#05 Desesperación, el juego para toda la familia
Los días pasaban y dejamos de buscar una salida gradualmente debido a la falta de información.
Empezaron a impartirme las clases que tenían programadas pese a que Monokuma había dicho que se habían cancelado, ya que era algo que nos distraía a todos y como tampoco puso ninguna queja al respecto continuamos haciéndolo.
Como aún no podíamos ir a otros pisos los que aún no tenían sus aulas se intercambiaban con los otros aunque no todos pudieran dar clase.
En cuanto al incentivo, todos habíamos acordado en ignorarlo, aquello podía estar manipulado y no nos podíamos fiar de aquello. Pero era algo totalmente diferente con los del secreto, si era real estaba claro que no podían ignorarlo pero tampoco querían hablar del tema pese a la nueva amenaza de Monokuma de revelar los secretos si no ocurría ningún asesinato.
Aquel día eran las ocho de la tarde y ya habíamos cenado pero aún tenía que asistir a una última clase. Las demás me habían dejado agotada y solo quería ir a descansar. Al menos la clase que tenía ahora era en un aula lo que significaba que probablemente no requeriría mucho esfuerzo físico.
Entré en el aula con cautela, viendo a Lucina sentada sobre una de las mesas con la mirada perdida, reaccionando al fin cuando llegué frente a ella.
– Lo siento Andy no te había visto. Hoy no estoy de humor para empezar las clases, podríamos saltarnos la clase solo por un día.
– En verdad te lo agradecería muchísimo. Tengo agujetas hasta en las pestañas.– Suspiré recordando el entrenamiento del día anterior con la entrenadora y Little Mac en el gimnasio que había durado el día completo y aún no sabía cómo había conseguido levantarme por la mañana.
– Ve a la enfermería, allí hay un cajón con algunos suplementos alimenticios. Toma una de las pastillas de colágeno y acto seguido ve a tu cuarto a dormir. Mañana te levantarás como una rosa.– Dijo ella con una sonrisa.– Hablando de eso yo también debería retirarme a mi cuarto, está a punto de ser la hora nocturna.
– ¿No vienes?– Pregunté al ver que no me acompañaba, ella negó con la cabeza.
– Me quedaré solo un rato más. Nos vemos mañana, descansa.
Fui directamente a la enfermería, y una vez que había conseguido la pastilla me dirigí hacia la cocina a por algo de beber, cruzándome con Luigi por el camino que se dirigía a su cuarto y dentro de ella se encontraba Pit junto a la entrenadora tomando una taza.
– Hola Andy. Estoy tomando una infusión para ver si está noche consigo dormir. La entrenadora en verdad sabe mucho de estas cosas.– Dijo sonriendo y ella se sonrojó levemente.
– Me alegro. Yo también me voy a dormir ya. Buenas noches a los dos.
– Buenas noches.– Contestaron ambos mientras me marchaba.
Poco después entré en mi propia habitación cerrando la puerta con llave y tumbándome sobre la cama soltando un bostezo me quedé al instante dormida.
Ding Dong Dang Dong~
“Buenos días a todos. Son las 7 de la mañana. ¡Levántense y den su mejor esfuerzo!”
Todos quedábamos para desayunar todos juntos en el comedor y organizar el día. Siempre era la última en llegar por mucha prisa que me diera, estaba claro que ellos llevaban otro ritmo de vida pero aquel día había algo distinto.
– Aún falta Lucina.– Dijo Peach tras mi llegada; se veía un poco preocupada.
– ¿Se habrá quedado dormida?– Dijo Pit, se notaba que aquella noche si había dormido no estaba tan cansado como los días anteriores.
– Deberíamos ir a buscarla.– Propuso Bayonetta a la vez que se levantaba y el resto asentía y hacía lo mismo.
En aquel momento tuve un mal presentimiento, me levanté de mi silla y me dirigí al lugar donde la había visto por última vez.
Abrí la puerta entrando en el aula, donde me esperaba una horrible visión.
En medio de la clase, colgada del techo con una cuerda rodeando su cuello se encontraba Lucina totalmente inmóvil.
Muerta.
Empecé a gritar retrocediendo rápidamente tropezando con la puerta y cayendo al suelo. Poco después escuché pasos corriendo en mi dirección. Megaman y Mario me habían seguido después de que hubiese salido del comedor llegando juntos y acercándose a mí.
– ¿Qué pasa?– Ambos voltearon en dirección a donde miraba abriendo los ojos sorprendidos.
– Dios mío.– Megaman se tapó la boca y en aquel momento el monitor del aula se encendió mostrando una imagen de Monokuma que sujetaba una copa de vino.
“Pim Pom Pam Pom. Un cuerpo ha sido encontrado. Después de un tiempo de investigación se procederá con un juicio escolar.”
– ¿Qué ha pasado? ¿Qué ha sido ese aviso?– Comenzaron a llegar todos los demás quedando en shock cuando veían lo que ocurría.
– No puede ser... Ha ocurrido al final.– Dijo Palutena.
