#4 Lynn

Los días en que no tenía concierto o algún trabajo, compraba decenas de rotuladores especiales con olores a frutas. Amaba abrir las tapas y oler el maravilloso olor de frutas, malvadiscos, dulces... Una vez, se pasó todo el día oliendo de esos rotuladores, y casi tuvo que ir al hospital por inhalar tanto de eso. A partir de ese día empezó a controlarse, la mayoría de las veces.

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