No podría decir cuánto tiempo había pasado desde que perdí el conocimiento pero cuando desperté parecía que estaba sentada en una especie de pupitre.

Y digo parecía guiándome por el tacto, porque era algo imposible de saber por la vista ya que todo estaba totalmente a oscuras.
Me levanté y comenzé a caminar con cuidado tratando de averiguar dónde me encontraba o cómo había llegado allí, pero choqué contra algo o más bien contra alguien.

Voz 1. ¿Quién anda ahí?- Preguntó una voz masculina frente a mí agarrando mis hombros con sus manos mientras tiraba de mí hacia él. Antes de que pudiera contestar me interrumpió otra voz.

Voz 2. ¿Hola? ¿Hay más gente aquí?

Voz 3. ¿Mario eres tú? ¿Dónde estás?

Tras aquello se oyó un fuerte golpe como si alguien se hubiese caído al suelo y una queja femenina.

Voz 4. ¡Ay, que daño! ¿Por qué estamos a oscuras?

A partir de aquel momento varias voces más comenzaron a oírse, mezclándose entre sí y haciendo imposible entender lo que decía ninguna. Todo era confusión, yo trataba de zafarme de quién me hubiese agarrado hasta que al fin se escuchó el sonido de un interruptor y la sala se iluminó.

Una vez encendida pude comprobar que en efecto me encontraba en una especie de aula y que en efecto no estaba sola. Varias de aquellas personas fueron a ayudar a la chica morena que se había caído mientras que los demás miraban a su alrededor confundidos. De nuevo antes de que pudiera preguntar algo otra voz me interrumpió.

- ¡Chicos, tenéis que ver esto!- Esa voz provenía de lejos, fuera de aquella sala por lo que ellos reconociéndola salieron sin pensarlo hacia la entrada del edificio que era donde provenía la llamada por lo que decidí seguirlos.

Una vez que llegamos todos allí me puse a contar cuántos éramos, en total 16 personas.
- Mirad esto.- señaló el chico hacia la entrada del edificio que estaba bloqueada por una especie de puerta de metal con un complicado sistema de bloqueo.

- ¿Qué es esto?- preguntó nervioso un chico de verde.

- Pues es una hiedra de 3 cabezas. ¡Es una puerta Einstein!

- ¿Eso significa que estamos encerrados?

- ¿Qué significa esto? Yo estaba de camino para acá y no se qué pasó pero de repente desperté aquí.- Dijo una de las chicas y todos asintieron dejando ver qué a ellos les había pasado exactamente lo mismo.

- Es verdad que todo es muy extraño, pero antes de hacernos ninguna pregunta más deberíamos presentarnos.- sugirió en un tono tranquilo una chica de cabellos verdes.

- ¿Es enserio? ¡Nosotros ya nos conocemos y eso es lo menos importante ahora!- se quejó una de cabellos negros.

- Sí que debemos.- Dijo la primera haciendo un gesto con la cabeza en mi dirección y antes de que me diese cuenta se habían reunido en corro y habían empezado a hablar entre ellos.-
(Se supone que somos los héroes, debemos mostrar que tenemos controlada la situación y hacer que parezca normal.)

- Está bien.- respondió en voz alta la que se había quejado al principio mientras el círculo se rompía.- Pero que sea rápido.

La de pelo verde fue la primera en acercarse a mí y presentarse.
- Mi nombre es Palutena, es un placer conocerte.

- Tener el favor de los dioses es algo importante para cualquier héroe, eso es algo que aprenderás conmigo. "¿Qué significa eso? No importa, ya lo descubriré."

- Y él es Pit, mi mejor arquero.- volvió a hablar señalando al ángel que la acompañaba a un lado.

- Es un placer también.- dijo de forma educada.

La siguiente en acercarse fue una chica rubia de aspecto elegante.
- Encantada, soy la princesa Toadstool Peach. Pero puedes llamarme simplemente Peach.

- ¿Super Heredera Definitiva? ¿Qué título se supone que es ese?

- Te enseñaré a lidiar con el estrés de tener muchas responsabilidades a tu cargo.- dijo con una sonrisa amable.

Pauline. Supongo que eso está bien pero no sé puede comparar con mi título.

- Prácticamente hacemos lo mismo "Super Estrella".

- Bueno yo no solo dirijo una ciudad, sino que tengo talento y sé cómo organizar el tiempo para poder hacer todo y eso es importante para un héroe.

- Sí claro, compara dirigir todo un reino con dirigir una pequeña ciudad.-dijo Peach con una ligera sonrisa de superioridad.

- Bueno, al menos a mí me han elegido mis votantes no dirijo mi ciudad por ser hija de papá.

"Parece que no se llevan demasiado bien, creo que sus clases van a ser bastante incómodas."

- Basta chicas compórtense.- reclamó el que vestía de rojo y ambas chicas dijeron algo similar a "pero solo porque lo dices tú".- Bueno, creo que conmigo sobran las presentaciones pero yo soy Mario, el Super Héroe Definitivo.

- Estoy a tu disposición para enseñarte todo lo que sé. Y éste es mi hermano Luigi, el Super Parapsicólogo Definitivo.- dijo con una expresión de orgullo.