– ¡Tachan! Entrando en escena el alter ego del antagonista favorito de todos. ¡Monokuma! Ya que estáis todos aquí os lo explicaré. Parece que al fin ocurrió lo que todos estábamos esperando, al final se ha cometido el primer asesinato.
– Oye, un momento. Dijiste que cuando alguien cometiera un asesinato podría salir de aquí. ¿Verdad?– Preguntó Link.
– Incorrecto. ¿Cómo no podéis saberlo a estas alturas? Ah es verdad, como sois tan tontitos aún no habéis leído las reglas por mucho que os lo haya reiterado.
– ¿Te refieres a la regla de graduación?– Dijo Zelda seria.
– ¡Exacto! Eres muy inteligente, muy propio de la sabiduría definitiva.
– ¿De qué hablas?– Preguntó la entrenadora confundida y la princesa se dispuso a explicarlo.
– No solo es necesario cometer un asesinato, sino que hay que hacerlo de forma que nadie pueda descubrir que eres el asesino.
– Por supuesto. Cómo dije antes tendréis un rato para investigar y tratar de desenmascarar al asesino durante el juicio. Si os equivocáis y acusáis a un inocente, todos menos el asesino recibirán el castigo.
– Y con castigo te refieres a...– Dijo la entrenadora nerviosa.
– ¡Si! ¡A una ejecución!– Dijo con una risa sacando de nuevo sus años.– Desmembrados por una trituradora, arrasados por la fuerza de un tsunami, exorcizar vuestra alma de vuestro propio cuerpo... Y eso solo por poner los primeros tres ejemplos que me vienen a la cabeza.
– Pero si no parece que la haya matado nadie ¿no? Más bien parece que...– Dijo Pit tratando de ignorar la amenaza pero siendo interrumpido.
– ¿Acaso no escuchaste el anuncio que te lo tengo que repetir? Por muy claro que os parezca debéis esperar al juicio escolar para dar vuestra opinión. Y ya con esto los dejo que comiencen a investigar, yo me voy.
Todos observamos cómo se marchaba mientras reía, quedando un poco asustados. Pit fue el primero en romper el silencio.
– Supongo que ya nunca sabremos su título.
– Tampoco es que importe ahora que está muerta. ¿No?– Dijo Samus pero se interrumpió a sí misma notando que no era el momento.
– No tiene sentido quedarnos está bastante claro lo que ha pasado.– Dijo Villager mientras se marchaba.
– Yo también me voy, esto me da muy mal rollo no voy a poder dormir.– La entrenadora también se retiró, seguido de unas cuantas personas más, quedando solamente Mario, Luigi, Link, Zelda, Samus y yo.
La princesa entró en la habitación, observando la escena con atención cuando soltó un jadeo de sorpresa dándose la vuelta hacia nosotros.
– ¡Tenemos que investigar ahora mismo!
– ¿Qué? Pero si ella se ha suicidado ¿no?– Preguntó Mario.
– No. Y puedo demostrarlo. Link súbete sobre los hombros de Mario aquí.– Aunque no sabían su objetivo hicieron lo mandado, mientras ella colocaba una silla delante de ellos.– Dale una patada por favor.
– ¿Lo ven?– Dijo Zelda.– La silla al golpearla ha caído de frente. Esa sin embargo ha caído de lado y con el poco espacio que hay si la hubiera colocado de otra forma no hubiese caído del todo sino que estaría atorada entre los dos pupitres.
– ¿Lo que quieres decir es que entonces ha sido asesinada y el asesino la colgó de la cuerda para que pareciese un suicidio y así encubrir su rastro?– Preguntó Samus a su lado.
– Eso parece, pero en ese caso debemos reunir más pruebas antes de que se acabe el tiempo. Deberíamos bajarla y examinarla.
– Esto sería más fácil si pudiéramos ver las imágenes de las cámaras.– Comentó Samus mientras se acercaba a ella, pero al mirar su cuello frunció el ceño.– Esto es raro. No presenta ningún tipo de herida por forcejeo.
– ¿Qué quieres decir?– Preguntó Luigi.
– Que aunque se hubiese suicidado habría forjeceado de alguna forma antes de que se quedara sin aire.– Dijo la cazarrecompensas.
– ¿Entonces ya estaba muerta antes de colgarla?
– No. Está claro que la causa de la muerte es ahorcamiento pero eso significaría que tendría que estar inconsciente cuando la ahorcaron y no tiene ningún golpe en la cabeza.– Respondió Zelda.
– ¿Entonces qué pasó?– Pregunté.
– No lo sé.
Aparté la mirada un segundo viendo al menor de los hermanos acercándose a la papelera.
– ¿Pasa algo Luigi?
– Creo que vi algo...– Apartó un par de papeles sacando una jeringuilla de dentro.– Tiene una etiqueta.
– Déjame ver.– Dijo Zelda tomando el objeto y analizándolo.– Es un anestésico local que se utiliza en operaciones sencillas. El hecho que solo se utilice en ese tipo de cirugía es que sus efectos son instantáneos y por un corto plazo.
