VIII [Midoriya]
Cuando todo el mundo nos dice lo que podemos ser
¿Cómo podemos reescribir las estrellas?Di que el mundo no puede ser nuestroEsta noche
Los brazos y las palabras de quien era la persona que amaba le dieron fuerza, no recordaba la última vez cuando le atendieron sus heridas, mucho menos le prepararon una cálida cena, había olvidado lo que era dormir sin un ojo abierto por la noche y sentirse cómodo en una cama.
Tenía fuerzas para regresar y buscar a sus subordinados, tenía fuerza para pelear contra los malditos héroes que seguramente le estaban buscando, pero no tenía fuerza para levantarse y abandonar al hombre que le mantenía cálido y seguro entre sus brazos.
"¿No estás cansado de esto?, ¿No deseas que diario pueda verte?, ¿No estas harto de escaparte del resto para que pueda besarte?, ¿No estas triste cuando debes esperar días o semanas para poder abrazarme?"
—Claro que lo estoy— pensó mientras se acurrucaba aún más en el pecho de Katsuki.
Lagrimas silenciosas escapaban de sus ojos jade, no quería, ya no, él sabía que todo lo había hecho mal, Katsuki trato de volverlo el héroe número 1 de Japón, siempre a su lado, siempre llevándolo por el camino del bien.
Había cumplido su promesa, lo había hecho olvidarse de su madre, pero no de Tomura, no había olvidado las acciones que hizo, no había desaparecido el rencor que tenía contra Himiko Toga, faltaban días para poder graduarse y ser un héroe hecho y derecho.
Pero Izuku lo sabía, sabía que no podría avanzar mientras esos demonios estuvieran respirando y sin haber pagado por sus actos; recuerda como robo su traje de héroe y esa noche salió solo en búsqueda de Himiko.
Encontrarla fue fácil, destrozarle los huesos y la piel con su quirk lo fue aún más, pero ver su traje de héroe cubierto por sangre y su rostro tan falto de culpa, o incluso lleno de satisfacción fue lo peor.
Lo único que su madre le había dejado, estaba cubierto por sangre y odio, callo nuevamente en el abismo que Katsuki había luchado tanto por sacarlo, ¿Cómo podía volver a verlo? Estaría decepcionado, él mismo lo estaba, ahora ver a la única persona que tuvo fe en ti con los ojos gachos, molestos y decepcionados.
No podría.
La chica rubia fue el inicio, le siguió la liga de villanos y después de tanto tiempo Tomura, si con Himiko se había considerado un monstruo, con Tomura definitivamente fue un demonio, sus objetivos estaban completos.
Y como consecuencia los héroes le buscaban por haber tomado la justicia por su mano, no podía volver en sus pasos, porque aun después de haber asesinado más víctimas que el mismo Stain, no sentía ni el más mínimo sentimiento de culpa, a excepción de él.
Lo veía en las noticias, lo veía en las peleas de villanos, incluso mando a miles de villanos a matarlo, solo para poder mirarlo a lo lejos, solo para poder sentirse un poco más cerca de él, no le preocupaba que pudieran matarlo.
—Kacchan no es débil, y esas escorias no podrían dañarlo jamás.
Y por el lado opuesto sucedía igual, Bakugo se volvió el número 1 en Japón y Deku de igual forma, siendo el que encabezaba la lista de los más buscados, los más peligrosos y el villano número uno de Japón de todos los tiempos.
Enojo, tristeza, soledad, confusión
Y dolor.
Son los sentimientos con los que Bakugo peleaba cada día, tanto que termino aceptando "al bastardo mitad – mitad" como compañero para olvidarse de lo jodido que estaba.
¿Qué había pasado? ¿Por qué? No importa que tanto volviera en sus recuerdos, no lo comprendía, Izuku estaba sonriente, radiante, perdidamente enamorado de él o al menos eso creía.
Cuando se enteró por las noticias de los homicidios que había cometido su cordura se fue al caño, ¿No se lo había prometido? Habían prometido estar el uno al otro, no era la persona más dulce, ni la más detallista, pero Katsuki juraba por todo su maldito ser que siempre estuvo allí, ¡Joder! Togata y Amajiki parecían estar separados a comparación suya.
Odiaba eso, odiaba como pasaron las cosas, odiaba recordar cómo cada noche antes de dormir le preguntaba por su sentir, por su día, odiaba sentirse olvidado, y odiaba odiarlo porque sabía que ese odio era una mentira para encubrir su dolor y frustración.
Pronto Izuku se cansó de verlo a la distancia, fingió secuestrar a los Bakugo, atrayendo a su presa con una tierna nota "Si quieres que vuelvan a casa ven a este lugar solo, ¿Qué harás Kacchan?"
No lo dudo, Nitro fue hasta donde le había pedido ir, llego pateando puertas y gritando — ¡¿Dónde mierda están?!— pregunto amablemente al estilo Bakugo.
Deku quien lo esperaba de forma elegante, con unos pantalones de vestir negros, camisa de vestir blanca, arremangada hasta los codos, acompañado de un chaleco negro con forro verde y unos guantes negros ajustados, casi como su segunda piel, aun así sus cabellos estaban lejos de ser formales, casi podía verse el gallo de hace dos días en ese cabello alborotado.
Con todo, solo el rincón más oscuro y profundo del ser de Bakugo sabría que al verlo casi se lamenta de haberlo considerado jodidamente sexy, casi, pero no.