- Hola, es un placer conocerte.- Me ofreció su mano con una sonrisa.

- ¿Parapsicología? ¿Esa no es la ciencia que estudia a los fantasmas?

- Claro. ¿No es algo obvio?- preguntó pero su sonrisa sincera me mostró que no había ironía ninguna en sus palabras. "Creo que sería algo cruel comentar que es un poco extraño que su habilidad sea sus conocimientos sobre fantasmas cuando les tiene miedo."

- ¿Por qué me miras así?- preguntó el de verde sonrojándose levemente y me di cuenta de que llevaba un rato observándolo en silencio.

- ¡Ah! No es nada.- dije mientras me alejaba al siguiente grupo.

Eran dos personas y ambos se presentaron prácticamente a la vez de forma realmente breve.
- Yo soy Link, el Super Espadachín Definitivo.

- Encantada, yo soy la princesa Zelda. La Super Sabiduría Definitiva.

"Ambos parecen perdidos en sus pensamientos, ya hablaré luego con ellos."

- Buenas, yo soy la Entrenadora y soy la Super Deportista Definitiva.

"¿Ese es su nombre real?"

- Básicamente yo soy la encargada de ponerte en forma y que lleves una vida saludable. Mi máxima es "Mente sana en cuerpo sano."

- ¡Ey, yo me apunto a eso! Little Mac, el Super Luchador Definitivo.- dijo de forma entusiasta.

- Soy un experto en todo tipo de lucha cuerpo a cuerpo. ¡Estoy deseando que empecemos a entrenar!

La entrenadora se rió al ver mi cara de susto:
- Tranquila, no vamos a empezar con algo tan exigente.

- Gracias, es un alivio.- Con aquello me dirigí a los siguientes.

- Hola, yo soy Megaman, el Super Cyborg Definitivo.

Antes de que me diese cuenta había tomado uno de mis brazos y estaba observándolo en silencio.
- E-esto. ¿Qué haces?

- Estudiando bien tus propiedades podríamos construir componentes robóticos que se adapten perfectamente a tí. Cuando desees que trabajemos juntos habla conmigo.

- Hola, yo soy Villager, el Super Ingeniero Definitivo.

- ¿Por qué me miras así?- preguntó extrañado.

- Bueno, es que nunca hubiera imaginado que tú fueses el ingeniero definitivo...- Confesé, aunque según estaba diciendo aquello su cambio de expresión hizo que me callase al instante.

- Bueno... Cuando sepas cómo guardar 3 camas, 5 peces y 15 frutas en tus bolsillos me llamas...- Diciendo aquello se alejó de mí.

"Creo que se ha ofendido un poco. Luego me disculparé con él. Espero que las teorías de Internet sobre él sean mentira."

- Hola, yo soy Bayonetta. Tengo el título de Super Bruja Definitiva.

- Cuando te canses de hacer cosas para bebés con ellos ven conmigo y te enseñaré cosas útiles de verdad.

- Me gusta tu estilo.-dijo otra chica rubia.- Directo al grano. Yo soy Samus, la Super Cazarrecompensas Definitiva​.

- ¿Cazarrecompensas?

- Bueno, los héroes también tenemos que comer. Y hay que tener unos altos conocimientos para valorar cuál será la misión que más recompensa te reportará en relación al esfuerzo a la vez que salvas al mundo con ello.

- Tiene sentido.- dije cuando la última persona que faltaba por presentarse se acercó.

- Yo soy Lucina. Pero mis conocimientos ahora no son importantes.- Dijo simplemente para dirigirse de nuevo a los demás.

- Bueno, ya hemos acabado con las presentaciones. Y ahora ¿en verdad nos han encerrado?

- Todas las ventanas, al menos desde aquella aula hasta aquí, estaban selladas por grandes placas de metal. Lo he comprobado mientras hablaban.- habló Mario.

- Eh, ¡esa de allí no!- exclamó Link de repente mientras señalaba hacia arriba, lo que hizo que todos miráramos en aquella dirección y viéramos una gran vidriera. ¿Qué hace algo así en una academia? Me parece algo excéntrico incluso para una gran empresa de videojuegos.

- ¡Yo puedo acercarme hasta allí volando!- Exclamó feliz Pit preparándose para coger impulso abriendo sus alas pero al saltar en vez de elevarse cayó al suelo.- ¡Au! Vale, no puedo. ¿Por qué no puedo volar?

Él empezó a hiperventilar por los nervios Palutena se acercó a auxiliarle mientras que Bayonetta simplemente torció los ojos.
- Venga ya, a mí no me importa que la rata con alas no pueda volar. Lo que quiero que aparezca de una vez Miyamoto o quién sea y que nos explique qué está pasando.

Por suerte antes de que comenzase una pelea una campana de aviso sonó sobre nuestras cabezas y la pantalla se encendió con una imagen distorsionada.

"Diiiiin Dong, Dang Dong."

(?) Oye. ¿Cómo demonios funciona el vídeo? Bueno no importa, al menos se me escucha. Por favor, dirigíos todos al gimnasio inmediatamente y podremos comenzar.

Había confusión en los rostros de todos.

¿Qué estaba pasando?