– Impresionante y lo has sabido solo con mirarlo. Se nota que eres la sabiduría definitiva.– Dijo Samus sorprendida.– ¿Entonces se puede decir que ésto fue la causa de muerte?
– Podremos saberlo en seguida.–
Link se acercó al cuerpo de Lucina y cortó la soga que rodeaba su cuello con una daga.
– ¿De dónde has sacado eso?– Preguntamos los demás.
– Me lo dió Monokuma.– dijo tranquilamente.
– ¿Y por qué la llevas encima?– Dijo Mario desconfiando.
– Al principio la escondí en mi cuarto para que no desconfiasen de mí, pero entonces me di cuenta de que si algo como esto acababa pasando y lo descubrieran si que iban a desconfiar de mí, e iba a mostrarla esta mañana, bueno, antes de que ocurriera esto.
– Está bien, pero debiste decirlo antes. Luego la tendrás que devolver.
Asintiendo volvieron a examinar el cuerpo encontrando que ella tenía una marca en el cuello.
– Probablemente intentó forcejear al notar la aguja clavándose en su cuello provocando el moratón al salir algo de sangre pero como la anestesia ya estaba en su torrente sanguíneo ya no había nada que pudiera hacer, cayó inconsciente y el asesino aprovechó ese momento para asesinarla y hacer que pareciese un suicidio.
(Munición cargada en el Electro Id: Jeringuilla y anestesia)
– Pero seguimos sin saber quién pudo haber sido. Cualquiera de nosotros podía haber entrado en la enfermería y coger la anestesia.
– Vayamos allí. El asesino pudo haber dejado alguna otra pista mientras lo hacía.
– Vale. Pero antes... ¿Qué es eso de ahí?– Samus señaló un bulto que había bajo uno de los pupitres cercanos a la zona de la cuerda y me acerqué allí para comprobarlo.
– ¿Una almohada?– Dije mientras la tomaba del suelo y también una pluma que se encontraba al lado.
– ¿Podría ser que Lucina trató de defenderse con ella?– Preguntó Luigi.
– Suena raro, podría haber cogido una silla o cualquier cosa mucho más útil que eso.– Respondió su hermano.
– Puede que estuviera nerviosa y asustada y no tuviera tiempo para reaccionar, pero eso no explica el motivo de que la almohada estuviera aquí. No sé puede dormir fuera de las habitaciones. Tú tenías clase con ella ayer. ¿La utilizasteis para algo?– Preguntó Samus.
– En realidad no tuvimos clase.– Expliqué.– Vine aquí a las 8 pero me dijo que estaba cansada y me marché.
– Entonces el asesinato tuvo que ocurrir después, y el asesino fue quién tuvo que traer la almohada.
(Nueva munición cargada: Almohada en la clase)
(Nueva munición cargada: Pluma en el suelo)
– Está bien, no hay nada más por aquí. Vayamos a la enfermería.
Nos dirigimos todos juntos a aquel lugar. Quién diría que podrían haber pistas de un asesinato en un lugar en el que había estado el día anterior.
Link se dirigió a un armario frigorífico mientras tomé una lista y comprobamos que en verdad faltaba una de las jeringuillas, pero el guerrero metió su mano entre las cajas sacando un papel doblado que se había colado en el hueco entre dos de ellas.
– Aquí hay algo más. Es una nota.
“Si aún no te encuentras bien estaré en el aula 3 hasta que empiece la hora nocturna por si quieres hablar o que te ayude. Lucina”
– ¿Lucina quería ayudar a alguien y esa persona aprovechó su confianza para asesinarla?
– Parece ser, o el asesino encontró la nota y se presentó en lugar de la otra persona. Pero esto demuestra sin lugar a dudas que el asesinato tuvo que ocurrir entre las 8 y las 10 de la noche de ayer.– Dijo Zelda convencida.
(Nueva munición cargada: Nota de Lucina)/(Hora de la muerte)
– Vale. ¿Hay algún lugar más en el que podamos buscar pistas?– Pregunté pero un anuncio me interrumpió.
“Se acabó el tiempo, me cansé de esperar. Dirigíos a la puerta que se encuentra al final del pasillo y podremos comenzar.”
– Aunque lo haya ya no tenemos más tiempo, vayamos para allá.– Dijo Mario y todos asentimos. Cuando llegamos allí el resto esperaba nuestra llegada. Quisimos decirles algo pero las puertas del ascensor se abrieron y todos entramos en él para que las puertas se cerraran y nos llevara a la sala de juicio.
– Al menos esto será rápido y sencillo.– Comentó Bayonetta colando su voz entre los sonidos que hacía el ascensor al bajar.
Ojalá fuera así.
Al final el ascensor se detuvo y las puertas se abrieron mostrando la gran sala.
El juicio comienza.
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Fun fact: La palabra muerta es la número 666 del capítulo:3
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