Suspiró cansado al verlo entrar a otra tienda, sus manos empezaron a doler por las pesadas fundas de compras, era el ayudante, o más bien el encargado de cargar esas compulsivas y caras marcas de ropa envueltas en plástico compradas por su mejor amigo.

- ¡Hobi! - llamó Jimin al pelinegro - ¡Vamos a la última tienda!

Sin queja alguna Hoseok siguió a su amigo, el omega era un poco vanidoso por sus cambios de look frecuentes, como de pelinegro a un color zanahoria y ahora rubio, aunque sin duda alguna cualquier color o conjunto de ropa se veía precioso en Jimin.

Como si todo fuera hecho a su medida, exclusivamente para él.

Su rostro angelical y su sonrisa que hacía desaparecer su ojitos provocaba ternura, un omega codiciado por su olor y físico.

Lavanda y almendras.

Hubo en varias ocasiones alfas corpulentos y atractivos que se acercaron al pequeño omega con el fin de conocerle y tal vez cortejarlo. Pero Jimin, no les prestaba ni el más mínimo interés, su corazón pertenecía a otra persona.

Y no hay nada más bello que un amor correspondido.

- ¿A dónde vamos?- preguntó Hoseok al llegar junto al rubio con las fundas- Vamos cinco horas de tienda en tienda, deberías parar. Dejarás a NamJoon en bancarrota- dijo riendo al ver a su amigo fruncir el ceño murmurando a lo bajo un 'no es cierto'. Ambos salieron del centro comercial para tomar un taxi, el rubio indicó la dirección y el auto marchó para llevarlos al lugar desconocido para el pelinegro.

Bajaron tranquilamente del vehículo aunque Hoseok tuvo más dificultad por las bolsas que cargaba.

-"Moon shop" - leyó el pelinegro en voz alta el nombre de la tienda - ¿Dónde estamos? - miró su amigo con su ceja alzada - ¿Qué es este lugar?

- Entra y verás - dijo Jimin con una sonrisa pícara, halando la puerta de la tienda.

- ¡Dios mío! - exclamó Hoseok con un mueca de asco - Una tienda de lencería y juguetes sexuales - dijo mirando serio y neutral al rubio - ¿Es en serio Jiminie?

- ¡Hey! Vamos - ánimo el menor pasando por los pasillos para curiosear la tienda - Deberías ver algo para que lo pruebes con TaeHyung - insinuó mirando al pelinegro guiñando su ojo - Es lindo, le gustas.

- Cállate - murmuró un poco avergonzado por la mención del alfa azabache - Solo somos amigos- dijo Hoseok mirando en las estanterías esos trozos de tela que apenas cubren las zonas íntimas - Mejor dime, ¿por qué estamos aquí?

- Pronto será el celo de Nam y quiero que lo disfrute - dijo sin importancia extendiendo entre sus manos una tanga de leopardo, riendo al imaginar lo ridículo que se vería puesto eso - Sabes que como pareja omega él también lubrica. A veces intercambiamos lugares aunque generalmente siempre soy el que recibe, pero esta vez quiero que sea diferente...¡Esto servirá! - exclamó guardando en una bolsa un dildo, esposas, ropa sexy, y uno que otro objeto sexual que jamás había visto antes el pelinegro - Vamos a la caja - dijo Jimin sonriendo satisfecho.

Al terminar de pagar, salieron del lugar, querían ir a tomar un café. Hoseok estaba agotado, sus brazos exigían un descanso, llamaron un taxi para que los llevará mandado su ubicación y no tener que caminar demasiado. Estuvieron parados en la acera conversando y riendo entre ellos, pero algo los interrumpió.

- ¡Hey! - llamó un alfa al par de omegas - Eres hermoso, quisiera conocerte - dijo el alfa acercando su mano a tocar la mejilla del pelinegro, recibiendo un manotazo del omega - Me gustan difíciles - sonrió el alfa mirando de pies a cabeza al omega, mordiendo su labio con deseo.

- No vuelvas a tocarme - advirtió Hoseok - No me importa romperte la cara.

- ¡Uy! Salvaje - dijo guiñando su ojo - Te gusta eso, ¿cierto?- se acercó más de la cuenta al pelinegro, pero fue enpujado por unas pequeñas manos.

- Aléjate de mi amigo - dijo Jimin molesto por ese alfa petulante - Llamaré a la policía.

- Amar es compartir - dijo alzando sus hombros con desinterés - No te pongas celoso, también puedo hacerte sentir bien a ti - dijo al omega rubio.

- Eres un...-

Hoseok no puedo terminar la frase debido a una cuarta voz - Deberías dejarlos tranquilos - dijo la voz gruesa de un alfa acercándose y encarando al alfa acosador. Los omegas se colocaron detrás del de hombros anchos y cabello rosa como protección - Lárgate - movió su cabeza en señal de que se fuera - Y deja de molestarlos.

- Aburrido - bufó el otro alfa para luego girar y alejarse silbando como si nada.

- Malditos alfas que se creen lo mejor del planeta - murmuró el peli rosado sobando su cien con molestia.

- Es increíble escuchar eso de alguien en su misma situación de alfa - dijo el pelinegro llamando la atención del de hombros anchos haciendo que girara hacia el par de omegas - Gracias por defendernos.

- Eres un alfa genial - dijo Jimin sonriendo y brindando una leve reverencia - Gracias.

- No me agradezcan, odio a los alfas que solo piensan con el pene - sonrió para el par de omegas y brindó una reverencia en saludo- Me llamo Kim Seok Jin.

- Soy Hoseok y el pequeño de aquí es Jimin - se presentó, escuchando un bufido del omega rubio por su terrible presentación al alfa que acababan de conocer - Espero nos volvamos a ver - mencionó el pelinegro al ver llegar al taxi llamado anteriormente, subieron las fundas con ayuda del alfa.

- Me encantaría volver a verte - dijo el peli rosado sonriendo - Verlos - corrigió.

- Está bien - se despidieron el par de omegas moviendo su mano mientras el carro se ponía en marcha alejándose del alfa - ¡Gracias! - gritó Jimin sacando ligeramente su cabeza por la ventana haciendo reír al peli rosa a lo lejos.

- ¡Viste eso! - exclamó Jimin asustando a su amigo por su inesperada explosión de felicidad dentro del vehículo - ¡Le gustaste!

- ¿Qué dices Jimin? - preguntó incrédulo por la absurda suposición- Solo fue amable.

- Si, claro - contestó torciendo sus ojos en señal de molestia - Apenas recordó que yo también estaba aquí.

- No digas esas cosas- murmuró Hoseok para luego golpear la frente de su amigo con la palma de su mano - Deja de emparejarme con cualquier persona.

- ¡Pero Hobi! - se quejó- ¡Él era muy apuesto!

- Eres insoportable - dijo Hoseok para luego soltar un risita - No puedo creer como NamJoon te soporta - mencionó molestando a su amigo.

- Es porque mi boca puede hacer maravillas - dijo Jimin sin vergüenza, escuchando al chófer toser incómodo por la información, haciendo que el rubio se encogiera en el asiento muy sonrojado mientras el pelinegro reía estrepitosamente al ver a su amigo avergonzado.

- Eres un caso Jiminie.