25. Cipselas

- Déjame ver si entendí - suspiró el alfa - Pelearon esa noche del reencuentro con tus amigos y la bruja. ¿Y no has hablado con Hoseok desde hace tres días? - frunció el ceño- Eres un idiota TaeHyung.

- Gracias Yoongi - sonrió falsamente- ¡Qué gran consejo!- exclamó sarcástico- Pero pienso que lo mejor es darnos en tiempo, tal vez me apresure al cortejarlo- susurró el azabache.

- Hazlo - dijo el alfa mientras jugaba con una pelota acostado en el sillón tirando y atrapando el objeto - No te quita lo idiota.

- ¡Yoongi!

- ¿Qué quieres que te diga?- lo miró parando su juego - Si, aléjate para que lo pienses mejor y cada quien por su lado - imitó con voz aguda - Ni siquiera has hablado con él - lanzó la pelota hacia arriba - ¿Crees que es lo mejor dejarlo?

- Pero es un tiempo.- murmuró.

- La mayoría de personas toman ese tiempo sin antes hablar o dar razones válidas para esa decisión - dijo el pálido - Conoces el porque de desconfiar, ¿por qué te dijo eso Hoseok? - preguntó Yoongi - ¿Le has preguntado a que teme, sus inseguridades, sus sentimientos? - negó con su cabeza- ¿Le has contado tus inseguridades?

TaeHyung no dijo nada.

- Una relación se basa en confianza- afirmó el alfa mirando a su amigo antes que la pelota regrese - Las cosas se resuelven hablando, muchas veces los detalles pasan en segundo plano, pero las palabras son un arma de doble filo, tiene el poder de destruir todo en segundos.

- ¿Y qué hago? - preguntó TaeHyung.

- ¿Lo amas? - dijo el alfa pálido viendo de reojo asentir al azabache - Amar también es confiar - lanzó su pelota y la atrapó - No solo confiar en tu pareja, también debes confiar en lo que eres , lo que le brindas, lo que sientes. Confiar es hablar con esa persona de tus miedos, inseguridades, sueños, tu pasado - lanzó de imprevisto la pelota al azabache para que la atrape - Confiar en uno mismo.

- ¿Qué debería hacer?- preguntó TaeHyung de nuevo - ¿Cómo habló con él?, ¿qué debería decir?, ¿dónde debería hablar de todo esto?

Yoongi sonrió e hizo una señal para que le devolviera la pelota - Confia en ti.

[...]

El omega caminaba inseguro con temor a caer, pero el alfa le había pedido vendar sus ojos. Tenía una sorpresa y eso pudo inferir el pelinegro.

Al bajar del automóvil conducido por el amigo pálido de TaeHyung en un lugar alejado de la ciudad. Yoongi les avisó que volvería en un par de horas, había conducido hasta allí como un favor para el castaño luego de recoger a Hoseok de su departamento.

Hoseok y TaeHyung caminaron por un sendero de árboles: pinos y eucaliptos.

Eucalipto como el olor de TaeHyung.

El ruido era casi inexistente, pasearon por un camino de tierra húmeda mientras las mariposas volaban a su alrededor tomando el néctar de algunas flores. Los eucaliptos y pinos creaban un cercado bien marcado para no perderse, siendo como una guía para transitar seguro. Al llegar al final del camino, TaeHyung cubrió los ojos del omega con un pequeño trozo de tela con un nudo por detrás.

Hoseok agarraba la camisa de alfa mientras lo seguía, confiado que no lo dejaría caer.

No lo lastimaría.

El olor a eucalipto se disipo, al parecer habían llegado a un lugar abierto, pero el pelinegro no lo sabía con seguridad por su falta de visión.

- ¿TaeHyung? - dijo el omega aún caminando tras el alfa sosteniendo su camisa tropezando accidentalmente pero sin caer - ¿Dónde estamos ahora?

- Sólo espera - dijo aún caminando con sus muletas - Ya mismo llegamos.

El omega se dejó llevar por el alfa alrededor de cinco minutos más. Hoseok sintió pequeñas plantas que le llegaban un poco más arriba de sus tobillos, picaban. El azabache le pidió que lo soltara por un instante y que esperara su orden para poder quitarse la venda de sus ojos.

- Hoseok - nombró TaeHyung - Puedes ver ahora.

El pelinegro acató las órdenes del azabache quitándose la venda. La luz por un momento irritó sus ojos, el sol no era potente y con su mano intento no ver esa ráfaga de claridad que emanaba, entonces miró a sus pies por la leve picazón.

Los reconoció al instante.

Varios metros alrededor eran solo de la misma planta, estaban envuelto entre ellas.

Dientes de León.

- Hace días me contaste los que pasó con ese tipo en el restaurante - habló TaeHyung con el sol detrás iluminándolo espléndidamente - Y también te conté sobre el alfa que pateo una de mis muletas - indicó el pequeño y casi invisible morado en su frente - No hace falta decir que nos causo dudas acerca de nuestra relación, sobre todo por Anne - calló observando todo el terreno y fascinado al ver al omega en medio de ello, le causaba una felicidad indecible - Mi temor más grande es no ser suficiente para ti y un día cualquiera decidas dejarme.

