un suicidio, de todo lo que podía hacer se tuvo que lanzar desde un 13avo. piso, sera idiota...

"Eh, pero apenas es la 1 de la tarde."

"Sí lo se pero...."

Cuando estaba por inventarme una excusa, algo sono en los altavoces de todo el lugar.

"Por favor a todos los estudiantes, se les pide que evacuen las instalaciones y se dirigan lo más rapido posible a los bunkers de seguridad, repito, todos evacuen lo más rapido posible, se han detectado proyectiles dirigiendose a multiples objetivos del país, sospechamos que sean misiles balisticos, así que evacuen lo más pronto que puedan."

Un sonido de alarma empezo a resonar a todo volumen. Esa fue la voz de Sora, avisando de un peligro inminente.

Era una alarma roja de emergencia.

Utsuki me agarro de la muñeca y empezamos a correr, salimos de su habitación y nos dirigimos a donde nos indico la IA.

Todos en el pasillo estaban histericos, huyendo a toda velocidad, algunos asutados y otros nerviosos.

"!!Apuráte Shin, debemos salir de aquí¡¡" Utsuki grito sin voltearme a ver, realmente la situación es seria.

Este día... se siente como una eternidad.














































Fin de la tercera parte del primer capitulo.


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