— ¡Kacchan! ¿Cuánto tiempo?— dijo fingiendo sorpresa y acomodándose un poco el chaleco — ¿Cómo estás? ¡Me alegra tanto verte!
Nitro soltó explosiones en modo de advertencia — ¡No te pases de listo bastardo! ¿Dónde está mi vieja?— gruño, haciendo entender a Izuku que no se acercara más.
Deku no se intimido, ni mucho menos, al contrario soltó unas pequeñas risas. —Claro, claro, primero está el deber antes que... —no completo la frase, pues donde hace unos momentos se encontraba estaba un sobre con lo que parecían ser documentos.
Tiro el sobre al suelo y lo pateo acercándolo a Nito, el héroe lo vio con desconfianza — ¡Vamos Kacchan! ¿No quieres saber dónde están tus padres?
Le miro molesto, después de una mueca de clara molestia tomo el sobre del suelo y dejo caer el contenido — ¿¡Pero que mierda?!— de ese sobre salieron fotos de la señora Mitsuki de vacaciones en lo que parecía ser Hawái o alguna playa, al igual que su padre, ambos estaban felices y en bañador, ya sea tomando el sol, en restaurantes, en la playa o en otras actividades.
No solo eso, había foto copias de sus pasaportes, de las reservaciones del hotel y lo que parecía ser una carta o dedicatoria falsificada a nombre de Bakugo, en ella decía algo acerca de pasarla bien en su aniversario de bodas y que el viaje estaba pagado. — ¿Qué significa esto?
Izuku sonrió como si le hubiera hecho un enorme favor a un viejo amigo — supuse que olvidarías su aniversario y... pues ¡Vi la oportunidad y la tome!
— ¡No me refiero a eso! ¡¿Para qué carajos los mandaste de viaje?!— grito tomando las fotos del suelo.
Izuku parecía divertirse — de acuerdo, de acuerdo, — señalo una silla no muy lejos de Nitro. —siéntate, por favor.
Pero Nitro no lo hizo, por lo que Izuku tomo la iniciativa, camino con cuidado hasta un sillón estropeado donde se sentó, frente a ellos había una mesa de madera llena de polvo, pero sostenían una vajilla de té de porcelana limpia y lo que parecía ser té recién preparado con algunas galletas empaquetadas aún sin abrir.
Como vio que Nitro seguía renuente a acercarse, Izuku comenzó a hablar —un par de días antes de enviarte mi mensaje, pedí a Dabi que hiciera todos los arreglos para el viaje— bebió un poco de té y abrió las galletas para comer algunas —despreocúpate, los gastos corren por cuenta de un cartel que destruí hace un mes — rió.
Nitro camino un poco más cerca de donde se encontraba Izuku, aún así mantuvo una distancia prudente — ¿Por qué no puedo llamarla?— pregunto.
La mirada de Izuku fue al techo, fingiendo que trataba de recordar — ¡Oh! Debe ser porque les pedí a unos ladrones de quinta que los asaltaran y quitaran los celulares, de no ser así no podría haberte engañado con su secuestro.
Su ceño se frunció — ¿Y para qué carajo querías que creyera que estaban secuestrados si me ibas a decir que los mandaste de vacaciones?— cruzo sus brazos. —Creo que te subestiman como villano, parece que hasta para eso eres un inútil. — dijo con burla.
Izuku miro decaído al suelo y de la misma forma que una chica de secundaria, se sonrojo por las palabras que salieron de su boca —Quería verte Kacchan... Todo lo que hice fue para poder verte una vez más.
La cintura que era rodeada por los brazos de Katsuki fue pegada completamente al abdomen del cenizo, quien despertó por los casi imperceptibles sollozos — ¿Una pesadilla?— pregunto tratando de entender el motivo de sus lágrimas.
Izuku negó, —una realidad, y una que no quiero que pase. — confesó.
Bakugo sabía a lo que se refería y con dolor aspiro el cabello de Izuku y lo abrazo casi como si fuera la última vez que lo haría —Debes irte, ¿cierto?— el peliverde asintió, recibiendo el consuelo que Bakugo le brindaba.
—No quiero... quiero quedarme con Kacchan— se aferró a él lo más fuerte que pudo, deseando detener el tiempo, aunque sea un poco más —Kacchan es tan cálido.
Recibió un beso, uno sorpresa donde casi le hace perder el aliento, Izuku apenas pudo reaccionar cuando es que Katsuki estaba levantándose de la cama — ¿Kacchan? — pregunto el peliverde tratando de alcanzarlo y hacer que volviera a la cama.
—Te daré una muda de ropa para que puedas volver, regresa y arregla todo lo que tengas que hacer, sabes dónde encontrarme.
Sintió un nudo en el estómago, pero tenía razón, una sonrisa dolida apareció en su rostro —pronto no tendré que despedirme de Kacchan— unos jeans gastados, una playera de manga larga y un hodie junto con un cubre bocas cayeron frente a sus piernas.
Bakugo asintió, tomo al chico por la mandíbula y le beso, para después salir de la habitación, no quería verlo irse, Izuku se apresuró a vestirse era más complicado estando herido.
Una vez listo y asegurándose de no dejar nada que inculpara a Katsuki salió por la ventana, saltando al tejado, miro la luna que ya casi desaparecía en el horizonte, sonrió de forma cínica —solo espera un poco más y estaremos juntos Kacchan.
Todo lo que quiero es volar contigoTodo lo que quiero es caer contigoAsí que dame todo de ti.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top