- Tae, no es lo que piensas...- el azabache se acercó lento para callar al omega con su dedo índice en la boca - Puedes dejarme terminar - pidió el alfa atreviéndose a besar los labios de omega, necesitaba valor y un beso era suficiente - Me siento feliz a tu lado, no soy un alfa común, no tengo parte de mi pierna - camino con sus muletas alejándose a pocos metros del omega - Mi padre al enterarse de mi accidente, me dijo que no volvería a ser el mismo. Un alfa que no pueda defender lo suyo, no puede ser llamado alfa - repitió las palabras de su padre de hace meses atrás, no dolían tanto como la primera vez - Desde aquel día, mi confianza desapareció - volteó a mirar al omega a unos metros de él, esperando de pie, esperándolo.

- Creí ser una carga, no merecía a todas esas personas a mi alrededor, mis amigos - dijo TaeHyung mirando a la nada para luego negar - No creí merecerte - sonrió triste el azabache - Pero las buenas personas están con buenas personas - se agachó con dificultad y arrancó un diente de león pidiendo al omega que hiciera lo mismo - Escúchame - dijo para luego soplar esa pequeña planta en su mano viendo las cipselas irse con el viento y alejarse de la pareja para seguir su camino, libres - ¿Puedes decirme tus dudas, tu mayor miedo Hoseok? - preguntó TaeHyung - ¿Puedes confiar en mi?- miró al omega - Como ese diente de león que al soplar se fueron perdiendo en el transcurso, quiero que nuestras dudas sean aclaradas, y nuestros miedos sean enfrentados. Quiero que confiemos en nuestra relación - sonrió al ver al omega soplar la flor entre sus manos.

- Tengo miedo - dijo Hoseok mirando al azabache - No quiero pensar que todo lo que vivimos alguna vez se termine por una enfermedad, un accidente o simplemente porque el destino, ya no te quiere a mi lado - respiró hondo - No quiero sentir el dolor de un lazo roto de nuevo.

TaeHyung entendió a que se refería el pelinegro - ¿Puedes tomar otro diente de león y soplarlo?

Hoseok lo hizo mientras el alfa se acercaba con sus muletas.

- La muerte es inevitable - murmuró TaeHyung parado frente al omega - Es tan inevitable como no acabar enamorado de ti - sonrió acariciando su mejilla - Haremos esto - tomó una vez más una de esas plantas - Cuando llegue algo tan inevitable como es morir, sopla una de estas - colocó un diente de león frente al pelinegro - Te quiero Hoseok, podría decir que incluso estoy llegando amarte o tal vez ya la hago - sonrió - Quiero que el viento se entere y llegue a oídos de cualquier persona - sopló la flor - Te amo Hoseok - dijo fuerte y claro - Estás palabras son susurros de amor exclusivos para ti y cada vez que el viento sople te las dirán, será nuestro recordatorio eterno - colocó la mano de pelinegro en su pecho justo en su corazón - Quiero que esto sea eterno, tan eterno que la muerte misma no será un impedimento. Porque si el viento no te recuerda el amor que siento por ti, serán estás flores, será este lugar, la luz de una luciérnaga, el sol, los árboles - acercó su rostro quedando tan solo a centímetros - Y si luego la muerte no me deja amarte, debo aprovechar ahora y demostrártelo. - miró directo a los ojos del omega - Te amo.

El omega sintió calma al escuchar esas palabras del alfa, disfrutar el sosiego que causa la presencia del azabache, sus inseguridades se fueron evaporado como el agua, lentamente, mezclándose con su alrededor, quedando casi sin dejar un rastro.

Sus labios.

El beso que compartían era un sello de aquello que sin quererlo se formó entre ellos, algo tan oculto, pero brillante al descubrirlo.

Lo amaba.

TaeHyung amaba a Hoseok.

Y Hoseok tampoco se alejaba de ese sentimiento a pesar que no lo dijo en voz alta. Entonces el pelinegro recordó aquellas palabras de su predestinado, antes del fatídico día.

"No dibujes sobre una hoja rayada, crea un nuevo dibujo en otra en blanco y confía en lo que puede llegar a ser" - dijo Baekhyun mientras dibujaba recostado en la cama luego de su última revisión médica - Ten - le entregó un lápiz y colores, cambiando su hoja a una en blanco - Dibuja y pinta lo que quieras. Te enseñé como puedes empezar.

El omega se concentró en hacer su dibujo a un costado del alfa mientras este terminaba el suyo - ¿No me ayudarás a terminar el mío?- preguntó Hoseok cuando Baekhyun pidió que colocara su nombre en el dibujo hecho por el alfa.

Era un campo lleno de tulipanes.

- Ese dibujo no me pertenece - dijo acariciando la mejilla del omega- Otra persona debe terminarlo contigo.

- ¿No entiendo? - preguntó Hoseok mirando al alfa - ¿Otra persona?

"Vuelve amar y confía en la persona que te ame, Hobi. Porque no hay nada peor que la muerte que vivir con miedo al amor "




















Nota:
Esta última parte tiene relación cuando Hoseok prestó atención al jardín de tulipanes en aquella cafetería, y TaeHyung vio por primera vez la cicatriz de la mordida.
Disfruten la lectura ♡

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top